En la publicación anterior presenté Mi Biblia Favorita que utilizaremos este año para ir explorando juntos la fusión del estudio tradicional y académico del judaísmo. Luego de dicha introducción, nos sumergimos ahora en el primer ensayo que voy a traducir y compartir escrito por el maravillo Zvi Brettler. De hecho, si vamos a explorar la Biblia tenemos que comenzar por el primer libro: la Tora.
¿Qué es la Tora?
La palabra Tora, «enseñanza o instrucción», deriva de la raíz hebrea ירה (iara) que significa literalmente «disparar (una flecha)» y por lo tanto etimológicamente se refiere a aquello que «da en el blanco». La tradición judía utiliza, ya desde el período final de la Biblia misma, la palabra «Tora» para referirse a la primera sección de la Biblia: los libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Estos mismos libros son llamados «Los Libros de Moisés» o «Pentateuco», una palabra derivada (a través del Latín) del griego penta (cinco) teuchoi (libros). Ya desde el siglo 1 de la Era Común (es decir, después de Jesús), estos cinco libros eran escritos en un solo rollo de papel señalizando que son una unidad. A diferencia de lo que ocurre con otras divisiones canónicas en las cuales hay diferencias e incluso controversias, tanto judíos como cristianos aceptan en forma unánime los libros del Génesis hasta Deuteronomio en este orden y como una unidad. La unanimidad de la tradición y el lugar inicial que ocupan estos cinco libros reflejan su importancia en la vida religiosa. En el judaísmo, la Tora posee el nivel más elevado de santidad, por encima de todos los demás libros.
¿Qué nos une?
Pero a pesar de la tradicional percepción que estos cinco libros constituyen una unidad, realmente no es muy obvia la coherencia que fundamenta esta unidad. Claramente la Tora no representa un solo libro del modo que nosotros entendemos lo que un libro es en la modernidad, es decir la obra de un solo autor. El academicismo ha argumentando en múltiples oportunidades que cada uno de estos libros refleja una variedad de tradiciones y fuentes muy diferentes (exploraremos esta idea en breve). Pero a medida que la trama progresa cronológicamente, desde la creación del mundo hasta el final del deambular por el desierto en la generación que sale de Egipto, una gran parte de esta misma historia ya es narrada nuevamente en el libro de Deuteronomio. No solo eso sino que la verdadera historia de este deambular no termina en la Tora misma sino en el libro de Josué (Iehoshua) y más adelante. Si bien Moisés es sin dudas el personaje central de la Tora, el mismo no es introducido hasta el capítulo 2 del Éxodo y está ausente durante todo el primer libro del Génesis. Por este motivo la Tora misma no puede ser definida de acuerdo a un tema particular sino muchos. De hecho, si consideraríamos como factores determinantes que la Tora representa el viaje desde la esclavitud hacia la liberación y la llegada y conquista de la tierra prometida, entonces deberíamos hablar del «Hexateuco» (los seis libros que van del Génesis hasta el libro de Josué) en lugar del «Pentateuco» o la Tora. La Tora termina con la llegada pero no el ingreso y conquista de la tierra prometida.
La Ley es La Ley
Los términos hebreos tora y torat moshe («La Tora de Moisés») utilizados desde la última parte de la Biblia misma para describir lo que luego sería llamado simplemente Tora, nos ofrece una pista más certera de por qué estos libros fueron considerados una unidad. La palabra Tora es entendida generalmente como «ley» y de hecho esta definición es una de las más frecuentes en la Biblia:
«Una sola ley (tora) habrá, para el nativo y para el forastero que mora en medio de vosotros».- Éxodo 12:49
La ley es el género predominante de la Tora la cual contiene no solo el decálogo (los Diez Mandamientos que en realidad son más de diez) sino una extensa colección de leyes en Éxodo 21-23, Levítico 17-26 y Deuteronomio 12-26. También posee otras leyes distribuidas a lo largo de las diversas narrativas tales como la ley de la circuncisión en la historia de Abraham (Génesis 17) y la ley concerniente a la herencia de tierra por mujeres en Números 36. Otra partes narrativas contienen también material de significado legalista. Por ejemplo, la primera historia de la creación en Génesis culmina con la «creación» del Shabat (Génesis 2.2-3) aún cuando esto solo sería legalizado como una institución dentro del ritual judío recién en Éxodo 16 y luego formaría parte del decálogo en Éxodo 20.8-11. Del mismo modo, la historia de la construcción del tabernáculo (Éxodo 25-40), un templo temporario para Dios en el desierto, no es solo narrado por si mismo; funciona como una introducción hacia las distintas tipos de leyes relacionadas con el sacrificio de animales del modo que es descripto luego en el comienzo de Levítico.
Moisés, ¡un Maestro!
Pero «ley» no es la única traducción posible de tora, y la Tora no debería ser tipificada como un libro de leyes. La palabra hebrea tora también significa «instrucción» o «enseñanza» y es utilizada de esta forma varias veces en la Biblia
«Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza (tora) de tu madre«.- Proverbios 1.8
Enseñar no es solo insertar leyes; de hecho las narrativas, leyendas, cuentos e historias son increíblemente efectivas para producir comportamientos en la sociedad. Y dado que la predominancia de narraciones es muy significativa en la Tora (especialmente en Génesis, el principio de Éxodo y Números), es correcto entender el término bíblico torat moshe –el primero en ser utilizado en la historia para referirse a esta colección de libros- como «la instrucción de Moisés». Esta instrucción fue realizada a través de las narraciones y las leyes ya que ambas permiten elucidar las normas apropiadas de una forma de vida y el establecimiento de las relaciones entre Dios y el mundo. Que la Tora es más que leyes se hace explícito en el comentario de Rashi quien citando fuentes anteriores defiende la posición que la Tora comienza con las historias del Génesis en lugar de las leyes de Éxodo.
¿Qué dice la Tora de la Tora misma?
Los términos torat moshe y torat (ha)elohim «la Tora de Dios» aparecen en forma predominante en los últimos libros de la Biblia como los de Ezra, Nehemías (Nejemniah) y Crónicas. Estos libros sugieren que la Tora ya era entendida para ese entonces como una revelación divina mediada por Moisés (ver Ezra 7.6 o Nehemías 8.1). Sin embargo, es muy significativo aclarar que estos términos nunca aparecen entendidos de esta forma en la Tora misma. La Tora nunca sugiere que cuando nos encontramos con la palabra hebrea tora dentro de la Tora, nos estamos refiriendo a la Tora misma tal cual nosotros la entendemos hoy. Es más, en ningún pasaje la Tora nos dice literalmente que la misma fue compilada por Moisés (todos los rabinos y académicos coinciden en que cuando la Tora dice por ejemplo, «Esta es la tora que Moisés puso delante de los hijos de Israel» en Deuteronomio 4.44 nunca se refieren a la Tora completa sino a una enseñanza particular).
La visión tradicional (y algunos atrevimientos)
Luego que los libros fueron considerados una autoridad, naturalmente fueron entendidos como una obra completa e íntegra dictada por Dios a un solo «autor», Moisés. En muchos pasajes, la Biblia sugiere que Moisés pasó 40 días y 40 noches en la cima del Monte Sinai (Éxodo 24.18; 34.28; Deuteronio 9.9;10.10). Claramente, esto fue demasiado tiempo para escribir tan solo la colección de leyes como las de Éxodo 21-23. Por eso la tradición judía desarrolló la idea que Moisés recibió la totalidad de la Tora dictada por Dios en ese momento particular. Según los rabinos Moisés recibió simultáneamente en el Monte Sinai la tradición oral judía, la cual sirve como la única interpretación autorizada de la ley escrita. En otras palabras, el concepto de una Tora inspirada por Dios se expandió para incluir el texto escrito (Tora Escrita) y todo lo que se deriva de ella en la Tora Oral. La Tora Escrita de acuerdo a todas las fuentes rabínicas (las cuales también son respetadas por la Iglesia temprana) incluyen los eventos que sucedieron antes de Moisés – el libro del Génesis es entendido como Dios narrándole a Moisés todo su contenido desde la Creación hasta los diálogos que mantuvieron todos los personajes desde Adam hasta Iosef (José) con sus hermanos- hasta la muerte de Moisés. Algunas fuentes rabínicas sugieren que el último capítulo de la Tora (Deuteronomio 34) el cual narra la muerte de Moisés, fue dictado por Dios mientras Moisés lloraba. La creencia que la Tora es la palabra de Dios mediada a través de Moisés era la visión estándar hasta el Renacimiento.
Sin embargo esta visión medieval es explícitamente contradicha por la narrativa misma de la Tora, como fue reconocido algunas veces en la Edad Media. Así, Abraham Ibn (hijo de) Ezra, un exégeta judío del siglo 12 EC, notó que Génesis 12.6 declara
«Los Cananitas estaban entonces (אז) en la tierra«.-
La palabra entonces sugiere que cuando el autor de este pasaje escribió estas palabras los Cananitas ya no estaban en la tierra. En palabras más simples, este texto tiene que haber sido escrito o insertado luego del tiempo de Moisés porque durante la vida de Moisés los Cananitas estaban aún en la tierra (sino, ¿qué necesidad tiene el texto de darnos este detalle obvio? ¿quizás fue agregado para una generación posterior que no conocía lo que había pasado?). Otros comentarios medievales muestran que los rabinos en la Edad Media ya eran conscientes que quizás otra persona más que Moisés había escrito algunas partes de la Tora. Pero estas interpretaciones no fueron sistematizadas como una tesis que pudiera desafiar la visión dominante de la autoridad de Moisés sobre la Biblia. Solo la modernidad lograría dar ese salto.
El impacto del estudio académico
Lentamente, con el ascenso del racionalismo, particularmente asociado a figuras como Thomas Hobbes (1588-1679) y Baruj Spinoza (1632-1677), la visión de la Tora como una unidad de sentido escrita toda por Moisés comenzó a ser cuestionada. Este lento proceso culminaría con el desarrollo de la Hipótesis Documentaria del siglo XIX en Alemania según la cual la Tora (o el Hexateuco) está compuesto de cuatro fuentes o documentos que fueron editados o redactados en uno solo: J, E, P y D. Según esta teoría cada una de estas fuentes o documentos está insertado dentro de la Tora y puede ser distinguido por la utilización particular del vocabulario, el estilo literario y la perspectiva teológica.
J y E son llamadas así por cómo utilizan el nombre de Dios en Génesis: J utiliza el nombre Yahveh (en aleman «Jahwe» y por eso la «J») y generalmente se traduce como «El Señor» (en hebreo Adonai) aún cuando es un nombre propio cuyo significado exacto es desconocido (יהוה). La fuente E prefiere llamar a la deidad «Elohim» y generalmente se traduce como «Dios», un epíteto que también sirve para el término genérico de Dios o dioses en la Biblia. P, que también utiliza «Elohim», es una abreviación para indicar material Sacerdotal (o Presbiteral) y D se refiere a Deuteronómica, la fuente principal de Deuteronomio, el último libro de la Tora.
Sobre las historias entretejidas
Las diferencias en los nombres de la divinidad no son en realidad el criterio principal utilizado por los académicos para sugerir que la Tora no es una composición unificada. Mucho más complicado de entender son las redundancias y las contradicciones tanto en la narrativa como en el material sobre la ley. Por ejemplo, hace mucho que se ha notado que Génesis 1-3 narra dos veces la creación del mundo. La humanidad es creada primero en 1.27
«Creó Elohim al Ser Humano a Su Imagen, a la Imagen de Elohim le creó: macho y hembra Él los creó«.
y luego otra vez en 2.7
«Formó Adonai Elohim al Ser Humano del polvo de la tierra y le insufló en sus nares hálito de vida y se convirtió Adam en un ser viviente.»
Además, la segunda creación no solo refleja o repite la primera sino que difiere en forma, estilo y detalles. Génesis 1.1-2.3, el primer relato, narra la creación de un mundo perfecto y simétrico que se despliega incluso en el estilo literario ordenado por secuencia de días y párrafos que concluyen siempre con las mismas palabras (Y fue la noche y la mañana…). Es decir que hasta cómo esta escrito nos sugiere coherencia y orden absoluto. En este primer relato el mundo es creado por un poderoso Dios que ordena a través de la palabra. En este relato, por ejemplo, el hombre y la mujer son creados juntos (1.27) luego de la creación de todos los animales (1.25). En contraste, el segundo relato en 2.4-3.24 sugiere que el hombre es creado primero (2.7), luego los animales (2.19) y luego la mujer (2.21-22). Este segundo relato gira en torno a la creación de la humanidad, no del mundo como una totalidad, y Dios en forma antropomórfica «forma» diferentes seres en lugar de crearlos a través del uso de la palabra. Por lo tanto estas dos historias son diferentes, están claramente escritas por autores que entienden en forma distinta cómo el mundo fue creado y cuál es la naturaleza de la humanidad y Dios.
Las dos creaciones aparecen como dos bloques de material claramente separado entre 1.1-2.3 y 2.4-3.24. Pero en muchos casos las fuentes no aparecen tan claramente distinguidas sino entretejidas. Esto sucede con la historia del diluvio de Noé que mezcla documentos de J y P. Según P, dos de cada tipo de animal deberían entrar al arca (Génesis 6.19-20), pero J declara que de los animales puros 7 pares deberían entrar y de los impuros un solo par (Génesis 7.2). En forma similar, la historia de la plaga de sangre (Éxodo 7.14-24) contiene también dos relatos entretejidos. En el primero (J) Moisés es el protagonista y la sangre solamente afecta al Nilo (versículos 17-18). En el segundo relato entretejido (P) Aaron aparece en escena y la inundación afecta a todas las fuentes de aguas egipcias (versículos 19, 24). En dichos casos las narrativas se combinan con gran maestría, pero prestando cuidadosa atención a la trama y el vocabulario utilizado podemos discernir los cimentos originales y cómo las variaciones fueron construidas unas por encima de las otras.
La Ley es…¿cuál es la Ley entonces?
No solo la parte narrativa es el producto de diferentes fuentes sino también el material legal. Por ejemplo, las leyes concernientes a los esclavos Hebreos o Israelitas aparecen en Éxodo 21.1-6, Levítico 25.39 y Deuteronomio 15.12-18. Todas estas leyes no pueden ser reconciliadas en forma directa desde la Tora misma puesto que representan tres nociones muy diferentes de esclavitud. Más significativo aún es cómo Éxodo establece una diferenciación en el trato de esclavos masculinos y femeninos cuando Deuteronomio insiste que ambos deben ser tratados en forma similar. Si bien Éxodo y Deuteronomio coinciden que un esclavo que ama a su amo puede decidir permanecer esclavo «de por vida» (Éxodo 21.6) o «en perpetuidad» (Deuteronomio 15.17), Levítico 25 insiste que la esclavitud de los Israelitas realmente no existe ya que los esclavos deben ser tratados «como jornalero y extranjero morador de la tierra» y solo pueden servir «hasta el año del jubileo» (versículo 40). Tales diferencias legales no deberían sorprendernos si partimos desde la base que la Tora contiene diferentes fuentes entrelazadas las cuales son una colección que reflejan normas o ideales de diferentes grupos viviendo en distintos períodos de tiempo. Es importante aclarar que la interpretación tradicional judía, por otra parte, hace un esfuerzo monumental para intentar reconciliar todas estas diferencias a través de un proceso de armonización asumiendo, por ejemplo en este caso puntual, que «de por vida» o «en perpetuidad» debería ser interpretado o entendido como «hasta el año del jubileo».
Las diferentes facetas de Dios en la Tora
Es posible incluso trazar distintos estilos y nociones teológicas que tipifican fuentes individuales dentro de la Tora. Por ejemplo, la fuente J es bien conocida por presentar un Dios increíblemente antropomórfico que tiene una relación directa con los humanos como podemos leer en Génesis 2.4-3.24. Estos pasajes incluyen descripciones de Dios (o su voz) «que paseaba en el jardín» (3.8) e incluso narran que «hizo el Eterno Dios para el hombre y para su mujer túnicas de piel, y los hizo vestirse» (3.21). Por otro lado, en las fuentes E, Dios es más distante de las personas comunicándose con ellos a través de sueños, mensajeros (ángeles) y profetas. La fuente P está caracterizada por un interés significativo en mantener el orden de la sociedad y delimitar las fronteras, como así también una preocupación central por la familia de la casta sacerdotal de Aaron y el sistema religioso basado en el sacrificio de animales orientado al Templo. Finalmente la fuente D está caracterizada por un estilo único de oratoria que insiste en repetidas oportunidades que Dios no puede ser visto del modo que intenta recordar la revelación Deuteronomio 4.12
«Y habló el Eterno con vosotros de en medio del fuego; una voz que hablaba oísteis, mas no visteis figura alguna, tan sólo una voz. «
Esto explica por qué la fuente D es la única que insiste que Dios no habita físicamente en el Templo o Tabernáculo sino que el Templo es
«el lugar que el Eterno, vuestro Dios, escogerá para hacer habitar en él Su nombre«.- Deuteronomio 12.11
Esta fuente también enfatiza que Dios debería ser adorado en un solo lugar siendo dicha locación Jerusalem.
¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde?
El estudio académico de la Biblia hasta finales del siglo XX estaba muy convencido de las fechas aproximadas de cada una de estas fuentes y cuándo se habían incorporado cada una de las colecciones legales. La J se entendía como la más antigua seguida por la E, luego la D y finalmente la P. Los argumentos para delimitar las fechas de cada fuente estaban, en algunos casos, salpicadas de antisemitismo ya que vistas así tendían a devaluar el judaísmo rabínico considerándolo una degradación de una religión Hebrea más original o idealizada. Había también un elemento de superioridad cristiana entre los que proponían originalmente la Hipótesis Documentaria: el Israel Bíblico es considerado mejor; el judaísmo temprano (a finales del período bíblico y principios del post-bíblico) no lo es, ya que desde una perspectiva cristiana el mismo fue justamente sustituido por el Cristianismo. Por esta razón muchos académicos judíos permanecieron al margen de la Hipótesis Documentaria y recién han comenzado a explorarla desde una perspectiva judía en los últimos años.
Los académicos coinciden en la actualidad que las fechas asignadas a cada fuente son problemáticas y un debate muy interesante ha surgido con respecto al orden que las generaciones pasadas asignaron con tanta certeza. Además los académicos ya no consideran cada fuente como representativa de un autor particular escribiendo en un determinado momento puntual de la historia sino que reconocen cada fuente como el reflejo de un largo período de tiempo dentro de un grupo o «escuela» de pensamiento determinado. Por lo tanto lo mejor es hablar de líneas o corrientes de tradición y contrastar su fundamento en lugar de hablar de fuentes que reflejan un solo autor, período y locación geográfica. Por ejemplo, a pesar del desenredo sobre un consenso de las fechas exactas, sigue siendo válido contrastar la visión Deuteronómica sobre la santidad fundamental de Israel en el siguiente caso:
«Porque pueblo santo eres para el Eterno, tu Dios«.- Deuteronomio 7.6
con la visión P (Presbiteral) la cual sugiere que Israel no es santo sino que debería aspirar a ser santo
«Seréis santos«.- Levítico 19.2
Estas diferencias no pueden ser fácilmente reconciliadas. Pero, si bien la Hipótesis Documentaria no es 100% infalible, la misma nos ofrece otros métodos para entender aún mejor los textos de la Biblia.
Los Señores «R»
Académicamente hablando, nadie sabe cómo todas estas diferentes fuentes y colecciones legales que hoy forman la Tora acabaron juntas en un solo libro. Los académicos han sugerido que un editor o una serie de editores o redactores (a quien simplemente llaman «R» por redactores) combinaron todas estas diferentes tradiciones en etapas, a lo largo de un período de tiempo. Claramente no todas las tradiciones del antiguo Israel quedaron preservadas en la Tora. Mucho probablemente se perdió. Sin saber qué fue exactamente lo que se perdió, no podemos sugerir por qué el redactor(es), R, decidieron qué material preservar y cómo ordenaron todas las fuentes en una sola. Lo más importante es reconocer que, a diferencia de la edición moderna que apunta a la articulación de un solo punto de vista, los redactores de la Biblia no crearon una perspectiva consistente y singular sino que incorporaron una variedad significativa de voces y perspectivas muy diferentes.
El resultado final de la redacción tal vez terminó durante el exilio Babilónico (586-538 A.eC) o a comienzos del período de la conquista Persa. A partir de dicho momento se creó un libro muy largo narrando lo que debería haber sido entendido en su contexto histórico como el período formativo de Israel, desde la creación del mundo hasta la muerte de Moisés. Estos eventos narrados en Génesis 1-11 describiendo la creación del mundo y su población a través de diferentes naciones servía como una introducción para ubicar la destacada nación de Israel. Las historias de Abraham y su familia (los antepasados de Israel) forman la prehistoria nacional. Israel se convierte en una nación en Éxodo y los eventos más importantes de su historia como nación son justamente el éxodo de Egipto, la revelación en el Sinai y la llegada a la tierra prometida.
¿Cómo deberíamos leer la Tora?
El mundo antiguo del Cercano Oriente no logro producir ninguna obra comparable en longitud, en la brecha histórica que cubre, en la inclusión de diferentes géneros literarios y fuentes tan diversas como la que logró la Tora (¡ni que hablar de la Biblia en su totalidad!). Esta extensa e inclusiva naturaleza de la Tora crea desafíos muy grandes e interesantes al momento de decidir cómo interpretar lo que está escrito. ¿Deberíamos concentrarnos en interpretar cada una de las fuentes individuales, es decir, escuchar cada una de las voces que componen las partes del texto antes que fueran puestas todas juntas? ¿O deberíamos leer la Tora siguiendo el modelo tradicional en el cual la Biblia fue leída hasta la modernidad como un producto final (una aproximación que los académicos hoy llaman «holística»)? Mi Biblia Favorita ofrece una respuesta a esta pregunta y yo como fiel seguidor de Brettler también me sumo a su opinión: la respuesta es sí, es decir de ambas maneras (ver Mi Revelación, Rebelión, Reconciliación y Revolución Bíblica). La Tora misma es tan grande, verdadera y profunda que puede tolerar y superar cualquier aproximación. Creer que no podría hacerlo es disminuir su valor como verdad.
Muchas gracias nuevamente por tu aporte, que nos ayuda a repensar nuestras creencias y por ende a crecer. Me gustaría agregar que el asunto de las dos creaciones es el objeto de estudio de una obra sumamente interesante como «La Soledad del Hombre de Fe», del Rav Jaim Soloveitchik. En la misma, el autor es consciente de las conclusiones de los críticos bíblicos acerca del relato dual. Sin embargo, sostiene que: «Esta incongruencia no fue descubierta por los
críticos de la Bíblia. Nuestros antiguos sabios estaban conscientes de ella. No obstante, la solución no se encuentra en
una supuesta tradición dual sino en el concepto del Hombre Dual, no en una contradicción imaginaria entre dos versiones sino en una verdadera contradicción propia de la naturaleza del
hombre». Para más detalles, pueden ver la obra completa en http://masuah.org/filosofia-y-preceptos/pensamiento-judio/rabino-dr-y-d-soloveitchik-la-soledad-del-hombre-de-fe/
Saludos!
¡Gracias Ariel por tus palabras de aliento!
Me alegra te gusten estas publicaciones y que podamos crecer juntos.
Aprendo mucho cuando hago traducciones e intento explicar con mis propias palabras lo que voy estudiando.
No sabía que “La Soledad del Hombre de Fe” estaba traducida al español y encima ¡gratis! Yo la leí en inglés y es una verdadera joya. Soloveitchik fue uno de los grandes y me encanta su pensamiento.
¡Gracias por compartir el link con todos nosotros!
Saludos
Saludos: sigo con mucho interes tu publicacion ciertamente merece un estudio detenido.
Gracias Horacio.
Sí, algunos textos que comparto merecen estar atento puesto que no son tan simples en una sola lectura.
Saludos
Me parece muy importante lo que esta publicando sobre la TORA , gracias
Un placer Arley.
Los créditos originales van para Zvi Brettler.
Saludos
Grac8as p tus publicaçiones me abren en entendimiento cada día quiero saber mas
Saludos
Un placer R. Fernandez.
Me alegro estés aprendiendo cosas nuevas con estas publicaciones.
Saludos
Gracias por compartir tanto conocimiento
Namasté
Un placer Encarnación.
Le debemos la sabiduría Zvi Brettler y todo el fantástico equipo de editores de Mi Biblia Favorita 🙂
Saludos
SHALOM DIEGO
EL TEMA EN VERDAD ES MUY EXTENSO, SIN EMBARGO´HAY ALGO QUE TE PUEDO COMENTAR. LA TORÁ COMO TU LO SEÑALASTE, ES EL LIBRO MÁS SANTO DE LA TANAJ, EL MOTIVO BIEN PUEDE SER QUE LA TORÁ ESCRITA Y ORAL FUE OTORGADA DE FORMA DIRECTA POR HASHEM, NO HUBO INTERMEDIARIOS. A DIFERENCIA DE OTROS LIBROS.
CADA LETRA DE LA TORÁ ES SANTA.
Shalom Bulmaro,
¿Leíste la totalidad de esta publicación?
Asumiendo la necesidad de creer que Moisés fue el único autor, en algún punto podríamos decir que justamente si hay algo que sabemos es que el intermediario fue Moisés y por eso siempre está el ser humano como intermediario de la palabra revelada. Ningún profeta (ni siquiera Moisés que es llamado el más grande todos los profetas por la tradición) es Dios sino un ser humano. Para existir en nuestro mundo, tanto la Tora Escrita como la Tora Oral (que eventualmente también terminó siendo escrita una parte de la misma) requieren materializarse. Como la obra musical que está en la cabeza del compositor, para ser música tiene que «bajarse» y aplicarse a las leyes del mundo en el que los humanos operamos. Una vez allí pasan a estar sujetas al tiempo, el espacio y la interpretación siempre imperfecta pero sagrada de nuestra humanidad. Es en este último sentido que coincido: cada letra de la Tora es santa si asumimos que nosotros la convertimos a través de un proceso de voluntad en un texto santo. Hay millones de personas que deciden no darle santidad y también tienen su lugar en el mundo venidero según la tradición.
¡Saludos y gracias por invitarme a reflexionar!
Hola Diego,
Un gusto poder leer tus publicaciones.
En verdad , me parece que a varios nos has puesto de cabeza con primera parte del texto, y creo que el sentido es un rotundo acercamiento del hombre con lo sagrado.
Desconozco mucho acerca de las ideas, interpretaciones filosoficas, o comentarios al respecto a los mencionados arriba, sin embargo, a mi entender los que «hicieron», la compilacion no quitaron el caracter, esplendor de Moises en los libros, mas aun se someten a su autoridad (autoria), quizas porque trajo la esencia misma, y creo que eso debe conducirnos aun mas poder entender un poquito mas el sentido del ser humano y su relacion con la TORA.
Un abrazo !
PD.
Gracias Ariel por compartir la publicacion
Bueno
Hola Raul,
Es bueno atreverse a cuestionar lo que uno cree para descubrir por qué lo cree.
En ese sentido que mi aproximación hacia la tradición judía y los textos no es la aceptación sin cuestionamiento sino justamente lo que me enseñó el judaísmo mismo: ir siempre tras la búsqueda de la verdad sincera. El judaísmo no requiere un salto de fe sino un salto de acción.
El primer paso es que todas estas ideas, interpretaciones y comentarios se vuelvan menos desconocidos y eventualmente puedas (¡y yo también contigo!) expandir nuestro conocimiento y enriquecernos en nuestros entendimientos.
Otro abrazo y por favor ¡lean lo que recomendó Ariel que es buenísimo!
Buenísimo articulo!! Me despejo de muchas dudas.. Acabo de comprar The Jewish Study Bible y esta súper para el estudio, apenas me llego ayer y no la puedo dejar ! Gracias por la recomendación! Saludos!!
¡Qué bueno Adael!
Si ya tienes tu copia descubrirás que esta publicación es una traducción e interpretación del primer ensayo de Brettler sobre la Tora.
Me alegra que hayas obtenido una copia y sí, ten cuidado porque es adictiva 🙂
Saludos
Hola Diego.
Veo que la preciosa Hannah te quita el sueño pero tranquilo te dará muchísimas cosas…..!!
Estoy leyendo varias veces el articulo y lo tendré que releer, en mi pequeña o casi insignificante capacidad sobre temas de la tanaj leo la parasha semanal y reflexiones de rabinos y la verdad me enriquecen y bastante.
Lo que como judio no puedo negar que el dador de la tora fue D’is por medio de Moshe rabenu en el sinai.
En esencia lo creo…
Siempre e tenido claro que no guardan un orden cronológico los relatos contenidos en ella,(hablando de los cinco primeros libros) pero desde estas ópticas que tu me planteas me hacen pensar donde empieza y donde acaba?
Tal vez aun no acabado? pues nuestros sabios en la torah oral y nuestros rabinos en la actualidad y personas como tu Diego con este blog o foro y yo como lector todos estamos de alguna manera desgranando los tesoros en ella ocultos y de esa manera somos una parte de este ( con todos mis respetos y metafóricamente hablando) gran puzzle o jeroglifico,
que bien podríamos llamar Torah.
Gracias Diego…
Si me lo permites desde aquí quiero decirle a todos los judíos de Europa en estos momentos de turbacion por el azote del terrorismo islámico.
Am Israel Jai !!!!
Shalom
Hola Ariel,
Lamento al igual que tu el sufrimiento de los judíos en Europa. Hoy amanecí leyendo sobre el ataque en Copenhagen. La muerte de cualquier ser humano debería dolernos puesto que todos estamos hechos a imagen y semejanza de lo divino. Matar a otro ser humano es atacar al propio Dios.
Con respecto a esta publicación y tu comentario, el Rabino Ortodoxo Dr. Jeremy Rosen escribe «mis posturas e interpretaciones no pretenden ser definitivas o exhaustivas. Más bien, mi intención es mostrar la complejidad del tema. Si uno está realmente interesado en reconocer el reto y tratar de encontrar formas de responder sin menospreciar el compromiso con la Tora, entonces el asunto debe ser enfrentado con honestidad y creatividad.
No todo el mundo quiere explorar intelectualmente esta desafío y no todo el mundo debería, pero vivimos en un mundo en que esto es parte del clima intelectual. Así como Maimonides cree que la comprensión de Dios requiere el cálculo de referencias completas de las propias capacidades intelectuales utilizando toda la razón posible, así también toda la gloria de la Tora sólo puede ser apreciada al traer el intelecto para influir en todos los aspectos de la misma. No podemos menospreciar la idea que Dios mismo nos regalo la capacidad de pensar e interpretar cómo es que pensamos.
El reto de los estudios bíblicos académicos no es a la Tora, sino más bien las formas, usos e interpretaciones que difieren de las que la mayoría de las generaciones pasadas han ejercido sobre la Tora. Cómo se acerca una generación dada Tora tiene mucho que ver con las necesidades de la época. Nuestros tiempos hasta ahora nos obligaron a centrarnos en la repoblación de las fuentes de la Tora destruidas en Europa. Sin embargo, en esta generación, con el estudio de la Tora y la cultura religiosa judía próspera, la naturaleza del desafío ha cambiado. Es mi creencia que, en nuestros días, para preservar nuestras ganancias milagrosas, hay que abordar los retos intelectuales que plantea la crítica bíblica y los conocimientos actuales de la historia dados por sentado por casi la totalidad del mundo secular. Estos desafíos nos obligan a pensar de forma creativa sobre lo que ciertas ideas tradicionales realmente significan. Sin embargo, creo que que la Tora y el pueblo judío están a la altura para enfrentar el reto.»
Shalom
Gracias Diego de corazón, estoy totalmente de acuerdo contigo el Eterno nos dio la capacidad de pensar y razonar…
entonces desde el respeto hacia la tora y a nuestros sabios,
por que no hacerlo en profundidan y con sinceridad?
Me ha gustado mucho tu respuesta…
La voy a leer y releer para asimilarla y digerirla y así disfrutarla.
Shalom
Un placer Ariel.
Shalom
B’H
Querido Diego
Shalom ubrajá
Hoy tuve la oportunidad de disponer del tiempo suficiente como para poder leer tus dos artículos: “¿Qué es la Tora?” y “Mi Revelación, Rebelión, Reconciliación y Revolución Bíblica”.
Realmente estoy asombrado que, a pesar de tu juventud, tengas tantos conocimientos y tanta amplitud de criterio como para ilustrar y orientar a tantas personas, propias o extrañas, que desconocen el judaísmo en todos sus aspectos y bagajes.
Vaya mi reconocimiento y felicitaciones.
Jorge
Querido Jorge,
¡Gracias por tus saludos! La realidad es que todos los conocimientos no son míos sino de los académicos y rabinos que leo y comparto sus entendimientos. Lo que intento hacer es de alguna manera sintetizar lo que yo comprendo de todos ellos y compartirlo para enriquecernos todos.
Es una especie de viaje personal de estudio compartido con todos los que se acercan a este espacio de buena voluntad.
Es una buena idea leer ambos textos juntos ya que de alguna manera van desplegado mi hilo de pensamiento. Incluso creo que lo mejor sería hasta ahora (y para comprender cómo voy estructurando mis ideas con respecto a la Biblia) leer en este orden las publicaciones:
1) http://www.judiosyjudaismo.com/2014/06/revelacion-rebelion-reconciliacion-revolucion-biblica/
2) http://www.judiosyjudaismo.com/2015/02/mi-biblia-favorita/
3) http://www.judiosyjudaismo.com/2015/02/que-es-la-tora/
¡Saludos y gracias por tus palabras de aliento!
Diego, comentar sobre todo estos párrafos, desde mi experiencia personal de purificación, de la que varias veces he comentado:
«la fuente J es bien conocida por presentar a Yahveh un Dios increíblemente antropomórfico que tiene una relación directa con los humanos como podemos leer en Génesis 2.4-3.24. Estos pasajes incluyen descripciones de Dios (o su voz) “que paseaba en el jardín” (3.8) e incluso narran que “hizo el Eterno Dios para el hombre y para su mujer túnicas de piel, y los hizo vestirse” (3.21).»
– En mi opinión, aqui nos encontramos con una persona o personas recientemente formadas, no existía nada y Dios las forma en base a la Palabra, y que están viviendo como en el Paraíso. Son libres, tienen virgen la conciencia de lo bueno y lo malo, se van desarrollando y van siendo probados. Podría tener lugar en donde se forman las almas: quizás en el LIMBO. En la 1ª creación Dios crea juntos al hombre y a la mujer.
«Por otro lado, en las fuentes E, Dios es más distante de las personas comunicándose con ellos a través de sueños, mensajeros (ángeles) y profetas»
– Hemos querido ser personas autonomas y autosuficientes, nos hemos ido o nos han enviado, a la Tierra como entorno de explotación, donde la Naturaleza, la Vida, y el prójimo nos deben probar. OBJETIVO: Hacer solamente el BIEN. Tendremos leyes y según vayamos subiendo por la pirámide del desarrollo humano nos podremos quedar con solo dos: Amor a Dios, y amor al Dios que está en cada prójimo. En la 2ª creación Dios crea primero al hombre y después de la costilla del hombre crea a la mujer: Me da a pensar de que con eso la narración nos quiere decir, que Dios crea una mujer como complemento de cada hombre, que va a ser la que nos ayude en nuestro desarrollo como persona y, a veces, viceversa. Dios tiene para cada hombre una mujer que nos auxilia.
La fuente P está caracterizada por un interés significativo en mantener el orden de la sociedad y delimitar las fronteras, como así también una preocupación central por la familia de la casta sacerdotal de Aaron»
– Nos extraviamos muchos, unas veces las ideas malas se nos ocurren a nosotros y otras las vemos o nos las venden los demás. Podemos captarlas hasta de la naturaleza y los animales.
Es necesario que con leyes y restricciones nos vayan haciendo personas. Nuestro Dios Elohim nos va a prescribir nuestro paso individual por el desierto como proceso de purificación. Se tardan años y es durísimo, pero Elohim lo consigue poco a poco. Aunque a veces no lo entendamos es misericordioso, paciente y lento a la cólera. Ademas conoce muy bien la psicología humana. El lugar sería el Sheol.
Finalmente la fuente D está caracterizada por un estilo único de oratoria que insiste en repetidas oportunidades que Dios no puede ser visto del modo que intenta recordar la revelación»
– Dios se nos revela en La Palabra oral y escrita, en los Profetas, en los Rabinos, a través de su su Espíritu: a cada persona, por medio de la Conciencia del Bien y del mal… Nos dice el Deuteronomio que Moises lloró. Solo se me ocurre que fuese de alegría por haber llevado a su pueblo a la Tierra Prometida. Dios perdona todo también las dudas de Moises: ¿Por qué el no entro? Solo se me ocurre pensar que es porque Dios le seguía necesitando para sacarnos del desierto.
Por último: «la Biblia fue leída hasta la modernidad como un producto final (una aproximación que los académicos hoy llaman “holística”). El Espíritu es quien revela la Biblia. En mi opinión aunque haya cuatro autores , uno para cada una de las fuentes de la Biblia, todo queda integrado holísticamente en el Espíritu.
Un abrazo y feliz primer cumpleaños mensual. Enhorabuena.
Rafa.
Gracias Rafa por los saludos a Hannah en su primer mes de vida.
Estamos fascinados con cada mirada.
Me gustó mucho como fuiste haciendo una interpretación entre el desarrollo biológico y teológico individual con aquel que desarrollamos como humanidad reflejado en la Biblia.
Te confieso que a mi me gustan ambas aproximaciones y lo holístico para mí es justamente tomar la totalidad/unidad que conforma la Biblia y a nosotros: como dije muchas veces tradición rabínica y academicismo. No uno o el otro sino los dos potenciándose.
Saludos
shgalom ja purim shameaj
en si la torah es la enseñanza o instruccion nos enseña a conocer a eloha su creacion como horarle en quien creer o tener nuestra emunah tiene 613 mitvoh y 13 preceptos los cuales el hombre que haga conforme vivira y participara del mundo venidero entendiendo que sus mandamientos son por causa nuestra pues que necesitamos ser regidos por estas leyes pues elohim no necesita esxhortacion alguna en si se puede entender dentro de ella misma como y en que forma congregarse no como el cristianismo tradicional sino observando sus shabat que es el tercer mitvot y los hombres y las religiones posteriormente inventaron su forma congregacional cristiana lo cual es invalido en si hay una perfeccion en la tora que el hombre que lo descubre entiende como vivir
¡Shalom Carlos y Purim Sameaj!
¿A qué te refieres con «observando sus shabat que es el tercer mitvot y los hombres y las religiones posteriormente inventaron su forma congregacional cristiana lo cual es invalido en si»? No entendí este comentario.
Saludos
Diego! Te agradezco la disposición de compartir estos artículos tan valiosos que enriquecen día a día el conocimiento que se desea de la vida espiritual y del mundo por venir. A la vez agradezco también a todo el grupo restante de participantes que replican o comentan ampliando los artículos con más ideas sabias.
Gracias David y como tu extiendo los saludos a todos los que dejan sus comentarios que van enriqueciendo cada una de estas publicaciones.
Saludos
¿Que se le dice a un escribano que te ha dado las palabras justas que tanto necesitabas? Sencillas pero llenas de profundidad, cada frase con un eco que se queda por días y días en la mente.
Diego, agradezco el tiempo y este arrebato de entrega, de compartir tus conocimientos.
Bezrat HaShem que sigas escribiendo por muchos años más y nosotros tengamos la fortuna de leer tus textos.
Seria de fábula si dieras una tesina de las melajot, ese delicado cabello que sostiene la montaña de shabbath.
Un saludo
Emma Hor
«A meldar il livro… a meldar agora lo ia ezkrito»
Gracias Emma por tus hermosas palabras.
Son palabras de aliento para seguir adelante compartiendo lo que voy aprendiendo y estudiando.
Saludos
Hola Diego: Estos temas de la Torá están muy buenos para debatir y aumentar nuestros conocimientos.
Las Fuentes J, E, P y D también pueden distintas formas de leer e interpretar la Torá. Según el relato Moshé recibió la Torá durante esos 40 días y 40 noches, y si realmente D»s pretendía y pretende que tengamos distintos puntos de vista y que podamos estar unidos en la diversidad. Todavía no lo sabemos, ya que los rollos originales que trajo Moshé, hasta donde sabemos todavía no han aparecido.
Lo importante, es que más allá que hayan sido 4 escuelas rabínicas distintas las que compilaron los relatos y los unieron en un solo rollo llamado Torá, es que la Torá existe hoy, está con vida y se la enseñamos a la siguiente generación. A la Torá se la respeta casi como si fuera una persona, la cubrimos con tela, para leerla tenemos que estar vestidos usando el Talit, cuando se rompe o se degrada se la entierra.
Volviendo a los compiladores de la Torá, eso puede significar que ya en esa época eramos unidos en la diversidad, porque si cuatro escuelas rabínicas se pusieron de acuerdo para compilar ese rollo, quiere decir que respetaron sus opiniones diversas y dejaron por escrito el amor a D’os por sobre todas las cosas.
Un fuerte abrazo
Mauri
Muy linda interpretación Mauri.
La idea que ya en la antigüedad los escribas mismos tuvieron que aceptar una multiplicidad de opiniones en lugar de intentar imponer una sola verdad ya nos dice algo sobre el tipo de mundo en el que ellos vivieron tan distinto en muchos aspectos a lo que vendría después.
En lo personal considero un valor muy positivo la capacidad de incorporar diferentes entendimientos a la hora de querer reflejar lo que Dios quiere. Me resulta más humilde y más honesto que una sola y única visión que pueda adjudicarse el monopolio de la palabra divina.
Es más, creo que cada ser humano tiene una parte de Dios que debe compartir para completar el puzzle. Así que necesitamos siempre la polifonía interpretativa en lugar de la monotonía.
Abrazo
Leyendo la Biblia para mi esta es un conjunto de libros , autores , historias, donde D-os intervine, donde podemos conocer su voluntad o pensamiento , hay cosas que si queremos la podemos seguir practicando literalmente si sentimos que nos hace bien como el encendido las velas el sábado pero hay otras que son de épocas pasadas que ya no se pueden revivir eso nos convertiría en «fósiles vivientes». pero lo importante de la Biblia es el mensaje personal que D.-s tiene para cada persona para su arrepentimiento y cambio de dirección el camino de su vida que lo lleve a D-os.