En estos días de Pesaj he vuelto a reflexionar en una palabra que asusta a muchos de los que me leen. Esa palabra es mito. Pero la realidad es que no existe manera de entender ni experimentar Pesaj (entre tantas otras experiencias que hacen al judaísmo) si uno no sabe lo que es un mito y a qué nos referimos cuando hablamos de la experiencia mitológica.
¿Por qué asusta tanto la palabra mito dentro del lenguaje judío? Porque es entendida de forma errada, eso es, como una mentira. Sin embargo un mito no es una mentira. Tampoco es una explicación imperfecta, primitiva o errada. Un mito es una relación simbólica con la verdad. Todos los mitos son verdaderos porque su relato no es históricamente certero o real sino imaginario. Entendidos tal cual son (leyendas, relatos imaginarios, no figurativos, poéticos o metafóricos) no intentan demostrar un hecho sino ofrecer “sentido”. Y en ese sentido nadie puede negar que son verdad.
Siguiendo con el ejemplo de Pesaj, cuando compartimos el Seder una y otra vez todos los años repitiendo los mismos textos desde hace miles de años, diciéndonos «el próximo año en Jerusalem» incluso si estamos en Jerusalem, no importa cuán históricamente precisos estamos siendo. Lo que realmente importa es lo que estamos sintiendo cuando estamos recitándolos. Esta es la verdadera justificación de por qué seguimos necesitando el ritual en nuestras vidas. La recreación mítica que llevamos a cabo en forma práctica, eso que llamamos ritual (siendo rituales judíos la tefilá y todas las experiencias festivas del calendario anual junto a gran parte de nuestras ideas y creencias más raigales), sigue teniendo tanto sentido hoy como ayer.
La experiencia mitológica de Pesaj
Solo piensen que en la noche del Seder de Pesaj el hijo malvado de los cuatro que leemos en la Hagadá (el texto que funciona como guión) es aquel que se separa de la narración y de alguna manera deja de “comerse” la historia junto a las hierbas amargas que recrean la sensación mitológica que repetimos todos los años esperando una nueva salvación como fue la salvación de la esclavitud en Egipto. El “malvado” es el que ve la historia judía “desde afuera” como si estuviera disecándola en un laboratorio.
Los Rabinos al escribir la Hagadá de Pesaj ya eran conscientes que ellos mismos -al igual que nosotros hoy- tampoco podían sentir en carne propia lo que es ser realmente y literalmente un esclavo de un faraón egipcio. Así los Rabinos se dieron cuenta que todos somos potenciales “hijos malvados” ya que todos podemos ver esta historia como la que le aconteció a los “antiguos hebreos en la Biblia” en lugar de verla como “la historia de mi familia”, es decir «mi propio mito». Pero la genialidad rabínica fue la recreación mitológica del Pesaj bíblico a través de la realización de ciertas acciones que con el paso del tiempo generaron nuevas costumbres basadas en la propia interpretación rabínica de lo que el evento de la Redención o Salvación había significado para los “verdaderos” hebreos que habían sido liberados. El Seder de Pesaj es el mejor ejemplo de lo que podríamos llamar “creación instantánea de tradición”. El Seder de Pesaj es en realidad una larga clase rabínica sobre el sentido de la Redención o Salvación según la interpretación de los rabinos quienes, al igual que nosotros, jamás salieron de Egipto en carne propia sino simbólica. El Seder es incluso una clase para aprender a pensar como los rabinos y comprender cómo hacer una relectura de la Biblia misma. Por eso, para no ser “malvados”, se nos enseña que en Pesaj cada uno de nosotros debemos sentir que estamos siendo literalmente liberados.
Por supuesto que cuando nos dicen que debemos sentir que estamos siendo literalmente liberados es tan ridículo como que nos dijeran que sintamos ahora que literalmente estamos siendo esclavizados. Mientras estemos sentados comiendo plácidamente, tomando 4 copas de vino y reclinándonos del modo que los romanos lo hacían cuando se acostaban a comer, pueden decirnos que debemos sentirnos de cualquier forma puesto que todos sabemos que esa sensación en el fondo jamás será literal sino imaginaria o metafórica. Pero nuevamente, cuando nos decimos que “debemos sentir que estamos siendo liberados” estamos desactivando nuestras mentes racionales o lógicas y activando nuestro lenguaje e imaginación partiendo hacia el reino de lo mítico, del lenguaje no figurativo, lo imaginario y lo poético. Al compartir el Seder de Pesaj, revivir todos los días la Creación, la Revelación y la Redención de Dios o incluso al leer la Biblia misma estamos funcionando en forma imaginativa o metafórica pero no literal ni científica. Estamos reviviendo un “mito” que por ser tal no es mentira sino una narración que nos ofrece sentido, identidad y pertenencia. Estamos relacionándonos con un relato tradicional que tiene una referencia parcial o secundaria de algo que tiene importancia colectiva para nosotros.
Dos pensadores judíos que insisten en el mito
Quienes me acompañan desde hace ya varios años saben que todo este tipo de lenguaje y entendimiento no es novedoso en mi pensamiento. La primera vez que comencé a relacionar la idea de mito y la experiencia mitológica con el judaísmo fue a partir de la obra del genial Rabino y Doctor Neil Gillman. De hecho, tal vez la publicación más controversial de este blog sea Un Manifiesto Teológico en la cual compartí cómo Gillman desató un antes y un después en mi vida con su explicación de El Mito de la Revelación en el Sinai seguido de cómo entendemos las metáforas o imágenes -tanto individuales como colectivas- de Dios a partir de este entendimiento (para profundizar en este tema recomiendo leer dicha publicación).
La segunda publicación que considero igual de controversial a la de Un Manifiesto Teológico es Mi Revelación, Rebelión, Reconciliación y Revolución Bíblica. Aquí presenté a otro de los grandes pensadores que han moldeado mi manera de entender la Biblia en su totalidad y mi relación como judío con ella. Este otro pensador es Marc Zvi Brettler. Brettler, un judío ortodoxo que posee un doctorado en Biblia, también dedica toda una parte de su libro How to Read the Jewish Bible
a explicar qué es un mito y por qué debemos entender su funcionalidad para darle sentido a la Biblia. Si bien el entendimiento de Brettler sobre el mito en la Biblia no es la idea central de esta publicación, al no haber escrito mucho al respecto en publicaciones previas, voy a compartir brevemente cómo comprender lo que Brettler enseña porque nos permitirá enriquecernos y comprender mejor qué es un mito.
¿Cómo leemos la Biblia?
Brettler explica que tenemos una tendencia «natural» que intenta encajar las narrativas que desconocemos, leemos o escuchamos por primera vez, dentro de un género que nos sea familiar con nuestras experiencias pasadas. En palabras más simples, cuando leemos algo lo categorizamos. Basándonos en experiencias educativas previas decretamos que estamos frente a un poema, una leyenda, una crónica, un ensayo, etc. No nos contentamos con simplemente escuchar un relato sino que intentamos encasillarlo, comprenderlo, definirlo, explicarlo, analizarlo y etiquetarlo.
El problema ocurre cuando nuestros pre-juicios, pre-dispocisiones u orientaciones son tan grandes que nublan o distorsionan otros posibles entendimientos. Por ejemplo, Brettler nos explica que todo lo que leemos de Génesis (Bereshit) capítulos 1 al 3 sobre el origen del mundo, la vegetación, los animales y los seres humanos, cambia radicalmente dependiendo de nuestra orientación hacia el texto (para más sobre orientaciones leer ¿Cómo leer la Tora?). A primera vista el Génesis parecería estar narrando ciencia en un tipo de género literario que se interesa en responder las preguntas más básicas acerca de la real estructura del mundo que es físicamente real para nosotros. Pero si nos suscribimos a esta visión científica entonces Génesis 1-3 parecería estar mal, errado o equivocado.
Intentar leer la Biblia como si poseyera un relato real con respecto a la naturaleza del mundo y la historia es un error muy común que persiste aún en la modernidad. En palabras más simples, es un error querer leer las descripciones sobre el origen de la vegetación y los animales en la Biblia del mismo modo que las leeríamos en la National Geographic. Del mismo modo es un error leer los acontecimientos narrados en la Biblia como si estuviéramos leyendo las noticias de una crónica periodística sobre el resultado de un partido de fútbol. Así y todo, muchas personas (particularmente los fundamentalistas bíblicos tanto judíos como cristianos que no pueden entender que la Biblia no debería ser leída ni entendida de esta forma) consideran al texto de la Biblia más real que otras teorías científicas sobre el origen del mundo. No vamos a explorar aquí la posición entre creacionismo y evolucionismo porque nos llevaría toda la publicación. Solo vamos a entender que tratar el relato de la Biblia como ciencia real (tanto natural como histórica) acarrea dos problemas:
- Se parte de la idea que el texto -es decir el contenido- que forma parte de la Biblia debería ser entendido como algo que literalmente sucedió tal cual es descripto. Curiosamente la Biblia no nos dice en ningún lado que deberíamos entenderla literalmente como está escrita. Es más, no nos dice cómo deberíamos entenderla del todo. Nosotros somos los que etiquetamos los diferentes géneros que contiene la Biblia. Pero es muy importante asumir que la necesidad de comprender el relato de la Biblia como ciencia natural o historia que aconteció tal cual es descripta es una necesidad psicológica de ciertas personas. Estas personas deben siempre entender y responsabilizarse por su propia decisión a la hora de asumir cómo entienden el contenido de la Biblia. La postura que asumimos antes de leer la Biblia es más importante que el texto mismo. Si nos acercamos a la Biblia presuponiendo qué clase de texto es, lo trataremos de forma muy diferente a otros textos.
- Justamente al leer la Biblia como ciencia natural o histórica se ignora la evidencia dentro de la Biblia misma que los textos bíblicos no deberían ser leídos del mismo modo que leemos textos sobre ciencia moderna (¡no hay un solo libro profético que tenga sentido si es leído como ciencia!)
Los mitos en la Biblia
La Biblia misma no comienza declarando que va a presentarnos un tratado científico sobre el origen del mundo. Desde una perspectiva científica el texto es absolutamente irracional puesto que comienza describiendo un «sujeto» que nunca podrá ser categorizado: Dios. Todas estas observaciones son muy importantes a la hora de intentar relacionarnos con Génesis 1-3 porque evitan que etiquetemos el texto como ciencia (natural o histórica) y de hecho no hay ningún motivo por el cual deberíamos etiquetarlo de ese modo. Si lo hacemos es primeramente culpa de nuestros educadores y segundo de nosotros mismos que absorbemos entendimientos ajenos y los aplicamos como hechos concretos (¿tal vez la desgracia mayor de una mala educación?).
Toda esta larga explicación sirve finalmente para ofrecer el método que Brettler recomienda utilizar como lectores modernos (más allá de nuestras creencias particulares) al sumergirnos en el Génesis (y gran parte de la Biblia). Debemos entender que estamos lidiando con un gran mito. Brettler entiende el mito como «una gran metáfora a nivel literario». Las metáforas, a diferencia del lenguaje no figurativo, no son correctas o incorrectas (un ejemplo de lenguaje no figurativo sería «estás leyendo esto ahora y no puedes negarlo»). Las metáforas se clasifican por su funcionalidad: son útiles o inútiles; originales o tradicionales; etc. Una metáfora es una forma muy práctica para eludir la verdad y convenir una realidad más elusiva que captura lo implícito. Utilizamos metáforas todo el tiempo en nuestras vidas. Sabemos que el león es “el rey de la selva” y que es peligroso “lavar dinero”. Nadie es tan ingenuo como para suponer que el león lleva realmente una corona en su cabeza y que una persona está metiendo billetes en una máquina para lavar la ropa. Pero estas metáforas nos sirven para capturar en forma clara y vívida una información que es terriblemente compleja. Así todas las metáforas son literalmente falsas, por definición.
Entendiendo ahora lo que es una metáfora debemos proyectarla hacia algo más grande y así es como obtenemos un mito. Un mito es una larga metáfora a nivel literario. Los mitos pueden ser literalmente falsos pero, al igual que las metáforas, son verdaderos (profundamente verdaderos) en un nivel figurativo. Tanto las metáforas como los mitos juegan un rol importantísimo en nuestras sociedades porque expanden los límites del lenguaje no figurativo. Finalmente, quienes quieran profundizar en el libro de Génesis desde esta óptica recomiendo leer Todo lo que siempre quisiste saber sobre el libro de Génesis.
La Mitología Judía
He nombrado en esta publicación las que considero son las dos publicaciones más controversiales que he escrito (el manifiesto teológico y mi revolución bíblica). Esta publicación sobre el mito judío es sin dudas la tercera publicación controversial puesto que es una continuación de estas mismas ideas anteriores (creo importante aclarar que para mi lo controversial en sí mismo no existe, solo existe gente que considera algo controversial de acuerdo a sus propios esquemas de referencia, lo que le enseñaron o lo que cree ciegamente como fundamento de su existencia). Pero en el caso puntual de esta publicación todo gira en torno a un concepto central que en lo restante me gustaría terminar de explicar cómo lo entiendo. Me refiero nuevamente al mito y la experiencia mitológica.
Desde que todas estas ideas sobre el mito y la experiencia mitológica entraron en mi mente logrando que filtre la información y experiencias judías utilizando justamente la idea de mito como una herramienta, he buscado una obra que lidie con este tema de forma académica (¡confieso que muchas veces tengo que hacer un esfuerzo enorme para no convertirme en idólatra de mis propias ideas y querer ver absolutamente todo como un mito!). Sin saberlo, la obra que tanto buscaba ya existe desde hace 9 años y desde que la compré no puedo parar de leerla. Me refiero a Tree of Souls: The Mythology of Judaism, escrita por Howard Schwartz y publicada por Oxford University Press.
Esta obra representa la primera y más completa antología de la mitología judía en inglés. El libro de más de 700 páginas revela una tradición mítica tan rica y tan fascinante como cualquier otra en el mundo. Schwartz toma material de la Biblia, el Talmud y el Midrash, la literatura cabalística, el folclore medieval judío, textos jasídicos e incluso parte de la tradición oral, recogida en la era moderna. Schwartz ha reunido en un solo libro casi 700 mitos judíos. Los mitos en sí son maravillosos. Leemos de la caída de Lucifer y la disputa del sol y de la luna, el Tesoro de las Almas y la Carroza Divina; descubrimos nuevos cuentos sobre las grandes figuras de la Biblia hebrea, desde Adán hasta Moisés; historias acerca de la Novia de Dios, la Shejiná, y la tentadora del mal, Lilith; además de muchos cuentos acerca de los ángeles y los demonios, espíritus y vampiros, bestias gigantes y el Golem. Igualmente importante, Schwartz ofrece una gran cantidad de información adicional. Por cada mito que presenta se incluye un amplio comentario revelando el origen del mito y explicando cómo se relaciona con otros mitos judíos, así como también a la literatura universal. Para facilitar su uso, Schwartz divide el volumen en diez libros: Mitos de Dios, Mitos de la Creación, Mitos del Cielo, Mitos del Infierno, Mitos de la Palabra Santa, Mitos del Tiempo Santo, Mitos del Pueblo Santo, Mitos de la Tierra Santa, Mitos del Exilio y Mitos del Mesías.
¿Cuántos seres habitan realmente en el cielo?
Para tentarlos un poco voy a traducir solo los primeros dos párrafos de la introducción de Schwartz.
«¿Hay una mitología judía? A primera vista parecería que no puesto que una de las características que definen al mito como tal es la interacción entre dioses. Después de todo, el principio central del judaísmo es el monoteísmo, la creencia en un solo Dios con exclusión de la posibilidad misma de otros dioses. Entonces ¿cómo puede haber una mitología donde sólo hay un Dios? La mitología parece implicar una multiplicidad de fuerzas sobrenaturales que da a la historia de la divinidad una tensión y una emoción que no tiene cuando sólo hay un Dios único y todopoderoso. Y puesto que, desde la creencia monoteísta, Dios creó el mundo de la nada, ex-nihilo, ¿no implica esto que Dios es el único habitante de los cielos? De lo contrario, ¿se podría decir que otras deidades o seres divinos participaron en la Creación o que incluso tienen una participación gobernando el mundo con Dios? Cualquier judío respondería esta pregunta con un rotundo «¡no!». Es una herejía pensar que hay alguien más que Dios en el cielo.
Pero el cielo sería un lugar estéril, solitario y aburrido -al menos en términos míticos- si tan solo Dios estuviera allí. Sin embargo, el punto de vista judío real de los cielos es bastante diferente. Hay siete cielos, llenos de ángeles y otros seres divinos, como el Mesías, que se dice que tiene un palacio de su cuenta en el cielo más alto. Hay también en el cielo un Templo celestial que es el reflejo del Templo terrenal en Jerusalén. No solo eso sino que en el cielo mítico hay también una gran cantidad de palacios celestiales que son uno para cada uno de los patriarcas, matriarcas y sabios donde él o ella enseña Tora a las almas atentas de los seres humanos y los ángeles (sí, en la mitología judía la mujer puede enseñar Tora en el mundo venidero aunque no se les permitía tradicionalmente hacerlo en este mundo). Por encima de todo, el cielo es el hogar de las almas de los justos mortales que ascienden al Paraíso después despedirse de este mundo.»
Finalmente, la idea central de esta publicación
Una de las cosas que terminó de afianzar mi entendimiento sobre los mitos sagrados judíos y la experiencia mitológica en el judaísmo, emergió luego de leer prólogo al libro de Schwartz escrito por Elliot Ginsburg. Gracias a este prólogo y a la introducción de Schwartz pude unificar las ideas míticas que había estudiado por separado de Gillman, Brettler e incluso pensadores no judíos como Nietzsche y Robert Graves. Volviendo al prólogo, Ginsburg explica de la mejor manera que he leído hasta ahora, lo que es el judaísmo como una totalidad desde una mirada mitológica. Aquí vamos:
- Existe un Gran Mito (o meta-narrativa) que fue compartido por la mayoría de los judíos a partir del período rabínico hasta la premodernidad (algunos judíos aún creen literalmente estos mitos aunque son cada vez menos).
- Este Gran Mito tiene sus raíces en el texto fundacional del judaísmo que es la Biblia.
- Al leer e interpretar la Biblia los rabinos desarrollaron «Mitos dentro de los mitos preexistentes» en la Biblia estableciendo un modelo educativo en el cual la Tora es multifacética e infinita (un aspecto típico de la eternidad de los mitos) conteniendo significados ocultos que podrían ser descubiertos pero nunca agotados.
- Estos tres elementos (los puntos 1, 2 y 3) fueron combinados creando una especie de conciencia mítica en la cual, quienes se adhieren al judaísmo puedan leer ahora sus vidas en términos de los Textos Sagrados y los Textos Sagrados en términos de sus vidas.
- Esta conciencia mítica se hizo vital a través de la narración y la interpretación, así como a través de la actuación del ritual que representa la recreación mítica de estos mismos mitos sagrados.
Nunca dije que esta publicación fuera simple y créanme que me estoy rompiendo la cabeza para intentar ser lo más claro posible. Analicemos a continuación cada uno de estos cinco puntos para entender cómo podemos apreciar al judaísmo como una totalidad utilizando el mito como herramienta. Lo que sigue es una traducción e interpretación mía de lo escrito por Ginsburg.
La Totalidad del Judaísmo como un Mito
Vamos hacer un desglose de los 5 puntos enumerados arriba.
#1
Ser un judío en el entorno clásico es tener un Mito, una narración meta-compartida. Esta narración se basa en celebrar que este mundo es creado como un acto de la voluntad divina; que uno es el heredero de Abraham y Sarah; heredero también de quienes soportaron (y durante Pesaj soportamos) la esclavitud en Egipto de la cual fuimos rescatados y redimidos; estuvimos todos en el momento de la revelación del Sinaí y su pacto; conocemos las alegrías de regresar a casa y las dislocaciones perdurables de exilio. Ser judío es formar parte del Mito que celebra que habrá una resolución mesiánica para la historia aunque el Mesías tarde lo que tenga que tardar. Este es el Gran Mito que une a sus seguidores en una red de fe y destino, de memoria y expectativa, en una forma que trasciende los particulares que definen tiempo y lugar. En consecuencia este Gran Mito se pasa y se lleva a cabo una y otra vez en cada generación. En otras palabras, todo este Gran Mito es la narrativa que nos contamos los unos a los otros, de padres a hijos ad infinitum. Y este Gran Mito (que tan solo he presentado en forma muy escueta aquí) es raramente articulado en su totalidad por sus adherentes: más bien se lo cita de pasada, como el que tararea unos compases de una conocida y profundamente asimilada canción. Quien se adhiere al judaísmo comparte este Gran Mito o melodía conocida. O si se lo prefiere, este Gran Mito, melodía conocida o narración es la que lo lleva a uno a través de la vida judía ofreciéndole «un sentido» o «razón de ser».
#2
La plantilla para este Gran Mito que vuelve a experimentarse una y otra vez en cada generación es el texto fundacional del judaísmo: la Biblia hebrea que alcanza su estatus canónico a través de su cierre rabínico a finales del primer siglo.
#3
Sin embargo, cuando una puerta se cierra otra se abre. Como Gershom Scholem dijo elocuentemente, el Texto Sagrado judío inmediatamente se re-abrió luego de ser cerrado a través del medio de la interpretación: el midrash, los comentarios rabínicos y otras diversas formas narrativas. O como Michael Fishbane escribe, «la creación de mitos rabínicos comienza donde la Biblia hebrea se cierra, con el canon». Lo que emerge así es una suite (a veces un enredo) de imágenes, discusiones, lecturas y narraciones, todo enraizado en el mito de la evolución multifacética de capas y capas de interpretación que ofrece la Tora. Esta narrativa maestra asume que la Palabra divina está embarazada de significados múltiples, familias enteras de mitos dentro de otros mitos.
En la más lujosa formulación de tradición mística judía esto se convierte en el Mito del Infinito, la inagotable significación de la Tora. «La Tora tiene setenta caras» enseñan los rabinos. O como varios maestros jasídicos han enseñado, no sólo las letras negras de texto tienen un significado sino también los espacios en blanco. Podríamos entender aún mejor esta multiplicidad a través de una parábola que expresa esta idea en su punto más radical:
Se cuenta que el gran maestro jasídico Najman de Bratslav tiene un sueño dentro de un sueño. En dicho sueño sueña que está soñando. De pronto se despierta dentro de su propio sueño y trata de interpretar el sueño que acaba de soñar dentro de su propio sueño. Pero su significado se le escapa. Ve a un sabio que esta cerca y le pregunta el significado del sueño que soñó dentro de su sueño. El sabio se rasca la barba y le dice: «esta es mi barba y esta barba es el significado de tu sueño». Najman responde:»pero yo no lo entiendo». «En ese caso,» añade el sabio, «debes ir a la habitación de al lado». Najman va a la habitación de al lado y se encuentra con una biblioteca interminable llena de libros interminables. «Y a todo lugar en el que miraba» añade Najman, «me encontraba con otro comentario más sobre el significado del comentario anterior».
¿Cuál es la verdad más profunda de esta parábola? ¿La inmediatez transverbal del sabio que sin sentido dice que el sentido es su barba? ¿O el infinito juego de la interpretación de la interpretación en la biblioteca infinita? Tal vez la Tora nunca es tan clara como cuando se intenta desempaquetarla descubriendo que está minada de múltiples verdades.
#4
Arthur Green, el decano de la universidad en la cual curso mi Maestría en Educación Judía, ha escrito:
«Los grandes acontecimientos de la Escritura deben ser vistos como mitos, es decir, paradigmas que nos ayudan a encontrar, explicar y enriquecer por asociación arcaica las experiencias más profundas de lo que los seres humanos somos capaces… Al volver a contar, lidiar, actuar y vivir a la luz de estos paradigmas y mitos, los devotos se sienten tocados por una presencia trascendente que se hace real en sus vidas a través de la narración y la recreación«. En otras palabras, el mito proporciona un modelo de la realidad (lo que es verdaderamente real) y al mismo tiempo un modelo para la realidad, cómo uno debe comportarse considerando esa realidad.
Este cuarto punto nos enseña que hay una dialéctica profunda para los que viven bajo la penumbra de los Textos Sagrados y su mito: como devotos tienden a leer su vida en función de la orientación del Texto/Mito, y al mismo tiempo leer el texto en términos de su propia vida. Así, algunos judíos durante Las Cruzadas se vieron a sí mismos como el Padre Abraham llamado a sacrificar a su hijo por el bien de su fe y asesinaron a sus propios hijos antes que fueran contaminados por ideas cristianas. Con el tiempo, los mitos pueden expandirse y contraerse. Nuevos mitos existentes emergen como fragmentos o imágenes míticas; a veces estas imágenes se unen en nuevas historias recreando nuevos y más complejos sistemas míticos. El ejemplo más claro de esto es la interpretación luriánica de la Creación, Ruptura y Tikkun/Restauración Cósmica.
Clásicamente, ser judío es tener acceso, asimilar, debatir y relacionarse con estos fragmentos, historias, ciclos míticos y mitologías existentes en la forma que uno mejor puede hacerlo.
#5
Como señala Howard Schwartz, los mitos se vivifican y no se absorben sólo a través de cuentos, sino a través de la mímica encarnada de la ejecución del ritual (generalmente vinculados con el patrón de las mitzvot y los ciclos del tiempo sagrado, es decir las festividades judías). Para comprender esto, voy a dar un ejemplo: el Mito de la Revelación de la Tora en el Monte Sinaí en el que la Presencia divina y Su Voluntad se manifestaron simultáneamente. Primero, en un plano, esto fue visto como un evento único en la historia creando un giro singular en el devenir histórico, un antes y un después irrepetible. Después de este evento, todo cambió para siempre y nada puede igualar nunca más su nivel de importancia. Recuperar o recordar el Sinaí es reconocer como parte del Gran Mito que constituye la pertenencia e identidad judía, aquella transformación que sucedió una única vez en el Monte Sinai y que nunca más volverá a suceder. Lo que nos queda de aquella remota experiencia es tan solo vivir a la luz de sus enseñanzas.
Pero, sabemos que en un segundo plano, el Sinai tiene vigencia mítica. Es decir que la experiencia en Sinaí es vista como un evento que periódicamente vuelve a actualizarse. En un sentido simbólico, experimentar un servicio público de lectura de Tora o celebrar la festividad de Shavuot es estar de nuevo en el Sinaí. En su formulación cabalística es entrar en el Pacto/Matrimonio con Dios y sentir el abrazo de la intimidad divina pero no como recuerdo de cosas pasadas sino como algo totalmente inmediato y actual. Aquí fluye el pasado sagrado en el presente, o tal vez mejor: uno vuelve a entrar en ese «pasado» que no es verdaderamente pasado sino un momento trans-histórico que es un eterno «presente».
En el tercer plano de la significación, encontrado nuevamente y con más fuerza en la tradición cabalística, el Sinaí es un paradigma de lo que, en el fondo, siempre está ocurriendo. Aquí uno llega a darse cuenta que las revelaciones de Shavuot siempre están presentes, acontecen a cada instante si uno puede mantener la conciencia expandida. La Tora que había sido cerrada se vuelve a abrir y sus manantiales vuelven a fluir. La divinidad está siempre presente y la voz no solo ha fluido una vez sino que hasta este instante no deja de fluir. En este nivel de conciencia expandida Dios es, como dice la bendición, noten ha-torah, el que siempre da la Tora, a cada momento, como algo nuevo. En varios momentos de su libro Schwartz ilumina la conexión entre el mito y el ritual mostrando cómo la historia puede llegar a ser, en sus palabras, «más que historia».
Palabras finales…
Si realmente han leído todo esto solo puedo decirles una vez más ¡Gracias por acompañarme! Esta ha sido sin duda la publicación más larga que he escrito hasta ahora. Podría haberla dividido en pequeñas publicaciones más cortas pero no hubiese sido honesto con mi propio pensamiento. Vengo pensando y elaborando todas estas ideas desde hace ya varios años y todas ellas circulaban por mi mente en forma desordenada hasta ahora. Creo que esta publicación ha sido en consecuencia una especie de catarsis puesto que me siento liberado de haber podido «bajar» todos estos pensamientos en lo que espero sea una fuente de estimulo y continuación de debate con todos ustedes. Se que he mezclado muchos temas pero espero se entienda que el hilo conductor ha sido el mismo: comprender el impacto del mito y la experiencia mitológica en el judaísmo.
La conciencia de todas estas experiencias mitológicas no ha disminuido mi fe. Muy por el contrario la ha potenciado. Es mi deseo que lo mismo le suceda a cada uno de ustedes luego de pensar el judaísmo desde la mirada mítica. El judaísmo no es una religión de doctrinas fijas o dogmas incuestionables. Abriendo el Talmud descubrimos que todo se cuestiona, se debate, se analiza y a veces no se llega a ninguna conclusión específica. El judaísmo es de hecho un complejo sistema de creencias dinámicas. A pesar de su diversidad, hay algo que une a todos los judíos desde el más ultra-ortodoxo hasta el más liberal o secular. Lo que nos une es compartir el Gran Mito y las experiencias mitológicas. Ambas, la narrativa del Gran Mito y las experiencias mitológicas, nunca podrán ser definidas en forma absoluta y eso es lo que las hace poderosas y eternas. No importa cuán literal o metafórico elijamos interpretar estos «mitos sagrados», los mismos encuadran la búsqueda continua de cada judío que existió, existe y existirá en su intento de comprender el motivo de su vida, el de la comunidad judía y el del mundo todo.
Los «mitos sagrados» son articulaciones de nuestras preguntas y creencias más profundas. Estos mitos no pueden ser realmente verificados. Mientras que el Gran Mito del judaísmo es válido y sagrado para mi y todos los que se adhieren a esta narrativa, esto no necesariamente implica que todos los demás mitos que otras personas tienen son falsos.
Lo último que quiero explicar es que, llamar al judaísmo que tanto amo y practico un Gran Mito, no significa que lo considero simplemente una leyenda o un cuento de hadas. Cada cultura presenta su entendimiento del mundo en un lenguaje que posee su propia coherencia mítica interna y sin embargo esta mitología puede no tener ningún sentido para quienes no se adhieren a la misma. Por ejemplo, para un cristiano la creencia en la resurrección de Jesús y su salvación a través de la fe forma parte integral del mito sagrado de Jesucristo. Los mitos sagrados del judaísmo presentan categorías únicas de sentido y valores diferentes a otros mitos sagrados. El academicismo me ha permitido entender que, a medida que los judíos fueron encontrándose con otros mitos correspondientes a otras culturas, los mitos sagrados de los judíos mismos fueron cambiando (Schwartz se dedica a explicar este desarrollo el cual me reservo para otra publicación).
El judaísmo y su mitología me ha acompañado desde que llegué al mundo del mismo modo que espero lo hará con las generaciones que me continúen. Esta mitología me ayuda a navegar el mundo intentando llenarlo de gloria divina. Me provee con una constante orientación espiritual que no me niega los placeres de esta vida pero me recuerda que la misma debe ser constantemente elevada al plano más espiritual posible. No tengo dudas que el judaísmo, sus mitos sagrados, y en especial la experiencia mitológica del mismo (es decir los rituales que practico y creo), es el sistema de creencias y acciones que considero las correctas para guiarme en el mundo. Hago esta decisión sabiendo que no todos deben acompañarme en este viaje y de hecho respeto y acepto abiertamente que otras personas elijan otros mitos y vivir bajo otras experiencias mitológicas. En lo personal elijo pertenecer al Gran Mito del judaísmo y lo recomiendo para todos aquellos y aquellas que quieran sumarse puesto que considero nos enseña cómo experimentar las dimensiones trascendentales de la vida fortaleciendo la imagen de Dios que habita dentro de cada uno de nosotros.
querido Diego siempre es un gustazo leerte básicamente porque tus escritos están apartados de los dogmas religiosos(es por dar un titulo,talvez no sea el correcto)pero nos da otra opción talvez de comprender al judaísmo , resultan no solo interesante sino mas bien atractiva la idea de tener una visión diferente sobre el judaísmo en si, es inmenso placer seguirte porque al menos veo las luchas internas que tenes(las cuales creo las tenemos todos) y el gran merito tuyo es que las exteriorizas , mi idea de lo que es la búsqueda de la »verdad eterna» los primeros pasos los damos dentro de la religiosidad después buscamos por lo académico y al ultimo en lo mistico o sea la kabala , bueno al final es la misma búsqueda por diferentes senderos , abrazos y shavua tov querido Diego¡¡¡
Gracias Antonio por tus palabras.
Sí, creo que en el fondo lo que hago es bastante atrevido: ¡comparto mis pensamientos más profundos con todos ustedes! Pero sinceramente me hace bien hacerlo porque de lo contrario creo que me explotaría la cabeza al intentar retener todos estos temas.
Me recordaste a la entrevista con Mario Saban cuando comento que su viaje fue atravesando diferentes etapas llegando finalmente a la Kabbalah como último estadio.
Abrazo grande!
querido Diego no lo llamaría atrevido sino VALIENTE¡¡¡ mira asi como recordaste lo de Mario Saban , a mi siempre me repiquetean frases tuyas como «ver al judasimo desde fuera pero como judío» en mi caso sos de ayuda valiosísima porque aunque no te des cuenta nos das el dicernimiento correcto entre verdad y religiosidad(no se si el termino es correcto por ser fuerte) una vez mas un GRACIAS BIEN GRANDE¡¡¡¡¡
Gracias Antonio 🙂
Diego gracias y bendiciones por compartir todas tus experiencias y conocimientos dentro del Gran Mito del Judaísmo y por mantenernos con nuestra conciencia expandida. Dentro de tu liberación de pensamientos a nosotros nos ordenas con una fuente de conocimientos de estas experiencias mitológicas. Saludos.
¡Gracias José!
Me alegro te haya gustado esta publicación y la misma haya expandido tu conocimientos y experiencias mitológicas.
Saludos
Gracias José.
Me alegra leer que expando tus pensamientos y experiencias.
Estoy convencido que así es como se crece en la fé y el sentido.
Hay que atreverse a vivir fuera de la zona de confort desafiándose.
Saludos
Esto escribi en mi Facebook en los días de Pesaj:
El relato es esencial para el ser humano.
Pesaj tiene para cada judío, sea o no creyente, el significado de la liberacion del hombre de la esclavitud. Pesaj anticipa en dos milenios la realidad de un mundo sin esclavitud, como si hubiera establecido una meta universal: todos los hombres deberían liberarse del Faraón, tal como hicieron los israelitas. En ese sentido, Pesaj es patrimonio de la Humanidad, trasciende su identidad judía.
Pero, científicamente hablando, nunca hubo esa tal «huida de Egipto». Nunca existió un ejército egipcio hundido en las aguas del Mar Rojo, cuando perseguía a miles de israelitas que huían. Nunca existieron las plagas de Egipto, Moisés o las Tablas de la Ley. Eso pertenece a un maravilloso relato, una mentira piadosa, escrita posiblemente 700 años después de sucedidos los «hechos», por intelectuales judíos exilados en Babilonia.Una mentira que le dio identidad a un pueblo, que introdujo las nociones de libertad, de justicia, de respeto al ser humano. Esas nociones fueron adquiridas por el cristianismo y de allí por eso que llamamos Civilizacion Occidental. No existiría hoy el hombre libre, el ciudadano, el que vota, vigila, controla y expulsa, si es necesario, al tirano, si no se hubiera inventado el maravilloso relato de Pesaj.
Feliz Pesaj!!
Gracias Esteban por enriquecer la publicación y desafiarnos a repensar el mito del Éxodo.
La realidad es que no sabemos 100% si hubo o no una huida de Egipto. Lo que sí sabemos es que la narración de una supuesta huida tiene que haber sucedido en forma posterior y no en tiempo real lo cual ya invita a un proceso interpretativo sobre dicho suceso por los primeros que narraron esta historia (para más sobre la tensión entre cuánto sucedió literalmente de lo que es descripto sobre el Éxodo recomiendo leer: Éxodo: el libro más importante de la Biblia ).
Pero al margen de si sucedió tal cual es descripto o no (muchas personas aún necesitan creer la literalidad del texto para construir su fe y sentido) es importante encontrar el profundo mensaje que contiene como lo has hecho aquí.
Saludos
diego cero que lo que has dicho en llo personal no es nada novedoso,recordemos que el judaismo quedo por nombre por juda,porque fue la mayor tribu que sobrevivio a las embestidas de las familias de su hermanos,hoy pudiese llamarse levi,joseph,banjamin o cualquiera de los hermanos,no nesesariamente juda,pero gracias a esos mitos y esas analogias filosoficas,ese pueblo se ha mantenido,pero sus analogias van de la mano con el pensamiento de muchos,considerando que la tora fue escrita hace 4000 años,por el unico lenguaje que es ademas matematico,y que a la fecha siguen esas alucicinaciones de enseñanzas de interpretacion,y se mantienen esa dogmaticas tradiciones.creo que es perder tu tiempo con este analisis,porque en nuestra era crsitiana su interpretacion es 1000 % filiosfica y dogmatica.teologica,e irracional, con tradicioneos inventadas inexistentes ,basta leer el primer libro de mateo cap 1 que dice que jose es del linaje de david, y que jose es padre de jesus, pero el nuevo testamento dice tambien que jesus fue concebido con espiritu santo y era hijo de dios,por esto y muchos erores entiendo que es un invento cristiano catolico,ademas en mexico le dedicamos 2 semanas llamadas santas a jesus,yo te pregunto tu articulo tiene alguna validez ante esta patraña.
con todo gusto volvere a leer tus articulos pero que sean interesesantes,gracias
Mario,
Lamento leer que esta publicación te ha decepcionado y no has aprendido nada nuevo de la misma.
En lo personal alcanzar estos entendimientos me ha llevado muchos años de pensamiento honesto y comprendo que para muchos pueden ser obvios.
Lo que sí quiero volver a destacar leyendo tu comentario es que en mi viaje personal y debido a mi naturaleza, todo esto no me ha hecho pensar que la tradición judía ni sus textos son mentiras (patrañas). Creo profundamente en el judaísmo y su mitología aún cuando soy consciente que muchos judíos creen en estas cosas en forma diferente a como yo lo hago.
Saludos
SHALOM MI ESTIMADO DIEGO:
Introducirnos en el tema que expones siempre nos puede llevar a caminos insospechados, sin embargo, eso es bueno para todos.
Actualmente sabemos que en realidad todo el universo vibra y que todo es cuestión de vibración y de frecuencias, a menor vibración más denso, a mayor vibración más sutil y aun más, a mucho mayor vibración será invisible a nuestros sentidos, lo cual no quiere decir que no exista, solo que no lo vemos, un ejemplo: Los Ángeles son energías de muy alta frecuencia que resuenan en nuestra mente melodías Divinas, las cuales se expresan en paz, entendimiento y armonía. No son entidades externas a nosotros, estan en una dimensión de nuestra consciencia y para contactarlos basta con que que lo desees, si ese deseo, ese anhelo… está cargado de devoción, de inocencia y pureza, no tengo la menor duda de que inmediatamente lo puedas percibir.
Con lo anterior quiero dar a entender que lo mismo pasa al leer, entender, comprender lo escrito en la biblia, en realidad no se debe leer como un libro histórico, leerlo de esa manera nos será de provecho si, pero no se estará aprovechando su contenido y significado real. En realidad lo escrito en la Biblia o la Tanaj, en este caso en la Torá es simbólico y teniendo en cuenta esto deberá estudiarse, para ello hay un herramienta que se llama Cabalá. En esta parte se nos enseña que cada una de las 22 letras del alfabeto hebreo es una entidad viviente, cargado de información y poder, son letras vivas de altísima frecuencia, por lo tanto estudiar la Torá desde este punto de vista nos llevará a vivir y experimentar personalmente esa conección con la divinidad.
Gracias Bulmaro por este comentario. Comparto tus palabras y sobre todo el entendimiento de tener claro cómo uno lee la Biblia y cómo la predisposición afecta lo que esperamos obtener de la misma. La Biblia es un reflejo de nosotros mismos. Al leerla nos estamos leyendo.
Saludos
Constantemente yo pienso también en estas cosas Diego… como bien tu dices, no tenemos certeza 100% de que los eventos del Sinaí sucedieron…. y mientras más tiempo pase la certeza de ello posiblemente sea menor en cada generación que transite sobre este mundo… el tiempo es el peor enemigo de la memoria, y mientras más tiempo pase el recuerdo y la memoria de acontecimientos en generaciones pasadas tiende a apagarse, a perder fuerza. He comenzado a estudiar Kabalah y como tu bien dices el mito de Dios bajo esta perspectiva de la Kabalah es increblemente apasionante y le da sentido a nuestra vida, y para terminar debemos de decir… ¡Que venga Mashiaj, lo queremos ya! y aunque nunca venga… su espera le da sentido al hombre o mujer judía, aún hasta quienes no son judíos…. ¡¡¡Que páradoja!!! ¿no es cierto?
Alfonso,
¡En lo personal pienso que cuanto más tiempo pase la certeza no va ser menor sino mayor! Hoy sabemos muchísimo más sobre la historia de Israel y del pueblo judío de lo que sabíamos hace 50 años atrás. Conocemos más sobre las culturas que se encontraban alrededor de los Israelitas que leemos en la Biblia hoy de lo que sabía RaShi y Maimonides.
Por otro lado el pueblo judío no tiene una tendencia hacia el olvido. Muy por el contrario estamos cada vez más comprometidos con descubrir cada día más y traer nuevos entendimientos constantemente. En mi propia vida, a medida que pasa el tiempo, todos los «mitos sagrados» y la experiencia mitológica han hecho que mi pasión y fuerza por la tradición judía aumente y tenga más fuerza en lugar de apagarse, como escribiste.
Básicamente lo que intento hacer es invitarte a mirar el futuro en forma más positiva. Yo no creo que todo tiempo pasado fue mejor.
Coincido mucho con tus palabras finales: «¡Que venga Mashiaj, lo queremos ya! y aunque nunca venga… su espera le da sentido al hombre o mujer judía, aún hasta quienes no son judíos…. ¡¡¡Que páradoja!!! ¿no es cierto?»
Saludos
Diego:
Como todo lo que publicás está super interesante! Mi opinión con este tema, y soy coherente con mis comentarios en otros artículos de este blog, es que a mi Emuná (Fe) no se ve alterada por la veracidad o precisión histórica de los relatos del judaismo. La Torá, no tiene una sola interpretación, tiene por lo menos setenta interpretaciones distintas, y ahí no se terminan, ya que cada una de esas setenta interpretaciones puede tener otras setenta interpretaciones, entonces ya contamos con 4900 interpretaciones, y así sucesivamente en forma exponencial.
Lo más interesante de la Torá, es leer tanto las letras en negro como los espacios invisibles a la lectura, y ahí empieza en forma inagotable, las interpretaciones que nos enriquecen en el estudio.
Con el tema de los «Mitos» en el judaismo, no hay que detenerse tanto en si son historicamente precisos o no (La Torá en su infinita sabiduría no reemplaza a los libros de Historia), sino en la enseñanza del mito y como lo asimilamos a nuestra problemática de hoy en día. Y también tenemos que obtener y sacarle todo el provecho posible a los mitos, ya que si bien no sabemos 100% con exactitud arqueológica sobre el éxodo de Egipto, lo importante es aprender que la esclavitud es una aberración a la humanidad, y que si bien después del éxodo se siguió practicando la esclavitud, aún la Torá sostiene que después de 7 años a un esclavo hay que dejarlo libre y en condiciones de que pueda vivir en libertad (no se admite dejarlo desamparado).
Con todos los Mitos del judaismo, me quedo con la sabiduría y enseñanza, y lo más importante: abrir el debate con otras personas para que opinemos y compartamos (aún en la diversidad) nuestras formas de pensar.
Más pienso en los Mitos del Judaismo y más crece mi Emuná!!!!!
Un fuerte abrazo Diego y saludos para todos!
Mauri,
Estamos de acuerdo en varios puntos y me alegra que puedas expresarlo del mismo modo que yo intento al declarar que «mi Emuná (Fe) no se ve alterada por la veracidad o precisión histórica de los relatos del judaismo.»
¡Abrazo fuerte Mauri y como siempre gracias por compartir tus ideas y enriquecernos a todos!
Hola Diego, graciss por explicar el significado de mito. Entonces los mitomanos son personas con gran imaginación, luego entonces me incluyo puesto que, cuando leo un libro (puede ser la biblia u otro libro), que me interesa mucho, vivo la historia, me vuelvo la protagonista y siento todas las emociones: alegria-risa, tristeza o sufrimiento-lágrimas. enojos, rabia, fuerza, fortaleza, etc…. Para mi, edo es leer un libro, sentirlo y vivirlo. Los niños eso hacen, conforme van creciendo, pierden esa facultad lamentablemente. Jesús lo mencionó, «Dejad que los niños vengan a mi». -La vida es eso «SENTIR». Gracias Diego, HaShem te bendice. <3
Hola Hajdina,
Un placer. Me encantó la idea que los mitomanos no son «mentirosos» sino «personas con gran imaginación».
El diccionario utiliza varias definiciones diferentes: http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=mito
Gracias por las bendiciones y por compartir tu entendimiento con todos nosotros!
Saludos
Shalom, Hola!
Es mas que interesante e importante tu línea de pensamiento y nivel de conciencia.
Soy discípula de la Magíster en Kabbalah de bendita memoria, Beatríz Borovich. Continuo con su Escuela y mi Maestro y guía actualmente es el Dr. Mario Saban.
Me gusta tu bloger y tu claridad.
Hola Patricia,
Gracias por tus palabras.
Qué bueno que estás estudiando con Mario Sabán.
¿Escuchaste la entrevista que le hice en el blog?
Saludos
Tu disertacion sobre la «Mitologia Judia» ha sido mas que atrevida, es desafiante especialmente para el pensamiento religioso fundamentalista tanto Judio como Cristiano.
A mi me parece muy interesante todo lo que nos has compartido…
La forma en que uno lee la Biblia tiene que ver mucho en como uno va a interpretarla y a contextualizarla, es facil caer en algunas trampas como tu dices por «falta de educacion», veo por todos lados a mucha gente que quiere interpretar la Biblia en forma literal y van mas alla porque quieren forzar acontecimientos de hoy dia para hacer su propia interpretacion de la misma
Todas las religiones tienen sus mitos, el Judaizmo no es la excepcion
me recuerdo por ejemplo la leyenda de ‘Lilith’, ‘El Golem’ (Frankestein) historias y cuentos que uno encuentra en el Midrash, el Talmud, etc.
En lo personal, creo que la Biblia es un libro que nos da grandes enseñanzas espirituales, por lo tanto cada vez que nosotros nos acerquemos al texto sagrado lo hagamos una mente abierta (no dogmatica) y un corazon sensible para ser instruido. La Biblia no es un libro que esta para probarnos cosas cientificas o historicas.
Tambien debemos tener cuidado porque tanto en el Judaizmo como en el Cristianismo hay muchas cosas que son inventos de hombres.
Ambas religiones han ido evolucionando, es obvio que el Cristianismo se aparto del Judaizmo e invento ‘un nuevo mito’ (varios), no quiero meterme en mas problemas con lo que estoy compartiendo.
Le puedo decir a Esteban que ya se han encontrado algunos artefactos de los Egipcios en el mar de los Juncos, como las ruedas de los carros del Faraon
es obvio que esta historia no le convenia para nada contarla por parte de los egipcios
Por ultimo, mi ‘mito sagrado’ es la fascinante historia de Elijahu hanavi (el profeta Elias) en el Monte Carmelo y los 400 profetas de Baal, el tambien estuvo en el Sinai donde Dios le hablo con una voz dulce y apacible.
Elias es incluido en el Seder de Pesaj ya como una leyenda con su silla
va y se le abre la puerta.
Gracias por compartirnos todo esto, que nos ha puesto a pensar!
Hever
Querido Hever,
Gracias por enriquecernos con tu comentario. Has tocado temas muy profundos con tus palabras.
Me quedo con las siguientes ideas:
* La forma en que uno lee la Biblia tiene que ver mucho en como uno va a interpretarla y a contextualizarla, es facil caer en algunas trampas como tu dices por “falta de educacion”, veo por todos lados a mucha gente que quiere interpretar la Biblia en forma literal y van mas alla porque quieren forzar acontecimientos de hoy dia para hacer su propia interpretacion de la misma
*Ambas religiones han ido evolucionando, es obvio que el Cristianismo se aparto del Judaizmo e invento ‘un nuevo mito’ (varios),
Saludos
Hola Diego. Soy Venezolana y he tenido poco contacto sobre la Tora. Tu escritura me lleva a pensar que todas las biblias son pasajes mitologicos. Tienes razón, literalemente la lectura de la biblia, es la contadicion en su descripcion. Pero su efecto en el ser humano, por experiencia es inesplicable. Me da paz leer un pasaje y quedarme meditando. Repito no tengo formacion, por eso decidi meterme en tu blogs. Gracias.
Isabel,
Bienvenida al blog y espero disfrutes el viaje de aprendizaje.
Yo no he dicho que la Biblia es toda una contradicción en su descripción. Lo que enfatizo es que puede resultar una contradicción dependiendo de la orientación o predisposición que asumimos antes de leer la Biblia. Si esperamos respuestas científicas nos parecerá que está todo mal o errado. Por eso es importante entenderse a uno mismo en su búsqueda de sentido.
Saludos
La primera vez que escuche este tema. Mitos dentro del judaismo. Fue en mi clase de halaja antes de Pesaj. Y donde el Rav nos decia que cada historia narrada en la biblia – torah/tanaj es un mito hasta q nosotros lo traemos a la memoria.
Me parecio de lo mas interesante este tema. Por que el expuso que todo el judaismo es un mito llevado a la realidad a traves de nosotros al narrar lo pasado a nuestras presentes generaciones asegurando un futuro de identidad.
Voy a releer un par de veces mas tu articulo para internalizarlo. Debo decir que estoy totalmente de acuerdo.
Sigue adelante!
No podría haberlo expresado mejor: «todo el judaísmo es un mito llevado a la realidad a traves de nosotros al narrar lo pasado a nuestras presentes generaciones asegurando un futuro de identidad.»
Gracias Lidia!
Saludos
Estimado Diego. Shalom!
Me asombro sobremanera tu publicación. Resulta qué este tema enigmático nació en mi como una gran pregunta qué te la transmití por correo un día antes que postearas todo esta elaboración de vida, experiencias, reflexiones y lecturas que tuviste para llegar a estas conclusiones.
Hay una necesidad de reveindicación de validéz y necesidad de los mitos de nuestras culturas que dan sentido a nuestra existencia a través de meta relatos, metáforas, alegorías y tradiciones que tienen su fundamento en principios que metafísicos e inefables.
Un largo abrazo. Shabat Shalom.
La Plata. Emanuel Szewczyk.
Me alegro Emanuel tus pensamientos hayan resonado con esta publicación.
En efecto coincido contigo que existe una necesidad de «reivindicación de validez y necesidad de los mitos de nuestras culturas que dan sentido a nuestra existencia a través de meta relatos, metáforas, alegorías y tradiciones que tienen su fundamento en principios metafísicos e inefables.»
Saludos
PD. Con los emails tardo más en responder que en blog. Paciencia.
Shalom Diego!
Me sorprende la cuadratura de muchos comentarios descalificando tu escrito, aunque desde un principio mencionaste que: «Un mito es una relación simbólica con la verdad. Todos los mitos son verdaderos porque su relato no es históricamente certero o real sino imaginario. Entendidos tal cual son (leyendas, relatos imaginarios, no figurativos, poéticos o metafóricos) no intentan demostrar un hecho sino ofrecer “sentido”. Y en ese sentido nadie puede negar que son verdad.»
Al estudiar la Biblia, y sobre todo utilizando fuentes externas, he llegado a la conclusión de que lo ahí asentado es cierto, me explico actualmente y cada día encontramos evidencias que confirman las verdades eternas. Por ejemplo, eventos y descubrimientos arqueológicos confirman el Éxodo, pero más importante que la confirmación histórica, es la verdad espiritual, lo que debemos de aprender a confiar en D_os. Él nos llevará siempre a algo mejor: a una tierra que fluye leche y miel (aunque nunca veremos literalmente ríos de leche ni cascadas de miel). ¿Cuál es la enseñanza? a no quedarnos en la comodidad de una esclavitud, sino salir a buscar lo que es nuestro, y que nos va a costar trabajo, luchas y esfuerzo, pero al final ahí está.
Igual podemos encontrar evidencias que confirman el Génesis, en todos sus aspectos. pero eso es motivo de otra discusión.
Aprecio tus comentarios,
Bendiciones!!
Gracias por tus bendiciones Luis.
No sé si es cuadratura u otra figura geométrica.
Yo prefiero definirlo como diferentes interpretaciones y no todos tienen que coincidir con estas ideas.
Hay muchas personas que precisan creen que las cosas sucedieron tal cual están escritas para desarrollar su fe y creencia. En lo personal a mi no me acontece de ese modo.
Como bien has indicado, «¿Cuál es la enseñanza? a no quedarnos en la comodidad de una esclavitud, sino salir a buscar lo que es nuestro, y que nos va a costar trabajo, luchas y esfuerzo, pero al final ahí está.»
Saludos
SHALOM,QUERIDO DIEGO. Es verdad. Para acercarte un comentario sobre esta pagina enviada necesitarè leer y, porque no, releer el mismo. Como siempre, tus comentario sobre la religiosidad del judaìsmo me permiten aclarar conceptos, que aquellos que no pertenecemos a tu grey, somos de tergiversar por ignorancia o, lo que es peor, por encima de esa ignorancia tergiversamos a propòsito. Ahora bien, vos decis que contestas todos los mensajes que te llegan. Y aquì te llega una pregunta: ¿Racibìs mis comentarios? Me acerco a tu blok en muchas oportunidades y como no sè si los recibistes, me permito dudar si esto se debe a que no los recibis. El ùltimo, sobre tu MANIFIESTO TEOLÒGICO, me permitiò acrecentar toda esa cosmovisiòn en lacual navega tu religiòn y la mia. Me gustarà saber si recibis mis mensaje. Lejaim
Shalom Armando,
Qué bueno que esta última publicación ha acrecentado tu cosmovisión tanto de tu religión como de la mía.
He recibido todos tus comentarios y estoy casi seguro que los he respondido en cada publicación. ¿Te fijaste en publicaciones previas?
Lejaim
Saludos cordiales con el Dios todo poderoso.Me place en saludarte y darte muchisimas gracias por toda esta informacion pastoral sobre el JUDAISMO Y EL TANAJ,que llenan todo mi ego ,para el aumento de mis conocimientos sobre el Pueblo Escogido,que es la base de nustra FE.Soy unestudioso de las Sagradas Escrituras,especialmente en la parte exegetica en la IGLESIA CATOLICA,PARTIENDO del Judaismo que son nuestros hermanos mayores en la FE.Querido y hermano mio en la FE AL DIOS TODO PODERO.ALEJIM.
Gracias Roberto por tus bendiciones y me alegra leer que podemos aprender juntos en nuestras diferencias.
Saludos
Buenos dias Diego, muchas gracias por tu escrito:
Según iba leyendo se me ocurría esta forma de ver el mito, y que está influenciada por conceptos de Jung: El mito es un guión que nosotros hacemos realidad. Guión que representamos para FORMARNOS, con base en unos arquetipos, hasta lograr el inconsciente colectivo que se espera, como es: «que seamos TODOS FELICES, porque todos nos preocupamos unos de otros, y hacemos solamente el BIEN GLOBAL», no solo un bien personal, de clase, raza, sexo, pueblo…
Desde este punto de vista la sensación que nos produce el comer las hierbas amargas, es redimir a todas las personas que en el mundo existen de su esclavitud por los distintos Egipto.
Así cada uno en particular y toda la humanidad en su conjunto estaremos siendo liberados.
Al llegar a la explicación del punto-4 veo que se puede entender algo similar. Pienso que si al menos dos personas llegan por distintos caminos a un mismo resultado, hay muchas posibilidades de que sea cierto
Es totalmente cierto que la Palabra divina está embarazada de significados múltiples, validos para familias enteras que formamos la Humanidad. En la Palabra se recoge todos los Mitos que necesitamos para amarnos los unos a los otros
GRACIAS a Dios por la BIBLIA……….NOTEN HA-TORAH
Diego tu catarsis ha sido muy fructífera.
Un abrazo
PD: Antes me llegaban tus respuestas.
Un placer Rafa.
Me alegra hayas disfrutado mi catarsis.
Pienso que en realidad es ambas direcciones: «El mito es un guión que nosotros hacemos realidad» y también «la realidad es un guión que hacemos mito» cada uno en formas diferentes.
No entendí a qué te refieres con que antes te llegaban mis respuestas.
Abrazo
Diego:
Me parece que antes cuando tu contestabas a un comentario nuestro se nos generaba un Email con tu contestación.
Si fuese así, a mi hace tiempo que no sucede.
¿He hecho algo mal?
Gracias.
Puede ser Rafael…me voy a fijar qué pasó..
Gracias por el aviso!
Diego
Lo del mito es importante. No importa si el mito sea real o no, quien lo puede comprobar. Lo cierto es que el mito tome carnadura en el individuo, la explicación racional de nada sirve, pues en uno se conforma, vive y permite dar coherencia a la percepciones. El laberíntico y calidoscópico mundo de la Mishnah, el Talmud, la misma Torah y el Midrash asemeja las múltiples facetas de nuestro mundo subjetivo. Una mirada abre otra mirada, ambas reales, que a su vez una nueva mirada se proyecta. No negar sino afirmarse para que la realidad sea. Bien bueno tu artículo. Gracias
Gracias Reynaldo por este comentario.
Me gusto lo de «ambas reales».
Saludos
Es la primera vez que me atrevo a hacer un comentario porque para mi el tema me ha parecido como algo fuera de lo aprendido durante muchos años y porque he tenido la fortuna de que por creer por fe he experimentado demasiados milagros fuera de lo comun.milagros que surgieron y siguen surgiendo por creer con una conviccion los milagros que menciona la palabra del eterno,tanto fisicos,como espirituales yo creo que si este precioso libroha permanecido durante demasiados años es porque la voluntad del padre es para aquellos que sin ver crean y a todos mis hnos en cristo es el consejo que les doy que todo lo que leean le pidan al eterno a que atraves del Espiritu del S EÑOR le pidan discernimiento para hacerlo suyo de acuerdo a su voluntad y que hay que desechar .me despido mandandote un saludo de amor
Alejandro,
Por lo que leo en tus comentario tienes una orientación cristiana hacia este texto (es decir te acercas a la Tora o la Biblia presuponiendo que Jesús es el Mesías y/o el hijo de Dios). Ese mito no pertenece a al mito que de la tradición judía más popular aún cuando en la modernidad han resurgido seguidores judíos de Jesús.
Con respecto a tu comentario y las experiencias milagrosas que has vivido, te recuerdo que al llamar mito a la Biblia no estoy declarando que sea mentira o falsa.
Me alegra que esta publicación sea totalmente diferente a todo lo que has escuchado hasta ahora…es una de las mejores formas de crecer el desafiar la propia fe para entender por qué uno cree lo que cree.
Saludos
Diego! antes de seguir leyendo, lo desgloso por que no es fácil, te planteo una cuestión. Yo no considero a D-s como alguien que está en el cielo. Para mi D-s es una energía, que nos rodea y que está entonces aquí, junto a nosotros en un plano de igualdad. Y ahora descanso con un té y sigo leyendo. Shalom
Pensamos muy parecido en cuanto a nuestras imágenes de Dios Laura.
Justamente para explorar mi visión mitológica de Dios te recomiendo leer Un Manifiesto Teológico: http://www.judiosyjudaismo.com/2014/09/un-manifiesto-teologico/
Shalom
Diego hoy tengo mas acomodadas las ideas, en relación al tema. Si fue un hecho real o no, lo del sinai, yo lo tomo como real, si es metaforico, también lo tomo. Al fin que Dios me enseña, y las verdades que quedaron en las cápsulas de las metáforas o de la narración histórica van a cumplir su cometido en nosotros. Me gusta mucho tu abordaje abre mi entendimiento a lo que quizá esta dormido en mi mente. Dice gracias por desafiarnos a pensar y estudiar
Shalom
R. Fernandez (¡siempre que escribo R. me quedo con la duda sobre cuál es tu nombre!),
Me alegro que esta publicación te haya desafiado (en una forma positiva) para pensar y estudiar más.
Esa es siempre mi intención. Desafiarnos para aprender más cada día.
Tu comentario posee una gran verdad: ¿es uno hecho que aconteció más verdadero o real que una metáfora? O para decirlo de otra manera, ¿acaso las metáforas no capturan una gran verdad? Tal vez la mejor cita para explicar esta idea es la que dice «todas las historias son verdad…algunas incluso sucedieron».
Gracias por enriquecer la publicación con este comentario que nos invita a todos a pensar (como escribió Mauri) nuestra relación con lo que creemos. ¿Tiene que haber sucedido para transformar nuestras vidas?
Saludos
Gracias Diego,me hace muy felíz encontrarle un nuevo enfoque al Mito,quiero decirte que que al realizar mi sueño de escalar el Sinaí,en el descenso,me encontré un anciano que vendía lo mismo que vendían otros,aretes, pulseras,collares y otros objetos como de ónix,muy bonitos,y ya se estaban retirando todos,este viejito no guardaba,y al acercarme, yo sabía con certeza que él podría tener otra cosa para mí,le dije disculpe tiene usted una cosa diferente para mí?se me queda viendo y me dice, sí sitengo algo para tí,se agacha y saca de un bolso de lana una hermosa piedra de cuarzo transparente y con esas formas exagonales hacia arriba que terminan en pico pero veo algo extraño,esta como «ahumada»,y el humo es como por «dentro»y se la compro,tiene otra cosa?me mira y saca otra piedra delgada y rarita,le digo cuanto? me dice ésta es un Regalo para tí,pregunto porqué tiene éstos como grabados tan oscuros,y la otra esta ahumada? y me dice porque ellas estuvieron presentes cuando en este monte hubo fuego y estas plantas se quemaron y se pegaron a la piedra pero no se destruyeron mira,porque Di-s estaba hablando con Moshé,¡qué zarandeo espiritual!y yo rápidamente le dije tienes otras? «véndemelas por favor» sacó otras tres y se las compré.Esta diminuta vegetación está fosilizada en la piedra,sus hojas están quemadas pero extendidas de forma natural no se deformaron en lo más mínimo,son extremadamente pequeñas sus hojitas pegadas a las ramas y por cualquier lado que cortes la piedra,ellas aparecerán derechitas sin deformarse hacia «arriba»como nos dice el «Mito»,ésta Arqueología fortalece al Mito de los eventos en el Sinaí,y fortalece mi fé,y éste tu nuevo enfoque del Mito dá más definición a mi mente y a mi vida,gracias Diego, Tov todá y Berajots
Me alegro que esta publicación haya reforzado y otorgado más sentido aún a tus mitos Alicia.
Gracias por compartir tu experiencia con todos nosotros.
Saludos
Hola Diego lamento no contestarte a tiempo. Por motivos de estudio no tengo mucho tiempo. Estoy cursando 4º año del profesorado en Geografía. Pero de todas formas me hago algún tiempo para leerte.
Que el Eterno te bendiga!.
Un placer José Luis.
No hay problema.
La publicación queda abierta y puedas comentarla cuantas veces quieras cuando quieras.
Saludos
Hola Diego tu enseñanza sobre el mito y la mitologia del judaismo lo considero desafiante en el buen sentido de la enseñanza al conocimiento comun que muchas persona tienen de la Biblia. Hacen unos años un profesor de biblia nos hablo del mito de la biblia, mitos como la Creacion, El Arca de Noe, la familia de Abraham y la liberacion de israel de egipto, el mito fue presentado como un medio o forma de comunicacion con el cual se islustraba lo imaginario con lo real. Diego me parece que tu enseñanza por ahi anda. Por otra parte te felicito porque siendo un judio ortodoxo aceptas las diferentes aproximaciones o interpretaciones de la biblia. Saludos
Gracias Mercedes por tus palabras.
Me alegra leer que estas enseñanzas te resultan desafiantes pero no frustrantes.
Esa es la idea.
Por otro lado, no tengo el placer de definirme como un judío ortodoxo. Creo que en términos generales ninguna etiqueta me define del todo (o mejor dicho me gustan muchas cosas de cada corriente judía).
Saludos
Gracias Diego por esta explicación tan valiosa, el leer tu filosofía de vida me impacta, me anima a continuar buscando para llenar ese deseo espiritual que busco; me quedo claro que el leer y leer y releer las escrituras sagradas y en cada lectura en su momento tendrá su propia explicación muy diferente a la anterior pues creo que existe un puente en el tiempo que le permiten ser eternas, gracias.
Buenas tardes, es interesante todo lo que se habla aquí, aunque me faltan referencias para entender la mayor parte. No soy religiosa ni judía. Me eduqué en la religión cristiana pero no tengo fe. He leído hace poco Los mitos hebreos de Graves y me gustaría tener claras cuáles son las fuentes extrabíblicas de todos estos mitos, sobre todo las más importantes. También me gustaría saber si se puede encontrar una edición laica, crítica y con criterios filológicos de la Biblia en español. Mi interés en los temas religiosos es de índole literaria y me doy cuenta de que lo mejor de la misa (a la que asistí asiduamente durante mucho tiempo) era la lectura y comentario de unos textos muy buenos. Un saludo cordial.
Diego
Nuevamente un millón de gracias por, compartir, sabía y valientemente, tus estudios con tantos hambrientos espirituales como yo.
Te deseo todas las bendiciones de bienestar para tu vida y que esa Luz Divina continúe revelándose en ti.