¿Qué representa Jesús para los judíos? ¿Es tan solo un hombre más de la historia? ¿Un profeta? ¿Un rabino? ¿Un mesías falso o fallido? ¿O es acaso un judío que encontró una verdad que nadie más pudo ver o aceptar en su época?
Desde que inicié este blog en 2011 he recibido muchísimos emails preguntándome sobre Jesús y el cristianismo. El repertorio de emails incluye:
- Los que quieren entender mejor a Jesús como judío, anterior al surgimiento del cristianismo.
- Los que están atravesando una «crisis» en sus creencias con respecto a Jesús como mesías o hijo de Dios.
- Admiradores de Jesús como una gran personalidad saturada de espiritualidad, al mismo tiempo que rechazan (o tienen problemas para la relacionarse con) la Iglesia y los dogmas religiosos del cristianismo y su institución.
- Judíos que quieren comprender mejor cómo comenzó el cristianismo y cómo y por qué pudo Jesús tener el impacto que tuvo en la historia.
Respeto y diversidad de opiniones
Respeto profunda y sinceramente a todas las personas que han encontrado consuelo y sentido en Jesús. Nunca ha sido mi intención convencer a nadie que crea lo mismo que yo creo ni tampoco dedicarme a polemizar en contra de otras creencias o prácticas. No tengo dudas que como judío al escribir sobre Jesús voy a levantar siempre sospechas o prejuicios. Mi intención es ser lo más objetivo posible pero no soy un objeto sino un sujeto, así que terminaré siendo subjetivo aunque no lo intente.
Así como no hay única visión absolutista para la mayoría de los temas que se discuten en el judaísmo, tampoco hay una única visión sobre Jesús.
- Debido a la experiencia histórica, la mayoría de los judíos asocia a Jesús directamente con la Iglesia, el cristianismo, la Inquisición, las Cruzadas, las quemas del Talmud, torturas, odio, antisemitismo y asesinatos. Todo esto genera un rechazo total tan solo al escuchar su nombre.
- Por otra parte algunos judíos consideran a Jesús un sabio al nivel de los mismos rabinos que leemos en la literatura talmúdica y sienten orgullo que un tercio de la población mundial admire a una persona que nació, vivió y murió como judío más allá de lo que la Iglesia hizo con su figura años más tarde de su muerte. Estos judíos muchas veces lo llaman Rabino Jesus y no es poco importante mencionar que dentro de este abanico se encuentran no solo académicos como Mario Saban sino también rabinos de todos los espectros incluido el rabino ortodoxo Shlomo Riskin y el rabino reformista Sergio Bergman.
- Otros judíos lo consideran un hereje total y ni siquiera se interesan por saber algo de él. Gran parte de estos judíos confían en lo que han escuchado sobre Jesús de otras personas (sus padres, rabinos, maestros o amigos) y se convencen que su deber es memorizar estos entendimientos ajenos para luego utilizarlos y aplicarlos como hechos, en lugar de indagar por cuenta propia.
- Sin embargo muchos pensadores judíos se han sentido atraídos por Jesús a nivel histórico al intentar comprender el desarrollo del judaísmo rabínico y la diversidad religiosa en los comienzos de la Era Común.
La mayoría de los judíos no sabemos realmente mucho de Jesús, lo que está escrito en el Nuevo Testamento ni las creencias y prácticas cristianas. Creemos que sabemos pero cuando somos interpelados a explicar la fe, los rituales y los textos cristianos en detalle, no tenemos ni la menor idea. Y por supuesto, dentro del cristianismo mismo también hay diferentes entendimientos sobre Jesús.
Lo que enseña la tradición judía
Más allá de todos estos entendimientos, hay una visión que atraviesa claramente la figura de Jesús para quienes se adhieren a las enseñanzas del judaísmo: Jesús no es considerado el mesías y mucho menos el hijo de Dios. Esta es la respuesta más simple y directa. Quien piensa lo contrario se separa de la nación y religión judía. Los motivos de este rechazo son demasiados para cubrir en una sola publicación pero incluyen mucho de lo que el cristianismo construyó alrededor de su figura. Entre los rechazos encontramos:
- Rechazos teológicos: Dios como tres; Dios que se hace hombre; negación del mundo material; adoración de imágenes, vírgenes, santos, ángeles e incluso curas como intermediarios que perdonan y expían pecados en nombre de Dios.
- El no cumplimiento de las expectativas mesiánicas desde la perspectiva judía
Lo que es importante destacar es que el modo en que los judíos han entendido la figura de Jesús ha ido cambiando a lo largo de los años. Durante la Edad Media la relación entre judíos y cristianos fue en términos generales muy negativa. Nos referimos nuevamente a persecuciones, disputas públicas, quemas del Talmud, expulsiones, Inquisición, torturas y asesinatos. Hoy las cosas han cambiado y no deberíamos menospreciar la historia. Anterior al Concilio Vaticano II los judíos y los cristianos se consideraban enemigos. Ahora nos vemos como amigos. El cambio es realmente asombroso. Cualquiera que conozca algo de historia judía y parte de la historia de la Iglesia no puede sino sorprenderse con el hecho que en las últimas décadas los judíos y los cristianos realmente hemos aprendido a convivir como nunca antes en 2000 años de historia.
Conclusiones
Una gran cantidad de tiempo se ha volcado en los últimos años en lo que se conoce como diálogo interreligioso. Cuando es bien realizado, no se busca una fusión o asimilación de doctrinas distintas sin coherencia sustancial, sino más bien la promoción del entendimiento entre las diferentes religiones para aumentar la aceptación de los demás. En estos ámbitos interreligiosos se hace hincapié en lo que todos tenemos en común y sin duda hay muchas cosas que las principales religiones del mundo comparten, principalmente los principios de ética y espiritualidad. Pero debemos ser claros en cuanto a nuestras diferencias y ser cuidadosos de respetar dos ideas centrales:
- Mantenernos en diálogo evitando el monólogo. Declarar que los judíos vivimos tragedias históricas y no vemos la luz porque no aceptamos a Jesús como Mesías no genera empatía ni acercamiento sino fundamentalismo y distanciamiento. Un musulmán podría utilizar el mismo argumento para declarar por qué los judíos y cristianos no verán la luz hasta no creer lo que propone el Islam.
- Celebrar la diferencia. Si Dios hubiese querido que todos creyéramos y practicáramos lo mismo ¡no nos hubiese creado tan diferentes! Las diferencias hacen del mundo un lugar más interesante, mas colorido, mas rico, mas creativo y mejor. En definitiva, es lo que lo hace mas cercano a la imagen de Dios.
Finalmente me gustaría conocer tu opinión. ¿Qué piensas o crees de Jesús?