(Duración 47:10 – 45.3 MB)
La palabra “ortodoxo u ortodoxia” aplicado al judaísmo apareció por primera vez en el siglo XIX y fue introducido por los judíos Reformistas para hacer mención al modo o la manera en la que todo otro conjunto de judíos respondían también a los desafíos de la modernidad. Esta respuesta “ortodoxa” surgía debido ciertos objetivos principales:
- Primero frenar la asimilación debido a la emancipación cívica. En este punto la problemática de los judíos “ortodoxos” era la misma que tenían los judíos Reformistas. Con las nuevas posibilidades para los judíos de poder sumarse al estado moderno como alemanes, franceses, italianos o ingleses que profesan una cierta religión y por lo tanto poder ahora estudiar lo que quisieran o trabajar de lo que quisieran u ocupar cargos en universidades recibiendo los mismos derechos y obligaciones que los demás ciudadanos del estado y siendo todo esto algo que en la era medieval o pre-moderna no existía puesto que los judíos permanecían segregados o aislados; la mayoría de los judíos abandonaban lentamente las sinagogas y la vida judía e incluso se conviertan al cristianismo de ser necesario. En este área veremos que la lucha para los judíos Reformistas y Ortodoxos era originariamente la misma. Esa lucha era la de encontrar la forma mas efectiva de mantener a los judíos dentro de la comunidad ya que el judaísmo tradicional heredado del medievo había fracasado en retener a la mayoría de los judíos cuando entramos en la modernidad. Pero como veremos la manera o metodología utilizada para solucionar esta problemática fue y sigue siendo distinta entre los Reformistas y los Ortodoxos.
- Y el segundo objetivo de los judíos “ortodoxos” era responder justamente a los judíos reformistas, es decir a Abraham Geiger y sus colegas de quienes hablamos en la publicación anterior, y ofrecer así también un renovado sentido al judaísmo y a los judíos mismos en la modernidad.
Los nuevos desafíos que la modernidad traía y que hemos mencionado muchas veces ya en estas publicaciones (emancipación, racionalización, industrialización, capitalismo, universalismo, globalización, etc) eran radicalmente opuestos al mundo medieval y por ende todo grupo, corriente o judaísmo que se practica desde el 1500 después de Cristo o de la Era Común hasta el día de hoy, es una construcción moderna producto de una respuesta a todos estos desafíos que estamos mencionando de la modernidad.
Por eso hemos insistido que es fundamental comprender la modernidad como proceso histórico y sus desafíos completamente distintos al período medieval, como así también el judaísmo en si mismo para poder realmente comprender el judaísmo de la modernidad en su totalidad.
Judaísmo como el Reformista, el Ortodoxo, el Conservador, el Reconstruccionista, el jasidismo, los mitnagdim también llamados los opositores del jasidismo, la Neo-Ortodoxia de Hirsch de quien hablaremos en esta publicación, el jasidismo lituano de Jabad Luvabitch, el movimiento mussar (es decir ético) del Rabino Salanter, el movimiento Aguddat Israel, el Sionismo Ortodoxo, el anti-sionismo Ortodoxo e incluso el movimiento Shas liderado por el Rabino Ovadiah Yosef entre tantos otros grupos judíos que existen en la actualidad, son todas creaciones o construcciones modernas.
Todos estos nombres y corrientes no existían antes del 1500 y por lo tanto debemos dejar en claro que el judaísmo ortodoxo, como todas las demás comprensiones del judaísmo actual, es una construcción moderna.
Este es también el motivo principal por el cual he intentando ser lo mas cuidadoso posible con la utilización de nombres, nomenclaturas y definiciones a lo largo de estas publicaciones. Y por eso debemos decir que la palabra “ortodoxia u ortodoxo” es por supuesto una denominación de la modernidad ajena al judaísmo tradicional.
Es difícil definir un nombre para referirnos al judaísmo anterior al 1500 pero podríamos llamarlo justamente medieval o tradicional. Y es muy importante destacar desde un comienzo que este “judaísmo tradicional” anterior a la modernidad no es sinónimo o significa lo mismo que “ortodoxia u ortodoxo” o incluso religioso.
Es mas, el judaísmo que llamamos tradicional y que es anterior a la modernidad, es decir anterior al 1500, no tiene mucho que ver con lo la mayoría imagina que es el “judaísmo tradicional”.
Insisto con todas estas terminologías porque escucho muchas veces por ignorancia decir frases como “yo no soy religioso” o “se hizo religioso” cuando realmente lo que quieren decir es “yo no soy ortodoxo” o “se hizo ortodoxo”. Uno puede ser un judío religioso reformista o religioso conservador. La religiosidad no esta intrínsecamente relacionada con un movimiento particular y no es lo mismo ser religioso que ser “ortodoxo”. En otras palabras, a menudo escucho decir “no soy religioso” y de hecho la persona tal vez es religiosa pero no es ortodoxa. No son la misma cosa ser religioso que ser ortodoxo.
Incluso la etimología de la palabra religión y religioso es interesante de observar. Religión no viene, como suele decirse, de religare, de estar atado el hombre a Dios. En realidad es el adjetivo quien conserva la significación original del sustantivo, y religiosus quería decir ‘escrupuloso’; por tanto, el que no se comporta a la ligera, sino cuidadosamente.
Lo mismo ocurre con la palabra tradición o con gente que se auto-denomina “tradicionalista” o dicen que practican un judaísmo tradicional. Esto implicaría según lo que acabamos de mencionar que esta persona es un judío “medieval” o anterior a la modernidad y por lo tanto es un absurdo decir algo así porque uno hoy es parte de la modernidad le guste a uno o no.
Ahora, si por tradicional afirma que su judaísmo realmente no posee nada que no sea anterior al 1500 entonces si podríamos llegar a decir que de hecho practica un judaísmo “tradicional” pero esto implicaría por ejemplo, entre tantas otras cosas, que no hace el Kabbalat Shabbat (es decir no canta los Salmos 95 al 99 ni el Leja Dodí puesto que todas estas cosas fueron una invención rabínica posterior al 1500). O incluso afirmaría que su judaísmo no esta emparentado con ninguna corriente de las que mencione anteriormente como Aguddat Israel o Jabad Luvabitch. De hecho Jabad Luvabitch por ejemplo, como una corriente mas del judaísmo moderno, se funda o comienza, es decir aparece en la historia recién a finales de 1780 1790.
Pero mas allá de esto, utilizar el adjetivo “ortodoxo”, es decir dirigirse a un judío llamándolo “ortodoxo” resulta complejo porque muchos judíos que generalmente son agrupados bajo esta denominación dicen que tal nombre no los representa en absoluto y que fue impuesta sobre ellos justamente por los judíos Reformistas. Y esto es verdad. Los judíos ortodoxos no se auto-denominaron de ese modo sino que fueron los Reformistas los que los tildaron de ortodoxos.
De hecho muchos judíos ortodoxos son muy sensibles a esto y prefieren ser llamados “observantes” o simplemente “judíos” (dando a entender que sería un error ser llamados de algún modo particular ya que esto validaría o implicaría que existen otros tipos de judaísmo que no es ortodoxo) y esto (la multiplicidad de corrientes judías) es algo que en términos generales no complace a este grupo.
Mas allá de defenderse e incluso decir que es peyorativo o faltarles el respeto llamarlos ortodoxos, el mismo Samson Raphael Hirsch, uno de los grandes Rabinos ortodoxos de quien hablaré en unos instantes, al establecer en 1886 una alianza de congregaciones judías en Europa que compartían los mismos ideales la nombró “Freie Vereinigung für die Interessen des Orthodoxen Judentums” es decir “Unión Libre para los Intereses del Judaísmo Ortodoxo”. Por lo tanto terminó él mismo asumiendo esta denominación.
Debemos también agregar que de todos los movimientos que surgirán en la modernidad, la ortodoxia es la menos centralizada institucionalmente hablando y es ademas la mas diversa. Mientras que el judaísmo Reformista y el judaísmo Conservador, del cual hablaremos en la próxima publicación, poseen claras instituciones, siddurim (es decir sus propios libros de rezos) para todo el movimiento por igual, Sinagogas, Rabinos y Hazzanim (es decir cantores litúrgicos) por todo el mundo afiliados a sus propias Universidades e Instituciones, el mundo Ortodoxo esta fragmentado en diversas instituciones y no posee por ejemplo un Siddur utilizado por todo el movimiento o por todos los ortodoxos ni tampoco posee una autoridad central que habla o representa a todos los judíos ortodoxos.
Por último debemos mencionar que si bien la mayoría de los judíos que pertenecen a este conjunto concuerdan en ciertos anunciados básicos, difieren ampliamente en otros aspectos. La creencia central que todos aquellos judíos que llamamos Ortodoxos comparten, es que la Tora, es decir los primeros cinco libros de la Biblia junto con la tradición Oral Judía (que eventualmente terminó también siendo escrita) y la Ley Judía que los Rabinos extraen de estos textos fueron todas estas cosas dictados por el mismo Dios a Moises y se aplican y son significativas para todos en todas partes y contextos históricos en forma eterna sin alteraciones de ningún tipo.
En lo que difieren es básicamente en la importancia o legitimidad del misticismo judío, las políticas hacia el Sionismo o el Nacionalismo Judío, el estatus del Estado Moderno de Israel, las filosofías educativas o si deben incluir estudios seculares mas allá de los talmúdicos, los roles de liderazgo comunitario, la cooperación o no con otros judíos no-ortodoxos, diferencias en estilos de liturgia, etc.
A pesar que los ideales y creencias del mundo ortodoxo parecerían ser los mas simples de definir o explicar debido a la rigidez en los cercos de sus seguidores, la verdad es que la ortodoxia es tal vez la corriente judía mas difícil de explicar.
La Ortodoxia Judía vs la Ultra-Ortodoxia Judía
Y por eso antes de comenzar a desarrollar en profundidad el tema y frente a toda esta diversidad y la dificultad que representa desarrollar en una sola publicación el abanico del judaísmo ortodoxo, voy a proponerles, con el fin de hacer todo esto lo mas simple posible (pedagógicamente hablando) que piensen o visualicen el judaísmo ortodoxo como un conjunto compuesto dos subconjuntos. El primer subconjunto ortodoxo es aquel que de algún modo acepta el impacto de la modernidad y de alguna manera se “ajusta” a ella. Esta subconjunto podríamos llamarlo Neo-Ortodoxia u Ortodoxia Moderna. El pensador clave aquí y de quien comenzaremos hablando en esta publicación es Samson Raphael Hirsch.
El otro subconjunto del conjunto ortodoxo podríamos llamarlo “Ultra-ortodoxia” o “Haredi” (que significa aquellos que son temerosos de Dios) y este subconjunto representa a los judíos ortodoxos que a diferencia de los Neo-ortodoxos, tal vez reconocen el impacto de los cambios de la modernidad, pero deciden mantenerse lo mas alejado posible de dichos cambios rechazando los nuevos cambios del mundo moderno. El pensador clave de este otro subconjunto y de quien también hablaremos en esta publicación es Moises Sofer también conocido como el Jatam Sofer.
Por supuesto que esto no es ciencia exacta y hay diferentes niveles de observancia entre estos dos subconjuntos. Pero básicamente esa es la gran división interna de la ortodoxia judía: aquellos que tratan de lidiar o tolerar la modernidad y aquellos otros que ni siquiera se interesan en ella y la rechazan de forma plena.
Así que luego de esta larguísima introducción comenzamos a explorar el judaísmo ortodoxo.
Samson Raphael Hirsch
Nuestro primer objetivo en esta publicación es dedicarnos al colega y a la vez rival intelectual de Abraham Geiger y su judaísmo reformista. Su nombre como ya lo mencionamos varias veces en esta publicación es Samson Raphael Hirsch.
Samson Raphael Hirsch nació y vivió también en Alemania y vivió al igual que Geiger una larga vida. Ambos fueron durante un período de tiempo amigos. Claramente se conocían mutuamente pero luego se convirtieron en rivales que peleaban por distintas posiciones dentro del judaísmo. Ambos eran el producto de una misma cultura, tiempo y lugar y podían entenderse mutuamente y comprender las problemáticas del otro.
Para Hirsch Wissenschaft des Judentums, la Ciencia del Judaísmo, es decir el estudio académico del Judaísmo era también muy importante. Pero creía al igual que Geiger que el estudio académico era también insuficiente. Al igual que Geiger y el Reformismo, Hirsch también decía que el estudio académico por si mismo no iba a guiarnos a una vida plena viviendo como judíos en la modernidad. Y por lo tanto Hirsch coincide con Geiger en que hay que construir algún tipo de ideología, algún tipo de comprensión o interpretación que va a ayudar a todos los judíos que se estaban asimilando y alejándose del judaísmo. Pero su respuesta por supuesto va a ser distinta a la creada por Geiger.
Y acá vemos claramente lo que mencionamos en nuestra publicación anterior y vale la pena volver a mencionar. En el escenario histórico que estamos describiendo de la emancipación y de la posibilidad por primera vez en la historia para los judíos de poder ahora ocupar altos cargos en universidades o incluso ser profesionales (abogados, arquitectos, ingenieros, médicos, etc) o estudiar lo que quisieran donde quisieran estaba haciendo que toda esta gente abandone el judaísmo, se asimile e incluso se convierta al cristianismo de ser necesario. Los judíos alemanes en gran parte ya estaban asimilados.
Y al igual que dijimos en nuestra publicación anterior, es muy fácil culpar a la ciencia, la secularización y las filosofías modernas por el eclipse del judaísmo tradicional en la modernidad. Sería mas honesto culpar al propio judaísmo que no supo responder a las inquietudes de la modernidad y por eso despertó la necesidad de todos estos cambios. Por algún motivo surgió la Reforma, la Ortodoxia, el Jasidísmo y todos los demás movimientos judíos y esto hay que dejarlo en claro desde el comienzo y es que el judaísmo tradicional heredado del medioevo no estaba respondiendo a los desafíos de la modernidad. El judaísmo tradicional ya no estaba siendo significativo frente a todo lo que estaba sucediendo a partir del 1500. Y repito que ése es el motivo por el cual es tan importante entender la modernidad ya que uno de nuestros argumentos a lo largo de todas estas publicaciones es que el judaísmo actual en todas sus vertientes desde la ultra-ortodoxia hasta el reformismo es una respuesta a la modernidad. En la era Medieval no existían todos estos grupos y nombres. Y esto quedara clarísimo cuando hablemos sobre la primer obra literaria que pública Hirsch demostrando claramente que el judaísmo tradicional estaba en crisis y por eso nació también la respuesta Ortodoxa.
Cultura vs. Religión
Hirsch como dijimos tiene una posición diferente a la de Geiger y es fundamental desde el comienzo que definamos esa postura claramente.
Hay dos cuestiones centrales que los judíos enfrentan en la Modernidad según Samson Raphael Hirsch. Esta la cuestión cultural por un lado y la cuestión religiosa por otro lado. Y noten que Geiger no había hecho esta separación pero en el caso de Hirsch están separadas.
Con respecto a la cuestión cultural la pregunta de Hirsch es: el judaísmo actual ¿debe permanecer en el estado pre-moderno o pre-emancipatorio? Y la respuesta de Hirsch es no! Los judíos tienen que tener conocimiento secular. Tienen que ir a la Universidad. Tienen que participar en el mundo a nivel social, cultural, político y económico al igual sus contemporáneos no-judíos. Ya no hay vuelta atrás. No podemos permanecer en el ghetto. No podemos aislarlos y separarlos del mundo en general. Para ser parte de todo este nuevo escenario del mundo social los judíos deben saber alemán (en el caso de Hirsch que vivía en Alemania pero se refiere a la lengua del lugar en el que viven), deben saber literatura, historia, filosofía, deben saber quienes fueron Sócrates, Platón y Aristóteles. Deben saber quienes fueron por ejemplo Shakespeare, Dante, Descartes, Kant y sus obras mas famosas. Deben estudiar matemática y educarse también de conocimiento mas allá del judío.
Ademas Hirsch dice que deben vestirse, actuar y moverse del mismo modo que sus contemporáneos no-judíos. Pueden ir al teatro, escuchar música clásica u opera, etc. En pocas palabras, con respecto a la cuestión cultural no hay marcha atrás. Para este Rabino Ortodoxo llamado Samson Raphael Hirsch estar equipado para poder lidiar con el mundo y su cultura en general no es algo solo deseado sino obligatorio.
Pero luego esta la cuestión religiosa y en esta cuestión Hirsch es enfático en argumentar que no debemos abandonar el legado del judaísmo tradicional. Y ese legado tradicional es el momento clave cuando al pie del Monte Sinaí Dios entregó la Torah a Moises y al pueblo judío. Es decir no podemos abandonar ese instante en el cual el pueblo judío al presenciar la revelación divina exclamó “naase venishma” que literalmente significa “haremos y entenderemos” aquello que se les estaba pidiendo y es que cumplan con la Ley Judía. Este pasaje bíblico básicamente encapsula, como veremos nosotros, la visión, postura y teología judía de Hirsch frente a la modernidad. En la cuestión religiosa Hirsch no va a ceder. Un judío es una persona que observa todos los mandamientos o mitzvot del judaísmo porque estos mandamientos fueron entregados por el mismo Dios. Y esto no es una pavada. Uno no debe tomarse esto a la ligera. No existe algo así como dividir verdades eternas basadas en la razón y las mitzvot. Son todo parte de lo mismo. Cada mandamiento es único. Los mandamientos morales son tan importantes como los mandamientos rituales. Todos vienen de Dios y todos deben ser observados.
La Neo-Ortodoxia Judía
Notemos entonces que la posición de Hirsch, la cual voy a definir como Neo-Ortodoxia u Ortodoxia Moderna, no es la posición de Geiger y los Reformistas por un lado (quienes permitían que cada individuo elija responsablemente que observar y que no observar del judaísmo), ni tampoco es una posición ortodoxa mas rígida de la que hablaremos cuando lidiemos con Moises Sofer al finalizar esta publicación y veremos que no esta ni siquiera dispuesta a entrar al gran espacio cultural no-judío.
La posición de Hirsch es de alguna manera una posición intermedia. Ya hablaremos en nuestra próxima publicación de otra posición intermedia cuando lidiemos con el Judaísmo Conservador.
Pero hasta este momento histórico que estamos describiendo tenemos el judaísmo tradicional heredado desde la destrucción del templo y el medioevo por un lado, el Reformismo judío como una nueva forma de hacer judaísmo debido a los cambios históricos en el otro extremo y Hirsch por ahora representa una postura intermedia. En pocas palabras Hirsch esta dispuesto en comprometer el judaísmo en la cuestión cultural pero no en la cuestión religiosa.
El primer libro de Hirsch: Las 19 Cartas de ben Uziel
¿A qué nos referimos cuando decimos que Hirsch es Neo o Moderno Ortodoxo? Y aquí quiero referirme al primer libro que Hirsch publica que es tal vez el más accesible y el mas interesante llamado “Las 19 cartas de ben Uziel”.
Lo que Hirsch esta haciendo en este libro es complicarse y poner sobre la mesa todos los desafíos y problemáticas que hay allí fuera. El sabe muy bien cuál es el problema del crecimiento del secularismo y de los judíos que están abandonando el judaísmo tradicional. El sabe que esta perdiendo a los jóvenes del mismo modo que Geiger estaba perdiendo gente joven que abandonaba las sinagogas. Por este motivo Hirsch necesitaba construir un argumento que pudiera persuadir y argumentar con estos judíos modernos. Lo hace en el contexto de un libro que posee 19 cartas todas escritas por él mismo.
La primera carta es de hecho una carta escrita como si un joven estudiante le escribiera a su Rabino. Este joven estudiante le escribe luego de tomar su primer curso de filosofía en la Universidad y ahora sabe que Dios no existe, que no existe la religión, que no existe el judaísmo, que es todo un invento y que realmente no existe nada y todo fue creado por hombres y ahora este estudiante es un pensador libre. Y le escribe a su Rabino con el que estudio desde chico y le dice algo así como “Rabino, todo lo que me ha estado enseñando Ud. es un absurdo. Realmente no tiene sentido y no significa nada para mí. El judaísmo es una molestia. No puedo hacer lo que quiero, no pudo comer lo que quiero, ni puedo salir con cualquier chica que quiero. No puedo tener una vida social normal con cualquier persona que conozco por la calle, ¿para qué necesito ser judío?”
Por lo tanto esta primera carta es muy preciada porque realmente presenta todo el argumento y la problemática que tanto los Reformistas como ahora Hirsch eran conscientes. Hirsch por supuesto que no va achicarse y por el contrario nos va a poner argumentos cada vez mas difíciles sobre porque y para qué ser judío y va a intentar responderlos. Es decir que la primera carta va a presentar, en la voz del estudiante, el argumento sobre para qué seguir siendo judío y en las 18 cartas restantes va a responder el porque.
Permitanme que les lea un poco sobre el contenido de la primera carta que es para mí fascinante para luego ver los argumentos que Hirsch va a construir y luego responder.
Leo un fragmento alrededor de la mitad de la página.
El estudiante dice
“…la religión debería llevar al hombre a hacia el objetivo mas importante. ¿Qué otra finalidad mas importante puede tener un hombre que la felicidad y la perfección? ¿Pero qué felicidad le otorga el judaísmo a quienes lo practican? La miseria y la esclavitud han sido nuestro destino. Siempre hemos sido incomprendidos o atacados por las otras naciones. Mientras el resto de la humanidad trepa cada vez mas alto en la cumbre de la cultura, la prosperidad y la riqueza, el pueblo judío ha permanecido pobre en todo que hace de los seres humanos seres grandiosos y nobles. La Ley misma prohibe todo regocijo. Es como tener una cadena en el cuello que no permite disfrutar la vida. Por dos mil años hemos sido arrancados del camino de la felicidad. Y con respecto a la perfección ¿qué conquistas, qué logros pueden los judíos reclamar en contraposición de los fenicios, los egipcios, los griegos, los romanos, los italianos, los franceses, los ingleses o los alemanes? Cada uno de nosotros tan solo por haber nacido judíos esta condenado a formar un eslabón en esa cadena interminable de miseria. Es la Ley Judía la responsable de todo esto y es la que fuerza a que estemos aislados y separados y recibamos solo sospechas y hostilidad por parte de los demás. La Ley Judía lleva solo a la mediocridad, sumisión y descarta el enriquecimiento de las artes. Sus dogmas no nos permiten ser pensadores libres y esto refuerza aún mas el aislamiento llevando a evitar cualquier incentivo en las ciencias y las artes. ¿Y qué hay de nuestro Dios? Dios perturba las mentes de todos sus seguidores hasta que los hace incapaces de tener simples pensamientos y opiniones. Y por eso siempre me he preguntado como Ud. Rabino que siempre me ha hablado de las belleza de las obras de Virgilio, Tasso, Shakespeare y ha penetrado las ideas de Leibniz y Kant puede encontrar placer en los crudos y aburridos escritos del Antiguo Testamento o en las intrincadas construcciones racionales del Talmud. Y aun más, ¿qué clase de efecto tiene esta Ley en nuestra vida emocional? Los principios mas elementales sobre la moral universal son reducidos a insignificantes preocupaciones por detalles absurdos, nada se enseña de verdad sino solo temerle a Dios” esto sigue y sigue…
Pero como ustedes pueden ya ver es un argumento muy poderoso. Hirsch no esta ocultando nada aquí. Este es claramente el argumento y la problemática de la modernidad. En esencia la pregunta es ¿para qué necesitamos esta Ley? ¿Por qué tenemos que tener esta soga en el cuello? ¿En qué sentido esto agrega algo a nuestras vidas? ¿Por qué es la literatura judía mas interesante que la literatura de la civilización occidental? ¿Por qué no puedo ser un gran ser humano educándome solo en ese mundo y no en el judío?
Y acá esta la respuesta de Hirsch. Obviamente que no voy a leer las 18 cartas que van respondiendo a todos los argumentos de la primera. Pero quiero de algún modo resumir las 18 cartas restantes en dos respuestas que se repiten y sobresalen a lo largo de lo restante del libro y que además creo que son muy interesantes en si mismas y nos sugieren una estrategia sobre cómo lidiar con ser un judío que quiere observar todos los mandamientos o mitzvot en el contexto de nuestro mundo moderno.
El judaísmo como una Totalidad
La primera respuesta o el primer argumento que Hirsch presenta para responder es que el judaísmo debe ser comprendido intrínsecamente desde adentro en forma orgánica y total.
Con respecto a este concepto Hirsch se enfrenta con un hombre que ya hemos introducido en nuestra publicación sobre El Desafío de Baruj Spinoza y esa persona es Maimonides, el gran filosofo del siglo XII al cual Spinoza también se había enfrentado debido a su libro “La Guía de los Perplejos” en la cual Maimonides, si lo recuerdan, intentaba reconciliar el judaísmo con la filosofía griega, en especial la aristotélica.
Hirsch se da cuenta de este mismo concepto que Spinoza critica y dice que debido a que Maimonides intento reconciliar el judaísmo de su tiempo con la cultura general haciéndolo desde afuera, es decir comparándolo con algo externo al judaísmo, justamente con Aristóteles, en lugar de hacerlo desde adentro en forma orgánica Maimonides comete ahí la falta de querer hacer significativo el judaísmo utilizando un elemento ajeno al mismo para hacerlo significativo o darle valor. Es decir que el error es medir el valor del judaísmo comparándolo con algo externo. La forma en que me gusta explicar esto es invirtiendo la pregunta “¿que significa o hace el judaísmo por mí?” por “¿que significo para o hago yo por el judaísmo?”
Hirsch dice que si uno quiere entender realmente el judaísmo uno tiene que tomar cada ceremonia, cada detalle, cada Ley, cada mandamiento ritual o mitzva y verlo como una totalidad. Como parte de un organismo completo. En otras palabras uno tiene que ver su propia coherencia interna. Y encontrar lo que el llama, utilizando una palabra muy interesante, el “Espíritu que habita dentro” (en alemán que es el lenguaje en el que el escribe, la palabra Espíritu es Geist lo cual puede ya orientarnos de donde esta tomando esta idea) el “Espíritu o Geist que habita dentro” del judaísmo.
En otras palabras si yo deseo un buen día comenzar a ponerme tefilin, prender las velas de shabbat, hacer la bendición del vino…pero también quiero cada tanto comerme una hamburguesa con queso o un sandwich de jamón crudo y tomate. ¿Por qué no? Yo puedo elegir libremente hacer lo que quiero, ¿no es cierto? Así que voy cumplir con algunos mandamientos que me gustan, me queda cómodos, no me complican mucho la vida y me parecen lindos pero voy sacar estos otro mandamientos como por ejemplo el de comer kasher porque realmente me encanta comer mariscos y cerdo y no quiero perderme de eso. Así que voy a decir que Pesaj por ejemplo es muy importante porque une a la familia y hablamos sobre la libertad y ser hombres libres pero ni pienso privarme de hacer otras cosas que el judaísmo prohibe. Y lo que voy a hacer es encontrar un argumento racional que me convenza -como por ejemplo decir que el cerdo estaba prohibido debido a la triquinosis- para hacer lo que me de la gana y elegir yo qué cosas quiero cumplir y qué cosas no quiero cumplir del modo en que los primeros Reformistas sugerían.
Hirsch dice no. Esta no es la manera en que vas a llegar a entender y sentir el judaísmo. En otras palabras si vamos a elegir entre cada parte nunca vamos a poder apreciar el todo. Tenemos que poder ver el todo en relación con cada parte. Haciendo justamente cada una de las partes del judaísmo. Poniendo cada cosa en su lugar. Así es como el sentido, la coherencia, la esencia de lo que significa ser judío, este famoso “Espíritu que habita dentro”, ese Geist del judaísmo te va a pegar en la cara.
No podes elegir pequeñas partes y esperar sentir la emoción total del judaísmo. El “Espíritu que habita dentro” del judaísmo, ese Geist, ese Espíritu viene cuando uno hace la totalidad de la Ley. En otras palabras la totalidad es aquello que deja la marca y la impresión dentro de uno.
Hirsch y Hegel
Lo curioso es que no sabemos si Hirsch es consciente o no pero parecería que esta utilizando la filosofía moderna de su tiempo para entender su propia respuesta al judaísmo. Con esto me refiero al porque que estoy remarcando tanto la utilización de la palabra Geist y ese “Espíritu que habita dentro” que el utiliza.
Para quienes saben de filosofía alemana del siglo XIX, Geist es tal vez la palabra mas de moda en este período gracias a filosofía de Hegel. Para Hegel y su filosofía el Geist representa la Idea Absoluta y él es quien hablaba del Geist de cada nación y particularmente del Geist del pueblo alemán, lo cual lamentablemente será luego interpretado como una excusa por parte del fascismo para generar la idea de la raza aria.
Pero esta noción hegeliana parece estar dando vueltas por el aire en todos estos pensadores del siglo XIX y ya lo habíamos visto esto en Wolf en nuestra publicación sobre La Ciencia del Judaísmo y ahora la encontramos dentro Hirsch.
Según mi opinión esta implícito que este Rabino, que justamente esta promoviendo conocer la filosofía y la cultura universal general, esta absorbiendo este concepto de la totalidad hegeliana y la transforma en algo que se convierte en el judaísmo ortodoxo. No quiero afirmar esto último sino que solo quiero sugerirlo para invitarlos a reflexionar al respecto.
Justamente porque si lo que propone es entender el judaísmo desde adentro resulta paradójico que el entienda este concepto utilizando una noción que es hegeliana y externa al judaísmo. Y ya que la ortodoxia judía es también una construcción moderna podríamos sugerir que es de aquí donde bebe sus ideas.
Por lo tanto la primera respuesta de Hirsch es que no hay que aislar las partes del judaísmo. Hay que mantenerlas todas juntas. Hacer todo lo que el judaísmo dice que hagas. Primero hacer. Hacer todo lo que se te pide sin empezar a criticar y analizar cuales cosas te gustan mas o menos o cuales te parecen mas lógicas o no. Hace todas las practicas judías y en esa totalidad vas a sentir ese poder y esa energía que es el ser judío.
El Judaísmo como una subordinación ante la Ley
La segunda respuesta o argumento de Hirsch esta relacionada con la primera. Y en esta segunda respuesta Hirsch argumenta en contra del subjetivismo del Iluminismo. Me refiero a la idea de “hacer lo que uno quiere”. ¿Es este realmente el ideal que perseguimos como humanidad? En otras palabras ¿qué significa esto de que uno es libre para ser lo que a uno se le antoja o le da ganas? ¿ Es ésta una idea que nos ennoblece y nos hace mejores personas? Algunos podrán decir que si. Pero también podríamos decir que hacer lo que a uno se le antoja no es un medio sino un fin en si mismo. Hacer lo que uno quiere no lo provee a uno con el sentido de justicia y moral. Hacer lo que uno quiere o cree significa que uno debe respaldarse completamente en la opinión propia y por lo tanto uno mismo se convierte en el vara que mide que es lo bueno y lo malo, que es lo correcto o lo incorrecto sin consultar a una autoridad mas elevada que tal vez sabe más que uno.
¿Qué tiene de grandioso hacer lo que a uno se le antoja o cree que es lo correcto? ¿Qué tiene de bueno aplicar la justicia por mano propia? ¿Qué pasaría si todo el mundo funcionara de ese modo? ¿Es este el gran ideal de ser libres? ¿Permite esta postura crear un ser humano mejor y una sociedad mejor?
Para Hirsch y como veremos mas adelante para otros también, la conciencia individual debe ser elevada de su estado subjetivo para ser subordinada a la objetividad de la Tora. La Torah es Emet. La Tora es Verdad. La Ley Judía es Verdadera y es la que nos da la moral y el camino que debemos seguir para ser no solo éticos y morales sino pertenecientes al pueblo judío por nuestras acciones. Cuando uno identifica la voluntad personal con esta voluntad mayor revelada a todo el pueblo judío uno se convierte en un hombre libre. Me elevo y funciono del modo que los seres humanos deberían funcionar en el modo mas beneficioso y apropiado. La verdadera libertad no es hacer lo que a uno se le antoja sino identificar la propia libertad individual con una superior en estado de obediencia absoluta. Pero noten que esa obediencia absoluta es a la vez libertad absoluta. Porque al observar y seguir la Ley siendo ético y moral, asegurándome que no cometo errores y no me dejo llevar por mis impulsos, deseos y pasiones robando, matando, siendo infiel a mi esposa, engañando, mintiendo y haciendo lo que se me antoja sino que estoy asegurándome todo el tiempo que estoy siguiendo el camino correcto soy finalmente la persona mas libre del mundo. Siendo obediente identificando mi propia voluntad personal con algo superior elevo mi humanidad al nivel de aquello por lo que fui creado.
Esta formulación de Hirsch, interesante de por si, también sugiere una clara asociación con el concepto hegeliano de subordinar los sentimientos personales con aquello que Hegel llama la Mente Absoluta que también estaba asociado con el Estado Alemán y la sociedad alemana. El lenguaje de la voluntad individual y la Mente Absoluta que tanto utiliza Hirsch pude sugerir o no una influencia de Hegel por parte de un Rabino que como ya dijimos esta diciendo que es obligatorio conocer de filosofía occidental mas allá del Talmud y la Tora. Y nuevamente salta a la vista que lo mas llamativo es que justamente Hirsch como Rabino y pensador nos está diciendo que tenemos que entender el judaísmo desde adentro y no desde afuera mientras que cuando leemos sus ideas nos hace todo el tiempo sentir que estamos mucho mas en el mundo de Hegel (por supuesto transpolado al judaísmo) que en el del judaísmo mismo.
Así que hasta aquí tenemos los argumentos principales de Hirsch presentándonos su judaísmo Neo-Ortodoxo y los de Geiger que hablamos en la publicación anterior presentando sus argumentos del judaísmo Reformista. Dos individuos muy interesantes que se conocían muy bien. Dos Rabinos que batallaron las grades peleas intelectuales del siglo XIX con diferentes posturas filosóficas, teológicas y religiosas y de los cuales surgirán dos corrientes o movimientos distintivos dejando realmente un legado extraordinario que todavía continúan hasta nuestros días.
El judaísmo Ortodoxo vs el judaísmo Reformista
Pero no hemos terminado aquí porque antes de analizar el otro subconjunto del conjunto ortodoxo quiero comparar a Geiger con Hirsch y sugerir tanto las similitudes como las profundas diferencias entre estos dos pensadores y su legado hasta la actualidad.
En cierto punto como ya he sugerido eran parecidos. Ambos pensadores sienten la necesidad de hacer significativo el judaísmo con las demandas y los desafíos del mundo moderno. Ambos poseen una definición religiosa y no nacional de lo que el judaísmo es. Y ambos están preocupados por la asimilación y notan que el judaísmo tradicional que han heredado ya no es significativo frente a este nuevo mundo.
Por supuesto son diferentes en cuanto Geiger no esta comprometido con la noción tradicional de la revelación en forma literal, tal cual la describe la Tora, y Hirsch si lo esta. Esto implica que para Hirsch los 613 mandamientos son ordenados y deben ser cumplidos por todos mientras que para Geiger cada individuo puede elegir por cuenta propia que hacer y que no hacer.
Pero ¿qué mas sugiere una gran diferencia entre Geiger y Hirsch? Y acá quiero ofrecerles dos ideas más que creo son muy oportunas para entender mejor estos dos pensadores e incluso entender el judaísmo ortodoxo y su diferencia con el judaísmo reformista en la actualidad.
Primera diferencia: tolerar vs amar la cultura occidental
La gran diferencia es que Geiger entiende la cultura occidental no-judía del mismo modo que Hirsch lo hace. Pero Geiger y los reformistas se identifican mas con ella que lo que lo hace Hirsch. En otras palabras, Hirsch en la cuestión cultural como ya dijimos, esta dispuesto a mandar a un alumno judío suyo a la Universidad para que se eduque dentro del conocimiento occidental general. El concibe el hecho que ya no podemos vivir mas aislados y separados de lo que pasa allí afuera. ¿Pero realmente ama esa cultura? ¿Le importa? ¿Esta comprometido con ella? ¿Se siente tan cercano a Leibniz y Kant como lo hace con el Talmud y la Tora? No estoy tan seguro que así sea. Pero si estoy seguro que Geiger ama realmente la cultura occidental europea. Geiger y los reformistas entendieron la cultura alemana por lo que ella era y era algo a lo que ellos querían pertenecer y formaba parte inseparable de su ser. En pocas palabras para esta clase de judío saber alemán, comer comida típica alemana, saber sobre Kant, Leibniz y la Tora y el judaísmo era parte de un todo. No una cosa o la otra. No una por encima de la otra. Y por lo tanto ambas culturas eran muy importantes para los reformistas e incluso esto explica cuan cercanos se encuentra un judío liberal de la cultura norteamericana, latina o europea mucho mas que un ortodoxo. Geiger se siente identificado con la cultura alemana, su historia, sus costumbres y sus comidas mientras que Hirsch tolera esa cultura entonces ¿Cuál es entonces la gran diferencia moderna entre estas dos corrientes?
Para Geiger que ya se siente cómodo con la cultura occidental, lo que tiene que tratar de hacer ahora como reformista es poner toda su energía en descubrir qué hace del judaísmo algo único, particular o distinto a la cultura occidental que tanto ama. Qué tiene el judaísmo que no tiene la cultura occidental y por qué vale la pena preservarlo. Y este punto ya lo mencionamos en nuestra publicación anterior. ¿Qué es lo particular o único de ser judío?
Y aquí Geiger se encuentra así mismo irónica y paradójicamente en una situación muy interesante. Tiene que llegar a termino con su judaísmo y su pelea no es la cultura occidental ya que el ama esta cultura. Esta en paz con el mundo occidental moderno, capitalista y globalizado. Su pelea es con el cristianismo. Es decir que para justificar su judaísmo Geiger va a preguntarse qué religión refleja mejor los valores del mundo moderno que el ama. Qué religión refleja mejor los valores éticos y morales del mundo occidental. Quién debería ser el líder religioso moral y ético del mundo moderno. ¿Debería ser el cristianismo o el judaísmo?
Y este es el motivo por el cual Geiger se enfrenta a sus colegas cristianos y por eso esta tan obsesionado con la noción de que Jesús era un judío y que solo los judíos podían entender a Jesús. Esta es la razón por la cual el judaísmo reformista (y veremos esto de nuevo cuando hablemos de Hermann Cohen y Leo Baeck y otros pensadores reformistas o liberales mas adelante) está argumentando y comparando el judaísmo con el cristianismo y están tan preocupados por los diálogos y los encuentros inter-religiosos. Irónicamente el grupo de judíos mas racionales y liberales, en su búsqueda de la propia identidad judía en la modernidad, resucitan en una nueva forma en la modernidad la vieja pelea y discusión entre judíos y cristianos de la Edad Media.
Y este es el motivo por el cual a los Ortodoxos en general todo este tema ni les interesa. No es su lucha. No les importa demasiado las noción de la separación entre la Iglesia y el Estado ni las políticas de Estado. Mientras que les permitan seguir con sus vidas lo que pasa a nivel político generalmente no les interesa. Pero por el contrario los judíos reformistas o mas liberales son extremadamente sensibles a estos temas.
Incluso en la actualidad puedo darles un ejemplo personal muy claro.
En Enero del año 2009 viaje con todo un grupo de Jabad Luvabitch a New York y vivi por 10 diez días una experiencia de vida única y maravillosa que recuerdo con mucha alegría y cariño. Me aloje en casa de una familia de judíos pertenecientes a esta corriente judía y pude vivir, comer y respirar el aire y la vida de un judío perteneciente a Jabad Luvabitch viviendo en la comunidad de Crown Heights en Brooklyn. Me estoy refiriendo a una de las comunidades tal vez mas ortodoxas que existen. Shabbat en nuestro barrio parecía Shabbat en Jerusalem. Todo estaba cerrado e incluso si te cruzabas con alguien en la calle el saludo era “shabbes” es decir Shabbat Shalom en yiddish. Fui a la tumba del Rebe de Luvabitch y para hacerlo y poder ingresar tuve que antes ir a la mikve, descalzarme para entrar a su tumba y escribirle una carta. Rece en el 770 de la Eastern Parkway, es decir la comunidad central donde rezaba el Rebe de Luvabitch e incluso fui a escuchar a uno de mis Rabinos favoritos de Jabad un Shabbat por la mañana, el Rabino Yosef Yitzchak Jacobson.
Justamente en ese período se estaban llevando acabo las elecciones para Presidente de los Estados Unidos y era un momento muy sensible para los Estados Unidos y el mundo en general ya que el candidato favorito a Presidente era ni mas ni menos que Barack Obama, el primer Presidente afroamericano de la historia estadounidense. Así que como coronación del viaje recuerdo que ademas de la intensidad de vivir una vida como judío de Jabad Luvabitch en Brooklyn también experimenté la sensibilidad y emoción norteamericana frente a este gran evento de su historia. Recuerdo un aeropuerto entero parado mirando el el primer discurso de Obama como Presidente por Televisión. El mundo general estaba agitado y sensible con este tema.
Sin embargo las familias de Jabad con las que charlaba en Shabbat o en otras instancias cuando les preguntaba acerca de Obama y todo esto parecían completamente indiferentes. Simplemente me contestaban que el voto no es obligatorio en Estados Unidos y que ellos no votaban ni les interesaba el tema porque de hecho este grupo esta mas preocupado por su propio slogan continuo de Mesías Ahora! o Mashiaj Ya! u originalmente Mashiach Now! como nació en Brooklyn y por eso lo que sucede a nivel político contemporáneo realmente no les interesa demasiado ya que ven todo esto, en términos generales, como algo circunstancial y poco relevante.
Por el contrario como muchos de Uds. saben he trabajado los últimos nueve años de mi vida junto al Rabino Sergio Bergman en Argentina. No tengo mucho mas para agregar al respecto ya que el Rabino Bergman no solo es un Rabino originalmente reformista en sus raíces mas profundas sino que hoy en día es ni mas ni menos que legislador de la Ciudad de Buenos Aires. Por lo tanto este ejemplo personal de mi propia vida puede servir para reforzar estas aproximaciones diferentes de estas dos corrientes o movimientos judíos a cómo ser relaciona la ortodoxia por un lado y el reformismo o los judíos liberales por otro lado con respecto al Estado Moderno.
Es realmente muy interesante como estas posturas políticas emergen en la Modernidad. A los judíos ortodoxos todas estas cosas ni les interesan. Esta no es su lucha.
Y lo que quiero sugerir es que esto surge de una posición y diferencia teológica.
Por supuesto que estoy haciendo una generalización y esto no implica que todos los Rabinos y judíos reformistas o liberales están comprometidos o interesados en la política mientras que a ningún ortodoxo le interesa para nada. Hay también Rabinos y judíos ortodoxos que están comprometidos con partidos políticos. Simplemente estoy haciendo una generalización para poder comparar estas dos aproximaciones judías a los desafíos de la Modernidad.
Segunda diferencia: libertinaje vs libertad responsable
La segunda idea que quiero ofrecerles es acerca de estos dos conceptos de libertad que estuvimos hablando.
Existen según el filósofo Isaiah Berlin dos trayectorias de libertad: la libertad positiva y otra que el llama libertad negativa (http://es.wikipedia.org/wiki/Isaiah_Berlin). La libertad negativa es la libertad de hacer lo que a uno se le antoja o quiere. Por el contrario la libertad positiva es la de subordinar la voluntad individual de hacer lo que uno quiere con una voluntad mayor (ya sea la de un padre, un texto religioso, una comunidad religiosa o la ley cívica de un país o una nación). Esto último es lo que lo hace a uno justamente un hombre libre dentro de un marco de libertad responsable.
Por ejemplo un ciudadano dentro de la leyes de un Estado. En el modo mas básico de explicar esto podemos dar el ejemplo que uno es realmente libre de manejar un auto siempre y cuando respete las leyes de tránsito. Uno es libre dentro de un contexto de responsabilidad. No tengo mucho mas para elaborar aquí porque ya lo he hecho en el caso de Hirsch.
Pero lo que quiero manifestar como diferencia entre los primeros judíos reformistas en contra de los ortodoxos es que la libertad negativa de hacer lo que aun se le antoja o lo que uno quiere es la libertad de Abraham Geiger y los primeros reformistas. En otras palabras lo que refleja su filosofía es la noción de ser libres con respecto a un agente externo como puede ser la Ley Judía justamente o los Rabinos. De todos modos como mencioné en la publicación anterior, en los últimos años el reformismo esta cada vez mas cercano a la libertad positiva – si bien esto va aconteciendo muy lentamente- aceptado de a poco que deben reformar esta postura y asumir también lo que en hebreo se conoce como jukim, es decir leyes, mitzvot o mandamientos que no resultan humanamente racionales como por ejemplo comer casher o no mezclar prendas de vestir que tienen lana y lino, etc.
Pero para Hirsch y los ortodoxos la libertad es la libertad positiva. Lo que implica que ser libre significa tomar mi voluntad individual y elevarla hacia una voluntad mayor. Y esa es la voluntad de la Tora.
Conclusión entre las diferencias entre Reformismo y Ortodoxia
Y por lo tanto en estos dos temas acerca de como se relaciona uno con la cultura occidental y el cristianismo por un lado y como uno entiende el concepto de libertad o de hacer lo que uno quiere por otro lado podemos entender las dos grandes diferencias entre Abraham Geiger y Samson Raphael Hirsch
El judaísmo Haredí o Ultra-Ortodoxo
Para concluir quiero brevemente mencionar el otro subconjunto que nombramos al principio de esta publicación. Si lo recuerdan les pedí al comienzo que imaginaran un conjunto que se llama judaísmo ortodoxo y les dije que dentro de este conjunto hay dos subconjuntos que pertenecen al conjunto ortodoxo.
El primer subconjunto ortodoxo es el de Hirsch, la Neo o Moderna Ortodoxia a la cual nos dedicamos hasta aquí. La otra división o subconjunto de la ortodoxia era la que habíamos llamado “Ultra-ortodoxia” o “Haredi”.
Así que para cerrar voy a explicar un poco sobre una postura aún mas extrema que la que asume Hirsch. Podríamos incluso y utilizando el lenguaje de nuestra publicaciones decir que Hirsch es un judío interno mientras esta postura que hablaremos ahora pertenece a un judaísmo rechazador.
Y acá me voy a referir brevemente ya que no voy realmente a entrar en profundidad en su mundo intelectual y espiritual a un Rabino que claramente es él el representante de un diferente tipo de ortodoxia. Su nombre es Moises Sofer también conocido como el Jatam Sofer.
Sofer es un Rabino que nace en Alemania también pero se instala en Hungría y se convierte en un reconocido líder de los ortodoxos a principios del siglo XIX. Creo que es importante comparar este tipo de ortodoxia con la que ya describimos ya que en substancia y estilo este Rabino es diferente a Hirsch.
En 1819 junto con otros Rabinos que eran colegas suyos con la misma inclinación escribió una serie de respuestas legales condenando cualquier cambio en los servicios religiosos y en particular atacando a los reformistas por sus ridículas propuestas con respecto al judaísmo. Noten que el género en que el escribe no es literatura alemana del modo en que Hirsch y Geiger escribían en Alemania sino en el lenguaje tradicional de hebreo y arameo y en el estilo tradicional rabínico de “responsas” llamado en hebreo sheilot utshuvot (que literalmente significa preguntas y respuestas).
En otras palabras, el modo en el se enfrenta a sus oponentes que son Hirsch y Geiger no es entrando en el mundo de la cultura alemana y su estilo literario sino escribiendo en hebreo y arameo. Por supuesto que solo los que estaban formados podían leer este tipo de argumento pero este es el modo en que se presenta así mismo.
La posición mas famosa de Sofer puede ser resumida en 5 palabras que voy a decirlas en hebreo porque ese era el idioma en el que escribía y luego voy a traducirlas.
Kol jadash min haTora asur.
Cualquier novedad, cualquier cosa que es nueva esta prohibida por la Tora. ¿Es esto verdad? ¿de dónde saca el Jatam Sofer esta máxima? ¿se encuentra esto dentro de la tradición judía? ¿Era esta idea una realidad para judíos como Saadia Gaon o Maimonides?
Lo que vemos es claramente que en el despertar de todas estas nuevas contingencias: la emancipación, el surgimiento del capitalismo, la industrialización, la secularización, la racionalización, el estado-nación y sus instituciones y las constituciones de los países modernos tal cual los conocemos hoy y con todos estos cambios culturales en la Europa moderna si uno quiere ser judío para Sofer solamente hay que meter la cabeza dentro de la tradición. Cualquier cosa que es nueva, cualquier cosa que no existía hasta ahora es mala, esta prohibida por la Tora y por extensión por Dios quien fue según su visión quien entrego la Tora.
Esta posición defensiva no es necesariamente el judaísmo tradicional. En otras palabras, mi intención al comparar a Sofer con Hirsch y el resto de sus contemporáneos es demostrarles claramente que incluso los argumentos de Sofer son una respuesta a un momento particular en la historia. Lo que quiero sugerir acá es que el judaísmo tradicional anterior al 1500 no era necesariamente el judaísmo que estaba practicando Sofer. Sofer podía reclamar todo lo que quisiera que él era el representante de esa tradición. Pero de hecho al reaccionar en forma tan rígida, tan emocional y tan defensiva con respecto a que cualquier novedad esta prohibida él mismo estaba construyendo su propia respuesta al trauma de tener que vivir en el siglo XIX y los comienzos de la Modernidad.
Y como ya dijimos y para cerrar esta publicación lo que quiero que vean es que el judaísmo ortodoxo en su totalidad es una construcción moderna. No es el judaísmo tradicional de la Edad Media.
En pocas palabras ninguna de todas estas ideologías representan al judaísmo tradicional. Son todas respuestas específicas e interpretaciones de la tradición judía a la luz de estos nuevos cambios sociales, culturales y religiosos de la modernidad. Incluido Sofer. El judaísmo tradicional jamás hubiese respondido diciendo que cualquier cosa nueva es mala. Hubo siempre elementos dentro de la tradición que permitían cambios para cosas novedosas (como por ejemplo agregados en la liturgia, nuevas interpretaciones, etc.) y por lo tanto entender esta rigidez por parte de un pequeño segmento dentro del judaísmo a los desafíos de la modernidad es comprender que lo que tenemos aquí es claramente otra construcción moderna frente a los desafíos de la modernidad. Un fenómeno post-emancipatorio del mismo modo que había dado nacimiento al Reformismo y la Neo-Ortodoxia.
Y así ya vemos como todos estos pensadores se enfrentan a un nuevo mundo en el cual los judíos ya han recibido derechos políticos y ahora deben lidiar con la realidad social de vivir en este nuevo mundo y tratar de encontrar un camino haciéndose la pregunta sobre qué es lo relevante de seguir siendo judío.
Nos queda una última ideología para presentar en este panorama de respuestas judías de pensadores alemanes a los desafíos de la modernidad. Esta ideología que queda es la que llamamos Judaísmo Conservador y será el tema de nuestra próxima publicación.
hola shalom amigos es muy lindo leer como ustedes an publicado todos estos articulos, pero ami me gustaria que me hisiera el fabor, de mandarme todo lo relasionado con el judaismo ortodoxo y el reformista para decidir entre el uno y el otro
att. mosheh ben israel mandar mi correo. Joseph_7771@yahoo.com el salvador
Hola Moshe,
Estas publicaciones pueden servirte en tu búsqueda:
http://www.judiosyjudaismo.com/2011/07/el-judaismo-reformista/
http://www.judiosyjudaismo.com.ar/2011/08/el-judaismo-ortodoxo/
Y luego: http://www.judiosyjudaismo.com/2012/02/%C2%BFcual-es-la-diferencia-entre-ortodoxo-conservador-reformista-y-jabad-luvabitch/
Saludos