• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido
  • Saltar a la barra lateral principal
  • Saltar al pie de página

Judíos & Judaísmo

antiguo, novedoso, sagrado.

  • ¿Nuevo en el Blog?
  • Acerca del Autor

Si pudieras visitarte a tus 18 años ¿qué te dirías?

22/07/2014 por Diego Edelberg 52 comentarios

Mi Buenos Aires Querido

La entrada anterior a esta la escribí desde el aeropuerto de Frankfurt a punto de visitar familia, amigos y por supuesto mi Buenos Aires que me recibió al mundo desde niño y me acompañó por 28 años (en realidad nunca dejó ni deja de acompañarme). Pero ahora ya estoy en el aeropuerto de Ezeiza a punto de embarcarme para Hong Kong nuevamente donde Dios mediante en unos días arranca lo que para mí representa otro ciclo que se repite.

Cada uno tiene su propio ciclo o experiencia personal del paso del tiempo. Para algunos judíos es la repetición anual de la misma lectura de la Tora de su Bar o Bat Mitzvah. Para otros son los cumpleaños o las fechas en las que recordamos a un ser querido que ya no está físicamente con nosotros. Sin importar si utilizamos el devenir de las estaciones del año, el 31 de Diciembre, el aniversario de nuestras bodas o los cumpleaños de los hijos, todos establecemos una especie de marca temporal en nuestra mente y nuestro corazón que nos recuerda que el tiempo ha pasado y es hora de evaluar con qué cosas ha logrado la vida sorprendernos este año. Es ahí cuando hacemos lo que muchos llamamos nuestro balance personal. Mi balance ocurre varias veces en el año – Rosh Hashana, Pesaj, 31 de diciembre, mi cumpleaños, mi aniversario de casado- y en especial un balance profundo ocurre cuando se concluye cada visita anual a Buenos Aires desde hace 4 años cuando me mudé a Hong Kong. A punto de subirme al avión reflexiono una vez más en otro ciclo de mi vida…

 

Volver al Futuro

Sé que no te interesa leer sobre mi propia reflexión personal sino entender cómo la misma puede ayudarte a reflexionar sobre tú propia vida. Así que aquí comparto una lección importante que creo todos debemos incorporar sin importar los balances particulares. Esta reflexión se la escuché al Rabino Zamek con quien trabajo en Hong Kong. Recordando la maravillosa película de Steven Spielberg Volver al Futuro, el Rabino nos invitó a imaginar

Si pudieras viajar en el tiempo y encontrarte contigo mismo cuando tenías 18 años por unos instantes ¿Qué te dirías?

Parece una pregunta simple pero no lo es. Tienes tan solo un minuto para decirle algo a tu propio yo cuando este acaba de terminar el secundario y está a punto de iniciar una carrera universitaria que quizás defina su profesión por los próximos 30 años. Quizás estás a punto de conocer en unos años un par de amores pasajeros hasta dar con uno con el que decidirás compartir el resto de tu vida. Quizás hoy mirando hacia atrás pienses que sería bueno decirte que no hagas «ese negocio» porque vas a perder tiempo y dinero. En un minuto de tiempo tal vez lo mejor sería decirte cómo evitar todo el sufrimiento que te causó aquella mujer u hombre, ese jefe maldito o aquel trabajo aburrido que te consumió un año entero de tu vida. A veces lo mejor es decirse simplemente «no te preocupes porque todo va a salir bien y vas a aprender mucho de los años que siguen…». Tantas cosas podrías decirte en un minuto y sin embargo tienes que causar tal impacto que puedas volver a este tiempo feliz que dijiste lo más importante que aprendiste en tu vida hasta el ahora.

 

Solo se vive una vez

Recuerdo perfectamente lo que el Rabino dijo que se diría si tuviese milagrosamente la posibilidad de encontrarse por un minuto con su «yo» a los 18 años.

Me diría simplemente ¡presta atención! Porque todo pasa demasiado rápido.

Y considero que ese consejo es lo mismo que me diría a mí mismo. Estamos tan preocupados por el futuro – o el pasado que hicimos mal (o porque permitimos que nos hicieron mal a nosotros)- sin darnos cuenta que ambos tiempos no existen realmente. Son una construcción de nuestra imaginación. El futuro y el pasado son tan solo palabras, abstracciones. Lo único que tenemos es el ahora. Si alguien hubiese descubierto el futuro tendríamos una estatua en su honor. Pero nadie lo ha hecho. Por lo tanto el futuro es tan incierto para nosotros como lo fue para Moisés mismo (ver la publicación ¿Qué escribió Moisés y cuándo lo hizo? Elogio a la incertidumbre). No deberíamos asustarnos por una abstracción. El futuro no existe sino en nuestra propia imaginación. Cuando entendemos esto logramos la mayor libertad creativa y espiritual de la existencia. Dejamos de ansiosamente anticipar un escenario peligroso que no está. Mañana todo puede cambiar. Mañana puede empezar otra vida diferente para nosotros. Incluso puede sucedernos esto mismo en este instante.

Y lo mejor de descubrir esto es aceptar que el pasado tampoco existe porque aún cuando podríamos jugar a vernos a nuestros 18 años lo que veríamos es un ahora. Solo escuchen que absurdo suena decir «ahora estoy en el pasado«. Si viajáramos en el tiempo estaríamos viviendo simplemente un presente en el pasado. En conclusión el ahora no puede ser un pasado del mismo modo que no puede ser un futuro. El ahora es el ahora y por eso a cada instante debemos decirnos «¡presta atención! porque esto mismo ya va a pasar». ¿Esto implica no planear la vida ni aprender de las experiencias pasadas? Absolutamente no. Significa solamente que tu vida ya está aconteciendo y si hay un deber para ti es: ¡no te la pierdas! ¡por favor estate atento!

 

¿Qué te dirías?

Están llamando para subir al avión y ya no tengo tiempo para seguir escribiendo. Pero me gustaría poder leer tu propio mensaje. Nuevamente, si pudieras visitarte a tus 18 años ¿qué te dirías? 

Archivado en: Aforismos, Citas, Espiritualidad y Religión, Judaismo Hoy Etiquetado como: atención, carpe diem, el tiempo, hong kong, rosh hashana, vive el ahora

4 Herramientas Judías Para Vivir Mejor

09/09/2013 por Diego Edelberg 4 comentarios

 

La Maratón Espirutal

Este último fin de semana terminamos una “maratón espiritual”. El final de Rosh Hashana (literalmente “Cabeza de Año) coincidió con el principio de Shabat. Para quienes cantamos en las Sinagogas dicho suceso es simultáneamente una bendición y un trabajo enorme (lo cual también es una bendición). Pero entre rezos, mucha comida y siestas, Rosh Hashana marcó también el inicio de un tiempo muy especial dentro del Calendario Judío.

 

Los Diez Días de Arrepentimiento

Nos encontramos estos días en los Aseret Iemei Teshuva (literalmente Los Diez días de arrepentimiento o retorno). Esto significa que durante estos días que separan a Rosh Hashana de Iom Kipur los judíos debemos meditar en todo lo que hemos hecho mal en este último año y disculparnos con el prójimo, con Dios y -no menos importante- con nosotros mismos.

 

Shabat Shuva

Teshuvá, aquella palabra que inunda todo este período es la que le da el título al primer Shabat especial que celebramos en el Nuevo Año. El título de dicho Shabat es “Shabat (Te)Shuva” y deviene justamente de las primeras palabras de la Haftara (la lectura de los profetas que se leen semanalmente en las Sinagogas luego de la lectura de la Tora). La Haftarah de Shabat Shuva es una especie de selección de tres Libros proféticos dependiendo de las distintas tradiciones ashkenazim y sefaradim y la lectura semanal que coincide con dicho Shabat. Los fragmentos son de los profetas Oseas (en hebreo Hosea), Joel (Ioel) y Miqueas (Mija).

La Haftara comienza con la famosa frase Shuva Israel (¡regresa Israel!) y así se construye una especie de mini guía de arrepentimiento donde lo primero que se nos indica es que debemos “regresar”. Hacer teshuva es “regresar” al punto justo del delicado equilibrio de nuestras acciones que seguramente -y por nuestra cualidad de seres humanos imperfectos- se ha desviado un poco. De hecho la traducción más cercana de la palabra “pecado” (que en hebreo no existe como tal) es jet que literalmente significa “errar el blanco” (como si fuera una flecha que yerra). Y por eso el trabajo espiritual consiste en tomar conciencia de dónde nos hemos “desviado” y ajustar mejor el vector para “dar en el blanco”.

 

Un Regalo: 4 Herramientas Judías para Vivir Mejor

Quería aprovechar entonces que ya empezó el año nuevo y se viene el Día del Perdón (próximo Viernes y Sábado) para dejarte un regalo para estas fiestas.

Voy a compartir de ahora en más con quienes se suscriben al Blog no solo mi ebook sobre las 22 PALABRAS ESENCIALES DEL JUDAISMO sino también ahora las 4 HERRAMIENTAS JUDIAS PARA VIVIR MEJOR.

Estas 4 Herramientas son textos de nuestra tradición que yo recomiendo leer todos los días, imprimirlos, tenerlos al alcance de la mano, pegados en la heladera o incluso ¡como fondo de escritorio! Son los 4 textos que yo nunca me canso de leer y los utilizo una y otra vez. Son tan verdaderos que nunca pasan de moda.

Y como dije los quiero regalar y desearles no solo un Shana Tova Umetuka sino y más importante un Gmar Jatimá Tová (una buena firma en el Libro de la Vida).

Para conseguir GRATIS las 4 Herramientas sólo deben completar el formulario de abajo (y recibir también y de yapa mi ebook).

Archivado en: Aforismos, Citas, Espiritualidad y Religión, Judaismo Hoy Etiquetado como: con dios, conciencia, el judaismo, la tora, rosh hashana, teshuva

¿No tendría más sentido que Iom Kipur venga antes que Rosh Hashana?

30/08/2013 por Diego Edelberg 19 comentarios

El único animal que no necesariamente golpea dos veces con la misma piedra

Estamos muy cerca de empezar un nuevo año de acuerdo al calendario judío (Rosh Hashana, literalmente Cabeza del Año). Para prepararnos ante tan importante evento los judíos hemos reflexionado durante el último mes sobre nuestras acciones pasadas. Así, luego de Rosh Hashana, volveremos a pedir perdón en “el día del perdón” (Iom Kipur) por los errores que como seres humanos todos nosotros (sí, ¡absolutamente todos sin excepción!) hemos cometido en la misión de cada día hacernos un poco mejor.

El objetivo de todo este ciclo no es necesariamente darnos una palmada en la espalda y decirnos un “y bueno, ya está, ya pasó…a otra cosa mariposa”. Muy por el contrario, la idea es poder tomar conciencia de qué hicimos mal para cuando nuevamente nos encontremos ante una situación similar en el nuevo año (y todos los que sigan) recordemos que nos habíamos comprometido de ahora en más a ser cuidadosos y no volver a chocar con la misma piedra dos veces. 

Pero hace poco me hicieron una pregunta muy interesante: si en Iom Kipur nos quitamos de encima todos los pecados arrastrados en el último año y empezamos una nueva página hasta el próximo Iom Kipur, ¿por qué no viene Iom Kipur antes que Rosh Hashana? ¿Acaso no nos sentiríamos mejor si empezáramos el nuevo año frescos y sin pecados sobre nuestras espaldas? 

 

¿Ante quién nos estamos disculpando?

Toda la temática central de la liturgia del rezo en Rosh Hashana gira en torno a la coronación de Dios como “El Rey Absoluto”. Por supuesto que llamar a Dios “Rey” es una simple metáfora que para aquellos que nunca vivimos bajo una monarquía no tiene mucho sentido. Para mí tendría mas fuerza coronar a Dios como “Presidente Absoluto”. Sin embargo tampoco alcanza esta última coronación metafórica para indicar a qué nos estamos refiriendo con todo estos títulos. En otras palabras, Dios no es literalmente un Rey ni tampoco es un Presidente. Dios es Dios.

Pero la imagen o metáfora de Dios como un Rey siempre fue muy fuerte para nuestros antepasados puesto que cuando ellos vivían el Rey era la persona más poderosa y en algunos casos era considerado el representante de Dios en la tierra. Si estaba ahí era porque Dios lo quería. Sin embargo cuando una imagen de Dios se vuelve social o moralmente inadecuada también termina volviéndose religiosamente inadecuada. Si las metáforas o imágenes de Dios tienen como objetivo facilitar nuestra conexión con Dios muchas metáforas lamentablemente terminan alejándonos de esa relación y en lugar de aclarar oscurecen.

Para nosotros hoy todo esto tiene otra simbología. Lo que estamos tratando de establecer utilizando todas estas imágenes y metáforas es que al fin de cuentas Dios es importante en nuestras vidas. Lo que se está enfatizando en realidad es cuál es la relación que vamos a tener con lo que hemos decidido llamar Dios, Rey de Reyes, Señor, Padre o Infinito (en el misticismo judío Dios es llamado Ein Sof, literalmente Sin Fin).

Por lo tanto antes de disculparnos con Dios tenemos que hacer el trabajo de restablecer a Dios en nuestra rutina y ponerlo como centro. Utilizando las ideas de Martin Buber podríamos decir que primero tenemos que reubicar a Dios como un sujeto en lugar de un objeto. De lo contrario sería como ir a pedirle perdón a un desconocido. Justamente el mundo está lleno de gente con la que no nos enojamos ni peleamos porque simplemente no nos importa. Y de esas personas no necesitamos sus disculpas ni su perdón. Solo nos enojamos con la gente que en el fondo queremos.

Rosh Hashana viene antes que Iom Kipur para que podamos primero reconocer a Dios como Dios y luego disculparnos ante Su Presencia.

Shana Tova Umetukah (Año Bueno y Dulce).

 

Archivado en: Calendario Hebreo (Luaj), Judaismo Hoy, Rezo Judío ayer y hoy Etiquetado como: con dios, martin buber, misticismo judío, rosh hashana

Creación, Revelación y Redención: el mito del eterno retorno en el judaísmo

02/04/2013 por Diego Edelberg 4 comentarios

 

Habiendo dedicado las últimas publicaciones a explorar la Creación y la Revelación de Dios -y encontrándonos ya nuevamente “liberados” luego de un nuevo Pesaj- debemos ahora explorar la Redención o Salvación de Dios.

Esta tríada de Creación, Revelación y Redención representa la manifestación cíclica que los judíos hemos construido y entendido en nuestra relación con Dios, la historia y la existencia misma. Incluso la estructura de nuestra liturgia gira en torno a esta temática puesto que el Shema Israel que leemos dos veces todos días y articula la declaración de fe más importante del pueblo judío (que en esencia el judaísmo es un monoteísmo) es antecedido justamente por una bendición que celebra a Dios como el Creador, luego como el Revelador de la Tora y finalmente como el Redentor o Salvador. Así Dios debe ser alabado diariamente por estos tres momentos en los que según nuestra propia percepción Dios se relaciona con nosotros en tres modos diferentes que hacen una completa unidad. Los tres momentos de Creación, Revelación y Redención representan una suerte de “mito eterno” que debemos revivir constantemente en nuestra cotidianidad puesto que según nuestras plegarias todos los días Dios vuelve a Crear el mundo, Revelar su Tora y Redimirnos. Anualmente y a través del ciclo del calendario en Rosh Hashana (Creación), Pesaj (Redención) y Shavuot (Revelación) la misma sensación eterna vuelve a experimentarse en forma grupal.

Es muy importante aclarar mi utilización de las palabras “mito eterno”. Las tres plegarias que celebran la Creación, Revelación y Redención de Dios forman parte del ritual que nos permite experimentar la realidad de la imagen mítica de Dios. Un mito no es una mentira. Tampoco es una explicación imperfecta, primitiva o errada. Un mito es una relación simbólica con la verdad. Todos los mitos son verdaderos porque su relato no es históricamente certero o real sino imaginario. Entendidos tal cual son (relatos imaginarios, poéticos o metafóricos) no intentan demostrar un hecho sino ofrecer “sentido”. Y en ese sentido nadie puede negar que son verdad. Por eso cuando recitamos y revivimos estos tres momentos de Creación, Revelación y Redención una y otra vez en nuestras plegarias y vidas no importa cuán históricamente precisos estamos siendo sino que lo que realmente importa es lo que estamos sintiendo cuando estamos diciéndolos o haciéndolos. Esta es la verdadera justificación del por qué seguimos necesitando el ritual en nuestras vidas. La recreación mítica que llevamos a cabo en forma práctica (eso que llamamos ritual) sigue teniendo tanto sentido hoy como ayer.

Solo piensen que en la noche del Seder de Pesaj el hijo malvado de los cuatro que leemos en la Hagada (literalmente “relato”) es aquel que se separa de la narración y de alguna manera deja de “comerse” la historia junto a las hierbas amargas que recrean la sensación mitológica que repetimos todos los años esperando una nueva salvación como fue la salvación de la esclavitud en Egipto. El “malvado” es el que ve la historia judía “desde afuera” como si estuviera disecándola en un laboratorio. Curiosamente los Rabinos al escribir la Hagadá de Pesaj ya eran conscientes que ellos mismos -al igual que nosotros hoy- tampoco podían sentir en carne propia lo que es ser realmente y literalmente un esclavo de un faraón egipcio. Así los Rabinos se dieron cuenta que todos somos potenciales “hijos malvados” ya que todos podemos ver esta historia como la que le aconteció a los “antiguos hebreos en la Biblia” en lugar de verla como “la historia de mi familia”. Pero la genialidad rabínica fue la recreación mitológica del Primer Pesaj Bíblico a través de la realización de ciertas acciones que con el paso del tiempo generaron nuevas costumbres basadas en la propia interpretación rabínica de lo que el evento de la Redención o Salvación había significado para los “verdaderos” hebreos que habían sido liberados. El Seder de Pesaj es el mejor ejemplo de lo que podríamos llamar “creación instantánea de tradición”. El Seder de Pesaj es en realidad una larga clase rabínica sobre el sentido de la Redención o Salvación según la tradición judía. Es incluso una clase para aprender cómo hacer una relectura de la Biblia misma. Por eso para no ser “malvados” se nos enseña que en Pesaj cada uno de nosotros debemos sentir que estamos siendo literalmente liberados.

Por supuesto que cuando nos dicen que debemos sentir que estamos siendo literalmente liberados es tan ridículo como que nos dijeran que sintamos ahora que literalmente estamos siendo esclavizados. Mientras estemos sentados comiendo plácidamente, tomando 4 copas de vino y reclinándonos del modo que los romanos lo hacían cuando se acostaban a comer, pueden decirnos que debemos sentirnos de cualquier forma puesto que todos sabemos que esa sensación en el fondo jamás será literal sino imaginaria o metafórica. Pero nuevamente, cuando nos decimos que “debemos sentir que estamos siendo liberados” estamos desactivando nuestras mentes racionales o lógicas y activando nuestro lenguaje e imaginación partiendo hacia el reino de lo mítico, lo imaginario y lo poético. Al compartir el Seder de Pesaj o revivir todos los días la Creación, la Revelación y la Redención de Dios o incluso al leer la Biblia misma estamos funcionando en forma imaginativa o metafórica pero no literal ni científica. Estamos reviviendo un “mito” que por ser tal no es mentira sino una narración que nos ofrece sentido, identidad y pertenencia. Estamos relacionándonos con un relato tradicional que tiene una referencia parcial o secundaria de algo que tiene importancia colectiva para nosotros.

Así podemos finalmente comenzar a estudiar el último elemento de la tríada: la Redención. La palabra “Redención” o “redimir” alude a “salvar” o “rescatar”. Según nuestra tradición Dios no solo ha salvado a nuestro pueblo de la esclavitud egipcia una vez sino que volverá a hacerlo al final del período que nosotros llamamos historia y que se encuentra entre medio de la Creación y esta Redención final que tanto anhelamos. Los judíos rezamos todos los días y pedimos a Dios que nos salve y nos libere como hizo con nuestros antepasados en Egipto. Pero, ¿de qué debería exactamente Dios salvarnos o liberarnos? Les dejo esta interrogante antes de darles algunas respuestas posibles en la próxima publicación. Me encantaría escuchar sus opiniones al respecto.

Nuevamente, le rezamos a Dios todos los días pidiendo que nos Salve y nos Redima pero ¿de qué debería exactamente Dios salvarnos?

Archivado en: Dios de los judíos Etiquetado como: dios, el redentor, los mitos, monoteísmo, pesaj, plegaria, plegarias, rosh hashana, sentido, shavuot, shema israel

Socios con Dios en Su Revelación

25/03/2013 por Diego Edelberg 1 comentario

Cuando analizamos nuestra relación con la Creación de Dios en publicaciones previas, vimos que el estatus especial que recibieron los seres humanos en el segundo relato bíblico inspiró la formulación rabínica que los humanos somos socios con Dios en la Creación. Para los Rabinos el hecho que Dios “puso al hombre en el jardín del Edén para trabajarlo y cuidarlo” (Génesis 2:15) implica que Dios no creó (u ordenó) el mundo en forma total y perfecta sino que el mundo precisa de nuestra ayuda y por eso fuimos creados y asignados el primer trabajo que es mencionado en la Biblia: esforzarnos para cuidar al mundo y hacerlo un lugar mejor.

 

Así, luego de haber explorando las diferentes formas en la que los Rabinos y los judíos han entendido la Revelación de Dios y la Tora en las últimas publicaciones, podemos arribar a otra conclusión fascinante: también somos socios con Dios en Su Revelación.

Los primeros Rabinos eran totalmente conscientes del hecho que su propia expansión de la Ley Judía iba mucho más allá de aquello que estaba explícitamente escrito en la Tora que leemos semanalmente en las Sinagogas. Por tomar un solo ejemplo entre los miles disponibles, toda la elaboración del sistema concerniente a las leyes alimenticias en lo que respecta a no mezclar carne con leche se apoya tan solo en una sola oración bíblica repetida tres veces en la Tora: “no cocinarás un cabrito en la leche de su madre”. Incluso Dios mismo le dice a sus ángeles en un famosísimo relato que se preserva en el Talmud Ierushalmi (Rosh Hashana 1:3) que la determinación anual del día que se festejará Rosh Hashana cada año depende del decreto de las cortes humanas. Es decir que si los humanos decidimos cambiar la fecha de Rosh Hashana o posponerla un día ¡Dios se ajusta a nosotros y nuestras decisiones!

Por supuesto que el calendario y las fechas de las festividades judías ya han sido matemáticamente calculadas por los antiguos rabinos y por eso podemos saber con precisión desde hoy hasta la llegada del Mesías en qué día caerá cada festividad. Pero lo importante del relato del Talmud es la enseñanza que nos deja sobre la audacia de la interpretación rabínica. Escribí un poco sobre este tema en dos publicaciones sobre el concepto de tradición en el judaísmo: ¿qué mantuvo viva a la tradición judía? y Tradición: ¿cambio o continuidad? Respuesta al judaísmo Ortodoxo. La primera de ellas es muy propicia para Pesaj que aquí en Hong Kong comienza esta misma noche.

El desafió sobre el concepto de tradición y Revelación se presenta en la manera en la que los judíos hemos entendido la noción de ser socios con Dios en Su Revelación: por un lado los primeros rabinos creían en la aceptación incondicional de la Revelación de Dios y la Tora y por eso en la literatura rabínica dicha Revelación no puede ser negada o revocada por ninguna autoridad individual. Por otro lado cuando uno comienza a explorar seriamente la literatura rabínica uno descubre una enorme libertad interpretativa y una maestría extraordinaria sobre el texto revelado. Al fin de cuentas, como dice el relato del Talmud, Dios debe rendirse a los procesos y las reglas de las academias rabínicas humanas. Nosotros terminamos siendo la autoridad máxima y los que tienen la última palabra para decidir qué significado tiene el mensaje del texto sujeto a los múltiples y variados contextos.

Los pensadores tradicionalistas que son serios (generalmente agrupados en la categoría “Judíos Ortodoxos”) aceptan en su mayoría que los rabinos expandieron y expanden las leyes judías mucho más allá de lo que figura literalmente escrito en los primeros cinco libros de la Biblia. De hecho negarlo sería inútil o incluso mediocre. Pero para no limitar el Poder de Dios y la Revelación recurren a una interpretación muy divertida y al mismo tiempo profunda: Dios mismo es el que está guiando estas deliberaciones de las autoridades rabínicas y cualquier cosa que parecería ser una innovación en realidad no lo es ya que fue revelada también a Moisés quien no solo la transmitió oralmente a sus sucesores y a los rabinos del Talmud (dicho sea de paso estos Rabinos del Talmud vivieron miles de años más tarde y en otra geografía) sino e incluso en forma más increíble ¡a los rabinos contemporáneos! De todos modos estos pensadores sostienen que esta comprensión sobre la Revelación no afecta en absoluto la Revelación bíblica de Dios en el Sinaí en donde Dios reveló en forma completa la Tora que nosotros poseemos.

Por otro lado los teólogos y pensadores liberales (generalmente agrupados en la categoría “Judíos Conservadores” o “Reformistas”) insisten en una substancial contribución humana en la Tora desde la revelación misma del Sinaí. Para la mayoría de estos judíos el factor humano y la multifacética forma de entender un mensaje o vivir una experiencia fue determinante desde el primer momento. Todos nosotros podemos experimentar un mismo suceso y sin embargo comprenderlo de infinitas formas distintas de acuerdo a nuestra historia personal que es única y diferente de todas las demás. Dios sin dudas se reveló pero la pregunta no es esa sino ¿qué entendieron de dicho suceso cada uno de los que estuvieron presentes? ¿Es posible que la Revelación haya sido experimentada de formas diferentes de acuerdo a nuestras experiencias condicionas por la forma en que fuimos educados, nuestro bagaje histórico, nuestros esquemas de referencia, nuestros prejuicios y expectativas?

La tensión entre estas dos posturas puede ser resuelta de diferentes maneras. ¿Debemos seguir la palabra literal de Dios o la palabra interpretativa de los rabinos? La respuesta a esta pregunta es muy simple: si. El rango de soluciones posibles enriquece nuestra propia lucha para seguir debatiendo la Revelación de Dios.

 

Archivado en: Dios de los judíos Etiquetado como: conservador, cortes, expectativa, festividades judías, hong kong, las leyes, omnipotencia, ortodoxo, reformista, rosh hashana, sinagogas, talmud, tora

Lo más leído

  • Ayin: el concepto de Dios como Nada en el Misticismo Judío
  • El órgano más poderoso del cuerpo
  • ¿Cuál es el significado más profundo de Sucot?
  • El Mejor Comentario de RaShi a Toda la Tora - Humildad, Ignorancia, Curiosidad y Asombro
  • Esto es lo que necesitas recordar para nunca quedarte solo
  • Qué pregunta debes cambiar para no tener miedo a la muerte
  • ¿Estás seguro que quieres ser libre para pensar y hacer lo que quieres?
  • La razón irracional de la Halaja: un sistema absurdo para lidiar con el absurdo
  • "El Violinista en el tejado estaba equivocado": porqué el judaísmo está espiritualmente ascendiendo más que nunca
  • ¡No mandes a tus hijos a ese colegio! La educación infinita y el juego del miedo educativo en Chile

¡EXPANDÍ TU SABIDURIA!

 

diostapa




Acerca del Autor

 Hola, soy Diego Edelberg, el fundador del blog Judios&Judaismo.com. Me apasiona todo lo relacionado con la música, el judaísmo, la interpretación, la educación, la mitología, la filosofía, la religión, la ciencia, la historia, el arte, la física, la cosmología, la evolución, la sociología, la epistemología, la metafísica, la cabalá y en especial aquello que resulta contradictorio, paradójico y absurdo. Para conocer más sobre mi y de qué se trata mi blog visitá la sección Acerca del Autor

Todas las Publicaciones

Nube de Etiquetas

antisemitismo biblia comunidad conciencia conservador conversos diferencias dios duda edad media educación judía el cristianismo el siglo xx en la Modernidad esencia existencia de dios expectativa hong kong israel Jerusalem judaismo judios kabbalah la biblia las religiones maimonides mandamiento midrash misticismo misticismo judío modernidad ortodoxo pesaj plegaria pueblo de israel rabino reformista religion sentido shema israel siglo xvi Sionismo spinoza talmud tora

No me sigas, conversemos

  • E-mail
  • Facebook
  • Google+
  • Twitter

Copyright © 2019 · Aspire Theme en Genesis Framework · WordPress · Iniciar sesión