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Judíos & Judaísmo

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Dios no juega a las escondidas

29/05/2014 por Diego Edelberg 2 comentarios

 

¿Donde está Dios?

Una de las frases más famosas atribuidas al Rabino de Kotzk dice que Dios está donde dejamos que entre. Muchas veces y en forma equivocada pensamos que esto solamente implica que debemos hacer cosas en nuestros hogares o comunidades para que se abra esa puerta. Por supuesto que podemos permitir que Dios entre en nuestros orígenes, en nuestros amigos, en esos momentos especiales en que acudimos a Su ayuda o incluso cuando sentimos aquellas experiencias únicas que no podemos reducir en palabras. 

Pero es fundamental que por encima de todas estas oportunidades en las que intentamos dejar entrar a Dios, cada uno de nosotros realmente entienda lo que significa encontrarse con su parte de Dios sintiendo esa unidad indivisible del cosmos dentro de uno mismo. Al sentir que somos parte del tejido universal donde todo lo bueno y lo malo forma parte de nuestra existencia dejamos que Dios entre del todo. En más de una oportunidad he escrito que la conciencia de esta totalidad con todo lo que conocemos e incluso con todo lo que no podemos ni siquiera imaginar es la intención del corazón que deberíamos articular al recitar el Shema Israel en nuestras plegarias.

 
 
 

Más cerca de lo que imaginas

Estoy convencido que todos nosotros experimentamos a Dios constantemente aún cuando tal vez no utilizamos esa palabra para definir nuestras experiencias. Tengo amigos que sin saberlo experimentan a Dios en lugares tan remotos y en experiencias tan diferentes que van desde cocinar una comida para gente querida como sentarse a tocar el piano o escribir una carta de amor. Hay gente que experimenta a Dios haciendo un deporte y hay quienes sienten a Dios en un abrazo. En esos momentos en los que sentimos la totalidad de nuestra existencia, utilizando el potencial que la vida nos ofrece para experimentar la sorpresa de estar vivos, nos acercamos a Dios. Mejor dicho, dejamos que Dios entre.

En el judaísmo existen incontables maneras de abrirle la puerta a Dios. Entre las más populares está el rezo (que no requiere sofisticación sino un corazón sincero y abierto), el estudio de la Biblia y la literatura rabínica, el compartir los ciclos de vida (nacimientos, benei mitzvah, casamientos y acompañamiento de quienes perdieron seres queridos) y por supuesto todas las festividades judías del calendario. Cuando realizamos todas estas acciones, aún cuando estamos cansados en nuestras rutinas y preocupados por cómo ganar más dinero o pagar una deuda que tenemos, el alma se arquea por un instante hacia lo Divino permitiéndonos recordar que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. ¡Dios fluye constantemente por nuestra sangre!

 
 
 

Mirando hacia afuera miramos hacia adentro

Más allá de las prácticas judías, Dios entra en todos los hombres y mujeres de buena voluntad sin distinción cuando practican empatía, compasión y conciencia del otro. Es decir que Dios entra cada vez que nos ponemos en ‘los zapatos del otro’ intentando ayudarlo y entenderlo. Así nos encontramos con una de mis metáforas favoritas de Dios: Dios como un espejo. Cuando nos detenemos para mirar el espejo que es Dios en realidad nos estamos reflejando a nosotros mismos. Al igual que el espejo, cuando ‘miramos a Dios’ Dios nos devuelve una imagen momentánea de nuestra vida permitiéndonos apreciar lo increíble que es nuestra existencia. E incluso al igual que el espejo Dios no nos permite capturar la imagen total que buscamos de nosotros mismos puesto que nunca podremos ver el reflejo total de lo que está adentro nuestro. Solo se nos permite ver el reflejo material que somos por fuera y que si bien se irradia en los otros, dentro nuestro permanecerá siempre oculto. 

Este es el motivo por el cual debemos esforzarnos para ver nuestra imagen de Dios. No es fácil. Pero al mismo tiempo debemos entender que en ese mismo esfuerzo que ponemos para preparar esa rica comida para gente querida, las horas que pasamos intentando aprender una sonata de piano e incluso ese instante inexplicable en que imaginamos en nuestra mente la persona a quien le estamos escribiendo la carta de amor, estamos experimentando un despliegue instantáneo de nuestra habilidad para que Dios entre. De hecho cuando hacemos todas estas cosas en las que sentimos la plenitud no debemos hacer nada extra porque Dios ya ha entrado. Solo debemos sentir.

Por eso para concluir quiero escuchar tu voz: ¿hay momentos en lo que sientes a Dios más cercano que otros momentos? ¿Por qué? ¿Qué Dios es más real en tus propias experiencias? ¿Sientes a Dios en la naturaleza o más bien en la interacción con otros seres humanos? Cada uno tiene en realidad preguntas y respuestas diferentes. Al relacionarnos con nuestras experiencias espirituales lo que estamos haciendo en esencia es ayudarnos a que no solo Dios entre sino que se quede.

Archivado en: Aforismos, Citas, Espiritualidad y Religión, Judaismo Hoy Etiquetado como: biblia, imagen de Dios, imagen y semejanza, los otros, shema israel

¿Cómo Sabes Lo Que Sabes? Las 6 Facetas Del Entendimiento. La #5 Es Una De Mis Preferidas

03/04/2014 por Diego Edelberg 36 comentarios

 

Entendimiento Personalizado

En las últimas semanas estuvimos estudiando en la Maestría en Educación Judía un libro que se ha hecho muy popular en las tendencias educativas de los últimos diez años en Estados Unidos. Este libro se titula «Understanding by Design, Expanded 2nd Edition« y dicho título es casi imposible de traducir al español. Lo más cercano sería algo así como “Entendimiento Personalizado”. Lo que los autores (Wiggins y McTighe) ofrecen en su libro es una herramienta estructural para encuadrar las clases y potenciar el aprendizaje.

 

Los 2 errores más comunes de la educación

El encuadre de “Entendimiento Personalizado” es generalmente asociado con el concepto de “diseño inverso”. Si bien esto suena muy obvio e intuitivo, muchos educadores no lo toman tan en serio. El “diseño inverso” comienza por develar dos errores comunes que no reconocen la mayoría de los educadores:

  • Confundir enseñar con aprender – esto significa que una persona puede saber muchísimo sobre un tema y creer que por eso sus alumnos están realmente aprendiendo al escucharlo. Pero el problema real es que quizás los alumnos ni siquiera están entendiendo.
  • Confundir estar ocupado con estar entendiendo –  esto significa que mantener a los estudiantes ocupados haciendo algo no necesariamente implica que están entendiendo el objetivo de lo que queremos enseñarles.

 

Diseño Inverso

Reconociendo estos dos errores muy comunes los autores proponen dar vuelta por completo el modo que preparamos una clase para asegurarnos constantemente que nuestros estudiantes están realmente des-cubriendo lo que queremos enseñarles. Así comienza el “diseño inverso”:

  1. Primero se plantea cuál es la Gran Idea que va a ser enseñada.
  2. Acto seguido se construyen las Preguntas Esenciales y los Entendimientos Duraderos (aquellos entendimientos que los alumnos y alumnas se llevarán al salir de la clase y permanecerán con ellos y ellas).
  3. Luego se organiza cómo se va evaluar que el estudiante está entendiendo (una buena evaluación no sólo es para el maestro sino también para el propio estudiante que va “auto-descubriendo” lo que ha aprendido).
  4. Y finalmente se desarrollan las Actividades propiamente dichas que tendrán como objetivo llegar a la Gran Idea considerado los pasos anteriores.

Cada una de estas partes del “diseño inverso” ocupa varios capítulos del libro. Una sección trata sobre cómo generar una Gran Idea y qué es realmente una Gran Idea. Otra sección ayuda a pensar las Preguntas Esenciales, organizar los Entendimientos Duraderos y lo mismo ocurre con el desarrollo de la Evaluación y las Actividades. Nuevamente, todo esto suena muy obvio y los autores mismos reconocen que no están inventando nada nuevo. Sin embargo les digo por experiencia que cuando uno se sienta a seguir paso por paso el encuadre de “Entendimiento Personalizado” descubre que en el fondo lleva bastante tiempo acostumbrarse pero una vez que uno le agarra un poco la mano realmente descubre que ¡es muy útil! Los autores también reconocen que este no debe ser el único modelo a ser utilizado. No hay que volverse un idólatra de este encuadre. Simplemente utilizarlo si resulta útil. Mi recomendación es que lo pongan en prueba y se fijen cómo se sienten.

 

Las 6 Facetas Del Entendimiento

Creo que todo esto es muy interesante e incluso este tipo de pensamiento puede replicarse para otras cosas de la vida también. Pero además de todo esto hay un capítulo en particular que me resultó fascinante y quería compartirlo. En este capítulo los autores se preguntan ¿qué es un entendimiento? Si queremos que nuestros estudiantes entiendan, nosotros mismos deberíamos saber antes qué significa entender algo.

Para resolver esto los autores comienzan por hacernos reflexionar si existe para nosotros diferencias significativas entre saber, conocer, intuir, descubrir y por encima de todo esto si hay una correlación entre estas palabras y lo que llamamos sabiduría. Los autores concluyen que el entendimiento finalmente no tiene un solo significado sino varios y nuestro uso sugiere que entendimiento no es un logro sino muchos que son revelados a través de diferentes evidencias.

Así los autores de “Entendimiento Personalizado” nos ofrecen lo que ellos titulan “Las 6 Facetas Del Entendimiento”:

 

Faceta #1 – Explicación

La Faceta #1 es la que muestra que el entendimiento no es tan solo conocimiento de los hechos sino inferencia con evidencia específica y lógica sobre el por qué y el cómo. El ejemplo más claro aquí es solicitarle al estudiante que explique (y no que tan solo aplique) por qué el teorema de Pitágoras demuestra una verdad matemática. El objetivo es probar que nuestro entendimiento es el que demuestra que algo “funciona”.

 

Faceta #2 – Interpretación

La Faceta #2 es la que muestra que el objetivo de la interpretación es el significado en sí mismo y no simplemente una sola explicación posible. Por ejemplo, las buenas historias que interpretamos al leer nos ayudan a darle sentido a nuestras vidas y todo lo que nos rodea. Los más profundos y trascendentes significados emergen por supuesto en la narrativa, las parábolas y los mitos que otorgan pertenencia y sentido. Una historia no es tan solo diversión; las mejores historias hacen que nuestras propias vidas sean más entendibles. Pero la diferencia central con la Faceta #1 es que las teorías son generales mientras las interpretaciones son contextuales y específicas. Siempre habrán tantos significados como intérpretes existan. Una teoría necesita ser verdad para funcionar; una historia solo necesita verosimilitud. La existencia de tres teorías competitivas para probar el mismo fenómeno físico es intelectualmente inaceptable, pero la existencia de muchas interpretaciones plausibles y diferentes de un mismo texto o evento no solo es aceptable sino enriquecedor. En conclusión los estudiantes deben entender la ambigüedad interpretativa que se encuentra más allá de un “verdadero o falso”. La enseñanza no puede reducirse solamente al aprendizaje de lo que un otro dice que es el significado de algo.

 

Faceta #3 – Aplicación 

Esta Faceta #3 es la que comúnmente asociamos con el pensamiento de Jean Piaget. Aquí entendimiento significa utilizar conocimiento. Este entendimiento involucra aplicar nuestras ideas, conocimientos y acciones en un contexto determinado. Demostramos entendimiento aplicándolo, adaptándolo y personalizándolo. Este entendimiento no es repetición de información ni desempeño de prácticas dominadas. Es la aplicación apropiada de conceptos y principios hacia nuevas preguntas o problemas. Así los estudiantes entienden que nunca se alcanza ese “¡ya está!” solo porque uno se ha esforzado una vez. Los estudiantes deberán volver a aplicar ese entendimiento en nuevos y diferentes contextos constantemente.

 

Faceta #4 – Perspectiva

Entendimiento en esta faceta es ver las cosas desde una perspectiva desapasionada y desinteresada. El estudiante que alcanza cierta madurez intelectual reconoce que toda respuesta hacia cualquier pregunta compleja generalmente involucra un punto de vista. En consecuencia una respuesta es generalmente una posibilidad entre muchas otras posibilidades. La faceta de la Perspectiva involucra la acción de hacer tácitos los supuestos y explícitas las implicancias. Este entendimiento es el que desarrolla la pregunta “¿cómo entendemos esto desde otro punto de vista?”. Este entendimiento también incluye preguntas cómo ¿cuál es el punto de vista de esta persona, autor o maestro? ¿existen miradas diferentes sobre el mismo punto de vista? Si es así, ¿cómo justifica esta persona su punto de vista en comparación a los otros? Lo apasionante de la Faceta #4 es que nos muestra que entendimiento de algo desde un punto de vista determinado no necesariamente excluye entender lo mismo de otras maneras. El entendimiento de algo desde una manera determinada entonces es “correcto” o “incorrecto” desde una perspectiva particular en términos de lo que se busca. Los estudiantes deberían desarrollar la capacidad para confrontar teorías alternativas y diversos puntos de vista en relación a las Grandes Ideas entendiéndolas desde diversos puntos de vista que pueden incluso ser conflictivos entre ellos mismos. Todo entendimiento  sobre un contenido determinado requiere considerar dicho contenido desde más de un solo punto de vista (siempre y cuando se esté tras la búsqueda de un entendimiento honesto que evita ocultar el des-cubrimiento).

 

Faceta #5 – Empatía

La empatía es un entendimiento muy importante. Es la habilidad de ponerse “en los zapatos del otro” para escapar las propias respuestas subjetivas intentando comprender al otro en su ser. Cuando nos esforzamos por entender otra persona, cultura o pueblo desarrollamos empatía. Esto no es tolerancia (no me gusta pero me lo aguanto) ni simpatía (no me gusta pero me parece simpático) sobre aquello que no tenemos control. Este entendimiento revela la disciplina que intenta enmascarar nuestros sentimientos y sentir como otros sienten y ver el mundo como lo ven otras personas. Es importante entender la diferencia entre la Faceta #4 (Perspectiva) y la Faceta #5 (Empatía). La Perspectiva tiene como finalidad distanciarse, intentar separarnos de nuestros prejuicios y suposiciones para ser más objetivos. La Empatía tiene como finalidad acercarse, intentar unirnos a los prejuicios y suposiciones del otro para “caminar en sus zapatos”. La Empatía es cálida; la Perspectiva es fría (pensamiento analítico desapegado). La Empatía es intelectualmente esencial para encontrar el significado de las ideas que probablemente rechazaríamos rápidamente debido a nuestros presupuestos. El estudiante que ha desarrollado su capacidad intelectual precisa el entendimiento de Empatía para entender “otros mundos”. De ese modo el estudiante abre su mente hacia ideas, experiencias y textos que podrían resultar extraños, ajenos o incluso intelectualmente inaceptables. La Empatía no solo sugiere un cambio intelectual sino emocional. Requiere entender que debemos respetar a la gente que es diferente de nosotros. Ese respeto provoca que abramos nuestros corazones y mentes para cuidadosamente considerar sus visiones cuando las mismas son diferentes a las nuestras. En pocas palabras la Empatía ayuda a los estudiantes a escapar del egocentrismo y el etnocentrismo con el fin de desarrollar una relación histórica con personas que vivieron y viven en diferentes partes del mundo y tal vez en tiempos muy distintos a los nuestros. La ausencia de la Faceta #5 en la formación educativa puede ayudarnos a entender el fundamentalismo (mi opinión y ninguna otra) y por ese motivo resulta muy difícil para algunas personas desarrollar este entendimiento bajo el argumento que en esencia “tú no puedes realmente comprenderlo”.

 

Faceta #6 – Conocimiento de sí mismo

El entendimiento  más profundo finalmente es el que se relaciona con lo que llamamos sabiduría. Para entender cómo entendemos el mundo tenemos primero que entendernos a nosotros mismos. Es decir, cómo entendemos lo que no entendemos. Nuestra ceguera intelectual nos predispone hacia una determinada racionalización intelectual: la habilidad para interminablemente asimilar experiencias como creencias y hacer de las categorías que no parecen ideas válidas verdades objetivas. Así es como muy fácilmente continuamos verificando y validando una y otra vez nuestros modelos de entendimiento favoritos, teorías, analogías y puntos de vista que estamos convencidos “son así”. John Dewey definió como la maldición del pensamiento inmaduro estructurar la sabiduría como el pensamiento en términos de “esto o lo otro” como habitual en la educación. Ejemplos de esto lo percibimos en frases como “el profesor me odia y a ti te ama”, “la matemática no es para mujeres”, “el rugby es un deporte de animales”, “esto es un hecho”, “eso está mal”. La madurez de nuestros estudiantes emerge cuando pueden hablar más allá de categorías simplistas y ver los contrastes en diferencias inesperadas, idiosincracias o paradojas, ironías y sorpresas en otras personas e ideas. En el Aforismo 125 Wittgenstein escribe: “el hecho fundamental es que en el fondo creamos nuestras propias reglas…y luego cuando seguimos las reglas las cosas no terminan como las habíamos asumido. Por lo tanto estamos enredados en nuestras propias reglas. Este enredo en nuestras propias reglas es lo que queremos entender”. El entendimiento del conocimiento de uno mismo es fundamental porque demanda que nos cuestionemos honestamente cómo sabemos lo que sabemos, por qué creemos lo que creemos, cuáles son nuestros propios conocimientos y certezas. Esta disciplina requiere coraje y persistencia porque racionalizar nuestro entendimiento nos hace cuestionar y a veces tener que des-hacer nuestras creencias más profundas. El maestro debe prestar muchísima atención a sus prejuicios y reflexionar cómo y por qué enseña lo que enseña.     

 

Las Implicancias de las 6 Facetas

El objetivo de reconocer las 6 Facetas del entendimiento es justamente evitar la ceguera de los 2 errores más comunes cuando estamos enseñando evitando caer en la peor forma de pensamiento para la educación: “porque yo lo entiendo voy a explicarte mi entendimiento haciendo la enseñanza y el aprendizaje más eficiente”. ¡Si tan solo fuera así de sencillo! Pero al reducir el entendimiento como la acumulación de información perpetuamos malentendidos acerca de la enseñanza: los estudiantes se convencen que su deber es memorizar entendimientos ajenos para luego utilizarlos y aplicarlos como hechos. Nuestra misión como educadores es ser facilitadores que proveen las herramientas para des-cubrir lo que se encuentra debajo de la superficie de los hechos y ponderar su significado. En esencia el significado no puede ser enseñado. Debe ser amoldado para el estudiante a través de un diseño efectivo y útil entrenado por el maestro. Concluyendo, los maestros deben diseñar el entendimiento para “enseñar” a los estudiantes que su tarea no es aprender hechos y desarrollar habilidades sino también cuestionar dichos hechos y su significado. Nuevamente el término des-cubrir resume el diseño pedagógico que debería guiar a los maestros hacia las Grandes Ideas haciendo del aprendizaje algo significativo y útil.

Archivado en: Educación Judía Etiquetado como: educación judía, el maestro, entendimiento, los otros, sentido

Todas las cosas están conectadas

25/04/2013 por Diego Edelberg Deja un comentario

 

Hay un cuento corto del Talmud que me gusta utilizar para iniciar el ciclo de formación a través del cual los chicos y chicas se preparan para convertirse respectivamente en Bar y Bat Mitzva. El estado de Bar o Bat Mitzva representa un antes y un después en el ciclo de vida judío. A partir de ese momento los judíos consideramos a los “chicos” como “adultos” en el sentido que según nuestra tradición ya son conscientes de sus propias decisiones asumiendo la responsabilidad de su propia existencia. Por supuesto que no nos referimos a que tienen que sustentarse económicamente ni casarse pero deben darse cuenta que sus vidas tienen ramificaciones y afectan a todo el mundo.

El cuento que utilizo para transmitirles esta idea es breve pero hermoso. Dice así:

 

Había una vez un sabio que estaba caminando por una carretera y vio a un anciano plantando un algarrobo. Le preguntó: «¿Cuántos años le tomará a este árbol dar su fruto?» El hombre respondió que necesitaría 70 años. Entonces el sabio le preguntó: «¿consideras que eres lo suficientemente sano como para vivir todo ese tiempo y comer de su fruto?». El hombre respondió: «Encontré un mundo fructífero porque mis antepasados lo plantaron para mí. Así, también plantaré para mis hijos». 

 

Cada generación está literalmente anclada a la siguiente a través de sus acciones. Nosotros dependemos de los que vinieron antes y eventualmente algún día las generaciones que siguen dependerán de lo que nosotros hagamos hoy.

Pero lo más importante es reconocer que del mismo modo que estamos conectados a través de diferentes generaciones también estamos conectados los unos con los otros ahora mismo. Cada persona que conocemos es parte de nosotros. Cada uno de nosotros forma parte del equipo más importante del mundo: el equipo de la humanidad. Por lo tanto cada uno debe contribuir con lo mejor que puede y contagiar al resto en ese proyecto. Solo cuando todos agregamos lo mejor que tenemos logramos ver la totalidad de la obra como si fuera realizada por una sola persona. Así el todo se hace más grande y transcendente que las partes.

Estamos unidos no solo con quienes ya no se encuentran físicamente sino también con quienes nunca podrán conocernos físicamente a nosotros. Simultáneamente estamos unidos con todas las personas que conocemos personalmente y más increíble aún con aquellas que no conocemos. Nada existe en aislamiento. Todo, absolutamente todo, está conectado con todo lo demás. Somos parte de un gran organismo que nos une.

Está lección les enseña a los Benei Mitzva (plural de Bar y Bat Mitzva), que al ser ellos los futuros “hombres y mujeres” de nuestra tradición -y del resto del mundo también- no hay nada más importante que la relación entre dos personas. No importa si estas personas son miembros de la misma familia o extraños totales. Cuando dos individuos toman conciencia que dependen uno del otro, que están conectados uno con el otro y que tienen una relación con el otro, se funden en una Unidad y se acercan más y más a lo que los judíos llamamos Dios.

Cuando decimos el Shema Israel estamos declarando que absolutamente todo está conectado. Y al mirar el mundo con esta visión tomamos conciencia que la perfección de las relaciones es tan extraordinaria que no hay dudas que representa la culminación de un plan maestro.

Archivado en: Aforismos, Citas, Espiritualidad y Religión, Judaismo Hoy Etiquetado como: adonai, adultos, antepasados, bat mitzva, chicos, conciencia, dios, judaismo, los otros, shema israel, talmud

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Acerca del Autor

 Hola, soy Diego Edelberg, el fundador del blog Judios&Judaismo.com. Me apasiona todo lo relacionado con la música, el judaísmo, la interpretación, la educación, la mitología, la filosofía, la religión, la ciencia, la historia, el arte, la física, la cosmología, la evolución, la sociología, la epistemología, la metafísica, la cabalá y en especial aquello que resulta contradictorio, paradójico y absurdo. Para conocer más sobre mi y de qué se trata mi blog visitá la sección Acerca del Autor

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