La literatura rabínica
Muchos judíos no saben realmente qué es la literatura rabínica. Sabemos que tenemos algo llamado Talmud y sin embargo pocos pueden explicar en pocas palabras qué es. Por eso en esta publicación quería ofrecerles algo diferente. En lugar de mis típicas reflexiones judías quiero en esta oportunidad compartir una presentación extremadamente resumida sobre los textos que escribieron nuestros antiguos Maestros, es decir nuestros Rabinos, para poder responder cada vez que nos preguntan ¿qué es la Mishná? ¿qué es la Guemará? ¿qué es el Talmud? y ¿qué es el Midrash? Si no le preguntan esto a ustedes o no es un tema de charla entre amigos quizá no frecuentamos el mismo tipo de eventos sociales o fiestas.
El Talmud
Cuando los judíos hablamos de el Talmud nos estamos refiriendo al Talmud de Babilonia. Este Talmud es el sueño dorado de cualquier biblioteca judía. En las ediciones impresas ocupa más de veinte tomos. Dentro de estos veinte tomos hay una enorme compilación de leyes rabínicas y sabiduría judía escritas en hebreo y arameo, las dos lenguas que los judíos hablaban al momento de escribir estos textos. El Talmud parecería a simple vista contener diferentes opiniones y comentarios. Sin embargo no debemos olvidar que todos estos textos fueron editados y los Rabinos decidieron finalmente -a modo de narrador omnisciente- qué historia contarnos. Así que asumir que estaban todos escribiendo libremente sus opiniones y comentarios al mismo tiempo en el mismo manuscrito es por supuesto una exageración. La edición final ocurrió alrededor del siglo VI en Babilonia que hoy forma parte de Irak y por eso se lo llama Talmud de Babilonia o Babilonio o también Talmud Babli.
La historia muchas veces resulta irónica y en especial si uno considera que Irak fue el hogar de una de las más grandiosas comunidades judías de la historia. Les recuerdo que los judíos habían sido exiliados desde la tierra de Israel a Babilonia en el año 586 Antes de la Era Común (o si prefieren antes del nacimiento de Jesús) y vivieron allí confortablemente gobernados por los Persas, los Sasánidas y los diferentes gobiernos Musulmanes hasta la Modernidad. ¡Estamos hablando de una comunidad judía instalada en Irak que no solo sobrevivió sino que prosperó mucho más que otras comunidades judías de la historia por 2500 años!
El Talmud es el producto de las academias rabínicas que florecieron en Babilonia desde el año 220 de la Era Común (o si prefieren después del nacimiento de Jesús) hasta el año 500 aproximadamente. Luego de ser editado y compilado el Talmud fue estudiado en todas las academias rabínicas del Mediterráneo y Europa. Posteriormente fue comentado, copiado en manuscritos y finalmente con la aparición de la imprenta fue nuevamente compilado ahora con los comentarios que con el paso del tiempo ya se habían convertido en un clásico (dicho sea de paso, hace rato que tenemos ya ediciones digitales del Talmud). Así es cómo el Talmud se convirtió en una obra de más de veinte tomos. Algunos dicen que si se estudia un folio de página por día (tiene dos caras cada folio) puede ser leído en su totalidad en siete años. Vale la pena mencionar que pude ser leído en siete años pero no necesariamente implica que se lo ha comprendido.
El Talmud es también un compendio de muchas obras rabínicas anteriores. Está organizado como un comentario pero no sobre la Biblia sino sobre la primer obra rabínica de la historia: la Mishná. La Mishná es casi en su totalidad una colección de opiniones legales sobre la práctica judía. Pero no es un compendio de Ley Judía ya que generalmente ofrece múltiples opiniones sobre cada tema. Incluso estas opiniones pueden llegar a ser presentadas en forma conflictiva y no unánime. Con el tiempo llegaremos a otra etapa en la historia judía con la creación de compendios de Ley Judía que aparecen en la Edad Media. Estos compendios lo que hacen en esencia es quitar del medio todas estas discusiones para ir directo a la Ley final. Los judíos en determinado momento de la Edad Media simplemente querrán saben cuál es la Ley, qué deben decir y qué deben hacer puesto que ya no quieren lidiar más con todas estas discusiones, comentarios y verborragias rabínicas. Pero la verdad es que los comentarios y las discusiones rabínicas son la esencia de la relación con Dios y lo que de algún modo el judaísmo es hoy desde una perspectiva judía.
La Mishna
La Mishná está organizada en categorías de la Ley Judía filtrada por los primeros Rabinos. Una sección de la Mishná puede por ejemplo lidiar con el tema de las festividades judías mientras que otra sección debate las leyes de matrimonio. La Mishná fue editada y compilada en la tierra de Israel alrededor del año 200 EC bajo la ocupación romana. Gran parte de la Mishná refleja las interpretaciones posteriores a las leyes que aparecen en la Biblia relacionadas con el sacrificio de animales llevados acabo únicamente por los Cohanim (o Sacerdotes) en un sólo lugar específico del planeta: el Gran Templo en Jerusalem. Y el motivo por el cual todas estas interpretaciones son posteriores a la tradición bíblica es justamente por el hecho que los primeros Rabinos tuvieron que adaptarse a una nueva condición social e histórica (diferente a lo que sus abuelos llamaban tradición judía) cuando el Gran Templo de Jerusalem fue destruido y sus líderes destituidos por los romanos en el año 70 EC. Incluso ciertos pasajes de la Mishná reflejan leyes romanas que por supuesto uno podría esperar encontrar ahí ya que los Rabinos estaban condicionados por el entorno circundante en el cual estos textos fueron puestos por escrito. Cualquiera que escribe algo se ve siempre influenciado en forma directa o indirecta por el entorno en el que uno habita. En otras palabras la Mishná fue escrita por seres humanos en el planeta tierra condicionados por un momento particular y específico de la historia.
El Talmud de Jerusalem
El Talmud de Babilonia también cita fuentes de otra interpretación rabínica de la Mishná que había sido hecha en la tierra de Israel hasta el momento en que el Cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio Romano en el año 380 EC (recordemos que los primeros cristianos eran judíos y estos judeocristianos eran una secta judía que se había desprendido del Judaísmo mismo). La conversión del Imperio Romano al Cristianismo era una mala noticia para los judíos viviendo en Israel porque la teología cristiana podía convertirse ahora en legislación social y en consonancia con dicho evento la vida judía en Israel en ese período comenzó a declinar. De hecho ese declive en la tierra de Israel precipitó el fin de otro Talmud anterior al de Babilonia que fue editado a finales del siglo IV en Israel.
Talmud = Mishna + Guemara
En otras palabras, desde la perspectiva judía los primeros 500 años de la Era Común son conocidos como “La Era Talmúdica”. Esto significa que desde el momento en que un Rabino llamado Iojanan ben Zakai se instaló en una ciudad conocida como Yavne y reclutó Sabios judíos para que lo acompañaran, todos ellos lograron producir miles de interpretaciones extraordinarias de la Tora y las transmitieron de forma oral (una generación se la contaba a la otra e iban así aprendiendo las interpretaciones de memoria repitiéndolas) hasta que llegamos al año 200 EC cuando todas estas interpretaciones son compiladas y finalmente puestas por escrito en una obra titulada Mishná que literalmente significa repetición. Todos los Sabios que son mencionados en la Mishná son conocidos como Tanaim, es decir Maestros, y vivieron durante el 200 AEC al 100 EC. La buena noticia era que una vez que todas estas interpretaciones habían sido puestas por escrito no solo que ya no había que memorizarlas ni repetirlas todo el día sino que ahora se podía agregar nuevas interpretaciones a las que ya se habían compilado. Y así por los siguientes 300 años la Mishná fue discutida, elaborada y expandida por las siguientes generaciones. Todas estas nuevas interpretaciones de la Mishná fueron preservadas también bajo otro nuevo título que se edita con en el nombre de Guemará (que significa literalmente estudiar). Y la fórmula que deben recordar es: Mishná+Guemará = Talmud y ahora entienden porque se llama “Era Talmúdica”. Los Sabios que son mencionados en la Guemará son conocidos como Amoraim, es decir Comentadores, y vivieron durante el 200 EC al 500 EC.
La Mishná y la Guemará estudiadas o editadas juntas en una misma página es lo que llamamos Talmud. Y el Talmud se convirtió en el texto básico que es creado en el período rabínico y emerge como texto fundacional del curriculum de estudio judío. Pero como dice el chiste, cada judío tiene dos preguntas, tres respuestas diferentes y por eso va a cuatro sinagogas distintas y así los judíos no tenemos un solo Talmud sino dos: uno escrito por los judíos que estaban en Israel (que para ese entonces Adriano el Emperador Romano ya la había renombrado Palestina) y otro por los judíos que vivían en Babilonia. El Talmud editado en Israel/Palestina se llama Talmud Ierushalmi y el otro editado en Babilonia se llama como ya dijimos Talmud Babli. Debido a que la condición social de los Rabinos en Babilonia era mejor que la de sus colegas en la Jerusalem constantemente atacada y en peligro, el Talmud de Babilonia termina siendo más elaborado y mas completo. Los dos se basan en la misma Mishna pero son leídos en diferentes academias por diferentes Rabinos y en diferentes lugares del mundo y por lo tanto tenemos muchos paralelismos pero también muchas diferencias muy interesantes entre ambos textos. Y por supuesto que esas diferencias son el reflejo de los judíos viviendo bajo diferentes gobiernos como el Romano en Palestina y el Persa en Babilonia. Lo que emerge finalmente es el Talmud de Babilonia como el más completo, el más autorizado y el referente principal del judaísmo rabínico. De hecho lo que veremos es que la determinación final sobre cuál de los dos Talmud es el más autorizado es una decisión que terminan tomando los judíos medievales posteriores. De todos modos el Talmud Ierushalmi se sigue estudiando también hasta la actualidad y posee tradiciones rabínicas alternativas a algunas que figuran en el Talmud Babli.
Midrash (plural Midrashim)
Lo último que quiero agregar y que forma parte de la literatura rabínica son los comentarios bíblicos llamados midrash (plural midrashim) que también comienzan con los primeros Rabinos. La palabra midrash puede hacer referencia a todo un cuerpo de interpretaciones conocido como Midrash Raba. Midrash también significa explorar, indagar, buscar o incluso demandar y lo que se está demandando es el sentido o significado de un pasaje o texto que no resulta tan claro en la Biblia. Los Rabinos amaban escribir este tipo de literatura midráshica que les permitía llenar los espacios en blanco o imaginarse los diálogos que no figuran en las historias bíblicas. Como a todos nos gustan las buenas historias y cuentos, el midrash se convirtió eventualmente en una excelente herramienta pedagógica de los Rabinos. Con la debida disculpa a nuestros Maestros y con el objetivo que puedan ustedes apreciar de que se trata el midrash como género literario, simplemente piensen en alguna fábula con moraleja (como la de la liebre y la tortuga) y están más o menos en tema. Algunos midrashim que tenemos son de la época de la Mishná (compuestos entre el 100 y el 200 EC y editados en el 300 EC), otros midrashim son del período del Talmud (entre el 300 y el 500EC) e incluso algunos otros son tan tardíos que fueron escritos bajo la dominación islámica (desde el 612 aproximadamente hasta el 1000).
La importancia de todo este material
¿Por qué es importante conocer y explorar todas estas obras? Por una simple razón: el judaísmo no es bíblico sino rabínico y talmúdico. Pase lo que pase en la historia los judíos no dejaremos de llamar judaísmo a todo el material que se desprende de estas obras. Vamos a seguir estudiando y haciendo nuestros propios midrashim de la Biblia en cada generación y en respuesta a los diferentes eventos de la historia. Pero siempre que nos pongamos a practicar el judaísmo vamos a volver una y otra vez a toda la literatura rabínica para que aquello que llamamos judaísmo tenga sentido y cohesión comunitaria.
El contenido y el estudio de este material no es solo para determinar cuál es la Ley Judía (esa es una definición muy básica y demasiado simple con respecto a lo que estamos mencionando). Es envolverse uno mismo en el proceso de aprendizaje de todo este material que es en si mismo una tarea sagrada. En otras palabras, no es sólo saber cual es la Ley y qué es lo que debemos hacer como judíos lo que se busca sino que es el estudio en si mismo y sin otro fin ulterior lo que importa. Es estudiar por amor al estudio. Es abrir un libro para que Dios nos hable. Es la pasión por las letras, las palabras, el texto y las interpretaciones y reflexiones que hacemos al leer lo que nuestros antepasados vivieron y pensaron y cómo sigue siendo relevante para nosotros hoy. Lo que al fin de cuentas realmente anhelamos es poder participar en el proceso intelectual a través del cual uno llega a las conclusiones sobre cuál debería ser la Ley y la manera de actuar en el mundo.
Así el estudio se hace sagrado. Talmud Tora kenegued kulam es una expresión rabínica que declara que no hay ningún mandamiento más importante en el judaísmo que el estudio de la Tora. Eso significa el estudio de la Tora en el sentido más amplio de lo que esta palabra implica y con eso nos referimos al estudio de toda esta literatura rabínica.
Siendo uno partícipe del estudio de todo este material, al envolverse uno mismo en el proceso lógico de lo que se está discutiendo, al llegar a las conclusiones y poder expandir estas conclusiones y definiciones y traer nuevas comprensiones y nuevos desafíos más grandes para intentar entender estos textos y su estructura a un nivel cada vez más elevado y complejo trayendo nuevos problemas sobre lo que los textos sugieren para seguir así debatido dentro de la tradición cuál es el sentido de lo que se esta discutiendo dentro de cada diferente contexto histórico; haciendo todo esto uno ha cumplido con su rol como judío en la historia.
Si quieren empezar ya mismo a explorar el Talmud visiten Talmudiando, el blog del Rabino Joshua Kullock que es un deleite para leer y un torrente de sabiduría.