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Judíos & Judaísmo

antiguo, novedoso, sagrado.

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Esto es lo que creo

15/10/2011 por Diego Edelberg 5 comentarios

 

Recuerdo de niño la fábula en la que se le preguntaba al ciempiés qué pie movía primero cuando caminaba y la moraleja era que cuanto mas lo pensaba menos podía caminar.

La moraleja de esa fábula me ha acompañado porque de hecho mucho de los que somos y hacemos es tan irreflexivo que simplemente somos. Y no es hasta que alguien nos pregunta cómo hacemos lo que hacemos o quiénes somos que nos damos cuenta que operamos en forma tan inconsciente en este mundo.

Esta es la razón por la cual las preguntas directas tienden a paralizarnos y es el motivo por el cual en algunas entrevistas laborales hacen preguntas indirectas y tan extrañas como “si fueras un árbol ¿qué clase de árbol serías?”. Porque si nos preguntaran en forma directa “¿quién eres?” nos resultaría terriblemente difícil responder.

Pero aún así la pregunta “¿quién eres?” es una pregunta que todos deberíamos periódicamente hacernos como un ejercicio intelectual para afilar nuestra definición sobre nosotros mismos. De hecho deberíamos tener una idea de quiénes somos no solo para presentarlo al mundo sino y mas importante aún para entender de qué modo entendemos el mundo y la gente que nos rodea. Es muy importante asumir que miramos el mundo en forma subjetiva y tratar de entender y aceptar que filtramos lo que experimentamos de acuerdo a nuestros prejuicios, expectativas, pasiones, historias familiares e incluso nuestros propios esquemas de referencia.

La gente me pregunta a menudo: ¿cuál es el verdadero judaísmo?
Y hay tantas maneras de responder esta pregunta que la estrategia que voy a utilizar esta vez es presentarles ciertos elementos que son lo que yo personalmente creo y lo más importante es que ésta no es una definición acerca de aquello que no soy. Lamentablemente muchas veces nos definimos en negativos siendo de hecho ésta nuestra primera definición sobre quienes somos. Cuando somos niños comenzamos a darnos cuenta que no somos aquella otra persona. Cuando vamos a la escuela primaria y secundaria comenzamos a decirnos quiero ser como esa persona pero no quiero ser como esta otra persona.
Pero cuando uno alcanza un cierto nivel de madurez intelectual uno no debería decir más “lo que no soy es ortodoxo, conservador o reformista”. Esta es una imagen muy mala sobre nuestra propia definición. Una definición mas madura es la que exclama “esto es lo que creo”.
Así que aquí van mis creencias del judaísmo.

 

(1) Creo que la sabiduría judía es dinámica

La sabiduría judía no es estática sino dinámica. Sabio es el que se equivoca, aprende cosas nuevas y cambia. Esto nos lo enseña nuestra propia tradición en Yom Kippur, el día del Perdón, donde reconocemos que Todos (absolutamente Todos) nos hemos equivocado de algún modo u otro y pedimos que se acepte nuestra posibilidad de cambiar para aprender cosas nuevas sobre nosotros mismos.

(2) Creo en la historia

Entre el mosaico de creencias en las cuales el judaísmo forma parte de mi ser ninguna es mas importante que la noción que “creo en la historia”. Esto suena como una definición extraña porque todo el mundo cree en la historia. Todo el mundo cree que suceden cosas a lo largo del tiempo que modifican lo que va sucediendo. Esto es un hecho concreto y decir que uno cree en la historia suena hasta absurdo.

Pero a lo que hago referencia aquí es que creo que el judaísmo que el patriarca Abraham practicaba no era exactamente el mismo que Moisés practicaba cuando aún no se había entregado la Tora. El judaísmo que Moisés practicaba tampoco era exactamente el mismo que Rabbi Akiva practicaba luego de la destrucción del Templo cuando los Cohanim (Sacerdotes) se quedaron sin empleo por primera vez en la historia. Aún más, creo que el judaísmo de Rabbi Akiva no era exactamente el mismo que practicaba Maimonides en siglo XII en España y finalmente creo también que el judaísmo que practicaba Maimonides no es exactamente el mismo que practicamos nosotros hoy en la modernidad dónde vimos el nacimiento del movimiento ortodoxo, reformista, conservador, jabad luvabitch, el sionismo, etc.
Pero lo más importante de todo esto es que creo que esta realidad histórica no representa algo malo o peligroso sino por el contrario es algo positivo y bueno. De hecho es inevitable que esto suceda porque a medida que el mundo va cambiando, a menos que uno este congelado en el tiempo, uno cambia con el mundo mismo. Porque hay cosas que sabemos hoy, verdades de todo tipo incluyendo verdades espirituales, que algunos de nuestros ancestros, que eran tan humanos como nosotros, no sabían.
En el tiempo bíblico la esclavitud era aceptada. En la época en que los rabinos terminaban de redactar el Talmud, la esclavitud era aceptada. Hasta el siglo XVIII entre muchos judíos formados y bien educados la esclavitud era algo aceptado. Yo no creo que exista hoy ni una corriente o movimiento judío que defienda la esclavitud. Esta es una verdad histórica espiritual que encaja perfectamente con la creencia en la historia.
Por lo tanto creo también que el judaísmo de hoy es aún mas sabio que el pasado y creo esto por mi definición de la sabiduría que cree que aprendemos mas y nos convertimos en seres más sabios a medida que el mundo se equivoca, aprende cosas nuevas y cambia.
Por lo tanto la idea que el judaísmo ha sido siempre una sola cosa que nunca ha cambiado es una mentira. Tomando un solo ejemplo de los miles que hay, podemos fácilmente aceptar que quitar los instrumentos musicales de los servicios religiosos fue algo nuevo en la historia que sucedió después de la destrucción del Templo ya que es bien sabido y aceptado por la mayoría de los judíos que los Salmos eran cantados y acompañados con instrumentos musicales. Cambiar esto fue una decisión que alguien tomo y alteró la forma en la cual tradicionalmente se practicaba el judaísmo. Alguien cambio esto.
Y entonces es clarísimo que el judaísmo siempre ha cambiado y esto es algo bueno. Porque el día que deja de cambiar, deja de equivocarse y por lo tanto deja de aprender cosas nuevas.
La historia afecta a la tradición. Siempre lo ha hecho, siempre lo hará y siempre debería hacerlo y yo creo eso. No solo que creo eso sino que incluso aún mejor, no lo niego.

(3) Creo que uno no conoce de judaísmo si judaísmo es lo único que uno conoce

Del mismo modo que hablamos la lengua de la tierra en la que nacemos también absorbemos sus ideas y algunas de ellas están consonancia con nuestra tradición y otras no. Y este es el motivo por el cual Maimonides, uno de los más grandes filósofos de la historia judía, cita una y otra vez en su libro “La Guía de los Perplejos” a un hombre que el llama El filósofo y esa persona es Aristóteles. Aristóteles no era un judío. ¿Por qué esta Maimonides citándolo una y otra vez? Y la respuesta es que Maimonides sabía que Aristóteles también tenía cosas importantes para enseñarnos. En lo personal me resulta muy triste leer y escuchar a muchos de los rabinos de la actualidad quienes jamas citan a un pensador o filósofo que no sea judío. Y esto es una perdida y no una ganancia. Porque tal vez esto los sorprenda pero los judíos somos un poco más de 13 millones en un planeta que tiene mas de 6 billones de habitantes. Y es importante reconocer que el resto del planeta también tiene algo interesante para decir acerca del mundo. Y si uno cierra sus oídos no solo que no aumenta su fe, su piedad y su santidad sino que de hecho disminuye su conocimiento y su sabiduría.

Y en consecuencia creo que no es verdad que los extremistas en la historia son siempre los más auténticos.
Si uno no sabe nada de la historia de Babilonia por ejemplo, resulta muy difícil comprender el Talmud que fue escrito en Babilonia. Y este era el motivo por el cual Maimonides por ejemplo era un médico y sabía de ciencia, matemática y filosofía.
Rashi, el gran comentarista medieval, vendía vinos. Tenia un viñedo, trabajaba la tierra y comercializaba vinos. No solo eso sino que las hijas de Rashi usaban Tefilin en la Edad Media.

(4) Creo en el poder de la mente humana

Con esto me refiero a que creo en la capacidad de la mente humana para desafiar al judaísmo. Esto significa por ejemplo que la ciencia no es una amenaza para el judaísmo. La única razón por la cual la ciencia podría representar una amenaza al judaísmo es si el judaísmo no fuera verdadero. Pero como el judaísmo es verdadero el mismo puede incorporar los descubrimientos científicos porque es parte de cómo Dios creó el mundo. Si no fuera así no podríamos aceptar ni validar ninguno de los descubrimientos de la ciencia ya que la ciencia opera bajo el paradigma evolutivo en el cual las cosas no son estáticas sino totalmente dinámicas y cambiantes. La medicina que nos mantiene vivos, los antibióticos, las maravillas científicas que suceden en el día a día y que no dejan de sorprendernos, la electricidad, el hecho que la gente vive más gracias a los avances médicos, los avances en el terreno de la robótica, la inteligencia artificial, la nano-tecnología (haciendo los procesadores cada vez más pequeños, mas poderosos y mas baratos), las computadoras, la bio-tecnología, la neuro-ciencia, el descubrimiento del código genético, satélites, aviones y todos los demás campos científicos en los cuales los grandes pensadores que allí trabajan desde los fundamentos evolutivos nos sorprenden día a día y que nosotros creemos en ellos, nos beneficiamos y dependemos cada día más de sus avances ¿debemos luego al entrar a la sinagoga decir “pero todo eso no es verdad”?.

Creo que debemos regocijarnos en el poder de la mente humana para seguir descubriendo los secretos del mundo de Dios y no negar estas cosas. Maimonides estudió astronomía, estudio medicina, ciencia, filosofía y estaba convencido que cada cosa que uno descubría en el mundo solo reforzaba la fe y no la disminuía. Si algo es verdadero no puede contradecir nuestra tradición. Este el motivo por el cual Maimonides, la mente más brillante del judaísmo Medieval, sabía que si algo era absolutamente verdadero y la Tora contradecía esa verdad el re-interpretaba la Tora para poder incorporar dicha verdad.

 

(5) Creo que el judaísmo debe ser compartido en forma abierta con todo el mundo

Uno de los mandatos centrales del judaísmo es ser una or lagoim, es decir una luz entre las naciones o pueblos. Para ser una or lagoim debes vivir tu vida en forma abierta hacia las otras naciones o pueblos. Si la única gente con la que vivís son judíos ¿cómo se supone que vas a ser una or lagoim? Si la única gente con la que hablas son judíos, si lo único que estudias y sabes es sobre judaísmo entonces ¿qué tipo de mensaje podes compartir con las demás naciones?

El desafío del judaísmo es traerlo al mundo, no separarlo del mismo. Si los judíos tenemos algo importante que decir deberíamos estar gritándolo desde los balcones o los techos de las casas en lugar de andar susurrándolo unos a los otros. Si uno evita el mundo no-judío entonces uno contradice el mensaje de Dios quien te ha puesto en el mundo para que seas una “luz para todas las naciones”. Por lo tanto uno es más fiel al judaísmo cuando de forma correcta (recordando de dónde viene para saber a donde va) uno se mezcla con el entorno no-judío y va por ejemplo a una Universidad, trabaja con no-judíos, convive con gente diferente, ayuda al Estado no-judío al cual uno también pertenece y se convence a si mismo que la existencia del mundo no-judío no es una amenaza para mí sino un desafío para expandir y hacer crecer mi judaísmo a una plataforma aún más grande. Esta fue la misión de Abraham. Dios le pregunto qué hacía en Ur Kasdim. Dios le dijo que salga de ahí y esparza su mensaje por todo el mundo porque era algo importante que debía ser escuchado.

 

(6) Creo en el profundo y espiritual mensaje que contiene la Tora

Y esto significa que no creo que sea necesario pasarse horas debatiendo si la Tora fue escrita por Dios o no. De todos modos la Tora va ser siempre leída por humanos imperfectos que hacen lecturas interpretativas e imperfectas. Pero de hecho no creo que es necesario pasarse días enteros tratando de descubrir si hay un código secreto en la Tora como si Dios hubiera dejado pistas ocultas que solo las descubriríamos el día que inventáramos computadoras que pueden leer patrones algorítmicos o scanners de alta resolución.

La forma en la cual uno descubre el poder de la Tora es viendo cómo afecta la vida de las personas. Así es como uno descubre el profundo y maravilloso universo de la Tora. La verdad del mensaje de Dios en la Tora y la belleza de sus historias y enseñanzas no surgen cuando uno la analiza con una super-computadora o la expone a miles de combinaciones numéricas de la gematría -es decir la combinación de letras hebreas y números- para demostrar que en efecto es verdad porque no tiene ni un error y por eso hay que creer en ella. Sino por el contrario uno descubre que es verdad cuando ve la manera en que nuestros antepasados bíblicos se equivocan, aprenden cosas nuevas y cambian. Y por ende nosotros al leer una y otra vez la Tora nos equivocamos, aprendemos cosas nuevas y cambiamos.

 

(7) Creo que es fundamental reconocer la legitimidad del Estado Democrático Moderno de Israel

Pocos judíos estaban a favor del Sionismo en un momento histórico donde la mayoría de la comunidad internacional del mundo (algo que ya no queremos recordar) tenía miedo de dar ayuda al Movimiento Sionista mucho antes de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Hoy todos van a Israel y la sienten como propia. Jóvenes que pertenecen a corrientes que originariamente estaban totalmente en contra de la creación de un Estado Moderno Judío hoy hacen viajes espirituales y de estudio y visitan yeshivot gracias a la ayuda de muchos que no pensaron como sus primeros líderes rabínicos. Incluso hoy existen corrientes judías que no reconocen la legitimidad de Israel ni la fortaleza que significa para todos los judíos que vivimos en la diáspora tener un Estado Moderno en Israel. Creo que el modo en el cual los judíos contribuimos construyendo un Estado Judío es ayudando al Estado Democrático Moderno de Israel para que pueda esparcir su mensaje que es en definitiva el nuestro también.


(8) Creo que hay que celebrar la diversidad dentro del judaísmo

Creo en la lealtad a todos los judíos de todas las diferentes denominaciones e interpretaciones, de todas las corrientes sean ortodoxos, conservadores, reformistas, sionistas, seculares, reconstruccionistas, jasídicos, etc. todos ellos. No hay ningún judío ni ninguna corriente del judaísmo que cortaría del grupo porque creo que cada judío y cada corriente nos enriquece con diferentes valores y diferentes mensajes que son también importantes para el judaísmo. Al mismo tiempo hay que entender que es muy difícil evaluar al judío de al lado. A la gente le encanta jugar el juego de quién es un buen judío. Herzl jamas se puso un Tefilin en su vida. ¿Podemos decir que Herzl, el arquitecto del Sionismo judío a quien le debemos entre tantos otros la creación de Medinat Israel, no era un buen judío? ¿Devaluamos a Einstein porque no quería ni le interesaba ir a la Sinagoga? ¿Cómo puede uno evaluar quién hace una contribución a la tradición judía y al pueblo judío? No es tan simple.

Pero algo que si sabemos es que necesitamos el contrapunto de todas las voces del judaísmo porque siempre hemos hecho eso.

Quiero decirles una última cosa antes de concluir. La gente me pregunta ¿por qué los judíos no están unificados en un solo movimiento? ¿Por qué hay tantas corrientes tan diferentes entre los judíos? Y la respuesta es que primero y principal nunca estuvimos unificados. Lean la Tora, lean el Talmud, lean la historia judía y verán que los judíos siempre hemos peleando unos con los otros y es lo que hacemos y siempre hicimos. No es lo único que sabemos hacer pero es lo que hacemos. La ridícula idea que solíamos estar todos juntos y pensar del mismo modo en la antigüedad es un mito. ¿Saben por qué el Templo fue destruido según los Rabinos del Talmud? Por peleas internas y odio entre judíos. Peleas que existían miles de años antes que aparecieran los reformistas, los sionistas, los ortodoxos, etc.

La idea que los judíos tienen múltiples voces dentro de la tradición ha sido siempre verdadera y debemos de hecho ser un coro donde cada parte contribuye al todo de la obra de Dios.
Pero la idea importante aquí es que Dios no quiere un solo modo de ser, un solo modo de entender la vida, una sola manera de leer la Tora, una sola manera de entender la tradición judía e incluso una sola manera de entender lo que quiere porque si fuera así no nos hubiese creando tan diferentes los unos a los otros.  En la Mishna los Rabinos dicen que cuando un Rey estampa una moneda todas las demas monedas son iguales. Pero cuando el Rey de Reyes estampa un ser humano todos los demas seres humanos son diferentes.

Por lo tanto sean conscientes y no crean a quienes dicen que el judaísmo nunca cambió. Siempre ha cambiado y siempre cambiará.
Sean conscientes y no crean si alguien les dice que hay que hacer desaparecer cualquier parte, movimiento o corriente dentro del judaísmo. Necesitamos cada voz y cada discrepancia. Incluso cuando estamos violentamente en desacuerdo. Necesitamos el contrapunto de disonancias como parte de la obra de Dios porque eso es lo que nos ayudó a sobrevivir durante miles de años a todos los grandes imperios y civilizaciones del pasado sin enfrentarnos militarmente sino resistiendo culturalmente acompañándonos como una gran familia que como cualquier familia no siempre esta de acuerdo en todo pero se une en bendición para celebrar cada nacimiento, cada chico o chica que hace su bar o bat mitzvah, cada pareja que llega a la jupá y llorando cada alma, cada nombre que abandona nuestra familia (sin importar si es un soldado israelí secular que nunca comió kasher o el rabino mas obsesivo de la ley). Estos valores junto al poder interpretativo de textos y la recursividad del lenguaje nos han hecho eternos. Y si hay algo que podemos enseñarle al mundo es que ser una or lagoim significa abrazar lo diferente y celebrar la diversidad como hacemos dentro de nuestra propia familia. Esto esta en el corazón del judaísmo y es un mensaje maravilloso para compartir con un mundo que generalmente es indiferente con el sufrimiento ajeno e intolerante con aquel que piensa distinto. Nosotros no somos así. Nosotros abrazamos la diversidad porque entendemos que eso es ser parte de la familia humana.

No crean que la Tora no tiene el poder para transformar vidas. Lo hace continua y constantemente, siempre lo ha hecho y siempre lo hará. Solo hay que acercarse a ella y estudiarla para ver como nos transforma.

Y recuerden que nuestros hijos y la siguiente generación son nuestros constructores y son mejores constructores de mundo cuando entienden más que nosotros. Cuando no cierran sus mentes solamente al judaísmo y nosotros no les sugerimos que solo ahí esta el futuro. Porque el futuro, no aquel que se viene en 40 años, sino el que ya esta siendo hoy y del cual somos testigos de transformaciones radicales en todas las áreas de la ciencia y la tecnología requiere estar formado en el mundo en general y en la Tora. Ya que solo así, como una gran familia judía, continuaremos aprendiendo y aportando cada uno a su manera y en sus propias capacidades nuestras aproximaciones diferentes renovando el espíritu para seguir construyendo juntos y seguir equivocándonos, aprendiendo cosas nuevas y cambiando.

 

Archivado en: Educación Judía, Judaismo Hoy, Modernidad Judía Etiquetado como: "Guía de los perplejos", conservador, definicion sionismo, diferencias, historia de judios, israel, judaismo conservador, judaismo moderno, judaismo ortodoxo, judaismo reformista, judio reformista, judios comunistas, judios conversos, judios mesianicos, judios modernos, judios new age, judios socialistas karl marx judio, maimonides, mesianismo, modernidad, modernidad judia, ortodo, que es el socialismo judio, que es sionismo, Rabinos modernos, reformista, religion judia, religion judia historia, Sionismo, sionista, VERDADES HISTORICAS

El Judaísmo Reformista

19/07/2011 por Diego Edelberg 14 comentarios

 

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(Duración 38:47 – 37.2 MB)

Hablamos en nuestras dos ultimas publicaciones acerca de los desarrollos de la Ciencia del Judaísmo. Sobre estos académicos judíos que estaban seriamente involucrados en indagar el pasado judío en forma objetiva como un medio para entender y apreciar el presente judío.

En nuestra ultima publicación nos dedicamos a quien fue la figura mas prominente de esta Escuela: el historiador Heinrich Graetz.

Vamos ahora a dedicarnos a otra importante figura, un contemporáneo de Graetz llamado Abraham Geiger y tratar de entender tanto su relación con la Ciencia del Judaísmo y como el utiliza esta herramienta no solo para estudiar el pasado sino para darle forma a la condición contemporánea de los judíos viviendo en Alemania.

El objetivo entonces es poder explicar en profundidad qué es el judaísmo reformista en aproximadamente 40 minutos.

Abraham Geiger es llamado generalmente el “padre del judaísmo reformista” y vamos ser cuidadosos en explicar a que nos referimos cuando lo llamamos de ese modo. Nuestro punto de arranque para comprenderlo esta basado en su relación con el estudio académico.

Del mismo modo que vimos en Graetz y la publicación anterior, acá tenemos a un hombre que es un egresado de la Universidad, habla y conoce varios idiomas y conoce la crítica bíblica de Spinoza, aquella que mencionamos en nuestra publicación sobre Spinoza que declara que la Biblia no fue escrita por Dios sino por hombres durante un largo período de tiempo. Geiger aplica todos estos conocimientos para comprender la historia y la cultura judía.

 

 

Contexto de Geiger

Geiger emerge luego que una generación de Rabinos ya había comenzado a hacer ciertos cambios, especialmente cambios estéticos dentro de las sinagogas

Estos Rabinos realizan estos cambios sin siquiera pensar en profundidad el impacto de lo que estaban haciendo.  De alguna manera sentían que al rezo judío le faltaba música mas moderna y sentían ademas que este rezo solo consistía de una rápida y monótona repetición de paginas en hebreo de las cuales la mayoría de la gente no tenía conocimiento de todas las palabras que estaban pronunciando.

Sinagogas como la de Stuttgart en Alemania alrededor del año 1838 comenzaron a introducir todos estos cambios. Por ejemplo prédicas en alemán o la lengua del lugar (en lugar del yiddish), coros, música basada en partituras (en lugar del canto litúrgico judío semi-improvisado basado en ciertas formulas conocido como nusaj en hebreo) e incluso comenzaron a hacer mas cortas las plegarias y rezar en lengua vernácula, es decir en la lengua del lugar, en este caso el alemán.

Fueron los primeros en permitir que los hombres y las mujeres volvieran a sentarse juntos como lo hacían en las primeras Sinagogas Antiguas que se han descubierto en Israel, introdujeron el órgano como instrumento del rezo, crearon una especie de rezo con mas decoro (es decir lecturas alternadas) en lugar de todos charlando al mismo tiempo entrando y saliendo cuando quisieran creando lo que ellos consideraban un rezo caótico. En pocas palabras las decisiones de estos rabinos, que insisto aun no tenían ningún tipo de denominación ni postura ideológica, intentaron hacer la sinagoga y la experiencia religiosa mas atractiva para que todos los judíos que estaban asimilándose  y alejándose de la comunidad  no abandonen el judaísmo sino por el contrario que permanezcan dentro.

Esto ultimo ya nos ilustra el escenario de Europa Occidental y en especial en Alemania en referencia a lo que mencionamos en nuestras ultimas publicaciones con la emancipación luego de la revolución francesa de 1789 cuando judíos como los hijos de Mendelssohn o los miembros de la Ciencia del Judaísmo representan el ejemplo entre los miles de judíos de este periodo que estamos describiendo que abandonaban el judaísmo y se convertían al cristianismo.

Pero hay algo que es importante de remarcar en lo que acabo de mencionar. Si bien vamos a reforzar esta idea mas adelante, quiero dejar en claro desde el comienzo que el emprendimiento del reformismo judío y en especial como veremos con Geiger, no era el de llevar a los judíos hacia la completa asimilación sino por el contrario: encontrar la manera para retener dentro de la comunidad a todos estos judíos que ya estaban asimilados. Tenemos que comprender que en el escenario que estamos describiendo de la emancipación y de la posibilidad por primera vez en la historia para los judíos de poder ahora ocupar altos cargos en universidades o incluso ser profesionales (abogados, arquitectos, ingenieros, médicos, etc) o estudiar lo que quisieran donde quisieran estaba haciendo que toda esta gente abandone el judaísmo, se asimile e incluso se convierta al cristianismo de ser necesario.  Y aclaro todo esto porque muchas veces parecería que lo que se entiende es que el judaísmo reformista fue un emprendimiento de varios rabinos que se pusieron de acuerdo en una reunión de un día para el otro para hacer todos estos cambios con el fin de asimilar judíos. Los judíos alemanes en gran parte ya estaban asimilados.

Es muy fácil culpar a la ciencia, la secularización y las filosofías modernas por el eclipse del judaísmo tradicional en la modernidad. Sería mas honesto culpar al propio judaísmo que no supo responder a las inquietudes de la modernidad y por eso despertó la necesidad de todos estos cambios. Por algún motivo surgió la Reforma y esto hay que dejarlo en claro desde el comienzo y es que el judaísmo tradicional heredado desde la destrucción del Templo y la Edad Media no estaba respondiendo a los desafíos de la modernidad. Ese es el motivo por el cual es tan importante entender la modernidad ya que una de nuestros argumentos a lo largo de todas estas publicaciones es que el judaísmo actual en todas sus vertientes desde la ultra-ortodoxia hasta el reformismo es una respuesta a la modernidad. En la era Medieval no existían todos estos tipos desafíos en forma tan remarcada.

De todos modos todos estos cambios que estos primeros rabinos, que no eran reformistas ni pertenecían a ninguna agrupación o movimiento, introdujeron en las primeras décadas del 1800 no tenían nada que ver con una reflexión ideológica sobre lo que el judaísmo significaba para ellos. No se cuestionaron cual era el significado y la importancia de estos cambios. De hecho lo primero que podemos preguntarnos es justamente ¿con qué derecho hicieron estos cambios si estaban comprometidos con un judaísmo tradicional?

 

 

El padre del judaísmo Reformista

Geiger es realmente el primero y mas prominente individuo en reflexionar no solo en la estética del servicio religioso sino en desarrollar toda una teoría para ser implementada, acerca de la naturaleza religiosa del judaísmo en la modernidad.

La tesis doctoral de Geiger al recibirse de la Universidad es tal vez remota con respecto a la situación de los judíos alemanes en el siglo XIX pero como vamos a ver, cada pieza de su vida encaja en una visión global que comenzaba a emerger desde sus primeros estudios. Su tesis fue sobre las fundaciones judías en el Corán. De hecho su expertis inicial fue en área del estudio académico del Islam e incluso el fue uno de los primeros en argumentar que del judaísmo surgieron todos los pensamientos originales de Mahoma.

Luego comenzó estudiar el judaísmo antiguo, es decir del período bíblico y el posterior rabínico y su impacto en el surgimiento del cristianismo. Durante estos estudios se fascino con una tradición que se convirtió en la dominante del judaísmo de la antigüedad: la de un grupo llamado los judíos fariseos. Si bien este grupo esta muy lejos de pertenecer a la modernidad debemos explicarlo para comprender la interpretación que hace Geiger.

 

 

Los fariseos como los primeros Rabinos de la Historia

Según Geiger los judíos fariseos eran un grupo de judíos innovadores que intentaron dar una respuesta a la dura realidad que estaban viviendo los judíos luego de la destrucción del Gran Templo de Jerusalem, del Beit Hamikdash. Este grupo intentaba proveer de significado a un mundo totalmente diferente al que habían vivido sus antepasados. Incluso la observancia mas rigurosa del judaísmo en la actualidad es radicalmente opuesta al de la representación bíblica con un detallado sistema de sacrificios de animales en un lugar determinado en el cual cualquier tipo de descentralización era severamente castigado. Como mencionamos en nuestra primera publicación el judaísmo bíblico se transforma o mejor dicho cambia con la destrucción del Templo en Jerusalem.

Según describe Geiger estos judíos fariseos pasaron a llamarse con el tiempo “Maestros” (es decir Rab o Rabino en español)  y se convirtieron incluso hasta la actualidad en los líderes de la continuidad y la comunidad judía creando un sistema alternativo al bíblico enfocado en la plegaria, rezo o tefilah en lugar del sacrificio de animales en un altar.

Debemos entender que la Tora nos habla entre tantos individuos de 2 personajes centrales: los kohanim o sacerdotes y los reyes. Pero si uno lee toda la Tora o incluso el TaNaJ, es decir la Biblia Hebrea, en ningún momento se menciona a los Rabinos ni a la figura rabínica. Por lo tanto uno podría preguntarse ¿de donde surgen los Rabinos? ¿Cuando surgen los Rabinos? ¿Por qué surgen? y  ¿para qué surgen?

La respuesta es que cuando el Templo es destruido y los judíos son expulsados de la tierra de Israel estas dos funciones desaparecen: los Kohanim o sacerdotes vivían para el Templo y cuando el mismo es destruido este grupo ya no tiene nada para hacer. Por otro lado esta claro que un Rey sin monarquía o tierra no tiene mucho sobre que reinar. En este momento crítico de la historia un grupo de judíos a quien llamamos fariseos y que posteriormente serán llamados Rabinos, fueron los responsables de la supervivencia del judaísmo hasta la actualidad reemplazando el poder central del linaje de la casta sacerdotal por la sabiduría del conocimiento de la Ley judía. En pocas palabras hicieron 3 cambios espectaculares que aseguraron la continuidad y supervivencia del judaísmo: (1) suplantaron el sistema de sacrificios animales por uno de plegarias que se remite a dichos sacrificios, (2) reemplazaron la noción de liderazgo de la comunidad basado en un linaje correspondiente a una casta sacerdotal hereditaria por otro en el cual el conocimiento o la sabiduría lo hace a uno líder del grupo creando así el concepto de Rabino o Maestro y (3) democratizaron las practicas diciendo que lo que solo hacia el sumo sacerdote o cohen gadol ahora lo reinterpretamos en las plegarias y todos deben “hacerse sacerdotes”. Cualquiera que alcance una sabiduría que otros rabinos consideran digna, esa persona es llamada también rabino de acuerdo a lo que juzgan otros colegas suyos.

Al llegar a esta comprensión sobre los fariseos o Rabinos, Geiger comenzó a argumentar justamente que los Rabinos eran judíos innovadores. No eran rígidos en sus posturas y comprensiones del judaísmo sino radicales y revolucionarios que intentaban ajustar y reformular el judaísmo de tal modo que pudiera respirar un nuevo aire haciéndolo significativo para aquellos que padecían la destrucción y desintegración de su pueblo con el fin del sistema de sacrificios de animales en el Templo y el nuevo gobierno ahora bajo la ocupación Griega y posteriormente Romana.

Para Geiger, la noción que los fariseos eran revolucionarios que lograron re-acomodar y darle un renovado sentido a su tradición de acuerdo a los desafíos de su tiempo y las necesidades espirituales de su propia comunidad estaba claramente relacionado con el presente que él y los judíos de su tiempo vivían.

 

 

Los judíos Reformistas como los fariseos de la modernidad

Para Geiger el único sentido que tenia la Ciencia del Judaísmo, el Wissenschaft der Juden, es decir el estudio académico y objetivo del pasado era para aplicarse al presente y hacerlo significativo. Y por lo tanto acá esta el argumento de Geiger: “lo que estoy proponiendo”, dice Geiger, “es un nuevo grupo de judíos que los vamos a llamar judíos reformistas”. “Y estos judíos no son una aberración, no están empujándonos al camino equivocado y no nos están guiado hacia la desintegración del judaísmo. Sino por el contrario nosotros, los judíos reformistas, exclama Geiger, somos los fariseos de la modernidad”.

Nuevamente, en ese momento critico de la antigüedad judía con la destrucción del Templo había diversos grupos peleando por la continuidad del judaísmo. Estaban principalmente los fariseos y los saduceos. Y había otros grupos que no voy a mencionar. Los Saduceos eran la fuerza conservadora. Eran representados por los Kohanim, los sacerdotes, quienes intentaban preservar el judaísmo, según Geiger, de tal forma que sea consistente con el pasado. Pero al hacerlo no podían responder a las necesidades de su presente.

Y de golpe comenzamos a ver una situación similar en el siglo XIX y en la modernidad. El judaísmo estaba muriendo y desapareciendo. La emancipación política y las nuevas oportunidades para los judíos ahora los habían estimulado a abandonar el judaísmo y las formas antiguas de practicar el judaísmo y especialmente la plegaria judía. “Si no repensamos al judaísmo”, escribe Geiger, “si no encontramos una forma noble de llegar tanto a sus mentes como a sus corazones vamos a perder a toda esta gente”. “Van a cansarse en forma definitiva y asimilarse o convertirse al cristianismo en su totalidad”. Y por lo tanto Geiger exclama que lo que tenemos que hacer es «convertirnos en los fariseos de la modernidad”. El judaísmo reformista, para Geiger, estaba haciendo lo que hicieron los fariseos en su tiempo al innovar y cambiar radicalmente la naturaleza del judaísmo transformando el judaísmo de una clase sacerdotal que vivía para servir en el Templo, hacia un grupo de pensadores, maestros o rabinos que se dedicaban ahora todo el día a interpretar la Ley judía para que esta sea útil y significativa ahora que ya no se podía llevar acabo el sistema de sacrificios.  Y similarmente los Rabinos reformistas de nuestro tiempo y sus ideales iban a aprender de la mano de Geiger que la supervivencia del judaísmo esta en su capacidad de adaptación, de ajuste y de reformación de tal modo que ésta continué siendo significativa para cada generación y por lo tanto los reformistas se convertirían en la nueva guía de la comunidad. Ellos serían la nueva dirección en la cual el judaísmo iba a lograr ir ajustándose a las necesidades de cada generación y especial a esta era de la modernidad.

Si los reformistas eran los fariseos de la modernidad, la conclusión es que aquellos judíos llamados ortodoxos -de quienes hablaremos en nuestras próximas publicaciones-, eran para Geiger los saduceos de la modernidad. En efecto para Geiger la comprensión sobre lo que es el judaísmo para los ortodoxos estaba desactualizada. Las pruebas mismas lo demostraban debido a que el judaísmo tradicional que ellos sostenían se había convertido en algo irrelevante para los judíos ya que estos estaban abandonando las comunidades, asimilándose y convirtiéndose al cristianismo. Por lo tanto y como ya mencionamos, no es que el reformismo se creo para asimilar a los judíos. Sino por el contrario era la respuesta de este grupo para de alguna manera frenar la asimilación y darle sentido al judaísmo y a los judíos mismos de la modernidad de acuerdo a los nuevos desafíos que la modernidad traía y que los hemos mencionado ya muchas (emancipación, industrialización, capitalismo, universalismo, globalización, etc). Lo importante para Geiger es el sentido de relevancia. El sentido que la religiosidad necesita escuchar lo que esta sucediendo allí afuera. El judaísmo no es una entidad fija. No existe sin los judíos. Y los judíos son humanos que cambian porque esa es la naturaleza biológica del ser humano. Hay cosas que cambiaron luego de la destrucción del Templo y hay cosas que cambian constantemente. Es imposible negar el cambio. Por supuesto qué se puede cambiar y qué no se puede cambiar es algo que Geiger aun tiene que descifrar.

Claramente lo que vemos hasta aquí es que su academicismo sobre el pasado, es decir su estudio y comprensión sobre los fariseos y los saduceos, le ha ayudado a presentar un argumento que justifica el cambio en el judaísmo y le permite legitimar dichos postulados como los auténticos del judaísmo en el siglo XIX.

Pero hay otra faceta del estudio académico de Geiger que es mas interesante y al mismo tiempo mas obscuro y peligroso.

 

 

Geiger y el cristianismo

Geiger estudio seriamente el cristianismo. Fue de hecho uno de los primeros rabinos en comprometerse en profundidad con el estudio de otras religiones. Conocía muy bien el Nuevo Testamento, los padres de la Iglesia, la teología cristiana y tenía muy claro en qué momento histórico y bajo que circunstancias el cristianismo se había desprendido del judaísmo.  Para el estaba clarísimo que si uno quería entender a Jesus, su mundo y su pensamiento; si uno quería reconstruir el Jesús histórico uno debía saber de judaísmo, debía conocer la literatura rabínica y uno debía saber hebreo. En pocas palabras uno debía conocer el contexto judío de Jesus. Geiger decía que no se podía entender el cristianismo solo leyendo latín y griego. Jesus era un judío que emergió de la tradición judía, principalmente de y en oposición a los judíos fariseos. Y por lo tanto para Geiger aquel que puede entender el cristianismo mejor que nadie es un Rabino o un académico judío como el. Ahora, imaginen la arrogancia de un judío dirigiéndose a la Iglesia Catolica y Protestante del siglo XIX diciéndoles: “Señores Uds. ni siquiera conocen a su propio Jesus! Yo entiendo a su Mesías mejor de lo que lo comprenden Uds.”. Quieren saber algo acerca de Jesús? Entonces vengan y estudien textos rabínicos porque es ahí que uno entiende el contexto en el cual Jesus dio forma a sus ideales. Así que Geiger proclama que solo él puede entender y apreciar el origen y desarrollo del cristianismo.

Para Geiger ser un buen judío es ser un judío fariseo. Esto significa proceder en la vida con la mentalidad con la que los fariseos revitalizaron y energizaron el judaísmo en su generación y el modo de hacerlo en la modernidad es a través del judaísmo reformista. El judaísmo reformista ha asumido la concepcion creativa, espontánea y abierta con respecto al mundo moderno. Para Geiger el judaísmo reformista era la forma mas pura, primigenia y verdadera de entender el judaísmo en el siglo XIX.

Por lo tanto Geiger esta enfrentándose simultáneamente con el establishment ortodoxo judío argumentando por la legitimidad de su propia tesis e ideología y al mismo tiempo con la Iglesia Catolica y Protestante argumentando que ellos no entienden el cristianismo en forma plena y que para poder comprender la forma mas pura del cristianismo uno debe estudiar quienes son los rabinos, cuándo aparecieron, por qué aparecieron y para qué aparecieron en la historia.

 

 

El academicismo tendensioso de Geiger

Acá tenemos entonces este extraordinario vinculo entre el estudio académico y esta noción que hablamos en la publicación anterior sobre la historia, la fe y el rol que juega el historiador al revisar el pasado. Vemos todas estas técnicas utilizadas ahora por Geiger para promover una nueva manera de entender la fe y el judaísmo frente a los desafíos de la emancipación y la modernidad.

Por supuesto que uno puede comenzar a preguntarse si es esto un buen academicismo. Es decir un buen uso del estudio. ¿No es un estudio con el fin de hacer una apología? Es decir, ¿Acaso no es todo esto amoldar el pasado para presentar el presente del modo que uno lo entiende? Y de hecho veremos que en cierto modo esto fue así. ¿Son los judíos reformistas los fariseos de la modernidad? Tal vez para Geiger pero la realidad es que no son para nada los judíos reformistas del siglo XIX parecidos a los fariseos de la antigüedad y de hecho hay un academicismo tendencioso en lo que Geiger estaba argumentando.

De todos modos en esta publicación podemos comprender esta creativa y peligrosa unión de promocionar una ideología contemporánea a los desafíos de la modernidad para los judíos, utilizando el academicismo como base y escudo.

 

 

 

¿Qué es el judaísmo Reformista?

Ahora vamos a presentar lo que Geiger esta presentándonos. No hemos aun explicado qué es el judaísmo reformista y de hecho vamos a intentar definir cuidadosamente qué es el reformismo judío y cual es la teoría que sostiene esta nueva interpretación del judaísmo. Quiero enfocarme en qué es lo que se reforma y qué nos ofrece esa reforma para hacer del judaísmo algo significativo para los judíos contemporáneos. Mientras vayamos presentando las ideas centrales de Geiger veremos ademas que detrás de todo esto esta Mendelssohn por un lado y Spinoza por otro lado. Y al estar relacionados vamos a poder apreciar como cada pensador construye sobre las ideas del anterior.

 

Geiger comienza con la siguiente asunción: basado en los principios de la critica bíblica de Spinoza y apoyado en su interpretación de Mendelssohn, la tradicional comprensión sobre la revelación divina y la ley divina no tiene significado para los judíos modernos. De hecho para la mayoría de los judíos es totalmente irrelevante. Observar 613 mandamientos, vivir en este estilo tradicional de la observancia de mandamientos impuestos sobre uno y todo lo que exige seguir la Ley ya no resuena en absoluto para los judíos que viven ahora en un mundo secular. Hay algo irracional en todas estas leyes y hay algo que no toca los corazones. Como verán los dos criterios que definirán lo significativo del judaísmo para Geiger son si afecta la mente o si es consecuente con nuestra racionalidad y si afecta el corazón o si nos toca emocionalmente y llena nuestras necesidades espirituales. Si no lo hace para Geiger no vale la pena preservarlo sino alterarlo para que nos haga algo. En otras palabras lo primero que podemos decir de esta ideología es que es preservativa, esta preocupada por la supervivencia y no es simplemente el modo mas eficaz para destruir el judaísmo, de hecho para los reformistas no es el modo que nos lleva fuera del judaísmo sino lo opuesto. Para Geiger en su contexto histórico este es el único camino que nos queda. El judaísmo tradicional ha fracasado en capturar la mente y el corazón de los judíos y por lo tanto lo que nos queda o lo que podemos hacer es reformar, renovar y reconstruir el judaísmo de tal forma que va realmente a afectar las mentes y los corazones de los judíos que se están asimilando y abandonando el judaísmo tradicional.

Geiger argumenta que el judaísmo debe valorar la libertad intelectual por un lado y la autonomía humana por otro lado y no debe nunca presentarse como una imposición u obligación sobre los judíos ya que esto genera culpa y remordimiento. La conciencia personal. La necesidad de hacer lo que sentimos y nos da ganas y la necesidad de no estar restringido por cualquier autoridad externa que impone su voluntad sobre nosotros. Esta es una nueva y poderosa idea que ahora se apoyaba en principios liberales y democráticos modernos para comprender el judaísmo. Lo que Geiger propone es que bajo estos nuevos principios liberales y autónomos de la modernidad, si yo voy a elegir como ser-humano responsable y libre practicar el judaísmo, yo mismo debo ser la conciencia sobre qué cosas practicar y qué cosas no practicar. No los rabinos, no la noción de una Ley divina o una autoridad exterior sino mi propia conciencia. Pero si tenemos que definir qué cambios vamos a hacer ahora en el judaísmo para hacerlo significativo, cual va ser el criterio para modificar algo, según Geiger, eso vendrá de la responsabilidad de cada uno de los individuos. Como veremos esta idea de cada uno elegir como si el judaísmo fuera un supermercado qué productos llevarse y cuales no va a ser desafiada por otros pensadores contemporáneos a Geiger.

La Ley divina del modo que Geiger la entiende no fue necesariamente ordenada por Dios en el sentido literal sino que fue inspirada por Dios en un encuentro super-natural, pero fue escrita y construida por seres humanos. Hay por lo tanto una parte del judaísmo que para Geiger es eterna y no debe cambiarse ni modificarse ya que es significativa para todas las generaciones y hay otra parte del judaísmo que puede cambiarse de ser necesario.

 

 

¿Qué es lo que se Reforma?

¿Qué puede cambiarse y qué no puede cambiarse según Geiger? Lo que no puede cambiarse ya debería ser familiar luego de nuestras publicaciones sobre Spinoza y por supuesto sobre Mendelssohn. Recuerden lo que hablamos en la publicación de Mendelssohn sobre las verdades eternas basadas en la razón. Esas verdades son también para Geiger el corazón. Aquello que no debe cambiarse.

Vamos utilizar una metáfora para explicar esto. Piensen que el judaísmo es una nuez. Para comer una nuez uno rompe la cascara que protege el alimento y se come lo de adentro. Para Geiger la parte de adentro de la nuez, lo que uno se come son las verdades eternas y son verdades que fueron construidas a partir de la razón humana. En otras palabras estas verdades son los los mandamientos morales del judaísmo, honra a tu padre y a tu madre, no asesines, no robes, etc. Estas son verdades universales y están abiertas por igual a todos los hombres y mujeres de buena voluntad sin distinción y ya las vimos en Spinoza y las volvimos a encontrar en la definición de Moises Mendelssohn.

Pero así como esta la parte de adentro de la nuez tenemos la parte que no comemos y tiramos. La cascara. Y esa cascara para Geiger son las leyes rituales o mitzvot. Es decir todos los actos rituales del judaísmo. Exactamente el mismo encuadre que en Mendelssohn.

De todos modos hay una diferencia fundamental con Mendelssohn y Geiger. Y esta diferencia critica es que en el caso de Mendelssohn si lo recuerdan las leyes rituales o mitzvot eran tan importantes como las leyes morales. Las leyes o mandamientos morales para Mendelssohn sucedieron debido a la razón humana pero las leyes o mandamientos rituales (comer kasher, ponerse tefilin, etc) vinieron de Dios mismo en su revelación y nunca podrían cambiarse. En otras palabras Mendelssohn era un judío tradicional que creía que todos los mandamientos o mitzvot debían ser cumplidos. Pero para Geiger las mitzvot o mandamientos tienen otro status. Son justamente para Geiger aquello que fue construido por seres humanos y es justamente aquello que puede cambiarse. Estos mandamientos o la forma que son llevados acabo luego de la destrucción del Templo para Geiger están basado en costumbres y tradiciones sociales. Según Geiger estas costumbres se vuelven significativas en un período y después se pueden volver obsoletas en otro período. Cambian.

En pocas palabras lo que no cambia en el judaísmo para Geiger son las verdades basadas en la razón que enfatizan la moral y la ética. Lo que cambia y fue cambiando, las bendiciones creadas por los rabinos para santificar eventos y darle continuidad al judaísmo luego de la destrucción del Templo enfatizando por ejemplo las costumbres agrícolas de las festividades en la Biblia por costumbres mas espirituales y relacionadas con el ciclo de vida y el perfeccionamiento del carácter humano, fueron todas cosas creadas por hombres, por estos fariseos que hoy llamamos rabinos. Y por lo tanto como los rabinos mismos en sus origines como fariseos y maestros, amoldaron, reconstruyeron y renovaron el sentido del judaísmo después de la destrucción del Templo, Geiger justifica de alguna manera que las mitzvot o mandamientos pueden ser descartadas o incluso agregar nuevas como en el caso de la festividad de Jánuca que sucedió muchos años después de la entrega de la Tora y sin embargo los rabinos crearon toda una liturgia especial e incluso bendiciones que dicen que Dios mismo ordeno prender las velas de Jánuca (braja de Jánuca). Este movimiento particular de proclamar que las mitzvot o mandamientos pueden cambiar es algo que Mendelssohn nunca se atrevió a hacer o decir pero Geiger si e incluso lo hizo.

Tenemos ahora según la postura de Geiger la noción sobre qué puede cambiar y qué no puede cambiar en el judaísmo. Y el juez último que decide que puede cambiar y que no puede cambiar es la conciencia humana. Cada individuo puede ahora decidir por si mismo que es significativo sobre las leyes rituales o mitzvot y que no es significativo. Y si no es cómodo, si no cierra o no toca el alma, para Geiger, puede ser descartado. Lo que finalmente define para mi mismo qué es ser judío ahora es mi compromiso con las enseñanzas morales y éticas de la Ley judía.

Claramente Geiger y sus colegas creían que de este modo el judaísmo podía sobrevivir a la asimilación y frenar este proceso de judíos que abandonaban las sinagogas como venía sucediendo.

 

 

La Misión de Israel

Pero la pregunta central aún continua: si el judaísmo es sinónimo de moral y ética, esta basado en la razón, es accesible para cualquiera y las mitzvot o mandamientos pueden ser descartadas de acuerdo a la decisión personal de cada uno. ¿Qué tiene de particular o único ser judío? ¿Por qué no puedo ser cristiano, musulmán, hindú o cualquier otra religión que también preserva esas verdades eternas basadas en la razón y plantean la moral, la ética, el ser una buena persona sin importar si uno es judío o no?

Y aquí surge la necesidad de definir un propósito particular. Una función particular sobre qué hace al judaísmo algo único o particular. Y finalmente nace una idea que ya la habíamos escuchado en Mendelssohn pero ahora se potencia en Geiger y esa idea es “la misión de Israel”.  Antes que piensen que esta idea tenía algo que ver con salir a convertir gente al judaísmo simplemente quiero decirles que no tenía nada que ver con eso. De hecho no había nada en la tradición judía que podía llevar a Geiger como historiador a creer que eso era lo que había que hacer. La tradición judía siempre ha rehusado a invitar a no-judios a sumarse a su tradición. Los judíos desde los primeros rabinos incluso hasta Maimonides no creen que la salvación es solo para los judíos. Todas las personas correctas y de buena voluntad pueden ser salvadas y llegar a la verdad. Siempre hubo tolerancia desde los cimientos del judaísmo que otras religiones o pueblos pueden seguir sus propios caminos, creencias y costumbres y tener su verdad y no por eso son condenados. Los judíos no creen que el judaísmo es el único camino hacia la salvación. “Toda persona justa tiene un lugar en el mundo venidero” escribieron los primeros Rabinos.

Entonces ¿que significa “la misión de Israel”?

Y esta es la respuesta que Geiger y sus colegas ofrecieron para responder como judíos internos en su generación (recuerden que el judío interno es aquel que quiere preservar el judaísmo de alguna forma u otra pero entiende que tiene que éste debe ser repensado y reformulado para que continúe siendo significativo a las necesidades de su propio tiempo y para hacer eso no solo debe mostrar como su judaísmo es consonante con el mundo occidental general sino que ademas debe demostrar u encontrar la manera de sentir que el judaísmo le ofrece algo a la cultura occidental que justifica su preservación).

La Misión de Israel que Geiger argumenta plantea que: en una era pre-mesiánica la misión de los judíos es diseminar las enseñanzas morales del judaísmo al resto del mundo. No covirtiéndolos al judaísmo sino compartiendo las doctrinas morales del judaísmo que ellos recibieron en la forma mas pura y original. En otras palabras la función del ser judío es la de enseñar, inculcar y proveer a través del ejemplo una forma de vida que es lo mas ética y moral posible. Esto no significa que la moral y la ética judía son las mejores pero su longevidad representa para Geiger la forma mas pura en que fue preservada, el interés de este pueblo por la viuda, el pobre, el huérfano, “el otro” en general sugiere para Geiger que los judíos tienen algo para dar al mundo que contribuye a la historia de la civilización occidental. El rol del judío es el de guiar a las naciones del mundo hacia la era mesiánica. La era mesiánica para Geiger no sucederá debido a una intervención divina de un Mesías personal del judaísmo que viene de la familia del Rey David sino que sucederá cuando todos los individuos del mundo se arremanguen y contribuyan para el bien de la sociedad, ayudando a los mas necesitados y haciendo obras de acción social. Haciendo del mundo un lugar mejor.

Lo que resulta interesante es que aquello que se convierte en lo mas sagrado para los judíos reformistas es justamente su compromiso con la acción social y el Tikkun Olam que significa la “corrección del mundo”. Por ejemplo en Estados Unidos el primer centro judío de acción social de todas las ramificaciones del judaísmo fue fundado en Washington por judíos reformistas. Me refiero al Centro de Acción Social del Judaísmo Reformista. Su compromiso hacia temas liberales y el respeto por las minorías. Su compromiso y lucha por la separación de la Iglesia y el Estado todas estas nociones definen para el reformismo la naturaleza y lo mas elevado del judaísmo. Si las mitzvot o mandamientos ya no tenían trascendencia en su lugar surgirá un énfasis muy importante sobre la moral, la ética y la acción social. Y todo esto llevaría finalmente a la era mesiánica y la transformación del mundo en un lugar mejor. “La misión de Israel” es por lo tanto la idea que los judíos deben contribuir con su poder sobre la moral para guiar al mundo hacia una era mesiánica que vendrá, según Geiger, no por la participación de un ser super-natural sino el esfuerzo de los seres humanos trabajando codo a codo haciendo un mundo mejor.

Todo esto encapsula de forma resumida el reformismo judío. Lo que queda por indagar en los minutos que nos quedan es cual es el legado de Geiger y el reformismo judío con el fin en las próximas publicaciones de comparar el reformismo con la ortodoxia y el conservadurismo.

 

 

El legado de Geiger y el judaísmo reformista

A pesar del extraordinario academicismo de Abraham Geiger que es innegable, justificar históricamente el reformismo del modo en que el lo hizo fue desafiado por otros académicos. ¿Era tan claro que los fariseos y los judíos reformistas eran exactamente los mismo? Los fariseos claramente interpretaban la Ley con la asunción que Dios la había escrito y no sentían que tomaban decisiones humanas sobre qué cambiar, qué hacer y que no hacer. Los judíos reformistas se tomaron la libertad, basada en sus principios morales, de hacer lo que les dio la gana con las practicas judías. Claramente hay una diferencia abismal entre los fariseos de la antigüedad y los primeros judíos reformistas del siglo XIX.

La visión de Geiger fue desafiada por Graetz de quien hablamos en nuestra publicación anterior, por Samson Rafael Hirsch y su neo-ortodoxia de quien hablaremos en nuestra próxima publicación y por otros académicos como Zajarias Frankel y ciertamente por grupos cristianos. Esto ultimo con los cristianos despertó un debate interesante y controversial sobre la respuesta que Geiger recibió al decir que uno debía ser judío para entender a Jesus. A los cristianos obviamente que no les gusto para nada esto y se enfrentaron con Geiger para poner a este judío en su lugar creando un debate maravilloso en el contexto del siglo XIX.

Lo que vemos es que utilizar el academicismo para justificar posiciones ideológicas es siempre problemático y Geiger sabia muy bien lo que estaba haciendo pero como vimos lo que le preocupaba no solo era guiar el academicismo judío sino el de crear una renovada definición sobre lo que era el judaísmo y desarrollar una practica sobre cómo vivir como judíos contemporáneos en la modernidad.

Lo que me gustaría hacer para cerrar es dejar en claro lo siguiente: el judaísmo reformista se transforma totalmente cuando llega a los Estados Unidos. En pocas palabras si Uds. creen que todo esto es lo que el judaísmo reformista es en la actualidad estarían equivocados. Así que lo que tenemos que terminar viendo es que sucede con los principios de Geiger y sus colegas alemanes cuando toda esta ideología y estos judíos alemanes llegan a Estados Unidos y posteriormente a otros países y tienen que reajustarse a las condiciones de dichas sociedades que eran diferentes a las alemanas del siglo XIX.

Lo que es interesante en la actualidad es que para la conciencia de los judíos reformistas actuales este tipo de judaísmo no es “judaísmo reformado” sino realmente “judaísmo reformista”. Lo que significa que el judaísmo, es decir lo que hacen los judíos, requiere un constante ajuste y adaptación y no quedar congelado o fijo o estancado en el tiempo. Habiendo creado una nueva tradición basada en la anti-tradición, la nueva tradición tiene en sus principios la noción de reformarse y repensarse a si misma constantemente. En este sentido el judaísmo reformista hoy es consistente con su nombre. Están aun los mismos tipos de compromiso que mencionamos en la metáfora de la cascara y el alimento de lo que se come y de lo que “se puede tirar” o descartar. Sigue siendo central el compromiso con la acción social siendo generalmente los reformistas los que mayores donaciones hacen hacia causas sociales. Hay un compromiso muy fuerte con respecto a la igualdad de géneros en referencia a la ordenación de Maestras o mujeres que son llamadas Rabinas. Pero claramente hay grandes diferencias hoy con respecto a los primeros reformistas. Y nuevamente no quiero dejarlos con la impresión que del modo que presentamos a Geiger, sus pensamientos y sus colegas es precisamente lo que el judaísmo reformista (también llamado liberal o progresivo) es en la actualidad.

Permítanme mencionar algunos de estos cambios.

Claramente en los últimos años hay un reconocimiento por los rabinos reformistas actuales que las practicas rituales, es decir las mitzvot o mandamientos son mas que la cascara del judaísmo. De hecho la metáfora elegida de la cascara nos ayuda a pensar un poco sobre qué es lo que protege un alimento y cómo uno no puede tener una cosa sin la otra. Los reformistas iniciales eran terriblemente radicales en este aspecto y querían sacar todas estas practicas del judaísmo. Pero los rabinos reformistas posteriores siguiendo el espíritu de su propio nombre se dieron cuenta que tenían que reformar esta postura y reajustar la observancia de mitzvot o mandamientos y repensar su estrategia. La noción de celebrar el Shabbat, de prender las velas y decir las bendiciones, de decir la bendición del pan, el vino, la comida, etc, se convirtieron en algo cada vez mas y mas importante porque proveían de un tipo de emoción que acompañaba la racionalización del judaísmo reformista. Similarmente la relación con el hebreo aumento considerablemente. Los reformistas iniciales decían que iban a quitar el hebreo y traducir todo el rezo al alemán y no dejar nada de ese legado ancestral lingüístico. Pero en los últimos años y en lo personal soy un testigo de esto ya que me encuentro trabajando hoy en una comunidad Progresiva, solo hay realmente dos renglones que canto en Ingles en el servicio religioso, es decir en la liturgia mientras que todo el resto es en hebreo. Me resulta incluso interesante recordar que yo mismo escuche en el centro Jabad Luvabitch de Villa Crespo leer el Aleinu LeShabaj en español lo cual supongo que tiene una influencia incluso del reformismo.

También podemos mencionar que el judaísmo reformista inicial estaba totalmente comprometido con vivir en la diáspora, es decir fuera de Israel, pero con la posterior aparición del Sionismo y la creación del Estado democrático moderno de Israel, el judaísmo reformista fue y es uno de los principales defensores e incluso sustentadores económicos del país Israel en la conciencia judía moderna.

Y finalmente hoy muy pocos rabinos y judíos reformistas nos van a hablar acerca de la “misión de Israel”. Tal vez sonaba como una gran idea para los primeros reformistas esto que los judíos poseen una moral y una ética mas elevada y que deben transmitirla al mundo. Pero esto suena muy arrogante para un judío reformista en la actualidad. Los judíos reformistas no se sienten cómodos con la idea que los judíos podrían llegar a ser mejores que otras personas. Los judíos ya tienen demasiados problemas en tratar de controlar y entender su propia moral dentro de la tradición y no tienen porque asumir el deber de algún modo de transformar al todo el mundo. Las acciones mesiánicas de todos nosotros, es decir judíos, cristianos, musulmanes, ateos, todos nosotros tal vez traiga algún día este sueño que todos tenemos de un mundo mejor. Pero no es solo la responsabilidad de los judíos, dicen los rabinos reformistas en la actualidad, de asumir la moral de toda la civilización occidental. Así que incluso la idea de la “misión de Israel” que era para Geiger lo que hacía del judaísmo algo único o particular también ha cambiado en el reformismo en los últimos 200 años desde su aparición.

Debo concluir diciendo que en lo personal creo que el Judaísmo Liberal, Progresivo o Reformista hoy aun se encuentra y tal vez siempre se encuentre en un período de transición en muchos aspectos. Consonante con su propio nombre.

 

 

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