¿Qué te tiene atrapado en este momento de tu vida?
Tal vez es el miedo a fracasar, el miedo a lo que otros piensan de tí, o la sensación de que no eres suficiente. Quizás estás atrapado en una relación que quieres cambiar, una rutina que no te convence, una creencia que repites en tu cabeza y estás convencido que es “así”. Todos, en algún momento, sentimos que algo nos retiene, que hay un muro invisible entre lo que somos y lo que podríamos ser. Quizás nadie más lo está viendo pero nosotros no podemos dejar de verlo dentro nuestro.
El filósofo Ludwig Wittgenstein llamaba a esto que nos atrapa un “enredo mental”. En su aforismo 125 escribió: «El hecho fundamental es que en el fondo creamos nuestras propias reglas…y luego cuando seguimos esas reglas que nosotros mismos hemos creado las cosas no terminan sucediendo de acuerdo a esas reglas que establecimos. Por lo tanto estamos enredados en nuestras propias reglas. Este enredo en nuestras propias reglas es lo que queremos entender y desenredar.»
En nuestras vidas, muchas veces creamos reglas mentales sobre lo que deberíamos hacer, cómo deberían ser las cosas, cómo deberían comportarse las demás personas. Cómo deberían ser mis padres, hermanos, amigos, parejas, hijos, jefes, trabajos, compañeros de trabajo, la vida. ¡Todo! Y son esas mismas reglas las que a menudo nos atrapan, nos limitan. Nos dicen que debemos hacer todo de una manera específica, que hay ciertas cosas que no podemos cambiar o simplemente no podemos tocar. Y cuando intentamos seguir esas reglas, descubrimos que las cosas no salen como esperábamos. Nos sentimos enredados, atrapados por nuestras propias creencias y expectativas.
Esto es un «enredo mental» que nos limita, una narrativa que nos contamos a nosotros mismos, y esas narrativas, esas reglas invisibles que hemos creado, a menudo nos impiden avanzar. Creemos que estamos siguiendo un camino claro, pero en realidad, estamos atrapados en las mismas narrativas que hemos creado, limitándonos a nosotros mismos sin darnos cuenta.
La pregunta es: ¿Por qué no salimos de nuestro enredo mental? ¿Por qué no vamos hacia aquello que sabemos es lo mejor para nosotros y preferimos quedar atrapados en lo que nos lastima?
Y la respuesta es que preferimos seguir atrapados en nuestros enredos mentales porque nos da más miedo no saber qué es lo que nos espera si cambiamos. Al menos lo que nos tiene atrapados hoy nos da una “ficción de seguridad”. Es una historia “familiar” que nos contamos y nos permite “ordenar nuestro mundo”. Nos es más cómodo, incluso si nos perturba, el mantenernos víctimas de esta narrativa y este enredo mental que nos justifica diciendo que “las cosas son así” (y él es así, y ella es así, y mi jefe es así, y el trabajo es así, y la vida es así, y yo soy así). Y nada puede cambiar y nosotros no podemos hacer nada al respecto.
Pero justamente el gran giro transformador de los esclavos que los liberó de Egipto fue cambiar esa narrativa y hacerlo sin saber qué sucedería. La Torá nos dice en esta parasha que no tuvieron tiempo para hacer el pan e hicieron matzot, no tuvieron tiempo para “pensar y analizar” y tuvieron que actuar bejipazón que significa “con prisa” y agrega la Torá “ni tampoco habían preparado provisiones para sí mismos.» Salieron de Egipto, de las ataduras y enredos mentales “sin provisiones”. Sin certezas.
- La transformación y liberación no siempre es gradual, a veces ocurre de golpe. La esclavitud de Egipto duró siglos, pero la libertad llegó de un momento a otro.
- A veces, debemos actuar sin esperar a que todo esté listo. La matzá representa la idea de que en ciertos momentos no podemos esperar condiciones ideales, sino que debemos avanzar.
- Es un llamado a estar preparados para el cambio, porque la oportunidad puede llegar sin aviso.
Rabbi Najman de Bratslav comenta sobre este acto de correr sin certezas. Él escribe: «Una vez que comienzas a preguntarte, ‘¿pero cómo voy a sobrevivir allá?’ nunca dejarás Egipto.» Es una lección radical. ¿Cuántas veces nos detenemos a preguntarnos cómo vamos a sobrevivir antes de dar el primer paso hacia la transformación? Nos quedamos atrapados en el ciclo de dudas, de temores, de seguridad, y eso nos impide avanzar. Esto no implica no evaluar, planificar ni pensar. Implica que esas cosas son muchas veces otra forma de distracción o fuga hacia el salto que debemos realizar. A veces, la única forma de liberarnos es simplemente correr, sin tener todas las respuestas, sin las garantías de que todo irá bien. Podemos planificar e imaginar que todo será mejor pero no lo sabemos. Sabemos que será diferente y eso es suficiente. Porque la peor plaga y forma de esclavitud sería encontrarnos el año siguiente atrapados en la misma narrativa que sabemos nos tiene enredados hoy.
La verdadera libertad no se encuentra en tener todo resuelto antes de dar el primer paso, sino en confiar en el proceso y en correr hacia lo desconocido. Al final, como nos enseña la parashá, a veces lo único que necesitamos es correr y confiar.
¿Qué te tiene atrapado hoy que sabes que necesitas dejar atrás de una buena vez, pero sigues sosteniendo por miedo a lo desconocido?