El violinista en el tejado con el grito cuasi sagrado de “¡Tradición, tradición, tradición!” refleja una parte de lo que siento en mi pertenencia judía. Por otra parte, hay un elemento que desde hace tiempo me preocupa en el estereotipo judío que ofrece la obra: la exagerada sensación de nostalgia que produce haciéndonos creer que esa era una era dorada del judaísmo a la que deberíamos regresar o preservar como modelo ideal cuando bien sabemos que nuestros antepasados soñaban con salir corriendo de ese tipo de vida.
El shtetl romántico e idealizado del violinista que todos hemos imaginado nunca existió como tal. Es producto de una novela hecha película y musical. En otras palabras, es una ficción. Existió pero no como lo imaginamos en la película y el musical. Prueba de eso es el judaísmo que hoy tenemos en el que nuestros antepasados decidieron abandonar esa vida y cambiar su preciada “tradición” para que tengamos un mejor futuro y un mejor judaísmo. Estoy convencido que gran parte de quienes abandonaron el shtetl se sentirían profundamente decepcionados si llegaran a pensar que nuestro deseo utópico del judaísmo pleno es volver al shtetl y al guetto algún día. La vida en el shtetl al igual que el guetto, era en realidad terriblemente miserable.
Pero hay un tema que me preocupa aún más y quisiera explorar en esta publicación: la comodidad de identificación que adormece el alma judía al pensarse como un judío del shtetl. Esta imagen idealizada y romántica de Tevie el lechero (el personaje central de la obra) no invita a esa alma a creer y desarrollarse como la tradición espera de uno. Por el contrario, asumir el escenario del violinista en el tejado como lo ideal es una forma de decirse a uno mismo “eso es lo que somos, esa es nuestra historia, de ahí venimos, esas son nuestras costumbres verdaderas y ahora somos un poco diferentes o estamos peor”. Lo que hace finalmente el asumir toda esta ficción estereotipada como realidad absoluta del judaísmo es por una lado adormecer la búsqueda del judaísmo que refleje la fidelidad de nuestro tiempo (recordemos que Maimonides nunca vivió el judaísmo de Rabbi Akiva y Rabbi Akiva nunca vivió el judaísmo del sacrificio de animales sino que cada uno de ellos vivió su propio judaísmo) y por otro lado sirve como impermeable para quienes se escudan en un judaísmo idealizado en el que debemos permanecer eternamente en el shtetl imaginario, lo cual sería hacer algo nuevo y muy poco tradicional en la historia judía.
Todo tiempo pasado fue…pasado.
Lo que hay detrás de todo esto es algo aún más profundo: la proyección idealizada en la cual “todo pasado judío fue siempre mejor y más auténtico”. Esto genera otra ficción en la idea errada que el verdadero judaísmo está en otra parte, en otro tiempo y en otro lugar pero nunca jamás en el judaísmo que nosotros estamos viviendo. Esta posición siempre me ha incomodado hasta las tripas. Respeto profundamente la antigüedad y me paso el día entero contagiando la sabiduría de los textos antiguos, medievales, pre-modernos y modernos del judaísmo. Es por eso que estoy convencido que no hay nada más infiel al judaísmo que intentar vivirlo como si no correspondiera con nuestro tiempo. Cada texto judío que leo refleja una fotografía de una larga película. Una fotografía de una época, de un contexto, de una verdad profunda de ese momento. Pero ninguna foto por sí sola completa toda la película. No hay ningún texto, ningún rabino ni tampoco ningún período que contenga la totalidad perfecta. La totalidad es la sumatoria compleja de la diversidad.
Entonces, ¿Cómo hacemos para vivir fielmente el judaísmo del presente cuando estamos tan enraizados en el pasado? Para responder esta pregunta debemos volver a los textos judíos porque toda argumentación judía no puede surgir del subjetivismo y la opinión sin mekorot (fuentes) sino que debe partir de los textos que los judíos mismos consideramos como autoritarios. En la tradición judía los textos son anclas y alas, puntos de aterrizaje y despegue al mismo tiempo. Sin un texto judío que todos consideramos relevante y podemos citar como representante de nuestra tradición no hay forma de conversar.
Necesitamos explorar el cambio y la tradición si queremos en esta vida vivir un judaísmo pleno de sentido. Necesitamos hacerlo no solamente por nuestra propia espiritualidad sino por respeto a nuestros antepasados y como esperanza en las generaciones que siguen. En extensión responder esta pregunta no solamente lidia con lo judío sino con la totalidad nuestras vidas: ¿cuánto de lo que pienso y hago en mi vida debe continuar y cuánto debo cambiar? ¿Cómo combino mi herencia y mi presente y qué pasa cuando entran en tensión? ¿Qué dice el judaísmo de todo esto?
Yeridat Hadorot, el declive de las generaciones
En el Talmud (Shabat 112b) leemos que: “R. Zera dijo en nombre de Raba bar Zimuna: si los primeros eruditos eran hijos de ángeles, nosotros somos hijos de hombres; y si los estudiosos anteriores fueron hijos de hombres, nosotros somos como burros…” Este texto es tomado en forma tendenciosa por algunos judíos para argumentar una de las ideas más peligrosas, radioactivas y que tienen la menor esperanza en el pueblo judío y Dios. Se la conoce como yeridat hadorot, literalmente “el declive de las generaciones”. La idea que propone es que todos aquellos que vinieron antes que nosotros eran mejor que nosotros. Nosotros somos mucho menos que ellos. Estamos cada vez más lejos de poder revivir momentos parecidos a la Revelación de la Tora en el Sinaí y por lo tanto el mundo está cada día peor y alejándose de la vida espiritual y la conexión con Dios.
Esta idea se refuerza en la Tora (Devarim 32:7) que dice: “Pregúntale a tu padre, él te informará, tus ancianos, ellos te lo dirán.” Es decir, los que vivieron antes saben qué hacer y tu no lo sabes. Esta posición es de una comodidad extrema. Si bien es necesaria la humildad para entender que quien ha vivido antes que yo tiene más experiencia que yo, es muy miedoso y de poca fe creer que Dios quiere que el mundo se vuelva cada vez peor y las generaciones vayan declinando y sepan cada vez menos. Si uno creyera esto de verdad sería un torturador al decidir traer hijos al mundo. Ningún padre respondería que trae hijos para que sean ellos peor de lo que fui yo y sepan que van a entender menos Tora que yo. ¡Todo lo contrario!
¿Entonces estamos obligados a creer que esto que dice el Talmud y se apoya en la Tora es la única verdad? ¿Es cierto que el mundo está cada vez peor y que cada generación es espiritualmente inferior que la anterior? En nombre de está idea tortuosa se esconde otro miedo profundo. Ese es el miedo a realmente profundizar en uno mismo y su relación con Dios, la Tora e Israel en forma esperanzadora y entusiasta. Creer que estamos cada vez peor es una forma débil y simple de escape bajo el argumento sin sentido que la vida ha empeorado cuando sabemos con hechos concretos que no es así.
Teológicamente detrás de este argumento que el mundo, la vida y el judaísmo mismo está en declive se esconde otra idea que aborrezco: aquella que precisa convencernos que el mundo está peor para generar fe a través del miedo en el corto plazo. Muchos creen que la fe precisa de lo roto, lo imperfecto y lo fatídico para tener sentido. Varias veces me preguntan, «¿Acaso no ves que las cosas están cada vez peor?» Mi respuesta es «absolutamente no». Este fatalismo judío se traduce en la siguiente frase repetida sin sentido: “el judaísmo está por desaparecer (¡acompañado del grito que venga el Mesías ahora!)”. Mi fe no puede sustanciarse en que el mundo está cada vez peor y por eso debería llegar la salvación final. Decir eso y creer eso es no tener esperanza en Dios sino creer que Dios ha hecho este mundo junto a mis seres queridos una tragedia. Yo no creo eso. El judaísmo no cree eso. Por el contrario, el mundo de hoy no es perfecto (nunca lo fue y nunca lo será) pero sin dudas mi calidad de vida es gracias a Dios mucho mejor que la de mis antepasados en el shtetl y el guetto (y ni que hablar en la Edad Media o la Antigüedad). Así rezo para que la vida de mis hijos y las siguientes generaciones sea incluso mejor que la mía. Pero lo más importante no es lo que digo yo sino esta misma idea que aparece en la Tora y lo expresaron los rabinos hace ya miles de años. Veamos eso a continuación.
El mito del declive y que estamos peor que antes
En la Tora misma, unos versículos antes en Devarim 17:8 leemos: “Presenta tu caso a los levitas y al juez que está en el cargo en ese momento.” Los Rabinos del Talmud se preguntan, “¿qué significa ‘en ese momento’? ¿Acaso deberíamos viajar atrás en el tiempo y preguntarle a los levitas y jueces de ‘ese momento’ y no el de ahora? ¿Cómo hacemos para cumplir este mandato?” La respuesta la encontramos en la propia tradición rabínica antigua en la que leemos en Sifrei Devarim Shoftim 153: “Rabi Yosi el Galileo: ¿Puede ser concebido eso que aparecerá una persona ante un juez que no es de su tiempo? Más bien, el significado es: un juez que es digno y quien es reconocido en ese momento.” Rabi Yosi está de esta forma dándole legitimidad a quienes se encuentran en su propia generación para poder liderar con autoridad.
En el Talmud (Rosh Hashana 25b) esta misma idea es reforzada: “Yiftaj en su generación es como Shmuel en su generación. Para enseñarte que incluso el más insignificante de lo insignificante que ha sido nombrado líder sobre la comunidad, es como el más distinguido de los distinguidos.” No hay escapatoria a esta frase del Talmud que nos enseña que incluso si el líder no está a la altura de lo que esperamos o es peor que los anteriores debemos respetarlo.
En el Sefer HaIekarim 3:23, un compendio de halaja escrito por Iosef Albo (1380-1444), leemos: “Es imposible para la Torá de Dios haber cubierto todos los casos posibles que habrían de surgir, porque las nuevas situaciones que surgen constantemente en los asuntos humanos, en la ley, y como resultado del emprendimiento humano son tantos que un solo libro no puede abarcarlos. Por lo tanto, los principios generales que la Tora sólo sugiere brevemente, fueron revelados oralmente a Moshé en el Sinaí para que las autoridades halájicas de cada generación las usaran para derivar nuevas leyes.” El Talmud refuerza esta idea en Bava Batra 12a, “Rabi Avdimi de Haifa dijo: Desde el día que el templo fue destruido, la profecía se perdió a los profetas y fue entregada a los sabios…Ameimar agregó: De hecho, un sabio es superior a un profeta.” Esto que parece negativo es absolutamente dado vuelta. El profeta tiene que esperar pasivamente que Dios le hable y recibir instrucciones. Los sabios inician la conversación con Dios y establecen qué es lo que hay que hacer. Volverse un sabio es más elevado que esperar que a uno le toque ser un profeta.
Si esto no es suficiente, el Rema (1530-1572), el rabino ashkenazí más importante de su generación que dejó sus comentarios al Shuljan Aruj de Iosef Caro, escribe en Joshen Mishpat 25:2 “En todos los casos donde se vean los registros de las autoridades anteriores y estas sean bien conocidas, si las autoridades posteriores no están de acuerdo con ellos…seguimos la opinión de las autoridades posteriores.” Esto es lo que se conoce en arameo como הלכתא כבתראי, hiljata kebatrai (la halaja sigue a la última autoridad).
Ser fiel al presente es ser fiel al pasado
En la introducción de Tosafot a Iom Tov leemos, “Aunque existe una completa interpretación de la Tora y sus mandamientos, no hay generación en la que algo nuevo no se ha agregado y que posee sus propios problemas legales. No me contradigas señalando el dicho rabínico que Dios mostró a Moisés las minucias de la Tora y las minucias de los escribas y de las innovaciones que serían introducidas por los escribas [referencia a Devarim 9:10 y su comentario en Meguila 19b], porque digo que esto no fue entregado por Moisés a cualquier otra persona. Un examen cuidadoso del dicho rabínico muestra que se refieren a Dios «mostrando» a Moisés y no «enseñando” o «entregando” algo…Al usar la palabra «mostrando» explicaron que estas enseñanzas fueron reveladas a Moisés, pero no fueron “dadas” a él. Es como un hombre que «muestra» a su amigo un objeto pero no se lo da.” Lo que esto significa es que Dios le mostró a Moisés la capacidad de develar, de quitar el velo para encontrar parte del misterio, de descubrir, de llegar al insight, la percepción. Pero no le entregó un paquete cerrado sino una obra abierta y las herramientas para abrir el camino.
Lo que finalmente vemos es que estamos frente una tensión profunda. No hay dudas que el judaísmo contiene dentro de su sistema un punto de tensión continuo que no se resuelve. Esta es la polaridad entre yeridat hadorot e hiljata kebatrai, entre el declive de las generaciones y lo contemporáneo que no es solamente temporáneo sino que también posee eternidad. A pesar de todo lo nuevo y los cambios de la vida, muchos de nosotros tenemos nostalgia de ciertas cosas que quisiéramos permanezcan siempre así. No queremos que absolutamente todo cambie en nuestra vida. En la tradición judía si todo es nuevo nos perdemos las raíces. Y si solamente nos quedamos en lo antiguo intentando vivir un judaísmo de otro período nos volvemos irrelevantes y cosificamos el Etz Jaim, el árbol de vida que es la tradición. Hay por lo tanto una tensión continua e irresoluta eternamente incrustada dentro del sistema de interpretación judío.
En conclusión, cada cosa judía que hacemos tiene que sentirse como parte de un continuo directo que destila desde la misma experiencia en el Sinaí. Tiene que tener esa sensación cálida de verdad que emerge desde ese “instante o momento de Revelación original” que aún continúa como un destello de un diálogo inconcluso. Así debemos percibir el aquí y ahora con el mismo nivel de sacralidad que anticipa la llegada del Mesías en cualquier momento. Cada segundo debemos preguntarnos si en nuestra vida estamos al mismo tiempo siendo fieles al pasado y al futuro mesiánico. No hay dudas que una persona de baja estatura subida a los hombros de una persona de mayor estatura verá siempre más allá sin importar la altura del más alto. Nosotros estamos subidos sobre gigantes. Por lo tanto vemos más pero sería imposible hacerlo sino fuera por ellos.
Tevie el lechero, el personaje central del violinista en el tejado, dice, “sin la tradición nuestras vidas serían tan frágiles como un violinista caminando sobre un tejado”. Es cierto. Pero si sólo quedamos enquistados en el pasado como tradición no podremos ni siquiera caminar sobre el tejado. Sin embargo, si logramos en un mismo suspiro encontrar el pasado con el presente y ser fiel a ambos al mismo tiempo entonces no estaremos preocupados si podemos caminar en el tejado porque seremos nosotros mismos el tejado que sostiene a quienes caminan por el mismo.
*Recomiendo la siguiente charla TED por Steven Pinker (se le puede poner subtítulos en español) para aprender con hechos reales y concretos que el mundo de hoy y nuestra calidad de vida es superior a todo lo que tenemos registro histórico:
**Esta publicación y las fuentes presentadas está inspirada en la presentación «Beyond Fiddler on the Roof» del Rabino David Levin-Kruss
Mi estimado Diego, realmente es muy contradictorio. Si nos vamos al Torah escrito hace 3,500 años y el pueblo judio ha seguido la tradición de regirse en gran parte por sus normas y que los cambios como dar a conocer sus costumbres a los no judios. No seria el mostrar gran parte de sus tradiciones? Que como en todo existe modificaciones una buenas y otras malas. Pero la humanidad se rige de las enceñanzas de nuestros antepasados, sean judios, católicos o musulmanes. Shalom Diego que Dí s te bendiga.
Hola Alfredo, no comprendo del todo tu comentario.
¿qué es lo contradictorio?
Los judíos hoy no son judíos bíblicos (no matamos animales ni muchas de las otras tradiciones mencionadas en la Tora) sino que somos judíos rabínicos (seguimos las enseñanzas de la tradición oral que se apoya en la Tora). Nada de lo que estoy compartiendo es privado, oculto sino que todos los libros y textos judíos están abiertos a cualquiera que quiera leerlos. Es más, http://www.sefaria.org pone a disposición de cualquier persona casi toda la biblioteca judía.
Lo mismo hace el sitio de Jabad y muchísimos otros sitios más.
La humanidad sin duda se rige de las tradiciones pasadas…¿pero acaso estás nunca han cambiado? El judaísmo como explica esta publicación contempla la necesidad de actualizar para mantener viva la tradición cuando es necesario.
Un abrazo
esto es lo que yo entiendo diego. …..como las celulas de un cuerpo, al crear hashem los cuerpos, a cada celula le dio su ley ,si , y cada celula desde la primera, sigue sujeta a la ley del santo de los santos, y por esto su actividad interna y evolutiva no se detiene, siempre activa , con proposito superior, atenta a los cambios para dar el salto de una generacion a otra,ya me imagino, las fricciones los cambios la seguridad de algunos y la inestabilidad de otras , la reaccion violenta de los mas atrevidos , y respuestas certeras de los lideres unos para , saltar a cuerpos de fuerza izquierda y otros a los de derecha, y aqui estan diego, o ,no………y preparando sus propias tessis para saltar hacia el futuro………..ha pero …unidas y persiguiendo el fin que les fue conferido por el santo bendito sea,
hola Diego, coincido en gran manera con lo que expones sobre la idealización que hacemos de ciertas tradiciones, que en realidad siempre son y serán las tradiciones de algunos en algún lugar, pero difícilmente las de todos en todo lugar, debido a que la constante universal es el cambio continuo. Pero a su vez, se deben recordar algunas cosas que son esenciales a la religiosidad particular de cada grupo, porque dichos matices son en realidad el sustrato de la identidad. debemos desarrollar una «Tradición con Intención», o sea, un estilo de vida y conducta que no sea un estereotipo sino un modelo de vida que refleje las amplitud de la luz de Eterno Creador.
Estoy de acuerdo con tus palabras Ariel.
Es difícil encontrar ese punto medio.
Pero es tan necesario.
Y lo más complejo es definir en forma grupal qué o cuál va a ser ese punto medio entre lo que se actualiza y lo que se mantiene de alguna forma igual…
Abrazo
Estimado Sr Diego , la tradición dentro de cualquier contexto histórico es muy importante pues durante a diáspora fue el eslabón que reafirmo la identidad del pueblo judío en el exilio, pues la prueba es que no se asimilo ,sino que se mantuvo apegado a las leyes de la torá que fue una guía para no distanciarse de la tradición , en la historia de todo pueblo siempre hay desviaciones algunas buenas otras malas pero la tradición sirve de guía en este caso la «Torá» y si el pueblo se apega a sus preceptos es mejor,¿. No soy judío pero admiro mucho la tradición judía.
Hola Javier,
Hay una tensión interesante en lo que planteas que sin la tradición se pierde la identidad y uno se mantiene pegado.
Curiosamente en el judaísmo esto fue al revés: gracias a que no se mantuvo el modelo heredado de rezar sacrificando animales en Jerusalem bajo un siste de liderazgo basado en un linaje de sangre entre la casta de los Cohanim es que el judaísmo pudo continuar como lo conocemos hoy.
Te recomiendo leer: http://www.judiosyjudaismo.com/2017/01/la-bendicion-de-la-asimilacion/
Un abrazo
Querido Diego, estoy de acuerdo contigo; lo cual no quita que Sholem Aleijem sea un escritor yiddish excepcional; claro, es literatura, buena literatura, y el que quiera ver como realidad la novela y los personajes, ignora lo que es una novela y toque son unos personajes. Ahora mismo leo de mi admirado Amos Oz «Queridos fanáticos», y acabo de leer su obra póstuma «La caja negra», una obra maestra de la narrativa israelí de nuestro tiempo. Un abrazo.
Me encanta toda la reflexión que haces.No soy judio pero si que siempre he sentido curiosidad por saber como viven en su fe,.Creo que todos los seres humanos que creemos en Dios independientemente de la creencia que sea, lo importante es saber que estamos conectados a Dios, y deseamos seguir viviendo y con la esperanza de que este mundo en que vivimos no sea lo lo último, me gustaría que me pudieses explicar como ve el judio la otra vida después de la muerte terrenal
Hola Gabriel,
Me gusta la idea de la conexión.
Aquí va una publicación muy completa con todo sobre la muerte: http://www.judiosyjudaismo.com/2015/07/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre-la-muerte-y-el-despues-de-la-vida-en-el-judaismo/
Un abrazo
Así es Inocencio.
Para nada estoy criticando la obra sino la repercusión que tiene cuando es leída en forma tendenciosa y vivida como una realidad.
Abrazo
Debido a que provengo de otra «corriente» del Rio de la Fe veo que la base de la fe de los antepasados y sus contribuciones a ella (la fe) espiritualmente debe ser asimilada en la vida del creyente de forma real. La forma real es cuando lo revives en esta vida (si bien de forma corta y en otros contextos) – y lo revives no porque lo has querido – sino porque te es dado de parte de Dios. Si no tienes este fundamento de haberlo «tambien vivido en tu propia carne» – lo que piensas que sabes es meramente teorético y por tanto no te va a cambiar (purificar) tu persona. Y por tanto no es Obra de Dios en tu ser.
«Bendecido el hombre que se fia en Dios y no de los hombres» … solemos decir. Pero Dios ha puesto al hombre de fe a ser el que al final realiza las obras de Dios – y la mujer de ayudante suya.
En la version griega del libro de Esther leemos al principio sobre el sueño de Mordecai – y en él capitulo 10 el final y la explicación del mismo sueño. Vemos por tanto que ya se ha cumplido. Y que Dios que ahora juzga a las naciones se acordó del pueblo judío.
Para mí el pueblo judío que no esta anclado en Dios y su fe en Dios para su porvenir – no es un real pueblo en el sentido que fue dado por parte de Dios a ellos. Ser nación que cree en Dios y Le ama y Le sigue y Le obedece.
Judío por tanto – según lo veo yo – es la persona que en todo en su vida cotidiana obedece la voluntad de Dios y no su propia voluntad. Que se fia en Dios tambien en el valle de la sombra de la muerte (Salmo 23) y se fia de Dios y espera en Él. Y por tanto en cada contexto social y en cada época igual donde esta y cómo vive – vive de esa misma Fe que le alimenta y les da todo de la forma que es apropiada y mejor visto en una perspectiva global.
Pero eso es mi vista personal.
Ahora tengo una duda. Y te explico porque. Yo (siendo de «otra corriente del mismo Rio») siempre he visto la fuerza del Tanach en el hecho de que fue compuesto por muchos autores distintos. Que lo que fue dicho por un profeta o un hombre/mujer de Dios, luego se vio cumplido y testificado por otro en tiempos mas avanzados, y que por tanto no había UN autor (como el Quran) que durante su vida terrena recibía todo dictado por Dios. Sino que había una completa coherencia y correspondencia entre los autores a pesar de que hablaron al y sobre el Pueblo de Dios durante épocas muy distintas y en contextos distintos donde Dios siempre mostró que estaba con ellos y igual como traspasaron – El les vino a rescatar y perdonar.
Ahora veo que el judaísmo solo cree que ha habido un solo autor: Moises. Y eso en realidad me sorprende ya que entonces no hay coherencia ni correspondencia en un tiempo largo y extendido (quizás es lo que subconscientemente estas apuntando en el hecho que haya una tendencia de «regreso») – sino solo hay un autor que en su propia vida escribió el Tanach.
O me equivoco? Y lo tengo mal entendido?
Hola Anna,
El judaísmo nunca dice una sola cosa de nada. Generalmente todo tiene una apertura interpretativa extraordinaria.
Aquí hay publicaciones con respecto a quién escribió la Tora:
1) http://www.judiosyjudaismo.com/2012/03/que-escribio-moises/
2) http://www.judiosyjudaismo.com/2012/06/%C2%BFes-verdad-lo-que-esta-escrito-en-la-tora/
3) http://www.judiosyjudaismo.com/2015/02/que-es-la-tora/
Un abrazo
En primer lugar quiero expresarte mi pensamiento desde el punto de vista de un Creyente en el mesianismo de Cristo, de otra forma no sería legítima mi opinión si ocultara esta circunstancia .Alguién dijo alguna vez que » quién se casa en este siglo, queda viudo en el siglo venidero» y es cierto Pues al igual que en el Judaísmo primitivo y el actual en el cristianismo existen distancias importantísimas en cuanto a las formas y prácticas de la manera de manifestar o profesar laas creencias. En el medioevo la palabra de la llamada Iglesia Católica donde todo lo que ella decía era una verdad establecida y absoluta ej. Para la iglesia en tiempos de Galileo Galilei La Iglesia sostenia tal como afirmara Aristeles so pena de la inquisición que el sol y los p’lanetas giraban alrededor de la Tierra y al sostener Galileo que era al reves casi termina en la prisión de por vida . Las e´pocas cambian y las culturas tambíen, quizás por la misma evolución de los pensamientos y de los avances científicos , la conducta de los hombres varían. Ahora en esta cuestión y conociendo la existencia en Israel de grupos religiosos extremos con prácticas muy lejanas en el tiempo . mi pregunta es ¿ Que pasa si el tercer Templo es construido y se restablecen las ordenanzas de Moisés para el mismo, volverán los Judíos a comprometerse y sujetarse en su vida a la vida que gira alrededor del Templo? Los actuales Isrelíes que no se consideran Judíos se someterán a esta nueva vida de los tiempos de David?.. Me gustaría saber su opinión al respecto.. Un saludo al estlo Judío Shalom Ubraja…
Yo creo que ya no hay retorno al sistema de sacrificio de animales en un templo en Jerusalem.
Soy consciente que eso es parte de la teología judía y del ideal mesiánico.
Dicho esto, al igual que al Rav Kook, creo que si se volvería a construir el Templo el mismo solo poseería ofrendas vegetales como la creación original donde el ser humano no comía carne.
No creo de ninguna manera que se restituya el modelo de liderazgo de los Cohanim.
Creo que eso ha sido una fotografía de la película histórica.
Importante. Pero una fotografía al fin.
Un abrazo
A cualquiera que lea, especialmente a ti Diego, solo quisiera que leyeras Jueces capítulo 2 y vieras lo que les pasó al pueblo al abandonar su historia y la lectura de la Tora después que Josué muere y los ancianos que servían con él, lean bien ya que los de la nueva era o modernismo ( hoy éste modernismo está dañando a los de la fé) están cayendo en el error de Satan, no digo más pues el texto se interpreta solo ya que D-os no cambia
Hola Rene,
Es bueno por esto que dices tener siempre presente la metáfora que compartí de la «fotografía y la película».
Porque lo que describes es tan solo una fotografía porque después de ese capitulo Dios manda un profeta y se re-establece el pacto. Por supuesto que luego una vez más se pierde la relación y otra vez vuelve el profeta. Esa sería la película entera del libro de jueces.
Es cierto que Dios no cambia, pero nosotros sí.
Y Dios no vive con la Tora y las mitzvot. Pero nosotros sí.
Un abrazo
Me preocupa que no hayas entendido el “violinista y el tejado” y hayas elaborado una perspectiva muy personal pero plasmándola como un sentir colectivo.
En todas las culturas hay un sentir nostálgico hacia el pasado. Debes revisar tus escritos desde tu propia perspectiva.
Bendiciones .
Hola Juan,
Sin dudas no puedo declarar que mis lecturas e interpretaciones son siempre correctas.
Tiendo a equivocarme mucho más que lo que acierto, producto de mi búsqueda, curiosidad y asombro incesante.
Tal vez me ayudaría a pensar esta interpretación diferente si pudiera comprender tu propio entendimiento.
De todas maneras no hay ni un escrito que no sea desde mi propia perspectiva (confieso que no entendí ese comentario)
Un abrazo
Hola Diego:
Como siempre he leído con mucho interés tu opinión y los comentarios. Creo que muchas cosas que afirmas valen para los judíos y también para otras religiones, doctrinas, opciones políticas, etc, pensar que «Todo tiempo pasado fue mejor » es mortal. porque cada tiempo tiene su «mejor» y su «peor», pero nosotros, ayer y hoy tenemos que vivir de la Palabra de Dios que es «viva y eficaz» para ayer y para hoy y si la escuchamos en una relación personal con Él, ella nos va a hablar según nuestra realidad, en conformidad con nuestras raíces que nos han dado origen y nos alimentan pero para que crezcamos, y el árbol crece por el tronco y las ramas y da fruto cada uno según su especie mientras las raíces están vivas y su savia nos alimenta. Todá rabá
Hermosas palabras Maria.
Gracias por compartirlas!
Un abrazo
No pienso que el judaísmo se está perdiendo, todo lo contrario, yo veo y siento un Judaísmo más real, más disfrutado por nosotros, Israel es la muestra de esto, que une aún más a los que estamos en la diaspora, en las canciones antiguas y modernas, siempre está DI’S, LA tradición, nuestras festividades, unen a amigos y familia, el milagro, el orgullo tiene un nombre ISRAEL, cual es el nombre elegido para la nave espacial? בראשית!! LOS judíos en todo el mundo aman y piden por su gente, sus חיילים, nuestros corazones explotan de orgullo por todos sus inventos, y lloramos por cada ataque terrorista. Estos somos los judíos de hoy, no extrañamos el pasado, ni el Shtetl, si soñamos con un futuro de PAZ
Amen veAmen!
Así es!
Las tradiciones son costumbres transmitidas de generación a generación, pero de ninguna manera deben ser un sistema de vida y no hay que apegarse a ellas cuando no tienen un fundamento sólido.
La religión debe basarse por convicción, no por tradición. El ser humano que se interesa en conocer a fondo la creencia que profesa, tiene la capacidad de discernir sobre sus mandatos y aplicarlos a su vida. Las reglas dictadas en el Sinaí son para nuestro bien y podemos actualizarlas según la época en que se viven, pero no eliminarlas.
Toda generación cree que la época que le tocó vivir fue mejor que la actual. Simplemente son ciclos diferentes que se van cumpliendo y toda época tuvo lo suyo bueno y malo. Los tiempos pasados nos sirven para aprender de ellos y no volver a cometer los mismos errores que hicieron tanto nuestros ancestros como nosotros mismos.
Diego, gracias por tus reflexiones. Lejaim.
Me gustó el cierre de tu comentario y tu comentario en general.
Lejaim, por las vidas, que fue así como se hizo todo: sosteniendo la tradición y actualizándola para mantenerla viva al mismo tiempo.
Un abrazo
Shalom Diego, excelente felicito y concuerdo. Me permito agregar: que en nombre de la tradición se discrimina y se divide más al judaísmo. Es notorio que los fundamentalistas se equivocan y que tienen que corregir , no se puede vivir en el pasado o traerlo al presente sin filtrarlo estamos en el mejor momento. El conocimiento está a la mano y es tiempo de reconciliarnos con la ciencia y reafirmar nuestras creencias en el creador. Los mejores deseos para ti y tu obra o labor!!!!
Gracias por tus palabras.
Es cierto que muchas veces en nombre de la tradición se traiciona.
Como dice tan bellamente el rabino Sakcs, «se hace la paz en nombre del dios de la guerra, se tortura en nombre del dios de la misericordia y se asesina en nombre del dios del amor»
Abrazo
A ver Diego, la Torá es un libro que responde al lenguaje y realidad económica, política y social de un momento historico determinado; una foto en el tiempo con elementos que, por el paso del tiempo, han quedado desactualizados y otros que, aunque el tiempo haya pasado, establecen normas de carácter ético y religiosos que aun se consideran válidas de hoy. Si, claro, si consideras la Tora como palabra divina, inspirada, dictada por Dios a Moshé pues quien puede contradecir a Dios ? pero si comprendes que Dios no escribió la Tora sino nuestra concepción colectiva e imaginaria de un momento determinado, entonces, podríamos considerar que tanto la Torá como el judaísmo está sujeto a cambio aunque algunos se aferren a las tradiciones. Sabes quienes fueron los primeros reformistas ? Los sabios de la mishná .. ellos fueron. Se atrevieron a interpretar la Torá oral y plasmarla por escrito según sus interpretaciones del momento. ¿Porqué hoy perdemos el valor de hacerlo? No lo comprendo. ¿Acaso no tenemos hoy sabios ni profetas?. ¿Acaso nuestro pueblo, como comunidad, y nosotros, como individuos no tenemos la opción de escribir día con día nuestro judaísmo?. Todos, no sólo yo, todos ( seamos brutalmente honestos por favor ) hemos sido críticos de la halajá considerando que muchas de las reglas fueron diseñadas cuando no había electricidad, no cohetes a la luna, ni internet ni fotocopiadoras ¿ no es así ?. Porqué no ser como los jajaim de la mishná y escribir hoy nuestro nuevo talmud cotidiano ? Estoy de acuerdo con que existe la creencia popular de que todo tiempo pasado es mejor. Nos aferramos a una «tradición» que en muchos casos no es mas que un simple «uso o costumbre» de no mas de 200 años con el que nos sentimos cómodos y creamos un Mea Sherim en nuestras almas, corazones y hogares porque nos da «seguridad» argumentando que ellos nos protege de un mundo que está cada día peor cuando ello no es cierto. Ni las tradiciones son tradiciones ni el mundo está peor. Recuerdas los tiempos en que la Peste, el hambre y la guerra regían la vida en el mundo pero en especial en Europa ? pues hoy en día es mas fácil morir de un ataque cardiaco por gordo que por hambre – claro, aun hay hambre en el mundo pero no es ni siquiera el 1 % de lo que fue hace 100 años -, hoy en día muere mas gente en accidentes de tránsito que en guerras, Europa tiene 70 años de vivir en paz y si no fuera por el Brexit en 50 años su identidad habría sido unificada en un ambiente de paz desconocido para la humanidad y la salud .. qué me dices de la salud ? hoy en día se han eliminado de la faz de la tierra grandes flagelos que hasta hace poco, como la fiebre española, mataban no a unos cuantos miles sino a unos cuantos números porcentuales de la población mundial. La viruela, por ejemplo, prácticamente desapareció y el brote de ébola se corrigió en unos cuantos meses y no unas cuantas decenas de años. Vivimos mejor, nuestra esperanza de vida ronda los 80 años y hoy están naciendo los niños que podrían vivir en forma natural hasta 100 años; la teconología nos ayuda en todo y estamos aprendiendo a usarla en beneficio de la humanidad. Podemos seguir las mismas reglas humanas de hace 3500 años, o de 2000 años, o al menos de hace 100 años ? .. No, no podemos. Debemos escribir nuestro judaísmo día con día. Ser judío es, además de muchas cosas mas, ser luz del mundo y para ello debemos buscar en nuestro corazón y en nuestra relación con Adonai, pero en nuestra «relación» y no en un diseño humano que ya no responde con la realidad que vivimos. Si, claro, como pueblo debemos encender las velas en shabat, pero como pueblo debemos proyectar nuestra luz en el mundo aceptando que es un mundo diferente en donde hasta nuestras reglas deben cambiar. Acaso no fue Spinoza quien, en términos simples señaló que la única forma de preservar al judaísmo era superar al judaísmo ? .. pues yo no voy a tanto … pero si creo en el dinamismo y no aferrarme a viejas tradiciones sino a crear nuevas que también se extinguirán y espero tener la capacidad de saber cuando hacer los cambios. De lo contrario no sólo serán las sinagogas las que queden vacías – igual, yo no soy religioso – sino será nuestro pueblo el que pierda su propia luz y deje de amar por estar aferrado a una ley que existe para eso, para amar, y no para que se le rinda tributo a si misma
Hola José Pablo,
Gracias por esta tremenda y profunda reflexión.
Leyéndola escucho mis ideas en algunas tuyas.
Con otras hoy disiento un poco.
Una pregunta central que me hago es: ¿desde qué lugar puede uno «superar al judaísmo»? Los rabinos de la Mishna vivieron en otro contexto al nuestro y si vieron superaron el modelo tradicional del sacrificio de animales, me pregunto qué significaría hoy superar al judaísmo que conocemos hasta la actualidad. ¿Hay un límite para esta «superación»? ¿Quién lo determina? ¿Podríamos llegar a «superar» tanto que terminamos sin tradición en una especie de nueva religión? Por ejemplo, ¿En nombre de la superación habría que dejar de leer la Tora en Shabat y leer otros textos? ¿Cómo lo hacemos?
Un abrazo
Gracias Diego; siempre tus enseñanzas llegan. A mí me parece que debemos aprender del pasado para eso están las Escrituras pero estoy de acuerdo contigo que las circunstancias han cambiado y mucho; además cada uno de nosotros es deferente; en cuanto a condición social; nivel de instrucción; entre otros; por lo tanto debemos adaptar la enseñanza del pasado a las condiciones del presente.
El árbol tiene raíces el se alimenta a través de ellas pero el crece y se transforma para servir mejor en el presente
Hola Dilia,
Estoy de acuerdo.
Me gusto la metáfora del árbol cuyas raíces nutren hojas y frutos que se renuevan continuamente.
Un abrazo
SHALOM DIEGO, GRACIAS POR ESCRIBIR Y RELACIONAR AL MESIAS, DEL CUAL SOY SALVO Y CREO EN EL PORQUE ATRAVEZ DE TODA LA BIBLIA SE HABLA DE SU VENIDA PARA SALVAR A SU PUEBLO ESCOGIDO, YSRAEL LE DOY GRACIAS AL ETERNO YHWH ELOHIM POR BENDECIR, CUIDAR Y ` PROTEGER A JERUSALEM-YISRAEL.
ME GUSTA LEER Y APRENDER DE LA TORA Y DE TODAS LAS LECTURAS DE SUS ESCRITORES LAS NUEVAS BUENAS DE YHWH-ELOHUIM-
SHALOM-
MANUEL.
Hola Manuel,
La verdad es que no sea habla tanto del Mesías a lo largo de toda la Biblia.
Más menos que más…
De todos modos claramente esperamos su llegada.
Shalom
Gracias Diego por este análisis del mundo actual. Ví y repetí, el video de la conferencia del Psicólogo STEVEN PINKER, en relación a su sugerencia para ganar en conocimiento del punto: “Ser fiel al presente es ser fiel al pasado”.
Aprovechándo “el libre albedrío que HaShem me ha otorgado, que es lo que nos hace ser SU IMAGEN Y SEMEJANZA”, estoy plenamente de acuerdo con su pundo de vista Rabino y con lo planteado por Steven Pinker.
Es muy claro y verdadero que muchas personas “creen en Dios, pero no todos creen a Dios”. Que es aceptar “Con Emuná Su Voluntad, porque todo lo que EL Desea es para bien”.
Si el Creador “que nos ama”, ha permitido que mi padre y madre me trajeran al mundo, fue porque yo iba a ser mejor que ellos, vivir con más calidad de vida, en un mundo con mas desarrollo cientifíco-técnico, una asistencia médica-medicinal-hospitalaria superior a la que ellos disfrutaron. Más seguridad, libertad, paz, moral, civismo, libertad religiosa y de palabra que en sus tiempos, “fue porque EL SABIA, ADONAI, EL CREADOR, QUE ERA SU VOLUNTAD Y QUE ERA PARA BIEN.
Sino no fuera así, yo no hubiera permitido que mis hijos nacieran en esta época, que para mí, es como disfrutar un Adelanto “DEL PARAISO CELESTIAL”.
Antes de despedirme, después de leer algunos comentarios de personas y sus “sabias respuespas”, lo felicito por tener tantas formas de convencer, en lugar de imponer sus criterios personales.
Shabat Shalom
Yosef Mario
Ciencia y Religión se parecen en que se fundamentan en leyes y principios, pero ello no obliga a que en la búsqueda del conocimiento y la verdad, que es la misión básica de ambas, el estatismo es lo que prive; ambas deben ser y lo son , dinámicas y se van adaptando al entorno y la época en que se desenvuelven..pues si no lo fueran aun escribiríamos en tablillas de arcilla..A las personas de cada generación les corresponde hacer su ciencia-religión a su manera…los principios que son eternos serán su marco; fuera de ellos las leyes del Universo se encargaran de incluirlos o desecharlos…
Salud Sr Diego…
Estoy de acuerdo las constumbres son importantes pero el mundo siempre esta cambiado y hay que adaptarse a lo nuevo y no ser pesimista que el futuro puede ser mejor