¿Alguna vez se imaginaron a qué tipo de Dios reza el prójimo? Todos rezamos al mismo Dios y sin embargo cada uno de nosotros piensa o siente algo diferente cuando hablamos de Dios. Por supuesto que esto no es un problema sino una gran riqueza. Pero no puedo dejar de intrigarme con qué piensa el otro cuando habla de Dios, La Energía, La Naturaleza o el nombre qué se les ocurra.
No sólo podemos jugar a imaginar el Dios del de al lado sino también el Dios de nuestros antepasados. ¿Cómo hacemos esto? Leyendo lo que ellos escribieron sobre Dios. Y se me ocurrió ayer ¿qué mejor que conectarse con Dios del modo que Maimonides lo hacía? ¿Es esto posible?
Primero unas breves palabras para refrescar la memoria. Maimonides fue un judío medieval notablemente influenciado por las filosofía griega que tanto amaba. Heredero de dos poderosas tradiciones -la judía y la griega- su objetivo fue el de reconciliar ambas. Para Maimonides la Verdad era una sola y como él sentía que ambas tradiciones eran verdaderas en lo que proponían, llegó a la conclusión que ambas debían estar diciendo la misma Verdad pero en diferentes idiomas. Por eso se dedicó a exponer lo que tenían en común en gran parte de su obra (para más sobre Maimonides ver mis publicaciones: MOISES MAIMONIDES Y SU FILOSOFÍA – PARTE 1 y MOISES MAIMONIDES Y SU FILOSOFÍA – PARTE 2)
Por el simple hecho de filosofar sobre la tradición judía Maimonides comenzó a imaginarse un Dios cada vez más abstracto, racional y metafísico. Para este tipo de pensamiento racional que Maimonides tenía lo más elevado que podemos alcanzar no es lo que sentimos sino lo que sabemos o podemos “conocer”. Así, pensando lo más complejo que podemos pensar, Maimonides declaró que Dios conoce su propio Ser, lo entiende tal cual es y no como un conocimiento externo a sí mismo. En conclusión Dios es Uno que conoce, es conocimiento y es el conocimiento de sí mismo- todo esto siendo Uno.
Luego de la tortuosa exposición filosófica sobre Dios como Conocimiento Maimonides concluyó con su mayor contribución al pensamiento medieval filosófico: todo esto se encuentra más allá del poder del habla para expresar, más allá de la capacidad del oído para escuchar y más allá de la mente humana para comprender con claridad. En otras palabras, según Maimonides podemos pensar y racionalizar todo lo que queramos que de todos modos nunca vamos a poder comprender a Dios ni expresar “Su esencia”.
Imagino lo que estarán pensando: ¡¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO?! ¿Cómo puedo rezarle a un Dios así? Nuevamente les recuerdo que estamos tratando de entender a qué idea de lo que es Dios le rezaba Maimonides.
Maimonides era tan humano como cualquiera de nosotros. Experimentaba la vida en forma similar. Tenía momentos alegres y momentos tristes. Certezas e incertidumbres. Miraba el mismo mundo que vemos nosotros, su naturaleza y su historia. Y por lo tanto su búsqueda era la misma que la nuestra: ¿cuál es la esencia de Dios? ¿a qué o a quién le estoy rezando?
Su propuesta fue entonces enfatizar la integridad total de la esencia de Dios. Nosotros nos entendemos a nosotros mismos, nuestras vidas y nuestro conocimiento como “cosas” separadas unas de las otras. Las tres representan aspectos de nuestra personalidad pero no son dependientes para existir. Mi conocimiento está separado de mi existencia puesto que hubo un “Diego” antes que yo supiera algo del mundo y seguirá habiendo un “Diego” cuando me haya olvidado gran parte de lo que se. El Conocimiento entonces no es intrínseco a mi esencia.
Pero esto no ocurre con Dios según Maimonides. Para Dios no existe el conocimiento como algo separado. Decir que Dios es Uno para Maimonides significa que Dios es el sujeto, el verbo y el objeto sucediendo al mismo tiempo en forma eterna y sin cambios. Para decirlo de otra forma, Dios es “conocimiento conociéndose a sí mismo”. Si lo más elevado para Maimonides era el Conocimiento no hay nada más cercano a lo absoluto que “el Conocimiento conociéndose”.
En la Tora la idea que Dios es Uno y Único implica una relación entre Israel y Dios o cómo Dios e Israel están exclusivamente comprometidos. La Tora no nos dice cómo es Dios. Pero con Maimonides la esencia de este Dios se ha convertido ahora en una articulación abstracta y filosófica. El Dios de Moises dejó de ser una conexión visceral y emocional y con Maimonides se convirtió en una sentencia filosófica que satisface la mente. Este Dios de Maimonides tiene mucho más de ideas aristotélicas que ideas bíblicas. Tal vez este haya sido uno de los motivos por el cual las enseñanzas de Maimonides generaron tanta controversia para sus contemporáneos y aún en mucho de nosotros.
¿Piensan ustedes en Dios de este modo al rezar? ¿Qué imagen de Dios tienen? ¿Les gustó la idea de Maimonides?