Mientras termino de preparar la próxima publicación sobre Maimonides quería compartir con ustedes dos lecciones muy interesantes que Maimonides nos enseñó y que son muy importantes para nuestros días. La primera lección que aprendemos surge de su obra filosófica. Maimonides decidió escribir “La Guía de los Perplejos”, su obra filosófica más importante, en árabe y no en hebreo. Claramente lo que él buscaba es que este texto sea leído por judíos y por no judíos también. Por lo tanto vemos que Maimonides creía que el judaísmo debía ser compartido en forma abierta con todo el mundo.
Maimonides sabía que el desafío del judaísmo es traerlo al mundo y no separarlo del mismo. Maimonides nos enseñó que si los judíos tenemos algo importante que decir deberíamos estar gritándolo desde los balcones o los techos de las casas en lugar de andar susurrándolo los unos a los otros. Si la única gente con la que uno habla son judíos, si lo único que uno estudia y sabe es sobre judaísmo entonces ¿qué tipo de mensaje puede uno compartir con las demás naciones y pueblos? Si la única gente con la que uno vive y se relaciona son judíos ¿cómo se supone que uno va a ser una or lagoim (es decir una luz para las naciones o pueblos)? Y por eso Maimonides (al igual que Saadia Gaón y cientos de rabinos medievales más) se pasaba horas enteras leyendo filosofía griega para entender cómo pensaban quienes no seguían la tradición judía. Pero lo que es más importante es destacar que lo que leía inevitablemente le hacía reflexionar sobre su propia tradición judía. Es decir que cuando Maimonides leía Aristóteles no es que simplemente pasaba los ojos sobre lo escrito y lo olvidaba para siempre sino por el contrario: Maimonides incorporaba ciertos ideales que no pertenecían a la tradición judía y luego dichos ideales influenciaban inevitablemente la forma en la que el leía los textos judíos.
Y justamente por eso lo segundo que aprendemos de Maimonides y que se relaciona con lo que acabamos de mencionar es que Maimonides sabía que uno no conoce de judaísmo si judaísmo es lo único que uno conoce. Del mismo modo que nosotros hablamos la lengua de la tierra en la que nacemos también absorbemos sus ideas y algunas de ellas están en consonancia con nuestra tradición y otras no. Y este es el motivo por el cual Maimonides -uno de los más grandes filósofos de la historia judía- cita una y otra vez en su libro filosófico “La Guía de los Perplejos” a un hombre que el llama El filósofo y esa persona es Aristóteles. Aristóteles no era un judío, entonces ¿por qué esta Maimonides citándolo una y otra vez? Y la respuesta es que Maimonides sabía que Aristóteles también tenía cosas importantes para enseñarnos. En lo personal me resulta muy triste leer y escuchar a muchos de los rabinos de la actualidad y en especial a los Rabinos Ortodoxos y jasídicos quienes jamas citan a un pensador o filósofo que no sea judío. Y esto es una perdida y no una ganancia. Porque tal vez esto los sorprenda pero los judíos somos un poco más de 13 millones en un planeta que tiene más de 6 billones de habitantes. Y es importante reconocer que el resto del planeta también tiene algo interesante para decir acerca del mundo. Y si uno cierra sus oídos no solo que no aumenta su fe y su santidad sino que de hecho disminuye su conocimiento y su sabiduría. Y en consecuencia no es verdad que los extremistas en la historia son siempre los más auténticos.
Si uno no sabe nada de la historia en general resulta muy difícil comprender la historia judía en particular que no sucede aislada del mundo o en otro planeta. Y este es el motivo por el cual Maimonides era un médico y sabía de ciencia, matemática y filosofía además de judaísmo.
En la modernidad y especialmente en los últimos años ha surgido una tendencia novedosa entre algunos grupos judíos que deciden por voluntad propia aislarse de las culturas circundantes (al estilo de los Amish http://es.wikipedia.org/wiki/Amish) y no solo utilizar prendas de vestir particulares de un período histórico y de una geografía determinada sino sostener los ideales de dicha locación y dicho período como constituyentes de la forma de vida que hay que llevar también en otra geografía y en otro tiempo completamente distinto. Incluso estos grupos creen que la manera correcta de educar y formar a las nuevas generaciones de judíos es haciendo que sólo lean y estudien textos sobre judaísmo escritos por judíos que comparten los mismos ideales que ellos. Simultáneamente estos grupos sugieren a las nuevas generaciones no dedicarse a estudiar otros autores (en especial si no son judíos) o evitar ir a una Universidad para adquirir otros estudios además de los talmúdicos.
No hay que ser crítico de esta decisión. Cada uno tiene la libertad de elegir vivir la vida como quiera vivirla. No es para nada un problema para mi que un hermano judío elija vestirse como lo hacían algunos judíos hace 200 años en Polonia o Lituania. Ni siquiera me molestaría que un judío quiera ser fiel a una tradición incluso más antigua que esa y use un turbante como hacía el propio Maimonides en el medievo o que de hecho decida usar una remera y un jean. Tampoco me molesta que un judío decida leer solo autores judíos o crea que un libro escrito hace 700 años posee más sabiduría que uno escrito hoy.
El problema en realidad comienza cuando yo me visto de una manera y pretendo que el otro también se vista como yo. O para ser más precisos el problema realmente comienza cuando yo pienso de una manera y necesito que el otro piense del mismo modo que yo lo hago.
Para concluir creo que la verdadera lección de Maimonides es que debemos vivir el judaísmo en el tiempo que nos toca vivir y no el judaísmo de otro tiempo distinto al propio. ¿Acaso deberíamos vivir la modernidad judía como si fuéramos judíos medievales? La famosa ilusión del viaje en el tiempo es en realidad un gran problema. Solo imaginen que ocurriría si Maimonides se despertara hoy y fuera a una clase de filosofía en la Universidad: probablemente no entendería nada más allá de aquello que alcanzo a leer hasta el año 1204. ¿Creen ustedes que Maimonides no se actualizaría con lo escrito desde 1204 hasta 2012?
Recuerdo siempre a un profesor muy querido del Conservatorio de Música que me decía que el problema actual es que la mayoría de la gente no vive la música de su tiempo sino la música del tiempo de Bach, Mozart o Chopin.
Maimonides nos enseña que el verdadero judaísmo es el que debe vivirse de acuerdo al espíritu del tiempo que a uno le toca vivir. Si Maimonides hubiese conocido la obra de Kant, Hegel, Nietzsche, Wittgenstein o incluso Heidegger seguramente los hubiera leído para comprender más acerca de su propia tradición.
Probablemente Maimonides sentiría que tomar la decisión de nunca leer otros autores que no son judíos sería ir en contra de la propia tradición judía.