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Judíos & Judaísmo

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La expulsión de los Judíos de España en 1492

30/03/2014 por Diego Edelberg 38 comentarios

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(Duración 37:09 – 34 MB)

 

Al igual que en la publicación anterior sobre esta serie del Judaísmo Medieval, seguimos aún en el siglo XIV, es decir el período que va del 1300 al 1400, y lo que vamos a hacer en esta publicación es llegar hasta el 1500. A partir del 1500 vamos a demarcar justamente lo que ha sido el Judaísmo Medieval que hemos analizado hasta ahora para finalmente meternos en los inicios de la Modernidad Temprana lo cual nos llevará al final de toda esta serie que justamente termina con el fin de la Modernidad Temprana y el inicio de la Modernidad plena.

Para poder ver esta transición tenemos regresar ahora a España. En publicaciones previas analizamos el Judaísmo en España principalmente bajo la órbita islámica. Pero luego lo abandonamos cuando comenzamos a explorar la relación medieval entre judíos y cristianos viviendo en el Norte de Europa centrándonos en las relaciones entre judíos y cristianos por un lado y el el desarrollo de los patrones rabínicos medievales por otro lado.

 

La España Cristiana, Musulmana y Judía: ¿convivencia?

Sin embargo la historia de los judíos viviendo en la península ibérica es una parte crucial de la historia judía. Así que vamos a retomar ese tema a partir de esta publicación. Si lo recuerdan alrededor del siglo XI los cristianos comienzan a reconquistar la península ibérica que había estado desde el año 711 bajo control del Islam. Ya para el año 1085 los cristianos habían recuperado Toledo y desde ahí en adelante continuaron sus conquistas hasta que casi toda la península está en su control nuevamente. Por lo tanto cuando hablamos de los siglos XII, XIII y XIV estamos hablando principalmente de la España cristiana. Por supuesto que eso complica todo el escenario en relación a lo que describimos hasta ahora que diferenciaba a los sefaradim  de los ashkezanim (si recuerdan estas nombres eran designaciones que definían variaciones regionales entre los judíos viviendo en distintas partes del mundo y relacionándose con dos religiones diferentes). De pronto lo hasta ahora ahora había sido islámico es ahora cristiano. O mejor dicho es una especie de híbrido donde conviven las tres culturas: tenemos musulmanes viviendo en España (de hecho Granada permanecerá bajo dominación islámica hasta 1492), judíos que hasta ahora habían vivido bajo dominación musulmana y ahora comenzarán a vivir bajo dominación cristiana también en España.

Los historiados que describen los siglos XII y XIII muchas veces presentan una idealización de este momento en la historia como si hubiera sido el único en el cual los judíos, los cristianos y los musulmanes vivían juntos. De hecho los historiadores utilizan la palabra “convivencia” entendiéndola como una tolerancia mutua entre las tres religiones. Así lo que intentan convencernos es que los judíos, musulmanes y cristianos se relacionaban y aprendían unos de los otros. Si bien es real que las tres religiones se encontraban durante este período conviviendo en un mismo pedazo de tierra, la idealización de la “convivencia” es exagerada. Y decimos que es exagerada porque la pregunta más importante que podemos hacernos cuando estudiamos la historia de los judíos en España es: ¿cómo puede ser que partiendo desde la “convivencia” -aún cuando puede ser una idealización- llegamos finalmente al odio racial, antisemitismo medieval, odio hacia el islam y a un nivel muy elevado de antagonismo entre estos grupos que los judíos y los musulmanes serán finalmente expulsados?. Y por supuesto ya que estamos nombrando esta fecha debemos remarcar que no solo marca un antes y un después para la historia de la humanidad sino también y particularmente para los judíos. ¿Cómo puede ser que vayamos de un extremo al otro? Justamente lo interesante de estudiar la historia de los judíos en España es ver estos extremos. La supuesta “convivencia” seguida de un deterioro espantoso llegando a tal punto que las minorías ya no serán toleradas. Por supuesto que responder esta pregunta no es fácil pero ésta es la pregunta o la tensión que quiero que tengan en presente a medida que vayamos explorando los eventos acontecidos en este período en esta publicación.

 

1391

El punto de arranque como ya les dije es alrededor de 1400 y de ahí quiero llevarlos hasta el 1500 cuando ya no quedarán más judíos viviendo en la península ibérica. Pero también es importante que recuerdan que la expulsión de España no es tan solo un evento aislado que sucede en forma localizada sino que representa la culminación de un proceso que venía sucediendo a lo largo de todo el Norte de Europa. Desde el 1200 en adelante los judíos son expulsados Inglaterra, Francia, las ciudades alemanas, partes de Italia, los estados papales, España y luego serán expulsados de Portugal. Por lo tanto el fenómeno de las expulsiones es un proceso que finalmente llega a un final muy amargo en 1492.

Veamos como comienza todo este proceso. Inicialmente los judíos que vivían en España alrededor del siglo XIV no eran molestados. Incluso luego de la Peste Negra que afectó muchas comunidades judías ya que los judíos mismos eran culpados (y vimos esto cuando analizamos las comunidades en el Norte y Centro de Europa en las publicaciones previas) los judíos en España vivían relativamente tranquilos junto a cristianos y musulmanes. Esta situación cambia en el año 1391. En el año 1391 en las áreas de Castilla y Aragón los judíos sufren un violento ataque. Esta fecha es incluso mencionada en una famosa carta escrita por el Rabino Jasdai Crescas quien lamenta estos ataques y comparte lo que está sucediendo con otros Rabinos que están en Avignon. Realmente es muy difícil para los historiadores hasta el día de hoy reconstruir por qué sucedió este ataque pero lo interesante en la carta del Rabino Crescas es que menciona que muchos judíos fueron lastimados pero muchos más fueron bautizados a la fuerza. Este último evento del bautismo va a ser crucial para ver lo que sucede en este último siglo de los judíos en España antes de ser expulsados. Claramente algunos de los elementos que mencionamos en nuestra publicación sobre el nacimiento del antisemitismo medieval están presentes también en el escenario español cristiano entre ellos la inestabilidad económica y el fanatismo religioso.

Pero lo que es único realmente de 1391 no es solamente cuán dolorosos fueron los ataques sino la respuesta sin precedentes históricos de las víctimas judías. Por primera vez en la historia judía un gran número de judíos -ya sea a la fuerza, como mencionaba el Rabino Crescas en su carta, o por salvar sus vidas- deciden convertirse al cristianismo. Muchas veces nos resulta para los judíos incomprensible esta respuesta por parte de las víctimas y tendemos por error a juzgar rápidamente a nuestros antepasados sin realmente entender la situación que estaban atravesando. Definitivamente vivir como judíos era muy difícil para estas personas. Sea lo que sea: odio religioso, político, económico, antisemitismo o anti-judaísmo (como quieran llamarlo) realmente era muy duro vivir como judío dadas estas condiciones sociales. Así que los números de judíos convirtiéndose al cristianismo comienzan a crecer en forma exponencial. Ahora por un instante les pido que  comparen estas respuestas con la de los judíos de 1096 en las Cruzadas que si lo recuerdan en nuestra publicación sobre Los Judíos y las Cruzadas que ustedes pueden volver a escuchar en el blog, vimos que los judíos preferían morir como mártires antes de ser contaminados por el cristianismo. Hablamos en dicha publicación de kidush hashem la Santificación del Nombre de Dios en la cual los judíos preferían asesinarse en nombre de Dios antes de entregarse a otra fe. ¡Qué contraste increíble entre el comportamiento de las víctimas de 1096 y las de 1391! Pero sin dudas algo sucedió, algo se quebró en términos de la moral de la comunidad judía de 1391 en España. Y lo que sucede luego de estos ataques de 1391 cuando la comunidad comienza lentamente a recuperarse es que muchos judíos continúan convirtiéndose al cristianismo.

 

Los debates de 1412 a 1414 en Tortosa

El segundo momento crítico sucede un par de décadas más tarde en los años 1412 a 1414. Mencionamos estas fechas y este evento crítico como el tercer debate medieval entre judíos y cristianos. También si lo recuerdan, en la publicación sobre los debates medievales analizamos dos de los tres debates más famosos, los de Paris y Barcelona, y este el tercero que sucede en la ciudad de Tortosa. En esta ciudad se juntan todos los clérigos cristianos y organizan un gran evento donde van a humillar a los judíos y al judaísmo. En este caso no hay ningún líder judío como había sido Najmánides (o Ramban) en Barcelona que pueda hacer frente a este ataque feroz. En un período de dos años estos ataques verbales continúan hacia la comunidad judía. Van pasado los líderes judíos uno atrás del otro intentando defender la integridad del judaísmo en contra del cristianismo. Pero es una trampa. Tortosa estaba planeado de antemano y hoy en día contamos con toda la documentación de lo que sucedió allí que claramente presenta una derrota para la comunidad judía y un momento de mucha vergüenza que propulsa el número de judíos que no logra mantenerse fiel a sus raíces y se aproxima al bautismo.

Para mediados del siglo XV los números son increíbles. Casi un tercio de la comunidad judía de España -según las investigaciones de los más destacados historiadores- se ha convertido al cristianismo. Esto es algo que no tiene precedentes en la historia judía. Nunca antes había sucedido algo así. Consideren la vida de los judíos que se convertían al cristianismo, debía ser terriblemente difícil. La conversión realmente no era una opción que los judíos contemplaban abiertamente en la edad media. Sin embargo históricamente nos encontramos con un nuevo fenómeno dentro de la historia judía que es conocido o llamado por los historiadores el fenómeno de los “judíos conversos”. Si quieren utilizar un término despectivo que es usando en forma muy convencional aunque no es para nada neutral y no debería ser usado en realidad es la palabra “Marrano” que significa literalmente cerdo, obviamente esta es una forma muy despectiva para referirse a estas personas. Pero si ustedes se encuentran en libros u otras páginas de Internet con las palabras “marrano” o “converso” sepan que los historiadores o quien está escribiendo se está refiriendo a este mismo grupo. En resumen los “judíos conversos” son judíos que han entrado al mundo cristiano ya sea por la fuerza o por decisión propia.

 

El rechazo de los Nuevos Cristianos por los Antiguos Cristianos

El problema es que los “judíos conversos” una vez que han entrado al mundo cristianos trayendo toda su inteligencia y sus habilidades comerciales y fiscales que les permiten llegar a la cima social, económica o política se encuentran en una posición muy complicada. De pronto la población cristiana lo rechaza. No les permiten que tengan sus trabajos o que entren en sus rangos sociales solo porque se convirtieron al cristianismo. La ironía de todo esto es que incluso cuando sucede la conversión- que teóricamente es lo que la Iglesia de algún modo quería- los que se convierten no son socialmente o económicamente aceptados dentro del cristianismo. Y se convierten estas personas en un  gran problema social para una antigua comunidad cristiana que no está preparada para asimilar a estos individuos dentro de su grupo.

Lo que emerge de este escenario medieval entrando a la modernidad temprana es muy interesante. De pronto tenemos tres comunidades: una antigua comunidad cristiana, una antigua comunidad judía y entre medio de estas dos la comunidad de los “judíos conversos” que paradójicamente vivían físicamente pegados a la comunidad judía pero espiritualmente fuera de la comunidad judía porque justamente ya no eran judíos sino conversos.

 

La Inquisición

Los historiadores en la modernidad no fueron los primeros en preguntarse por qué toda esta gente decidió convertirse¿Cuáles fueron sus motivaciones? ¿Por qué dejaron de pelear por su supervivencia y se entregaron a otra fe? ¿Eran sinceros cristianos o seguían cumpliendo en secreto las tradiciones judías? Estas difíciles preguntas precipitaron en el año 1481 la creación de una institución cristiana que tenía como objetivo buscar y eliminar los herejes en contra de la Iglesia. Establecida por Tomás de Torquemada, su foco principal fueron los marranos y luego los moriscos, es decir los musulmanes que fueron obligados a convertirse al cristianismo. Esta institución es referida históricamente como la Inquisición y el propósito de la Inquisición era (como su nombre lo indica) el de inquirir o indagar quiénes eran estas personas y evaluar si eran sinceras y castigarlas (incluso con torturas físicas y hasta la pena de muerte) si no eran sinceramente cristianos. La Inquisición se enraizó en los ideales de la Iglesia sobre qué representaba una herejía y el problema de los conversos dejo de ser solo social y se convirtió en un problema religioso.

La parte final de todo esto es la expulsión de los judíos. Y el documento de la expulsión (que dicho sea de paso pueden ver el manuscrito original en Internet http://www.sephardicstudies.org/decree.html) declara que el motivo por el cual España finalmente se deshace de los judíos es porque representan la antigua línea de vida de los conversos. En otras palabras, los “conversos” aún ven a los judíos dentro de su propia sociedad y pueden asociar los “conversos” sus propias tendencias judías con la comunidad judía que los rodea. Por lo tanto los reyes españoles firman el decreto de expulsión asumiendo que sacándose de encima a todos los judíos que quedan, los “conversos” que queden y sus hijos eventualmente se asimilaran en forma general al cristianismo español. Y de hecho esto es lo que sucedió en España. Luego de 1492 el problema se resuelve y los judíos escapaban para distintas partes, entre ellas Portugal donde los pone en una situación mucho más complicada y hablaremos de esto en breve. La mayoría de los judíos se mudan hacia el Imperio Otomano el cual les abre las puertas, otros van a ir para Italia y otros lugares de Europa.

 

Teorías sobre la Inquisición y los Conversos

¿Cómo explicamos nosotros el fenómeno de los “conversos”? Y aquí quiero presentarles algunas opiniones diferentes sobre el tema puesto que se debate muchísimo en la literatura de la historia judía en el siglo XX y es incluso hoy uno un tema popular particularmente en España.

  • Algunos historiadores judíos entienden la “funcionalidad” de la Inquisición como algo que literalmente fue así. Esto significa que estos historiados realmente creían que muchos de los “conversos” realmente practicaban el judaísmo en forma oculta y la Iglesia tenía “razón” al juzgar estos individuos como herejes según su opinión. Y más allá que uno pueda estar en absoluto desacuerdo con la Inquisición y su intolerancia, lo que estos historiadores tratan de entender es si la Inquisición en sí misma tenía algo de razón en lo que estaba planteado (de hecho eso nos permitiría a nosotros saber si estas personas incluso seguían practicando el judaísmo en forma privada). Pero todas estas personas se vieron a sí mismas judías debido a que la tradición misma les permitía esto. Según la Halajá uno no puede dejar de ser judío. Hay una frase muy famosa en el Talmud que dice “af al pi shejata, israel hu” (Sanh. 44a) es decir, un judío que se desvía sigue siendo judío. Por lo tanto todas estas personas realmente creían que se habían desviado, se habían convertido al cristianismo en forma exterior y por motivos sociales, políticos y psicológicos pero hacia al interior seguían siendo judíos en su corazón: prendían velas los viernes por la noche, tomaban un poco de vino y hacían todas estas pequeñas cosas que se remitían a su tradición. Y ¿cómo es que nosotros sabemos todo esto? Porque la Inquisición conservó un archivo impresionante que estuvo cerrado por siglos pero en la modernidad se abrió para ser analizado por historiadores y académicos quienes descubrieron el tipo de preguntas que hacían los inquisidores. Los clérigos pasaban horas y horas taladrado a estas personas preguntándoles qué hacían los viernes, dónde iban los Sábados y analizaban si las acciones parecían judías. El nivel de detalle y preguntas era tan sofisticado para probar la herejía que incluso hace unos diez años se publicó un libro de recetas de cocina que se encontraron entre los archivos de la Inquisición ya que los inquisidores chequeaban incluso si lo que cocinaban las mujeres parecía comida judía. Aquí les dejo el enlace del libro por si les interesa comprarlo:

  • Por otro lado hay otros historiadores (entre ellos Benzion Netanyahu que falleció hace dos años y es el padre del actual primer ministro de Israel)  para quienes la Inquisición fue una fabricación. Esto significa que los “conversos” eran buenos cristianos y realmente se habían convertido y creían en el cristianismo. Y por eso la Inquisición había sido una fabricación creada para eliminar a este grupo social puesto que los mismos estaban tomando trabajos que antes solo hacían los cristianos, se estaban infiltrando entre la sociedad, estaban ganando prestigio y poder y por lo tanto la antigua sociedad cristiana necesitaba algún tipo de acusación en contra de los “conversos” para minimizar su crecimiento. Esto significa que las acusaciones de herejía eran una fabricación para realmente limitar el crecimiento político y social de los “conversos” culpándolos falsamente. Para estos historiadores los documentos de la Inquisición no deberían ser tomados en serio ni como recurso de investigación para entender qué paso puesto que fueron fabricados o inventados.

La realidad es que la mayoría de los historiadores no están de acuerdo con Netanyahu y son más cuidadosos con respecto a esta documentación. La razón principal para no descartar el archivo de la Inquisición es que estos documentos nunca fueron públicos hasta la modernidad. Nunca se usaron para propaganda antisemita o anti-judía. Muy por el contrario fueron meticulosamente protegidos, coleccionados y ocultados hasta el siglo XX cuando los historiadores comenzaron a profundizar en este material. Y por lo tanto asumir que los inquisidores estaban mintiendo implica que no eran serios en su religiosidad (más allá que nosotros consideremos que no es muy piadoso torturar gente de este modo como una forma religiosa). Pero desde la propia perspectiva religiosa de los inquisidores no tendría sentido fabricar evidencias. Los inquisidores eran clérigos, hombre de la Iglesia y sin importar cuán equivocados podemos considerar que eran sus acciones ellos actuaban según su propia moral religiosa. Desprestigiar el archivo de la Inquisición parecería así no mirar una fuente fundamental para entender la historia de los judíos durante este período.

En los últimos años ha crecido muchísimo el interés sobre todo este período y la Inquisición. Ha surgido tanto material que hoy en día se estudia en forma comparativa la historia de los “marranos y los moriscos” y es analizada desde un punto de vista mucho más global. La Inquisición viaja y persigue a todos los herejes: se instala en Venecia, Brasil, México, Portugal y continúa en funcionamiento por varios siglos más luego de este período que estamos analizando aquí. Y de alguna manera este tema entraría en la categoría de las relaciones judías y cristianas en los comienzos de la Modernidad Temprana. El fenómeno de los “conversos” no es algo que desaparece y estas víctimas van a ser rastreadas por todas partes. Los “conversos” eventualmente van a ser una pieza clave en el desarrollo de la Modernidad Temprana puesto que algunos de ellos retornarán al judaísmo, otros permanecerán cristianos e incluso en Amsterdam no serán obligados a seguir ninguna religión y serán de alguna manera los primeros hombres modernos que son seculares. Sin duda estas personas van a ir creando un espacio único entre el cristianismo y el judaísmo que nunca existió en el Judaísmo Medieval. Por eso el fenómeno de los “conversos” es una parte vital de aquello que llamaremos en las próximas publicaciones la experiencia judía en la Modernidad Temprana.

 

El sentimiento de la Expulsión: un antes y un después en la historia judía

En lo que queda de la publicación quiero enfocarme en la expulsión puesto que es lo que considero representa un antes y un después en la historia judía demarcando el final de una era y el comienzo de algo diferente. Como dije en mi primera publicación sobre esta serie del Judaísmo Medieval, es de gran ayuda dividir la historia en distintos periodos que posean rasgos comunes entre sí para hacerlos distintos a otros periodos. Pero siempre debemos recordar que estas fechas no son absolutas sino dependientes de quién está narrando la historia y qué evento decide enfatizar sobre los otros. El mundo de 1491 no era radicalmente diferente al de 1493. Necesitamos dividir la historia en períodos pero no debemos ser tan ingenuos como para pensar que absolutamente todo cambia de un día para el otro.

De todos modos hacer estas divisiones es útil para abarcar material más amplio y tener justamente una visión más general que nos permite de alguna manera dar un paso hacia atrás y observar todo el escenario para poder así hacernos las preguntas más profundas o más interesantes y no hundirnos en los detalles. Y de hecho digo todo esto porque justamente lo que quiero argumentar es que la expulsión de los judíos de España en 1492 realmente es un punto de inflexión en la historia judía. Tenemos que imaginar que luego de la expulsión realmente se cierra un capítulo en la historia judía y comenzamos uno nuevo con nuevos desafíos que no existían en la era medieval con respecto a lo social, lo político, lo económico e incluso lo religioso judío. Analizar estos cambios y comprenderlos va a ser el objetivo de lo que queda en esta serie del Judaísmo Medieval.

Como ya dijimos el edicto de expulsión tenía como primer objetivo deshacerse de los judíos para propulsar la asimilación de los “conversos” en la sociedad española. Esto lo que declara literalmente el edicto de expulsión. Los números sobre cuántos judíos fueron expulsados es casi imposible de determinar con certeza y los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo con respecto a la cantidad. La mayoría de los que se fueron emigraron a Portugal donde el clima era muy parecido y la comida también. Pero tan solo cinco años después y de un día para el otro se les ofrece la posibilidad de irse o convertirse al cristianismo. Así otros tuvieron que nuevamente abandonar otro territorio pero los que se convirtieron obviamente no eran sinceros en su decisión pero habían sido forzados por un decreto. Este es el motivo por el cual el problema de los “conversos” y la Inquisición desaparece en España y reaparece de pronto en Lisboa.

Para la generación de los exiliados de España la sensación misma de la expulsión fue experimentada como un punto muy bajo en el devenir de la historia judía. A tal punto llegó el dolor de toda esta experiencia que muchos de los más grandes pensadores judíos de ese tiempo declararon que la llegada del Mesías era algo inminente ya hace 500 años atrás. Cuando uno lee los testimonios de estas personas que habían vivido todas sus vidas en España y provenían orgullosamente de generaciones de varios siglos viviendo en la tierra donde surgieron grandes pensadores de la historia judía como ibn Gabirol, ibn Ezra, Halevi y Maimonides que analizamos en esta serie, Bajia, Najmanides, Moises de León (a quien se le adjudica la escritura del Zohar), Baal ha-Turim entre tantas otras importantísimas personalidades que no estoy nombrando, pero lo que quiero que vean con todo esto es que realmente los judíos pasaron mucho tiempo de su historia en España y crearon realmente una cultura significativa en dicho lugar. Tuvieron tiempo para desplegar su comunidad, florecer y participar activamente en la conformación cultural de la España medieval. Y realmente lo que quiero que sienten es físicamente la sensación de decepción, tristeza, de sentir que uno debe abandonar realmente lo que considera su lugar en el mundo (el mismo lugar donde crecieron sus bisabuelos, abuelos, padres, etc.) la tierra de uno -más allá de lo que sentían estos judíos por la Tierra de Israel- y cerrar una etapa en la historia. Imaginen si mañana mismo ustedes tuvieran que agarran todo lo que tienen, respirar hondo e irse a vivir otro lugar tal vez lejos de la familia, los amigos, el clima y la cultura que a uno lo rodea le otorga una pertenencia.

 

La expulsión y el Mesías

Tal vez la articulación más triste de este momento es la que se encuentra en los escritos del líder principal de la comunidad Judía española durante la expulsión. Su nombre es Don Itzjak Abrabanel (1437-1508). Luego de la expulsión Abrabanel se asienta finalmente en Venecia en donde escribe un comentario espectacular sobre toda la Tora y escribe una trilogía sobre el Mesías. Para Abrabanel su generación había vivido el punto más bajo en la historia judía y por eso esto debía significar que las cosas se van a poner mejor. Para una visión teológica medieval como la de Abrabanel Dios estaba castigando a Su pueblo para finalmente regresarlos a la Tierra de Israel. La expulsión vista desde esta perspectiva era así un símbolo que algo grandioso estaba a punto de suceder y eso grandioso era la inminente llegada del Mesías (motivo por el cual Abrabanel escribe una trilogía sobre el tema).

Lo irónico de todo esto es que Abrabanel es además un líder político en su propio contexto. Trabajaba para el estado español y era allegado a los reyes españoles. Incluso los reyes españoles le ofrecen a Abrabanel la posibilidad de quedarse en en España mientras todo el resto de la comunidad estaba siendo expulsada. Pero por supuesto que Abrabanel rechazo la oferta. Por lo tanto tenemos una figura fascinante de un judío que trabaja para el Estado y escribe una trilogía mesiánica. Este es el tipo de mente que estamos hablando con una complejidad impresionante sobre cómo entiende el pasado, el presente y el futuro judío.

 

El Impacto de la comunidad judía sefaradí y los «conversos» para el resto de la historia

Quiero compartir la opinión de otros autores judíos que reflexionaron en su propio tiempo la tragedia de la expulsión de España. Por supuesto que estos autores nunca llamaron a este episodio el comienzo de la Modernidad Temprana pero nosotros vamos a hacerlo por muchos motivos pero principalmente porque esta migración va a finalizar un largo período de la historia de los judíos en Europa del Oeste mientras se mueven para Este. La expulsión de los judíos de España en 1492 da comienzo a una movilidad geográfica acelerada. Conduce a mayores contactos entre judíos con otros judíos de diferentes trasfondos, tradiciones, idiomas e incluso potencia el contacto entre judíos y no judíos. Al conocer más de cerca a otros judíos de otras latitudes los judíos mismos descubrirán no solo las similitudes sino las diferencias abismales entre los unos y los otros. Esta movilidad no solo debemos pensarla como un movimiento masivo de gente sino experimentarla en el plano individual. Hablamos de personas como cualquiera de nosotros que comienzan a moverse en forma constante por casi todas las comunidades judías de Europa. La circulación e intercambio de individuos, ideas, bienes materiales e instituciones fue principalmente el impacto más importante que la cultura sefaradi tuvo al redefinir la diáspora hasta nuestros días. Todos estos judíos sefaradies llevaron hacia nuevas partes del mundo siglos de experiencia manifestada en sus habilidades económicas. También afectaron drásticamente otras ramas del hacer humano como la industria textil, la vinícola, la banca, la impresión de libros, el comercio internacional y la administración fiscal.

Los judíos sefaradies se moverán hacia Italia, el Imperio Otomano, Europa Occidental e incluso llegarán eventualmente al continente Americano. Los desafíos de la Modernidad Temprana (que se derivan también de esta expulsión) presentarán por primera vez escenarios en los que se pondrá en duda la identidad judía. Y con esto nos referimos al caso de los judíos Conversos quienes entrarán en el espacio judío mundial después de haber nacido y vivido como cristianos. Estos judíos que -aunque suene raro- eran cristianos volverán a conectarse con el judaísmo en nuevos lugares en los cuales podrán ser judíos sin la presencia de la Inquisición. ¡Por primera vez en la historia será posible sostener dos religiones simultáneamente! Por eso las paradojas de estos individuos son fascinantes puesto que conservan parte de su identidad cristiana de nacimiento junto con su creencia y pensamiento judío que van descubriendo en lugares como Amsterdam, Praga, Venecia, Safed e incluso Esmirna. El cocktail que mezclará todos estos grupos étnicos por primera vez en la historia (sefaradim, ashkenazim, judíos Italianos, etc.) será el emergente lento del judío moderno definido por un mishmash o una mezcolanza de tradiciones que se influencian mutuamente en formas impredecibles.

¿Por qué es importante tomar conciencia de todo este período propulsado por la expulsión de los judíos de Sefarad? Simplemente porque es a través de examinar el pasado que podemos aprender acerca de nuestra situación actual. La historia de los judíos en Europa y en especial los que salieron de España es crucial para entender todo nuestro propio mundo.

Entender cómo se transmiten los valores comunitarios judíos a través del devenir histórico le da a uno un sentido más profundo del mundo contemporáneo. Y con esto tenemos un poderoso paralelismo: la imprenta que surge al poco tiempo de la expulsión de España será aprovechada por judíos sefaradies para publicar cientos de libros en ladino que circularán por todo el mundo uniendo tradiciones, interpretaciones y comentarios rabínicos que ni se conocían entre los judíos que vivían en Cracovia de los que vivían en el Norte de Africa. Sin ir más lejos todo esto es lo que permitirá la aparición del famoso Shuljan Aruj, el primer libro de Ley Judía que unifica tanto las tradiciones sefaradim como las ashkenazim bajo un canon supra-comunal. La tecnología de la imprenta realmente transformará la cultura judía del mismo modo que Internet (y el hecho que ustedes estén escuchando un Podcast o leyendo este texto en un sitio web) ha transformado la cultura judía nuevamente. Con sitios como Judíos y Judaísmo (entre tantos otros que están online) podemos observar la manera en la que los judíos transmitieron su propio patrimonio a través de libros impresos para luego corresponder el mismo fenómeno en la forma en que se empieza a transmitir nuestra herencia en los tiempos que corren.

Todo lo que he escrito y traducido en mi blog en los últimos tres años ha circulado por la comunidad judía y no judía de todas partes del mundo. Y como uno de los pensamientos recurrentes de cualquier académico, escritor o blogger es “¿quién me está escuchando o leyendo realmente?” la tecnología, obviamente, ha creado nuevas y sorprendentes oportunidades.

 

Las visiones pre-modernas sobre la expulsión

Pero quiero retomar estos dos autores judíos escribiendo en el siglo XVI sobre el significado de la expulsión para cerrar esta publicación. Uno de estos autores es Samuel Usque (http://es.wikipedia.org/wiki/Samuel_Usque) y el otro el Salomón ibn Verga (http://es.wikipedia.org/wiki/Salomón_ben_Verga). Ambos autores escribieron libros de historia así que con ello y en especial en nuestro viaje por la historia judía tenemos el nacimiento de un género muy interesante que comienza a emerger a medida que los judíos comienzan a reflexionar sobre su pasado ya en el siglo XVI. Estos dos autores intentaron comprender el pasado en relación al presente que estaban viviendo alrededor del 1500 utilizando la historia como un medio de consolación. En el caso de Usque tenemos un autor que era un “converso” y que al volver al judaísmo escribe un libro en portugués dirigido hacia otros “conversos” tratando de convencerlos que regresen al judaísmo. Según Usque las cosas se van a poner mejor. Para él si bien los “conversos” habían sufrido hasta ahora con las conversiones, la Inquisición y la no aceptación de este grupo por parte del mundo cristiano, Usque escribe que el Imperio Otomano está abriendo sus puertas a los judíos y la Tierra de Israel ahora vuelve a estar disponible para los judíos. Por lo tanto Usque les ruega que no se rindan. Que no abandonen y que vuelvan al judaísmo. Y la obra claramente está apuntada a los “conversos” ya que está escrita originalmente en portugués.

 

Las consecuencias del encerramiento

La obra de ibn Verga por otro lado está escrita en hebreo originalmente y es muy interesante. Los historiadores hoy creen que esta obra es la que muestra el desarrollo de una nueva conciencia que eventualmente se desplegara como la conciencia del judío en la modernidad. En su obra Verga también escribe historia y se dirige a los “conversos” y a los otros judíos por igual. Pero también reflexiona en el sentido de la tragedia de la expulsión y se pregunta ¿Por qué los judíos sufren tanto? ¿Por qué son víctimas constantes de persecuciones? ¿Por qué hay libaciones de sangre? ¿Por qué hay ataques constantes hacia los judíos? Y su respuesta por primera vez en la historia judía es muy diferente comparado con las respuestas que otros judíos hasta ese entonces habían ofrecido. Para Verga todo esto sucede no solamente porque Dios nos está castigando o porque para preparar el escenario para la llegada del Mesías hay que acarrear tanto sufrimiento sino porque los judíos mismos han actuado hasta ese entonces en forma sospechosa y privada. Por primera vez vamos a tener una visión sociológica presentada por un judío. Ibn Verga dice que si nos movemos todo el tiempo a puertas cerradas la gente va a sospechar incluso mucho más sobre lo que hacemos y creemos. Para él estas son las razones naturales por las cuales los judíos han sufrido tanto. Y lo más interesante es que en su libro no ofrece una prescripción sobre cómo salirse de esta situación pero lo está analizando y lo pone en las palabras de un personaje ficticio cristiano llamado Tomás quien se convierte en el narrador que explica el antisemitismo y el anti-judaísmo y una posible respuesta judía. La obra de ibn Verga fue publicada varias veces en el siglo XVI incluso hasta la modernidad pero lo más interesante es que nos ofrece uno de los primeros análisis sociológicos de las relaciones entre judíos y cristianos intentando enfrentarse con una de las preguntas más complejas para los judíos y no responderla solamente desde un punto de vista teológico (es decir, esto es lo que Dios quiere) sino entenderlo como el resultado de un proceso social entre judíos y cristianos quienes tienen que lidiar con el hecho que viven juntos en el mundo y si intentan encontrar la forma de comunicarse y entenderse mutuamente con sus diferencias podrán superar el odio irracional y crear una nueva armonía entre ambas religiones. Esta búsqueda no pudo alcanzarse tampoco en el siglo XVI pero de todos modos nos ofrece el potencial de examinar la pregunta sobre el lugar de los judíos en el mundo y la historia.

Archivado en: Judaismo Medieval, Podcast Historia Judía Medieval, Podcasts Etiquetado como: 1492, antisemitismo medieval, ben anusim, conversos, España, judios españoles, marranos

¡Que Viva España!

04/10/2013 por Diego Edelberg 4 comentarios

 

Academicismo y Tradición Rabínica

En Mayo de 2011 comencé este blog. Quería escribir sobre judaísmo en español con una temática que faltaba en Internet: la fusión del academicismo moderno con la tradición rabínica.

Así comenzó la aventura que aún continúa. Ni yo mismo anticipé las repercusiones que esto iba a tener. Cada día me sorprendo por el número de seguidores que ya ha llegando a miles por mes. Juntos nos intrigamos y maravillamos con la tradición milenaria del pueblo judío, su existencia y su supervivencia. En el blog hemos “viajado” por las comunidades judías antiguas, medievales y modernas; hemos explorado la filosofía judía, la historia judía, el significado resbaladizo de Dios e incluso nos hemos perdido por un tiempo en el fascinante mundo de la Cabala.

Lo que más disfruto del blog es haberme convertido en una suerte de “casamentero intelectual” presentando a mis lectores lo que considero son los mejores pensadores y pensamientos de la historia judía. Como casamentero mi objetivo es que los lectores se enamoren tanto como yo del torrente milenario de sabiduría judía. Es un placer enorme recibir emails de agradecimiento por haber logrado que alguien entienda mejor a Spinoza, Maimonides, Halevi o incluso pensadores modernos como Heschel, Kaplan y Buber. Pero el sentimiento más pleno es reconocer que el blog no es mío sino nuestro: lo hacemos entre todos al intercambiar opiniones y aprender unos de los otros. Sacar a la luz y fuera de las Universidades y Sinagogas el pensamiento judío para compartirlo con todos aquellos sedientos de este material es una experiencia muy enriquecedora. Gran parte de ese espíritu es el que me incita a escribir y dedicarle tanto esfuerzo. Definitivamente lo que más disfruto es conectarme con mis lectores de todas partes del mundo y debatir con ellos para que podamos aprender juntos.

 

La importancia de Sefarad en la Modernidad Temprana

Como esta es mi primera publicación como invitado en Tarbut Sefarad, quería escribir algo breve pero importante relacionado con el mundo de Sefarad.

Gran parte de mi blog intenta explicar lo acontecido en un tiempo único de la historia judía que hoy llamamos Modernidad Temprana. Nos referimos a un período de 300 años que fue fundamental para la conformación de la comunidad judía y del pensamiento judío tal cual lo conocemos hoy en la Modernidad. ¿Pero qué tiene que ver todo esto con Sefarad?

La respuesta a esta pregunta es que este maravilloso período (que no es medieval ni tampoco representa la modernidad plena) comienza justamente con la expulsión de los judíos de España. La Modernidad Temprana es un período que se inicia con esta expulsión y finaliza con el ascenso del Iluminismo Judío (en hebreo Haskalá). Debido a la expulsión de la comunidad de Sefarad en 1492 la diseminación de la extraordinaria cultura sefaradi viajó por todos los lugares a los cuales estos judíos españoles arribaron transformando el resto de la historia hasta nuestros días.

 

Movilidad, intercambio y crisis de identidad

La expulsión de los judíos de España en 1492 da comienzo a una movilidad geográfica acelerada. Conduce a mayores contactos entre judíos con otros judíos de diferentes trasfondos, tradiciones, idiomas e incluso potencia el contacto entre judíos y no judíos. Al conocer más de cerca a otros judíos de otras latitudes los judíos mismos descubren no solo las similitudes sino las diferencias abismales entre los unos y los otros. Esta movilidad no solo debemos pensarla como un movimiento masivo de gente sino experimentarla en el plano individual. Hablamos de personas como cualquiera de nosotros que comienzan a moverse en forma constante por casi todas las comunidades judías de Europa. La circulación e intercambio de individuos, ideas, bienes materiales e instituciones fue principalmente el impacto más importante que la cultura sefaradi tuvo al redefinir la diáspora hasta nuestros días. Todos estos judíos sefaradies llevaron hacia nuevas partes del mundo siglos de experiencia manifestada en sus habilidades económicas. También afectaron drásticamente otras ramas del hacer humano como la industria textil, la vinícola, la banca, la impresión de libros, el comercio internacional y la administración fiscal.

Los judíos sefaradies se moverán hacia Italia, el Imperio Otomano, Europa Occidental e incluso llegarán eventualmente al continente Americano. Los desafíos de la Modernidad Temprana (que se derivan también de esta expulsión) presentarán por primera vez escenarios en los que se pondrá en duda la identidad judía. Y con esto nos referimos al caso de los judíos Conversos quienes entrarán en el espacio judío mundial después de haber nacido y vivido como cristianos. Estos judíos que -aunque suene raro- eran cristianos volverán a conectarse con el judaísmo en nuevos lugares en los cuales podrán ser judíos sin la presencia de la Inquisición. ¡Por primera vez en la historia será posible sostener dos religiones simultáneamente! Por eso las paradojas de estos individuos son fascinantes puesto que conservan parte de su identidad cristiana de nacimiento junto con su creencia y pensamiento judío que van descubriendo en lugares como Amsterdam, Praga, Venecia, Safed e incluso Esmirna. El cocktail que mezclará todos estos grupos étnicos por primera vez en la historia (sefaradim, ashkenazim, judíos Italianos, etc.) será el emergente lento del judío moderno: un mishmash o mezcolanza de tradiciones que se influencian mutuamente en formas impredecibles.

 

Nada existe separado

¿Por qué es importante tomar conciencia de todo este período propulsado por la expulsión de los judíos de Sefarad? Simplemente porque es a través de examinar el pasado que podemos aprender acerca de nuestra situación actual. La historia de los judíos en Europa y en especial los que salieron de España es crucial para entender todo nuestro propio mundo.

Entender cómo se transmiten los valores comunitarios judíos a través del devenir histórico le da a uno un sentido más profundo del mundo contemporáneo. Y con esto tenemos un poderoso paralelismo: la imprenta que surge al poco tiempo de la expulsión de España será aprovechada por judíos sefaradies para publicar cientos de libros en ladino que circularán por todo el mundo uniendo tradiciones, interpretaciones y comentarios rabínicos que ni se conocían entre los judíos que vivían en Cracovia de los que vivían en el Norte de Africa. Sin ir más lejos todo esto es lo que permitirá la aparición del famoso Shuljan Aruj, el primer libro de Ley Judía que unifica tanto las tradiciones sefaradim como las ashkenazim bajo un canon supra-comunal. La tecnología de la imprenta realmente transformará la cultura judía del mismo modo que Internet (y el hecho que ustedes estén leyendo este texto en un sitio web) ha transformado la cultura judía nuevamente. Con sitios como el de Tarbut Sefarad o Judíos y Judaísmo (entre tantos otros que están online) podemos observar la manera en la que los judíos transmitieron su propio patrimonio a través de libros impresos para luego corresponder el mismo fenómeno en la forma en que se empieza a transmitir nuestra herencia en los tiempos que corren.

Todo lo que he escrito y traducido en mi blog en los últimos tres años ha circulado por la comunidad judía y no judía de todas partes del mundo. Y como uno de los pensamientos recurrentes de cualquier académico, escritor o blogger es «¿quién me está escuchando o leyendo realmente?» la tecnología, obviamente, ha creado nuevas y sorprendentes oportunidades.

Luego de haber sido invitado a presidir Tarbut Sefarad en Hong Kong creo que además de mi pasión como blogger y mi profesión vocacional de Jazán dedicado a la continuidad de nuestra tradición, es importante que todos hagamos el esfuerzo en la medida que uno puede para hacer crecer espacios como los que ofrecen otras instituciones y blogs sobre la tradición judía. No solo es divertido sino increíblemente enriquecedor conocernos entre diferentes amantes de todos estos temas a lo largo y ancho del planeta. Esto también es parte del nuevo potencial y dinamismo de los estudios judíos en el mundo como fenómeno internacional que se ha desplegado a través de Internet. Es por este motivo que he aceptado con mucha alegría la invitación de Mario Saban para formar parte de Tarbut Sefarad y colaborar en la medida que pueda hacerlo.

Archivado en: Actualidad Judía Etiquetado como: 1492, continuidad, conversos, hong kong, marranos, Sefaradim, spinoza

El judaísmo hoy: tendencias y problemáticas en el siglo XXI

28/01/2012 por Diego Edelberg 9 comentarios

 

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(Duración 44:51 – 43.1 MB)

 

Hemos arribado finalmente a nuestra última publicación sobre el judaísmo y el pensamiento judío en la Modernidad y por lo tanto debemos ahora intentar resumir lo que estuvimos viendo en todas nuestras publicaciones para poder cerrar con unas reflexiones sobre el sentido de todo el material presentado.

Lo que hemos intentado hacer en nuestras publicaciones es trazar la evolución del desarrollo y el pensamiento judío en la Modernidad desde una perspectiva global, es decir parándonos desde las nubes mirando «desde arriba» lo que fue pasando con el pensamiento judío desde el 1500 d.C o EC hasta la actualidad. Moviéndonos en períodos de 100 años pudimos ver los cambios que afectaron la manera de pensar de los judíos hasta el día de hoy y dejamos en claro las diferencias significativas entre los judíos medievales y los judíos modernos.

Al hacer esto pudimos cubrir un territorio bastante amplio con muchos temas muy profundos, muchos pensadores con miradas diferentes sobre el significado de lo judío y así y todo debo confesarles que lo hemos hecho en forma superficial ya que cada uno de los pensadores que presentamos podrían haber recibido varias publicaciones más.

Pero considero muy valioso cada tanto dar un paso hacia atrás tratando de no comprometerse emocionalmente e intentar mirar “desde arriba y desde afuera” todo lo que una va aprendiendo.

Considero que en este último año hemos aprendido mucho más sobre las tendencias judías históricas de los últimos 400 años.

 

 

 

Los comienzos de la Modernidad Judía

Si lo recuerdan nuestro punto de partida para entender lo que hoy llamamos la “Modernidad Temprana”, es decir los comienzos de la Modernidad, fue el año 1492 cuando miles de judíos son expulsados de España en donde habían creado una importantísima cultura sefaradí viviendo allí por varios siglos. Muchos de estos judíos que son expulsados de España llegan a Italia y se instalan especialmente en Venecia transformando la sociedad veneciana de unos cientos de judíos a unos miles que se concentran en un solo punto geográfico en un período muy corto de tiempo.

Con este nuevo asentamiento en Venecia comenzamos nuestra tercera publicación lidiando con problemas sobre identidad y pertenencia judía ya en el 1500 en Italia y en el período de los ghettos con figuras como el rabino Simja Luzzato exigiendo los mismos derechos civiles para los judíos en Venecia, el médico Iosef Jamitz y las relaciones con los primeros judíos universitarios y también la creación por primera vez en la historia de música coral polifónica para ser utilizada en el rezo de la sinagoga utilizando técnicas de composición barroca tomadas de la Iglesia por parte del compositor judío Salomone de Rossi y siendo dichas obras encargadas por el rabino del ghetto llamado Leon de Modena. En efecto el tema central que pudimos ver al comenzar la Modernidad Judía en este período particular nos permitió entender que el ghetto no estaba separado sino por el contrario: los judíos y cristianos se relacionaban mucho más de lo que la mayoría de la gente cree y aprendían unos de los otros en forma constante.

Esto dejó en claro que temas como la integración, la asimilación, la ciudadanía, la educación secular y el compartir diversas experiencias estéticas -entre tantas otras cosas- comenzó en el 1500 aproximadamente y enfrentó a los judíos con una situación en la cual comenzaron a replantearse nuevamente lo que era ser judíos mucho antes del siglo XIX (1800). Es un error argumentar que todo comenzó el siglo XIX cuando surge el judaísmo Reformista, el Conservador, el Ortodoxo, el Sionismo, el Jasidismo, aparece Jabad Luvabitch, etc.

Definitivamente todos los cambios que suceden en el siglo XIX son la consecuencia de un proceso que comienza en el 1500.

 

 

 

El impacto de la Imprenta

Entre esas interacciones del período del ghetto vimos como fundamental el nacimiento de la Imprenta, es decir la aparición de la publicación de libros, siendo esto un emprendimiento que judíos y cristianos realizaban conjuntamente en Venecia en pleno período del ghetto. Descubrimos que los centros más importantes de Impresión estaban en Venecia y en especial nombramos la primera publicación en la historia del Talmud y la Biblia Rabínica en formato de libro ambos impresos en Venecia por un editor cristiano llamado Daniel Bomberg en pleno periodo del ghetto. Nuevamente esto nos demostraba que el ghetto no estaba tan aislado y separado como se creía, sino ¿cómo se explicaba la publicación de estas dos obras centrales para la historia judía en Venecia dónde los judíos vivían en el ghetto?

Y por supuesto con el nacimiento de la Imprenta insertamos justamente en ese momento histórico la explosión de conocimiento que sucede con la publicación de los primeros libros y los primeros textos publicados en hebreo los cuales transforman toda una cultura que durante siglos había sido oral (es decir transmitida de generación en generación en forma oral) en una tradición que es ahora netamente escrita y que esta dada y definida por aquel que lee el texto de acuerdo a su propia interpretación e historia personal.

Este cambio nos mostraba que anterior a la Imprenta los rabinos insertaban sus propios comentarios en los textos tradicionales pero justamente la creación de la Imprenta frena este proceso ya que el texto impreso se convierte en algo fijo dentro del papel y ya no puede ser cambiado.

Gracias a la imprenta también comienzan los judíos a descubrirse unos a los otros creando lentamente una especie de judaísmo globalizado (como ideal de la globalización moderna) donde el libro, como objeto que viaja por todas partes, sirve como catapulta para crear este nuevo judío “globalizado”.

Mencionamos que el libro judío que es el referente para comprobar esto es justamente el titulado Shuljan Aruj (literalmente “mesa servida”), un libro que presenta por primera vez la unión del Código de Leyes rituales que Todos los judíos del mundo (tanto ashkenazim como sefaradím) debían ahora cumplir por igual. Anterior a la publicación del Shuljan Aruj los judíos viviendo bajo dominación musulmana no necesariamente seguían exactamente las mismas Leyes que los judíos bajo dominación cristiana. Es decir, las problemáticas en cuestiones de Ley judía no eran exactamente las mismas para un judío viviendo en Cracovia que un judío viviendo en España. Justamente el texto del Shuljan Aruj nos muestra como un rabino le dice al “nosotros acá hacemos esto y ellos allá hacen lo otro y por mayoría vamos a dejar esto otro”.

 

 

 

1600 al 1700: Conversos, Mesianismo y Baruj Spinoza

Cerrando el 1500 nos movimos hacia el período histórico que iba del 1600 al 1700 y hablamos de dos experiencias que suceden en forma simultánea en ese período y que claramente se influencian entre ellas: el fenómeno de los judíos conversos y marranos junto con el impacto de Shavetai Tzvi y su mesianismo (y el mesianismo de otros judíos más que surgen en este siglo) haciendo desastres para la comunidad judía en el siglo XVII.

Junto con el impacto del mesianismo y los conversos presentamos también en el siglo XVII al destacado filósofo judío Baruj Spinoza quien promueve sus ideales durante el mismo período con la publicación en 1670 de su libro el “Tratado Teológico Político” poniendo por primera vez a prueba a la tradición judía frente a una crítica racional moderna que desarticula la particularidad judía a través de una relectura de los textos tradicionales.

Claramente Shavetai Tzvi y Spinoza argumentan, atacan y esencialmente intentan destruir y desarmar los dogmas y la tradición en general y la judía en particular. Shavetai Tzvi proclamandose Mesías desafiando la autoridad rabínica tradicional y Spinoza tomando la tradición judía y poniendola a prueba frente a una critica racional moderna.

Ambos son dos hombres modernos o “new-age”: uno lo hace en forma irracional (Shavetai Tzvi) y el otro en forma racional (Spinoza). Pero ambos están preocupados en los temas sobre el desarrollo judío de su tiempo y se atreven a atacar el pensamiento tradicional judío y la palabra autorizada de los rabinos.

 

 

 

1700 al 1850: Mendelssohn, la Ciencia del Judaísmo y las corrientes religiosas judías

Al entrar al período que va del 1700 al 1800 nos concentramos en Moisés Mendelssohn y del 1800 al 1850 en los pensadores subsiguientes como aquellos de la Ciencia del Judaísmo y los creadores de las corrientes Ortodoxas, Conservadoras y Reformistas que surgen en respuesta a los desafíos de Spinoza quien declaraba que había que trascender el particularismo judío y de las religiones en general y crear una especie de cultura moderna universal.

 

 

 

Dios. Tora. Israel

Hay muchas cosas más que podríamos decir pero para no revisar cada una de las publicaciones en detalle volvamos una vez más a las herramientas principales que introdujimos en las primeras publicaciones para así poder enforcarnos mejor y poder ver el judaísmo moderno como una totalidad.

Si lo recuerdan les dije en la primera publicación que hay 3 elementos que hay que tener en cuenta para estudiar a los pensadores judíos y el judaísmo en general y se encuentran  estos elementos vinculados unos con los otros.

Esos tres elementos o temas son: Dios, Tora e Israel.

Con el tema Dios las preguntas que resurgen en la modernidad desde una mirada distinta a la antigua y medieval es sobre la existencia de Dios. En la modernidad y con todos los cambios acontecidos renace la pregunta: ¿hay un Dios? ¿Cómo explicamos a Dios dentro de la tragedia?

Con el tema Tora nos referimos a lo largo de nuestras publicaciones a la naturaleza de las prácticas judías, leyes ceremoniales, preceptos, mandamientos o simplemente mitzvot. Esta era la cuestión sobre qué hacen los judíos para expresar su judaísmo como miembros de la comunidad judía.

Y finalmente con el tema Israel nos referimos al tema del particularismo judío preguntándonos qué significa ser judío ahora en un mundo que declara que existen “valores universales” que todos los seres humanos creemos por igual. La pregunta que se nos presentaba con los diferentes autores que trataban de resolver este último tema era cómo justificar la particularidad judía en un mundo que debido a la creación de los nuevos países y estados modernos homogeneizaba a sus individuos haciéndolos parte a todos de una misma bandera, un mismo idioma y una misma cultura que ahora es por ejemplo argentina, brasileña, chilena, francesa, alemana, etc.

Y lo importante es que la mayoría de los pensadores con los cuales lidiamos en nuestras publicaciones se enfrentaron de alguna manera u otra con estos 3 temas. Algunos no se dedicaron a los 3 temas pero al menos alguno de ellos.

 

 

 

1850: Sionismo, Socialismo y definiciones seculares de lo judío

Cuando llegamos al 1850 comenzamos a ver por primera vez en la historia definiciones seculares judías. Con esto nos referimos a pensadores judíos especialmente en el contexto del Sionismo y el Socialismo quienes daban ahora nuevas respuestas sobre la identidad y pertenencia judía que no tenían nada que ver con Dios o las practicas religiosas. Para estos pensadores ser judío era afirmar un lenguaje, una forma de pensar, una literatura o ser parte de una forma de vida ética que no tenía ya nada que ver con Dios y la Tora.

 

 

Sumarse a la sociedad sin asimilarse

Claramente lo que vamos viendo es una evolución en el pensamiento judío en la modernidad donde las primeras preguntas, al menos para Mendelssohn y sus colegas, son

  1. ¿cómo puedo argumentar que es importante la participación de lo judíos dentro de la cultura occidental moderna global sin que esto desarme mi propia herencia milenaria?
  2. ¿Cómo puedo realizar un argumento a favor de la condición universal de la cultura judía?
  3. ¿Cómo demuestra la cultura judía que está preocupada por aquellas cosas que le preocupan a toda la humanidad y no solo se preocupa de su propia supervivencia?
  4. Y a la vez ¿cómo puedo argumentar que los judíos no son inferiores sino que encajan perfectamente y deben ser integrados en las culturas mayoritarias sin exigirles que se asimilen a las mismas?

 

 

 

¿Qué hace de lo judío algo único?

Pero noten que para finales del siglo XIX y principios del XX cambiamos el espíritu de nuestras publicaciones y nuestras preguntas cuando introdujimos a Hermann Cohen y los pensadores que le siguen. Con esto nos referimos que a partir de Leo Baeck, Martin Buber, Franz Rosenzweig, Mordejai Kaplan y Abraham Heschel las preguntas ahora ya no son cómo justificar la identidad y pertenencia judía en la modernidad sino que el tema vuelve a ser la particularidad judía y las prácticas judías en particular. El tema ya no es más cómo demuestro que el judaísmo es universal y debe sumarse a la cultura occidental sino que la pregunta central se vuelve ahora ¿cómo puedo justificar hacer cosas judías? Y la cuestión ya no es si soy universal o particularista sino que la pregunta se hace mas compleja porque los judíos comienzan a preguntarse a si mismos si todas estas cosas siguen siendo relevantes.

En otras palabras, con el crecimiento de los judíos cada vez más seguros en los nuevos Estados Modernos y sintiéndose cada vez más “ciudadanos que practican el judaísmo” en lugar de “judíos que practican la ciudadanía de un país determinado” vemos que al absorber tanto la cultura a la cual llegan, las preguntas vuelven a cambiar y se formulan sobre la propia práctica y la propia continuidad judía.

En resumen los desafíos intelectuales y culturales van cambiando el tipo de preguntas que los judíos se hacen y sus respuestas son generalmente el reflejo de lo que va sucediendo en forma global en la historia.

 

 

La intrascendencia de la Biblia para la humanidad en la Modernidad

Los judíos europeos que crearon el movimiento Ortodoxo, el Reformista y el Conservador tenían otro tipo de interrogantes de las que tienen hoy estos judíos con la aceptación generalizada en las sociedades en las que viven sobre temas como por ejemplo la homosexualidad, los casamientos interreligiosos, el aborto, la donación de órganos y el feminismo.

No encontramos grandes debates entre los rabinos Medievales y los primeros rabinos Modernos sobre estos temas porque de hecho las sociedades generales en las que vivían no tenían grandes problemas con estos temas. Anterior a la Modernidad la homosexualidad por ejemplo era juzgada teniendo como referencia lo que dice la Biblia. Pero en la modernidad la mayoría de los seres humanos ya no siguen la Biblia como texto fundacional o condicionante de la existencia humana.

La Modernidad trae una nueva forma de entender las narrativas y los textos heredados transcendiéndolos de tal modo que el ser humano se convierte él mismo o ella misma en la personificación de la tradición. El ser humano en forma global ya no se pregunta “¿qué dice la Biblia con respecto este tema o este otro tema?” sino que la mayoría de los seres humanos hoy (tanto judíos, cristianos y musulmanes quienes compartimos textos fundacionales comunes) nos decimos “todos somos libres de hacer con nuestra vida lo que queramos y hay que respetar la vida y el derecho del otro para hacer lo que él o ella quiera”.

Por supuesto que no existe algo así como un ser humano cuyas acciones no se repliquen o generen impacto en la historia y en la sociedades en las que vivimos. Y por eso tenemos grandes debates sobre qué queremos como individuos y qué queremos como sociedad, cultura o humanidad. Esta tensión entre lo individual y lo colectivo no solo se encuentra en el centro del debate de nuestra humanidad sino también en el judaísmo actual en el cual diversos grupos tratan de definir constantemente lo judío para que el mismo sea más inclusivo o por el contrario exclusivo y en consecuencia contemplar qué precio se paga por tomar estas decisiones.

Pero lo importante que estamos mencionado es que uno de los cambios más importantes de la modernidad es que el ser humano moderno comenzará a ver la Biblia tan solo como un texto más de entre todos los que existen en la historia. Es decir que para muchos judíos y especialmente no-judíos la Biblia es ahora una historia, una narrativa, un cuento, una novela y nada más que eso. Y es esto más que cualquier otra cosa lo que cambiará completamente el escenario judío y religioso moderno ya que transfomará por completo el modo en que se juzga y se entiende la vida misma en la modernidad. No es lo mismo juzgar usando argumentos bíblicos que argumentos de una Constitución Nacional de un país determinado. En definitiva en la Modernidad cambian las definiciones con respecto a cómo definimos lo que un ser humano es.

 

 

 

La historia afecta a la tradición

Claramente el judaísmo o mejor dicho aquello que los judíos hacen va constantemente variado debido a que debe ir respondiendo a diferentes contextos y estados biológicos, psicológicos, sociológicos y culturales que obviamente no son iguales entre una generación y la otra o entre un abuelo y un nieto.

El bisabuelo de mi abuelo por ejemplo no tenía exactamente las mismas problemáticas existenciales que tengo yo: vivía en otra tierra que yo ni conozco, hablaba otro idioma, probablemente las distancias de espacio y tiempo se sentían diferentes debido a que no existían los aviones o el avance de las telecomunicaciones. En conclusión el intercambio de información era distinto e incluso cosas que eran consideradas aberraciones en su tiempo seguramente hoy son algo de todos los días y se aceptan y son vistas de forma distinta. La historia afecta a la tradición. Siempre lo ha hecho, siempre lo hará y siempre debería hacerlo.

 

 

 

Judios internos, externos y rechazadores

El otro grupo de 3 elementos que presentamos en nuestra segunda publicación servía como herramienta también para entender a los pensadores judíos y la forma en la que muchos judíos hoy entienden el judaísmo.

Si lo recuerdan hablamos del judío interno, el judío externo y el judío rechazador. Estas tres categorías son realmente apropiadas para definir al menos todos los pensadores con quienes lidiamos en nuestras publicaciones.

Muy pocos de los que presentamos fueron externos. Spinoza es el judío externo por excelencia. Hablamos de Marx. Podríamos haber dedicado una publicación a Freud y su judaísmo aunque no lo hicimos pero mencionamos su nombre como otro de los judíos externos quienes creían todos ellos que para ser parte de este nuevo mundo Moderno los judíos debían trascender sus particularidades judías.

Definitivamente la mayoría de los que hablamos fueron judíos internos. Eso significa que la mayoría de los pensadores con lo que lidiamos sintieron la necesidad de preservar el judaísmo de alguna forma u otra y necesitaron responderle a Spinoza y su asalto sobre la viabilidad del judaísmo en el nuevo escenario histórico. La pregunta central de Spinoza y que de hecho sigue siendo la pregunta central del judaísmo en la actualidad que aún no hemos podido responder en forma absoluta y seguimos arrastrando desde hace 400 años es: ¿puedo ser un ser moderno y al mismo tiempo un judío tradicional?

Si por moderno definimos lo secular, capitalista, racional, universal, globalizado y entendemos que nuestras acciones se encuentran definidas mucho más ahora por las leyes de los nuevos estados-nación, sus instituciones y las constituciones de los países modernos tal cual los conocemos en la actualidad se nos impone la pregunta: ¿es el judaísmo compatible con estos ideales de la modernidad? O al revés podemos preguntarnos ¿son los ideales de la modernidad compatibles con el judaísmo tradicional?

 

 

El caso del feminismo judío

Por ejemplo, cuando lidiamos en nuestra publicación anterior sobre el feminismo dentro del judaísmo, surgió la pregunta sobre ¿puede una mujer judía reclamar los mismos derechos que un hombre en la modernidad en todos los aspectos de la vida menos en su judaísmo? ¿Puede una mujer ser profesional, convertirse en líder de una comunidad, estudiar realmente lo que quiera, decidir de quién divorciarse y hacer todas estas cosas en todos los aspectos de la vida secular moderna menos en su judaísmo?

Por supuesto que estamos hablando en caso de ser una mujer judía ortodoxa para la cual la mayoría de estas cosas no estas permitidas. La mujer judía dentro de un contexto ortodoxo no puede estudiar lo quiera (ya que hay límites para eso) ni tampoco puede divorciarse puesto que es el hombre el que debe entregarle el divorcio a la mujer. No hay una igualdad de género ante la Ley judía en la ortodoxia ya que si aquellos que pueden tomar decisiones legales en el judaísmo ortodoxo son los rabinos y las corrientes ortodoxas estipulan que las mujeres no pueden ser Rabinas entonces lo que habíamos visto en la publicación anterior es que los hombres son los que definen qué es lo que ellas deben hacer.

Tal vez históricamente las mujeres aceptaban esto como algo dado. Pero en los últimos años el feminismo moderno ha comenzado a darse cuenta de esto y reclamar que las mujeres sean consideradas dentro de la tradición como iguales frente a Dios y la Ley.  Por lo tanto se impone la pregunta sobre ¿son los ideales de la modernidad tales como el feminismo compatibles con el judaísmo tradicional?

 

 

Las respuestas judías a la Modernidad

Y al querer responder esta pregunta central sobre si es posible ser moderno y ser un judío tradicional los judíos tuvieron que “reconstruir” (utilizando el término asociado con Kaplan y el judaísmo Reconstruccionista) lo que significaba ser judío o “reformar” (utilizando el término asociado con Geiger y el judaísmo Reformista) o simplemente repensar la naturaleza de la vida judía de tal modo que pueda encajar con los ideales de su tiempo ya sea que estos ideales reflejen una tendencia hegeliana o existencialista de acuerdo al espíritu de la época y a los pensadores e ideales de cada era.

Vimos por ejemplo como el judaísmo Neo-Ortodoxo parece estar influenciado por el pensamiento de Hegel y cómo otros pensadores judíos también van variado su pensamiento sobre el judaísmo de acuerdo a lo que otros intelectuales de su tiempo y sus alrededores también escriben y piensan.

Todos estos debates fueron dando lugar al nacimiento no de un judaísmo sino de judaísmos, en los cuales se llega una situación en la que parecería hoy que “hay tantas maneras de ser judío como judíos hay” y con esto nos referimos a una situación en la cual cada individuo declara ahora que es judío “a su manera” o según la manera que él o ella lo entiende trascendiendo la Ley que ya no tiene la fuerza que tenía hasta la modernidad.

Como respuesta a todos estos desafíos comenzamos a ver diferentes maneras de entender lo judío desde distintas agrupaciones y por eso definimos las diferencias entre el judaísmo Reformista, el judaísmo Conservador, el judaísmo Neo-Ortodoxo y aquel que definimos como “Ultra-Ortodoxo” o Haredí y también dedicamos una publicación entera al judaísmo Reconstruccionista.

Todas estas variedades fueron emergiendo para de alguna manera llegar a término con el modo de vida moderno y judío al mismo tiempo.

Vimos también con el nacimiento de los movimientos Nacionalistas del siglo XIX y el creciente Antisemitismo moderno respuestas a dichos eventos por parte de pensadores judíos para responder a dichos enunciados desde una óptica ya no religiosa.

Con esto nos referimos que bajo el poder de una fuerza ética secular con un rechazo y un repudio a la tradición rabínica, particularmente en Europa Oriental (Rusia, Hungría, Polonia, Lituania, etc.), pudimos entender el nacimiento de un grupo de judíos que declaraban “podemos ser éticos, podemos ser cultos, podemos estar comprometidos con los problemas del mundo en forma general, pero no necesitamos ser religiosos”.

Y de pronto Dios es eliminado de la definición de lo que un judío es por parte de estos pensadores. Los servicios religiosos también son eliminados y el judaísmo puede ser descripto ahora en términos seculares y en el caso del Bund Socialista como una especie de fe secular o un ideal mesianico secular que no incluye a Dios sino que toma la idea de la era mesianica y la convierte en algo meramente humano inspirada en el lenguaje yiddish y en la cultura yiddish.

O en el caso del Sionismo una especie de renacimiento de la lengua Hebrea y su cultura en un nuevo contexto de la historia. El hebreo iba ahora a crear al nuevo judío moderno, el judío secular, el judío como un constructor, el judío que vuelve a conectarse con la tierra en lugar de estar encerrado todo el tiempo leyendo libros. Ese nuevo judío ahora crearía una especie de granja igualitaria (que es el kibbutz) y ese nuevo judío ya no tiene como objetivo más elevado de la existencia el ser un rabino o ser un judío religioso sino que ser lo mas elevado de ser judío ahora es ser un soldado capaz de defender su país, ser un emprendedor, ser un hombre de negocios, ser un escritor o simplemente ser un ciudadano «normal» israelí dentro de una democracia moderna.

Y finalmente hablamos del Holocausto, su terror y su trauma. El desastre que hizo en la historia mundial moderna eliminado la confianza no solo en Dios sino principalmente en los seres humanos. El Holocausto nos mostró lo difícil que es para los seres humanos ya seguir confiando en los unos y en los otros y peor aún dejo en claro que es posible para algunas personas en la Modernidad seguir creyendo en forma mediocre que mi supervivencia depende del exterminio del otro.

 

 

 

El texto en el contexto

Como forma de resumir todo esto podemos decir que en cada caso y con cada pensador hay un intento sincero de extraer sentido desde la tradición judía en contraposición a las transformaciones radicales que han transformado la historia del judaísmo y el mundo en la Modernidad.

El objetivo del judío es siempre leer dentro de la tradición su propia voz participando en una conversación con la tradición y los judíos que lo antecedieron. La idea no es ignorar la tradición de la que uno viene sino poder exclamar “todo este pasado es parte de lo que soy” y apesar que mi condición presente es muy diferente de la que leo en mis antepasados, tengo la necesidad de conversar con este pasado, repensarlo y reformularlo de manera tal que se convierta en algo relevante y significativo para mi hoy.

De hecho una de mis definiciones favoritas para definir la tradición judía es: “el constante repensar del texto en el contexto”. Eso significa leer el texto del pasado o lo que escribieron aquellos que reflexionaron en su propia tradición y en su propio tiempo distinto al mío, confrontándolo constantemente con un nuevo contexto, un nuevo mundo, una nueva realidad social, un nuevo desafío cultural y enfrentar sin temor ese desafío cultural re-formulando la tradición dentro de ese desafío particular.

Lo que es esencialmente judío para mí es toda esta noción sobre repensar, reinterpretar, reformular el judaísmo al igual que cualquier otra tradición religiosa. La idea de reinterpretar cualquier tradición humana (desde la judía existencial hasta la artística) es esencial para que siga siendo vital evitando estancarse o hacerse estática convirtiéndose por el contrario en algo que debe estar constantemente cambiando y ajustándose a los desafíos de cada era. Como la vida misma.

 

 

 

Pensadores actuales

Debemos dejar en claro que hay varios pensadores judíos muy significativos que hemos dejado afuera de nuestras publicaciones no porque no sean importantes sino porque no conozco lo suficiente de ellos y porque serían demasiados para incluir en esta serie.

Con esto me refiero a pensadores como Emmanuel Levinas o el extraordinario Rabino Ortodoxo del siglo XX Iosef Soloveitchik quien nos dejó unas meditaciones maravillosas sobre el sentido del judaísmo ortodoxo en la modernidad. Soloveitchik fue claramente el heredero de la tradición de Samson Raphael Hirsch y es él, más que cualquier otro pensador dentro del molde ortodoxo, quien ha logrado interpretar el judaísmo tradicional dentro de un contexto moderno.

Podríamos nombrar otros grandes pensadores quienes mencioné a lo largo de nuestras publicaciones sin entrar en detalle en su pensamiento.

Uno de ellos es Eugene Borowitz quien es claramente el teólogo más destacado del Judaísmo Reformista en nuestro tiempo y su contribución al pensamiento judío moderno en especial su noción sobre el “pacto dinámico”, ese pacto con Dios que de alguna forma se va actualizando constantemente en diferentes contextos judíos. Borowitz esta claramente influenciado por Buber y Rosenzweig pero al mismo tiempo ha logrado crear una teología para el judaísmo liberal en el contexto de la modernidad.

También deberíamos mencionar a Irving Greenberg también llamado Yitz Greenberg quien siendo un judío Ortodoxo escribe en forma polémica sobre el Holocausto y la importancia del feminismo dentro de la ortodoxia judía.

Uno de mis pensadores favoritos que he nombrado al pasar en nuestra publicación del Judaísmo Conservador (aún siendo él un rabino ortodoxo) está presente constantemente en mi manera de ver el judaísmo.  Este pensador al que hago referencia es David Hartmann.

Hartmann no es solo un excelente rabino y filósofo que ha escrito varios libros sobre cómo entender a Maimonides y su pensamiento en el contexto de la modernidad sino que Hartmann es también un constructor de Instituciones. De hecho Hartmann comenzó su carrera siendo un rabino muy exitoso en una comunidad ortodoxa en Canada e hizo aliá, es decir se fue a vivir a Israel, y ahí fundó el Hartmann Institute que ha logrado en forma exitosa unir en debate distintas clases de judíos que generalmente no hablan entre ellos. Con eso nos referimos a diálogos entre judíos seculares israelíes con judíos ortodoxos o judíos ortodoxos con judíos reformistas e incluso juntar para dialogar a judíos con árabes y cristianos. Con estos encuentros Hartmann ha logrado poner en una misma mesa diferentes tradiciones para que conozcan unas sobre las otras y puedan intentar dialogar encontrado lo común en las diferencias particulares de cada grupo. Definitivamente toda la labor del Hartmann Institute ha contribuido con las nociones sobre la tolerancia religiosa y el diálogo aún el desacuerdo.

En lo personal recomiendo leer cualquier libro de Hartmann quien en sus escritos también nos ayuda reflexionar sobre la fe desde la visión ortodoxa judía tanto en el contexto de la diaspora por un lado como en el contexto de una Democracia Moderna en Israel por otro lado.

 

 

 

Pensadores israelíes

Deberíamos también mencionar que hasta hace muy poco tiempo la mayoría de la teología judía que hemos explorado en nuestras publicaciones provenía de Europa, en especial de Alemania donde nacen las diferentes corrientes como el Reformismo, la Ortodoxia y el Conservadurismo que aún continúan hasta la actualidad junto a los discípulos de Hermann Cohen (Baeck, Buber, Rosenzweig, Kaplan y Heschel).

Pero en los últimos años la teología judía se ha hecho más central en Estados Unidos y aún más interesante en Israel.

Hay tantos pensadores que podríamos pasarnos horas hablando de cada uno de ellos pero simplemente quiero dejar en claro que los judíos israelíes han también reflexionado profundamente en la naturaleza de su propio judaísmo.

Como todos Uds. saben la cultura judía en Israel está muy polarizada entre un grupo muy fuerte dentro de la ortodoxia por un lado y por otro lado un grupo igual de fuerte con ideales seculares. Pero dentro de esas posiciones polarizadas hay por supuesto términos medios que no son tan fáciles de identificar y definir como los extremos pero sabemos que están ahí.

Lo que ha crecido entre los intelectuales judíos israelíes no está tan relacionado con la escritura teológica sino con el género literario, es decir novelas y poesías en hebreo que son los géneros que se han convertido en el vehículo para expresar pensamientos teológicos y existenciales. Por lo tanto no es que Israel y los israelíes no se cuestionan su propia identidad y pertenencia en la modernidad sino que estas cuestiones están presente ahí también pero uno debe explorarlas en un tipo de literatura y expresión artística que es diferente al de los textos sistemáticos sobre teología y filosofía que hemos explorado en nuestras publicaciones.

 

 

 

¿Judaísmo o Judaísmos?

Un tema que también ha surgido como debate muy polémico en los últimos años tiene que ver con el concepto de Unidad dentro del pueblo judío. Los judíos en la actualidad están extremadamente separados habiendo demasiados “judaísmos” con tantas ideologías diferentes que separan a los judíos israelíes de los judíos del resto del mundo y por supuesto diferencias abismales entre la mas extrema ortodoxia en contra de la mas extrema reforma judía.

Todo esto nos lleva a las preguntas con las que abrimos nuestra serie de publicaciones sobre:

  1. ¿Cómo puede uno realmente hablar sobre la existencia de Una comunidad judía?
  2. ¿Cómo puede uno hablar de los judíos como un grupo que piensa en su totalidad de forma igualitaria?
  3. ¿Es esta disparidad judía algo que nos enriquece en las múltiples lecturas judías o nos perjudica?
  4. ¿Deberíamos todos los judíos pensar del mismo modo?
  5. ¿No es tal vez una riqueza que en la mayoría de las sociedades no se tolere al que piensa distinto y en una minoría como la judía si se lo hace?
  6. ¿Se respeta realmente al que piensa distinto dentro del judaísmo?
  7. ¿O acaso deberíamos limitar nuestra subjetividad y hacer que todos los judíos piensen y hagan exactamente lo mismo?
  8. ¿Es beneficioso o no el pluralismo en el judaísmo?

 

 

 

El judaísmo post-moderno

Algunos escritores más recientes han escrito libros reflexionado sobre el judaísmo en lo que se conoce como una era ya “post-moderna”.

No voy a intentar definir en esta última publicación lo que es el “post-modernismo” y menos el judaísmo “post-moderno” (si es que realmente existe algo así aún) pero en definitiva hemos entrado en un período de la historia judía que para algunos judíos significa entender lo judío desde una era post-holocausto y una era marcada por los meta-lenguajes, eso es haber alcanzado la conciencia que el modo que pensamos es a través de ideas y que si logramos desarmar esas ideas podemos hasta desarmar el significado de la palabra “judío”.

Pero el fenómeno “post” también significa esta idea sobre el post-modernismo judío como: (1) el judaísmo ya siendo algo intrínsecamente ligado al concepto de “ciudadano” de un Estado Moderno, (2) la problemática árabe-israelí trayendo nuevas interrogantes sobre qué deben creer los judíos o a qué deben aspirar o cuáles son los temas centrales y existenciales de su propia existencia como judíos en el mundo actual.

En consecuencia “unidad y diversidad” ha sido un tema central de los últimos años y la “espiritualidad judía” ha pasado a un segundo plano en esta era “post-moderna”.

O también las cuestiones sobre qué es o significa el Sionismo en las condiciones presentes.

¿Podríamos también hablar de una era Post-Sionismo en la cual el Sionismo mismo ha cambiado y ha transformado los ideales primigenios que le dieron origen? Es decir, los judíos Sionistas hoy, ¿siguen teniendo los mismos ideales que Theodor Herzl? Muchos autores recientes han sugerido debatir cuál es la naturaleza de lo que el Sionismo significa hoy y si esta palabra aún captura el sentido de lo que significa ser un judío israelí en el siglo XXI.

También hemos dedicado toda nuestra publicación anterior sobre el rol del feminismo dentro del judaísmo y las preguntas que éste nos enfrenta. ¿Es acaso el feminismo también un fenómeno que debe ser considerado ya como post-moderno?

 

 

Los problemas actuales y el judaísmo

En conclusión ya no hay ninguna duda que los judíos están preocupados y reflexionando dentro de su tradición sobre los temas que el resto de la humanidad también esta preocupada en estos años: matrimonios homosexuales, donación de órganos, aborto, feminismo, dialogo interreligioso, “valores universales”, la opresión en ciertas partes del mundo, el hambre y la pobreza en el mundo, la ecología, el medio ambiente, el mal trato de animales, las crisis económicas no solo mundiales sino también en comunidades e instituciones judías, etc.

Ademas para muchos judíos las celebraciones del ciclo anual del calendario judío tienen que ser sensibles a todos estos temas actuales ya. Muchos judíos se preguntan sobre ¿cómo podemos hablar de Pesaj y celebrar que somos libres aún cuando hay opresión muchas veces en la casa del vecino nuestro?

Uno puede claramente encontrar reflexiones por parte de pensadores y rabinos contemporáneos sobre todos estos temas tradicionales entendidos ahora bajo una mirada sensible a los temas centrales que conciernen al ser humano moderno.

 

 

El judaísmo nostálgico

Quiero ahora presentarles finalmente mí última reflexión sobre el Judaísmo Moderno y el judaísmo que vivimos hoy. Y quiero abrir esta reflexión con una simple pregunta que tal vez surge de dedicarse a pensar un tema por mucho tiempo.

La pregunta es ¿siguen siendo todos estos temas sobre el pensamiento judío Moderno realmente relevantes en la actualidad? ¿Puede ser que mucha de la práctica judía, de aquello que los judíos hacemos y llamamos judaísmo, ya no dependa ni importe si Dios lo comando o no?

Con esto nos preguntamos si para la mayoría de los judíos las preguntas sobre la búsqueda de Una Verdad y sobre la importancia de los rituales judíos son realmente llevados acabo reflexionando en profundidad al respecto de lo que se cree y se hace o simplemente se hace por costumbre y herencia.

¿Puede ser que la mayoría de los judíos ya no se pregunten por qué hacemos lo que hacemos sino que simplemente hacemos sin siquiera tener una afirmación clara sobre qué es lo que creemos? ¿Puede ser que simplemente hacemos porque es lo que nos dijeron históricamente que es lo que debíamos hacer?

El ejemplo que se me ocurre para cuestionar esto es definitivamente Pesaj. En Pesaj, sin importar cuan asimilado uno este o incluso si uno se ha casado con alguien que no comparte la misma fe, la cena de Pesaj sigue siendo algo fundamental y central. Para la mayoría de los judíos la cena de Pesaj y Rosh Hashana o ir al “shil” en Iom Kippur sigue siendo algo inexplicablemente importante.

Por algún motivo inexplicable para la mayoría de los judíos hoy la experiencia de la cena o el Seder de Pesaj –ese sentarse todos juntos como una gran familia junto a padres, abuelos, tíos, primos, hijos y nietos a comer “comida judía”- simboliza claramente un cruce generacional que celebra la estructura familiar más allá de la religiosidad de cada uno en aquello común que los hace familia teniendo el ritual judío como símbolo unificador y esperanzador sin importar cuan disminuido el judaísmo se encuentre en cada uno de los miembros de la familia.

Aún cuando las creencias parecerían ser poco importantes para la mayoría de los judíos lo que realmente importa (y justamente Pesaj es un claro ejemplo de ello) es la “nostalgia”. Eso significa realmente que para muchos judíos el judaísmo es la relación y la utilización de símbolos que nos permiten honrar a nuestros padres y abuelos recordando las generaciones pasadas y lo que nos legaron.

Esto quiere decir que más allá de lo que uno pueda creer sobre Dios, la Tora o Israel para muchos judíos lo único que realmente estamos celebrando al practicar el judaísmo es “nostalgia”. Simplemente sentimos que hemos cumplido con aquello que llamamos judaísmo al sentarnos en la mesa junto a nuestros padres y abuelos y de alguna manera honramos sus vidas participando en este evento judío que es realmente más importante para ellos que para nosotros.

¿Es posible que la experiencia de ser judíos en la modernidad, donde hemos logrado transcender el lenguaje mismo, nos sugiera que la práctica es mucho más importante y relevante que la teoría que sostiene dichas prácticas?

Si lo piensan gran parte de nuestras publicaciones lidiaron con el tema de la práctica judía en la modernidad. Los judíos modernos se dedicaron profundamente a cuestionar sobre el sentido y la relevancia de las mitzvot, es decir los preceptos o mandamientos, siendo esto aquello que definimos como Tora y se articula en la pregunta sobre qué hacen los judíos para expresar su particularidad judía o dicho de otra manera: qué acciones determinan si uno esta haciendo algo que es judío o no.

Las acciones judías son cruciales para activar el judaísmo haciendo algo judío mas allá de pensar sobre el judaísmo. Uno es lo que hace y no lo que dice. Los sentimientos y creencias claramente no son transferibles. Solo las acciones lo son. Si uno crece en un hogar donde los Viernes a la noche no sucede nada diferente de lo que sucede un Martes a la noche ¿qué posibilidades hay de explicar lo que es el Shabbat y que esa herencia continúe?

Al escribir estas publicaciones me pregunto a veces ¿quién lee esto? ¿A quién le importa realmente conocer su pasado judío? ¿A quién le preocupa entender el pensamiento judío?

En mis charlas con judíos de todas partes del mundo definitivamente la “nostalgia” es un factor mucho mas central para preservar su tradición y para pasarla a la siguiente generación. Muchos judíos hacen todo esto no porque se cuestionan sobre Dios, las prácticas judías y la particularidad única del pueblo de Israel sino porque simplemente “mi abuelo o mi padre lo hacía y eso me remonta a mi infancia o adolescencia y para honrar su memoria yo voy a hacer lo mismo y sentirme así cumplido con mi función dentro de esta cadena milenaria”.

En pocas palabras hablamos de un compromiso que no reflexiona en profundidad sobre todos estos temas que hemos presentado sino que simplemente expresa ese sentimiento nostálgico en el que a través de estas prácticas lo que intento hacer es evocar ese sentimiento de familiaridad y confort que da sentido a mi propia existencia y a mi ser y por eso voy a hacer todo esto.

Visto de esto modo podemos decir que el pensamiento judío es en realidad algo practicado por muy pocos judíos en la modernidad que hacemos estas cosas por nosotros mismos, nos hablamos a nosotros mismos y realmente somos irrelevantes para la comunidad judía en general. Muchas veces me pregunto como se preguntaba Ierushalmi “¿qué significa estudiar la historia judía?”, “¿a quién le estoy escribiendo o narrando la historia?” “¿quién lee esta historia sino le interesa conocer realmente lo que paso sino lo que le gusta que le digan que sucedió?”

Por supuesto que esto que estoy haciendo es lo que la mayoría de nosotros hacemos con respecto a cualquier tipo de pensamiento intelectual o incluso de textos académicos de cualquier profesión sean estos de historia, música, psicología, economía, etc. Cualquiera que elige una profesión sea la que sea descubre con el tiempo que es muy poca gente la que realmente le importa el academicismo o esos textos profundos y densos sobre lo que nos apasiona a cada uno de nosotros y en definitiva los académicos terminan escribiendo generalmente para un número muy reducido de seguidores. Los textos profundos sobre arte, filosofía o psicoanálisis no son realmente leídos por un público masivo sino por un par de fanáticos que les apasiona leer sobre un determinado tema.

 

 

 

Últimas reflexiones sobre el pensamiento judío Moderno

Pero llegando ya a esta última reflexión y considerando que estas preguntas presentadas así representan un desafío enorme para cerrar todas estas publicaciones, lo que quiero hacer ahora es polemizar en contra de esta postura que acabo de presentarles y darme y darles un final optimista.

Uno puede argumentar que los intelectuales no son los únicos que piensan o se preocupan por el sentido de la vida y sus propias vidas, sus creencias y su forma de entender el mundo en el que viven.

Yo ya no estoy seguro a esta altura de mi vida que solo los intelectuales piensan sobre el sentido de la vida, sus creencias o en el caso particular de los judíos sobre su judaísmo. Decir que solo los intelectuales se preocupan por estos temas es no tener en cuenta y desechar a la humanidad sea que hablemos de judíos o de cualquier otra religión. Es mi esperanza al haber escrito todo esto creer que hay mucha más gente que piensa sobre todos estos temas que solo los profesores en las Universidades y los rabinos metidos dentro de sus propias comunidades.

Uno también puede decir que la nostalgia no es más que un sentimiento pasajero. Este concepto lo aprendí de leer y estudiar con el Rabino y académico Fernando Szlajen. ¿Es la nostalgia suficiente para sostener el compromiso de los judíos para transmitir el judaísmo a la siguiente generación? Si todo lo que hacemos como judíos es por “nostalgia del pasado y lo que los otros judíos nos legaron” entonces debemos realmente aceptar que el judaísmo esta en extinción. La nostalgia como Uds. saben no es transferible y se evapora con el tiempo. De una generación a la otra la nostalgia va desapareciendo puesto que nadie sabe qué sentía realmente el abuelo de su bisabuelo al practicar su judaísmo. Y si lo único que voy a hacer como judío es recordar el judaísmo del modo que lo entendían mis abuelos el día que ellos mueran lo único que voy a tener como judaísmo es la religión que ellos tenían y no la mía propia dentro del judaísmo. Así cada generación va perdiendo cada vez más el contacto con el judaísmo anterior y en ese camino lo que nos queda de judaísmo es casi la nada.

Las creencias más firmes son el producto de las convicciones más firmes que están definidas por el auto-conocimiento honesto y la auto-reflexión sobre uno mismo y su herencia.

Y lo que quiero sugerir para cerrar todo este ciclo es que las reflexiones que hemos hecho en todas nuestras publicaciones son profundas, son relevantes y hablan a las condiciones de todos los judíos y de hecho de todos los seres humanos.

Todos estos pensamientos revelan los sentimientos y el coraje de los intelectuales judíos de los últimos 400 años confrontando el pasado en términos de su presente y proyectándolo hacia el futuro. Nos presentan el esfuerzo sincero de ofrecernos un “sentido” a la tradición desafiándola de diversas maneras y al hacerlo ofreciéndonos un proceso en el corazón de la creatividad judía.

El pensamiento judío Moderno es un pensamiento que continúa siendo importante hasta la actualidad aún con todas sus fallas y respuestas imperfectas puesto que no estoy sugiriendo aquí que todas las respuestas de estos pensadores nos han saciado o satisfecho ofreciéndonos respuestas finales que realmente eliminen los dilemas de nuestras vidas como judíos que viven en la modernidad.

Tal vez debo ser de los pocos que en forma naive o ingenua todavía tiene un respeto enorme por los grande líderes religiosos de todas las religiones y estoy convencido que la fe es importante y que el mundo sería mucho peor si no existiera la religión que históricamente nos ha dado valores sobre ética y moral. Por supuesto que hay que aprender a separar la religión de ciertos religiosos y de ciertas instituciones religiosas que muchas veces en nombre no de Dios sino de sus propias inseguridades e intereses denigran el mensaje de Dios y asesinan al que no ve la religión como ellos. Como dijo Heschel “¿Qué es un ídolo? Cualquier Dios que es mío pero no tuyo, cualquier Dios que esta preocupado por mí pero no por vos”.

Pero el pensamiento judío moderno con todas sus cuestiones, dudas, preguntas y articulaciones nos muestra que lo que tenemos aquí es una extensión auténtica de lo que podríamos llamar (utilizando una palabra hebrea) un midrash, es decir una “actividad interpretativa judía”. La palabra midrash significa “interpretar”. Interpretar el judaísmo a la luz del presente. Darle sentido a una fe antigua y una tradición basada en una herencia literaria en un tiempo complejo lleno de incertidumbres.

De hecho lo que hemos visto es que el pensamiento judío Moderno es un emprendimiento judío que se basa en tratar de interpretar y darle sentido a los textos milenarios judíos a luz de la situación presente en la que vivimos.

Hay en todas estas modestas expresiones del pensamiento judío una extensión auténtica del esfuerzo humano por darle un sentido a la vida entendiendo el pasado en el contexto del presente tratando así de alcanzar un futuro mejor, más optimista y más divino a la luz de estas interpretaciones.

Queridos amigos: en el contexto de un mundo presente lleno de incertidumbres sociales, políticas, económicas, artísticas y religiosas; en un mundo que sufre cada día más polarizaciones culturales entre extremismos que no toleran al que es diferente u opina de otro modo; en una sociedad donde el desacuerdo es una mala palabra, la duda es una crisis existencial y mi Dios ya no es tu Dios y por lo tanto debo eliminarte para poder yo vivir en paz conmigo mismo; el esfuerzo de todos estos pensadores y pensamientos que hemos compartido en este año explorando el judaísmo de los últimos 400 años no es un emprendimiento menor.

 

 

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Judíos conversos, marranos y mesiánicos en el siglo XVII

14/06/2011 por Diego Edelberg 8 comentarios

 

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En nuestras ultimas dos publicaciones hablamos de la vida judía en el siglo XVI, es decir el periodo que va desde el 1500 al 1600, y destacamos como fundamental de este siglo la transformación cultural en el guetto de Venecia y el impacto de la imprenta deviniendo ambos en el judaísmo de la modernidad.

Como mencionamos en nuestra segunda publicación, la modernidad es un proceso y no un evento y suceden múltiples cosas que afectan la vida judía.

Simplemente elegimos el año 1492 como punto de arranque para determinar los eventos que allí suceden y mostrar como cambiara el judaísmo en la modernidad y de hecho lo que estamos viendo es que no existe ningún judaísmo actual que preserve la estructura del judaísmo medieval debido a que todas las vertientes actuales son una respuesta a los desafíos que nos presenta aquello que hemos definido como modernidad: el surgimiento del capitalismo, la industrialización, la secularización, la racionalización, el estado-nación y sus instituciones y las constituciones de los países modernos tal cual los conocemos hoy.

Vamos ahora entrar en el siglo XVII, es decir el 1600 y vamos a hablar de dos eventos muy destacados que suceden el siglo XVII.

El primero de ellos tiene que ver con un nuevo fenómeno en la vida judía conocido como judíos “conversos”.
El segundo es el nacimiento de un movimiento mesiánico que tendrá ramificaciones en judaísmos posteriores conocido como mesianismo y particularmente el mesianismo de un judío conocido como Shavetai Tzvi.
Lo llamativo es que estos dos sucesos que afectaron rotundamente la vida judía están relacionados uno con el otro así que no solo hablaremos de ellos individualmente sino que veremos como la unión de ambos eventos impactaron en el siglo XVII y de ese modo podremos entender claramente la figura de Benedicto o Baruj Spinoza quien marcara un antes y un después en el pensamiento judío moderno incluso hasta nuestros días. De Spinoza nos ocuparemos en nuestra próxima publicación.
Pero para sentar las bases que nos permitirán entender de que contexto surge Spinoza y su pensamiento tenemos que conocer que sucedió luego de la vida en el guetto.

 

Los judíos conversos y marranos

Vamos a comenzar con el fenómeno de los judíos “conversos” y para entender este fenómeno tenemos que remontarnos un poco hacia atrás ya que este fenómeno comienza a finales de la era Medieval, es decir antes de la modernidad (Originalmente este fenómeno comienza en 1391 y en consecuencia precisamos investigar la relación entre judíos y cristianos durante un tiempo anterior para ver qué sucede en el siglo XVII y por supuesto ver como eso impacta en la modernidad.)

En 1391, en Castilla España, comienzan una serie de ataques a la comunidad judía que habitaba en ese territorio. Muchos judíos son asesinados y otros son perseguidos. Lamentablemente lo que llama la atención no es que un ataque hacia los judíos haya sucedido (ya que esto era común en muchos de estos lugares) sino que lo que sorprende es la reacción de varios miembros de la comunidad judía: simplemente se convirtieron al cristianismo y abandonaron sus practicas judías.

No era novedoso algún caso aislado y particular  en el mundo medieval de algunos individuos judíos convirtiendo al cristianismo. Pero hasta este evento de 1391 no habíamos visto hasta ese entonces que un numero grande de judíos decidían simplemente abandonar el judaísmo y convertirse al cristianismo en masa. De hecho, los judíos históricamente hacían lo imposible para evitar convertirse o asimilarse.

Este numero de conversos no disminuye sino que se incrementa entre los siglos XIV y XV hasta que en 1412 sucede un fenómeno totalmente inesperado: en la ciudad de Tortosa un juicio público se lleva acabo entre judíos conversos en contra de los líderes judíos para convencerlos de convertirse al cristianismo. Este es un hecho que no puede pasar desapercibido, estamos hablando de judíos conversos presionando públicamente a otros judíos a que abandonen sus practicas y se conviertan al cristianismo!

La presión de la conversión comienza a crecer y durante un periodo de dos años estos juicios continúan y de hecho dejan un impacto importantísimo en la comunidad de judíos que vivían en España. Para el 1450 un tercio de los judíos que residían en España, siendo una de las mas grandes comunidades del mundo en su momento, habían abandonado el judaísmo y se habían convertido al cristianismo.

Todos estos judíos son los que conocemos bajo el nombre de “conversos”. Un nombre mas negativo o despectivo para llamarlos es la palabra “marrano” que literalmente significa cerdo asociando claramente a los judíos con cerdos (el animal que por ley se encuentra estrictamente prohibido).

Las preguntas que han intrigado a muchos historiadores por años es ¿por qué de pronto toda esta gente decidió convertirse? ¿cuales fueron sus motivaciones? ¿Por qué dejaron de pelear por su supervivencia y se entregaron a otra fe? ¿eran sinceros cristianos o seguían cumpliendo en secreto las tradiciones judías?

Ya en el año 1481 cuando una institución cristiana creada para buscar y eliminar los herejes en contra de la Iglesia es establecida por Tomás de Torquemada, su foco principal son los marranos y luego los moriscos, es decir los musulmanes que fueron obligados a convertirse al cristianismo.

Esta institución es referida históricamente como la Inquisición y el propósito de la Inquisición era, como su nombre lo indica, el de inquirir o indagar quienes eran estas personas y ver si eran sinceras y castigarlas si no lo eran.

Lo que emerge de este escenario medieval es muy interesante: por un lado tenemos una (a) Institución de la Iglesia que se dedica a investigar y condenar a los enemigos de la Iglesia, por otro lado un grupo de (b) judíos auto-gobernado y viviendo según sus propias Leyes; y entre medio de estos dos grupos un (c) nuevo grupo de judíos conversos  en contra de otros judíos insistiendoles que se conviertan al cristianismo (mientras que ni siquiera ellos pertenecen a un grupo o al otro).

La realidad es que ni la propia comunidad cristiana estaba preparada para recibir estos nuevos cristianos incluso cuando ellos ya lo habían hecho.

Lo mas extraordinario es que los marranos eran odiados no porque era judíos sino porque mas allá de su conversión al cristianismo se los seguía considerando judíos por la sangre que fluía en sus venas. Esto como vimos es el producto de un antisemitismo moderno, un antisemitismo racial que nace en España en este período.

En otras palabras, por primera vez en la historia tenemos un grupo de nuevos cristianos que tratan de hacerse parte de la sociedad cristiana y son condenados por ella por no ser sinceros cristianos. Ahora, ¿eran sinceros cristianos? Mas allá de las motivaciones que dieron nacimiento a la Inquisición, lo que es claro es que este grupo de conversos emerge como algo que no es parte de la sociedad en absoluto. No encaja en la sociedad cristiana ni tampoco en la judía. Pero el trasfondo de toda esta situación no es solo un crecimiento del odio hacia el judío en toda la sociedad española medieval sino un odio aun mas grande hacia el marrano o converso.

Lo que sucede finalmente es que los judíos son expulsados de España en el año 1492 y los marranos que se quedaron se asimilaron por completo. Tal es la razón por la cual el gran numero de marranos comienza a disminuir luego de la expulsión de 1492.

 

Conversos y Marranos se mudan a Portugal

Pero nuestra historia no termina aquí.

La mayoría de los judíos que fueron expulsados de España en 1492 fueron para Portugal. Portugal era el lugar mas cercano para ir que ademas era lo mas similar a España que podían encontrar. Al entrar en Portugal los judíos crean una nueva situación para el Rey de Portugal.

Cinco años mas tarde de la llegada de los judíos, en 1497, el Rey de Portugal proclama que los judíos deben abandonar Portugal o van a ser forzados a convertirse al cristianismo. Y por lo tanto tenemos una nueva expulsión de Portugal y al mismo tiempo un gran numero de judíos que se quedan en Portugal siendo convertidos de un día para el otro y obviamente no siendo sinceros en su conversión. Y esa es la razón por la cual de pronto el problema de los conversos desaparece en España y emerge nuevamente en Portugal. Para el año 1536 una nueva Inquisición es establecida en Lisboa, es decir en la Capital de Portugal,  y vemos la repetición del mismo ciclo vivido en 1481 en España ahora en Portugal: odio hacia la comunidad judía y especialmente hacia los conversos.

 

Regreso a España

Permitanme mencionar un fecha mas para ya meternos en el 1600 que es el objetivo de esta publicación.

En 1580 se unifican España y Portugal. Todos aquellos conversos que habían sido maltratados en Portugal luego de ser expulsados de España, vuelven nuevamente a España con la unificación. Y aquí se exacerba a un más el odio racial con lo que conoce bajo el termino de “limpieza de sangre”. Ya para el 1590 y principios del 1600 son los factores raciales los que empiezan a tener mas fuerza en la animosidad hacia los judíos y es importante poder ver esto porque nos va a ayudar a entender el odio moderno hacia el judío. Es decir que estos pobres marranos no solo que no eran aceptados por los judíos sino que tampoco eran aceptados por los cristianos.

Recordemos que los judíos ya habían sido expulsados de España en 1492, pero un siglo después, para finales de 1500 una segunda y gran expulsión acontece que ya no es de un día para el otro sino de varios meses y etapas que hace que todo este gran numero de conversos comience a abandonar definitivamente España y Portugal buscando un lugar en el cual pueden ser aceptados y poder vivir sus vidas en paz practicando su propia religión. Algunos como vimos en nuestra publicación anterior sobre el ghetto fueron a Italia. Otros fueron al sur Francia donde mantuvieron una existencia clandestina.

 

La llegada a Hamburgo y Amsterdam

Pero los lugares que realmente los recibieron y donde vemos un resurgimiento de la vida judía son Amsterdam, en Holanda y Hamburgo en Alemania. Ambas son ciudades portuarias abiertas al comercio, las importaciones y exportaciones y Amsterdam ademas estaba en Guerra con España y lo que mas quiere es invitar a los enemigos de España a que entren en su territorio.

Por lo tanto a estas dos ciudades llegan un numero enorme de marranos, de judíos españoles y portugueses que habían vivido como marranos y ahora tienen la oportunidad en Amsterdam de volver a sus antiguas raíces y practicas judías. Esto establece la creación de una nueva comunidad de origen portugues-español que se establece en Amsterdam para comienzos del 1600.

Por lo tanto ya entramos en el 1600 ahora y esta es una comunidad nueva que ademas establecerá una relación distinta con respecto a los cristianos que vivían en Amsterdam.

Por primera vez un numero grande de judíos que habían vivido por años como cristianos educados en latín, español y portugués al retornar a Amsterdam tratan de restablecer su historia como judíos con las fuentes tradicionales, los Rabinos y las practicas judías.

Y lo que ocurre en muchos de estos judíos es un nuevo y renovado compromiso con la fe judía. Miles de judíos que durante años han nacido y vivido como nuevos cristianos pueden ahora como adultos comenzar a aprender hebreo, ir a la sinagoga y cumplir mitzvot o mandamientos judíos.

Al mismo tiempo hay otros judíos (como sucede siempre a lo largo de la historia) que no estaban interesados en volver al judaísmo sino que estaban mas interesados en las oportunidades económicas que esta nueva ciudad y situación podía brindarles, y de alguna manera, sin obligación de practicar el cristianismo sabemos que tampoco practicaron el judaísmo.

Lo irónico es que para todos estos individuos, ya sea se sintieran judíos, nuevos cristianos o simplemente indiferentes a todas estas cosas, se vieron en su mayoría como una sola nación al establecerse en Amsterdam. De pronto la definición o categorizacion de sus opresores llamandolos “judíos por raza” parecía por primera vez definirlos. Estos judíos que llegaban a Amsterdam establecían una nueva clase de judío que podía ser secular o estar desconectado de las tradiciones judías y sus practicas debido a sus años viviendo como cristianos pero de todos modos y mas allá de lo que creyeran se sentían parte del pueblo judío. Estos judíos se sentían unidos por un pasado compartido: eran sefardíes conversos que venían de España y Portugal.

La comunidad de Amsterdam es una de las espectaculares del 1600 con un significado cultural histórico impresionante. Solo basta visitar Amsterdam, si uno tiene la posibilidad para ver la sinagoga portuguesa y sefardí y el famoso e histórico barrio judío llamado Jordán, el Museo Judío y posteriormente el de Anna Frank.

La presencia de los judíos en Amsterdam es realmente transcendental y la forma en que lo articulan es interesantísimo puesto que por un lado muchos de ellos no quieren perder sus raíces españolas y portuguesas pero al mismo tiempo comienzan a abrazar las costumbres Holandesas que nada tienen que ver con las costumbres del lugar que provienen.

Y esta es la tensión eterna de los judíos que al mismo tiempo que quieren abrazar las costumbres del lugar que habitan no quieren abandonar las comidas ni costumbres de donde provienen.

Permitanme introducir una breve anécdota personal que viene al caso de lo que estamos describiendo. Cuando tuvimos la posibilidad con mi novia de visitar Amsterdam en Enero de 2010 pasamos el Shabbat mas bizarro de nuestra historia. Fuimos invitados luego de los servicios religiosos a cenar el Viernes por la noche en la casa del Shamash de la comunidad. El Shamash o conserje en español, es un funcionario religioso que desempeña diversas funciones en una sinagoga. Generalmente tiene a su cargo la preparación de los servicios religiosos diarios, el cuidado y mantenimiento de los elementos rituales de la sinagoga entre los que se encuentran los Siddurim (libros de rezos), los Jumashim, es decir las Biblias comentadas, los Sfarim (es decir los rollos de la tora), etc.

El Shamash de la sinagoga portuguesa de Amsterdam vestía en Shabbat como los antiguos judíos Portugueses del 1600. Es decir que caminaba con nosotros en el año 2010 por las calles de Amsterdam con un frac o smoking y con un sombrero de copa tipo galera. Lo mas bizarro de esta persona es que su madre era judía pero su padre era chino. El hombre poseía rasgos totalmente chinos. Había nacido en la Guayana Británica, había sido educado por su madre en las tradiciones judías pero había recibió una educación secular y al cumplir la mayoría de edad hizo Aliá (es decir se fue a vivir a Israel) y se caso con una mujer ortodoxa norteamericana.

Esta breve historia personal simplemente intenta narrarles el caso de un judío de padre chino y madre judía que se caso en Israel con una mujer norteamericana y vivían en Amsterdam con sus tres hijos. En Shabbat el vestía como un judío portugués sefardí del 1600 y se ganaba la vida trabajando en la semana dando clases de karate y donando su tiempo como shamash o conserje de la comunidad. Un Mish-Mash impresionante.

Volviendo a nuestra historia, que haya sido Amsterdam por lo tanto el lugar de destino no es casual. Amsterdam para el 1600 es una de las primeras ciudades en las cuales la Iglesia y el Estado se definen como algo distinto. En Amsterdam había libertad religiosa y por eso los judíos se sintieron tan cómodos allí. Esto representa una nueva situación para los judíos. Como vimos hasta ahora no podían vivir donde querían porque o eran expulsados o debían vivir en ghettos. Pero Amsterdam les ofrece la posibilidad de vivir donde ellos quieran y moverse libremente por las ciudades sin tener que preocuparse.

Si uno tiene la posibilidad de ver los retratos de Rembrandt y otros pintores Holandeses descubre que muchos de ellos vivían cercanos a los barrios judíos y al ver sus cuadros no solo como arte sino como retratos de una época histórica, uno puede ver el tipo de interacción que había entre cristianos y judíos en la vida cotidiana.

 

Dificultades de ser un «nuevo judío» en Amsterdam

Pero para una minoría de estos conversos, el pasaje de una cultura a la otro no fue algo sencillo.

Esta era gente que algunos habían nacido como conversos y que habían sido educados como cristianos. El cambio de España a Amsterdam no fue tan simple. Y muchos de estos judíos describían que el judaísmo tenía ciertos aspectos que eran tan dogmáticos como el cristianismo mismo. Y para dejar en claro esta complejidad quiero mencionar a tres individuos que fueron llamados herejes porque se opusieron al judaísmo rabínico y fueron echados de la comunidad. Uno de ellos es un hombre llamado Juan de Prado, el otro Uriel da Costa y el tercero y ultimo es Benedicto o Baruj Spinoza a quien, como vengo amenazando, le dedicaremos una lección entera en nuestra próxima publicación.

En los conceptos clave que agrego generalmente como texto en estas publicaciones voy a agregar un enlace para que lean la triste historia de Uriel da Costa (http://es.wikipedia.org/wiki/Uriel_da_Costa) quien luego de criticar al establishment rabínico pidió ser perdonado públicamente y dicho perdón fue concedido a través de un acto publico con la sinagoga llena de familias expectantes en la que Uriel da Costa leyó una confesión de arrepentimiento redactada por los rabinos, después, se le ordenó abrazar una columna, y le atan las manos y recibe 39 latigazos o azotes (según la Ley Judía, nunca deben rebasar el número de 40) con un látigo de cuero en la espalda.

Finalmente, se le desata, se le permite sentarse en el suelo y un rabino proclama su rehabilitación pública y las puertas de la sinagoga vuelven a estar abiertas para Uriel da Costa. El final de este humillante rito consistió en tumbarse en la puerta principal de la sinagoga para que toda la comunidad pasase por encima de él al salir de la sinagoga.
Da Costa se dedicó en los días siguientes a concluir sus memorias, cuyas últimas diez páginas narran el episodio expuesto y su impotencia para rebelarse y finalmente se suicida debido a las humillaciones públicas.

Por lo tanto el fenómeno de los conversos en el 1600 en Amsterdam, Italia, Hamburgo y otras ciudades claramente modifica la vida judía de los últimos 400 años. Estos nuevos judíos conversos establecen por lo tanto nuevas relaciones con el mundo cristiano, creando una nueva mentalidad judía y no-judía y preparan el escenario para una mente judía moderna. El impacto de los judíos conversos es mucho mas grande del que muchas veces se le atribuye.

 

El Mesianismo judío

El segundo concepto de esta publicación, esta orientada al concepto de mesianismo que es tan interesante y bizarro como el tema de los conversos y los mas sorprendente es que  ambos están conectados. Vamos a referirnos al fenómeno de un sujeto que se autoproclama Mesías y es conocido como Shavetai Tzvi.

No vamos a profundizar en la vida de Shavetai sino en el impacto que tuvo su presencia en la historia judía. Shavetai es un judío que nace en Turquía y se auto-declara Mesías en 1666. Es amenazado de muerte y se convierte al Islam. Sus seguidores mas devotos ven esto como un ejemplo y se convierten también ellos al Islam. Todavía tenemos remanente de familias que vienen de estos judíos que se convirtieron al Islam y son conocidos como los Dönmeh.

En el 1700 otro judío nacido en Polonia llamado Iacob Frank, un sujeto bastante extraño de por cierto, viaja y estudia con el grupo de Dönmeh. Al regresar a Polonia decide convertirse al cristianismo y miles de sus seguidores son ahora enviados a la Inquisición porque representan un grupo de herejes tanto para la Iglesia como para los judíos.

Frank argumenta igual que los Dönmeh que para llevar al mundo a la era mesiánica no debemos continuar observando la Ley judía y debemos superar el modelo Rabínico como forma Institucional. Y lo que vemos son dos manifestaciones extremas del movimiento mesiánico y un quiebre total con lo que había sido el judaísmo tradicional hasta entonces.

Esto es, como ya hemos mencionado en la publicación sobre qué dispara la modernidad judía, aquello que Gershon Sholem considera el principio de una mente judía moderna: la conciencia de rebelión en contra de la Ley judía, en contra del modelo rabínico. Ambos grupos conocidos como los Frankistas en Polonia o los Dönmeh en Turquía crean ansiedad y temor al establishment rabínico.

Una palabra que define este tipo de personalidad que surge por primera vez en este momento histórico es lo que hoy conocemos como el hombre “new-age”. Si bien el “new age” es movimiento social que se desarrolló en la última mitad del siglo XX, sus preceptos centrales pueden rastrearse desde el 1700. Estos preceptos han sido descritos utilizando ambas tradiciones Orientales y Occidentales, espirituales y metafísicas influenciando lo que hoy llamamos la “auto-ayuda”.

El “new-age” se propone crear «una espiritualidad sin fronteras o sin dogmas» siendo un movimiento inclusivo y pluralista. Otro de sus rasgos primarios es la «cosmovisión holística,» en la cual la Mente, el Cuerpo y el Espíritu son una sola cosa y representan la unidad del ser en unión con las plantas, los animales y todo el universo.

El “hombre new-age” es una persona que cree que su propia manera de entender a Dios, el judaísmo, la fe, las tradiciones o la vida misma esta por encima de cualquier otra tradición colectiva. Estamos hablando del nacimiento de la mente moderna que cree que debido a su propio encuentro con lo divino o sus propias experiencias puede auto-definir sus practicas y establecer sus propios patrones de conducta sobre lo correcto y lo incorrecto, lo moral y lo inmoral, lo bueno y lo malo.

Es en estas circunstancias que vemos el nacimiento de esta mente moderna que nosotros hoy conocemos muy bien cuando escuchamos decir cosas como “yo soy mi propio dios” o “yo establezco la vara y los valores de lo bueno y lo malo” o “yo tengo el derecho de seguir mis propios deseos y reglas sin que nadie interceda o se meta a decirme lo que yo pienso que debo hacer con mi propia vida” o “las religiones son todos dogmatismos creados por otros hombres” o “nos han lavado la cabeza” o “yo creo en los valores universales” sin a veces poder explicarse qué son o cuáles son los valores universales que Todos los seres humanos comparten por igual.

Este tipo de mente es el producto de esta revelación y despertar en las masas de individuos como Shavetai Tzvi o Iacov Frank y sus seguidores que de a poco fue impregnandose en nuestra sociedad moderna. Y ahora es claro porque para Gershom Sholem esto representa la modernidad judía porque de hecho es lo que hoy día escuchamos a muchas personas decir.

Lo mas interesante de todo este episodio del mesianismo es que al mismo tiempo tenemos todo un grupo de conversos (nuevamente judíos que nacieron en familias cristianas y fueron educados como tales) que de adultos vuelven al judaísmo y encuentran un sentido especial para ellos en este bizarro movimiento mesiánico.

El caso mas famoso de estos es el Abraham Miguel Cardosa (http://en.wikipedia.org/wiki/Abraham_Miguel_Cardoso – vínculo en inglés), un teórico judío converso que adoptó el mensaje de Shavetai Tzvi, y asegura que él sabe cual es el verdadero secreto: hacia afuera podemos ser cristianos, judíos o lo que sea, pero interiormente poseemos la verdad sobre quienes somos (algo asi como que las religiones son cascaras y que el “espíritu” o el “alma” es lo que importa).

Similarmente los seguidores de Shavetai Tzvi pueden practicar el judaísmo, seguir con sus normas, pero el secreto esta en nuestros corazones, en nuestras propias almas. Es decir que esto nos permite ver una conexión entre un converso y su propia búsqueda y sentido de identidad y pertenencia encontrando en este marco mesiánico de una figura humana una especie de síntesis entre aquello con lo que creció y con lo que de grande aprendía. De golpe sentían empatía con este movimiento que surgía del movimiento judío en si mismo.

Ya en el 1700 aparecen recriminaciones publicas constantes por parte de los Rabinos condenando a los seguidores de Shavetai, a los “new-age” y a todos aquellos que no pueden aceptar la autoridad judía y rabínica siendo un peligro para la desintegración del judaísmo y del modelo rabínico. Claramente lo que surge es un ataque de la elite rabínica hacia todo este grupo de gente que realmente representa el peligro del status tradicional.

 

Marranismo, Mesianismo y Spinoza

Vamos finalmente a poner estos dos conceptos (marranismo y mesianismo) juntos.

Por un lado la experiencia de los conversos durante siglos con persecuciones, la Inquisición y la llegada de estas familias conversas no solo a España y Portugal sino que luego a Venecia, Amsterdam y Hamburgo llegando incluso hasta Brazil. Y por otro lado la historia del mesianismo.

¿Como están conectadas estas dos historias de marranos y mesiánicos? Por un lado y lo mas obvio que incluso Gershom Sholem reconoce es la conexion personal entre los conversos que encontraron en la experiencia de Shavetai Tzvi el marco adecuado para que ellos pueden expresar su identidad judía. Era la posibilidad de ver un Mesías que se había convertido del mismo que ellos mismos se habían convertido y ahora podían volver a su antigua identidad judía. Por supuesto que no era exactamente eso pero les permitía a ellos articular y expresar sus experiencias y dramas de la vida reflejandose en esta figura. Este es el motivo por el cual en Amsterdam había tantos seguidores de Shavetai Tzvi.

Por lo tanto una conexion entre ambos es obvia: el hecho que tantos conversos hayan seguido el movimiento mesiánico es debido a los esquemas de referencia con los que habían nacido y se sentían atraídos por memorias de la infancia y la vida adolescente que al encontrarse con esta figura de un Mesías les permitía unir ambos mundos.

Pero existe un vínculo aun mas profundo que vincula estos dos fenómenos de marranismo y mesianismo. Y esto vamos a poder entenderlo mas profundamente en nuestra próxima publicación. Pero de todos modos lo voy a presentar ahora.

Hay una clara relación entre Shavetai Tzvi procalamandose Mesías en el año 1666 y la publicación en el año 1670 del “Tratado teológico-político” de Benedicto o Baruj Spinoza.

¿Qué relación hay entre Shavetai Tzvi y Spinoza? Ambos van a ser “new-age”. Ambos argumentan, atacan y esencialmente intentan destruir y desarmar los dogmas y la tradición en general y la judía en particular. Shavetai Tzvi proclamandose Mesías y desafiando la autoridad rabínica tradicional y Spinoza, como veremos en nuestra próxima publicación, tomando la tradición judía y poniendola por primera vez a prueba frente a una critica racional moderna desarticulando la particularidad judía a través de una relectura de los textos tradicionales.

Son dos hombres modernos o “new-age”: uno lo hace en forma irracional y el otro en forma racional. Pero ambos están preocupados en los temas sobre el desarrollo judío de su tiempo y se atreven a atacar el pensamiento tradicional judío y la palabra autorizada de los rabinos.

Si uno comprende los siglos XVI y XVII como un período de crisis frente a la autoridad política, social, cultural y religiosa del mundo en general y de la sociedad europea como un todo, Spinoza no solo solo se convierte en una figura destacada en las historia judía sino como un crítico al establishment tradicional de la religión en general de su tiempo. Y en este sentido se explica porque sucedió lo que sucedió en el contexto de Europa en general y los acontecimientos judíos de ese tiempo. Esta experiencia no es simplemente judía o europea, esto algo que comienza a suceder en todo el mundo occidental y es fascinante para quien intenta comprender la historia de la mente moderna en occidente.

Por lo tanto los conversos y el fenómeno del mesiánismo fueron para algunos historiadores los primeros  judíos modernos desafiando a los Rabinos, a la autoridad de la Ley judía e intentando crear una nueva versión de la identidad judía y sus practicas en el siglo XVII. El fenómeno simultáneo de marranos por un lado y mesianismo por el otro es significativo para definir el judaísmo y otras religiones pasando de un lado hacia al otro.

Todo esto nos permite establecer el trasfondo de nuestra próxima publicación sobre el mas grande filosofo judío del siglo XVII quien nace en una familiar de judíos conversos en Amsterdam y es quien dará un giro transcendental a la historia del judaísmo de la modernidad. Y esa persona es Benedicto o Baruj Spinoza.

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Acerca del Autor

 Hola, soy Diego Edelberg, el fundador del blog Judios&Judaismo.com. Me apasiona todo lo relacionado con la música, el judaísmo, la interpretación, la educación, la mitología, la filosofía, la religión, la ciencia, la historia, el arte, la física, la cosmología, la evolución, la sociología, la epistemología, la metafísica, la cabalá y en especial aquello que resulta contradictorio, paradójico y absurdo. Para conocer más sobre mi y de qué se trata mi blog visitá la sección Acerca del Autor

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