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Judíos & Judaísmo

antiguo, novedoso, sagrado.

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Lo más importante de la vida

01/02/2014 por Diego Edelberg 39 comentarios

 

La auto-estima es un tema popular de nuestra generación. Escuchamos constantemente frases como “para estar bien con alguien primero tienes que estar bien contigo” o lo más importante es conocer «lo que vales». Por todos lados nos bombardean con la importancia de sentir que “somos valiosos”. Sin embargo la verdadera auto-estima es mucho más profunda y no se mide solamente por cómo nos sentimos hoy o por lo bueno que somos realizando algún trabajo o actividad (incluso sin importar si somos los mejores en el mundo en dicha actividad).

En forma absolutamente errada podemos creer que somos importantes porque somos atractivos físicamente o porque nuestra pareja es físicamente bella. Podemos convencernos que somos importantes porque tenemos más dinero que otras personas o porque realmente somos muy buenos en nuestros trabajos. Pero el problema con todas estas cosas es que pueden cambiar en forma inesperada.

Nuestra apariencia física, nuestro dinero y nuestra capacidad de hacer bien algún trabajo es algo que inevitablemente cambia (y a veces no siempre del modo que esperamos). Nuestra pareja también puede cambiar un día. Sin bien todo lo que logramos, hacemos y tenemos, anhelamos que se mantenga y nos aferramos a ello, siempre está la posibilidad que cambie en un segundo. Todo lo que es humano es temporario. Y si nuestro más profundo nivel de auto-estima está medido por todas estas cambiantes cosas, entonces también cambiará constantemente el sentimiento que tenemos sobre nosotros mismos.

Por lo tanto nuestra auto-estima debe estar enraizada en algo permanente. De hecho un legado importantísimo que podemos dejar en nuestros seres queridos es un sentimiento real y permanente de auto-estima. Y el secreto está siempre en recordar que estamos creados a imagen de Dios (Génesis 1:26). Eso significa que todo el tiempo somos importantes. Naturalmente vamos a tener días que consideraremos buenos y otros malos. Momentos de éxito y de fracasos. Instantes de mucha fe y períodos enteros en los que nada parecerá tener sentido. Pero entendiendo la esencia de lo permanente nunca nos sentiremos inútiles del todo. Sólo tomando conciencia de esta realidad permanente descubrimos que no solo somos importantes sino que nuestro verdadero valor es incalculable.

No hay terreno más fértil para sembrar la auto-estima que recordarnos una y otra vez que somos una parte de aquello sagrado que admiramos. Así lo más importante de la vida es caminar con lo sagrado de nuestra auto-estima a todos lados. Todo momento es importante y sagrado porque nosotros mismos somos parte del momento.

Archivado en: Aforismos, Citas, Espiritualidad y Religión, Judaismo Hoy Etiquetado como: auto-estima, autoestima, conciencia, dios, el sentido de la vida, el tiempo, imagen y semejanza

2013, un buen año para Judíos y Judaísmo

26/12/2013 por Diego Edelberg 8 comentarios

 

Chau 2013

Llega el fin del año 2013. Esto realmente no significa nada para los judíos de acuerdo al Luaj (el calendario Hebreo). No hay nada particular que festejar en esta fecha ni ningún balance espiritual que uno deba hacer. Pero es innegable que la mayoría de los judíos vivimos realmente con dos calendarios, el luaj y el calendario gregoriano. Si bien no es fácil mantener ambos ciclos anuales, la realidad es que los judíos estamos siempre entre fechas judías. Frases como “¿cuánto falta para Pesaj?¿Qué día cae Rosh Hashana? o ¡Qué temprano llegó Januca este año!” son muy habituales. Por supuesto que -y sin animo de ofender a nadie- les recuerdo que las fiestas judías vienen siempre en las mismas fechas de acuerdo a su propio calendario. Lo que nos marea es que intentamos encajarlas dentro del calendario gregoriano el cual lleva el ciclo anual en forma distinta al luaj. Por este motivo tendemos a pensar que las fechas se mueven en relación a ese calendario.

En el fondo todo esto es una cuestión de prioridad y costumbre. Dependiendo de qué calendario usemos más habitualmente se definirá nuestra cuenta del tiempo. No vivimos solos en el mundo y no trabajamos solamente con personas que usan nuestros calendarios. Inevitablemente vamos a firmar contratos y arreglar entrevistas siguiendo una referencia que sea más familiar para ambas partes. Y la referencia familiar es el calendario gregoriano puesto que los judíos somos una minoría. Sería una ilusión suponer que el resto del mundo seguiría nuestro calendario.

 

El balance anual

Toda esta exposición sobre el calendario me lleva a la temática central de esta publicación: el balance anual del blog.

Todas las estadísticas y sistemas dentro del blog operan bajo el ciclo anual del calendario gregoriano. En unos días mi cuenta anual de visitantes volverá a cero y por eso no voy a ofrecerles mi balance “espiritual” (que me lo reservo para el mes de Elul -el mes anterior a Rosh Hashana) sino el balance del blog durante 2013.

 

Las publicaciones más destacadas

Si bien ustedes mismos pueden ir siguiendo “Lo Más Leído” del blog mirando las 10 publicaciones que más visitantes reciben a la derecha de este artículo (abajo de “BUSCAR EN J&J”), por mes hubieron ciertos grandes momentos con publicaciones que marcaron este 2013.

  • En Enero la publicación más visitada y que de hecho es la segunda más vista del blog fue La importancia de entender qué es la Literatura Rabínica – Mishná, Guemará Talmud y Midrash.
  • En Febrero sin dudas fue Dios y los seres humanos ¿qué ha cambiado realmente? que hasta el día de hoy es la que más comentarios ha recibido.
  • En Marzo una muy controversial publicación se llevó la mayor cantidad de seguidores, Judios tradicionalistas y Judios liberales ¿quién tiene razón? ¿cuál es la verdad?.
  • En Abril hubieron dos publicaciones destacadas. Una de ellas fue la de ¿Los humanos necesitamos a Dios o Dios nos necesita a nosotros? en la que Ezequiel y yo debatimos el significado profundo de tikkun olam. Pero también en Abril inicié la serie breve sobre ¿Qué es Judío? lo cual ha sido entre lo más visto del blog. Además en este mes el blog contó con la participación del Jazan Jonathan Kohan quien escribió para la serie sobre Música Judía.
  • Mayo fue un mes muy productivo con buenas publicaciones que se llevaron muchos comentarios. La primera de ella fue 10 Consejos Para Rezar Mejor de la cual recibí incluso emails de agradecimiento por expresar lo que a muchos les cuesta poner en palabras. Sin dudas la Kabbalah sigue despertando pasiones y por eso ¿Quién puede estudiar Cabalá? Los peligros del Zohar y la contemplación mística también fue una publicación comentada entre las favoritas de este año. Pero la publicación más vista del año la cual realmente no deja de recibir visitas constantes fue Los mejores 19 sitios para aprender sobre Judaísmo y Tora en español que también fue publicada en Mayo.
  • Junio fue realmente el mes estrella para mí porque lancé mi primer ebook y una lista de suscriptores en ese mismo mes. El ebook fue Las 22 Palabras Esenciales del Judaísmo y la recepción fue maravillosa. Hasta el día de hoy recibo emails de agradecimiento por dicha obra y consultas sobre los temas presentados. Si ustedes no han leído este ebook lo pueden adquirir gratis (junto a otras obras más) suscribiéndose al blog en forma totalmente gratis. Al hacerlo además de recibir este email recibirán otros emails míos con contenido exclusivo que no publico en el blog.
  • Julio fue un mes cabalístico. Mientras preparaba la publicación principal de ese mes tuve que abordar muchísimo material sobre Kabbalah produciendo algunas publicaciones que despertaron el interés de muchas personas que se apasionan con este tema. En mi camino hacia la gran publicación de Kabbalah escribí 3 Lecciones Fundamentales de la Kabbalah y generé muchísima polémica con dicha entrada. Pero así fui creando durante ese mes una de las mejores publicaciones de este blog y que ha sido compartida y comentada por miles de personas ya: Patrones culturales de la tradición rabínica medieval – Parte II: Misticismo Judío y Kabbalah
  • Durante el mes de Agosto estuve de vacaciones y mi producción se redujo a dos publicaciones en ese mes. Pero lo que me pone feliz es que una de ellas recibió 15 comentarios y nos hizo reflexionar a todos, ¿No tendría más sentido que Iom Kipur venga antes que Rosh Hashana?. La otra publicación fue increíblemente controversial y también se encuentra entre mis favoritas del blog, El mayor desafío para la supervivencia del Judaísmo Ortodoxo.
  • Durante Septiembre mientras preparaba toda la liturgia para las fiestas del mes de Tishrei me inundé de pensamientos más existenciales. Ahí presenté las 4 Herramientas Judías Para Vivir Mejor y una publicación que cautivó a muchísimas personas debido a su título: ¿Tiene El Sentido De La Vida Una Fecha De Vencimiento?. En ese mes también rendí homenaje a todos los grandes autores que utilizo para crear el contenido de este blog y de paso ofrecerles una bibliografía de mis obras favoritas en 22 Libros y Podcasts sobre Judaísmo que utilizo diariamente
  • Durante Octubre lo más destacado fue sin dudas la publicación J&J 001: Entrevista exclusiva con el Dr. Mario Saban – Primera Parte. Hace mucho que venía con la idea de realizar entrevistas y me alegró poder arrancar de una buena vez. Al hacerlo pude notar una recepción muy grande por parte de todos los seguidores del blog. Creo que este género gustó tanto que sin dudas voy a volver a replicarlo pronto. El tema con las entrevistas es que llevan más tiempo y coordinación (además de post-edición). Pero no me quiero olvidar de una publicación que si bien no tuvo el auge de la entrevista a Saban recibió muy buenos comentarios durante Octubre: Nadie es culpable pero todos somos responsables
  • La sorpresa más grande me la reservé para el fin de año. Solo mi esposa y algunos amigos sabían que desde Enero había empezado a escribir el ebook que lancé en el mes de Noviembre titulado Toda la Historia Judia. La experiencia de lanzar un ebook tan largo y aprender cómo venderlo por Internet fue a la vez terriblemente agotador y gratificante. Estoy muy feliz con la recepción del ebook y sorprendido por la cantidad de gente que lo compró/descargó durante el primer mes. Para quienes no lo hicieron ¡no sé qué esperan! Sé que el valor para algunos es elevado…voy a contemplar ir ajustando el precio para que todos puedan adquirir su copia.

Aquí me encuentro finalmente en Diciembre escribiendo lo que supongo va a ser unas de las últimas publicaciones (nunca se sabe, quizás meto una más la semana que viene). Este mes llegué a la mitad de la serie sobre el Judaismo Medieval y disfruté muchísimo escribiendo una publicación que ha recibido muchos comentarios también Ésta es la Verdad Absoluta del Judaísmo. También este mes pasó algo muy notorio para el blog y eso es que salió mencionado en una nota del Diario Clarín que pueden leer aquí: http://www.clarin.com/sociedad/mundos-intimos/Jovenes-alla-catolicismo_0_1042696141.html

 

Un poco de números

No se asusten, las estadísticas no son mi fuerte y la matemática tampoco. Sin embargo quería compartir con ustedes algunos de los números más interesantes de este año en J&J.

En Junio con el lanzamiento del ebook Las 22 Palabras Esenciales del Judaísmo inicié una lista de suscriptores utilizando la plataforma de Aweber. Desde Junio hasta la fecha se han subscripto 576 personas quienes recibieron gratuitamente material mío y semanalmente emails con contenido especial sobre la temática del ebook. No está nada mal si pensamos que alcancé ese número en 7 meses. Espero que este numero siga subiendo ya que en los últimos meses el blog promedia casi 100 nuevos subscriptores por mes. Lo mejor de esa lista es que voy conociendo casi personalmente a cada uno de ustedes y eso al fin de cuentas es lo que más me gusta: conocer sus historias, sus búsquedas, sus pasiones e incluso sus incertidumbres que me obligan a mí a repensar mucho de lo que creo.

El grupo de Facebook  superó los 520 seguidores en forma absolutamente orgánica (es decir sin promociones ni nada del estilo) a través de lectores apasionados que llegaron al blog y se sumaron al grupo de Facebook para debatir con otras personas, compartir información y estar al tanto de las últimas novedades del blog.

Ahora viene la parte más impactante para mí. Y como dice el refrán “una foto vale más que mil palabras” quiero compartir con ustedes el placer de ver lo exponencial que ha crecido el blog en 3 años.

estadisticas

Esta gráfica muestra que durante el 2011 el blog recibió un total de 1,358 visitas de las cuales 181 ingresaron más de una vez. En el 2012 la cantidad anual de visitas que recibió el blog fue de 8,122 y 1,289 lo hicieron más una vez. Y el salto del 2013 es vertiginoso y hasta me asusta: 37, 906 personas leyeron lo que escribí durante el 2013 y 6,561 personas ingresaron más de una vez al blog.

El hecho que estoy compartiendo todo esto no es para que me feliciten a mí sino para felicitarnos entre todos. El blog lo hacemos entre todos los que compartimos pensamientos espirituales, históricos, filosóficos, teológicos y religiosos sobre el judaísmo y la vida en general. En lo personal lo que me emociona de estos números es lo inesperado que resultan para mí. Cuando comencé el blog en el 2011 lo hice porque estaba muy solo en Hong Kong y necesitaba descargarme con algo. Mi novia en ese entonces (hoy mi querida esposa) me dijo con amor pero con apoyo “sabes que te van a leer muy pocos…no mucha gente está interesada en estos temas tan complejos y específicos”. Las estadísticas me demuestran hoy lo contrario y lo que creo firmemente: necesitamos también este tipo de pensamiento en la modernidad que nos ofrece un sentido a lo tradicional que por ser tal no es viejo ni tampoco inmutable sino y como dice el subtitulo de este blog, es antiguo, novedoso y siempre sagrado.

Cuando leo a otros bloggers de quienes aprendo sobre técnicas para mejorar la utilización del blog veo que sus números son bestiales. Algunos de ellos reciben 70,000 visitante por mes. Y cuando les preguntan de su éxito en esas cifras dicen siempre lo mismo: “el contenido es el Rey”. Y para que el contenido sea bueno el blogger tiene que ser un apasionado de su contenido. Por eso y humildemente me siento feliz que un blog sobre una temática que generalmente uno no esperaría apasione tanto tenga tantos lectores. Me indica que de algún modo mi contenido gusta y debo estar por el buen camino. Levanto las copas del 2013 y brindo con ustedes por otro año de puro contenido que espero supere a todo lo que he escrito en estos últimos 3 años.

 

El futuro del blog

Para el final me gustaría terminar bien al estilo judío, es decir, con una pregunta. Esa pregunta es la siguiente: ¿Les molesta que venda material en mi blog?

Muchos bloggers cuentan que la filosofía de Internet para muchos usuarios es que absolutamente todo debería ser gratis. Sin embargo quiero ser sincero con ustedes y confesarles que tener un servidor con dominio propio y una plataforma para mantener ordenado el número de suscriptores sale dinero. No mucho pero claramente es un gasto mensual.

El blog no me representa ganancias financieras sino de hecho voy claramente a pérdida en lo que respecta la parte monetaria. Pero crezco muchísimo escribiendo, estudiando, preparando cada publicación y enriqueciendo mi vida conociendo la de ustedes y sus opiniones. Realmente la idea de vender un ebook comenzó para poder pagar los gastos anuales del blog. Por eso quiero seguir haciéndolo ya que con lo vendido hasta ahora del ebook no cubro los gastos.

Voy a seguir ofreciendo el 99% del material gratis del modo que ustedes pueden leer y escuchar en este blog y dedicarme un 1% a intentar comercializar el blog para cubrir los gastos. ¿Qué piensan de esta idea? ¿Los ofende?

No me puedo imaginar hoy que realmente es posible vivir de J&J aunque también les confieso que si pudiera hacerlo me encantaría. Para ir logrando ese objetivo voy a proponerme seguir creando material que eventualmente voy a vender mientras otro material lo voy a ofrecer gratuitamente como casi todo lo que pueden leer y escuchar aquí. Confío que con el paso del tiempo y con una buena oferta de material electrónico sobre distintos temas voy a ir acercándome al objetivo de dedicarme algún día de lleno al blog…pero hasta que eso ocurra debo seguir escribiendo.

Me gustaría no solo recibir sus comentarios que estimulan mi esfuerzo al escribir tanto sino también conocer su opinión sobre la última idea: ¿Les molesta que venda material en mi blog?

Les deseo un buen año y nos vemos, Dios mediante, en el 2014 😉

Archivado en: Judaismo Hoy Etiquetado como: 2013, ebook, el sentido de la vida, en la Modernidad, toda la historia judia

¿Tiene El Sentido De La Vida Una Fecha De Vencimiento?

29/09/2013 por Diego Edelberg 13 comentarios

 

Nadie puede hacerlo solo

El Rabino Isaac Luria fue el cabalísta más influyente en la historia del judaísmo. Vivió en el siglo XVI y ya en su propio tiempo se percató que su propio mundo -al igual que el nuestro- poseía muchas fallas. La gente sufría hambruna, enfermedades, guerras, intolerancia y odio. Al igual que nosotros hoy, Luria también se preguntaba ¿cómo puede Dios permitir que cosas tan terribles sucedan?

Pero lo más revolucionario de su pensamiento no fueron estas preguntas sino la respuesta que ofreció al mundo ante estos desafíos. Luria enseñó que en el fondo quizás Dios necesita de nuestra ayuda y no puede hacerlo todo solo. Para explicar esta idea tan audaz en la que Dios necesita del ser humano, Luria presentó una nueva narrativa sobre el origen del Universo

 

¡En el principio fue el caos!

Cuando Dios comenzó a crear el mundo planeó derramar una Luz Divina en cada elemento para hacerlo realidad. Preparó unas vasijas que tendrían como misión contener esta Luz Divina. Pero algo salió mal. La Luz fue tan intensa que las vasijas se resquebrajaron y estallaron en millones de pequeños pedazos. La palabra hebrea que Luria utilizó para explicar esta experiencia es shvirat hakelim, la ruptura de las vasijas.

Si lo que Luria enseñó es verdad entonces nuestro mundo es caótico porque está constituido por una Creación que salió mal y está saturada de fragmentos partidos. Cuando nos maltratamos y nos lastimamos permitimos que el mundo permanezca fragmentado. La misma experiencia podría aplicarse a quienes tiran comida sin sentir una molestia cuando son conscientes que hay gente que se está literalmente muriendo de hambre. Vivimos en un cúmulo de piezas rotas y Dios no puede repararlo solo.

 

¿Qué deberíamos hacer?

Esta es la razón por la cual Dios nos dio la libertad de elegir qué queremos hacer y cómo queremos vivir. Somos libres para hacer realmente lo que queramos con el mundo. Podemos permitir que toda la Creación permanezca rota. También podemos intentar reparar todo este desorden cósmico. La palabra hebrea que Luria utilizó para explicar esta experiencia reparadora es tikún, la reparación del mundo.

Nuestra misión en esta vida es descubrir aquello roto que está al alcance de nuestras manos para intentar repararlo. Lo errado, feo, doloroso y malvado está tejido con nuestra presencia en el mundo. Es parte nuestra nos guste o no. No podemos cerrar los ojos y decirnos “ese no es mi problema”. Como nos enseñaron los Rabinos en la Mishná: no estamos obligados a terminar la tarea pero tampoco libres de abandonarla. Esto implica que nadie es culpable pero todos somos responsables. Se espera de nosotros que hagamos lo máximo posible de la mejor manera que podamos.

 

¿Hay fecha de vencimiento para el sentido de nuestra vida?

Esta semana leímos nuevamente la Creación del Mundo en todas las Sinagogas. Las historias del Libro de Génesis (Bereshit en hebreo) no solo tienen una funcionalidad histórica sino mitológica y por ende eterna. Su sabiduría se repite una y otra vez en cada generación. Es un mensaje que no tiene fecha de vencimiento. Cuando Dios le dijo a Adam y Eva cuiden el Jardín del Edén, Dios le estaba diciendo a cada Adam y cada Eva eternos (dicho sea de paso ambos seres nunca conocieron religión alguna) que cada generación debe cuidar la Creación. Si rompemos este mundo no va a haber otro (Eclesiastés Rabbah 7:13).

Así que cuando vemos algo roto reparémoslo. Cuando encontremos un objeto perdido devolvámoslo. Cuando nos enfrentemos con algo que necesita ser hecho hagámoslo. De ese modo vamos a ir reparando el mundo y curando la Creación. Si todo el mundo operara bajo este paradigma realmente viviríamos en un Paraíso del modo que Dios lo imaginó originalmente. Si pudiéramos cambiar la pregunta “¿qué me llevo?” por “¿qué puedo ofrecer?” la historia sería otra. Si todo lo roto pudiera ser reparado entonces el engranaje cósmico encajaría pieza por pieza como un puzzle gigante. Pero, para que podamos comenzar la tarea de la reparación primero debemos asumir nuestras responsabilidades.

Archivado en: Aforismos, Citas, Espiritualidad y Religión, Judaismo Hoy Etiquetado como: caos, dios, el sentido de la vida, esencia, isaac luria, luz divina, midrash, mishna, origen del universo, siglo xvi

El judaísmo hoy: tendencias y problemáticas en el siglo XXI

28/01/2012 por Diego Edelberg 9 comentarios

 

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(Duración 44:51 – 43.1 MB)

 

Hemos arribado finalmente a nuestra última publicación sobre el judaísmo y el pensamiento judío en la Modernidad y por lo tanto debemos ahora intentar resumir lo que estuvimos viendo en todas nuestras publicaciones para poder cerrar con unas reflexiones sobre el sentido de todo el material presentado.

Lo que hemos intentado hacer en nuestras publicaciones es trazar la evolución del desarrollo y el pensamiento judío en la Modernidad desde una perspectiva global, es decir parándonos desde las nubes mirando «desde arriba» lo que fue pasando con el pensamiento judío desde el 1500 d.C o EC hasta la actualidad. Moviéndonos en períodos de 100 años pudimos ver los cambios que afectaron la manera de pensar de los judíos hasta el día de hoy y dejamos en claro las diferencias significativas entre los judíos medievales y los judíos modernos.

Al hacer esto pudimos cubrir un territorio bastante amplio con muchos temas muy profundos, muchos pensadores con miradas diferentes sobre el significado de lo judío y así y todo debo confesarles que lo hemos hecho en forma superficial ya que cada uno de los pensadores que presentamos podrían haber recibido varias publicaciones más.

Pero considero muy valioso cada tanto dar un paso hacia atrás tratando de no comprometerse emocionalmente e intentar mirar “desde arriba y desde afuera” todo lo que una va aprendiendo.

Considero que en este último año hemos aprendido mucho más sobre las tendencias judías históricas de los últimos 400 años.

 

 

 

Los comienzos de la Modernidad Judía

Si lo recuerdan nuestro punto de partida para entender lo que hoy llamamos la “Modernidad Temprana”, es decir los comienzos de la Modernidad, fue el año 1492 cuando miles de judíos son expulsados de España en donde habían creado una importantísima cultura sefaradí viviendo allí por varios siglos. Muchos de estos judíos que son expulsados de España llegan a Italia y se instalan especialmente en Venecia transformando la sociedad veneciana de unos cientos de judíos a unos miles que se concentran en un solo punto geográfico en un período muy corto de tiempo.

Con este nuevo asentamiento en Venecia comenzamos nuestra tercera publicación lidiando con problemas sobre identidad y pertenencia judía ya en el 1500 en Italia y en el período de los ghettos con figuras como el rabino Simja Luzzato exigiendo los mismos derechos civiles para los judíos en Venecia, el médico Iosef Jamitz y las relaciones con los primeros judíos universitarios y también la creación por primera vez en la historia de música coral polifónica para ser utilizada en el rezo de la sinagoga utilizando técnicas de composición barroca tomadas de la Iglesia por parte del compositor judío Salomone de Rossi y siendo dichas obras encargadas por el rabino del ghetto llamado Leon de Modena. En efecto el tema central que pudimos ver al comenzar la Modernidad Judía en este período particular nos permitió entender que el ghetto no estaba separado sino por el contrario: los judíos y cristianos se relacionaban mucho más de lo que la mayoría de la gente cree y aprendían unos de los otros en forma constante.

Esto dejó en claro que temas como la integración, la asimilación, la ciudadanía, la educación secular y el compartir diversas experiencias estéticas -entre tantas otras cosas- comenzó en el 1500 aproximadamente y enfrentó a los judíos con una situación en la cual comenzaron a replantearse nuevamente lo que era ser judíos mucho antes del siglo XIX (1800). Es un error argumentar que todo comenzó el siglo XIX cuando surge el judaísmo Reformista, el Conservador, el Ortodoxo, el Sionismo, el Jasidismo, aparece Jabad Luvabitch, etc.

Definitivamente todos los cambios que suceden en el siglo XIX son la consecuencia de un proceso que comienza en el 1500.

 

 

 

El impacto de la Imprenta

Entre esas interacciones del período del ghetto vimos como fundamental el nacimiento de la Imprenta, es decir la aparición de la publicación de libros, siendo esto un emprendimiento que judíos y cristianos realizaban conjuntamente en Venecia en pleno período del ghetto. Descubrimos que los centros más importantes de Impresión estaban en Venecia y en especial nombramos la primera publicación en la historia del Talmud y la Biblia Rabínica en formato de libro ambos impresos en Venecia por un editor cristiano llamado Daniel Bomberg en pleno periodo del ghetto. Nuevamente esto nos demostraba que el ghetto no estaba tan aislado y separado como se creía, sino ¿cómo se explicaba la publicación de estas dos obras centrales para la historia judía en Venecia dónde los judíos vivían en el ghetto?

Y por supuesto con el nacimiento de la Imprenta insertamos justamente en ese momento histórico la explosión de conocimiento que sucede con la publicación de los primeros libros y los primeros textos publicados en hebreo los cuales transforman toda una cultura que durante siglos había sido oral (es decir transmitida de generación en generación en forma oral) en una tradición que es ahora netamente escrita y que esta dada y definida por aquel que lee el texto de acuerdo a su propia interpretación e historia personal.

Este cambio nos mostraba que anterior a la Imprenta los rabinos insertaban sus propios comentarios en los textos tradicionales pero justamente la creación de la Imprenta frena este proceso ya que el texto impreso se convierte en algo fijo dentro del papel y ya no puede ser cambiado.

Gracias a la imprenta también comienzan los judíos a descubrirse unos a los otros creando lentamente una especie de judaísmo globalizado (como ideal de la globalización moderna) donde el libro, como objeto que viaja por todas partes, sirve como catapulta para crear este nuevo judío “globalizado”.

Mencionamos que el libro judío que es el referente para comprobar esto es justamente el titulado Shuljan Aruj (literalmente “mesa servida”), un libro que presenta por primera vez la unión del Código de Leyes rituales que Todos los judíos del mundo (tanto ashkenazim como sefaradím) debían ahora cumplir por igual. Anterior a la publicación del Shuljan Aruj los judíos viviendo bajo dominación musulmana no necesariamente seguían exactamente las mismas Leyes que los judíos bajo dominación cristiana. Es decir, las problemáticas en cuestiones de Ley judía no eran exactamente las mismas para un judío viviendo en Cracovia que un judío viviendo en España. Justamente el texto del Shuljan Aruj nos muestra como un rabino le dice al “nosotros acá hacemos esto y ellos allá hacen lo otro y por mayoría vamos a dejar esto otro”.

 

 

 

1600 al 1700: Conversos, Mesianismo y Baruj Spinoza

Cerrando el 1500 nos movimos hacia el período histórico que iba del 1600 al 1700 y hablamos de dos experiencias que suceden en forma simultánea en ese período y que claramente se influencian entre ellas: el fenómeno de los judíos conversos y marranos junto con el impacto de Shavetai Tzvi y su mesianismo (y el mesianismo de otros judíos más que surgen en este siglo) haciendo desastres para la comunidad judía en el siglo XVII.

Junto con el impacto del mesianismo y los conversos presentamos también en el siglo XVII al destacado filósofo judío Baruj Spinoza quien promueve sus ideales durante el mismo período con la publicación en 1670 de su libro el “Tratado Teológico Político” poniendo por primera vez a prueba a la tradición judía frente a una crítica racional moderna que desarticula la particularidad judía a través de una relectura de los textos tradicionales.

Claramente Shavetai Tzvi y Spinoza argumentan, atacan y esencialmente intentan destruir y desarmar los dogmas y la tradición en general y la judía en particular. Shavetai Tzvi proclamandose Mesías desafiando la autoridad rabínica tradicional y Spinoza tomando la tradición judía y poniendola a prueba frente a una critica racional moderna.

Ambos son dos hombres modernos o “new-age”: uno lo hace en forma irracional (Shavetai Tzvi) y el otro en forma racional (Spinoza). Pero ambos están preocupados en los temas sobre el desarrollo judío de su tiempo y se atreven a atacar el pensamiento tradicional judío y la palabra autorizada de los rabinos.

 

 

 

1700 al 1850: Mendelssohn, la Ciencia del Judaísmo y las corrientes religiosas judías

Al entrar al período que va del 1700 al 1800 nos concentramos en Moisés Mendelssohn y del 1800 al 1850 en los pensadores subsiguientes como aquellos de la Ciencia del Judaísmo y los creadores de las corrientes Ortodoxas, Conservadoras y Reformistas que surgen en respuesta a los desafíos de Spinoza quien declaraba que había que trascender el particularismo judío y de las religiones en general y crear una especie de cultura moderna universal.

 

 

 

Dios. Tora. Israel

Hay muchas cosas más que podríamos decir pero para no revisar cada una de las publicaciones en detalle volvamos una vez más a las herramientas principales que introdujimos en las primeras publicaciones para así poder enforcarnos mejor y poder ver el judaísmo moderno como una totalidad.

Si lo recuerdan les dije en la primera publicación que hay 3 elementos que hay que tener en cuenta para estudiar a los pensadores judíos y el judaísmo en general y se encuentran  estos elementos vinculados unos con los otros.

Esos tres elementos o temas son: Dios, Tora e Israel.

Con el tema Dios las preguntas que resurgen en la modernidad desde una mirada distinta a la antigua y medieval es sobre la existencia de Dios. En la modernidad y con todos los cambios acontecidos renace la pregunta: ¿hay un Dios? ¿Cómo explicamos a Dios dentro de la tragedia?

Con el tema Tora nos referimos a lo largo de nuestras publicaciones a la naturaleza de las prácticas judías, leyes ceremoniales, preceptos, mandamientos o simplemente mitzvot. Esta era la cuestión sobre qué hacen los judíos para expresar su judaísmo como miembros de la comunidad judía.

Y finalmente con el tema Israel nos referimos al tema del particularismo judío preguntándonos qué significa ser judío ahora en un mundo que declara que existen “valores universales” que todos los seres humanos creemos por igual. La pregunta que se nos presentaba con los diferentes autores que trataban de resolver este último tema era cómo justificar la particularidad judía en un mundo que debido a la creación de los nuevos países y estados modernos homogeneizaba a sus individuos haciéndolos parte a todos de una misma bandera, un mismo idioma y una misma cultura que ahora es por ejemplo argentina, brasileña, chilena, francesa, alemana, etc.

Y lo importante es que la mayoría de los pensadores con los cuales lidiamos en nuestras publicaciones se enfrentaron de alguna manera u otra con estos 3 temas. Algunos no se dedicaron a los 3 temas pero al menos alguno de ellos.

 

 

 

1850: Sionismo, Socialismo y definiciones seculares de lo judío

Cuando llegamos al 1850 comenzamos a ver por primera vez en la historia definiciones seculares judías. Con esto nos referimos a pensadores judíos especialmente en el contexto del Sionismo y el Socialismo quienes daban ahora nuevas respuestas sobre la identidad y pertenencia judía que no tenían nada que ver con Dios o las practicas religiosas. Para estos pensadores ser judío era afirmar un lenguaje, una forma de pensar, una literatura o ser parte de una forma de vida ética que no tenía ya nada que ver con Dios y la Tora.

 

 

Sumarse a la sociedad sin asimilarse

Claramente lo que vamos viendo es una evolución en el pensamiento judío en la modernidad donde las primeras preguntas, al menos para Mendelssohn y sus colegas, son

  1. ¿cómo puedo argumentar que es importante la participación de lo judíos dentro de la cultura occidental moderna global sin que esto desarme mi propia herencia milenaria?
  2. ¿Cómo puedo realizar un argumento a favor de la condición universal de la cultura judía?
  3. ¿Cómo demuestra la cultura judía que está preocupada por aquellas cosas que le preocupan a toda la humanidad y no solo se preocupa de su propia supervivencia?
  4. Y a la vez ¿cómo puedo argumentar que los judíos no son inferiores sino que encajan perfectamente y deben ser integrados en las culturas mayoritarias sin exigirles que se asimilen a las mismas?

 

 

 

¿Qué hace de lo judío algo único?

Pero noten que para finales del siglo XIX y principios del XX cambiamos el espíritu de nuestras publicaciones y nuestras preguntas cuando introdujimos a Hermann Cohen y los pensadores que le siguen. Con esto nos referimos que a partir de Leo Baeck, Martin Buber, Franz Rosenzweig, Mordejai Kaplan y Abraham Heschel las preguntas ahora ya no son cómo justificar la identidad y pertenencia judía en la modernidad sino que el tema vuelve a ser la particularidad judía y las prácticas judías en particular. El tema ya no es más cómo demuestro que el judaísmo es universal y debe sumarse a la cultura occidental sino que la pregunta central se vuelve ahora ¿cómo puedo justificar hacer cosas judías? Y la cuestión ya no es si soy universal o particularista sino que la pregunta se hace mas compleja porque los judíos comienzan a preguntarse a si mismos si todas estas cosas siguen siendo relevantes.

En otras palabras, con el crecimiento de los judíos cada vez más seguros en los nuevos Estados Modernos y sintiéndose cada vez más “ciudadanos que practican el judaísmo” en lugar de “judíos que practican la ciudadanía de un país determinado” vemos que al absorber tanto la cultura a la cual llegan, las preguntas vuelven a cambiar y se formulan sobre la propia práctica y la propia continuidad judía.

En resumen los desafíos intelectuales y culturales van cambiando el tipo de preguntas que los judíos se hacen y sus respuestas son generalmente el reflejo de lo que va sucediendo en forma global en la historia.

 

 

La intrascendencia de la Biblia para la humanidad en la Modernidad

Los judíos europeos que crearon el movimiento Ortodoxo, el Reformista y el Conservador tenían otro tipo de interrogantes de las que tienen hoy estos judíos con la aceptación generalizada en las sociedades en las que viven sobre temas como por ejemplo la homosexualidad, los casamientos interreligiosos, el aborto, la donación de órganos y el feminismo.

No encontramos grandes debates entre los rabinos Medievales y los primeros rabinos Modernos sobre estos temas porque de hecho las sociedades generales en las que vivían no tenían grandes problemas con estos temas. Anterior a la Modernidad la homosexualidad por ejemplo era juzgada teniendo como referencia lo que dice la Biblia. Pero en la modernidad la mayoría de los seres humanos ya no siguen la Biblia como texto fundacional o condicionante de la existencia humana.

La Modernidad trae una nueva forma de entender las narrativas y los textos heredados transcendiéndolos de tal modo que el ser humano se convierte él mismo o ella misma en la personificación de la tradición. El ser humano en forma global ya no se pregunta “¿qué dice la Biblia con respecto este tema o este otro tema?” sino que la mayoría de los seres humanos hoy (tanto judíos, cristianos y musulmanes quienes compartimos textos fundacionales comunes) nos decimos “todos somos libres de hacer con nuestra vida lo que queramos y hay que respetar la vida y el derecho del otro para hacer lo que él o ella quiera”.

Por supuesto que no existe algo así como un ser humano cuyas acciones no se repliquen o generen impacto en la historia y en la sociedades en las que vivimos. Y por eso tenemos grandes debates sobre qué queremos como individuos y qué queremos como sociedad, cultura o humanidad. Esta tensión entre lo individual y lo colectivo no solo se encuentra en el centro del debate de nuestra humanidad sino también en el judaísmo actual en el cual diversos grupos tratan de definir constantemente lo judío para que el mismo sea más inclusivo o por el contrario exclusivo y en consecuencia contemplar qué precio se paga por tomar estas decisiones.

Pero lo importante que estamos mencionado es que uno de los cambios más importantes de la modernidad es que el ser humano moderno comenzará a ver la Biblia tan solo como un texto más de entre todos los que existen en la historia. Es decir que para muchos judíos y especialmente no-judíos la Biblia es ahora una historia, una narrativa, un cuento, una novela y nada más que eso. Y es esto más que cualquier otra cosa lo que cambiará completamente el escenario judío y religioso moderno ya que transfomará por completo el modo en que se juzga y se entiende la vida misma en la modernidad. No es lo mismo juzgar usando argumentos bíblicos que argumentos de una Constitución Nacional de un país determinado. En definitiva en la Modernidad cambian las definiciones con respecto a cómo definimos lo que un ser humano es.

 

 

 

La historia afecta a la tradición

Claramente el judaísmo o mejor dicho aquello que los judíos hacen va constantemente variado debido a que debe ir respondiendo a diferentes contextos y estados biológicos, psicológicos, sociológicos y culturales que obviamente no son iguales entre una generación y la otra o entre un abuelo y un nieto.

El bisabuelo de mi abuelo por ejemplo no tenía exactamente las mismas problemáticas existenciales que tengo yo: vivía en otra tierra que yo ni conozco, hablaba otro idioma, probablemente las distancias de espacio y tiempo se sentían diferentes debido a que no existían los aviones o el avance de las telecomunicaciones. En conclusión el intercambio de información era distinto e incluso cosas que eran consideradas aberraciones en su tiempo seguramente hoy son algo de todos los días y se aceptan y son vistas de forma distinta. La historia afecta a la tradición. Siempre lo ha hecho, siempre lo hará y siempre debería hacerlo.

 

 

 

Judios internos, externos y rechazadores

El otro grupo de 3 elementos que presentamos en nuestra segunda publicación servía como herramienta también para entender a los pensadores judíos y la forma en la que muchos judíos hoy entienden el judaísmo.

Si lo recuerdan hablamos del judío interno, el judío externo y el judío rechazador. Estas tres categorías son realmente apropiadas para definir al menos todos los pensadores con quienes lidiamos en nuestras publicaciones.

Muy pocos de los que presentamos fueron externos. Spinoza es el judío externo por excelencia. Hablamos de Marx. Podríamos haber dedicado una publicación a Freud y su judaísmo aunque no lo hicimos pero mencionamos su nombre como otro de los judíos externos quienes creían todos ellos que para ser parte de este nuevo mundo Moderno los judíos debían trascender sus particularidades judías.

Definitivamente la mayoría de los que hablamos fueron judíos internos. Eso significa que la mayoría de los pensadores con lo que lidiamos sintieron la necesidad de preservar el judaísmo de alguna forma u otra y necesitaron responderle a Spinoza y su asalto sobre la viabilidad del judaísmo en el nuevo escenario histórico. La pregunta central de Spinoza y que de hecho sigue siendo la pregunta central del judaísmo en la actualidad que aún no hemos podido responder en forma absoluta y seguimos arrastrando desde hace 400 años es: ¿puedo ser un ser moderno y al mismo tiempo un judío tradicional?

Si por moderno definimos lo secular, capitalista, racional, universal, globalizado y entendemos que nuestras acciones se encuentran definidas mucho más ahora por las leyes de los nuevos estados-nación, sus instituciones y las constituciones de los países modernos tal cual los conocemos en la actualidad se nos impone la pregunta: ¿es el judaísmo compatible con estos ideales de la modernidad? O al revés podemos preguntarnos ¿son los ideales de la modernidad compatibles con el judaísmo tradicional?

 

 

El caso del feminismo judío

Por ejemplo, cuando lidiamos en nuestra publicación anterior sobre el feminismo dentro del judaísmo, surgió la pregunta sobre ¿puede una mujer judía reclamar los mismos derechos que un hombre en la modernidad en todos los aspectos de la vida menos en su judaísmo? ¿Puede una mujer ser profesional, convertirse en líder de una comunidad, estudiar realmente lo que quiera, decidir de quién divorciarse y hacer todas estas cosas en todos los aspectos de la vida secular moderna menos en su judaísmo?

Por supuesto que estamos hablando en caso de ser una mujer judía ortodoxa para la cual la mayoría de estas cosas no estas permitidas. La mujer judía dentro de un contexto ortodoxo no puede estudiar lo quiera (ya que hay límites para eso) ni tampoco puede divorciarse puesto que es el hombre el que debe entregarle el divorcio a la mujer. No hay una igualdad de género ante la Ley judía en la ortodoxia ya que si aquellos que pueden tomar decisiones legales en el judaísmo ortodoxo son los rabinos y las corrientes ortodoxas estipulan que las mujeres no pueden ser Rabinas entonces lo que habíamos visto en la publicación anterior es que los hombres son los que definen qué es lo que ellas deben hacer.

Tal vez históricamente las mujeres aceptaban esto como algo dado. Pero en los últimos años el feminismo moderno ha comenzado a darse cuenta de esto y reclamar que las mujeres sean consideradas dentro de la tradición como iguales frente a Dios y la Ley.  Por lo tanto se impone la pregunta sobre ¿son los ideales de la modernidad tales como el feminismo compatibles con el judaísmo tradicional?

 

 

Las respuestas judías a la Modernidad

Y al querer responder esta pregunta central sobre si es posible ser moderno y ser un judío tradicional los judíos tuvieron que “reconstruir” (utilizando el término asociado con Kaplan y el judaísmo Reconstruccionista) lo que significaba ser judío o “reformar” (utilizando el término asociado con Geiger y el judaísmo Reformista) o simplemente repensar la naturaleza de la vida judía de tal modo que pueda encajar con los ideales de su tiempo ya sea que estos ideales reflejen una tendencia hegeliana o existencialista de acuerdo al espíritu de la época y a los pensadores e ideales de cada era.

Vimos por ejemplo como el judaísmo Neo-Ortodoxo parece estar influenciado por el pensamiento de Hegel y cómo otros pensadores judíos también van variado su pensamiento sobre el judaísmo de acuerdo a lo que otros intelectuales de su tiempo y sus alrededores también escriben y piensan.

Todos estos debates fueron dando lugar al nacimiento no de un judaísmo sino de judaísmos, en los cuales se llega una situación en la que parecería hoy que “hay tantas maneras de ser judío como judíos hay” y con esto nos referimos a una situación en la cual cada individuo declara ahora que es judío “a su manera” o según la manera que él o ella lo entiende trascendiendo la Ley que ya no tiene la fuerza que tenía hasta la modernidad.

Como respuesta a todos estos desafíos comenzamos a ver diferentes maneras de entender lo judío desde distintas agrupaciones y por eso definimos las diferencias entre el judaísmo Reformista, el judaísmo Conservador, el judaísmo Neo-Ortodoxo y aquel que definimos como “Ultra-Ortodoxo” o Haredí y también dedicamos una publicación entera al judaísmo Reconstruccionista.

Todas estas variedades fueron emergiendo para de alguna manera llegar a término con el modo de vida moderno y judío al mismo tiempo.

Vimos también con el nacimiento de los movimientos Nacionalistas del siglo XIX y el creciente Antisemitismo moderno respuestas a dichos eventos por parte de pensadores judíos para responder a dichos enunciados desde una óptica ya no religiosa.

Con esto nos referimos que bajo el poder de una fuerza ética secular con un rechazo y un repudio a la tradición rabínica, particularmente en Europa Oriental (Rusia, Hungría, Polonia, Lituania, etc.), pudimos entender el nacimiento de un grupo de judíos que declaraban “podemos ser éticos, podemos ser cultos, podemos estar comprometidos con los problemas del mundo en forma general, pero no necesitamos ser religiosos”.

Y de pronto Dios es eliminado de la definición de lo que un judío es por parte de estos pensadores. Los servicios religiosos también son eliminados y el judaísmo puede ser descripto ahora en términos seculares y en el caso del Bund Socialista como una especie de fe secular o un ideal mesianico secular que no incluye a Dios sino que toma la idea de la era mesianica y la convierte en algo meramente humano inspirada en el lenguaje yiddish y en la cultura yiddish.

O en el caso del Sionismo una especie de renacimiento de la lengua Hebrea y su cultura en un nuevo contexto de la historia. El hebreo iba ahora a crear al nuevo judío moderno, el judío secular, el judío como un constructor, el judío que vuelve a conectarse con la tierra en lugar de estar encerrado todo el tiempo leyendo libros. Ese nuevo judío ahora crearía una especie de granja igualitaria (que es el kibbutz) y ese nuevo judío ya no tiene como objetivo más elevado de la existencia el ser un rabino o ser un judío religioso sino que ser lo mas elevado de ser judío ahora es ser un soldado capaz de defender su país, ser un emprendedor, ser un hombre de negocios, ser un escritor o simplemente ser un ciudadano «normal» israelí dentro de una democracia moderna.

Y finalmente hablamos del Holocausto, su terror y su trauma. El desastre que hizo en la historia mundial moderna eliminado la confianza no solo en Dios sino principalmente en los seres humanos. El Holocausto nos mostró lo difícil que es para los seres humanos ya seguir confiando en los unos y en los otros y peor aún dejo en claro que es posible para algunas personas en la Modernidad seguir creyendo en forma mediocre que mi supervivencia depende del exterminio del otro.

 

 

 

El texto en el contexto

Como forma de resumir todo esto podemos decir que en cada caso y con cada pensador hay un intento sincero de extraer sentido desde la tradición judía en contraposición a las transformaciones radicales que han transformado la historia del judaísmo y el mundo en la Modernidad.

El objetivo del judío es siempre leer dentro de la tradición su propia voz participando en una conversación con la tradición y los judíos que lo antecedieron. La idea no es ignorar la tradición de la que uno viene sino poder exclamar “todo este pasado es parte de lo que soy” y apesar que mi condición presente es muy diferente de la que leo en mis antepasados, tengo la necesidad de conversar con este pasado, repensarlo y reformularlo de manera tal que se convierta en algo relevante y significativo para mi hoy.

De hecho una de mis definiciones favoritas para definir la tradición judía es: “el constante repensar del texto en el contexto”. Eso significa leer el texto del pasado o lo que escribieron aquellos que reflexionaron en su propia tradición y en su propio tiempo distinto al mío, confrontándolo constantemente con un nuevo contexto, un nuevo mundo, una nueva realidad social, un nuevo desafío cultural y enfrentar sin temor ese desafío cultural re-formulando la tradición dentro de ese desafío particular.

Lo que es esencialmente judío para mí es toda esta noción sobre repensar, reinterpretar, reformular el judaísmo al igual que cualquier otra tradición religiosa. La idea de reinterpretar cualquier tradición humana (desde la judía existencial hasta la artística) es esencial para que siga siendo vital evitando estancarse o hacerse estática convirtiéndose por el contrario en algo que debe estar constantemente cambiando y ajustándose a los desafíos de cada era. Como la vida misma.

 

 

 

Pensadores actuales

Debemos dejar en claro que hay varios pensadores judíos muy significativos que hemos dejado afuera de nuestras publicaciones no porque no sean importantes sino porque no conozco lo suficiente de ellos y porque serían demasiados para incluir en esta serie.

Con esto me refiero a pensadores como Emmanuel Levinas o el extraordinario Rabino Ortodoxo del siglo XX Iosef Soloveitchik quien nos dejó unas meditaciones maravillosas sobre el sentido del judaísmo ortodoxo en la modernidad. Soloveitchik fue claramente el heredero de la tradición de Samson Raphael Hirsch y es él, más que cualquier otro pensador dentro del molde ortodoxo, quien ha logrado interpretar el judaísmo tradicional dentro de un contexto moderno.

Podríamos nombrar otros grandes pensadores quienes mencioné a lo largo de nuestras publicaciones sin entrar en detalle en su pensamiento.

Uno de ellos es Eugene Borowitz quien es claramente el teólogo más destacado del Judaísmo Reformista en nuestro tiempo y su contribución al pensamiento judío moderno en especial su noción sobre el “pacto dinámico”, ese pacto con Dios que de alguna forma se va actualizando constantemente en diferentes contextos judíos. Borowitz esta claramente influenciado por Buber y Rosenzweig pero al mismo tiempo ha logrado crear una teología para el judaísmo liberal en el contexto de la modernidad.

También deberíamos mencionar a Irving Greenberg también llamado Yitz Greenberg quien siendo un judío Ortodoxo escribe en forma polémica sobre el Holocausto y la importancia del feminismo dentro de la ortodoxia judía.

Uno de mis pensadores favoritos que he nombrado al pasar en nuestra publicación del Judaísmo Conservador (aún siendo él un rabino ortodoxo) está presente constantemente en mi manera de ver el judaísmo.  Este pensador al que hago referencia es David Hartmann.

Hartmann no es solo un excelente rabino y filósofo que ha escrito varios libros sobre cómo entender a Maimonides y su pensamiento en el contexto de la modernidad sino que Hartmann es también un constructor de Instituciones. De hecho Hartmann comenzó su carrera siendo un rabino muy exitoso en una comunidad ortodoxa en Canada e hizo aliá, es decir se fue a vivir a Israel, y ahí fundó el Hartmann Institute que ha logrado en forma exitosa unir en debate distintas clases de judíos que generalmente no hablan entre ellos. Con eso nos referimos a diálogos entre judíos seculares israelíes con judíos ortodoxos o judíos ortodoxos con judíos reformistas e incluso juntar para dialogar a judíos con árabes y cristianos. Con estos encuentros Hartmann ha logrado poner en una misma mesa diferentes tradiciones para que conozcan unas sobre las otras y puedan intentar dialogar encontrado lo común en las diferencias particulares de cada grupo. Definitivamente toda la labor del Hartmann Institute ha contribuido con las nociones sobre la tolerancia religiosa y el diálogo aún el desacuerdo.

En lo personal recomiendo leer cualquier libro de Hartmann quien en sus escritos también nos ayuda reflexionar sobre la fe desde la visión ortodoxa judía tanto en el contexto de la diaspora por un lado como en el contexto de una Democracia Moderna en Israel por otro lado.

 

 

 

Pensadores israelíes

Deberíamos también mencionar que hasta hace muy poco tiempo la mayoría de la teología judía que hemos explorado en nuestras publicaciones provenía de Europa, en especial de Alemania donde nacen las diferentes corrientes como el Reformismo, la Ortodoxia y el Conservadurismo que aún continúan hasta la actualidad junto a los discípulos de Hermann Cohen (Baeck, Buber, Rosenzweig, Kaplan y Heschel).

Pero en los últimos años la teología judía se ha hecho más central en Estados Unidos y aún más interesante en Israel.

Hay tantos pensadores que podríamos pasarnos horas hablando de cada uno de ellos pero simplemente quiero dejar en claro que los judíos israelíes han también reflexionado profundamente en la naturaleza de su propio judaísmo.

Como todos Uds. saben la cultura judía en Israel está muy polarizada entre un grupo muy fuerte dentro de la ortodoxia por un lado y por otro lado un grupo igual de fuerte con ideales seculares. Pero dentro de esas posiciones polarizadas hay por supuesto términos medios que no son tan fáciles de identificar y definir como los extremos pero sabemos que están ahí.

Lo que ha crecido entre los intelectuales judíos israelíes no está tan relacionado con la escritura teológica sino con el género literario, es decir novelas y poesías en hebreo que son los géneros que se han convertido en el vehículo para expresar pensamientos teológicos y existenciales. Por lo tanto no es que Israel y los israelíes no se cuestionan su propia identidad y pertenencia en la modernidad sino que estas cuestiones están presente ahí también pero uno debe explorarlas en un tipo de literatura y expresión artística que es diferente al de los textos sistemáticos sobre teología y filosofía que hemos explorado en nuestras publicaciones.

 

 

 

¿Judaísmo o Judaísmos?

Un tema que también ha surgido como debate muy polémico en los últimos años tiene que ver con el concepto de Unidad dentro del pueblo judío. Los judíos en la actualidad están extremadamente separados habiendo demasiados “judaísmos” con tantas ideologías diferentes que separan a los judíos israelíes de los judíos del resto del mundo y por supuesto diferencias abismales entre la mas extrema ortodoxia en contra de la mas extrema reforma judía.

Todo esto nos lleva a las preguntas con las que abrimos nuestra serie de publicaciones sobre:

  1. ¿Cómo puede uno realmente hablar sobre la existencia de Una comunidad judía?
  2. ¿Cómo puede uno hablar de los judíos como un grupo que piensa en su totalidad de forma igualitaria?
  3. ¿Es esta disparidad judía algo que nos enriquece en las múltiples lecturas judías o nos perjudica?
  4. ¿Deberíamos todos los judíos pensar del mismo modo?
  5. ¿No es tal vez una riqueza que en la mayoría de las sociedades no se tolere al que piensa distinto y en una minoría como la judía si se lo hace?
  6. ¿Se respeta realmente al que piensa distinto dentro del judaísmo?
  7. ¿O acaso deberíamos limitar nuestra subjetividad y hacer que todos los judíos piensen y hagan exactamente lo mismo?
  8. ¿Es beneficioso o no el pluralismo en el judaísmo?

 

 

 

El judaísmo post-moderno

Algunos escritores más recientes han escrito libros reflexionado sobre el judaísmo en lo que se conoce como una era ya “post-moderna”.

No voy a intentar definir en esta última publicación lo que es el “post-modernismo” y menos el judaísmo “post-moderno” (si es que realmente existe algo así aún) pero en definitiva hemos entrado en un período de la historia judía que para algunos judíos significa entender lo judío desde una era post-holocausto y una era marcada por los meta-lenguajes, eso es haber alcanzado la conciencia que el modo que pensamos es a través de ideas y que si logramos desarmar esas ideas podemos hasta desarmar el significado de la palabra “judío”.

Pero el fenómeno “post” también significa esta idea sobre el post-modernismo judío como: (1) el judaísmo ya siendo algo intrínsecamente ligado al concepto de “ciudadano” de un Estado Moderno, (2) la problemática árabe-israelí trayendo nuevas interrogantes sobre qué deben creer los judíos o a qué deben aspirar o cuáles son los temas centrales y existenciales de su propia existencia como judíos en el mundo actual.

En consecuencia “unidad y diversidad” ha sido un tema central de los últimos años y la “espiritualidad judía” ha pasado a un segundo plano en esta era “post-moderna”.

O también las cuestiones sobre qué es o significa el Sionismo en las condiciones presentes.

¿Podríamos también hablar de una era Post-Sionismo en la cual el Sionismo mismo ha cambiado y ha transformado los ideales primigenios que le dieron origen? Es decir, los judíos Sionistas hoy, ¿siguen teniendo los mismos ideales que Theodor Herzl? Muchos autores recientes han sugerido debatir cuál es la naturaleza de lo que el Sionismo significa hoy y si esta palabra aún captura el sentido de lo que significa ser un judío israelí en el siglo XXI.

También hemos dedicado toda nuestra publicación anterior sobre el rol del feminismo dentro del judaísmo y las preguntas que éste nos enfrenta. ¿Es acaso el feminismo también un fenómeno que debe ser considerado ya como post-moderno?

 

 

Los problemas actuales y el judaísmo

En conclusión ya no hay ninguna duda que los judíos están preocupados y reflexionando dentro de su tradición sobre los temas que el resto de la humanidad también esta preocupada en estos años: matrimonios homosexuales, donación de órganos, aborto, feminismo, dialogo interreligioso, “valores universales”, la opresión en ciertas partes del mundo, el hambre y la pobreza en el mundo, la ecología, el medio ambiente, el mal trato de animales, las crisis económicas no solo mundiales sino también en comunidades e instituciones judías, etc.

Ademas para muchos judíos las celebraciones del ciclo anual del calendario judío tienen que ser sensibles a todos estos temas actuales ya. Muchos judíos se preguntan sobre ¿cómo podemos hablar de Pesaj y celebrar que somos libres aún cuando hay opresión muchas veces en la casa del vecino nuestro?

Uno puede claramente encontrar reflexiones por parte de pensadores y rabinos contemporáneos sobre todos estos temas tradicionales entendidos ahora bajo una mirada sensible a los temas centrales que conciernen al ser humano moderno.

 

 

El judaísmo nostálgico

Quiero ahora presentarles finalmente mí última reflexión sobre el Judaísmo Moderno y el judaísmo que vivimos hoy. Y quiero abrir esta reflexión con una simple pregunta que tal vez surge de dedicarse a pensar un tema por mucho tiempo.

La pregunta es ¿siguen siendo todos estos temas sobre el pensamiento judío Moderno realmente relevantes en la actualidad? ¿Puede ser que mucha de la práctica judía, de aquello que los judíos hacemos y llamamos judaísmo, ya no dependa ni importe si Dios lo comando o no?

Con esto nos preguntamos si para la mayoría de los judíos las preguntas sobre la búsqueda de Una Verdad y sobre la importancia de los rituales judíos son realmente llevados acabo reflexionando en profundidad al respecto de lo que se cree y se hace o simplemente se hace por costumbre y herencia.

¿Puede ser que la mayoría de los judíos ya no se pregunten por qué hacemos lo que hacemos sino que simplemente hacemos sin siquiera tener una afirmación clara sobre qué es lo que creemos? ¿Puede ser que simplemente hacemos porque es lo que nos dijeron históricamente que es lo que debíamos hacer?

El ejemplo que se me ocurre para cuestionar esto es definitivamente Pesaj. En Pesaj, sin importar cuan asimilado uno este o incluso si uno se ha casado con alguien que no comparte la misma fe, la cena de Pesaj sigue siendo algo fundamental y central. Para la mayoría de los judíos la cena de Pesaj y Rosh Hashana o ir al “shil” en Iom Kippur sigue siendo algo inexplicablemente importante.

Por algún motivo inexplicable para la mayoría de los judíos hoy la experiencia de la cena o el Seder de Pesaj –ese sentarse todos juntos como una gran familia junto a padres, abuelos, tíos, primos, hijos y nietos a comer “comida judía”- simboliza claramente un cruce generacional que celebra la estructura familiar más allá de la religiosidad de cada uno en aquello común que los hace familia teniendo el ritual judío como símbolo unificador y esperanzador sin importar cuan disminuido el judaísmo se encuentre en cada uno de los miembros de la familia.

Aún cuando las creencias parecerían ser poco importantes para la mayoría de los judíos lo que realmente importa (y justamente Pesaj es un claro ejemplo de ello) es la “nostalgia”. Eso significa realmente que para muchos judíos el judaísmo es la relación y la utilización de símbolos que nos permiten honrar a nuestros padres y abuelos recordando las generaciones pasadas y lo que nos legaron.

Esto quiere decir que más allá de lo que uno pueda creer sobre Dios, la Tora o Israel para muchos judíos lo único que realmente estamos celebrando al practicar el judaísmo es “nostalgia”. Simplemente sentimos que hemos cumplido con aquello que llamamos judaísmo al sentarnos en la mesa junto a nuestros padres y abuelos y de alguna manera honramos sus vidas participando en este evento judío que es realmente más importante para ellos que para nosotros.

¿Es posible que la experiencia de ser judíos en la modernidad, donde hemos logrado transcender el lenguaje mismo, nos sugiera que la práctica es mucho más importante y relevante que la teoría que sostiene dichas prácticas?

Si lo piensan gran parte de nuestras publicaciones lidiaron con el tema de la práctica judía en la modernidad. Los judíos modernos se dedicaron profundamente a cuestionar sobre el sentido y la relevancia de las mitzvot, es decir los preceptos o mandamientos, siendo esto aquello que definimos como Tora y se articula en la pregunta sobre qué hacen los judíos para expresar su particularidad judía o dicho de otra manera: qué acciones determinan si uno esta haciendo algo que es judío o no.

Las acciones judías son cruciales para activar el judaísmo haciendo algo judío mas allá de pensar sobre el judaísmo. Uno es lo que hace y no lo que dice. Los sentimientos y creencias claramente no son transferibles. Solo las acciones lo son. Si uno crece en un hogar donde los Viernes a la noche no sucede nada diferente de lo que sucede un Martes a la noche ¿qué posibilidades hay de explicar lo que es el Shabbat y que esa herencia continúe?

Al escribir estas publicaciones me pregunto a veces ¿quién lee esto? ¿A quién le importa realmente conocer su pasado judío? ¿A quién le preocupa entender el pensamiento judío?

En mis charlas con judíos de todas partes del mundo definitivamente la “nostalgia” es un factor mucho mas central para preservar su tradición y para pasarla a la siguiente generación. Muchos judíos hacen todo esto no porque se cuestionan sobre Dios, las prácticas judías y la particularidad única del pueblo de Israel sino porque simplemente “mi abuelo o mi padre lo hacía y eso me remonta a mi infancia o adolescencia y para honrar su memoria yo voy a hacer lo mismo y sentirme así cumplido con mi función dentro de esta cadena milenaria”.

En pocas palabras hablamos de un compromiso que no reflexiona en profundidad sobre todos estos temas que hemos presentado sino que simplemente expresa ese sentimiento nostálgico en el que a través de estas prácticas lo que intento hacer es evocar ese sentimiento de familiaridad y confort que da sentido a mi propia existencia y a mi ser y por eso voy a hacer todo esto.

Visto de esto modo podemos decir que el pensamiento judío es en realidad algo practicado por muy pocos judíos en la modernidad que hacemos estas cosas por nosotros mismos, nos hablamos a nosotros mismos y realmente somos irrelevantes para la comunidad judía en general. Muchas veces me pregunto como se preguntaba Ierushalmi “¿qué significa estudiar la historia judía?”, “¿a quién le estoy escribiendo o narrando la historia?” “¿quién lee esta historia sino le interesa conocer realmente lo que paso sino lo que le gusta que le digan que sucedió?”

Por supuesto que esto que estoy haciendo es lo que la mayoría de nosotros hacemos con respecto a cualquier tipo de pensamiento intelectual o incluso de textos académicos de cualquier profesión sean estos de historia, música, psicología, economía, etc. Cualquiera que elige una profesión sea la que sea descubre con el tiempo que es muy poca gente la que realmente le importa el academicismo o esos textos profundos y densos sobre lo que nos apasiona a cada uno de nosotros y en definitiva los académicos terminan escribiendo generalmente para un número muy reducido de seguidores. Los textos profundos sobre arte, filosofía o psicoanálisis no son realmente leídos por un público masivo sino por un par de fanáticos que les apasiona leer sobre un determinado tema.

 

 

 

Últimas reflexiones sobre el pensamiento judío Moderno

Pero llegando ya a esta última reflexión y considerando que estas preguntas presentadas así representan un desafío enorme para cerrar todas estas publicaciones, lo que quiero hacer ahora es polemizar en contra de esta postura que acabo de presentarles y darme y darles un final optimista.

Uno puede argumentar que los intelectuales no son los únicos que piensan o se preocupan por el sentido de la vida y sus propias vidas, sus creencias y su forma de entender el mundo en el que viven.

Yo ya no estoy seguro a esta altura de mi vida que solo los intelectuales piensan sobre el sentido de la vida, sus creencias o en el caso particular de los judíos sobre su judaísmo. Decir que solo los intelectuales se preocupan por estos temas es no tener en cuenta y desechar a la humanidad sea que hablemos de judíos o de cualquier otra religión. Es mi esperanza al haber escrito todo esto creer que hay mucha más gente que piensa sobre todos estos temas que solo los profesores en las Universidades y los rabinos metidos dentro de sus propias comunidades.

Uno también puede decir que la nostalgia no es más que un sentimiento pasajero. Este concepto lo aprendí de leer y estudiar con el Rabino y académico Fernando Szlajen. ¿Es la nostalgia suficiente para sostener el compromiso de los judíos para transmitir el judaísmo a la siguiente generación? Si todo lo que hacemos como judíos es por “nostalgia del pasado y lo que los otros judíos nos legaron” entonces debemos realmente aceptar que el judaísmo esta en extinción. La nostalgia como Uds. saben no es transferible y se evapora con el tiempo. De una generación a la otra la nostalgia va desapareciendo puesto que nadie sabe qué sentía realmente el abuelo de su bisabuelo al practicar su judaísmo. Y si lo único que voy a hacer como judío es recordar el judaísmo del modo que lo entendían mis abuelos el día que ellos mueran lo único que voy a tener como judaísmo es la religión que ellos tenían y no la mía propia dentro del judaísmo. Así cada generación va perdiendo cada vez más el contacto con el judaísmo anterior y en ese camino lo que nos queda de judaísmo es casi la nada.

Las creencias más firmes son el producto de las convicciones más firmes que están definidas por el auto-conocimiento honesto y la auto-reflexión sobre uno mismo y su herencia.

Y lo que quiero sugerir para cerrar todo este ciclo es que las reflexiones que hemos hecho en todas nuestras publicaciones son profundas, son relevantes y hablan a las condiciones de todos los judíos y de hecho de todos los seres humanos.

Todos estos pensamientos revelan los sentimientos y el coraje de los intelectuales judíos de los últimos 400 años confrontando el pasado en términos de su presente y proyectándolo hacia el futuro. Nos presentan el esfuerzo sincero de ofrecernos un “sentido” a la tradición desafiándola de diversas maneras y al hacerlo ofreciéndonos un proceso en el corazón de la creatividad judía.

El pensamiento judío Moderno es un pensamiento que continúa siendo importante hasta la actualidad aún con todas sus fallas y respuestas imperfectas puesto que no estoy sugiriendo aquí que todas las respuestas de estos pensadores nos han saciado o satisfecho ofreciéndonos respuestas finales que realmente eliminen los dilemas de nuestras vidas como judíos que viven en la modernidad.

Tal vez debo ser de los pocos que en forma naive o ingenua todavía tiene un respeto enorme por los grande líderes religiosos de todas las religiones y estoy convencido que la fe es importante y que el mundo sería mucho peor si no existiera la religión que históricamente nos ha dado valores sobre ética y moral. Por supuesto que hay que aprender a separar la religión de ciertos religiosos y de ciertas instituciones religiosas que muchas veces en nombre no de Dios sino de sus propias inseguridades e intereses denigran el mensaje de Dios y asesinan al que no ve la religión como ellos. Como dijo Heschel “¿Qué es un ídolo? Cualquier Dios que es mío pero no tuyo, cualquier Dios que esta preocupado por mí pero no por vos”.

Pero el pensamiento judío moderno con todas sus cuestiones, dudas, preguntas y articulaciones nos muestra que lo que tenemos aquí es una extensión auténtica de lo que podríamos llamar (utilizando una palabra hebrea) un midrash, es decir una “actividad interpretativa judía”. La palabra midrash significa “interpretar”. Interpretar el judaísmo a la luz del presente. Darle sentido a una fe antigua y una tradición basada en una herencia literaria en un tiempo complejo lleno de incertidumbres.

De hecho lo que hemos visto es que el pensamiento judío Moderno es un emprendimiento judío que se basa en tratar de interpretar y darle sentido a los textos milenarios judíos a luz de la situación presente en la que vivimos.

Hay en todas estas modestas expresiones del pensamiento judío una extensión auténtica del esfuerzo humano por darle un sentido a la vida entendiendo el pasado en el contexto del presente tratando así de alcanzar un futuro mejor, más optimista y más divino a la luz de estas interpretaciones.

Queridos amigos: en el contexto de un mundo presente lleno de incertidumbres sociales, políticas, económicas, artísticas y religiosas; en un mundo que sufre cada día más polarizaciones culturales entre extremismos que no toleran al que es diferente u opina de otro modo; en una sociedad donde el desacuerdo es una mala palabra, la duda es una crisis existencial y mi Dios ya no es tu Dios y por lo tanto debo eliminarte para poder yo vivir en paz conmigo mismo; el esfuerzo de todos estos pensadores y pensamientos que hemos compartido en este año explorando el judaísmo de los últimos 400 años no es un emprendimiento menor.

 

 

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Respuestas Judías Al Holocausto Nazi

12/01/2012 por Diego Edelberg 45 comentarios

 

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Podcast: Descargar (Duración 36:50 – 35.4 MB)

Hemos arribado en esta publicación a uno de los desafíos teológicos más grandes para el pensamiento judío de la modernidad y para la fe judía en términos generales y eso es por supuesto el impacto del Holocausto Nazi en el pensamiento judío moderno, en las reflexiones judías y en el sentido de la vida judía particularmente para aquellos que sobrevivieron el Holocausto y necesitaron de alguna manera sobreponerse y seguir adelante en los años posteriores a 1945.

 

 

Shoah vs. Holocausto

No puedo evitar comenzar diciendo que a pesar que voy a usar la palabra Holocausto a lo largo de esta publicación (puesto que dicha expresión se ha convertido en parte de nuestro vocabulario) es técnicamente equivocado llamar Holocausto a los asesinatos en masa sucedidos en la Segunda Guerra Mundial por el partido Nazi.

El término Holocausto proviene de una palabra griega que hace referencia al sacrificio de animales ofrecidos a Dios. La palabra «Holocausto» fue utilizada históricamente para denotar grandes masacres pero desde la década de 1960 hasta la actualidad el término es utilizado generalmente por los académicos, los escritores y pensadores para referirse exclusivamente al genocidio de los judíos.

Por el contrario la palabra Shoah (שואה) (que significa «catástrofe» en hebreo) se ha convertido en el término estándar para referirse al Holocausto especialmente en Israel. La palabra hebrea Shoah es preferida por muchos judíos actuales debido a la naturaleza teológica y ofensiva que la etimología de la palabra «Holocausto» posee haciendo alusión a que “los judíos murieron como sacrificios ofrecidos a Dios” (lo cual sería una barbaridad de ser entendido así).

Pese a ser esto un error voy a usar de todos modos la palabra Holocausto en lo restante de esta publicación dejando en claro que es un error usarla.

Tal vez deberíamos proponer que Shoah se convierta en un neologismo, es decir una palabra nueva de nuestro vocabulario reemplazando con el paso del tiempo a la palabra Holocausto.

 

 

El silencio fue la primera respuesta

Es muy interesante ver cómo la discusión teológica sobre el Holocausto va evolucionando históricamente. Lo que muchas veces sorprende es que las respuestas judías al horripilante impacto del Holocausto no suceden inmediatamente. A excepción de algunos de los sobrevivientes quienes publicaron biografías personales e historias sobre su trágica experiencia, pocos pensadores, historiadores, filósofos y académicos judíos escribieron extensamente sobre este tema.

No es hasta el año 1966 que se publica un libro importante por parte de Richard Rubenstein cuando luego otros pensadores judíos comenzarán a escribir más y más acerca del impacto teológico que el Holocausto tiene sobre la fe en el judaísmo, Dios y el valor de otras religiones también.

Como veremos no es que la gente estaba totalmente callada por lo que habían vivido y lo que había sucedido sino que realmente podríamos argumentar que el trauma del Holocausto produjo un impacto tan increíble en la conciencia judía que la respuesta más apropiada por los judíos durante un tiempo fue el silencio. Definitivamente la experiencia fue una reflexión interior que surgió en lugar de escribir algo rápido que intentara explicar o entender qué había sucedido y por qué había sucedido.

 

 

La cuestión del Mal en el judaísmo

El judaísmo tiene en los miles de años vividos momentos fáciles y momentos no tan fáciles. La tradición judía tiene en su haber milenario muchísimas reflexiones sobre la cuestión de la existencia de Dios y la existencia del Mal. Esto claramente no es algo que solo comienzan a pensar los judíos en la modernidad. Incluso desde el libro de Job hasta la actualidad los judíos se han dedicado profundamente a tratar de entender y lidiar sobre el tema de su dolorosa fe.

La cuestión del monoteísmo, es decir la creencia en un solo Dios, inevitablemente conlleva la pregunta sobre la existencia del mal. Es decir cómo concebimos al Mal dentro de un paradigma que posee un sólo Dios. O dicho otra manera mas simple ¿cómo puede Dios destruir criaturas inocentes? Si uno cree que Dios está a cargo del devenir histórico y de los eventos que suceden ¿Cómo puede Dios asesinar niños?

Como dijimos en nuestra primera publicación el judaísmo antiguo y medieval ponía al hombre como responsable de los eventos históricos que sucedían. El hombre pre-moderno creía que todo lo que le pasaba era una recompensa o un castigo de Dios debido a su conducta. El hombre pre-moderno creía que si algo malo pasaba había una excusa para ello. Incluso aquello que nosotros llamamos hoy «accidentes» para un ser humano pre-moderno generalmente esta determinado por factores teológicos.

El judío antiguo y medieval se preguntaba ¿por qué los judíos hemos sido castigados una y otra vez en la historia? ¿Por qué Dios nos castiga tanto entre las naciones del mundo? Justamente Estas eran las preguntas de un judío que vivía antes de la modernidad en las épocas Bíblicas, Talmúdicas y medievales.

Si lo recuerdan y siguiendo la visión histórica tradicional que hablamos en nuestra primera publicación, vimos que los judíos anteriores a la modernidad, anteriores al 1500 aproximadamente, creían que habían sido exiliados de la tierra de Israel y castigados por no cumplir con su parte del pacto con Dios y como vemos esta respuesta hasta la modernidad era la respuesta aceptada por los judíos que simplemente decían que “no sabemos porque Dios nos hace lo que nos hace y por lo tanto tenemos que aceptar su voluntad y tener esperanza que lo mejor esta por venir”.

Tal vez esta explicación o modo de pensar medieval o pre-moderna le siga siendo útil a algún judío porque es una manera de evitar hacerse las preguntas más profundas que haremos a continuación y que cuestionan la fe judía y la creencia en Dios.

En lo personal me parece lamentable escuchar en algunos círculos judíos frases como “el Holocausto sucedió porque los judíos alemanes se estaban asimilando” o que “cuando suceden tragedias como el Holocausto significa que Dios nos esta mandando mensajes para volver hacia la Tora y las prácticas judías”. Decir algo así es muy mediocre puesto que de alguna manera justificaría que hay algo que deberíamos aprender o agradecer de la espantosa experiencia del Holocausto Nazi y la realidad es que no hay nada que debamos ni podamos aprender, justificar o agradecer de dicha experiencia. Además querer justificar por qué Dios realizó y permitió que dichos sucesos sucedieran es tener la arrogancia de decir que uno entiende lo que Dios hizo o hace y como todos sabemos nadie conoce a Dios porque Dios esta más allá de lo que los humanos podemos entender. De alguna manera el problema del Holocausto no es de Dios sino del hombre que no puede tolerar el sin sentido.

 

 

¿Donde estaba Dios?

En nuestra era, y la era a la cual nos hemos dedicado en estas publicaciones que es la Modernidad, el Holocausto Nazi nos enfrenta nuevamente con la pregunta teológica sobre la presencia o ausencia de Dios frente a la aniquilación en masa de judíos. La pregunta que se impone es ¿cómo puede uno ser un judío religioso luego del Holocausto? ¿Cómo puede uno creer en Dios luego del Holocausto? ¿Cómo podemos agradecerle a un Dios que asesina niños, destruye familias enteras y trae tanto odio y aniquilación masiva en el mundo? Si Dios es el encargado de Todo cómo puede existir tanto mal y tanta tragedia. Quizá Dios no estuvo presente en Auschwitz. Quizá Dios no existe. Estas son las preguntas con las que nos enfrentaremos en esta publicación.

 

 

¿Podemos confiar en los seres humanos?

Pero hay otras preguntas que debemos agregar a esta noción de la ausencia de Dios como resultado del Holocausto.

La pregunta que se nos presenta no solo es sobre la fe en Dios sino sobre la fe en la humanidad y los seres humanos. ¿Qué hay del futuro de la interacción humana? ¿Qué hay del diálogo, la tolerancia y apreciación del otro en el futuro? Si ya no podemos confiar en Dios luego del Holocausto ¿podemos confiar en el ser humano? ¿Cómo es posible que cualquier país y nación “civilizada” sea capaz de proponerse como objetivo el exterminio de otro ser humano aún en la modernidad?

Alemania era la nación mas «civilizada» de Europa. Alemania era la nación con la mayor producción de cultura, filosofía, arte, ciencia y música entre otras cosas de la historia en su momento y fue capaz de destruir judíos con un odio feroz y animal. No era que toda esta gente estaba actuando de ese modo porque eran incultos o no sabían lo que hacían. Eran humanos como cualquiera de nosotros. Los Nazis eran tal vez la gente más educada del mundo en su tiempo.

Pero no era un tema de conocimiento, información o cultura lo que los llevó a hacer lo que hicieron. Sino que era un tema sobre su escala ética y moral. Uno puede ser un pensador brillante y no por eso actuar éticamente. Los Nazis podían llorar hasta las lagrimas escuchando la Novena Sinfonía de Beethoven y al otro día asesinar niños en un Campo de exterminio. Cualquiera sea la explicación que uno quiera darle al Holocausto Nazi en definitiva la pregunta es ¿podremos llegar a comprender alguna vez cómo un ser humano es capaz de hacer lo que hicieron los Nazis? ¿Cómo podemos volver a confiar en la humanidad luego de una experiencia como el Holocausto? ¿Cómo podemos confiar que algo así no volverá a suceder? Que haya sucedido sólo nos enseña algo: puede volver a suceder en cualquier momento. Si sucedió significa que hay lugar para algo así en la experiencia humana. El Holocausto también nos muestra cómo frente a los momentos de crisis económicas, sociales y políticas reviven los nacionalismos y se busca muchas veces un culpable para darle sentido al mal.

El impacto del Holocausto modifica realmente toda una generación de judíos y su propia conciencia al igual que lo hace con el resto de la humanidad hasta el día de hoy. Claramente existe en la historia mundial un antes y un después del Holocausto. Para peor  el Holocausto nos deja con una “falta total de confianza en lo Divino y en lo humano”.

Intentar comprender la psicología de la víctima del Holocausto, aquel que finalmente sobrevivió, es comprender lo complejo que pueden llegar a ser sus sentimientos hacia la cultura humana, la interacción humana y hasta qué grado de información van a querer compartir con sus descendientes del horror que han vivido. A mucha gente le encanta hablar sobre su vida y sus experiencias vividas para enriquecer al mundo y educar a sus hijos. Pero muchos hijos e hijas de sobrevivientes del Holocausto Nazi realmente no saben qué sucedió durante un período de la vida de sus padres puesto que sus padres decidieron no compartir toda esa experiencia y esto es algo que no solo debe ser aceptado sino también respetado por los hijos.

 

 

El Holocausto y el Estado Moderno de Israel

Uno también puede preguntarse ¿qué implicancias tiene el Holocausto en el surgimiento del Estado Moderno de Israel, su seguridad hasta la actualidad y su lucha por seguir existiendo hasta el día de hoy?

Entender algo sobre el odio antisemita luego del Holocausto, la psicología de la víctima que ha sufrido el Holocausto y por qué Israel y muchos judíos reaccionan frente a los actos antisemitas evocando imágenes del Holocausto es realmente comprender el impacto inexplicable de este horrendo episodio del mundo contemporáneo.

Cada político extranjero que visita Israel es llevado a Yad Vashem, el Museo del Holocausto Judío, ya que de alguna manera es políticamente correcto para los israelíes mostrar eso como preámbulo para entender de dónde han renacido y sacado fuerzas los ciudadanos israelíes para seguir adelante. No hay ninguna cuestión que la sociedad y la cultura israelí moderna termina de formarse luego de la experiencia del Holocausto.

 

 

 El judaísmo actual: ¿Holocausto + Estado Moderno de Israel?

Pero no solo es la cultura israelí la que se afectada por el Holocausto. Muchos historiadores sostienen que la imagen, el principio de identidad y pertenencia del judaísmo que la mayoría de los judíos poseen hoy es (1) el Holocausto y (2) el Estado Moderno de Israel.

Es decir que para muchos judíos la vitalidad del judaísmo en los últimos 100 años ha sido marcado por estas dos experiencias judías: la experiencia viva y esperanzadora de los judíos volviendo a la tierra de Israel y la experiencia dolorosa y trágica de los 6 millones de judíos que fueron asesinados durante el Holocausto Nazi.

Esta claro que al menos para los judíos norteamericanos el Holocausto juega un papel central siendo el motor para la creación de museos, libros, películas, monumentos y actos constantes que forman parte hoy del ciclo anual del calendario judío.

Recién en los últimos años solo unas pequeñas voces de rabinos se han atrevido a exclamar que el judaísmo es mucho más que estas dos experiencias o que el sufrimiento del Holocausto. Muchos rabinos actuales ven como trágico para la continuidad de la existencia judía que el Holocausto sea el principio de identidad número uno con el cual muchos judíos definen su ser judíos en la contemporaneidad. Por supuesto que este es un tema muy delicado y debido a la velocidad de nuestra tiempo el cambio se vive en forma tan veloz que muchos judíos exclaman que no han pasado ni 70 años (es decir ni una generación aún) de cuando uno tan solo por ser judío en Alemania no tenía el derecho a existir y por lo tanto no podemos minimizar la importancia del Holocausto. Estamos demasiado cercanos aún al Holocausto.

Sin dudas todo esto representa fuertes debates dentro de la comunidad. La realidad es que si hay algo que sabemos de ser judíos es que el judaísmo no olvida. De hecho la memoria del pueblo judío es impresionante. Durante el ciclo del año judío recordamos y conmemoramos eventos bíblicos (en Pesaj, Shavuot, Sukkot, Purim, Januka, etc.) y eventos más contemporáneos tales como El Día de la Independencia de Israel, el Día del Recuerdo, y por supuesto el Día del Holocausto.

Pero por otro lado hay judíos que argumentan que no debemos quedar atrapados en ciertos eventos por sobre los otros. Estos judíos dicen que lo que nos ha salvado es nuestra fuerza para seguir adelante y no olvidaremos a nuestros hermanos puesto que no esta en la naturaleza de los judíos olvidar y honraremos su existencia volviendo a reír, trayendo nuevas vidas judías al mundo, continuando enseñando nuestra tradición y celebrando tanto los momentos alegres como tristes que la vida como unidad indivisible nos propone. Los judíos hemos aprendido a responder a la destrucción con más construcción.

 

 

 Las relaciones con otras religiones

Aún podemos hacernos otra pregunta más en la modernidad luego del impacto del Holocausto. En la era post-holocausto ¿qué tipo de relación tienen ahora los judíos con los cristianos y con las demás religiones?

Educar un niño judío luego de la experiencia del Holocausto es educarlo con una intención de abrazar a cualquier ser humano y a la vez también la desconfianza con respecto a las demás religiones. Una pregunta acerca del mal que surge muchas veces en mis clases con chicos de 12 o 13 años es no solo dónde estaba Dios sino ¿dónde estaba la Iglesia como Institución y el Papa como el representante de dicha Institución durante el Holocausto? ¿Ellos no sienten culpa? ¿Deben los judíos confiar en la religión Cristiana y que ésta va a protegerlos también como hijos del mismo Dios si algo así vuelve a suceder? ¿Deben los judíos trabajar en el diálogo interreligioso luego de haber tenido tan horrenda experiencia? Estas son todas preguntas muy serias y difíciles de responder.

Como vemos cuando hablamos del Holocausto no solo nos referimos al asesinato espantoso grabado en la mente de la conciencia judía a través de imágenes y recuerdos que han sobrevivido sino que se disparan muchísimos temas más acerca de la auto-imagen de la sociedad israelí, la auto-imagen del judío post-holocausto, las relaciones que los judíos van a tener ahora con el resto del mundo y la humanidad, su fe, su actitud hacia las otras religiones en especial el cristianismo y su relación con Dios. En pocas palabras el modo en el cual el judío post-holocausto piensa y articula su fe esta intrínsecamente relacionado con todos estos eventos que sucedieron hace aproximadamente 66 años.

Todo esto hasta aquí ha sido una introducción sobre lo que hablaremos en esta publicación y la relación del Holocausto con el pensamiento judío moderno.

Antes de meternos en profundidad con Richard Rubenstein y Emil Fackenheim, los dos autores que analizaremos en esta publicación, hagamos una revisión sobre algunos de los pensadores que analizamos en nuestras publicaciones hasta ahora y tratemos de extraer de ellos su reacción o pensamiento sobre el Holocausto.

 

 

Baeck, Kaplan, Heschel y Buber sobre el Holocausto

Si lo recuerdan Leo Baeck fue prisionero en el Campo de Concentración de Theresinstadt donde ejerció como Rabino. Baeck finalmente sobrevive al campo de Concentración y uno esperaría que alguien que ha pasado por una experiencia como esa tenga algo que decir o escribir al respecto. Pero si uno lee lo que Baeck escribe antes del Holocausto y después del Holocausto parecería no haber diferencias. Si bien es cierto que Baeck escribe un libro acerca del pueblo judío luego del Holocausto la noción de su optimismo moral, sus ideas de “Misterio y Mandamiento – Misticismo y Ética” permanecen intactas. Leo Baeck quien experimentó el Holocausto en forma personal siendo prisionero dentro de un campo de concentración no nos dice nada a través de sus escritos sobre alguna reflexión de esa experiencia.

Mordejai Kaplan a quien dedicamos toda una publicación sobre el judaísmo Reconstruccionista claramente comprende el Holocausto de una manera muy particular debido a su definición de Dios. Si recuerdan lo que mencionamos en nuestra publicación sobre Kaplan para él Dios es un “proceso” y no una personificación y por ende no puede estar asociado ni al bien ni al mal ya que esas son ideas humanas y no divinas. Dios por lo tanto no es responsable del mal ni del bien. Y por lo tanto para Kaplan el mal (que podría ser definido como una ausencia del bien) está allá afuera entre la gente y su condición humana y en las fuerzas de la naturaleza que “destruyen” (según una visión humana). Pero en definitiva para su pensamiento y dentro de su sistema racional el mal y el bien no pueden ser explicados en forma ontológica (es decir como una existencia en si misma sino que deben ser siempre definidos dentro de un contexto determinado) y por ende el Holocausto tampoco puede ser explicado.

Pero para Kaplan si puede entenderse el mal entre seres humanos. Eso significa que los humanos tienen una tendencia hacia el mal y hacia los actos de la propia supervivencia como el asesinato del otro de ser necesario. Para Kaplan de alguna manera lo que puede entenderse del Holocausto es que es una prueba de lo que el humano, usando en forma negativa su poder e ignorando su pasado ético, puede llegar a hacer. En este sentido preguntarse por Dios dentro de la tragedia no es un tema que tenga sentido puesto que Kaplan define de antemano a Dios como un proceso y no como algo asociado al ser humano o su historia. Por eso cuando Kaplan habla del Holocausto su énfasis esta puesto en la responsabilidad humana y eso es en definitiva la razón del odio Nazi.

Heschel, de quien hablamos en nuestra publicación anterior, se encontraba muy cercano a la experiencia del Holocausto ya que perdió familiares en el Holocausto. Heschel había vivido en Polonia que fue destruida completamente tanto física como espiritualmente y conocía todo ese mundo en forma personal.

La respuesta de Heschel es que lo único que podemos hacer como judíos es comprometernos más con la observancia de los mandamientos o mitzvot del judaísmo. El horror del Holocausto a removido a Dios del escenario y por eso para Heschel seguir practicando el judaísmo y haciendo mitzvot nos volverá a traer la presencia del bien en lugar de la presencia del mal. Nuevamente no hay nada particularmente inusual en esa respuesta ya que surge desde una comprensión tradicional e histórica del cumplimiento de los mandamientos judíos y la fe judía y eso es todo lo que encontraremos en Heschel con respecto al tema.

Y por último nos queda la opinión de Buber quien inicialmente define al Mal dentro de su sistema como la ausencia de la relación “Yo-Tú”. La incapacidad humana de sentir a Dios y la espontaneidad del sentimiento de apreciar a Dios en la vida de uno es lo que para Buber representa el Mal. Por lo tanto esta definición pone la absoluta responsabilidad de la relación en el ser humano y no en Dios. ¿Pero por qué no es Dios responsable? Si Buber nos dice que Dios es un compañero en esta relación en forma de diálogo como el “Tú eterno”, ¿acaso Dios no tiene que hacer algo? ¿Dios solo responde cuando los seres humanos lo buscan? ¿Es realmente el Holocausto una responsabilidad solamente humana? Buber parecería así manifestar la ausencia de Dios. Buber parecería indicarnos que a veces Dios no responde incluso cuando uno esta abierto y listo para “escuchar su llamado”. Y por lo tanto Buber acepta una ausencia y dice que volverá esa presencia cuando el ser humano se disponga a hacerlo.

Así que en forma resumida y breve estas son cuatro respuestas por parte de pensadores judíos que hemos considerado en nuestras publicaciones.

 

 

Las dos posturas actuales frente al Holocausto

En lo restante de esta publicación quiero enfocarme en dos pensadores judíos que se han dedicado exclusivamente a la cuestión del Holocausto Nazi y de alguna manera representan las dos voces opuestas que escuchamos en la actualidad en la mayoría de las personas: aquellos que dicen que (1) luego del Holocausto ya no es posible creer en Dios y aquellos otros que (2) pese a la adversidad que presenta esta tragedia en nuestra historia dicen que debemos seguir adelante con la tradición como sea.

 

Richard Rubenstein

El primer autor del que quiero hablarles es Richard Rubenstein.

Rubenstein publicó en 1966 un libro titulado “Luego de Auschwitz: teología radical y judaísmo contemporáneo”.

Simultáneamente un grupo de teólogos cristianos debatían lo que ellos llamaban “la muerte de Dios”. En la década de 1960 se puso de moda entre los intelectuales escribir y declarar que ya no quedaba ninguna duda que Dios no seguía siendo parte de la historia y por lo tanto vivimos realmente en un tiempo en el que Dios ya se ha retirado de su participación en el mundo y los seres humanos.

Cuando Rubenstein publicó su libro fue inmediatamente vinculado con ese grupo de teólogos cristianos y se convirtió en el representante judío de ese grupo y esos ideales.

Richard Rubenstein aún vive y es un rabino Conservador que enseñó por muchos años en la Universidad de Florida en Estados Unidos.

Cuando publicó su libro “Luego de Auschwitz” su carrera y su vida cambiaron definitivamente ya que decir públicamente lo que el dijo y la forma en que lo dijo enojó a muchos judíos quienes no pudieron tolerar su respuesta y comprensión con respecto al Holocausto.

Su desafió fue un desafío que todos los judíos debían ahora responder aún cuando no les gustaba que alguien se los expusiera tan claramente.

¿Qué publicó Rubenstein que ofendió tanto a los judíos?

En la primera parte de su libro Rubenstein expone claramente cómo el Holocausto había transformado el pensamiento judío moderno. Para Rubenstein luego de Auschwitz ningún judío puede seguir creyendo en la omnipotencia de Dios (es decir el poder sin límites e infinito) para controlar el devenir histórico ni tampoco pueden los judíos seguir creyendo en la idea de ser “el pueblo elegido” por Dios.

Para Rubenstein Auschwitz nos muestra que ya no podemos aceptar más la tradicional imagen rabínica de Dios ni tampoco podemos sostener la idea que los judíos son “el pueblo elegido” ya que esto no tiene sentido porque las pruebas muestran que están librados a su propia suerte y Dios ya no esta para protegerlos.

Y por lo tanto esta experiencia según Rubenstein nos índica que debemos dejar de leer la Biblia en forma literal como hemos hecho por siglos y debemos entenderla como una gran metáfora ya que claramente Dios ya no esta más presente en esa narrativa.

Algo ha cambiado en la historia. Este es un momento único en la historia judía y la historia de la humanidad y por lo tanto tenemos que lidiar con el Holocausto en forma profunda puesto que es lo que va  a determinar ahora gran parte de nuestra identidad judía y el modo en que entendemos lo que es ser judíos. Para Rubenstein el Holocausto deja en claro que ya no se puede ser judío ni pensar el judaísmo del modo que se venía haciendo.

En definitiva para Rubenstein desde el Holocausto y hasta ahora los judíos viven en un tiempo donde Dios ha muerto. Vivimos en un mundo que ahora es frío, sin sentimientos reales por el otro y ya no contamos con ningún poder mayor o fuerza que no sea nosotros mismos. Al fin de cuentas para este autor todas las cosas terminan en la nada que es de hecho el principio y final de la Creación.

Por supuesto que esta es la opinión de un autor aunque a veces es el pensamiento de muchas personas con las que hablo acerca del Holocausto. Toda esta descripción es bastante depresiva y de alguna manera nos dice que no queda mas esperanza en el mundo. Este ya es un mundo oscuro donde a nadie realmente le importa lo nos sucede. Estamos solos en este oscuro y frío mundo.

Esta es una visión de la vida que aprendemos según Rubenstein del Holocausto: la vida no es lo que nos imaginamos, soñamos ni queremos. La vida es una lucha constante por la supervivencia del día y a día y finalmente nos morimos y ya a nadie mas le importa. En dos o tres generaciones seremos olvidados y la salvación para este autor no esta en las ideas de un “mundo venidero” o un paraíso al que volvemos sino que la salvación finalmente sucede cuando morimos y se aliviana la experiencia del sufrimiento que experimentamos en lo que llamamos vida.

 

 

El lado positivo de Rubenstein

De todos modos y aunque los sorprenda Rubenstein no es del todo pesimista en su libro. El mismo reconoció que la gente no se sentía ni se siente atraída a este tipo de forma de ver la vida y menos los judíos que cada vez que brindamos decimos “le jaím” que quiere decir “por la vida”.

Lo positivo para Rubenstein debido a esta experiencia que nos deja el Holocausto y al sin sentido de la vida es que los judíos debemos darnos cuenta luego de esta tragedia  en nuestra historia que ya es tiempo, mucho más que antes, de dejar de pelear internamente por nuestras diferencias teológicas y religiosas (dejar de pelear entre ortodoxos, conservadores, reformistas, sionistas, jasadicos, etc.) y abrazarnos y compartir la vida y nuestras diferencias en la experiencia comunitaria judía.

En sus propias palabras “la comunidad judía debe servir como institución en la cual esa condición del sin sentido puede ser compartida para justamente aliviar la experiencia trágica”.

Realmente si bien es linda la forma en que el expresa esta idea no creo en lo personal que sea novedosa. De alguna manera los judíos siempre hemos sabido eso y podríamos argumentar que de hecho uno de los sentidos más fuertes que une a la comunidad judía no es lo vivido sino también aquello inexplicable y sufrido de la vida que el judío sabe que es así y sabe que la manera de transcenderlo no es en soledad sino compartiéndolo y acompañándose con sus semejantes.

En otras palabras, debido a que nos sentimos solos muchas veces, nos suceden cosas que no nos gustan debilitando nuestras esperanzas y la vida parecería muchas veces no tener sentido, más aún frente a una tragedia como fue el Holocausto, y por lo tanto lo mejor que podemos hacer para responder a todas estas dificultades es juntarnos con otra gente que también sabe lo que es la experiencia de ser humanos. Más aún rodearnos de gente que comparte nuestra historia, nuestro pasado compartido y nuestra fe y en consecuencia en estos tiempos oscuros y difíciles la “comunidad judía” se hace aún más importante ya que es lo mejor que podemos hacer como judíos para lidiar con nuestras crisis existenciales y compartir nuestro dolor en compañía.

Rubenstein continuó escribiendo sobre el Holocausto e incluso hizo varias revisiones de su libro hasta el año 1992. Su pensamiento cambia constantemente y es realmente un pensador muy creativo utilizando la historia para tratar de entender históricamente que pudo haber llevado al origen del Holocausto cruzándolo a menudo con la Sociología y el Psicoanálisis como medios que lleven a una respuesta que pueda sobreponerse a este sentimiento de soledad, miedo y sin sentido de este momento difícil en la historia judía.

En sus revisiones posteriores Rubenstein no solo revisó su postura tan negativa que tuvo en su primer libro sino que también trato de responderle a todos sus opositores como Emil Fackenheim de quien hablaremos a continuación. Claramente es legítimo hablar de un Rubenstein de la década de 1960 aún cuando parecería ser otro tipo de teólogo en la década de los 90.

Tratemos a continuación de lidiar con el desafío que recibió Rubenstein particularmente por parte de Emil Fackenheim.

 

Emil Fackenheim

Emil Ludwig Fackenheim nació 1916 en Alemania y murió en Israel en el año 2003. Fue un filósofo judío y un Rabino Reformista.

Nacido en  Alemania, fue arrestado por los nazis en la noche del 9 de noviembre de 1938, conocida como la “Kristallnacht” (la noche de los cristales). Fue internado en el campo de concentración de Sachsenhausen y logró escapar con su hermano menor, Wolfgang a Gran Bretaña, donde sus padres más tarde se unieron a él. El hermano mayor de Emil se negó a abandonar Alemania y fue asesinado en el Holocausto.

En el año 1970 Fackeheim escribió un libro titulado “La presencia de Dios en la historia”. Fackenheim no comienza dando una explicación sobre la “ausencia de Dios” en el Holocausto. Eso para él resulta imposible de explicar. No tiene forma de explicar porqué sucedió el Holocausto ni tampoco se siente capacitado para entender la presencia o ausencia de Dios. Pero hay algo que si sabemos según Fackenheim con respecto al Holocausto. Y eso es que debemos responder en forma absoluta con lo que paso y sin términos medios. Tenemos certeza de esa experiencia que no podemos confiar en una moral relativa y en el famoso “esta todo bien, no hay problema”. Debemos dejar de pensar el Holocausto en forma intelectual. Debemos responder en forma clara y precisa. Debemos dejar en claro que algo debe ser diferente a partir de ahora y debemos reaccionar y responder del modo que Dios nos ha comandado a través de la historia y eso es a través de la acción.

Fackenheim decía que los judíos luego del Holocausto escucharon un nuevo mandamiento de Dios. Dios no estaba ausente. Dios estaba presente. El judaísmo sigue vivo y hay judíos que han sobrevivido al Holocausto. Dios en el Holocausto nos dio un mandamiento más que suman ahora 614. Si lo recuerdan los rabinos extrapolaron tradicionalmente 613 mandamientos de la Tora pero para Fackenheim los judíos tenemos un nuevo mandamiento que no se escucho en Sinaí pero si en Auschwitz. En Auschwitz Dios nos dio el mandamiento 614 que dice “nunca le otorguen a Hitler cualquier tipo de victoria póstuma”.

De este mandamiento 614 los judíos aprendemos que debemos de ahora y para siempre:

  1. sobrevivir
  2. recordar y contar a las futuras generaciones qué fue lo que sucedió
  3. no desesperarnos
  4. nunca volvernos locos y permanecer en control y con la cabeza fría aún cuando no podamos razonar que existe algo así en el mismo mundo de Dios

 

Este es el gran legado que Fackenheim nos trae. Los judíos debemos aceptar que vamos a ser algo separado o diferente en la historia de la humanidad para siempre. Debemos aceptar las contradicciones teológicas que eso implica sobre un solo Dios en el que creemos y con el cual nos enojamos, peleamos, nos amigamos, le lloramos, le agradecemos, volvemos a enojarnos y pelearnos, etc. Esto es así y esto es lo que debemos aceptar y sostener sin desesperarnos ni volvernos locos.

Creo que Fackenheim estaba trayendo una respuesta para todos los judíos que no eran teólogos. Los judíos seguían trayendo hijos e hijas al mundo. Los judíos estaban por fundar el Estado Democrático Moderno de Israel. Los judíos estaban respondiendo a la tragedia y destrucción con más construcción tratando de sostener los valores milenarios que nos han sostenido. Fackenheim estaba articulando o poniendo en palabras lo que ya era una respuesta que los judíos habían tomado.

Pero lo importante es que entendamos que esto no es una explicación sino una respuesta. No entiendo nada de lo que sucedió nos dice Fackenheim, pero si entiendo que no debo permitirle a Hitler ninguna victoria póstuma. Necesito dejar en claro que es absolutamente horrendo tener cualquier tipo de Holocausto. Y como resultado de esta respuesta puedo rearmar el rompecabezas del sin sentido. ¿Podré alguna vez entender porqué sucedió lo que sucedió? La respuesta de Fackenheim es no. Pero si puedo reaccionar, seguir adelante y seguir creyendo.

 

 

Conclusión de las visiones de Rubenstein y Fackenheim

Lo que tenemos con estos dos autores son dos visiones opuestas que con el tiempo y como mencioné en las revisiones de Rubenstein se hacen menos opuestas y de hecho Rubenstein va aceptando cada vez más y más la posición de Fackenheim. Pero en las décadas del 60 y el 70 emergen como dos repuestas diferentes.

Estas dos respuestas son asumidas por muchos judíos y no judíos también en la actualidad: (1) una es la del Rubenstein de los 60 que dice que el Holocausto es una muestra más que Dios no existe, es todo un invento del hombre y no hay que tener más fe en Dios ni creer que Dios se esta preocupado de la continuidad del pueblo judío ya que el pueblo judío depende de si mismo para continuar y (2) la otra respuesta es la de Fackenheim que nos dice que debemos aceptar la condición judía y creer firmemente que hay un Dios y que lo que nos queda por hacer es responder en forma positiva a la vida y no volvernos locos ni abandonar nuestra fe milenaria.

 

Otros pensadores importantes del Holocausto

Claramente estos no son los únicos dos autores de quien podríamos hablar sobre el Holocausto pero son dos de los que han creado las respuestas teológicas más importantes. Muchos han seguido a Fackenheim y han ofrecido un sentimiento de esperanza y fe en la era post Nazi y creo que deberíamos nombrar algunos de estos autores aún cuando no entraremos en sus pensamientos.

Uno de ellos es Elie Wiesel quien es extremadamente conocido por su obra acerca del Holocausto y como sobreviviente del mismo. En sus primeras novelas Wiesel se enfrenta con estos mismos dilemas que hemos presentado aquí. Wiesel es ahora mundialmente reconocido como un luchador por las causas humanitarias y no solo las judías recibiendo un Premio Nobel de la Paz en el año 1986.

Si bien no podemos considerarlo un teólogo el problema del Holocausto es claramente mencionado en sus novelas.

Podríamos nombrar dos otros grandes pensadores sobre el tema. Uno de ellos es Irving Greenberg conocido también como Yitz Greenberg. Greenberg es un rabino neo-ortodoxo descendiente de la linea de Samson Raphael Hirsch y en Estados Unidos de Soloveitchik. Greenberg ha escrito extensamente sobre el tema y en particular lo que el llama un “teísmo problemático”. Greenberg utiliza mucho una noción que el llama “fe en forma de diálogo” y la utiliza para expresar la idea que existen momento de fe y momentos donde no hay fe, momentos de mucha desesperanza y momentos de mucha esperanza enfatizando que en el mundo que percibimos luego del Holocausto no podemos esperar más que estas dos fuerzas contradictorias que habitan en el ser humano y por lo tanto el “teísmo problemático” debe ayudarnos a sostener estas tensiones en la vida que sigue. Lo que hace interesante a Greenberg es que siendo Neo-Ortodoxo el experimenta con los textos tradicionales para encontrar una respuesta judía al trauma del Holocausto.

Eugene Borowitz es un teólogo liberal que también se ha dedicado en profundidad al tema y al igual que Fackenheim argumenta que debemos responder en forma total al Holocausto. Y aún cuando podemos tener problemas para comprender por qué sucedió lo que sucedió nuestra actitud para no “matar” a Dios y el judaísmo es afirmar aún más nuestra fe y prácticas para la continuidad.

 

Conclusiones

Por supuesto que todo esto que estamos viendo en un panorama mundial tanto en Europa como en América y otros continentes nos permite apreciar una repuesta mucha más grande que solo la de estos pensadores y estas respuestas teológicas.

Hoy hablamos de una cantidad de libros que es casi incontable sobre el campo que se conoce como “Estudios del Holocausto” donde hay hasta especializaciones y especialistas dedicando una vida entera a la investigación de ese campo de investigación. Con esto nos referimos a lo que mencionamos al comienzo de esta publicación: museos en todas partes del mundo sobre el tema del Holocausto, películas, documentales, testimonios de sobrevivientes e incluso actos durante el ciclo del año conmemorando fechas trágicas del Holocausto. Definitivamente ha habido una suerte de obsesión en los últimos 25 años con respecto al tema del Holocausto dentro de la cultura de los judíos norteamericanos particularmente y en otros países también.

El Holocausto se ha convertido en un evento central en la experiencia de la historia Occidental Moderna para los judíos, para los pocos sobrevivientes y para el mundo en general. Hay quienes incluso argumentan que se ha llevado a tal extremo esto que los judíos estamos comercializando el Holocausto y que hemos ido demasiado lejos convirtiendo el tema en una obsesión y esto también es parte de una respuesta frente al debate sobre qué lugar debe ocupar el Holocausto en la vida judía en la modernidad.

Sea lo que sea que podamos decir u opinar esta claro que tanto en el caso de Rubenstein como en el de Fackenheim hemos encuadrado el discurso para el pensamiento judío, para la fe judía tan solo a unos 60 años de este trágico, horripilante e imborrable suceso del mundo moderno.

Archivado en: Modernidad Judía, Podcast Historia Judía Moderna Etiquetado como: del holocausto, el impacto, el sentido de la vida, existencia de dios, genocidio, holocausto, holocausto nazi, israel, judaismo, judios, la segunda guerra mundial, partido nazi, reformista

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 Hola, soy Diego Edelberg, el fundador del blog Judios&Judaismo.com. Me apasiona todo lo relacionado con la música, el judaísmo, la interpretación, la educación, la mitología, la filosofía, la religión, la ciencia, la historia, el arte, la física, la cosmología, la evolución, la sociología, la epistemología, la metafísica, la cabalá y en especial aquello que resulta contradictorio, paradójico y absurdo. Para conocer más sobre mi y de qué se trata mi blog visitá la sección Acerca del Autor

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