Este año escribí sobre la lectura académica judía del Libro de Ester. En esta oportunidad y próximos a Shavuot le toca el turno al Libro de Ruth que es leído en esta festividad. Ruth y Ester son dos de los más famosos libros de la Biblia Hebrea. De hecho cuando uno lee un texto seguido del otro parecen muy similares. Ambos son pequeños cuentos que llevan el título de los personajes femeninos centrales. En cada uno de ellos la trama justamente gira en torno principalmente a las relaciones entre una mujer y uno o varios extranjeros.
Leer el Libro de Ruth no debería llevarnos más de 20 minutos. Solo posee 4 capítulos. Pero su belleza es sublime. El cuento gira en torno a la relación entre una mujer originaria de Beit Lejem (Judea) llamada Naomi y su nuera Ruth proveniente de Moab. La historia comienza cuando Naomi junto a su marido y sus dos hijos abandonan Beit Lejem debido a una hambruna y van hacia Moab. El primer capítulo relata brevemente la muerte del marido de Naomi, los matrimonios de sus dos hijos con mujeres moabitas, la muerte de sus dos hijos diez años más tarde, y la decisión de Naomi de regresar a Beit Lejem. Con la decisión de Naomi tomada, una de sus nueras -Orpah- decide volver con su familia de origen. La otra nuera -Ruth- declara en un famosísimo pasaje “tú pueblo será mi pueblo y tú Dios mi Dios” y decide así volver a Beit Lejem con Naomi.
A pesar de la compañía de Ruth Naomi está muy amargada debido a todas sus pérdidas. Pero en el lapso de las “semanas siguientes” (noten la alusión al tiempo de Shavuot) todas las pérdidas serán dadas vuelta. Precisamente en el segundo capítulo Ruth espiga el campo de un pariente de Naomi llamado Boaz quien le da lo suficiente de la recolección del día para que sirva tanto a ella como a su suegra Naomi. En el tercer capítulo Naomi desarrolla un plan para asegurar el futuro de su nuera: forzar a Boaz a que se case con Ruth. El plan funciona y culmina en el capítulo cuatro con el casamiento de Ruth con Boaz y el nacimiento de su hijo Obed. El Libro concluye con un curioso final feliz que contiene la genealogía de Obed proviniendo desde Peretz -el hijo de Judá (en hebreo Iehuda) y Tamar- llegando hasta el Rey David.
Este cuento debe su belleza a su simplicidad. El tema central de la historia es el movimiento simbólico de todas las cosas desde el vacío hacia la abundancia. Este tema se plantea en dos planos simultáneamente, el agrícola y el personal. La secuencia agrícola (muy en tema con la fecha de Shavuot) va anticipando a lo largo de todo el relato las secuencias personales. La hambruna del comienzo anticipa el duelo y la pérdida de Naomi mientras que la renovada cosecha en la cual Ruth espiga en el campo de Boaz anticipa la abundancia que le aguarda a Naomi con el nacimiento de su nieto Obed. La historia esencialmente nos presenta a Ruth, Naomi y Boaz como modelos de lealtad y compromiso que van más allá de los límites que obliga la Ley o el deber. El compromiso se hace evidente entre Ruth y Naomi y la bondad de Boaz para con ambas mujeres.
Si bien la historia comienza ubicándonos en el período de “los Jueces de Israel”, desde una perspectiva académica podemos decir que la historia fue escrita mucho tiempo después de dicho período por el simple hecho que el texto mismo aclara una ceremonia sobre redención o intercambio que ya había dejando de ser operativa. De lo contrario no tendría sentido que el narrador nos la explique a nosotros.
El Libro además nos da muchísimas pistas para dejar en claro que no debemos leerlo como un libro de historia sino como una ficción. Ruth es una novela histórica con moraleja. De hecho los lectores originales seguramente sintieron las ironías del juego de palabras que hay a lo largo de todo el cuento. La hambruna ocurre en Beit Lejem que literalmente significa Casa de Pan. Más significativo es que -a excepción del nombre de Ruth- los nombres de los personajes en la historia no se corresponden con los patrones que los nombres tienen en la Biblia en general. Muy por el contrario todos ellos son claramente simbólicos: Naomi significa “dulzura”; sus hijos que mueren se llaman Majlón (Enfermedad) y Jilión (Cese); la nuera que abandona a Naomi se llama Orpah -literalmente “parte posterior del cuello”, haciendo referencia a que “le dio la espalda”. Incluso Boaz significa “con él está la fuerza”. Cada nombre describe el destino de cada personaje dentro de la historia y esto nos sugiere la naturaleza simbólica de Ruth. Es un error leer este texto pensando que uno está leyendo una historia que ocurrió realmente en el pasado. De hecho en el antiguo Israel ningún padre hubiese nombrado a sus hijos “Enfermedad” y “Cese”. El autor o los autores del texto de Ruth nos están señalizando que el Libro debe ser leído simbólicamente.
Finalmente podemos decir que la asociación del texto con Shavuot es apropiada. Los eventos suceden a lo largo del período agrícola de las semanas que separan a Pesaj de Shavuot en la Cuenta del Omer. Además la tradición estipula que el Rey David -quien es nombrado al final- nació y murió en Shavuot. Por encima de todo esto a partir de los siglos II y III de la Era Común Shavuot dejo de ser solamente una fiesta agrícola para pasar a ser principalmente la rememoración de la entrega de la Tora a Moisés en el Monte Sinaí. Este elemento de la festividad encaja perfectamente con la visión rabínica de Ruth como la conversa ideal al judaísmo quien acepta la Tora del mismo modo que los Israelitas lo hicieron en el Monte Sinaí y del mismo modo que nosotros volvemos a hacerlo cada año.
¡Jag Sameaj!
Excelente analisis! Ishar koiaj!!
¡Gracias querida Denise!
En la iglesia cristiana nos dicen que el libro de Rut no es un cuento, que es una historia real, al igual que Job, el Arca de Noé, Esther, etc.
Me entristece pensar que es un cuento.
Muy buena conclusion Diego, la historia tambien esta llena de amor y fidelidad. gracias por tu punto de vista.
Rene de Leon
¡Gracias Rene!
me gusta mucho en la forma que presentas cada tema, siempre nos deja con la seguridad y la contestación a todas nuestras dudas. El libro de Ruth me llena mucho espiritualmente pues aunque debemos leerlo en sentido metaforico, creo que Hashem permitió que se escribiera para que todos los que como yo un día decidieron aceptar al D-os de Israel, tienen una parte muy importante en el corazón de D-os. Yo me identifico mucho con ese libro. Gracias Diego por tus enseñanzas.
Hag shavuot sameaj !
Yasher koiaj Diego. Excelente analisis. Acabo de terminar la «lectura academica» (me gusta y tomo prestado el termino) de Ruth y tu analisis completó algunos vacios que me habian quedado. Kol hakavod vekadima!!!
Un abrazo.
Me ha dejado muy triste pensar que ese libro es metafórico, cuantos más se deben ver así?