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Judíos & Judaísmo

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Patrones culturales de la tradición rabínica medieval – Parte III: Jasidut Ashkenaz

06/12/2013 por Diego Edelberg Deja un comentario

 

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(Duración 36:51 – 34 MB)

 

La Kabbalah como externa e interna

Antes de hablarles del tercer y último patrón cultural de la tradición rabínica medieval quisiera hacer una revisión sobre los patrones que estudiamos en las publicaciones previas. Especialmente lo que analizamos en la publicación anterior sobre la Kabbalah ya que la misma es absolutamente relevante cuando analizamos el patrón de la devoción o piedad religiosa de la tradición ashkenazi, lo cual es el tema central de esta publicación.

Por lo tanto quería comenzar dejando algo muy en claro con respecto a lo que hablé en la publicación anterior y eso es que la Kabbalah emerge en forma pública y masiva alrededor del siglo XIII como una reacción a la posición dominante que la filosofía había impuesto al judaísmo de la mano principalmente de ciertos pensadores como Saadia Gaón y Maimonides. Justamente la aplicación del pensamiento filosófico había tenido tanta repercusión entre los más grandes pensadores judíos que mencionamos en las publicaciones previas, que los cabalistas estaban consternados que la tradición judía iba terminar convenciéndose que la filosofía aplicada al judaísmo era el único camino para acercarse a Dios y la espiritualidad. Pero si bien la Kabbalah misma absorbe muchísimo del pensamiento filosófico, la misma en su manifestación pública en siglo XIII intenta ofrecer un contrapunto que pueda balancear la racionalidad del pensamiento filosófico hacia una experiencia muchísimo más mística e irracional. Esta experiencia esotérica y mística constituía -según los cabalistas- el núcleo más duro, central y verdadero del judaísmo. Y justamente al declarar que la Kabbalah era la verdad más antigua y original del judaísmo, los cabalistas demostraban su autenticidad en la forma más legítima que ofrece el judaísmo en lugar de la filosofía que había sido importada de los griegos hacia el pensamiento judío.

Si bien ya hemos lidiado en este serie de publicaciones sobre el Judaísmo Medieval con la tensión entre la filosofía y la espiritualidad (o por decirlo de otra manera entre la razón y el sentimiento) cuando analizamos las dos posturas muy diferentes hacia la tradición judía  por parte de Yehuda Halevi por un lado y Moisés Maimonides por otro lado con sus posturas abiertas o cerradas hacia la utilización de fuentes externas al judaísmo, me gustaría dejar bien en claro la falacia que quizás pueden ustedes asumir de entender la Kabbalah como algo que emerge solamente desde adentro de la tradición judía sin influencias de ningún tipo y con el fin de ser solamente anti-cultural. En palabras más simples es un error creer que la Kabbalah es absolutamente un producto solo judío que no está influenciado por las culturas circundantes y ajenas al judaísmo. De hecho muchos creen que la Kabbalah es una proyección totalmente hacia el interior con el fin de encontrar las propias raíces espirituales. En un sentido esto es verdad. Pero la historia de la Kabbalah (al igual que la historia del judaísmo en general) es demasiado compleja como para ser reducida a un solo fenómeno interno mientras definimos a la filosofía como algo solamente externo. Como vimos en el caso de RaShi y los Tosafot (es decir sus seguidores): definirlos como aislados e independientes de la cultura y los ideales que los rodeaban también es un error. En nuestra publicación dedicada a RaShi hablamos sobre el final que sus escritos -y en especial parte de sus comentarios en materia de Ley Judía- estaban reaccionado al entorno cristiano en el desarrollo de su estudio sobre estos mismos temas desde la perspectiva del derecho canónico y la escolástica medieval cristiana.

En pocas palabras lo que intento decir con estos ejemplos es que no hay minoría que no constituya su existencia y sus prácticas respondiendo o dialogando con la cultura global que la rodea. No quiero sugerir que todo esto es simplemente un proceso de influencia o asimilación de costumbres o prácticas. Pero cada individuo que encontramos a través de la historia judía (sin importar si es un cabalista, un filósofo, un comentarista de textos bíblicos o rabínicos o un especialista en Ley Judía) está siempre siendo consciente del mundo que lo rodea y está reaccionando ante el mismo de una forma u otra tal como ocurre en la actualidad. Por eso es importante tener una visión más amplia que considere no solo lo que ocurre en el mundo judío sino también el cristiano y el musulmán (como también las otras culturas que existen). Así cuando miramos la historia de la Kabbalah nos encontramos con una historia que acontece en dos planos simultáneamente:

1) Por lado como un intento de desconexión con respecto al mundo circundante (es decir reaccionando de tal modo que intenta crear una propia versión judía de un fenómeno que originariamente no pertenece a la tradición). De hecho hay ciertas posturas e ideologías que terminan asumiéndose como anti-cristianas en la Kabbalah para consolidar así una visión diferente, única y ajena a la visión circundante. Y por eso una postura posible se consolida como reacción que a veces puede llegar a ser -como ya dijimos- anti-cristiana o anti-musulmana porque para ciertos cabalistas dar con la versión más original, verdadera y auténtica del judaísmo es la Única forma posible de encontrar autenticidad dentro de la tradición judía.

2) Por otro lado hay otros cabalistas que no ven el mundo circundante de esa manera en absoluto. Y de hecho si uno estudia algún texto sobre el desarrollo histórico de la Kabbalah en la España misma donde se hace pública y masiva, y más aún luego en la Italia del período renacentista, uno se encuentra con el emergente de configuraciones terriblemente complejas entre las formas de la espiritualidad cristiana asociadas con el Neoplatonismo y la Kabbalah. Y por eso en este segundo plano vemos que muchos de los cabalistas no estaban necesariamente separados del mundo que los rodeaba y sus inquietudes. Muchos textos sobre la Kabbalah medieval pueden asociarse con tendencias no-judías que se encuentran en el misticismo cristiano. En especial la Kabbalah en Italia. Si recuerdan les comenté que Abulafia termina en Italia. Otro caso famoso es el del cabalista Menajem Recanati. Todos estos cabalistas crean una Kabbalah en el contexto general del Renacimiento y en sus escritos ponen a la Kabbalah junto a otras formas místicas del Renacimiento tan extrañas como la magia. Y al poner todas estas piezas juntas en una misma obra tenemos un modelo integrador para entender la Kabbalah.

Por lo tanto reducir a la Kabbalah como el resultado de una sola cosa u otra es realmente imposible. Creo que este es el motivo por el cual me perturba escuchar cuando alguien se para y dice “¡esto es lo que la Kabbalah dice!” del mismo modo cuando escucho frases como “esto es lo que el judaísmo dice” porque uno siempre debe prestar atención al desarrollo histórico y analizar los fenómenos desde diversos puntos de vista contemplando las diferentes escuelas cabalísticas y las diversas regiones del mundo y su contexto general. Incluso la palabra Kabbalah en sí misma no puede ser definida en una simple oración. Incluye todas estas tradiciones y la mayoría de las veces se encuentran en conflicto unas con las otras.

 

 Repaso de los patrones culturales medievales

Todo esto nos lleva a considerar otro patrón cultural de la tradición rabínica medieval que de alguna manera u otra persiste hasta nuestros días pero de formas totalmente diferentes. Nuevamente localicemos por un instante los dos patrones que mencionamos en las publicaciones previas.  Comenzando en Alemania y desarrollándose luego en el Norte de Francia vimos que el primer patrón general de la tradición rabínica medieval se constituye con la creación de todo un material sobre interpretación bíblica, talmúdica y legalista judía y que se encuentra asociado este patrón al gran rabino francés apodado RaShi y su escuela de seguidores conocidos como los Tosafot (literalmente “los agregados” al comentario de RaShi). El legado de este patrón cultural para la la historia del judaísmo ofrece métodos para estudiar la Biblia y la literatura rabínica centrándose en el corazón del judaísmo que para esta tradición de individuos es la Halajá, es decir la Ley del judaísmo, las practicas rituales, preceptos, mandamientos o lo que simplemente llamamos mitzvot. Todo este patrón sucede principalmente en el Norte de Francia aunque su influencia se expande en pocas generaciones por otras partes del mundo.

Luego, en la publicación anterior, hablamos de la Kabbalah como segundo patrón general de la tradición rabínica medieval y el emergente de dicho patrón cultural en las mismas locaciones geográficas en las cuales la filosofía había emergido e incluso había entrando en controversia con la Kabbalah lugares como Provenza y el área de Cataluña. Nos referimos a esta extraordinaria locación geográfica durante la Edad Media que se encontraba entre medio del sur musulmán y el norte cristiano. Realmente no he explorado mucho esta locación pero es muy especial porque muchísimas formas diversas de pensamiento se desarrollaron en este área. En Provenza había incluso traducciones de Maimonides y otros filósofos judíos al latín y en estas mismas áreas vimos en la publicación anterior que la Kabbalah emerge públicamente como un contrapunto o alternativa secundaria frente a la posición dominante de la filosofía.

 

Jasidut Ashkenaz

Ahora finalmente quiero introducirnos el tercer y último patrón cultural general de la tradición rabínica medieval y voy a presentarlo utilizando su nombre hebreo que es Jasidut Ashkenaz. Con la palabra Ashkenaz deberían ya estar familiarizados puesto que la hemos usando en publicaciones anteriores y se refiere a la región particular del Norte de Europa que asociamos con un estilo particular y una configuración cultural determinada que emerge en la Edad Media dentro del mundo cristiano.

Jasidut por otro lado es una palabra muy interesante que significa algo así como “devoción o piedad religiosa”. De hecho la traducción literal de una persona que es llamada Jasid en el judaísmo es “un piadoso”. Cuando utilizamos palabras como jasid, jasidut, jasidim o judíos jasídicos generalmente asociamos esa palabra con un desarrollo religioso judío del siglo XVIII en Europa del Este (en zonas como Lituania, Rusia, Polonia, Hungría, etc.). Si alguna vez visitan los llamados “barrios judíos” de ciertas ciudades del mundo (como por ejemplo Borough Park en Brooklyn, el barrio del Once o Almagro en Buenos Aires, la Rue de Rosiers en París, etc.) uno puede ver en estos lugares cientos o a veces miles de personas vestidas con ropas extrañas (al menos para quienes no los conocen) con sombreros negros y camisas blancas que llevan largas barbas. Estos judíos se declaran a sí mismos jasidim  o jasídicos. Pero no estamos para nada refiriéndonos a estos jasidicos. De hecho la palabra jasidim es un término genérico. Muchas personas se consideran a sí mismas piadosas. Tenemos incluso jasidim en el mundo antiguo judío dentro de la literatura rabínica con los primeros rabinos. Están estos jasídicos en Alemania que hablaremos en esta publicación alrededor del siglo XII y tenemos también los jasidim del siglo XVIII en Europa del Este. Por supuesto que hay conexiones entre todos estos jasidim pero sinceramente son muy vagas estas relaciones entre los distintos jasidicos de la antigüedad, los del medievo y los de la modernidad. Por lo tanto el jasidismo del que vamos a hablar en esta publicación no debería ser asociado con el jasidismo del siglo XVIII en Europa del Este. De todos modos el jasidismo de esta publicación tiene una clara influencia en los jasidicos del siglo XVIII y los de la actualidad aunque es una influencia muy sutil.

¿Por qué este grupo y este patrón tan importante? Primero y principal por la región que va a estar asociada con este jasidismo. Estamos ubicados a lo largo del Río Rin, en la misma zona donde analizamos el emergente de lo que definimos como tradición ashkenazí, pero luego de las Cruzadas. La mitad del siglo XII, es decir alrededor 1150 al 1250 de la Era Común. Estamos hablando de un grupo que emerge luego de las atrocidades acontecidas en las Cruzadas de 1096 que si recuerdan analizamos todo ese tema en nuestra publicación sobre los Los Judíos y Las Cruzadas que ustedes pueden volver a escuchar en el blog. Este grupo surge luego de los asesinatos y los suicidios en masa, cuando la comunidad judía está intentado recuperarse de las tremendas pérdidas, y luego que RaShi toma todas estas tradiciones que pertenecían a esta región que describimos en la publicación dedicada a él -y que eran la parte integral de las académicas rabínicas en Mainz, Speyer y Worms- y las transporta y las pone por escrito en el Norte de Francia.

 

La familia Kalanymus y el Sefer Jasidim

Este nuevo movimiento piadoso, es decir la forma medieval de esta Jasidut Ashkenaz, la devoción religiosa de los judíos ashkenazim, emerge en el siglo XII alrededor de una familia conocida como Kalanymus. Esta familia tiene sus orígenes en Italia y por lo tanto algunos historiadores han sugerido que este movimiento jasidico emerge primero en Italia en un período muy temprano de la Edad Media y en consecuencia sus raíces provienen del sur y se mueve eventualmente hacia el área del Rio Rin con la llegada de ciertos miembros de dicha familia a estas locaciones.

De esta familia podemos identificar tres grandes figuras: Samuel el piadoso (Shmuel HaJasid; todos ellos se auto-declaran a sí mismos “piadosos”), luego está su hijo llamado Iehuda HaJasid que es muchísimos más importante y finalmente tenemos a Eleazar de Worms. Tres generaciones de la misma familia. Estos tres hombres fueron la fuerza principal en este renacimiento de la devoción y piedad religiosa en este período. De estos tres hombres Iehuda es aquel que ocupa el rol principal al aprovechar lo que parece ser una posición más extrema por parte de su padre Samuel transformado una ideología extrema hacia algo más respetable, más convencional y más general que luego es aceptado por un grupo de seguidores. Por lo tanto esta ideología se convierte de alguna manera en un movimiento social (ya que no podemos declarar que estamos hablando realmente de una corriente en esta instancia puesto que no tenemos nombres de los constituyentes sino solo los textos) pero parecería que el impacto de Iehuda fue tan importante que en el fondo afectó a más de tres individuos. Obviamente dejó una marca. Y el libro que escribe Iehuda HaJasid se convierte en un clásico de la literatura judía. Del mismo modo que en la publicación anterior hablamos del Sefer HaZoar podemos hablar del libro de los jasidicos titulado Sefer Jasidim como otro clásico de la literatura judía. No estoy seguro que exista una traducción de este libro al español aún. Sin embargo muchísimos autores y en especial aquellos que se interesan por la devoción religiosa y por ser piadosos han adorado este libro puesto que el mismo justamente narra sobre el comportamiento que un hombre piadoso judío debe mantener.

 

¿Qué es la Jasidut Ashkenaz?

Sin embargo y luego de toda esta presentación aún no les he explicado qué es la Jasidut Ashkenaz. Es esencialmente una filosofía social. A diferencia de los cabalistas -ya sea que sus prácticas fueran teosóficas o extáticas como explicamos en la publicación anterior-  no es tan simple determinar con precisión una doctrina unificadora dentro de la Jasidut Ashkenaz. Es más difícil hacer esto porque las ideas principales no están presentadas en orden sino esparcidas a lo largo de las páginas del Sefer Jasidim y otras obras penitenciales que escribieron (y de hecho escribieron muchísimas obras de este tipo además del Sefer Jasidim). Y por lo tanto uno debe extraer de una variedad importante de fuentes y textos para presentar una ideología dominante que tenga sentido. Al ser descripta como una filosofía social nos referimos al hecho que el énfasis en toda esta ideología no está puesto en la experiencia unificadora con el Creador (es decir fundirse uno mismo con Dios como vimos con los cabalistas). Si bien este fenómeno está claramente influenciado y relacionado con la Kabbalah que mencionamos en la publicación anterior en la búsqueda de la experiencia espiritual, la diferencia central es que la Jasidut Ashkenaz se produce no como una contemplación sino más bien como el resultado del modo en que es actuada esta práctica en el ámbito social.

Y si tuvieramos que describir Jasidut Ashkenaz en una sola palabra podríamos declarar que el jasidico, es decir el piadoso, intenta des-cubrir o develar el ratzón HaBoré eso significa la voluntad del Creador. En otras palabras, estos piadoso o jasidicos sentían que las prácticas convencionales y la moral del judaísmo eran insuficientes. Eso es bueno para las masas. Pero estos jasidicos creían que tenían que actuar y desarrollar su vida en un nivel más elevado. Tenían que alcanzar un nivel espiritual basado en el ascetismo (es decir la negación de los placeres materiales, la abstinencia, la conducta moral, etc.) y mantener un comportamiento moral que provee de un ejemplo para todo el mundo. Así los judíos piadosos se convencen que las demandas que Dios impone sobre ellos están en un nivel mucho más alto que aquello que Dios espera del judío común y corriente. Por lo tanto lo que tenemos aquí es claramente una noción de elitismo moral. El énfasis se pone en el renunciamiento del cuerpo y la vida en este mundo, el intento de alcanzar una serenidad absoluta de la mente y la imposición de demandas religiosas por parte del creyente muy por encima de lo mínimo indispensable que establece la Ley Judía original. Por lo tanto lo que estos piadosos están haciendo, noten que por ese motivo no sólo se llaman a sí mismo judíos sino jasidim, eso significa “piadosos”, es convencerse que están actuando por encima de los demás judíos a un nivel muy superior que cualquier otro ser humano siendo más moral y espirituales que cualquier otra persona. No tengan dudas que estas prácticas aún continúan en nuestros días en ciertas corrientes jasídicas modernas y no solo por supuesto en el jasidismo o el judaísmo.

Estos individuos al practicar ascetismo también predican humildad, moderación, abstinencia, negación de lo terrenal y especialmente enfatizan la noción de plegarias penitenciales. Estas plegarias penitenciales se refieren especialmente a una obsesión con aquello que es considerado errado o incluso podríamos llamar “pecado” dentro de la tradición judía aún cuando el judaísmo no posee la idea del pecado del modo que los cristianos entienden esta idea. Pero todas estas plegarias penitenciales tienen como objetivo o funcionalidad ofrecerle a los individuos la posibilidad de reconocer sus pecados o errores siguiendo una ley o práctica que es considerada la correcta como referencia para corregir justamente su accionar en una forma más moral o ética. Pero lo curioso es que a lo largo del Sefer Jasidim no tenemos órdenes, ni un listado o recomendaciones sobre qué hacer para actuar en forma piadosa o moral en forma abstracta sino por el contrario el libro ofrece historias, homilías y parábolas que describen distintos hombres piadosos involucrados en este movimiento quienes están interesados en esforzarse en seguir estos ideales para vivir una vida mejor de acuerdo a lo que ellos están convencidos que es lo correcto o lo que uno debería hacer. Con todo esto tenemos entonces un nuevo modelo sobre la experiencia religiosa en la cual a diferencia de lo que vimos con los cabalistas quienes intentaban unificarse con Dios, con la Jasidut Ashkenaz estamos llevado a la práctica ciertas costumbres dentro del ámbito social que intentan dichas acciones distinguir entre la moralidad convencional y la moralidad más elevada que el Jasid está convencido que está practicando. Sin dudas el jasid cree que está funcionando dentro del ámbito social en un nivel superior no solo del no-judío con el cual hay un abismo de diferencia sino y en especial en relación a otros judíos.

 

¿Por qué surge la Jasidut Ashkenaz?

La pregunta central que sigue es ¿cómo explicamos todo esto? ¿Por qué surge esta obsesión con las plegarias penitenciales y la necesidad de hacerse -por llamarlo de alguna manera- “más papista que el Papa”? Intentar responder estas preguntas es en realidad mucho más interesante y a la vez desafiante que intentar simplemente explicar de qué se trata el movimiento en sí mismo. Nuevamente estamos hablando de un movimiento que emerge en la Alemania medieval, a lo largo del Río Rin y luego de las Cruzadas de 1096. ¿Qué hipótesis ofrecen los historiadores sobre el emergente de estas prácticas jasidicas y por qué decimos que son diferentes en relación a la filosofía y la Kabbalah que analizamos en otras locaciones en las publicaciones previas?

Algunos historiadores ven todo esto como un fenómeno interno que surge desde el padre Samuel hacia su hijo Iehuda y luego se convierte en algo más masivo. Lo interesante de esta hipótesis es que si bien uno puede trazar un desarrollo en este sentido, más allá de hacer ciertas especulaciones, se hace muy difícil comprender las causas que llevaron al desarrollo de este tipo de filosofía social. Recientemente el historiador Robert Bonfil ha sugerido la influencia de los orígenes italianos en todo esto puesto que la familia Kalanymus era originariamente de Italia y llegó a Mainz trayendo quizás estas ideas desde la temprana cultura judía italiana de los siglos VIII, IX y X.

 

Hipótesis 1 – Soloveitchik – El desplazamiento de una elite intelectual

Pero tenemos especulaciones más provocativas e interesantes que podemos utilizar para intentar entender qué propulsa este tipo de jasidut medieval. Y tal vez la especulación más interesante es la que ofrece el historiador Haym Soloveitchik (http://en.wikipedia.org/wiki/Haym_Soloveitchik), uno de los historiadores más importantes en el campo de investigación sobre el judaísmo medieval ashkenazí.

Para él lo que tenemos en este movimiento es una reacción por parte de un grupo de intelectuales judíos que habían estado en el centro de la cultura judía mundial pero perdieron esa posición luego del efecto de las Cruzadas cuando RaShi se muda al Norte de Francia y se lleva todo lo que aprendió de Alemania hacia esa locación. Luego que RaShi pone por escrito toda esa tradición y logra que él y su escuela en el Norte de Francia se convierta en el centro de atención, los judíos de Alemania pierden esa fuerza magnética que atraía a miles de estudiantes hacia sus academias del modo que Rashi mismo había sido atraído hacia dicha locación cuando era un estudiante. Así Soloveitchik argumenta que lo que intenta lograr la Jasidut Ashkenaz es recuperar el prestigio de una locación geográfica y una escuela de tradición rabínica ofreciendo un modelo alternativo de espiritualidad judía que se basa más en una práctica social que contrarresta la dialéctica intelectual de la escuela francesa basada en la interpretación de textos y el agregado de comentarios a la Biblia y la literatura rabínica. En otras palabras lo que parecería ser entonces según esta especulación de Soloveitchik es que al intentar entender qué propulsa la Jasidut Ashkenaz quizás estamos lidiando con una aristocracia judía que ha sido desplazada o sobrepasada por una nueva elite intelectual y en su intento por recuperar su patrimonio, su poder y su estatura intelectual generan todo este movimiento que intenta ofrecer una alternativa con el fin de restablecerse como centro.

Por supuesto que todo esto es una especulación puesto que no tenemos cómo probar que esto es así. Sin embargo esta especulación nos ofrece una muy interesante yuxtaposición de estilos intelectuales: por un lado el de RaShi en la forma del rabino que es un interprete de textos y un legislador de la Ley Judía (justamente lo que anteriormente había sido la tradición de los primeros judíos alemanes de quienes RaShi absorbe este patrón cultural antes de las Cruzadas) y por otro lado la de estos individuos que argumentan por un nuevo tipo de devoción religiosa basada en la negación del cuerpo, las plegarias penitenciales (y todo lo otro que ya describimos) quienes proponen que ser judío no significa solamente enfocarse en una energía intelectual (incluso si esta energía intelectual era rabínica y no filosófica). En pocas palabras lo que intento decirles es que tenemos nuevamente aquí esa extraordinaria dialéctica entre razón y sentimiento que vimos en Maimonides y Yehuda Halevi, nos referimos al comportamiento moral versus el desarrollo intelectual, con la intención de definir cuál debería ser la prioridad en el judaísmo. Nuevamente si bien todo esto resulta muy interesante se hace difícil declarar que este es el factor principal por el cual emerge esta Jasidut Ashkenaz del modo que Soloveitchik propone.

Y finalmente tenemos otras versiones posibles a las cuales vamos a dedicarnos en lo que nos queda de esta publicación puesto que son realmente fascinantes.

 

Hipótesis 2 – Baer – Los Jasidim y los franciscanos

Hace ya algunos años el historiador Yitzjak Ber (http://en.wikipedia.org/wiki/Yitzhak_Baer) escribió sobre el paralelismo entre Jasidut Ashkenaz (que del modo que lo presenté hasta aquí podríamos creer que es un desarrollo interno dentro del judaísmo) y la espiritualidad franciscana. Estoy seguro que la mayoría de ustedes han escuchado alguna vez hablar sobre los franciscanos y de hecho el último y más reciente Papa manifestó su voluntad de ser conocido como “Francisco” en honor a San Francisco de Asís. San Francisco de Asís vivió durante el mismo período histórico que los seguidores de la Jasidut Ashkenaz. Y si uno empieza a mirar lo ocurría en el mundo cristiano durante este mismo período que estamos analizando uno descubre que alguien como San Francisco de Asís se comunicaba con la naturaleza, se relacionaba con el ser humano común y corriente, estaba también involucrado en la práctica del ascetismo (nuevamente, la negación de los placeres materiales, la abstinencia, la conducta moral, etc.), y principalmente se desarrollaba su misticismo o espiritualidad a través de las plegarias penitenciales mientras se identificaba con la gente más pobre y humilde. Todas estas son características típicas no solo de San Francisco de Asís, los franciscanos en general, del Papa actual que sorprende constantemente por su humildad, su afecto por los pobres y los enfermos sino que estas ideas son también centrales dentro del Sefer Jasidim y de la Jasidut Ashkenaz.

Por lo tanto tenemos aquí un paralelismo muy interesante. Recordemos que hablamos de un paralelismo en la escritura de textos legalistas judíos y canónicos cristianos cuando analizamos a RaShi y su propio contexto cristiano. Aquí vemos nuevamente otro paralelismo en el desarrollo espiritual de ambas tradiciones que se da en forma simultánea. Definitivamente tiene que haber algo en común debido a la liturgia penitencial que es realmente muy similar y acontece exactamente en el mismo período en ambas tradiciones. La gente durante esta etapa parecería estar totalmente obsesionada con el pecado, preocupados por mantener cierta pureza y en la búsqueda de una identificación con los más humildes manteniendo al mismo tiempo una moral elevada y particularmente practicando el ascetismo. Por supuesto que el ascetismo puede ser encontrado dentro de la tradición judía en un tiempo anterior a este período.

Cuando uno estudia algunas de las facciones o sectas antiguas que mencionamos en nuestra segunda publicación de esta serie sobre el Judaísmo Medieval, uno puede encontrar estas mismas practicas en épocas tan remotas como en los primeros encuentros entre las sectas judías con el mundo griego. Incluso hay una clara dimensión de ascetismo en el judaísmo rabínico en general. De hecho y en forma más amplia podríamos llegar a decir que el ascetismo es una parte integral de todas las religiones en algún punto. Pero en este mismo momento histórico que estamos analizando lo que resulta interesante es que en el mismo ámbito social por un lado están los franciscanos desplegando sus ideas y prácticas espirituales, morales y penitenciales y los jasidim haciendo lo mismo.  Por lo tanto la pregunta es ¿podemos establecer realmente una conexión? La realidad es que el judaísmo y el cristianismo en este período y en los períodos que analizaremos a continuación se encuentra en la peor relación histórica de ambas tradiciones. Si bien esto comienza con las Cruzadas lentamente llegará a situaciones aún peores. Ustedes mismos van a escuchar muy pronto de sobre discusiones públicas con el fin de humillar a los judíos, la quema por primera vez del Talmud y las expulsiones judías a lo largo de todo Europa Occidental durante los siglos XII y XIII. Al mismo tiempo parecería haber un paralelismo en este período con respecto a este tema de la espiritualidad.

Si bien no podemos ser definitivos en relación al por qué surge todo esto lo que estamos remarcando son dos paralelismos. Los historiadores son conscientes de la diferencia entre influencia y paralelismo. El paralelismo sugiere que hay una condición común por la cual ambas comunidades responden de forma particular. Y tal vez esa es la mejor manera de describir todo esto ya que hay una aproximación tan grande en los ideales religiosos y las prácticas en ambas tradiciones al mismo tiempo que sugerir que no hay ningún paralelismo entre ambas es problemático o es negar una realidad.

 

La problemática de la relación entre Jasidim y los franciscanos

Yiztjak Ber también agregó una problemática a este paralelismo que de hecho complica toda esta hipótesis. Y esa problemática es que entre los jasidim había una intolerancia enorme (aunque comprensible luego de las Cruzadas y otros eventos) hacia los no-judíos.  Por lo tanto la literatura jasídica posee de alguna manera una continuación de esas crónicas hebreas que mencionamos en nuestra publicación sobre Los Judíos y las Cruzadas y en especial la ideología de kidush hashem. Si recuerdan lo que hablamos en dicha publicación la noción de kidush hashem significa literalmente la santificación del Nombre de Dios que bajo la lectura de estos judíos del Norte de Europa implica morir como mártires santificando a Dios. Hicimos hincapié sobre el final de dicha publicación que una de las características centrales que constituye a la tradición ashkenazi y su legado es esta idea del sufrimiento y el mártir. Toda esta tradición implicaba que ante el encuentro agresivo con el mundo cristiano el judío debería asesinarse y matar a todo su familia muriendo como un mártir en nombre de la santificación del Nombre de Dios. El Sefer Jasidim es claramente una continuación de esa perspectiva puesto que dentro del mismo libro también nos encontramos con la glorificación de los ideales del mártir y una tensión muy grande entre el judaísmo y el cristianismo. Y esto es lo que complica el paralelismo que mencionamos. Por un lado, luego de las atrocidades de las Cruzadas tenemos un punto de inflexión y división en la relación fraternal entre judíos y cristianos. Sefer Jasidim es una continuación de esta misma historia expresada en el texto en las ideas del sufrimiento, el mártir y el odio hacia el mundo cristiano pero por otro lado las nociones centrales de la espiritualidad de los jasidim parecen estar en absoluta sincronía con la misma espiritualidad cristiana de este período.

Por lo tanto a pesar de todos estos paralelismos y diferencias que persisten en el antagonismo entre judíos y cristianos durante este período parecería haber un discurso común de valores y prácticas entre ambos grupos que va moviendo de un lado hacia el otro.

 

Conclusiones

En conclusión el movimiento jasidico ashkenazi medieval está ubicado en el exacto lugar geográfico en donde los Cruzados dejaron su marca más fuerte y puede ser comprendido como una reacción a las atrocidades de las Cruzadas. Puede ser también entendido basado en ciertos ideales que vienen de la tradición judía más antigua pero también en el contexto de una reacción hacia el estilo francés intelectual de RaShi y sus discípulos o incluso puede ser analizado comparado con el cristianismo y los ideales franciscanos. Todas estas explicaciones son posibles e incluso pueden coexistir como hipótesis. Lo que es claro es que tenemos una respuesta particular de cómo debería ser la vida judía que emerge en una región y no otra. No escuchamos de estos ideales jasidicos dentro de los judíos que vivieron en España y el Norte de Africa (lo que hemos definido como tradición sefaradí) y por lo tanto tenemos que ser conscientes de los eventos históricos circundantes y particulares de cada región que influencian el curso de la historia del judaísmo, sus ideales y prácticas en formas diferentes.

 

Musar

El libro Sefer Jasidim es una fuente extraordinaria de historias moralistas. Es una de las primeras obras judías en ser publicadas cuando se inventa la imprenta a finales del siglo XV y XVI y está íntimamente relacionado como mencioné al comienzo esta publicación con el jasidismo de Polonia y de Europa del Este en siglo XVIII aún cuando este jasidismo surge de otro contexto totalmente diferente, en otra parte del mundo y en otro tiempo completamente distinto al jasidismo que estamos analizando aquí en Europa del Oeste en la mitad del siglo XII y principios del XIII. A pesar que no puedo describir el mundo del jasidismo del siglo XVIII en Europa del Este en esta misma publicación puesto que se haría interminable, claramente necesito remarcar que los jasidicos del siglo XVIII conocían muy bien este texto y lo estudiaban como una guía sobre moral judía. De hecho para ser prolijos deberíamos definir este texto dentro de una categoría conocida como musar aún cuando muchas personas no están tan de acuerdo que este libro pertenece a esta misma categoría. En el judaísmo se conoce como musar a toda la categoría de libros que entran bajo las ideas del comportamiento ético y moral que los estudiantes en las academias rabínicas estudiaban particularmente en el siglo XIX. Es este contexto que el Sefer Jasidim se convirtió en una obra importante. Lo que tenemos entonces con Jasidut Ashkenaz es un estilo particular de religiosidad judía que emerge en un tiempo y lugar determinados pero lentamente influencia generaciones enteras de judíos en otras locaciones y en tiempos posteriores.

 

Repaso de los patrones culturales medievales y la fusión en la Modernidad Temprana

Mirando hacia atrás entre las dos publicaciones anteriores y ésta en que analizamos los tres patrones generales de la cultura medieval rabínica vimos lo que emerge en el Norte de Europa en relación a RaShi y la tradición intelectual de la interpretación y el agregado de comentarios a la Biblia, la literatura rabínica y la tradición legalista judía; por otro lado analizamos la historia de la influencia de la filosofía en el judaísmo y la Kabbalah que emerge públicamente en el Sur de Francia en Provenza y Cataluña en España absorbiendo y respondiendo a los desafíos de la filosofía; y finalmente analizamos en esta publicación a los piadosos o jasidim que emergen también desde el Norte de Europa en Alemania y dejan una marca importante en el estilo en el que entendemos la religiosidad judía como una renunciación ascética del mundo.

El motivo por el cual mencionamos y analizamos por separado estos tres patrones culturales en las últimas publicaciones no solo es por el impacto que dejarán en la tradición judía hasta nuestras días sino que a partir de la próxima publicación vamos a comenzar a explorar ya los finales de la edad media y los comienzos de la modernidad temprana. Y lo que quiero que recuerden o presenten atención a medida que avancemos con las próximas publicaciones es que una de la maneras en las que podemos diferenciar claramente el período medieval de el período de la Modernidad Temprana que es lo que se viene en esta serie, es cómo todas estas variaciones regionales comienzan a desintegrarse o fundirse como resultado de las migraciones judías debido a las expulsiones de Europa del Oeste. De hecho lo que constituye la esencia del judaísmo en la actualidad es la mezcolanza de todas estas tradiciones particulares que comienzan realmente en fundirse entre ellas lentamente justamente en ese período que hoy llamamos la Modernidad Temprana y que se encuentra aproximadamente entre 1492 y 1750. Si bien no es una forma muy elegante de decirlo, podríamos argumentar que el judaísmo de la Modernidad Temprana y en extensión el judaísmo que se vive en la actualidad es el resultado de una mezcolanza cuando todas estas variaciones regionales comienzan a interactuar y las distinciones particulares de cada uno de estos patrones culturales que analizamos hasta ahora si bien no se evaporan lo cierto es que se hacen menos visibles y van constituyendo un nuevo judaísmo que absorbe y justamente mezcla todas las diferentes tradiciones particulares.

Voy a intentar ir mostrándoles esto mismo a medida que avancemos pero un último ejemplo que puedo dejarles es que piensen por ejemplo de dónde son las melodías que escuchan hoy en sus propias sinagogas y van a descubrir que en la mayoría de los casos estamos hablando de una fusión entre estilos sefaradim con ashkenazim, a veces mizrajim (es decir de judíos de Medio Oriente y ya no de una tradición europea) e incluso composiciones modernas de autores que aún viven. Por lo tanto aquí tienen y para concluir la publicación un claro ejemplo de la mezcolanza en la tradición musical judía relacionada justamente con la fusión de los patrones generales de la cultura rabínica medieval que analizamos hasta aquí y que veremos diluirse a medida que sigamos avanzando en las próximas publicaciones.

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Patrones culturales de la tradición rabínica medieval – Parte I: Rashi y la interpretación de textos, el agregado de comentarios y el análisis de la literatura legalista

03/06/2013 por Diego Edelberg 8 comentarios

 

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Introducción a los patrones culturales de la tradición rabínica medieval

En nuestra publicación anterior analizamos la primer Cruzada del año 1096 y vimos que  realmente hay un antes y un después luego de dicho suceso al menos para la tradición judía que hemos definido como ashkenazi ubicada en el Norte de Europa y localizada principalmente en Alemania. Lo que vamos a hacer a partir de esta publicación y las publicaciones siguientes es hablar sobre patrones generales del desarrollo del judaísmo en la Edad Media. Y si bien no podemos ir de región en región porque nos llevaría muchísimas publicaciones, lo que vamos a tratar de comprender son estos patrones generales que se presentan a gran escala dentro de las prácticas y las creencias de los judíos durante el Medievo y por extensión estas mismas creencias y practicas sobreviven de algún modo aunque en forma diferente hasta nuestros días.

Así hablaremos entre esta publicación y las siguientes de 3 tendencias, trayectorias, 3 géneros literarios o incluso podríamos llamarlas 3 ideales o paradigmas de la tradición judía medieval. Comenzaremos en esta publicación hablando primero de la interpretación y agregado de comentarios a textos bíblicos y rabínicos; luego hablaremos en la próxima publicación sobre Cabalá y los textos del misticismo judío que también están relacionados con la interpretación y los comentarios pero desde una perspectiva diferente; y finalmente hablaremos de lo que generalmente llamamos en hebreo Jasidut Ashkenaz y que podríamos traducir vagamente como “devoción o piedad religiosa” de la tradición ashkenazí.

Además de estos 3 paradigmas o patrones culturales del judaísmo medieval debemos recordar que la filosofía judía que estuvimos analizando hasta ahora en judíos como Saadia Gaon, Yehuda HaLevi y Maimonides también tendrá su impacto en los años que siguen a 1096 influenciando estos otros patrones incluso hasta la actualidad. Lo que es importante entender es que claramente vemos más desarrollo cultural de alguno de estos patrones en ciertas regiones más que otras y aún cuando podemos hablar en términos “generales” de la cultura medieval judía como una totalidad del modo que hemos venido haciendo hasta ahora; también podemos apreciar ciertas variaciones particulares, determinadas y delimitadas justamente por ciertas regiones específicas. En otras palabras, el desarrollo de la Cabalá por ejemplo no se da exactamente igual en las diferentes partes del mundo y hay regiones en las que cobra más importancia que otras y eso inevitablemente nos invita a reflexionar nuevamente sobre la pregunta central que hicimos en nuestra primera publicación sobre nuestra serie del Judaísmo Medieval -y esa pregunta es-: ¿en qué grado la cultura general está influenciando en forma particular a la cultura judía? ¿Por qué la Cabala emerge masiva y públicamente en España y no en Alemania? E incluso podemos preguntarnos hasta qué grado es el resultado de la cultura medieval judía un producto de algo más grande y global que sucede alrededor de ella. ¿Cuánto están los judíos medievales absorbiendo, escuchando y asimilando dentro de su propia tradición del mundo circundante en el que se encuentran? ¿Cuánto impacta en la conformación de la cultura y el desarrollo intelectual judío las religiones circundantes que lo rodean y sus ideales o tendencias? Es decir, ¿qué rol juegan el cristianismo y el islam en la Edad Media para propulsar nuevos géneros literarios dentro de la tradición judía? ¿Cuánto de la cultura medieval judía es un producto o resultado de algo completamente interno y cuanto es una respuesta a lo que suceden en sus alrededores? Todas estas preguntas deben ser consideradas cuando uno analiza el desarrollo de textos y tendencias en la tradición judía.

 

RaShi y la tradición ashkenazi 

El primer patrón cultural de la tradición medieval rabínica que vamos a explorar acontece geográficamente en las zonas que hemos estado analizando en las publicaciones previas, eso es a lo largo del Río Rin. Todas estas comunidades en el Norte de Europa y en lo que nosotros hoy llamaríamos Alemania reciben lo peor del ataque de las Cruzadas en 1096 que nos dedicamos a explorar en detalle en la publicación anterior (les recuerdo que para el momento que estamos hablando Alemania aún no estaba unificada o ni siquiera existía como tal). Pero luego de las Cruzadas lo más elevado de esta tradición ashkenazí que había estado localizada hasta ahora en Alemania se mueve hacia el Norte de Francia. Así que finalmente el Norte de Francia se convierte en el centro principal donde se desarrollará esta actividad cultural y este patrón de la tradición rabínica medieval.

Todo este primer patrón de la tradición rabínica que voy a mencionar gira entorno a uno de los más grandes rabinos franceses de la historia judía cuyo seudónimo o acrónimo es RaShi y su nombre completo es Rabi Shlomó ben Itzjaki. RaShi vivió entre los años 1040 y 1105 y como pueden ustedes apreciar RaShi vive justo entre medio del período de las Cruzadas de 1096. El sabe muy bien lo que está aconteciendo con todas las atrocidades vividas por los judíos de este período particularmente en Alemania.

Si lo recuerdan mencionamos que las zonas de Meinz, Speyer y Worms era donde en 3 o 4 generaciones los judíos crearon lo más elevado de lo que conocemos hasta la actualidad como tradición rabínica ashkenazí. Y justamente RaShi es un estudiante más entre todos los grandes estudiantes que se trasladan hacia esta locación durante este período para estudiar en estas academias rabínicas. Pero luego del período de las Cruzadas RaShi logra transplantar el legado de estas comunidades alemanas a su ciudad natal que es Troyes en el Norte de Francia. Esa transplantación genera una nueva dirección en la trayectoria del devenir histórico del pueblo judío y es un producto justamente de las Cruzadas. Obviamente que no estamos diciendo que en este sentido las Cruzadas fueron beneficiosas sino que simplemente estamos analizando que debido a las Cruzadas la historia judía tomo un giro y una renovada locación geográfica que quizás no hubiese acontecido si no fuera por las atrocidades de las Cruzadas. Por este motivo hemos mencionado que 1096 debe ser recordado como un antes y un después en la historia judía tanto por factores externos como internos.

¿De qué se trata todo este patrón cultural medieval rabínico del que estamos hablando? Las academias situadas lo largo del Río Rin en Alemania se orientaban principalmente en el estudio de la Biblia y los textos de la literatura rabínica, es decir la Mishná y la Guemará conformando ambas obras el Talmud (todo estos textos los explicamos y analizamos en nuestra segunda publicación sobre el Judaísmo Medieval que ustedes pueden volver a escuchar en este Blog). Pero estas academias además tenían la costumbre de agregar comentarios a estos mismos textos de la Biblia y la literatura rabínica. La tradición de agregar estos comentarios comienza ya a principios del siglo X con el gran Rabeinu Gershom que nombramos en nuestra publicación sobre los Comienzos de la Vida Judía en el Norte de Europa y esta técnica o estilo de agregar comentarios a textos más antiguos rápidamente se expande a lo largo de todas las pequeñas comunidades judías de Alemania. En otras palabras, esta tradición de interpretación oral de textos rabínicos tanto sobre temas legales como anecdóticos de la literatura rabínica es algo que venía sucediendo mucho tiempo antes que RaShi llegara Alemania para estudiar. Y cuando mencionamos esto nos maravillamos en la publicación anterior y volvemos a hacerlo en esta oportunidad ante esta fascinante transición de una comunidad de judíos que eran originariamente comerciantes itinerantes por naturaleza y que se convierten en dos o tres generaciones en una comunidad de grandes Maestros de Tora y de Ley Judía. Este es un desarrollo que se hace más claro entre los siglos X y XII en esta zona del mapa y por eso cientos de alumnos iban a estas locaciones a capacitarse.

 

RaShi: de la tradición Oral a la tradición Escrita

RaShi es un joven muchacho que llega a estas academias y estudia especialmente en Mainz y Worms por unos años. Como un estudiante francés que llega a Alemania RaShi absorbe todas estas tradiciones interpretativas, se convierte con el tiempo en un Maestro de esta técnica sobre la Biblia y el Talmud, y luego de la catástrofe de las Cruzadas de 1096 (cuando todas estas hermosas comunidades son arrasadas por los Cruzados y debilitadas política y económicamente), RaShi decide regresar a Francia y establecer su propia yeshiva, su propia academia de estudios rabínicos y transmitir todo lo que aprendió de sus estudios en Alemania. Esta reubicación de la tradición interpretativa ashkenazi es crítica no solo por motivos geográficos (de Alemania y su estilo circundante a Francia y otro entorno social circundante) sino y principalmente por que lo que sucederá con esta tradición interpretativa que había sido oral hasta que RaShi decide convertirla en texto escrito.

Es decir que cuando RaShi regresa a Troyes decide conscientemente hacer varias cosas. Primero se compromete literalmente a poner por escrito todos estos comentarios orales que aprendió de su estadía en Alemania porque se convence que deben sobrevivir para la posteridad. Pero no solo deben ser preservados sino que además deben hacerse conocidos, deben ser diseminados y deben circular por la mayor cantidad de comunidades judías posibles. Y aquí no nos referimos solamente a través de los judíos ashkenazim de Francia o Alemania sino todos los judíos del mundo. Y tal vez si hay un milagro para esta historia es que en un período muy anterior a la Imprenta, es decir la aparición de la publicación de libros en forma masiva, los manuscritos de RaShi comienzan a circular entre las comunidades y en el curso de dos o tres generaciones y luego en forma casi exponencial, los comentarios de RaShi y sus alumnos se convierten en el estándar internacional y convencional de la tradición interpretativa judía. Su comentario se vuelve el más popular en cualquier escuela judía en cualquier parte del mundo. Y aquí tenemos otro ejemplo maravilloso para ver cómo las separaciones culturales, religiosas y políticas entre los mundos islámicos y cristianos durante la Edad Media parecen no afectar la diseminación de textos judíos. La cultura judía va viajar y atravesar todas las fronteras a través de estos comentarios durante toda la Edad Media.

Analicemos en profundidad qué es lo que RaShi crea y por qué se convierte en una personalidad para la historia judía. Primero y principal RaShi se destaca por su comentario sobre el TaNaJ, lo que los académicos llaman Biblia Hebrea. RaShi nos ofrece un comentario que va a lo largo de toda la Biblia Hebrea. Su comentario se basa en explicaciones sobre ciertas palabras claves y los conceptos que de allí se derivan. Con frecuencia utiliza textos anteriores de la tradición rabínica para desarrollar sus ideas y luego los incorpora dentro de sus citas. Hay muy poco comentario personal o sobre su propia vida en sus comentarios. Este comentario de RaShi está escrito desde un postura neutral y totalmente desapegada. RaShi no está tan interesado como otros comentadores judíos en insertar su propia vida o sus propias experiencias personales. Aun así cada tanto tenemos un vistazo sobre la cultura en la que estaba sumergido RaShi y en especial gracias a la utilización del francés de su época para explicar ciertas palabras difíciles tanto de la Biblia como del Talmud. Lo más interesante del uso de estas palabras en francés antiguo es que estamos hablando de un período tan remoto para esta lengua, que académicos de lengua francesa en la modernidad han estudiado estas palabras desde los textos de RaShi para aprender más acerca de esta lengua en el período medieval. A lo que hacemos mención es que cuando RaShi se encuentra ante algunas palabras difíciles que necesitan mayor aclaración simplemente las escribe en el francés de su época.

 

El pshat

Pero lo que tenemos en esencia con todo este material de RaShi es una herramienta pedagógica extraordinaria. Principalmente para iniciados en el estudio de la Biblia y la literatura rabínica. El comentario de RaShi es simple, es claro, directo, no se mete en una larga exposición interpretativa o alegórica, no es una lectura mística ni filosófica; es lo que llamamos en hebreo “pshat”. Pshat significa literalmente “el sentido más simple o básico del texto”. El pshat es el comentario mínimo que uno necesita conocer según la tradición interpretativa judía. Y este el motivo por el cual el comentario de RaShi es tan preciado y tan popular. Incluso hoy en día, la forma tradicional de estudiar la Biblia en la Sinagoga o cualquier casa de estudio es comenzar leyendo RaShi. Hay traducciones ya de Rashi en muchísimos idiomas diferentes y es sin dudas el comentario más famoso y más importante de la historia judía. Así que si dijimos que Maimonides fue la gran figura del judaísmo sefaradí en España o en los territorios que se encontraban bajo la órbita islámica, RaShi es sin dudas la gran figura o el equivalente en cuanto a su presencia para el judaísmo ashkenazí en el Norte de Europa y en los territorios bajo dominación cristiana.

 

RaShi y los Cristianos

Otra cosa importante que debemos agregar sobre los comentarios de RaShi es que no solo circulan por todo el mundo judío sino que incluso terminan en manos Cristianas. Y podríamos mencionar varios ejemplos de esto pero tal vez el más interesante es el de Nicolás de Lira: una importantísima figura del cristianismo medieval en Francia que fue a su vez uno de los teólogos franciscanos más importantes e incluso el intérprete de textos bíblicos  desde una perspectiva cristiana más influyente de los siglos XIV y XV. De Lira utilizaba los comentarios de RaShi. Del mismo modo que habíamos visto cómo la Guía de los Perplejos escrita por Maimonides en árabe había sido luego traducida al latín y era utilizada por Santo Tomás de Aquino; aquí tenemos el mismo fenómeno con Monjes Cristianos que en la búsqueda del sentido más claro del texto consultaban a RaShi. RaShi además no es polémico. Ocasionalmente puede llegar a ofrecer un comentario a una interpretación cristiana de algún texto (en especial el Libro de los Salmos que el Cristianismo también ha apropiado como parte suya e incluso lo ha interpretado filtrado a través de la lectura justamente Cristiana) pero en términos generales el texto de RaShi es tan bueno que resulta accesible incluso a lectores cristianos.

 

RaShi y su comentario del Talmud

Por lo tanto con todo esto tenemos el primer gran logro de RaShi y eso es la creación de una herramienta pedagógica para el estudio de la Biblia que funciona como un comentario simple que va a la par del texto explicando palabras difíciles y conceptos poco claros.

Pero la labor de RaShi no concluyó con esta obra sino que además RaShi escribió un comentario similar aunque mucho más largo y complejo de casi todo el Talmud. Algunos de sus estudiantes finalizaron esta tarea y atribuyeron sus escritos a RaShi así que no podemos estar totalmente seguros qué parte la escribió RaShi y qué parte sus alumnos. Pero podemos afirmar que la mayoría del comentario fue escrito por RaShi mismo. El comentario de RaShi en el Talmud funciona en forma similar a su comentario de la Biblia. Nuevamente estamos hablando de un comentario simple que llamamos en hebreo pshat y que explica palabras y conceptos centrales. Este comentario es fundamental para quienes comienzan por primera vez a estudiar Talmud (recuerden el Talmud es la unión de la Mishna -que es la primer obra escrita de la literatura rabínica- con la Guemará que son los comentarios a la Mishna). Para quienes se inician en este estudio hay una necesidad absoluta del comentario de RaShi porque gran parte del Talmud ni siquiera esta escrito en hebreo sino arameo. El arameo era la lengua más común de la época en que fue escrito el Talmud y es una lengua semítica muy parecida al hebreo pero es no hebreo y por lo tanto lo que tenemos es el comentario de RaShi explicándonos nuevamente palabras claves y conceptos. Sin RaShi el Talmud ni siquiera es del todo claro. Es decir que hay una necesidad absoluta de este comentario y nuevamente como dijimos con el comentario de RaShi sobre la Biblia, este mismo comentario del Talmud también se convierte en la herramienta pedagógica principal al abrir una hoja del Talmud y comenzar a estudiar.

 

El legado de RaShi y sus alumnos, los baale hatosafot

Pero la importancia de RaShi ni siquiera termina con estos dos comentarios sino que se expande aún más con su legado. Realmente como ya pueden apreciar RaShi es una figura maravillosa y transcendental para la historia judía. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de su legado?

RaShi tenía una academia de estudio rabínico con estudiantes que aprendían de él. Algunos de estos estudiantes eran incluso familiares suyos: sus yernos, sus nietos, etc. Tenemos todos los nombres de estos individuos e incluso podemos saber quién escribió qué cosa y ellos también dejaron un impacto profundísimo en la historia judía. Así que lo que estoy básicamente describiendo ahora ya no es RaShi como un individuo sino Rashi como una escuela, una institución o una tradición. Y si bien hemos estado comparando a Rashi con Maimonides lo cierto es que no tenemos ninguna indicación de una institucionalización de estudios basados en Maimonides como Maestro enseñando a sus propios discípulos. Pero RaShi es un profesor, un gran pedagogo, un Maestro literalmente hablando. Cuando uno lee a RaShi uno puede imaginarlo sentado en una mesa explicándole este material a sus estudiantes.

Pero los estudiantes de RaShi también se hacen eventualmente grandes comentadores y como todos sabemos el mejor tipo de estudiante es aquel o aquella persona que en forma amigable o al menos respetuosa critica a su propio Maestro, cuestiona sus conocimientos más sólidos y entra en diálogo con su Maestro. Y todos los textos de los que hablaré ahora nos sugieren que ese era claramente el estilo de la academia de RaShi en Troyes.

Lo que tenemos a partir de sus alumnos es realmente fascinante. Algunos de sus alumnos a lo largo de varias generaciones pasan a ser conocidos como los baale hatosafot, es decir “los maestros de los agregados” (Les recuerdo nuevamente que todo el material del que estoy hablando fue editado de manera tal que primero llega a nosotros en la forma de manuscritos y luego en la versión Impresa en formato de libro siglos más tarde). Entonces la palabra tosafot significa literalmente “agregados”. Y la pregunta es ¿”agregados” a qué cosa? Estamos por supuesto haciendo mención a “agregados a un texto”. Para entender lo que estoy describiendo deben imaginarse todo esto como si fuera una estructura dialéctica (de hecho voy a agregar una foto en la publicación para que vean de qué se trata una hoja del Talmud).

Pero si vemos una hoja del Talmud primero tenemos la Mishna que generalmente es un párrafo corto de texto. La Guemará es históricamente la que sigue como texto en su edición a la Mishna y la Guemará es una especie de elaboración, elucidación y discusión de la Mishna. Así que tenemos ya una dialéctica sucediendo entre la Mishná que es históricamente editada alrededor del año 200 EC y la Guemará escrita a lo largo de los siglos IV, V y VI de la EC. Luego tenemos el comentario de RaShi que en la edición imprenta en formato de libro se encuentra del lado izquierdo del libro explicando ciertas cosas sobre la Mishná y la Guemará -dicho sea de paso el Talmud como libro recién aparece en Venecia en pleno período del ghetto y es editado por un cristiano llamado Daniel Bomberg en el siglo XVI en Venecia-. Y finalmente del otro lado de la página (del lado derecho) tenemos a los baale hatosafot. ¿Qué son los tosafot? ¡Generalmente son los que comienzan citando a RaShi! En otras palabras los tosafot escriben comentarios sobre el comentario de RaShi. Los tosafot son agregados al comentario de RaShi cuestionando a su Maestro que quizás no pensó que en realidad el texto original significaba algo distinto o tiene una interpretación diferente. Y así se meten más y más profundo en la interpretación de la interpretación de RaShi. Del nivel del comentario simple de RaShi alcanzamos ahora y con sus alumnos un nivel más elevado de complejidad que es solo para el estudiante más avanzado. Es decir que si uno es un estudiante iniciado en este campo de investigación uno primero debe dominar RaShi. Pero si uno se vuelve más avanzando en este tema entonces luego puede uno convertirse en un Maestro de los tosafot. Los tosafot hacen preguntas cada vez más sofisticadas sobre análisis lógico y sintáctico llegando a niveles cada vez más complejos de abstracción dentro del mismo texto.

Los manuscritos de Rashi y los tosafot que sobrevivieron no están tan organizados como acontece a partir del momento que se crea la imprenta y este material pasa a organizarse dentro de una hoja de un libro. Muchos de nosotros damos por hecho que siempre el Talmud fue como es hoy cuando lo compramos en una librería y sin embargo el Talmud en formato de libro es relativamente moderno para la historia. Pero el punto al que estoy refiriéndome es que finalmente cuando se edita como libro lo que tenemos en una hoja del Talmud son todos estos manuscritos puestos juntos en una misma página. Y si uno mira la página en sí lo que uno esta viendo como data, es decir como información escrita, es absolutamente ¡fenomenal! No es para un código de Ley Judía lo que uno esta mirando. Es una discusión que está sucediendo entre diferentes generaciones de judíos hablándose unos a los otros representando de la forma más clara la noción dialéctica de la fe judía.

 

Un corazón con muchas habitaciones…

Lo más interesante de todo esto es que no hay una sola respuesta en todo este sistema. Esto no es totalitarismo ni fundamentalismo interpretativo sino democracia en acción. Ninguna persona dentro de la hoja o del sistema del Talmud tiene esa voz final que ya no se puede discutir ni contradecir más. Lo único que tenemos y leemos es discusión. Y lo que se hace aún más claro al leer estos textos es que la gente que está participando (tanto lo que están impresos en la hoja como quienes están leyendo y estudiando estos mismos comentarios) están compenetrados en el proceso interpretativo. El proceso en sí es lo que se convierte en el objetivo final de todo esto. Aprender por el solo hecho de aprender. El amor por el estudio. Por la reflexión. La satisfacción que surge del analizar un tema desde todas las perspectivas posibles. Lo increíble es que todas estas perspectivas en la hoja del Talmud están juntas pegándonos en la cara. Y así los judíos estudiamos y discutimos todo este material como un juego, por el mero placer de hacerlo. No hay un fin ulterior más que pensar un texto y reflexionar sobre nuestra propia vida y la vida de nuestros antepasados. No hay una sola respuesta posible en este sistema y esta lógica de ver la vida y la interpretación de textos. Ésta es la naturaleza de la verdad dentro de la tradición judía. Hay 70 facetas o lecturas posibles para la Tora según la tradición rabínica. Es la multiplicidad de significados e interpretaciones lo que se celebra. Es la fascinación por la diversidad de direcciones posibles que un mismo conjunto de palabras pueden ofrecer.

De este modo el estudio del Talmud y de todos estos comentarios se convierte finalmente en el objetivo final y el placer más elevado para un judío que se mete e invierte su tiempo en este espectacular mundo de la discusión y la lógica interpretativa de textos y de la vida misma de uno. Así RaShi y sus discípulos los baale hatosafot se convierten en el medio a través del cual un estudiante judío experimenta el placer de aprender en la vida. Al hacerlo desarrolla sus habilidades lógicas e interpretativas al nivel más elevado posible con respecto a lo que se refiere al análisis sintáctico. El estudio del Talmud es análisis sintáctico y lógico al nivel mas elevado y complejo que uno puede imaginar. Por lo tanto creo que podemos ahora realmente apreciar el legado fundamental de RaShi no solo para la historia judía sino que me atrevo a decir de la humanidad.

 

Códigos de Ley Judía versus Comentarios rabínicos

Creo además que este un buen momento para comparar dos géneros literarios judíos que emergen en la Edad Media y que tienen de alguna manera objetivos distintos. Me refiero a los Códigos Legales versus los Comentarios. Como pudimos apreciar en nuestra publicación sobre Maimonides, Maimonides había decidido crear el Mishne Tora como una especie de síntesis de la Ley Judía. Lo que Maimonides quería de alguna manera era frenar o arrestar este proceso interpretativo. Para Maimonides no necesitamos todo este aprendizaje que va de un lado hacia al otro tratando de entender el texto discutiéndolo sino ir directamente al quid de la cuestión. Maimonides explora el Talmud con el objetivo de “limpiarlo” de información superflua y darnos la Ley para decirnos qué debemos hacer. El objetivo de Maimonides como lector de la literatura rabínica y como legado que nos deja es decirnos qué debemos hacer para cumplir con el judaísmo; quién tiene la voz final; qué rabino entre todos los que discuten en la Guemará es el correcto. Y como pueden ver el Código de Ley Judía como género literario tiende a cerrar el proceso interpretativo. No estoy diciendo si el género como tal es bueno o malo sino estoy dejando en claro que su objetivo es frenar el diálogo y llevarlo hacia un monólogo. Su objetivo es decirnos cuál es el resultado final y no discutir más. Hay muchos judíos y no-judíos también que se sienten más entusiasmados con este tipo de literatura y prefieren asegurarse (siguiendo un libro) que están haciendo lo que deben hacer y vivir sin incertidumbres o dudas con respecto a sus prácticas. Pero por el contrario el Comentario como genero literario es un intento constante por abrir este proceso. Su objetivo es continuar con la discusión. El intento en esencia es no tener ninguna voz final. Los comentaristas no quieren una determinación final que frene el proceso de diálogo. Están demasiado entusiasmados con el proceso y no quieren que nadie lo frene. Y en consecuencia tenemos una tensión muy clara entre estos dos géneros literarios de la tradición rabínica, es decir entre el Código de Ley Judía por un lado y los Comentarios Rabínicos por otro lado. Recuerden que vimos en nuestra publicación de Maimonides que él escribe el Código de Ley Judía para que los judíos sepan qué deben hacer como tales y puedan dedicar más tiempo al estudio de la filosofía. Por eso escribe primero un Código de Ley Judía y acto seguido La Guía de los Perplejos que es un texto sobre filosofía. Pero los judíos del Norte de Europa están en otra sintonía con todo este tema. Estos rabinos y estudiantes solamente quieren estudiar textos rabínicos y comentarlos. Por lo tanto lo más alejado de su anhelo es dedicarse a escribir textos sobre Halajá o sobre Ley Judía que frenen este proceso de discusión. Para todos ellos lo más importante son los comentarios y los comentarios de los comentarios. Como pueden ver estos rabinos en el Norte de Europa no quieren parar este proceso sino que solo quieren comentar y comentar sobre estos textos viviendo esta “Tora de Vida” -por llamarlo de alguna manera- constituyendo así la esencia de la estructura pedagógica y cultural de este patrón medieval de la tradición rabínica.

Antes de cerrar esta publicación sobre RaShi quiero mencionarles algunos temas más que considero significativos con respecto a RaShi y este patrón cultural.

 

RaShi y las «responsas rabínicas»

El primero de ellos tiene que ver con sus escritos sobre el género literario de “responsas-rabínicas” que conocemos en hebreo como sheilot uteshuvot, literalmente preguntas y respuestas. Ya hablamos sobre este género literario y este tipo de tradición judía cuando analizamos a los Gaonim en Bagdad y si lo recuerdan hasta el siglo X y XI les dije que estos rabinos en Bagdad eran realmente las figuras centrales de la tradición judía. Las academias de Sura y Pumbedita en Babilonia (o posteriormente Bagdad) funcionaban como instituciones centrales para todos los judíos del mundo. Los Gaonim en Babilonia no solo eran los directores de estas dos muy importantes academias rabínicas sino que por extensión eran los directores de la comunidad judía mundial. Durante este período si un judío viviendo en Europa tenía una duda sobre cómo lidiar con un tema de la Ley judía lo que debía hacer era escribirle una carta a los Gaonim en Babilonia (¡sin olvidarse de mandar dinero!) y luego debía plácidamente ¡esperar tres meses para recibir una respuesta! No existía aún la imprenta ni los libros masivos para hacer una consultar rápida sobre la Ley Judía como ocurrirá en la Modernidad y menos lo más increíble que ocurre hoy cuando antes de comprar un pescado o comprar cualquier producto en un supermercado podemos chequear usando nuestros teléfonos móviles en Internet y en sitios oficiales por Rabinos si dichos productos son kasher o no.

Pero lo que vemos eventualmente es que gracias a su comentario y su Maestría RaShi comienza lentamente a aumentar como autoridad judía en su propio tiempo y comienza así a ser consultado también por motivos de conducta judía. RaShi y sus discipulos comienzan a recibir preguntas parecidas a las que recibían los Gaonim y sus respuestas se convierten en la opinión autorizada. Todos ellos conocían muy bien las costumbres locales y también estaban preocupados por los aspectos prácticos de la Ley Judía que suceden en su propia era. Esto nos deja a nosotros una colección muy grande de responsas realizadas por RaShi y por sus discipulos que sirven hoy en día incluso como documento histórico.

Una de las responsas más famosas e interesantes de RaShi sucede en un caso en la que dos personas, un hombre y una mujer, se acercan con un problema permitiéndonos conocer así un lado más apasionado de RaShi defendiendo una mujer. Lo que es llamativo de esta responsa es que tenemos la voz de una mujer lo cual no solo es algo poco frecuente entre la tradición judía sino en la era medieval en general. En esta famosa responsa el hombre se queja que su mujer tiene una enfermedad rara en la piel y que nadie le había dicho nada a él. Pero ciertos testigos aseguran que la mujer no tenía ninguna enfermedad y que le surgió luego de su matrimonio. Ante este escenario RaShi no solo comienza agradeciendo ser consultado (lo cual ya es un indicio en su propio tiempo de la importancia de su autoridad) sino que en su respuesta finalmente defiende a la mujer.

 

El carisma de Rabeinu Tam

Otro tema que se desprende de la importancia de RaShi y su legado podemos apreciarlo en este otro ejemplo que también quiero compartir con ustedes.

Como ya he mencionado a partir del año 1096 las relaciones entre los cristianos y los judíos comienzan a ir de mal en peor. La Cruzadas no representan el punto más bajo de estas relaciones ya que eso sucederá en los siglos que siguen con la Inquisición, las disputas publicas y finalmente las expulsiones. Pero sin duda 1096 marca un antes y un después también en cuanto a las relaciones de estas dos religiones. Toda la temática sobre la compleja relación entre los judíos y los cristianos a partir de los siglos XII, XIII, XIV y XV serán los temas centrales de las futuras publicaciones sobre el Judaísmo Medieval. Pero el motivo por el cual estoy mencionando esto aquí es debido a un texto muy interesante escrito en el siglo XII describiendo una serie de ataques en la ciudad de Troyes en el año 1171 en contra de la comunidad judía. Este texto involucra la participación del Rabino más importante de la generación que sigue a RaShi y ese hombre es su nieto llamado Iacov ben Meir quien es más conocido por su acrónimo de Rabeinu Tam. Rabeinu Tam también fue un lider muy importante y al igual que su abuelo (RaShi) escribió responsas y comentarios rabínicos. Lo que es fascinante de todo esto es que en su propio tiempo -y luego que estos ataques en los que un gran número de judíos son asesinados- toda una serie de cartas salen desde Troyes hacia las comunidades de todo Francia e incluso Alemania organizando un ayuno y dando consejos para evitar catástrofes similares en un futuro. Lo que esto nos muestra es el emergente de una comunidad judía que al igual que había sucedido siglos antes en Babilonia comienza a tener influencia más allá de una estructura local. De ese modo salen todas estas cartas pidiendo plegarias y ayunos en memoria de las víctimas haciendo que este problema ya no sea solo de la ciudad de Troyes sino de toda la comunidad ashkenazi de Francia e incluso Alemania que es llamada a involucrarse en estos asuntos. La razón principal por la cual todo esto tiene tanta influencia es porque detrás de todo esto el organizador es Rabeinu Tam. Rabeinu Tam es quien escribe estas cartas, organiza un ayuno y convoca a la participación de toda la comunidad judía ashkenazi.

Lo que finalmente estamos viendo en todo este último episodio es la misma pregunta que nos hicimos un par de publicaciones antes cuando nos maravillamos ante esta pequeña comunidad que es realmente minúscula comparada con las que de Babilonia o España y de golpe sus comentarios bíblicos y rabínicos están siendo leídos por judíos de todas partes del mundo. Y no solo eso sin que ahora también vemos que esta misma comunidad es capaz de transcender la jurisdicción local al punto tal que Rabeinu Tam está siendo escuchado no solo en Francia sino también en Alemania. Esto es tal vez lo más interesante que surge al analizar este último texto desde una perspectiva histórica. Gracias al carisma y el reconocimiento de su profesionalidad Rabeinu Tam como figura de la tradición rabínica logra finalmente unificar en conducta y estilo las comunidades a lo largo del Río Rin junto con las de Francia sellando y uniendo la suma de todas las partes en un todo que conocemos históricamente como tradición ashkenazi. Todo esto es parte del legado del gigante que fue RaShi y sus estudiantes.

 

Resumen

Resumiendo un poco todo lo que hablamos hasta aquí lo que tenemos es el emergente de comentarios interpretativos sobre el texto bíblico y los textos de la literatura rabínica que se transmiten primero en forma oral en las academias rabínicas de Alemania y finalmente son puestos por escrito en Francia. Este pasaje de lo oral a lo escrito por supuesto contempla las variaciones no solamente geográficas y de estilo entre un judío proveniente de Francia de otro que vivió en Alemania sino las implicancias y cambios inevitables que surgen en el tiempo de separación entre la escritura de algo que uno escucha y elabora en su mente hasta que finalmente lo vuelca en un papel, es decir lo pone por escrito. Todos sabemos que el proceso entre escuchar algo, tomar apuntes o notas y luego escribirlo involucra inevitablemente variaciones interpretativas.

Tenemos además dentro de todo este patrón cultural de RaShi y sus alumnos muy poco interés en la escritura de códigos de Ley Judía como género literario que sintetiza y arresta el dinamismo del proceso interpretativo y por el contrario una preferencia por la relectura y análisis de textos. También notamos muy poco interés en filosofía y ciencia en contraste a los Rabinos que vivían al mismo tiempo en España bajo la órbita islámica y a pesar que todos estos Rabinos ashkenazim ocupaban gran parte de su tiempo estudiando solamente textos rabínicos les recuerdo que este es el exacto momento histórico que vemos el emergente del comentario escolástico en el mundo medieval cristiano. ¿Es esto una casualidad más de la historia o en el fondo hay una influencia entre estos rabinos escribiendo comentarios bíblicos y los cristianos haciendo lo mismo simultáneamente? Lo interesante en el fondo es el desarrollo paralelo de mismos estilos y géneros literarios. A pesar de estar muchísimo más aislados los ashkenazim de los cristianos de lo que estaban los sefaradím de los musulmanes tenemos de todos modos un desarrollo paralelo en la cultura cristiana. Es decir que el mismo tipo de literatura nos sorprende (o tal vez no debería hacerlo) en las dos tradiciones al mismo tiempo. El paralelismo entre la similitud de temas que estan siendo discutidos por ambas religiones en el mismo momento es fructífero de ser analizado. Nuevamente debemos recordar que los judíos estaban mucho más herméticamente cerrados en el Norte de Europa comparado con lo que sucedía en España. Por otro lado el hecho que tenemos registros históricos que había cristianos traduciendo y leyendo los comentarios de RaShi nos sugiere que los judíos estaban de hecho absorbiendo parte del mundo que los rodeaba del mismo modo que sucede en cada generación incluso hasta nuestros días. Muchos judíos en la actualidad tienen esta idea ingenua que los judíos medievales vivían aislados del mundo y no eran influenciados por los temas generales, las problemáticas y tendencias de estilo que los rodeaban lo cual no puede estar todo esto más alejado de la realidad y eso es que los judíos siempre hemos absorbido y vinculado nuestra vida con el mundo circundante en cada generación como lo hacemos exactamente hoy en día.

Los últimos dos comentarios que voy a mencionar brevemente a continuación sirven perfectamente para cerrar esta publicación y hacer la transición hacía la próxima publicación en la que hablaremos sobre el misticismo judío y la Cabalá.

 

RaShi y el judaísmo ashkenazi de Europa Oriental

El primer comentario es que el impacto más directo de toda esta metodología interpretativa junto al agregado de comentarios a textos tanto bíblicos como rabínicos sirve como un encuadre pedagógico de estudio no solo para los jóvenes y adultos de la generación de RaShi y sus alumnos sino y principalmente en una comunidad judía que emerge a comienzos de la Modernidad Temprana en Europa Oriental, especialmente en Polonia y Lituania. Ahí veremos la continuación del estilo de estas academias de Alemania y Francia no tanto en el 1300 cuando los judíos ashkenazim comienzan lentamente y por primera vez a moverse a esas partes del mundo arrastrando con ellos el idish y la cultura judía de Alemania que nada tiene que ver con Polonia o Lituania sino particularmente el estudio de RaShi y los Tosafot. Por supuesto que entre medio de todo esto pasan muchas cosas más que hablaremos en las publicaciones que siguen (particularmente el emergente masivo de la Cabalá) y que tendrán un impacto transcendental en cómo todo este material vuelve a ser reutilizado y continuado pero en forma radicalmente diferente aunque enmarcado en una clara continuación de lo mismo que hemos analizado en esta publicación.

 

RaShi, magia y misticismo

Y finalmente mi último comentario para cerrar toda esta publicación dedicada al genio de RaShi y su impacto en la historia judía. Este comentario es el tema con el que cerramos y volvemos abrirnos y prepararnos para la próxima publicación ya que sirve como transición.

En los últimos años y especialmente el académico Ephraim Kanarfogel ha escrito y explorado un lado novedoso sobre RaShi y sus contemporáneos fascinados con temas tales como la magia, el misticismo y la espiritualidad. Todos estos son temas que generalmente nadie asocia o ha asociado históricamente con el mundo intelectual de RaShi y sus contemporáneos. Sin embargo este académico ha logrado penetrar los comentarios de los Tosafot a la luz de estos temas junto a otros manuscritos de ellos mismos que han sobrevivido y ha escrito un libro demostrando que todos estos rabinos y la gente que no eran rabinos pero estudiaban con ellos no estaban solamente orientados en el estilo de la discusión sobre la Ley Judía sino que también consideraban como parte de la discusión otros temas que no necesariamente tenían que ver con problemáticas sobre la interpretación de la literatura legalista judía como la magia y el misticismo. Vamos hablar en la próxima publicación sobre otra región del mundo en donde emerge masiva y públicamente el misticismo y todos estos temas pero quiero concluir declarando que no debemos imaginar a todo este patrón cultural y sus seguidores fueron inmunes a otros temas. Quizás deberíamos decir que en general todos estos patrones culturales de la tradición rabínica medieval que analizaremos entre ésta publicación y las próximas dos se superponen constantemente. A pesar que estoy enfocándome en diferentes regiones y argumentando que en ciertas partes del mundo medieval vemos históricamente más presencia de un patrón o de un estilo literario y una aproximación a la tradición judía diferente a otras partes del mundo, de todos modos ustedes mismos podrán apreciar que constantemente todos estos patrones y estilos se superponen y hay conexiones, diálogos y una comunidad va influenciando a la otra haciéndola reaccionar e incluso hay muchas idas y venidas sobre los mismos textos y el sentido diferente de los mismos según diversas interpretaciones.

Como pueden entonces apreciar todo esto fue y es el espectacular legado de RaShi para la historia judía y para la historia  mundial.

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La mejor lección que aprendí de la Tora

12/05/2013 por Diego Edelberg 5 comentarios

 

A menos que nos apasionen las estadísticas, en una primera lectura Bemidbar o Números (el texto del libro de la Tora que iniciamos esta semana en todas las Sinagogas del mundo) no entusiasma demasiado. No es muy emocionante leer una larga lista de nombres que encima no son nada fácil de pronunciar. El libro comienza con la instrucción de Dios a Moisés de literalmente contar “las cabezas” de la comunidad (Números 1:2). Sin embargo estas simples palabras de contar “las cabezas” son el disparador de una de las enseñanzas más increíbles que he escuchado en los últimos años.

 

¡Todos contamos!

Debemos siempre recordar que el judaísmo es esencialmente una tradición interpretativa en la cual el mismo texto puede ser leído de múltiples formas distintas otorgándonos así diferentes significados sobre un mismo conjunto de palabras. Por lo tanto para RaShi (el intérprete y comentarista medieval ashkenazí más importante de la historia) Dios cuenta a los Israelitas en la Biblia porque son algo muy preciado. Del mismo modo que un abuelo puede hablar encantado de los logros de cada uno de sus nietos y nietas, Dios hace lo mismo con cada uno de nosotros. Y eso es para RaShi el significado de que cada uno de nosotros “cuenta y somos contados”.

 

El Mejor Maestro del Mundo

Sin dudas la interpretación de RaShi es muy hermosa. Pero la interpretación que “me partió la cabeza” fue la que hizo el Rabino Iehuda Leib Alter (1847-1905) en su obra más importante que le dio a él su propio apodo: el Sfat Emet (en idish es más conocido como Sfas Emes y también como el Rebe de Guer). Allí leemos lo siguiente:

 

Cada judío tiene un particular conocimiento de la grandeza de Dios de acuerdo a su propia capacidad. Y ese conocimiento no lo tiene nadie más. Esto es lo que la Mishna enseña:”…mostrando la grandeza de Dios, porque cada persona fue estampada de la estampa de Adam y así y todo, no hay dos caras iguales”. El Rabbi Pinjas de Korzec agregó que debido a que “la diferencia está en las mentes, no solo en las caras” cada uno de nosotros se siente atraído por cualidades diferentes [de la vida religiosa]. Este es el sentido del verso (Salmo 147:5): “no hay manera de contar Sú entendimiento” [refiriéndose a todas las diferentes maneras posibles de entender a Dios]

De ese modo cada uno de nosotros ha recibido una única mente y capacidades apropiadas correspondientes. Este el sentido de contar “las cabezas”… 

(Sefat Emet Bemidbar 4:14)

 

El genial Arthur Green en su traducción al inglés del Sefat Emet comenta que ésta es realmente una lección magistral que aún debemos aprender incluso quienes enseñamos hoy. Cada persona ha recibido una manera única de entender a Dios que absolutamente nadie más que él o ella posee en el mundo. Nuestra tarea como educadores es despertar esa comprensión individual que cada alumno posee haciéndola brotar a la superficie, mientras evitamos convencer al alumno que debe tragarse nuestra propia comprensión personal única y diferente. Sin dudas esta es una de las lecciones más difíciles de aprender para cualquier persona. Es un ataque hacia el fundamentalismo interpretativo. Es un ataque hacia aquellas personas que piensan que “conocen la esencia” pero no pueden abrirse a nuevas, diferentes y variadas lecturas.

Arthur Green continúa diciendo que para el pensamiento moderno esta lección es tremendamente compleja porque ¿a quién aplica esta hermosa enseñanza? ¿Solamente a los judíos? ¡Absolutamente no! Según el Sefat Emet -citando a la Mishna misma- la estampa viene del mismísimo Adam que no conoció religión alguna. Aquí no hay salida de la lógica interna y universal de la Mishna: cada ser humano, hombre o mujer, judío o no-judío, tiene una única capacidad para entender y conocer a Dios ante la cual todos los demás no podemos más que maravillarnos.

¡Esto es lo que me apasiona de estudiar Tora! Descubrir estas joyas de la interpretación judía no dejan de cautivarme y despertar mi humildad ante tanta sabiduría. Es apasionante la idea que el Maestro no debe forzar su verdad sino ir pelando las capas del prejuicio que sus alumnos poseen funcionando como un facilitador que los ayuda a liberar la verdad que ya está dentro de él o de ella.

Pero incluso más hermoso es pensar que el mundo necesita de una verdad que no la tiene una sola persona sino cada uno en forma individual, particular y única. Si forzamos verdades sobre otras personas el mundo se vuelve peor y no mejor. Lo que necesitamos es que cada uno “se encuentre” con su comprensión. Necesitamos que cada persona comparta esa parte de Dios que sólo él o ella posee. Y en consecuencia debemos aprender de cada ser humano que conocemos sin importar de dónde viene y quién es. Cada persona tiene una parte de Dios para transmitirnos a nosotros y ayudarnos así a armar el puzzle de nuestra vida y en extensión el de la humanidad toda.

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La importancia de entender qué es la Literatura Rabínica – Mishná, Guemará Talmud y Midrash

23/01/2013 por Diego Edelberg 33 comentarios

 

La literatura rabínica

Muchos judíos no saben realmente qué es la literatura rabínica. Sabemos que tenemos algo llamado Talmud y sin embargo pocos pueden explicar en pocas palabras qué es. Por eso en esta publicación quería ofrecerles algo diferente. En lugar de mis típicas reflexiones judías quiero en esta oportunidad compartir una presentación extremadamente resumida sobre los textos que escribieron nuestros antiguos Maestros, es decir nuestros Rabinos, para poder responder cada vez que nos preguntan ¿qué es la Mishná? ¿qué es la Guemará? ¿qué es el Talmud? y ¿qué es el Midrash? Si no le preguntan esto a ustedes o no es un tema de charla entre amigos quizá no frecuentamos el mismo tipo de eventos sociales o fiestas.

 

El Talmud

Cuando los judíos hablamos de el Talmud nos estamos refiriendo al Talmud de Babilonia. Este Talmud es el sueño dorado de cualquier biblioteca judía. En las ediciones impresas ocupa más de veinte tomos. Dentro de estos veinte tomos hay una enorme compilación de leyes rabínicas y sabiduría judía escritas en hebreo y arameo, las dos lenguas que los judíos hablaban al momento de escribir estos textos. El Talmud parecería a simple vista contener diferentes opiniones y comentarios. Sin embargo no debemos olvidar que todos estos textos fueron editados y los Rabinos decidieron finalmente -a modo de narrador omnisciente- qué historia contarnos. Así que asumir que estaban todos escribiendo libremente sus opiniones y comentarios al mismo tiempo en el mismo manuscrito es por supuesto una exageración. La edición final ocurrió alrededor del siglo VI en Babilonia que hoy forma parte de Irak y por eso se lo llama Talmud de Babilonia o Babilonio o también Talmud Babli.

La historia muchas veces resulta irónica y en especial si uno considera que Irak fue el hogar de una de las más grandiosas comunidades judías de la historia. Les recuerdo que los judíos habían sido exiliados desde la tierra de Israel a Babilonia en el año 586 Antes de la Era Común (o si prefieren antes del nacimiento de Jesús) y vivieron allí confortablemente gobernados por los Persas, los Sasánidas y los diferentes gobiernos Musulmanes hasta la Modernidad. ¡Estamos hablando de una comunidad judía instalada en Irak que no solo sobrevivió sino que prosperó mucho más que otras comunidades judías de la historia por 2500 años!

El Talmud es el producto de las academias rabínicas que florecieron en Babilonia desde el año 220 de la Era Común (o si prefieren después del nacimiento de Jesús) hasta el año 500 aproximadamente. Luego de ser editado y compilado el Talmud fue estudiado en todas las academias rabínicas del Mediterráneo y Europa. Posteriormente fue comentado, copiado en manuscritos y finalmente con la aparición de la imprenta fue nuevamente compilado ahora con los comentarios que con el paso del tiempo ya se habían convertido en un clásico (dicho sea de paso, hace rato que tenemos ya ediciones digitales del Talmud). Así es cómo el Talmud se convirtió en una obra de más de veinte tomos. Algunos dicen que si se estudia un folio de página por día (tiene dos caras cada folio) puede ser leído en su totalidad en siete años. Vale la pena mencionar que pude ser leído en siete años pero no necesariamente implica que se lo ha comprendido.

El Talmud es también un compendio de muchas obras rabínicas anteriores. Está organizado como un comentario pero no sobre la Biblia sino sobre la primer obra rabínica de la historia: la Mishná. La Mishná es casi en su totalidad una colección de opiniones legales sobre la práctica judía. Pero no es un compendio de Ley Judía ya que generalmente ofrece múltiples opiniones sobre cada tema. Incluso estas opiniones pueden llegar a ser presentadas en forma conflictiva y no unánime. Con el tiempo llegaremos a otra etapa en la historia judía con la creación de compendios de Ley Judía que aparecen en la Edad Media. Estos compendios lo que hacen en esencia es quitar del medio todas estas discusiones para ir directo a la Ley final. Los judíos en determinado momento de la Edad Media simplemente querrán saben cuál es la Ley, qué deben decir y qué deben hacer puesto que ya no quieren lidiar más con todas estas discusiones, comentarios y verborragias rabínicas. Pero la verdad es que los comentarios y las discusiones rabínicas son la esencia de la relación con Dios y lo que de algún modo el judaísmo es hoy desde una perspectiva judía.

 

La Mishna

La Mishná está organizada en categorías de la Ley Judía filtrada por los primeros Rabinos. Una sección de la Mishná puede por ejemplo lidiar con el tema de las festividades judías mientras que otra sección debate las leyes de matrimonio. La Mishná fue editada y compilada en la tierra de Israel alrededor del año 200 EC bajo la ocupación romana. Gran parte de la Mishná refleja las interpretaciones posteriores a las leyes que aparecen en la Biblia relacionadas con el sacrificio de animales llevados acabo únicamente por los Cohanim (o Sacerdotes) en un sólo lugar específico del planeta: el Gran Templo en Jerusalem. Y el motivo por el cual todas estas interpretaciones son posteriores a la tradición bíblica es justamente por el hecho que los primeros Rabinos tuvieron que adaptarse a una nueva condición social e histórica (diferente a lo que sus abuelos llamaban tradición judía) cuando el Gran Templo de Jerusalem fue destruido y sus líderes destituidos por los romanos en el año 70 EC. Incluso ciertos pasajes de la Mishná reflejan leyes romanas que por supuesto uno podría esperar encontrar ahí ya que los Rabinos estaban condicionados por el entorno circundante en el cual estos textos fueron puestos por escrito. Cualquiera que escribe algo se ve siempre influenciado en forma directa o indirecta por el entorno en el que uno habita. En otras palabras la Mishná fue escrita por seres humanos en el planeta tierra condicionados por un momento particular y específico de la historia.

 

El Talmud de Jerusalem

El Talmud de Babilonia también cita fuentes de otra interpretación rabínica de la Mishná que había sido hecha en la tierra de Israel hasta el momento en que el Cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio Romano en el año 380 EC (recordemos que los primeros cristianos eran judíos y estos judeocristianos eran una secta judía que se había desprendido del Judaísmo mismo). La conversión del Imperio Romano al Cristianismo era una mala noticia para los judíos viviendo en Israel porque la teología cristiana podía convertirse ahora en legislación social y en consonancia con dicho evento la vida judía en Israel en ese período comenzó a declinar. De hecho ese declive en la tierra de Israel precipitó el fin de otro Talmud anterior al de Babilonia que fue editado a finales del siglo IV en Israel.

 

Talmud = Mishna + Guemara

En otras palabras, desde la perspectiva judía los primeros 500 años de la Era Común son conocidos como “La Era Talmúdica”. Esto significa que desde el momento en que un Rabino llamado Iojanan ben Zakai se instaló en una ciudad conocida como Yavne y reclutó Sabios judíos para que lo acompañaran, todos ellos lograron producir miles de interpretaciones extraordinarias de la Tora y las transmitieron de forma oral (una generación se la contaba a la otra e iban así aprendiendo las interpretaciones de memoria repitiéndolas) hasta que llegamos al año 200 EC cuando todas estas interpretaciones son compiladas y finalmente puestas por escrito en una obra titulada Mishná que literalmente significa repetición.  Todos los Sabios que son mencionados en la Mishná son conocidos como Tanaim, es decir Maestros, y vivieron durante el 200 AEC al 100 EC. La buena noticia era que una vez que todas estas interpretaciones habían sido puestas por escrito no solo que ya no había que memorizarlas ni repetirlas todo el día sino que ahora se podía agregar nuevas interpretaciones a las que ya se habían compilado. Y así por los siguientes 300 años la Mishná fue discutida, elaborada y expandida por las siguientes generaciones. Todas estas nuevas interpretaciones de la Mishná fueron preservadas también bajo otro nuevo título que se edita con en el nombre de Guemará (que significa literalmente estudiar). Y la fórmula que deben recordar es: Mishná+Guemará = Talmud y ahora entienden porque se llama “Era Talmúdica”.  Los Sabios que son mencionados en la Guemará son conocidos como Amoraim, es decir Comentadores, y vivieron durante el 200 EC al 500 EC.

La Mishná y la Guemará estudiadas o editadas juntas en una misma página es lo que llamamos Talmud. Y el Talmud se convirtió en el texto básico que es creado en el período rabínico y emerge como texto fundacional del curriculum de estudio judío. Pero como dice el chiste, cada judío tiene dos preguntas, tres respuestas diferentes y por eso va a cuatro sinagogas distintas y así los judíos no tenemos un solo Talmud sino dos: uno escrito por los judíos que estaban en Israel (que para ese entonces Adriano el Emperador Romano ya la había renombrado Palestina) y otro por los judíos que vivían en Babilonia. El Talmud editado en Israel/Palestina se llama Talmud Ierushalmi y el otro editado en Babilonia se llama como ya dijimos Talmud Babli. Debido a que la condición social de los Rabinos en Babilonia era mejor que la de sus colegas en la Jerusalem constantemente atacada y en peligro, el Talmud de Babilonia termina siendo más elaborado y mas completo. Los dos se basan en la misma Mishna pero son leídos en diferentes academias por diferentes Rabinos y en diferentes lugares del mundo y por lo tanto tenemos muchos paralelismos pero también muchas diferencias muy interesantes entre ambos textos. Y por supuesto que esas diferencias son el reflejo de los judíos viviendo bajo diferentes gobiernos como el Romano en Palestina y el Persa en Babilonia. Lo que emerge finalmente es el Talmud de Babilonia como el más completo, el más autorizado y el referente principal del judaísmo rabínico. De hecho lo que veremos es que la determinación final sobre cuál de los dos Talmud es el más autorizado es una decisión que terminan tomando los judíos medievales posteriores. De todos modos el Talmud Ierushalmi se sigue estudiando también hasta la actualidad y posee tradiciones rabínicas alternativas a algunas que figuran en el Talmud Babli.

 

Midrash (plural Midrashim)

Lo último que quiero agregar y que forma parte de la literatura rabínica son los comentarios bíblicos llamados midrash (plural midrashim) que también comienzan con los primeros Rabinos. La palabra midrash puede hacer referencia a todo un cuerpo de interpretaciones conocido como Midrash Raba. Midrash también significa explorar, indagar, buscar o incluso demandar y lo que se está demandando es el sentido o significado de un pasaje o texto que no resulta tan claro en la Biblia. Los Rabinos amaban escribir este tipo de literatura midráshica que les permitía llenar los espacios en blanco o imaginarse los diálogos que no figuran en las historias bíblicas. Como a todos nos gustan las buenas historias y cuentos, el midrash se convirtió eventualmente en una excelente herramienta pedagógica de los Rabinos. Con la debida disculpa a nuestros Maestros y con el objetivo que puedan ustedes apreciar de que se trata el midrash como género literario, simplemente piensen en alguna fábula con moraleja (como la de la liebre y la tortuga) y están más o menos en tema. Algunos midrashim que tenemos son de la época de la Mishná (compuestos entre el 100 y el 200 EC y editados en el 300 EC), otros midrashim son del período del Talmud (entre el 300 y el 500EC) e incluso algunos otros son tan tardíos que fueron escritos bajo la dominación islámica (desde el 612 aproximadamente hasta el 1000).

 

La importancia de todo este material

¿Por qué es importante conocer y explorar todas estas obras? Por una simple razón: el judaísmo no es bíblico sino rabínico y talmúdico. Pase lo que pase en la historia los judíos no dejaremos de llamar judaísmo a todo el material que se desprende de estas obras. Vamos a seguir estudiando y haciendo nuestros propios midrashim de la Biblia en cada generación y en respuesta a los diferentes eventos de la historia. Pero siempre que nos pongamos a practicar el judaísmo vamos a volver una y otra vez a toda la literatura rabínica para que aquello que llamamos judaísmo tenga sentido y cohesión comunitaria.

El contenido y el estudio de este material no es solo para determinar cuál es la Ley Judía (esa es una definición muy básica y demasiado simple con respecto a lo que estamos mencionando). Es envolverse uno mismo en el proceso de aprendizaje de todo este material que es en si mismo una tarea sagrada. En otras palabras, no es sólo saber cual es la Ley y qué es lo que debemos hacer como judíos lo que se busca sino que es el estudio en si mismo y sin otro fin ulterior lo que importa. Es estudiar por amor al estudio. Es abrir un libro para que Dios nos hable. Es la pasión por las letras, las palabras, el texto y las interpretaciones y reflexiones que hacemos al leer lo que nuestros antepasados vivieron y pensaron y cómo sigue siendo relevante para nosotros hoy. Lo que al fin de cuentas realmente anhelamos es poder participar en el proceso intelectual a través del cual uno llega a las conclusiones sobre cuál debería ser la Ley y la manera de actuar en el mundo.

Así el estudio se hace sagrado. Talmud Tora kenegued kulam es una expresión rabínica que declara que no hay ningún mandamiento más importante en el judaísmo que el estudio de la Tora. Eso significa el estudio de la Tora en el sentido más amplio de lo que esta palabra implica y con eso nos referimos al estudio de toda esta literatura rabínica.

Siendo uno partícipe del estudio de todo este material, al envolverse uno mismo en el proceso lógico de lo que se está discutiendo, al llegar a las conclusiones y poder expandir  estas conclusiones y definiciones y traer nuevas comprensiones y nuevos desafíos más grandes para intentar entender estos textos y su estructura a un nivel cada vez más elevado y complejo trayendo nuevos problemas sobre lo que los textos sugieren para seguir así debatido dentro de la tradición cuál es el sentido de lo que se esta discutiendo dentro de cada diferente contexto histórico; haciendo todo esto uno ha cumplido con su rol como judío en la historia.

Si quieren empezar ya mismo a explorar el Talmud visiten Talmudiando, el blog del Rabino Joshua Kullock que es un deleite para leer y un torrente de sabiduría.

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¿Cuál es la diferencia entre Ortodoxo, Conservador, Reformista y Jabad Luvabitch?

03/02/2012 por Diego Edelberg 33 comentarios

 

Primero y Principal

Para poder entender las diferencias entre estas tres diferentes aproximaciones y Jabad Luvabitch hacia la tradición judía tenemos primero que entender dos aspectos que si bien pueden resultar obvios para muchos de ustedes deben quedar en claro desde un comienzo.

Estos dos aspectos son: (1) la historia judía no sucede aislada del resto de la historia mundial y en consecuencia (2) lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía.

El hecho irrefutable que la historia judía no sucede aislada del resto de la historia mundial significa que uno no puede realmente comprender el judaísmo si desconoce totalmente lo que fue pasando en la historia de la humanidad. Por ejemplo, uno no puede entender en profundidad qué es Jánuca si no sabe quién fue Alejandro Magno. Tampoco puede entender el Talmud en profundidad si no sabe nada de la historia de Babilonia en donde fue escrito. Menos puede uno entender a Rashi o Maimonides si ignora por completo qué pasaba en la Edad Media (y especialmente donde ellos vivían) para comprender así qué cosas influenciaban el modo en que ellos leían la Tora y el Talmud. Tampoco se puede comprender por qué surgió el Sionismo sin saber nada de los Nacionalismos Modernos. Y aunque todo esto puede ser evidente para muchos de ustedes es para mí fundamental repetirlo y aclararlo una y otra vez a lo largo de todas mis publicaciones.

Si reconocemos honestamente el impacto que tienen en nuestras vidas cosas tan remotas como el surgimiento de Internet, la telefonía celular, el aborto, las problemáticas actuales en la tierra de Israel, los matrimonios interreligiosos, los casamientos homosexuales, las crisis económicas del sistema capitalista, el feminismo, los problemas sobre ecología y medio ambiente, la crisis nuclear en Iran, etc. claramente entendemos que el modo en que leemos la Tora hoy y lo que significa ser judíos hoy no tiene mucho que ver con lo que sentía o como leía la Tora un judío hace 1000 años.

El hecho irrefutable que lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía significa que el judaísmo que Moisés practicaba no era exactamente el mismo que Rabbi Akiva practicaba luego de la destrucción del Gran Templo cuando los Cohanim se quedaron sin empleo (ya que vivían para el Templo y el mismo fue destruído) y la palabra “Rabino” ni siquiera existía en el vocabulario hebreo. Moisés jamás hubiese entendido si un hebreo le hubiera preguntado en medio del desierto “¿qué ponemos en la keara durante la noche del Seder?”. Por otro lado el judaísmo que practicaba Maimonides en el siglo XII en la España Medieval bajo dominación islámica no era exactamente el mismo que practicaba Rabbi Akiva quien jamás escucho hablar de una religión llamada Islam. Ni siquiera nosotros hoy en la modernidad practicamos el mismo judaísmo que Maimonides practicaba ya que el jamás se imaginó que surgiría un movimiento Ortodoxo, Reformista, Conservador, Jabad Luvabitch o incluso y aún más complejo de explicar, algo llamado “Sionismo”. Claramente lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía.

En el tiempo bíblico por ejemplo, la esclavitud era aceptada. En la época en que los rabinos terminaban de escribir el Talmud la esclavitud era aceptada. Hasta el siglo XVIII entre muchos judíos formados y bien educados la esclavitud era algo aceptado. Hoy no existe ninguna corriente judía que defienda la esclavitud. Dejar de tener esclavos fue un proceso social que sucedió en la conciencia humana mundial y afectó la historia judía.

Quitar los instrumentos musicales de los servicios religiosos judíos fue algo nuevo en la historia que sucedió después de la destrucción del Gran Templo ya que es bien sabido y aceptado por la mayoría de los judíos que los Salmos eran cantados y acompañados con instrumentos musicales dentro del Gran Templo en Shabbat y otras festividades. Si uno iba en Shabbat al Gran Templo en Jerusalem uno escuchaba instrumentos musicales. Pero debido a que los instrumentos traen alegría según los Rabinos (debo confesarles que hay ciertos obras orquestales y sinfónicas que me traen una tristeza infernal y me hacen emocionar hasta las lagrimas), los Rabinos mismos decidieron cambiar la tradición y dejar de usar instrumentos en Shabbat para recordar la amargura de haber perdido el Gran Templo. Más tarde esto derivó en las leyes con respecto a la reparación de instrumentos en Shabbat que claramente no se discutían cuando los instrumentos eran tocados en el Gran Templo en Jerusalem. Pero dejar de utilizar instrumentos musicales en Shabbat fue una decisión que cambió la forma en la cual tradicionalmente se practicaba el judaísmo anterior a la destrucción del Gran Templo. Claramente estos dos ejemplos entre los miles que uno podría nombrar dejan en claro que lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía.

Podríamos resumir estos dos aspectos contemplando que cualquier ser humano aceptaría en forma consciente que la historia afecta a la tradición. Siempre lo ha hecho y siempre lo hará.

Teniendo en claro estos dos aspectos tenemos que entender ahora un proceso histórico llamado “Modernidad” que sucedió y cambió la historia de la humanidad y con ella la historia  judía. La importancia de comprender qué es la Modernidad nos permitirá entender cuál es la diferencia entre Ortodoxo, Conservador, Reformista y Jabad Luvabitch.

 

El impacto de la Modernidad en el judaísmo

La Modernidad se refiere a un período histórico marcado principalmente por el fin de un sistema social llamado feudalismo (un sistema piramidal en el cual uno era rey o campesino desde la cuna a la tumba) hacia el capitalismo, la industrialización, la secularización, la racionalización, la creación del Estado o Nación modernos, sus Instituciones y las Constituciones de los países tal cual los conocemos en la actualidad. En definitiva un mundo completamente opuesto al Medieval.

En la historia judía fechamos la Modernidad entre los años 1750 hasta la actualidad (muchos autores ya hablan de un Posmodernismo también en el judaísmo y lo ubican luego de la Shoá (Holocausto) y el nacimiento del Estado de Israel Moderno). Si 1750 marca el inicio de la Modernidad, el período histórico que va de 1492 a 1750 es considerado hoy la «Pre-Modernidad»  (también llamado «Modernidad Temprana«). Durante la «Modernidad Temprana» suceden ciertos eventos muy particulares que demuestran que ya no estamos en la Edad Media (aquel período dominado por el feudalismo) pero tampoco estamos en la Modernidad plena.

Lo más importante que debemos entender sobre la Modernidad es que como cualquier suceso histórico no es un evento sino un proceso. Esto significa que no sucedió una sola cosa que cambió todo de un día para otro sino que sucedieron múltiples cosas a lo largo de varios años que fueron cambiando la realidad histórica mundial y de los judíos.

En palabras mas simples, no es que un judío viviendo en 1492 al ser expulsado de España se dijo a sí mismo “¡oh! ¡he entrando en la Modernidad Temprana!” sino que como describiré a continuación, a partir de 1492 comienzan a suceder diversos procesos que son la consecuencia de lo que posteriormente y en forma retrospectiva los historiadores llamarán “Modernidad” y «Modernidad Temprana».

Es real que las corrientes Ortodoxa, Conservadora, Reformista e incluso Jabad Luvabitch se consolidan y oficializan en el siglo XIX. Pero es un error gravísimo argumentar que es sólo en el siglo XIX cuando todo cambia en la historia judía. Es muy mediocre creer que debido a la Revolución Francesa de 1789 todos los judíos son emancipados y al recibir los mismos derechos y obligaciones que los demas seres humanos dejaron de practicar el judaísmo de la noche a la mañana. Mucha gente tiene esta idea ingenua que hasta el siglo XIX todos los judíos del mundo eran observantes de la Ley Judía y que comenzando el 1800 dejaron de practicar el judaísmo por culpa de la emancipación y el pensamiento racional moderno. Los cambios que suceden en el siglo XIX son la consecuencia de un proceso que claramente comienza en el siglo XVI.

Y si bien suceden múltiples procesos que cambian el devenir histórico, voy a mencionar cinco experiencias anteriores al siglo XIX que tendrán un impacto fundamental en la creación de las diferentes corrientes judías modernas.

Sin ser exclusivas, las cinco experiencias judías determinantes son:

 

  • La expulsión de los judíos de España en 1492 dando comienzo a una movilidad geográfica acelerada que conduce a mayores contactos entre judíos con otros judíos de diferentes trasfondos, tradiciones e incluso idiomas y también entre judíos y no judíos. Al conocer más de cerca a otros judíos de otras latitudes los judíos mismos descubren no solo las similitudes sino las diferencias abismales entre los unos y los otros tomando conciencia que están más dispersos de lo que creían siguiendo cada grupo sus propias tradiciones particulares. Al mencionar esto me refiero a la movilidad de un gran número de emigrantes expulsados de sus lugares de origen siendo obligados a buscar refugio en nuevos y extraños entornos siendo ésta una condición especialmente notable en los siglos XVI y XVII pero no tanto en el siglo XVIII. También me refiero a la movilidad de las personas (especialmente las élites secundarias, los eruditos itinerantes, libreros, vendedores ambulantes, intelectuales inquietos) que comienzan a moverse en forma constante por casi todas las comunidades judías de Europa.

 

  • El surgimiento de un sentido de cohesión comunitaria a través de todos los nuevos asentamientos judíos llegando a un punto culminante en el Consejo extraordinario de “Las Cuatro Tierras”: un organismo central de la autoridad judía en Polonia desde 1580 hasta 1764 compuesto por setenta delegados de comunidades locales que se reunían para discutir los impuestos y otros temas importantes para la comunidad judía ( mas información -en inglés-). Tales estructuras comunales a menudo revelan una tendencia sorprendente: el creciente deterioro de la autoridad rabínica y el creciente poder de las oligarquías judías laicas. Las variaciones locales deben ser cuidadosamente observadas en estos casos.

 

  • Una explosión de conocimiento provocada no solo por la invención de la Imprenta y la publicación de libros como una nueva tecnología en la historia sino también por otros factores como el creciente interés en los libros judíos por parte de los lectores cristianos junto a un programa ampliado de estudios judaicos y la entrada visible de las elites judías en las Universidades seculares. Esta transformación, más que todas las demás, parece ser constante durante todo el período Moderno anterior al siglo XIX y tiene que ser vista en relación con los factores de movilidad y mezclas sociales ya mencionados anteriormente.

 

  • Una crisis en la autoridad rabínica engendrada por muchos factores (incluyendo los tres anteriores mencionados) y por el fenómeno de los judíos conversos, el mesianismo y el impacto del filósofo judío Baruj Spinoza demostrando que los ideales de la Modernidad ya no son compatibles con los del judaísmo tradicional heredado desde la destrucción del Gran Templo y la Edad Media. Mientras que la crisis de la autoridad rabínica se manifiesta durante todo el período Moderno comenzando en el siglo XVI, la misma se hace más aguda a finales del siglo XVII y XVIII dejando su marca en la mayoría de las comunidades judías. Justamente esta crisis precipita una contra-reacción por parte del establishment rabínico (especialmente en Amsterdam) que da comienzo al surgimiento de una especie de frente “ortodoxo” anterior al siglo XIX.

 

  • El deterioro de las identidades religiosas (lo cual es un factor íntimamente relacionado con el punto anterior) haciéndose prominente esta experiencia en los siglos XVII y XVIII. Me refiero específicamente a la aparición de los judíos conversos y sus intentos de volver a entrar en la comunidad judía principalmente en Amsterdam y Hamburgo. Simultáneamente los cruces de los seguidores judíos de Shavetai Tzvi con el islam (Dönmeh -en inglés) y el cristianismo (Jacob Frank) junto a aquellos judíos convertidos al cristianismo en sus propias búsquedas de autenticidad cristiana. Dada la gran red de comerciantes conversos y mesiánicos (conectados desde Amsterdam, Cracovia y Praga) la definición de judaísmo, cristianismo y su relación con las demás religiones es sin duda una experiencia tan importante como las demás para definir la Modernidad judía anterior al siglo XIX.

 

Con todo este panorama histórico cuando llegamos finalmente al siglo XIX notamos que los judíos que crearon las tres diferentes corrientes no exclamaron “las cosas están cambiando” sino que lo que dijeron realmente fue “las cosas han cambiado”.

La mayoría de los judíos ya en el siglo XIX no leían hebreo, estaban en su gran mayoría asimilados e incluso muchos de ellos se habían convertido al cristianismo para ocupar cargos Universitarios o puestos de trabajo; otros se habían delirado siguiendo los mesianismos de Shavetai Tzvi y Jacob Frank entre los siglos XVII y XVIII haciendo estragos en la comunidad judía. Definitivamente cuando finalmente llegamos al siglo XIX todo lo sucedido desde el siglo XVI hace implosión cambiando radicalmente la manera en la cual el judaísmo es entendido y practicado hasta la actualidad.

Es muy fácil y tentador culpar a la ciencia, la emancipación, la secularización, las filosofías modernas, internet, la televisión, la ostentación del cuerpo y la relativización de valores y tradiciones -haciendo que todas las narrativas o textos sean válidos según las perspectivas individuales- como enemigos y causantes del eclipse del judaísmo en la modernidad. Es más cómodo señalar con el dedo algo que esta afuera como responsable de lo que nos sucede dentro. Pero por algún motivo surgió la Reforma, la Ortodoxia, el Conservadurismo, el Jasidísmo y todos los demás movimientos judíos y esto hay que dejarlo en claro desde el comienzo y es que el judaísmo tradicional heredado desde la destrucción del Gran Templo y la Edad Media no estaba respondiendo a los desafíos de la Modernidad. El judaísmo tradicional ya no estaba siendo significativo frente a todo lo que estaba sucediendo a partir del siglo XVI. Y este es el motivo por el cual es tan importante entender la Modernidad ya que el judaísmo actual en todas sus vertientes desde la Ultra-Ortodoxia hasta el Reformismo es una respuesta a la Modernidad. Anterior a la Modernidad no existían todos estos grupos y nombres.

 

3 Rabinos y 3 Interpretaciones

Solo comprendiendo todo lo descripto hasta aquí podemos entender a los tres grandes Rabinos alemanes que se preguntaron en el siglo XIX y frente a todos los desafíos de la Modernidad: ¿qué hacemos para mantener viva la tradición judía y no perder a toda esta gente que ya no encuentra sentido en el judaísmo?

 

Reformistas

El primero de ellos, un hombre llamado Abraham Geiger, propuso Reformar el judaísmo del mismo modo que los primeros Rabinos lo habían hecho luego de la destrucción del Gran Templo.

Según describe Geiger luego de la destrucción del Gran Templo un grupo de judíos que pasaron a llamarse con el tiempo “Maestros” (es decir Rab o Rabino en español)  se convirtieron hasta la actualidad en los líderes de la continuidad y la comunidad judía creando un sistema alternativo al bíblico enfocado en la plegaria, rezo o tefila en lugar del sacrificio de animales en un altar.

Para comprender esto debemos entender que la Tora nos habla entre tantos individuos de 2 personajes centrales: los Kohanim o Sacerdotes y los Reyes. Pero si uno lee toda la Tora o incluso el TaNaJ, es decir la Biblia Hebrea, en ningún momento se menciona a los Rabinos ni a la figura rabínica. Por lo tanto uno podría preguntarse ¿de dónde surgen los Rabinos? ¿Cuándo surgen los Rabinos? ¿Por qué surgen? y  ¿para qué surgen?

Y la respuesta de Geiger es que cuando el Templo es destruido y los judíos son expulsados de la tierra de Israel estas dos funciones desaparecen: los Kohanim o Sacerdotes vivían para el Templo y cuando el mismo es destruido este grupo ya no tiene nada para hacer. Por otro lado esta claro que un Rey sin monarquía o tierra no tiene mucho sobre que reinar. En ese momento crítico de la historia un grupo de judíos a quien llamamos «prushim» o «fariseos» y que posteriormente serán llamados Rabinos, fueron los responsables de la supervivencia del judaísmo hasta la actualidad reemplazando el poder central del linaje de la casta sacerdotal por la sabiduría del conocimiento de la Ley judía. En pocas palabras hicieron 3 cambios espectaculares que aseguraron la continuidad y supervivencia del judaísmo: (1) suplantaron el sistema de sacrificios animales por uno de plegarias que se remite a dichos sacrificios, (2) reemplazaron la noción de liderazgo de la comunidad basado en un linaje correspondiente a una casta sacerdotal hereditaria por otro en el cual el conocimiento o la sabiduría lo hace a uno líder del grupo creando así el concepto de Rabino o Maestro y (3) democratizaron las practicas diciendo que lo que solo hacia el Sumo Sacerdote o Kohen Gadol ahora lo reinterpretamos en las plegarias y todos deben “hacerse sacerdotes”. Cualquiera que alcance una sabiduría que otros rabinos consideran digna, esa persona es llamada también rabino de acuerdo a lo que juzgan otros colegas suyos.

Al llegar a esta comprensión sobre los fariseos o Rabinos, Geiger comenzó a argumentar justamente que los Rabinos eran judíos innovadores. No eran rígidos en sus posturas y comprensiones del judaísmo sino radicales y revolucionarios que intentaban ajustar y reformular el judaísmo de tal modo que pudiera respirar un nuevo aire haciéndolo significativo para aquellos que padecían la destrucción y desintegración de su pueblo con el fin del sistema de sacrificios de animales en el Templo y el nuevo gobierno ahora bajo la ocupación Griega y posteriormente Romana.

Para Geiger, la noción que los fariseos eran revolucionarios que lograron re-acomodar y darle un renovado sentido a su tradición de acuerdo a los desafíos de su tiempo y las necesidades espirituales de su propia comunidad estaba claramente relacionado con el presente que él y los judíos de su tiempo vivían.

Sin extendernos demasiado podríamos decir que para Geiger y los primeros Reformistas  la moral y la ética que enseñaba el judaísmo era eterna y no debía cambiarse. Pero las mitzvot si debían modificarse si ya no eran sensibles a los judíos del siglo XIX y cada judío debía optar ahora por cuenta propia que mitzvot quería observar y cuales no. Estas posturas han cambiado en la actualidad y los Reformistas actuales han lentamente comenzado a «reformar» su entendimiento y estrategias y en consecuencia la observancia de mitzvot irracionales (comer kasher, ponerse tefilín, etc.) están siendo nuevamente observadas por este grupo.

 

Ortodoxos

En respuesta a esta postura un segundo hombre llamado Samson Raphael Hirsch coincidió con Geiger en que los judíos debían sumarse a las sociedades modernas abrazando los ideales de la Modernidad pero exclamó enfáticamente que no debían abandonar el legado tradicional judío ni la practica de mitzvot. Si bien no se hizo llamar Ortodoxo, al establecer en 1886 una alianza de congregaciones judías en Europa que compartían los mismos ideales Hirsch la nombró “Freie Vereinigung für die Interessen des Orthodoxen Judentums” es decir “Unión Libre para los Intereses del Judaísmo Ortodoxo” asumiendo él mismo dicho nombre para su comprensión del judaísmo en la Modernidad.

 

Conservadores

El tercer hombre fue Zejarias Frankel (quien inspiró la creación del Movimiento Conservador) declarando que la Comunidad Judía como un todo debía ser la autoridad final que decidiría y determinaría qué observamos como pueblo y qué no. Para los Conservadores la Comunidad era realmente la que debía guiarnos (por supuesto que las Leyes Judías serían debatidas solamente por un conjunto de Rabinos expertos en la Ley y no por toda la Comunidad). Pero el judaísmo Conservador (al igual que el Reformista) dejaba en claro que el judaísmo actual y que se practicaba en la Modernidad ya no era el judaísmo literal que leíamos en la Tora sino un conjunto de reglas que habían sido creadas a partir de un proceso interpretativo de la Tora y de lo que se hacía en el Gran Templo. Estas nuevas reglas habían sido establecidas por un grupo de judíos que con el tiempo pasaron a llamarse Rabinos los cuales recrearon la tradición judía luego de la destrucción del Gran Templo en Jerusalem para poder darle así continuidad a dicha tradición. En otras palabras para los judíos Conservadores (nuevamente al igual que los Reformistas) el judaísmo original, primigenio y tradicional tal cual lo leíamos en la Tora ya no existía mas. Ya no habían Kohanim (Sacerdotes), ni Reyes, ni Gran Templo, ni seguíamos matando animales. Para los Conservadores lo que hacíamos y llamábamos judaísmo era otra cosa. Era una recreación de un grupo llamados Rabinos quienes tuvieron que adaptar el judaísmo original hacia un estadio diferente al Bíblico y lo lograron ganando el consenso de la gente. Es decir que otra manera de describir lo que la Comunidad como un todo hacía o el criterio de acciones que definía a los judíos como grupo eran de hecho las costumbres que estos rabinos habían introducido al interpretar el texto revelado de la Tora mucho más que las leyes literales que de ahí leíamos sobre el complejo sistema de sacrificios de animales en un altar y en un lugar específico. La diferencia central entre los Conservadores y los Reformistas era que los primeros Reformistas no solo eran más radicales y querían cambiar casi todo sino que además creían que cada judío en forma individual debía elegir en forma adulta y responsable qué cumplir y que no cumplir del judaísmo. Los Conservadores seguían teniendo una sensibilidad por las mitzvot y ademas creían que no se podía dejar en las manos de cada judío elegir sino que había que mirar a la totalidad de la Comunidad y trabajar en forma corporativa.

 

Relevancia de lo que los judíos han creído

En síntesis la diferencia central entre Reformista, Conservador y Ortodoxo es su relación con lo que hemos definido como “Modernidad” y los desafíos que ésta ha presentado no solo a los judíos sino a toda la humanidad. El desafío principal que la Modernidad trajo es hacernos consciente que el “ser-humano” implica “ser–intérprete” . Eso significa que la Modernidad hizo consciente al ser-humano que cada vez que experimenta o lee algo lo hace según su propia historia personal, su propia tradición, de acuerdo a cómo fue educado, de acuerdo a cómo le dijeron que debía entender las cosas, de acuerdo a lo que le dijeron qué es La Verdad, de acuerdo a su propio bagaje histórico, su propio esquema de referencia, sus propios prejuicios y expectativas. En consecuencia para el ser humano Moderno «él o ella» son finalmente más importantes que el «texto» mismo a la hora de entender lo que el texto dice y definitivamente “no vemos las cosas como son sino como somos nosotros”. La pregunta crucial es cómo leemos o entendemos de acuerdo a nuestras propias experiencias de vida. Éste es el gran énfasis en la filosofía de  Spinoza quien nos hace conscientes que nunca más podremos tener una lectura objetiva sino subjetiva de la vida y de los textos que leemos de acuerdo a nuestras propias experiencias de vida.

La gran diferencia radica en cómo decidimos posicionarnos frente a los textos, los mandatos heredados y la tradición. Al fin de cuentas debemos tomar una decisión: ¿decidimos que «tradición es aquello que no cambia» o «tradición es una palabra que significa cambio constante»? El desafio está en que la historia, como vimos al comienzo, cambia constantemente el devenir y la tradición. ¿Dejamos que la mente libremente explore o de antemano definimos qué es la Verdad (en este caso sería la Tora, la Halajá, el judaísmo o nuestra manera de entender el judaísmo) y ajustamos todo lo demás para que encaje con nuestra definición pre-establecida? Esta es en esencia la cuestión que separa las diferentes aproximaciones judías en la Modernidad. Si pre-establecemos que nosotros debemos ajustarnos a los textos entonces veremos el mundo y nuestra vida de una forma. Si pre-establecemos que los textos están sujetos a quien los lee e interpreta entonces veremos el mundo y nuestra vida de otra forma diferente. Esta es la elección que se nos da.

De todos modos la fe y el judaísmo no es ciencia exacta y hay diferentes niveles de observancia entre cada uno de los judíos y entre las distintas generaciones de rabinos y seguidores de cada una de las tres corrientes. En los casi 200 años de historia que han pasado desde que se crearon estas tres aproximaciones judías hasta la actualidad las tres corrientes han cambiado sustancialmente. Incluso hemos llegado a una situación actual en la que muchos judíos pueden creer y practicar una combinación de las tres corrientes. Es decir que un judío en la actualidad puede cumplir con todas las Leyes de la Tora y así y todo tener una aproximación Moderna hacia la tradición judía enfrentando la Tora a lecturas históricas y antropológicas considerando la opinión de académicos modernos tanto judíos como no judíos. Por el contrario podemos encontrar judíos que no cumplen con todas las Leyes de la Tora pero se sienten a gusto leyendo exégesis e interpretaciones de judíos medievales o pre-modernos y creen literalmente que el texto fue dictado “letra a letra” por Dios a Moisés.

En la actualidad hay más tolerancia en las contradicciones entre “lo que se cree” y “lo que se practica” aunque uno debe entender que el judaísmo no es algo uno hace en soledad y en consecuencia, de acuerdo al grupo, movimiento, corriente o Sinagoga que decide uno sumarse tendrá que tolerar aquello con lo que no coincide pero si lo hace la mayoría. Si la relación entre lo que esta dispuesto a tolerar se hace insostenible simplemente deberá cambiar de grupo y tratar de encontrar uno con el cual se sienta más a gusto.

Pero como ya mencionamos la división en las distintas corrientes se basa principalmente en cómo se relacionan con la Modernidad y sus ideales. En la actualidad hay judíos Ortodoxos como Conservadores y Reformistas que: (a) incluyen la modernidad como algo intrínseco, otros (b) toleran la modernidad porque no les queda otra opción y otros (c) la rechazan de forma plena y la consideran el gran enemigo del judaísmo.

 

Contrastes entre las tres corrientes (O, C y R)

Desarrollado por David Steinberg

 

Origen

Ortodoxia: producto de una redefinición del judaísmo tradicional frente a los desafíos de la Modernidad evitando lo máximo posible dichos ideales y en reacción al Judaísmo Reformista.

Conservador: producto de una redefinición del judaísmo tradicional frente a los desafíos de la Modernidad contemplando ahora el paradigma científico y académico como parte integral de la tradición y al igual que la Ortodoxia en reacción al Judaísmo Reformista.

Reformista: producto de una transformación radical del judaísmo tradicional confrontándolo con el Cristianismo y enfatizando la importancia de la emancipación política y social dentro del mundo occidental moderno.

 

Tora (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio)

O: dictada letra a letra en su totalidad por Dios a Moisés en la doctrina conocida como Tora min hashamaim (Tora proveniente de los cielos).

C: inspirada en un encuentro inexplicable con Dios pero percibida y escrita por uno o varios autores. Ciertas partes pueden ser más “divinas” que otras como por ejemplo los 10 Mandamientos en contraposición a la demanda de exterminar a los cananeos.

R: igual que los conservadores

 

Relevancia de la Tora

O: compromiso total con todos los aspectos de la existencia humana excepto cuando entra en conflicto con la Ley civil (doctrina de dina demaljuta dina).

C: compromiso total con todos los aspectos de la existencia humana incluyendo las interpretaciones recientes de Rabinos Conservadores excepto cuando entran en conflicto con la Ley civil (doctrina de dina demaljuta dina).

R: considerada la fuente de la historia judía y la historia de la relación del pueblo de Israel con Dios. Solo los aspectos éticos son consideramos en forma absoluta aunque otros elementos pueden ser apropiados por los individuos si los encuentran significativos para sus propias vidas.

 

Estudio de la Tora

O: confinada a los comentarios tradicionales pre-modernos excepto en las ilustraciones que pueden ser tomadas de la arqueología. No es aceptada la Crítica Moderna (CM) con preguntas como (a) ¿es posible que el texto se haya corrompido de alguna manera debido a algún error o confusión? (b) ¿cómo se materializo o se escribió el texto? (c) ¿cuándo se decidió qué libros iban a formar parte de la tradición o no? ¿Por qué el libro de los Macabeos quedó afuera? etc.

C: comentarios tradicionales y CM

R: igual que los Conservadores

 

Estudio de los Profetas y otras Escrituras (el TaNaj o Biblia Hebrea mas allá de los primeros 5 libros)

O: exceptuando corrientes Neo-Ortodoxas casi no son estudiados. Partes que se conocen en profundidad son aquellas conectadas con la liturgia, por ejemplo las Haftarot, Salmos, Ester, El Cantar de los Cantares y Lamentaciones. Se leen utilizando comentarios pre-modernos (principalmente Rashi) y no se utiliza la Crítica Moderna (ver arriba).

C: comentarios tradicionales y CM

R: igual que los Conservadores

 

Estudio del Talmud

O: prácticamente el único tema serio de estudio utilizando solamente comentarios pre-modernos. Es estudiado generalmente solo por hombres. Se prohibe la Crítica Moderna debido a que su uso conllevaría a disturbios psicológicos con preguntas como: si Jánuca sucedió después de la entrega de la Tora ¿cómo entendemos las bendiciones creadas por los Rabinos diciendo que Dios mismo ordenó encender las velas de Jánuca cuando luego de los Profetas Dios ya no se comunicaba con seres humanos?

C: comentarios tradicionales y CM. El Talmud es estudiado mucho más por los rabinos que por los miembros de la comunidad.

R: igual que los Conservadores aunque los miembros de la comunidad casi nunca estudian Talmud si no es a través de una clase explicativa por parte de los Rabinos.

 

Creencias sobre el origen de la Ley (Halaja)

O: los métodos para comprender la Halajá surgen de la Ley Oral (Mishná, Guemará, códigos, comentarios sobre los códigos, etc.) y esta Ley fue dada a Moisés en el monte Sinaí por Dios junto con la Tora Escrita. Por lo tanto, la Halajá es irrefutable, incambiable y divina.

C: la Ley Oral surgió bajo la influencia divina, a través de factores tales como: (a) interpretaciones y desarrollos dentro de la Tora, (b) las decisiones y la influencia de los rabinos, (c) las costumbres populares, (d) las presiones económicas, (e) otras influencias culturales y religiosas ajenas al judaísmo. Se basa en la fe influenciada por la investigación científica moderna.

R: igual que los Conservadores

 

Derivaciones y comprensiones sobre la Ley (Halajá)

O: principalmente se utilizan los códigos legales tradicionales y pre-modernos. Como libro de referencia principal se utiliza curiosamente un libro escrito en la Modernidad titulado Shuljan Aruj. Se utilizan también comentarios sobre los códigos legales principalmente Mishna Berura y responsas rabínicas conocidas como sheilot uteshuvot (preguntas y respuestas). Se le da menos importancia a las decisiones legales de los rabinos modernos (debido a que se sigue la doctrina que plantea que “cuanto más nos alejamos de la revelación en Sinaí menos entendemos la Tora, la Ley y la revelación). Tendencia a tomar la decisión más estricta posible para evitar confrontaciones con grupos Haredí (Ultra-Ortodoxos). Poca disposición a moldear la Halajá a los cambios modernos tanto materiales como ideológicos (ejemplo como la utilización de micrófonos en Shabbat que no existían hasta hace 100 años o el impacto del feminismo y las mujeres ortodoxas queriendo leer también el Talmud).

C: diversas fuentes: (a) códigos tradicionales pre-modernos, sus comentarios y sus responsas; (b) sensibilidad a los cambios históricos, la razón del por qué sucedieron dichos cambios y su impacto en el pensamiento y la práctica judía a través del tiempo; (c) divisiones entre mitzvot (preceptos) más o menos importantes; (e) actitudes positivas con respecto a moldear la Halajá (Ley) con las realidades modernas tanto materiales como ideológicas.

R: no acepta la Halajá como algo revelado por Dios sino como algo creado por hombres a partir de un “encuentro inexplicable” con Dios. La Ley y el ritual es entendida como un conjunto de prácticas que otorgan un sentido de identidad y pertenencia pero no necesariamente se cree que si uno no cumple con dicha Ley Dios va a castigarlo. Si uno quiere observar todas las leyes es bien recibido pero tiene que comprender que no todos los miembros de su comunidad observarán las mismas prácticas.

 

Importancia de la Halaja (Ley Judía)

O: compromiso total con todos los aspectos de la existencia humana excepto cuando entra en conflicto con la Ley civil (doctrina de dina demaljuta dina). Aceptación del concepto de “libre albedrío” (cada judío puede elegir libremente si quiere obedecer los preceptos y sublimarse a una Ley mayor que la propia voluntad o por el contrario ser un transgresor y desviarse de la Ley cometiendo un pecado del que puede redimirse en plegaria y acciones).

C: igual que los Ortodoxos

R: considerada una fuente de la cual los judíos pueden individualmente extraer ceremonias y rituales heredados que pueden sentir como significativos. Si bien no cumplir con la Ley se considera litúrgica y teológicamente una transgresión y un pecado, no se cree que si uno no cumple o transgrede la Ley será penalizado. En consecuencia no se cree en la observancia de mitzvot con el fin ulterior de recibir recompensas y evitar castigos sino que se practican las mitzvot por decisión personal y por amor a la mitzva misma.

 

Observancia actual de la Halaja

O: entre los observantes muy elevada.

C: entre los rabinos elevada. Entre los miembros de la comunidad muy baja.

R: al no aceptar la naturaleza “divina” de la Halaja este no es un tema central. De todos modos los rabinos tienden a observar mucho más que sus miembros pero muy poco comparado con rabinos Conservadores u Ortodoxos

 

Dedicación al academicismo judío

O: muy poca dedicación y peligrosa debido a las contradicciones que puede presentar para el sistema.

C: muy elevada siendo algo constitutivo del movimiento.

R: igual que los Conservadores

 

Actitudes frente a nociones sobre “Pueblo Elegido” y el Sionismo

O: se cree que los judíos son “elegidos” (no mejores ni peores) para cumplir una función específica en la historia del Universo. Las actitudes con respecto al Sionismo varían drásticamente. Es la única corriente que posee un ala que se declara Anti-Sionismo.

C: al igual que los ortodoxos también se acepta que los judíos son “elegidos” (no mejores ni peores) para cumplir una función específica en la historia del Universo. Las actitudes frente al Sionismo son positivas. Probablemente ningún judío Conservador crea que el Sionismo deba dejar de existir.

R: originariamente negaban la noción de ser “elegidos” por sobre otros seres humanos y no estaban a favor del Sionismo debido a que creían que la “Misión de Israel” como pueblo era diseminar las enseñanzas morales judías por todo el mundo en lugar de circunscribirlas a un punto geográfico determinado. Ambas posiciones han sido revisadas en las últimas “reformas” del movimiento.

 

Actitudes frente a estudios seculares (no particularmente judíos)

O: varía de un rechazo total hacia aquellos que lo aceptan si es beneficioso económica o monetariamente y si de hecho puede llegar a aumentar la comprensión de la Tora y el Talmud.

C: positivo.

R: positivo.

 

Fortalezas del movimiento

O: sentimiento que uno esta practicado un judaísmo “genuino” o más “verdadero”. Mayor compromiso y devoción con el estudio, las prácticas y las palabras de los rabinos.

C: flexibilidad para interpretar la Halaja. Mayor profesionalismo académico con respecto a los textos. No es restringida en materia social (posibilidad de ver películas en el cine que puedan llegar a contener imágenes sexuales o escuchar ópera o música “clásica”). Mayor tolerancia hacia otros movimientos e interpretaciones.

R: encaja perfectamente con la noción de religión si es eso lo que uno esta buscando. No se construye sobre nociones de “culpa por incumplimiento” y no es restringida en materia social (posibilidad de ver películas en el cine que puedan llegar a contener imágenes sexuales o escuchar ópera o música “clásica”). Gran adaptabilidad a los nuevos desafíos históricos. Tolerancia hacia otros movimientos e interpretaciones incluidos grupos ateos.

 

Debilidades del movimiento

O: poca flexibilidad y poco deseo de intentar aceptar un encuentro simbiótico con el mundo Moderno y sus desafíos. Rechazo de la interpretación Crítica Moderna (CM ver mas arriba para detalles). Problemas para resolver contradicciones entre las lecturas medievales en contraposición de las modernas de la Tora y el Talmud para resolver cuestiones legales tanto de carácter mundano como religioso en la actualidad (por ejemplo el feminismo, etc). La Ley como algo que uno debe “incorporar” y no “aprender” (uno no estudia para saber más sino que el conocimiento esta dado de antemano, la Ley ya esta decretada y uno no “estudia” sino que “absorbe” presupuestos preestablecidos y debe incorporarlos sin refutarlos). Poca tolerancia a otras interpretaciones que no sean las del grupo mismo debido a un principio binario (es decir “correcto” o “incorrecto”, “si” o “no”, “ortodoxo” o “nada”). Dicho principio binario de “bien” o “mal” acarrea psicológicamente problemas graves de “culpa” si se cree que se ha transgredido algo que es considerado sagrado.

C: ser una posición intermedia siempre tiene cosas a favor y en contra. La mayor debilidad actual es la poca observancia de preceptos (mitzvot) entre sus miembros (y algunos de sus rabinos). Al no estar constituido sobre un principio binario (es decir “correcto” o “incorrecto”, “si” o “no”) se crean problemas de identidad, pertenencia y a veces “culpa”. El fervor religioso es relativamente bajo. El estudio de la tradición (Tora y Talmud) también es menor comparado con la ortodoxia. Problemas para sincerar la creencia y práctica del judaísmo debido a una profunda racionalización con respecto a la Tora, el Talmud y la Halaja.

R: las plataformas Pittsburgh que constituyen lo que el movimiento afirma han cambiando notablemente entre 1885 y 1999 demostrando claras inconsistencias que si bien estas inconsistencias son parte del espíritu “reformista o progresivo” que celebra que las mismas existan (ya que estipula que la vida misma muchas veces es así, el mundo cambia constantemente y los nuevos desafíos que suceden todos los días deben ser reformulados a la luz de la tradición) dichas inconsistencias terminan cansando a quienes buscan “Una Verdad” y “Un Sentido” a sus vidas judías. Al no tener un principio binario (es decir “correcto” o “incorrecto”, “si” o “no”) se crean problemas de identidad, pertenencia y a veces aunque no siempre un sentimiento de “culpa”.

 

 

Jabad Luvabitch

Para finalizar debemos aclarar que Jabad Lubavitch representa hoy la cuarta corriente o movimiento global más importante judío pero a diferencia de lo que muchos creen dicho movimiento no es Ortodoxo sino Jasidico. Jabad Luvabitch es uno de los movimientos que mas admiro y respeto en la agenda actual judía.

Jabad también es una corriente relativamente nueva ya que se funda alrededor del siglo XVIII y por lo tanto tiene un poco más de 200 años de historia. En un pueblo como el judío, 200 años no es nada, es tan solo dos o tres generaciones.

Una de las cosas más extraordinarias de Jabad es que siendo un movimiento Jasidico, la mayoría de sus seguidores no son ni Jasídicos ni Ortodoxos ni tampoco con intenciones de llegar a ser alguna de estas dos cosas. De hecho la mayoría de los judíos que asisten a las “Casas Jabad” encuentran un entorno muy cálido e inclusivo donde no hay realmente ningún tipo de compromiso con dicha comunidad. Jabad es increíblemente exitoso en este objetivo de abrir escuelas, centros de ayuda social y “Casas Jabad” ofreciendo servicios religiosos y ayuda a todos los judíos del mundo presentando un modelo Institucional que es de hecho lo opuesto a lo que hacen todas las demás comunidades e Instituciones religiosas judías.

Cualquier comunidad judía tiene un modelo en el cual uno se hace miembro de dicha comunidad, paga una cuota y la comunidad misma le da a uno servicios de todo tipo: clases, actividades para adultos y niños y acompañamiento en el ciclo de vida de los miembros de la comunidad.

El modelo institucional de Jabad es exactamente el opuesto: comienza por brindarle a uno y su familia servicios sin que uno pague nada. Uno y la familia de uno se convierten en lo que llamamos “un amigo de la casa”. Pero nada es gratis en el mundo material en que vivimos y con el paso del tiempo un día Jabad necesitará algo de uno (puede ser ayuda voluntaria o monetaria siendo ésta última generalmente la más común) y en consecuencia uno siente el deber moral de darle algo a Jabad por todo lo que hecho en “forma gratuita” por uno durante tanto tiempo.

Pero Jabad no espera que uno sea haga miembro de su Sinagoga ni le vende sitiales para las Fiestas. Este es uno de los motivos principales por el cual la mayoría de los judíos que frecuentan instituciones de Jabad no se hacen jasídicos ni tampoco se hacen necesariamente ortodoxos porque Jabad no requiere eso como condición a diferencia de lo que si requieren generalmente las Instituciones Ortodoxas. Por eso repetimos que Jabad no es Ortodoxo sino Jasidico y posee un Jasidismo particular diferente a los demás Jasidismos que existen.

No hace falta ser Ortodoxo ni hacerse Jasídico para usar los servicios de Jabad sino que lo que ellos ofrecen es un entorno abierto en el cual los luvabitchers quieren que uno haga mitzvot porque creen que haciendo que uno cumpla mitzvot se balancea el orden cósmico. Justamente el rol y función de los shlujim, los emisarios del séptimo y hasta ahora último Rebbe (Schneerson), es llevar acabo esta misión en nombre de su líder con el objetivo de lograr acelerar la llegada del Mesías que en definitiva para algunos luvabitchers esa llegada es en realidad un retorno porque creen que el Mesías ya ha pasado por el mundo y ese Mesías fue (o sigue siendo) su propio Rebbe (Menajem Mendel Schneerson). Este es el motivo por el cual los shlujim tienen realmente esta idea fija grabada en su cabeza y la expresan claramente al declarar una y otra vez “Mashiaj Ya!” que podría entenderse en su propia teología como “Que reviva el Rebbe Ya!”.

Claramente la gente que va Jabad y los emisarios de Jabad no están preocupados por hacer que todos se pongan a comer casher. Jabad a diferencia de las comunidades Ortodoxas mayoritarias no rechaza por ejemplo a las mujeres que entran con “jeans”, pantalones o remeras a sus sinagogas. En Jabad no hay ningún tipo de filtro. El mensaje es claro: “acércate, di “lejaím”, brinda con nosotros cantando unos niggunim gritando en forma excitada y vendrá el Mesías (que para algunos significa literalmente que volverá a vivir, en alguna forma tal vez no biológica pero milagrosa, el septimo Rebbe)”.

En lo personal como ya dije admiro muchísimo la misión de Jabad Luvabitch y creo que desarrollan una función maravillosa llevando el judaísmo a los rincones más remotos del planeta y ocupándose publicamente de hacer presente su judaísmo en todos lados. Con respecto a eso creo que los otros movimientos tienen mucho que aprender de Jabad aún. Como judío viviendo en Asia si visito por ejemplo Thailandia o China y necesito comprar carne casher se que los que realmente pueden ayudarme son los luvabitchers.

Pero también soy consciente de cuál es la propia Misión de Jabad y los shlujim y si bien la respeto muchísimo no comparto personalmente la idea que el septimo Rebbe haya sido o sea el Mesías de alguna forma u otra. Imagino que Jabad tampoco le preocupa que yo me convenza de eso mismo y como son de hecho judíos jasidicos y en consecuencia «piadosos» no faltarían el respeto de quien le dijera eso porque si así lo hicieran dejarían de ser jasidicos o incluso tzadikim (justos).  Pero lo que quiero argumentar es que la calidez de muchos shlujim y luvabitchers es maravillosa y los siento una parte tan importante del judaísmo como los movimientos Ortodoxos, Conservadores y Reformistas.

 

 

Conclusiones

Con esta publicación no quiero sugerir que los diferentes movimientos judíos son unos mejores o peores que los otros ni tampoco quiero sugerir que uno de ellos es «verdadero» y los demás son falsos o distorsionados. No creo que exista algo así en el esfuerzo sincero de todos los judíos por encontrar sentido a sus vidas. Si no fuera así tampoco entendería porque Dios permite la multiplicidad de opiniones en el judaísmo y estando Dios a cargo del devenir histórico supongo que no debería permitir que existan distintas maneras de entender lo judío. Solo estamos intentando comprender las aproximaciones judías a la modernidad.

Como mencioné en mi publicación sobre «Esto es lo que creo«:

«creo en la lealtad a todos los judíos de todas las diferentes denominaciones e interpretaciones, de todas las corrientes sean ortodoxos, conservadores, reformistas, sionistas, seculares, reconstruccionistas, jasídicos, etc. todos ellos. No hay ningún judío ni ninguna corriente del judaísmo que cortaría del grupo porque creo que cada judío y cada corriente nos enriquece con diferentes valores y diferentes mensajes que son también importantes para el judaísmo. Al mismo tiempo hay que entender que es muy difícil evaluar al judío de al lado. A la gente le encanta jugar el juego de quién es un buen judío. Herzl jamas se puso un Tefilin en su vida. ¿Podemos decir que Herzl, el arquitecto del Sionismo judío a quien le debemos entre tantos otros la creación de Medinat Israel, no era un buen judío? ¿Devaluamos a Einstein porque no quería ni le interesaba ir a la Sinagoga? ¿Cómo puede uno evaluar quién hace una contribución a la tradición judía y al pueblo judío? No es tan simple.

Pero algo que si sabemos es que necesitamos el contrapunto de todas las voces del judaísmo porque siempre hemos hecho eso.

Quiero decirles una última cosa antes de concluir. La gente me pregunta ¿por qué los judíos no están unificados en un solo movimiento? ¿Por qué hay tantas corrientes tan diferentes entre los judíos? Y la respuesta es que primero y principal nunca estuvimos unificados. Lean la Tora, lean el Talmud, lean la historia judía y verán que los judíos siempre hemos peleando unos con los otros y es lo que hacemos y siempre hicimos. No es lo único que sabemos hacer pero es lo que hacemos. La ridícula idea que solíamos estar todos juntos y pensar del mismo modo en la antigüedad es un mito. ¿Saben por qué el Templo fue destruido según los Rabinos del Talmud? Por peleas internas y odio entre judíos. Peleas que existían miles de años antes que aparecieran los reformistas, los sionistas, los ortodoxos, etc.

La idea que los judíos tienen múltiples voces dentro de la tradición ha sido siempre verdadera y debemos de hecho ser un coro donde cada parte contribuye al todo de la obra de Dios.
Pero la idea importante aquí es que Dios no quiere un solo modo de ser, un solo modo de entender la vida, una sola manera de leer la Tora, una sola manera de entender la tradición judía e incluso una sola manera de entender lo que quiere porque si fuera así no nos hubiese creando tan diferentes los unos a los otros.  En la Mishna los Rabinos dicen que cuando un Rey estampa una moneda todas las demas monedas son iguales. Pero cuando el Rey de Reyes estampa un ser humano todos los demas seres humanos son diferentes.

Por lo tanto sean conscientes y no crean a quienes dicen que el judaísmo nunca cambió. Siempre ha cambiado y siempre cambiará.
Sean conscientes y no crean si alguien les dice que hay que hacer desaparecer cualquier parte, movimiento o corriente dentro del judaísmo. Necesitamos cada voz y cada discrepancia. Incluso cuando estamos violentamente en desacuerdo. Necesitamos el contrapunto de disonancias como parte de la obra de Dios porque eso es lo que nos ayudó a sobrevivir durante miles de años a todos los grandes imperios y civilizaciones del pasado sin enfrentarnos militarmente sino resistiendo culturalmente acompañándonos como una gran familia que como cualquier familia no siempre esta de acuerdo en todo pero se une en bendición para celebrar cada nacimiento, cada chico o chica que hace su bar o bat mitzvah, cada pareja que llega a la jupá y llorando cada alma, cada nombre que abandona nuestra familia (sin importar si es un soldado israelí secular que nunca comió kasher o el rabino mas obsesivo de la ley). Estos valores junto al poder interpretativo de textos y la recursividad del lenguaje nos han hecho eternos. Y si hay algo que podemos enseñarle al mundo es que ser una or lagoim significa abrazar lo diferente y celebrar la diversidad como hacemos dentro de nuestra propia familia. Esto esta en el corazón del judaísmo y es un mensaje maravilloso para compartir con un mundo que generalmente es indiferente con el sufrimiento ajeno e intolerante con aquel que piensa distinto. Nosotros no somos así. Nosotros abrazamos la diversidad porque entendemos que eso es ser parte de la familia humana«.

Una forma más poética de expresar esto mismo es utilizando la canción de Silvio Rodrigues «Fábula de los tres hermanos». Cada hermano en la canción representa una corriente y pensamiento actual judío. Pero lo más interesante para mí es la moraleja de la canción: todos buscando lo mismo de distintas maneras no pueden conseguirlo

Fábula de los tres hermanos

De tres hermanos el más grande se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar

De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó
Y anduvo esclavo ya de la precaución
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, con su corta visión

Ojo que no mira más allá no ayuda el pie
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú

De tres hermanos el de en medio se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento al horizonte igual

Pero este chico listo no podía ver
La piedra, el hoyo que vencía a su pie
Y revolcado siempre se la pasó
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, a donde no llegó

Ojo que no mira más acá tampoco fue
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú

De tres hermanos el pequeño partió
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Una pupila llevaba arriba y la otra en el andar

Y caminó, vereda adentro, el que más
Ojo en camino y ojo en lo por venir
Y cuando vino el tiempo de resumir
Ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir

Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú

Para una explicación detallada de todo este tema recomiendo mi serie de publicaciones sobre «El Judaísmo Moderno«

Archivado en: Educación Judía Etiquetado como: comunidad, conservador, conversos, diferencia entre Ortodoxo, el feminismo, en la Modernidad, Feminismo, israel, Jabad Luvabitch, maimonides, modernidad, ortodoxo, Rabinos modernos, rashi, reformista, religion, Sionismo, spinoza

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Acerca del Autor

 Hola, soy Diego Edelberg, el fundador del blog Judios&Judaismo.com. Me apasiona todo lo relacionado con la música, el judaísmo, la interpretación, la educación, la mitología, la filosofía, la religión, la ciencia, la historia, el arte, la física, la cosmología, la evolución, la sociología, la epistemología, la metafísica, la cabalá y en especial aquello que resulta contradictorio, paradójico y absurdo. Para conocer más sobre mi y de qué se trata mi blog visitá la sección Acerca del Autor

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