El origen moderno de las Javurot
Si bien nuestra generación ofrece una amplia gama de comunidades judías que se forman a partir de ciertos entendimientos comunes (los Ortodoxos, los Luvabitchers, los Conservadores, los Reformistas, los Sionistas, los que van al mismo club, etc.) hay otros judíos que no pertenecen a ninguna de estas instituciones mas conocidas. De hecho hay muchos judíos que se declaran «tradicionalistas» pero no van a la Sinagoga ni forman parte de un rezo regular.
En la década de 1970 aproximadamente las comunidades de muchas ciudades del mundo comenzaron lentamente a expandir sus facilidades educativas para incluir a las nuevas generaciones que ya no vibraban con el antiguo estilo del Jazan alla Pavarotti y la plegaria solemne con coro y órgano de los movimientos liberales del siglo XIX y principios del XX. Los universitarios de esa generación buscaban Sinagogas a las cuales sumarse pero estaban desencantados con el estilo y la formalidad de las comunidades de sus padres. En su intento por revitalizar su judaísmo y encontrar un espacio que les hablara a ellos y ellas en forma directa nacieron las javurot.
Compañerismo o Hermandad
Una javura (plural javurot) no es para nada algo novedoso sino muy antiguo. Dos mil años atrás la palabra indicaba básicamente un grupo de amigos que se juntaban alrededor de una mesa para celebrar los ciclos en la vida comunitaria o incluso compartir un espacio de estudio juntos. En el Talmud se utiliza la palabra javura para referirse a un grupo de personas que se juntaban para compartir el sacrificio y la cena de Pesaj cuando existía el antiguo Templo en Jerusalem. De hecho el Seder de Pesaj es un ritual típico para entender lo que las javurot hacían dos mil años atrás: compartir experiencias comunales, comida, estudio y plegarias (¡incluso Jesús y sus discípulos eran una especie de javura!). Pero si bien este tipo de agrupación dejó de ser operativo en los comienzos de la Era Común su título volvió a ser utilizado para estas nuevas agrupaciones que no encontraban sus espacios en la modernidad.
Tipos de javurá en la actualidad
Las javurot varían de un extremo al otro dependiendo del estilo de las personas que las constituyen. Muchas de ellas no tienen rabinos ni líderes oficialmente reconocidos sino que prefieren mantener su propia cohesión y estilo personal de sus participantes. Pero también tenemos javurot que forman parte de una Sinagoga más grande: estudian semanalmente y organizan actividades que van desde aprender a cocinar recetas judías hasta realizar una acción social como donar alimentos o medicamentos. La belleza de las javurot para sus miembros es el sentido de intimidad y calidez puesto que los grupos son generalmente pequeños y sus miembros se conocen y ayudan como buenos amigos (de hecho la palabra javura podría ser traducida como compañerismo).
En la actualidad el número de judíos que participan solamente de una javura es minúsculo y de hecho como mencioné la mayoría de los miembros son hoy una especie de subconjunto dentro de una comunidad más grande. Aunque la mayoría de los judíos asocia este estilo de agrupación con comunidades más liberales, los tradicionales farbrengen (palabra idish del alemán verbringen que alude a pasar el rato) que son celebrados por el grupo jasídico de los Luvabitchers puede relacionarse también con estos encuentros puesto que allí sentados alrededor de una mesa los miembros comparten una cena alegre de estudio, cuentos, canciones y filosofía del movimiento jasídico.
Dentro de los que desean revitalizar su judaísmo y encontrar un espacio que les hablara a ellos y ellas en forma directa, añadiría a los descendientes de los que fueron forzados a convertirse al cristianismo en la época de la España y Portugal medievales, los Marranos o Bnei Anusim.
Durante los últimos 30 años, estamos viviendo un despierto de aquellos Anusim a su identidad violada. No son todos los Anusim que se están despertando, pero este fenómeno está tomando una anchura que sale de lo ordinario.
Nuestra organización fue montada para ayudar a los que lo desean, a reclamar y recuperar su verdadera identidad.
Saludos,
Instituto de Estudios Sefardíes y de Anusim