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Judíos & Judaísmo

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Moises Maimonides y su filosofía – PARTE 1

02/11/2012 por Diego Edelberg 3 comentarios

 

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Con esta publicación llegamos al punto más elevado de la cultura judía en el mundo medieval islámico y eso nos lleva a uno de los judíos más importantes de la historia. Me refiero al famoso Moises Maimonides quien nació en 1135 y murió en 1204.

Entre los judíos Maimonides es conocido con el acrónimo de Rambam, eso es Rab Moshé ben Maimón y justamente una manera de saber si uno se ha consagrado en la historia judía es cuando uno logra tener su acrónimo, como es el caso de Maimonides.

Maimonides vivió durante el siglo XII y fue realmente una figura extraordinaria. Un hombre que no solo sabía de judaísmo sino de ciencia, medicina y filosofía. Maimonides fue definitivamente el médico, rabino y teólogo judío más célebre de la Edad Media y tuvo una enorme importancia como filósofo en el pensamiento medieval general.

Dedicarle solo una publicación en el contexto de nuestra serie sobre el Judaísmo Medieval es un injusticia y por lo tanto vamos dividir los temas que quiero presentarles en dos partes.

En la primera parte, es decir en esta publicación exploraremos un poco su pensamiento para entender quién era y cual fue su contribución a la historia judía.

Pero para que realmente podamos entender mejor quién era quiero presentarlo, en la próxima publicación, en el contexto de un maravilloso debate entre él y Yehuda Halevi -de quien hablamos en nuestra publicación anterior- para demostrarles que tenemos con estos dos judíos dos polaridades que expresan en su dialéctica algo de la esencia de esta fascinante cultura judía medieval en España bajo dominación islámica. Hablamos de una cultura que pudo influenciar de manera totalmente diferente a estos dos judíos que fueron el producto de esta misma cultura y lugar y sin embargo comprendieron lo que el judaísmo era de forma totalmente diferente.

 

La vida y obra de Maimonides refleja claramente los puntos más altos y más bajos de la relación entre judíos y musulmanes en la Edad Media. Maimonides nació en Cordoba, España, pero justo antes de su Bar Mitzva a los 13 años escapa de España debido a las persecuciones de las tribus bárbaras que mencionamos en publicaciones previas conocidas como “almohades”. Primero va hacia el Norte de Africa y finalmente se asienta en Egipto donde se convierte en el Médico principal del Visir (el primer ministro de Egipto) y posteriormente de la familia real. Gracias esto Maimonides se convierte en el judío más famoso de su generación dentro del ambiente egipcio.

Maimonides en su tiempo se gana la vida trabajando de médico y al igual que Hasdai ibn Shaprut (a quien mencionamos en publicaciones previas) vemos que la Medicina era tal vez la forma más elevada para establecerse no solo financieramente sino social, política y culturalmente como judío en el mundo medieval. El ejemplo de médicos judíos adquiriendo riqueza y prestigio se repite una y otra vez a lo largo de la historia judía incluso hasta la modernidad y como mencionamos también en publicaciones previas lo más común en la historia medieval judía es encontrar que los más grandes eruditos judíos eran en su mayoría médicos además de ser también rabinos, filósofos y poetas.

 

Lo que es fascinante de Maimonides es que ademas de realizar una espectacular carrera como médico fue también un escritor extraordinariamente prolífico.Y prolífico ni siquiera alcanza para describir la erudición de este hombre. Primero a los 20 años escribe un comentario sobre la Mishna (recuerden que la Mishna es el texto fundacional del judaísmo rabínico y la ley oral judía que explicamos en la segunda publicación sobre el Judaísmo Medieval). Luego de este comentario a la Misha Maimonides decide escribir su propio código de Ley Judía: un resumen de todas las discusiones talmúdicas organizadas por categorías y temas. Este código que el escribe lo titula Mishne Tora. Debemos ser cuidadosos de no confundir títulos y los nombres. El código de Maimonides se llama Mishne Tora pero no es ni la Tora ni la Mishna ya que estos son dos otros libros diferentes que ya hemos definido. Luego de ser escrito, el Mishne Tora (el Código de Leyes Judíasde Maimonides) gana una aceptación pública en forma precoz y se convierte rápidamente en uno de los textos fundacionales de la codificación de la Ley Judía, en especial para aquellos judíos sefaradies viviendo en España bajo la órbita islámica. Para ellos este texto se convertirá en pocas generaciones en el resumen principal de la Ley Judía. Y es bueno recordar que les comenté en la segunda publicación que a medida que avanzamos en la Edad Media vemos lentamente que los judíos comienzan a “cansarse” (por decirlo de alguna manera) de todas las discusiones rabínicas del Talmud y querrán ir directamente a Ley. Con esto no quiero sugerir que los judíos en la Edad Media no quieren estudiar más Talmud, pero si quiero sugerir que es llamativo el auge que tiene este tipo de literatura legalista en la Edad Media. Estos códigos legales que van surgiendo en la Edad Media lo que hacen en esencia es quitar del medio todas las discusiones, interpretaciones, midrashim e historias rabínicas para ir directo a la ley.

Parecería que los judíos en determinado momento de la Edad Media simplemente querrán saben cuál es la Ley, qué deben decir y qué deben hacer puesto que ya no quieren lidiar más con todas estas discusiones y verborragias rabínicas. Este es el motivo por el cual vemos un incremento importante en este tipo de literatura legal que se expande aún más, luego de la invención de la imprenta en la Modernidad Temprana.

 

Siguiendo este hilo de pensamiento sobre los códigos legales, muchos creen que Maimonides escribió el Mishne Tora, este compendio de Ley judía, porque quería justamente que la gente pudiera rápidamente dominar las sutilezas de las argumentaciones talmúdicas y así saber qué debían hacer como judíos y no perder el tiempo tratando de descifrar toda la Biblia y el Talmud. Pero lo más interesante es que los que sostienen esta teoría dicen que el objetivo final no era simplemente que todos pudieran cumplir con el judaísmo sino en realidad poder atravesar los principios de la Biblia y el Talmud para dedicarse plenamente al saber más elevado que para Maimonides era la filosofía.

Realmente no podemos saber si esto era del todo así ya que Maimonides nunca lo puso así por escrito. Pero lo que si está claro es que su otra gran obra que siguió al Mishne Tora nos demuestra la importancia que la filosofía tenía para él. Esta segunda obra se convirtió en un clásico de la filosofía judía y la filosofía medieval general. Este texto que estoy mencionando es conocida en hebreo como Moreh Nevujim y en español lleva el título envidiable de “La Guía de los Perplejos”. La Guía de los Perplejos tuvo un impacto transcendental en la historia no solo judía sino mundial ya que fue escrita originalmente en árabe, traducida luego al latín y luego a otras lenguas más. Incluso llego a influenciar a Santo Tomás de Aquino, al pensamiento escolástico cristiano y el pensamiento islámico medieval.

Y con esto tenemos un ejemplo maravilloso para poder apreciar cómo la filosofía medieval, como género literario, es incluso un género universal en el cual los mismos problemas, interrogantes, desafíos y soluciones que se ofrecen pueden encontrarse por igual en las tres tradiciones monoteístas. Es decir que un texto como La Guía de los Perplejos puede haber sido escrito por un judío pero es luego leído por ejemplo por alguien como Tomás de Aquino y aplicado dentro del pensamiento escolástico cristiano.

 

En la Modernidad vemos que el pensamiento de Maimonides es tan amplio que ha sido estudiado tanto como un referente de la Ley Judía como de la Filosofía judía. Y este dominio sobre ambos mundos (el halájico o legalista por un lado y el filosófico por otro lado) nos enfrenta con la pregunta más compleja sobre este gran hombre: ¿Cómo puede ser que Maimonides sea el mismo autor del Mishne Tora y “La guía de los perplejos”? Es decir, ¿cómo puede ser que sea el mismo hombre el que escribe un libro tan riguroso y conservador sobre la Ley Judía (como es el MIshne Tora) seguido por otro libro tremendamente atrevido y controversial como es “La guía de los perplejos” en el que compara la tradición judía con la tradición aristotélica intentando encontrar puntos en común entre ambas? Para que se den una idea de lo que estamos hablando solo piensen que La Guía de los Perplejos fue prohibida e incluso quemada por ciertos grupos judíos al poco tiempo de ser escrita.

 

Hace varios años Leo Strauss (un famoso académico que nació en Alemania y debido a la ocupación Nazi emigró a Estados Unidos donde enseñó y vivió allí hasta su muerte en 1973) escribió en forma provocativa que había en realidad dos Moises Maimonides (es decir no dos personas diferentes que firmaban como un mismo autor sino una sola persona que tenía dos facetas o dos personalidades distintas). Leo Strauss nos habla de un Maimonides que se presentaba dentro de la comunidad judía de una manera pero hacia el afuera de otra manera distinta. Es decir que para Strauss había un Maimonides que era el codificar de la Ley Judía revelada literalmente por Dios a Moises en la Tora por un lado, mientras que el mismo Maimonides usaba esta aproximación judía tradicional para protegerse de su verdadera esencia que era ser un filósofo subversivo.

Strauss terminó así argumentando que para leer a Maimonides correctamente uno debía leerlo en forma esotérica. Esto significaba que cuando uno leía a Maimonides uno siempre tenía que ser consciente que bajo los principios normativos y legales de la Ley judía que el estaba articulando había en realidad oculto un filósofo subversivo cuyo verdadero interés eran las verdades de la filosofía. Leído correctamente, lo que uno estaba viendo bajo su Mishne Tora -su riguroso código de Ley Judía- era en realidad una capa que cubría la Verdad que estaba para él en la filosofía.

El ensayo tremendamente provocativo de Strauss llevaba el titulo “cómo leer la Guia de los Perplejos” y en pocas palabras declaraba que leyendo en forma profunda, tratando de entender qué es lo que realmente estaba Maimonides tratando de comunicar, se notaba que había un mensaje que quienes no conocen de filosofía griega no podrán nunca entender. Y por lo tanto la verdad del judaísmo de Maimonides se expresa en términos “elitistas” y la grandeza de Maimonides era haber escrito un texto que simultáneamente le hablaba a dos audiencias distintas: por un lado los filósofos o los seres altamente racionales que pueden captar la verdad que Maimonides cree y que no es accesible para aquellos que no saben de filosofía; y por otro lado al judío tradicional que lee en el texto y a simple vista encuentra un encuadre netamente dogmático y tradicional que le dice qué hacer y qué no hacer para actuar como judío. Strauss argumentó que había una lectura para el público general que mostraba esa verdad que ellos necesitaban creer pero la verdadera lectura y comprensión sobre qué era lo que Maimonides quería expresar se abría para aquellos otros que podían leerlo correctamente y eso era teniendo conocimientos de filosofía. En este sentido Strauss argumentó que el Maimonides legalista que escribe un Código riguroso y detallado sobre la ley judía como es el Mishne Tora, esta en realidad llevando acabo una estrategia que le permita decir la verdad en la Guia de los Perplejos pero anteponiendo un Código de Ley que lo protege de aquellos que creen que en realidad es un filósofo subversivo. Finalmente para Strauss el verdadero Maimonides, aquel que se despliega para quienes pueden realmente comprenderlo, es el que cree que la verdad es la filosofía aristotélica mientras que las mitzvot o preceptos judíos y la practica del judaísmo en general, simplemente están ahí para protegerse de lo que uno verdaderamente cree.

 

Estas teorías de Leo Strauss han sido desafiadas por muchos autores. Entre ellos uno de los rabinos y académicos más grandes del siglo XX llamado Iztjak Twersky (o Isadore Twersky) quien fue un rabino Ortodoxo descendiente de una dinastía jasídica y al mismo tiempo trabajó gran parte de su vida como profesor en la Universidad de Hardvard. Twersky escribió, entre tantas otras obras, una larguísima introducción al Código de Ley judía escrito por Maimonides (el Mishne Tora) en la cual Twersky articula su propia posición frente a la herencia de Maimonides.

Otro que ha respondido en forma interesante a Strauss es David Hartmann y en ambos casos, el de Twersky y Hartmann la opinión es que en esencia hay un solo Maimonides. Incluso estos autores que le contestaron a Strauss declaran que si uno lee atentamente el Código de Ley junto con la Guia de los Perplejos uno llega a las mismas ideas.

Esto es así ya que el Código de Ley Judía de Maimonides comienza con una introducción muy interesante llamada “Sefer Hamada” que es en esencia una introducción filosófica con respecto a la Ley Judía en la que Maimonides expone cuales son los principios que deben ser articulados y comprendidos para luego intentar preguntarse por la Ley Judía. Twersky incluso argumenta que no solo en la introducción sino a través de todo el Mishne Tora hay asunciones filosóficas que pueden extraerse de este texto que supuestamente es “netamente halájico y poco místico”. Y en conclusión y en oposición a Strauss estos otros judíos argumentan que lo que uno encuentra en un libro también lo encuentra en el otro y no hay ningún filósofo subversivo sino que lo que realmente estaba haciendo Maimonides era reconciliar en una forma increíblemente sofisticada esta unión entre la tradición judía por un lado y la tradición racional medieval heredada de los griegos por otro lado. Dicho de otro forma Maimonides estaba intentando conciliar la fe y la razón.

Y esta última postura parece ser hoy la aceptada por la gran mayoría de judíos y académicos y eso es que en esencia hay un solo Maimonides. Pero al igual que todo lo que forma parte de la historia estas ideas siguen sujetas a investigación y justamente el academicismo y las lecturas particulares de Maimonides son un ejemplo maravilloso para demostrar cómo la gente tiende a interpretar y entender a Maimonides de acuerdo al modo que ven al mundo, el judaísmo y los presupuestos o los esquemas de referencia particulares que cada uno trae y entiende al leer el texto escrito. Realmente estas posturas que se asumen antes de leer el texto se sienten en la manera en la que la mayoría de la gente lee estos textos y por lo tanto el tema aún sigue en discusión sobre qué quiere decirnos realmente Maimonides. Y aunque muchos le han contestado a Leo Strauss su articulo aún sigue dando vueltas por la cabeza de muchos judíos.

 

 

 

Lo que quiero hacer para explicarles a Maimonides es presentarles su posición ante el judaísmo, la razón, la filosofía y la tradición judía en esta publicación y compararlo en la próxima publicación con la posición de Yehuda Halevi frente a estos mismos temas. Recuerden que hablamos de Halevi en nuestra publicación anterior.

Para hacer esto voy a usar tres ejemplos: uno tomado del Mishne Tora, es decir el Código de Ley Judía y otros dos de la Guia de los Perplejos. En la próxima publicación voy a leerles y analizar otros dos textos sobre un mismo tema escritos uno por Halevi y otro por Maimonides. Las posición completamente distinta entre estos dos pensadores escribiendo sobre un mismo tema nos permitirá entender claramente el contraste entre ellos aún siendo ambos hijos de un mismo período y lugar histórico en el desarrollo de la historia judía.

 

Comencemos entonces con el primer ejemplo tomado del Código de Ley Judía, el Mishne Tora y de la introducción de este libro conocida como Sefer Hamada (El libro del conocimiento). De esta introducción quiero enfocarme en una sección titulada Hiljot Talmud Tora (literalmente “Las Leyes para el estudio de la Tora).

El texto que voy a leerles es del Capitulo 1 Halajá 11. Este es el texto que Twersky -como ya mencionamos, uno de los más prominente rabinos Ortodoxos del siglo XX- hizo famoso demostrando claramente cual es la agenda y los objetivos de Maimonides.

El texto de Maimonides es en esta oportunidad una re-lectura de un texto Talmúdico escrito por los primeros rabinos siglos antes que él. El texto original Talmúdico dice que una persona está obligada a dividir su tiempo de estudio en tres partes: «un tercio se debe dedicar a la ley escrita, otro tercio a la Mishná y el tercer tercio a la Guemara» (fuente: Kidushin 30a). Ya definimos estos textos en nuestra segunda publicación pero básicamente lo que esta cita del Talmud nos esta indicando es que debemos dedicarnos a leer (a) la Tora Escrita, (b) la Mishna (que es el texto fundacional de la Ley Oral Judía) y (c) luego la explicación o derivación que los Rabinos hacen de la Mishna y que llamamos Guemara. En otras palabras la tradición hasta Maimonides nos decía: (1ero) Tora Escrita (o lo que llamamos Biblia Hebrea), (2do) Mishna (que es el texto que contiene la Ley Oral puesta por escrito) y (3ero) la Guemara (la expansión y elucubración de la Mishna o Ley Oral). Tora, Mishná, Guemara.

 

Pero quiero que noten como Maimonides toma este mismo texto que todos los judíos conocemos y lo re-interpreta de una manera distinta.

Maimonides en el Capitulo 1 Halajá 11 de su Mishne Tora escribe:

 

Una persona está obligada a dividir su tiempo de estudio en tres: un tercio se debe dedicar a la Ley Escrita; otro tercio a la Ley Oral; y el tercio restante para la comprensión y la conceptualización de la última derivación de un concepto desde sus raíces; infiriendo un concepto con respecto a otros conceptos comparándolos; entendiendo la Tora basándose en los principios de la exégesis bíblica hasta que uno aprecia la esencia de estos principios y cómo las prohibiciones y las demás decisiones que se recibieron de acuerdo a la tradición oral se pueden derivar para ser usados. Esto último se llama Talmud.

 

Observen lo que Maimonides ha hecho aquí. En la interpretación tradicional tenemos Tora o Biblia Hebrea, Mishna y Guemara. Pero Maimonides modifica esta interpretación y nos dice Ley Escrita, es decir la Tora o la Biblia Hebrea; luego Ley Oral (es decir que ha unido Misha y la Guemara en un solo paquete) y finalmente introduce esta nueva categoría que les leí sobre todas las comparaciones e inferencias que hay que hacer del texto y que el llama a todo eso “Talmud”. Maimonides también utiliza otra palabra para referirse a toda esta comprensión y conceptualización y la llama PaRDeS. PaRDeS es una palabra hebrea que se utiliza en el judaísmo para designar el estudio esotérico o místico, aquello considerado la capa más profunda que uno puede alcanzar de la interpretación de la literatura de textos judíos.

Lo que Twersky nos sugiere es que Maimonides realmente esta diciéndonos que el nivel más elevado que podemos alcanzar es llegar a la capa que permite la comprensión filosófica de los textos judíos. En otras palabras, según Twersky Maimonides esta diciéndonos que no debemos leer estos textos en forma simple, básica o para memorizarlos.  No alcanza con poder recitarlos de memoria o citarlos. No alcanza con repetir de memoria pasajes de la Biblia o la literatura rabínica sino que hay que realmente comprenderlos. Y para llegar a la esencia y la verdad de los mismos uno debe saber de filosofía para así entender su estructura intelectual. Para Maimonides, según Twersky, de eso se trata realmente el estudio judío y rabínico. El tercer nivel de aprendizaje judío luego de la Ley Escrita y la Ley Oral (y que es de hecho el más elevado que uno puede alcanzar) es aquel que está dado por la capacidad de realizar una exposición filosófica del texto que uno esta leyendo.

¿Por qué está Maimonides escribiendo y sugiriéndonos todo esto? Según Twersky Maimonides hace esto para dejarnos en claro que el nivel más elevado que uno puede alcanzar como judío es convertirse en un filósofo judío. Convertirse en un racionalista. Y el estudio más profundo que uno puede hacer, la lectura más veraz que uno puede alcanzar esta dada por las herramientas filosóficas que uno posee. Si esta interpretación de Twersky es correcta, entonces ya tenemos presentados los objetivos filosóficos de Maimonides en su Mishne Tora (que es su obra como legalista) anterior a presentarlos en La Guía de los Perplejos (que es en esencia su obra filosófica). En otras palabras, ese “filósofo subversivo” ya se presenta así mismo en un Código rígido de Ley y no en una obra filosófica.

 

El segundo texto no voy a leerlo sino que voy a contárselos.

Este texto de Maimonides es muy famoso dentro de la literatura judía y es conocido como “La Metáfora del Palacio”. La metáfora del Palacio aparece en el tercer libro de la Guía de los Perplejos en el capitulo 51. Nuevamente no voy a ser literal sino que voy a explicarles la metáfora con mis propias palabras.

Según la metáfora de Maimonides existe un Rey sentado en la habitación principal de un Palacio. Dentro de ese Palacio hay diferentes habitaciones que se encuentran cercanas a la habitación principal. Luego fuera del Palacio hay algunas casas cercanas al palacio. Luego hay un valle y en el fondo hay montañas mas alejadas con casas aún más alejadas  del palacio.

Maimonides va situado diferentes tipos de personas a lo largo de todo el paisaje que hemos descripto. Hay  quienes viven en las montañas y están muy lejos del Palacio, otros viven más cerca del Palacio y hay quienes viven dentro del Palacio en algunas de las habitaciones. Pero muy pocos llegan a la habitación principal y logran conocer cara a cara al Rey.

 

Maimonides es bastante explícito al explicar de que se trata su metáfora. El Rey es por supuesto Dios y las personas que están más o menos alejadas de Dios son de hecho distintos tipos de personas que existen en el mundo. En otras palabras la metáfora intenta explicar cómo los seres humanos pueden aproximarse a Dios y “alcanzarlo” en la forma más verdadera posible.

 

Debo aclararles que si bien Maimonides es un gran pensador también hay que ser sinceros que es bastante elitista en el sentido que para él hay gente que es racionalmente más inferior que otra y esa gente inferior tiene menos herramientas para conectarse con Dios que aquellos intelectuales como él. O para decirlo de otro modo para Maimonides claramente existe gente que es más inteligente y superior que otra gente que es estúpida e inferior. No quiero minimizar algo que está expuesto así por él mismo al leer sus textos. De alguna manera lo que siento cuando uno leo a Maimonides es que el cree que siempre tiene la razón en lo que dice y el que no está de acuerdo con él no solo que está siempre equivocado sino que además es un estúpido. En su grandeza Maimonides de todos modos no ahorra en denigrar a aquellos que no están de acuerdo con él.

 

En este sentido Maimonides claramente explica que la gente que se encuentra lejos del Palacio del Rey en la metáfora es la gente que ni siquiera cree en Dios. Gente que no tiene religión ni tampoco puede especular sobre Dios y ni siquiera ha recibido alguna tradición. Según Maimonides estas personas son seres irracionales que se encuentran por debajo del ser humano normal pero un poco por encima del mono. Les anticipe, Maimonides es bastante duro de tragar para algunas personas.

Después Maimonides describe a aquellos que tienen alguna religión pero esa religión está equivocada y por lo tanto para él estas personas son incluso peores que la primera categoría porque hasta pueden confundir a otros. (Por favor recordemos que Maimonides no es un hombre de la modernidad y por eso se nos impone leerlo en el contexto propio del hombre medieval. En dicho contexto medieval no es muy común el argumento que escuchamos hoy a menudo que dice algo así como “yo practico mi religión y no me importa si otros no creen que es verdad y para mi lo es”. Sino que en el contexto que estamos analizando nosotros aquí, para el hombre medieval o para Maimonides particularmente, lo que él cree es la única verdad y por lo tanto lo demás tiene que si o si ser falso. A diferencia del hombre medieval, el hombre moderno ha logrado transcender este tipo de ideal que hoy casi nos resulta mediocre. Hoy no necesitamos negar la verdad o religión del otro para conformar, practicar y creen en la propia. Hoy uno puede y debe seguir su propia religión sin la necesidad de exterminar o demostrar la falsedad de la religión del prójimo).

 

Pero lo más interesante de la metáfora del Palacio es las personas que Maimonides describe a continuación: los que se encuentran más cerca del palacio son los judíos normales, es decir aquellos que observan los mandamientos o mitzvot del judaísmo, son éticos, son buenas personas, no son inmorales, etc.

Pero después están aquellos que viven dentro del palacio en alguna de las habitaciones y son quienes estudian Talmud todo el día y son judíos extremadamente devotos pero así todo no llegan al cuarto principal del Rey. ¿Quién es el que consigue entrar al cuarto del Rey? Obviamente el filósofo que puede hacer especulaciones racionales y justificar a través de procesos lógicos la verdad que cree. O para decir esto mismo en forma explícita, alguien que sea como Maimonides.

La metáfora del Palacio nos muestra que para Maimonides existe una clara jerarquía en el mundo religioso y esa jerarquía esta establecida de acuerdo a la capacidad racional que uno posee. En definitiva solo siendo un filósofo judío uno alcanza la verdad mas elevada derivando su creencia a través de procesos lógicos y especulativos (ambas tareas propias del pensamiento filosófico) y no simplemente por tener fe y creer que es el judaísmo es verdad. Acá vemos como Maimonides continúa los pasos de Saadia que explicamos en las publicaciones previas en la cual uno debe ser un racionalista para ser un buen judío. De hecho para Maimonides decir que uno cree en el judaísmo sin poder explicar racionalmente su creencia no lo provee a uno de la capacidad necesaria para alcanzar la habitación en la que se encuentra Dios dentro de la metáfora del Palacio. Y al igual que Saadia había declarado en su libro filosófico no alcanza con la fe, uno debe poder racionalmente explicar la verdad que cree.

Solo una persona que tiene la capacidad intelectual necesaria, solo aquel que puede explicar absolutamente todo en forma racional -es decir un filósofo-, alguien como Maimonides mismo, puede finalmente entrar a la habitación del Rey y “alcanzar” (por así decir) al mismísimo Dios.

 

El tercer texto que quiero compartir con ustedes es también complicado pero voy presentarlo de todos modos porque nos permite entender claramente la diferencia entre Maimonides como filósofo y Saadia Gaon como filosofo.

El texto de este ejemplo pueden encontrarlo en el segundo libro de La Guia de los Perplejos capitulo 27 y este texto es un excelente ejemplo para entender sobre qué trata básicamente la filosofía medieval.

El texto lidia con el tema de la Creación. Como ustedes saben tanto en el judaísmo como el cristianismo y el islam hay una creencia muy profunda sobre la Creación del mundo. La manera en que estas tres religiones monoteístas entienden la Creación se denomina en latín como creatio ex nihilo o en hebreo lo definimos como iesh meain, es decir algo de la nada. Lo que esto significa es que cuando Dios creo el mundo lo creo de la nada. Como ustedes saben nadie “crea” literalmente nada sino que todos manipulamos algo que existe. Para poner un ejemplo muy básico, el carpintero que hace una mesa utiliza madera que ya existe en el mundo y no crea el mismo la madera sino que utiliza material preexistente, en este caso madera extraída de un árbol por ejemplo. Y de hecho si uno se fija en los textos de Aristóteles uno descubre que para la tradición griega hay una especie de materia preexistente en el mundo a través de la cual el equivalente de Dios en la filosofía griega (definido como Primer Motor inmóvil por Aristóteles mismo) crea el mundo. En otras palabras es ilógico pensar que si uno crea algo lo crea de la nada. La nada produce nada. Uno necesita de algo para producir algo. Así que pueden ver que estoy describiendo un verdadero problema del pensamiento racional filosófico. El judaísmo, el cristianismo y el islam argumentan que la Creación viene de la nada mientras que el pensamiento filosófico y científico dicen que eso no tiene sentido y que tiene que venir desde algo.

Pero la pregunta acá es ¿por qué es tan importante para las religiones argumentar que Dios crea de la nada? Y la respuesta es que si Dios esta creando de materia preexistente eso significa que Dios está limitado por algo que ya existe. Si fuera así Dios solo podría crear usando lo que existe. Pero el problema con este planteo es que la idea tradicional que tenemos de Dios en las tres religiones monoteístas es que Dios es ilimitado y todopoderoso y solo Dios pueda crear de la nada mientras que todo el resto de la Creación manipula lo preexistente.

 

Este es el problema que tenemos con la Creación y es en efecto uno de los debates principales que tenemos en gran parte de la filosofía medieval. Muchos filósofos medievales se enfrentaron de maneras distintas con este problema.

La solución de Maimonides a este problema representa realmente la culminación del pensamiento Medieval Filosófico que se inicia con Saadia y creo que este ejemplo además nos permitirá entender porque Maimonides es un filósofo mucho mas sofisticado que Saadia a quien definimos como un filósofo dogmático en nuestra publicación sobre su filosofía. Si recuerdan el problema con la filosofía de Saadia es que el definía de antemano la verdad que creía en lugar de seriamente intentar proveerse de una alternativa seria y que sea justa u honesta al problema.

 

Pero Maimonides para resolver este problema vuelve a darnos otra metáfora. En esta oportunidad nos pide que imaginemos un niño que nació y fue abandonado en una isla. El niño crece solo en la isla sin la compañía de nadie hasta que un buen día finalmente se encuentra con otro ser humano. Comienzan a discutir sobre el mundo hasta que el hombre abandonado en la isla le pregunta al otro “¿cómo es que llegue al mundo?”. La otra persona le da la explicación más común y corriente que todos conocemos: le dice que tenía padres quienes a través de una relación sexual lo concibieron a él y él se gesto en el vientre de su madre, etc. Al escuchar esta respuesta el hombre abandonado en la isla le dice que lo que le están diciendo es imposible, es totalmente ilógico, ¿cómo pudo haber respirado y vivido dentro de la panza de una mujer? Para este hombre que creció solo, sin haber visto nunca una mujer embarazada, lo que esta otra persona le está diciendo es imposible de comprender. Si debe guiarse por sus propias experiencias de lo que considera real o posible toda la idea de cómo vino al mundo descripta por esta otra persona resulta un absurdo.

 

Usando esta metáfora Maimonides no va a demostrarnos que la Creación viene de la nada (aún cuando el cree que realmente viene de la nada ya que sigue la creencia tradicional judía) sino que va a presentarnos su respuesta a través de lo que no podemos concluir racionalmente, es decir a partir de lo que nunca podremos entender debido a nuestras experiencias finitas. En otras palabras, teniendo en cuenta nuestra experiencia finita como humanos imperfectos no podemos ni podremos nunca saber qué pasó en el momento de la Creación. La filosofía no puede ofrecernos una respuesta que racionalmente satisfaga este planteo ya que hay un límite para lo que la racionalidad puede servirnos. Y como la filosofía tampoco puede darnos una respuesta final ni absoluta entonces así uno puede decidir libremente qué creer y aceptar la Creación según la visión tradicional judía puesto que la filosófica no es mas verdadera o lógica.

En síntesis Maimonides no consigue probar que Dios crea de la nada pero si consigue demostrar que por otro lado la racionalidad de la filosofía tampoco puede ofrecer una respuesta final a este dilema.

Aceptando que existe un límite real para la especulación racional filosófica que podemos hacer como seres humanos limitados e imperfectos, estamos capacitados según Maimonides, para conciliar religión y filosofía ya que ninguna de las dos puede darnos respuestas absolutas ni finales que demuestran que los argumentos de una son verdaderos mientras que la otra son falsos. De alguna manera nosotros podemos terminar eligiendo la respuesta que queramos porque ninguna de las dos posibilidades, es decir ni la fe religiosa o la razón filosófica, pueden proveernos de la respuesta verdadera.

Noten cuan diferente es esta presentación de Maimonides con respecto al intento de querer demostrar que tal cosa es igual a tal otra y por eso demostramos esto otro, etc. Esta es una aproximación diferente. Es un reconocimiento sincero que hay un punto en que inevitablemente llegamos a un callejón sin salida y ni la filosofía ni la religión pueden darnos respuestas absolutas que dejan en claro que una de ellas es verdadera y la otra es falsa. Y en conclusión la respuesta y solución para Maimonides es que honestamente no podemos resolver estos problemas en forma lógica ni racional. Pero reconocer que no podemos resolver este problema en forma lógica es para él la respuesta al problema. O para decir todo esto en la forma mas simple posible: la respuesta es que no hay respuesta. Y ahora que se que no hay respuesta tengo dos posibilidades: (a) decido creerme la respuesta tradicional judía (que es lo que hace Maimonides) o (b) por otro lado me creo cualquier otra respuesta que me guste puesto que de todos modos no puedo demostrar en forma racional ni lógica que el mundo tiene un Creador.

 

Concluyendo esta primera parte dedicada a Maimonides pudimos ver a través de sus escritos algo esencial de su personalidad:

  1. Maimonides antepone la racionalidad como medio para “alcanzar” a Dios y la verdad. La llegada a Dios no alcanza con la fe que no requiere explicación racional sino que para Maimonides, al igual que vimos con Saadia Gaón, la racionalidad es fundamental para justificar lo que uno cree. Uno debe esforzarse para intentar racionalmente explicar por qué cree lo que cree.
  2. Esta racionalidad que Maimonides aplica al judaísmo esta basada en el método filosófico que tiene como objetivo preguntarse por el “qué” de las cosas  y no sólo por el “por qué” de las cosas. Es decir que para Maimonides las verdaderas preguntas del nivel más elevado que uno puede alcanzar como judío no son solamente “cómo hay que hacer las cosas” ni “por qué hay que hacerlas”. Sino y más difícil de responder aún, la pregunta esencial que lleva al nivel más elevado de comprensión en los textos judíos (permitiendo al lector atravesar diferentes capas o niveles hasta arriba a la Verdad) se logra usando el método filosófico inspirando principalmente en la filosofía aristotélica que Maimonides tanto amaba y que se cuestiona por el “qué” de las cosas.
  3. Justamente aquí aprendemos que para Maimonides, uno debe leer, entender, comparar y utilizar textos escritos también por autores no-judíos siempre que estos le ayuden a uno a expandir su pensamiento. Maimonides nos enseña que el judaísmo cobra vida cuando uno puede conectar y relacionar su propia estructura interna con el mundo circundante haciendo conexiones y correlaciones entre diferentes tradiciones, culturas e ideas. Maimonides por ejemplo toma lo mejor del pensamiento aristotélico y lo usa para tratar de entender el judaísmo en una forma mucho más profunda. Recuerden lo que dijimos al principio: para Maimonides el grado más elevado es el que se alcanza cuando uno puede filosofar sobre el texto judío y no solo leerlo y tragárselo porque la tradición obliga, sino hacer el esfuerzo para entender su esencia y su estructura intelectual. Y eso es lo que Maimonides hizo a lo largo de toda su vida. Maimonides nos enseñó que es parte del judaísmo tomar las nociones que no son propias de la tradición (sino de la cultura que nos rodea, sea cual sea dicha cultura) y relacionarla y utilizarla como un medio para repensar la tradición y darle más vida trayendo nuevas comprensiones. De alguna manera, leer sólo textos escritos por autores judíos o sobre judaísmo sería ir en contra de la tradición judía, para Maimonides.
  4. Y por último antes de concluir debemos agregar que resulta aún más interesante ver que si bien para Maimonides hay una jerarquía en el mundo (en el cual hay gente más racional o inteligente que está más cerca de Dios mientras que hay otros más estúpidos e inferiores que se encuentran más alejados de Dios) la razón de todos modos no puede proveernos de las preguntas más profundas. El ejemplo aquí sería el que analizamos con la “Creación” y la imposibilidad de demostrar cómo el mundo fue creado (vimos que ni los argumentos científicos, ni religiosos, ni filosóficos pueden proveernos de una respuesta que racionalmente tengo sentido y que demuestre la verdad de un argumento y simultáneamente la falsedad de los otros argumentos). En este punto Maimonides parecería contradecirse en su obra al establecer la razón como lo más elevado que uno puede alcanzar y luego declarar que hay un límite para la especulación racional que uno puede hacer como ser humano finito e imperfecto.

 

En nuestra próxima publicación vamos finalmente a explorar los últimos textos para comparar la posición de Maimonides por un lado con la de Yehuda Halevi por otro lado. Y al hacer esto podremos reforzar cómo Halevi y Maimonides (siendo ambos hijos de una misma cultura judía española bajo dominación islámica o de un mismo contexto histórico, por así decirlo) entendieron en forma totalmente diferente la figura de Abraham el patriarca y como extensión de eso el ideal judío. Ustedes mismos podrán ver un contraste tan increíble que les permitirá entender la polaridad entre estos dos judíos medievales y  en muchos judíos hasta el día de hoy. Veremos en la próxima publicación como ambos son los generadores de dos tendencias muy fuertes que realmente definirán los siglos siguientes en la historia judía incluso hasta nuestros días. Uno podría argumentar que todo el pensamiento subsiguiente es de alguna manera un eco de este debate medieval que exploraremos en la próxima publicación donde compararemos a Yehuda Halevi por un lado y Moises Maimonides por otro lado.

 

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Esto es lo que creo

15/10/2011 por Diego Edelberg 5 comentarios

 

Recuerdo de niño la fábula en la que se le preguntaba al ciempiés qué pie movía primero cuando caminaba y la moraleja era que cuanto mas lo pensaba menos podía caminar.

La moraleja de esa fábula me ha acompañado porque de hecho mucho de los que somos y hacemos es tan irreflexivo que simplemente somos. Y no es hasta que alguien nos pregunta cómo hacemos lo que hacemos o quiénes somos que nos damos cuenta que operamos en forma tan inconsciente en este mundo.

Esta es la razón por la cual las preguntas directas tienden a paralizarnos y es el motivo por el cual en algunas entrevistas laborales hacen preguntas indirectas y tan extrañas como “si fueras un árbol ¿qué clase de árbol serías?”. Porque si nos preguntaran en forma directa “¿quién eres?” nos resultaría terriblemente difícil responder.

Pero aún así la pregunta “¿quién eres?” es una pregunta que todos deberíamos periódicamente hacernos como un ejercicio intelectual para afilar nuestra definición sobre nosotros mismos. De hecho deberíamos tener una idea de quiénes somos no solo para presentarlo al mundo sino y mas importante aún para entender de qué modo entendemos el mundo y la gente que nos rodea. Es muy importante asumir que miramos el mundo en forma subjetiva y tratar de entender y aceptar que filtramos lo que experimentamos de acuerdo a nuestros prejuicios, expectativas, pasiones, historias familiares e incluso nuestros propios esquemas de referencia.

La gente me pregunta a menudo: ¿cuál es el verdadero judaísmo?
Y hay tantas maneras de responder esta pregunta que la estrategia que voy a utilizar esta vez es presentarles ciertos elementos que son lo que yo personalmente creo y lo más importante es que ésta no es una definición acerca de aquello que no soy. Lamentablemente muchas veces nos definimos en negativos siendo de hecho ésta nuestra primera definición sobre quienes somos. Cuando somos niños comenzamos a darnos cuenta que no somos aquella otra persona. Cuando vamos a la escuela primaria y secundaria comenzamos a decirnos quiero ser como esa persona pero no quiero ser como esta otra persona.
Pero cuando uno alcanza un cierto nivel de madurez intelectual uno no debería decir más “lo que no soy es ortodoxo, conservador o reformista”. Esta es una imagen muy mala sobre nuestra propia definición. Una definición mas madura es la que exclama “esto es lo que creo”.
Así que aquí van mis creencias del judaísmo.

 

(1) Creo que la sabiduría judía es dinámica

La sabiduría judía no es estática sino dinámica. Sabio es el que se equivoca, aprende cosas nuevas y cambia. Esto nos lo enseña nuestra propia tradición en Yom Kippur, el día del Perdón, donde reconocemos que Todos (absolutamente Todos) nos hemos equivocado de algún modo u otro y pedimos que se acepte nuestra posibilidad de cambiar para aprender cosas nuevas sobre nosotros mismos.

(2) Creo en la historia

Entre el mosaico de creencias en las cuales el judaísmo forma parte de mi ser ninguna es mas importante que la noción que “creo en la historia”. Esto suena como una definición extraña porque todo el mundo cree en la historia. Todo el mundo cree que suceden cosas a lo largo del tiempo que modifican lo que va sucediendo. Esto es un hecho concreto y decir que uno cree en la historia suena hasta absurdo.

Pero a lo que hago referencia aquí es que creo que el judaísmo que el patriarca Abraham practicaba no era exactamente el mismo que Moisés practicaba cuando aún no se había entregado la Tora. El judaísmo que Moisés practicaba tampoco era exactamente el mismo que Rabbi Akiva practicaba luego de la destrucción del Templo cuando los Cohanim (Sacerdotes) se quedaron sin empleo por primera vez en la historia. Aún más, creo que el judaísmo de Rabbi Akiva no era exactamente el mismo que practicaba Maimonides en siglo XII en España y finalmente creo también que el judaísmo que practicaba Maimonides no es exactamente el mismo que practicamos nosotros hoy en la modernidad dónde vimos el nacimiento del movimiento ortodoxo, reformista, conservador, jabad luvabitch, el sionismo, etc.
Pero lo más importante de todo esto es que creo que esta realidad histórica no representa algo malo o peligroso sino por el contrario es algo positivo y bueno. De hecho es inevitable que esto suceda porque a medida que el mundo va cambiando, a menos que uno este congelado en el tiempo, uno cambia con el mundo mismo. Porque hay cosas que sabemos hoy, verdades de todo tipo incluyendo verdades espirituales, que algunos de nuestros ancestros, que eran tan humanos como nosotros, no sabían.
En el tiempo bíblico la esclavitud era aceptada. En la época en que los rabinos terminaban de redactar el Talmud, la esclavitud era aceptada. Hasta el siglo XVIII entre muchos judíos formados y bien educados la esclavitud era algo aceptado. Yo no creo que exista hoy ni una corriente o movimiento judío que defienda la esclavitud. Esta es una verdad histórica espiritual que encaja perfectamente con la creencia en la historia.
Por lo tanto creo también que el judaísmo de hoy es aún mas sabio que el pasado y creo esto por mi definición de la sabiduría que cree que aprendemos mas y nos convertimos en seres más sabios a medida que el mundo se equivoca, aprende cosas nuevas y cambia.
Por lo tanto la idea que el judaísmo ha sido siempre una sola cosa que nunca ha cambiado es una mentira. Tomando un solo ejemplo de los miles que hay, podemos fácilmente aceptar que quitar los instrumentos musicales de los servicios religiosos fue algo nuevo en la historia que sucedió después de la destrucción del Templo ya que es bien sabido y aceptado por la mayoría de los judíos que los Salmos eran cantados y acompañados con instrumentos musicales. Cambiar esto fue una decisión que alguien tomo y alteró la forma en la cual tradicionalmente se practicaba el judaísmo. Alguien cambio esto.
Y entonces es clarísimo que el judaísmo siempre ha cambiado y esto es algo bueno. Porque el día que deja de cambiar, deja de equivocarse y por lo tanto deja de aprender cosas nuevas.
La historia afecta a la tradición. Siempre lo ha hecho, siempre lo hará y siempre debería hacerlo y yo creo eso. No solo que creo eso sino que incluso aún mejor, no lo niego.

(3) Creo que uno no conoce de judaísmo si judaísmo es lo único que uno conoce

Del mismo modo que hablamos la lengua de la tierra en la que nacemos también absorbemos sus ideas y algunas de ellas están consonancia con nuestra tradición y otras no. Y este es el motivo por el cual Maimonides, uno de los más grandes filósofos de la historia judía, cita una y otra vez en su libro “La Guía de los Perplejos” a un hombre que el llama El filósofo y esa persona es Aristóteles. Aristóteles no era un judío. ¿Por qué esta Maimonides citándolo una y otra vez? Y la respuesta es que Maimonides sabía que Aristóteles también tenía cosas importantes para enseñarnos. En lo personal me resulta muy triste leer y escuchar a muchos de los rabinos de la actualidad quienes jamas citan a un pensador o filósofo que no sea judío. Y esto es una perdida y no una ganancia. Porque tal vez esto los sorprenda pero los judíos somos un poco más de 13 millones en un planeta que tiene mas de 6 billones de habitantes. Y es importante reconocer que el resto del planeta también tiene algo interesante para decir acerca del mundo. Y si uno cierra sus oídos no solo que no aumenta su fe, su piedad y su santidad sino que de hecho disminuye su conocimiento y su sabiduría.

Y en consecuencia creo que no es verdad que los extremistas en la historia son siempre los más auténticos.
Si uno no sabe nada de la historia de Babilonia por ejemplo, resulta muy difícil comprender el Talmud que fue escrito en Babilonia. Y este era el motivo por el cual Maimonides por ejemplo era un médico y sabía de ciencia, matemática y filosofía.
Rashi, el gran comentarista medieval, vendía vinos. Tenia un viñedo, trabajaba la tierra y comercializaba vinos. No solo eso sino que las hijas de Rashi usaban Tefilin en la Edad Media.

(4) Creo en el poder de la mente humana

Con esto me refiero a que creo en la capacidad de la mente humana para desafiar al judaísmo. Esto significa por ejemplo que la ciencia no es una amenaza para el judaísmo. La única razón por la cual la ciencia podría representar una amenaza al judaísmo es si el judaísmo no fuera verdadero. Pero como el judaísmo es verdadero el mismo puede incorporar los descubrimientos científicos porque es parte de cómo Dios creó el mundo. Si no fuera así no podríamos aceptar ni validar ninguno de los descubrimientos de la ciencia ya que la ciencia opera bajo el paradigma evolutivo en el cual las cosas no son estáticas sino totalmente dinámicas y cambiantes. La medicina que nos mantiene vivos, los antibióticos, las maravillas científicas que suceden en el día a día y que no dejan de sorprendernos, la electricidad, el hecho que la gente vive más gracias a los avances médicos, los avances en el terreno de la robótica, la inteligencia artificial, la nano-tecnología (haciendo los procesadores cada vez más pequeños, mas poderosos y mas baratos), las computadoras, la bio-tecnología, la neuro-ciencia, el descubrimiento del código genético, satélites, aviones y todos los demás campos científicos en los cuales los grandes pensadores que allí trabajan desde los fundamentos evolutivos nos sorprenden día a día y que nosotros creemos en ellos, nos beneficiamos y dependemos cada día más de sus avances ¿debemos luego al entrar a la sinagoga decir “pero todo eso no es verdad”?.

Creo que debemos regocijarnos en el poder de la mente humana para seguir descubriendo los secretos del mundo de Dios y no negar estas cosas. Maimonides estudió astronomía, estudio medicina, ciencia, filosofía y estaba convencido que cada cosa que uno descubría en el mundo solo reforzaba la fe y no la disminuía. Si algo es verdadero no puede contradecir nuestra tradición. Este el motivo por el cual Maimonides, la mente más brillante del judaísmo Medieval, sabía que si algo era absolutamente verdadero y la Tora contradecía esa verdad el re-interpretaba la Tora para poder incorporar dicha verdad.

 

(5) Creo que el judaísmo debe ser compartido en forma abierta con todo el mundo

Uno de los mandatos centrales del judaísmo es ser una or lagoim, es decir una luz entre las naciones o pueblos. Para ser una or lagoim debes vivir tu vida en forma abierta hacia las otras naciones o pueblos. Si la única gente con la que vivís son judíos ¿cómo se supone que vas a ser una or lagoim? Si la única gente con la que hablas son judíos, si lo único que estudias y sabes es sobre judaísmo entonces ¿qué tipo de mensaje podes compartir con las demás naciones?

El desafío del judaísmo es traerlo al mundo, no separarlo del mismo. Si los judíos tenemos algo importante que decir deberíamos estar gritándolo desde los balcones o los techos de las casas en lugar de andar susurrándolo unos a los otros. Si uno evita el mundo no-judío entonces uno contradice el mensaje de Dios quien te ha puesto en el mundo para que seas una “luz para todas las naciones”. Por lo tanto uno es más fiel al judaísmo cuando de forma correcta (recordando de dónde viene para saber a donde va) uno se mezcla con el entorno no-judío y va por ejemplo a una Universidad, trabaja con no-judíos, convive con gente diferente, ayuda al Estado no-judío al cual uno también pertenece y se convence a si mismo que la existencia del mundo no-judío no es una amenaza para mí sino un desafío para expandir y hacer crecer mi judaísmo a una plataforma aún más grande. Esta fue la misión de Abraham. Dios le pregunto qué hacía en Ur Kasdim. Dios le dijo que salga de ahí y esparza su mensaje por todo el mundo porque era algo importante que debía ser escuchado.

 

(6) Creo en el profundo y espiritual mensaje que contiene la Tora

Y esto significa que no creo que sea necesario pasarse horas debatiendo si la Tora fue escrita por Dios o no. De todos modos la Tora va ser siempre leída por humanos imperfectos que hacen lecturas interpretativas e imperfectas. Pero de hecho no creo que es necesario pasarse días enteros tratando de descubrir si hay un código secreto en la Tora como si Dios hubiera dejado pistas ocultas que solo las descubriríamos el día que inventáramos computadoras que pueden leer patrones algorítmicos o scanners de alta resolución.

La forma en la cual uno descubre el poder de la Tora es viendo cómo afecta la vida de las personas. Así es como uno descubre el profundo y maravilloso universo de la Tora. La verdad del mensaje de Dios en la Tora y la belleza de sus historias y enseñanzas no surgen cuando uno la analiza con una super-computadora o la expone a miles de combinaciones numéricas de la gematría -es decir la combinación de letras hebreas y números- para demostrar que en efecto es verdad porque no tiene ni un error y por eso hay que creer en ella. Sino por el contrario uno descubre que es verdad cuando ve la manera en que nuestros antepasados bíblicos se equivocan, aprenden cosas nuevas y cambian. Y por ende nosotros al leer una y otra vez la Tora nos equivocamos, aprendemos cosas nuevas y cambiamos.

 

(7) Creo que es fundamental reconocer la legitimidad del Estado Democrático Moderno de Israel

Pocos judíos estaban a favor del Sionismo en un momento histórico donde la mayoría de la comunidad internacional del mundo (algo que ya no queremos recordar) tenía miedo de dar ayuda al Movimiento Sionista mucho antes de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Hoy todos van a Israel y la sienten como propia. Jóvenes que pertenecen a corrientes que originariamente estaban totalmente en contra de la creación de un Estado Moderno Judío hoy hacen viajes espirituales y de estudio y visitan yeshivot gracias a la ayuda de muchos que no pensaron como sus primeros líderes rabínicos. Incluso hoy existen corrientes judías que no reconocen la legitimidad de Israel ni la fortaleza que significa para todos los judíos que vivimos en la diáspora tener un Estado Moderno en Israel. Creo que el modo en el cual los judíos contribuimos construyendo un Estado Judío es ayudando al Estado Democrático Moderno de Israel para que pueda esparcir su mensaje que es en definitiva el nuestro también.


(8) Creo que hay que celebrar la diversidad dentro del judaísmo

Creo en la lealtad a todos los judíos de todas las diferentes denominaciones e interpretaciones, de todas las corrientes sean ortodoxos, conservadores, reformistas, sionistas, seculares, reconstruccionistas, jasídicos, etc. todos ellos. No hay ningún judío ni ninguna corriente del judaísmo que cortaría del grupo porque creo que cada judío y cada corriente nos enriquece con diferentes valores y diferentes mensajes que son también importantes para el judaísmo. Al mismo tiempo hay que entender que es muy difícil evaluar al judío de al lado. A la gente le encanta jugar el juego de quién es un buen judío. Herzl jamas se puso un Tefilin en su vida. ¿Podemos decir que Herzl, el arquitecto del Sionismo judío a quien le debemos entre tantos otros la creación de Medinat Israel, no era un buen judío? ¿Devaluamos a Einstein porque no quería ni le interesaba ir a la Sinagoga? ¿Cómo puede uno evaluar quién hace una contribución a la tradición judía y al pueblo judío? No es tan simple.

Pero algo que si sabemos es que necesitamos el contrapunto de todas las voces del judaísmo porque siempre hemos hecho eso.

Quiero decirles una última cosa antes de concluir. La gente me pregunta ¿por qué los judíos no están unificados en un solo movimiento? ¿Por qué hay tantas corrientes tan diferentes entre los judíos? Y la respuesta es que primero y principal nunca estuvimos unificados. Lean la Tora, lean el Talmud, lean la historia judía y verán que los judíos siempre hemos peleando unos con los otros y es lo que hacemos y siempre hicimos. No es lo único que sabemos hacer pero es lo que hacemos. La ridícula idea que solíamos estar todos juntos y pensar del mismo modo en la antigüedad es un mito. ¿Saben por qué el Templo fue destruido según los Rabinos del Talmud? Por peleas internas y odio entre judíos. Peleas que existían miles de años antes que aparecieran los reformistas, los sionistas, los ortodoxos, etc.

La idea que los judíos tienen múltiples voces dentro de la tradición ha sido siempre verdadera y debemos de hecho ser un coro donde cada parte contribuye al todo de la obra de Dios.
Pero la idea importante aquí es que Dios no quiere un solo modo de ser, un solo modo de entender la vida, una sola manera de leer la Tora, una sola manera de entender la tradición judía e incluso una sola manera de entender lo que quiere porque si fuera así no nos hubiese creando tan diferentes los unos a los otros.  En la Mishna los Rabinos dicen que cuando un Rey estampa una moneda todas las demas monedas son iguales. Pero cuando el Rey de Reyes estampa un ser humano todos los demas seres humanos son diferentes.

Por lo tanto sean conscientes y no crean a quienes dicen que el judaísmo nunca cambió. Siempre ha cambiado y siempre cambiará.
Sean conscientes y no crean si alguien les dice que hay que hacer desaparecer cualquier parte, movimiento o corriente dentro del judaísmo. Necesitamos cada voz y cada discrepancia. Incluso cuando estamos violentamente en desacuerdo. Necesitamos el contrapunto de disonancias como parte de la obra de Dios porque eso es lo que nos ayudó a sobrevivir durante miles de años a todos los grandes imperios y civilizaciones del pasado sin enfrentarnos militarmente sino resistiendo culturalmente acompañándonos como una gran familia que como cualquier familia no siempre esta de acuerdo en todo pero se une en bendición para celebrar cada nacimiento, cada chico o chica que hace su bar o bat mitzvah, cada pareja que llega a la jupá y llorando cada alma, cada nombre que abandona nuestra familia (sin importar si es un soldado israelí secular que nunca comió kasher o el rabino mas obsesivo de la ley). Estos valores junto al poder interpretativo de textos y la recursividad del lenguaje nos han hecho eternos. Y si hay algo que podemos enseñarle al mundo es que ser una or lagoim significa abrazar lo diferente y celebrar la diversidad como hacemos dentro de nuestra propia familia. Esto esta en el corazón del judaísmo y es un mensaje maravilloso para compartir con un mundo que generalmente es indiferente con el sufrimiento ajeno e intolerante con aquel que piensa distinto. Nosotros no somos así. Nosotros abrazamos la diversidad porque entendemos que eso es ser parte de la familia humana.

No crean que la Tora no tiene el poder para transformar vidas. Lo hace continua y constantemente, siempre lo ha hecho y siempre lo hará. Solo hay que acercarse a ella y estudiarla para ver como nos transforma.

Y recuerden que nuestros hijos y la siguiente generación son nuestros constructores y son mejores constructores de mundo cuando entienden más que nosotros. Cuando no cierran sus mentes solamente al judaísmo y nosotros no les sugerimos que solo ahí esta el futuro. Porque el futuro, no aquel que se viene en 40 años, sino el que ya esta siendo hoy y del cual somos testigos de transformaciones radicales en todas las áreas de la ciencia y la tecnología requiere estar formado en el mundo en general y en la Tora. Ya que solo así, como una gran familia judía, continuaremos aprendiendo y aportando cada uno a su manera y en sus propias capacidades nuestras aproximaciones diferentes renovando el espíritu para seguir construyendo juntos y seguir equivocándonos, aprendiendo cosas nuevas y cambiando.

 

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El desafío de Baruj Spinoza

21/06/2011 por Diego Edelberg 6 comentarios

 

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(Duración 39:24 – 37.8 MB)

Baruj Spinoza nació en el 1632 en una familia de judíos conversos que venían de España y Portugal y que se instalaban en Amsterdam y al hacerlo volvían a reafirmar su Judaísmo estudiando de adultos el hebreo, yendo a la sinagoga y llevando una vida judía.  Todo lo que describimos en nuestra publicación anterior sobre los judíos conversos, marranos y el mesianismo del siglo XVII nos permite encuadrar a Spinoza y entender de donde surge su pensamiento. En la publicación anterior mencionamos dos figuras muy importantes que vale la pena volver a mencionar y que tendrán una notable influencia en Spinoza: uno de ellos es Juan de Prado y el otro es Uriel da Costa.

Y en el caso de Uriel da Costa, tenemos a un hombre que nos dejo un sufrida biografía de su vida y sus problemas viviendo como un judío converso en Portugal, yendo a Amsterdam luego con grandes expectativas de llegar a un nuevo nivel espiritual retornando al judaísmo y asumiendo que ahí encontrara un apasionante, liberador y vibrante judaísmo en el cual pueda honestamente usar todo su intelecto en contraposición de los dogmas de la Iglesia, pero se encuentra  finalmente al llegar a Amsterdam con una rigidez en la tradición rabínica que el considera aun mas dogmática que la iglesia misma. Todo esto, como mencionamos en la publicación anterior, fue tan duro para Uriel que tristemente se suicido.

Pero el legado de Uriel da Costa en su critica al judaísmo rabínico es muy importante para encuadrar la figura principal de esta publicación. Es importante ademas mencionar en el contexto de Spinoza al filosofo racional Rene Descartes. No solo por su impacto en el resto de la filosofía occidental hasta el dia de hoy sino por su influencia en Spinoza. Descartes pasará gran parte de su vida adulta en Amsterdam, la misma ciudad en la que nacerá Spinoza.
Spinoza representa una figura fundamental en la historia del pensamiento occidental y es crucial para entender la evolución del pensamiento judío en la modernidad.
Entender a Spinoza, lo cual es el objetivo de esta publicación, permite comprender el quiebre con el judaísmo medieval y el presente moderno.

 

Spinoza y su separación de la Comunidad Judía

Spinoza recibió una educación rabínica tradicional junto al estudio de obras clásicas. Claramente como podemos observar de sus escritos, el conocía muy bien el mundo occidental, las filosofías de Sócrates, Platón, Aristóteles y Descartes y la filosofía judía. En particular la filosofía judía de la Edad Media representada en la figura de Maimonides. Vamos a profundizar en breve sobre Maimonides.

Spinoza estudio en la Yeshiva (es decir en la escuela de estudios judaicos tradicionales) en Amsterdam, poseía un excelente hebreo, pero cuando muere su padre el deja de vivir una vida observante judía y abandona la comunidad y se instala en Rinsburg separándose completamente del judaísmo aunque sin convertirse al cristianismo. Y esto ultimo es significativo porque nos presenta el nuevo tipo de mundo que estamos describiendo.

Como mencionamos en la publicación anterior, Amsterdam era un sitio muy particular donde la mayoría de los judíos tenían un pasado español-portuges o sefaradi y venían de familias de conversos o marranos. Pero ademas Amsterdam era un lugar muy secular (hablamos del emergente de lo secular como característico de la modernidad) donde el estado no intervenía en la vida religiosa.

El nuevo modelo Protestante sobre lo que un Estado debería ser, argumentaba que el Estado tenía derecho de imponer sus leyes sobre los ciudadanos pero que la religión podía incentivarse pero no forzarse dejando que la gente creyera lo que quería creer.

Este trasfondo histórico de Amsterdam nos permite entender incluso el Amsterdam de hoy con la prostitución legalizada, drogas a la carta en los Coffe Shops, eutanasia permitida, es decir ciertos aspectos que en otras ciudades son consideradas aberraciones o tal vez no podrían funcionar, en Amsterdam es algo no solo aceptado sino parte del escenario cotidiano.

Y por lo tanto tanto los judíos como los cristianos en Amsterdam del siglo XVII comienzan a concebir una visión secular de la vida y justamente cuando Spinoza articula su filosofía sobre el judaísmo y el cristianismo y su pensamiento en general, va simplemente a justificar intelectualmente lo que ya es una realidad social y eso es que la mayoría de los judíos y cristianos están viviendo en un clima muy secular donde sienten que pueden practicar su religión en mayor o menor medida o como mas cómodo les convenga. Por eso nuevamente notemos que el no tiene que convertirse. No tiene que hacerse cristiano. A diferencia de sus ancestros medievales que al separarse de la tradición judía eran forzados a entrar al mundo cristiano, en el caso de esta nueva situación es posible seguir siendo judío, un judío al margen podríamos decir, no identificándose con las instituciones de la vida judía pero no teniendo la obligación de elegir otra religión.

 

Publicación del Tratado Teológico Político

En 1670 Spinoza escribe la obra mas importante con respecto a lo que estamos enfocándonos nosotros: el “Tratado Teológico Político”. Lo interesante es que Spinoza publica su libro pero lo hace en forma anónima ocultando por supuesto su autoría.

Claramente la obra era controversial y el lo sabia. Pero no era ofender al judaísmo lo que a el le preocupaba ya que él mismo había abandonado el judaísmo hacia tiempo ya, sino lo que le preocupaba era ofender a los cristianos. Como vamos a ver los argumentos que hace en contra del judaísmo y su hostilidad hacia el judaísmo pueden también ser entendidos como hostilidad hacia el cristianismo. Y si bien la comunidad judía no podía lastimarlo fue muy cuidadoso de no imprimir su nombre.

 

Spinoza vs. Maimónides

Spinoza es significativo para el pensamiento judío en tanto que el representa el primer quiebre con la tradición medieval judía personificada por un grande de nuestra historia que fue Maimonides. Y vamos a decir unas palabras acerca de Maimonides aun cuando no es una figura de la modernidad pero su nombre va a reaparecer una y otra vez a lo largo de los pensadores modernos del siglo XVII, XVIII y XIX.

Maimonides, conocido por su acrónimo Rambam representa la mas elevada culminación de un pensamiento que comienza a principios de la Edad Media y llega al punto mas alto en su figura el siglo XII.

Maimonides nació y vivió en Cordoba, España y luego se mudo a Egipto donde llego a ser el medico del Sultán y de la familia real. Maimonides escribió entre tantas obras una importantísima serie de libros en materia de Halaja, ley judía, conocidos como Mishneh Torah.

Pero la obra por la que es mas conocido en el mundo occidental es por su libro “La guía de los perplejos”, Moreh Nebujim en hebreo.  Esta es una obra maravillosa escrita originalmente en árabe, traducida luego al hebreo y eventualmente al latín y tuvo un impacto muy grande en la cultura y el pensamiento occidental medieval.

“La guía de los perplejos” representa el intento de lidiar con los problemas entre la fe y la razón. Maimonides escribió literalmente que la Guia tenia como objetivo “promover el verdadero significa del espíritu de la Ley Judía, para guiar a aquellas personas religiosas quienes se adhieren a la Tora pero han estudiado filosofía y se sienten avergonzados por las contradicciones entre lo que enseña la filosofía y el sentido literal de la Tora”.

Realmente no sabemos cuantas personas tenían la sabiduría de Maimonides y habían leído tanto a Aristoteles como la Tora, pero de todos modos había una multiplicidad de opiniones y contradicciones que Maimonides se vio en la obligación de corregir.

Si tenemos que resumir el libro a una pregunta básicamente esta pregunta sería: ¿Como puede un ser racional que ha estudiado la obra de Aristóteles mantener su fe en el judaísmo?

Y al querer responder esto Maimonides se enfrenta a toda una tradición necesitando de alguna manera reconciliar o fusionar ambas culturas, la griega y la judía y demostrar y demostrarse a si mismo, que de hecho había una compatibilidad, que había una posibilidad de fusionar la tradición de Moises con la tradición de Platon y Aristoteles.

Lo que emerge de “La guía de los perplejos” es una respuesta única y sutil que nos deja un modelo de pensamiento escolástico que influencia incluso a pensadores como Santo Tomas de Aquino en el cual se plantea que es posible mantener un modo de fe que es racional.

Racionalidad y fe, la creencia en Dios, la creencia en la providencia divina, la creencia en la creación ex-nihilo es decir de la nada, todas ideas estas de la tradición judeo-cristiana podían explicarse según Maimonides racionalmente.

En otras palabras era posible encontrar una manera en que Aristoteles y Moises, Grecia e Israel por decirlo de otro modo, podían congeniarse.

Es extraordinario ver cuanto conocía Maimonides de la filosofía griega, algo que muchos estudiantes de Tora hoy ignoran por completo y por eso les resulta tan compleja esta obra.

 

¿La fe o la razón?

Lo que es nuevo acerca de Spinoza es que el es el primero en argumentar que esa noción de la “fe racional” es un absurdo y de hecho es imposible. De hecho para Spinoza si uno quiere ser racional o filosófico entonces hay que honestamente serlo. Pero si uno quiere creer en Dios y aceptar las asunciones de la historia tradicional judía (de las que hablamos en nuestra primera publicación -la Tora como texto revelado y Dios como el fundamento de todos los acontecimientos que suceden en la historia- lo que en la tradición judía llamamos el “kabalat ol maljut shamaim” es decir la aceptacion del yugo de Dios y las Mitzvot o mandamientos) entonces uno debe hacerlo porque tiene fe.

Pero uno no debe decir que ambas cosas, es decir la fe y la razón, son los mismo o son posibles. Incluso uno no debe intentar imponer la visión racional del mundo en el texto bíblico que por naturaleza no es racional. De hecho lo primero que podemos aprender sobre Spinoza como lector es la postura que uno puede asumir de “leer lo que esta escrito y lo que literalmente dice” y no lo que “imaginamos”,  “interpretamos” o “tenemos que hacer referencia a” para explicar lo que el texto sugiere. Spinoza nos dice que simplemente leamos lo que esta escrito y llegaremos a la conclusión que el texto bíblico no es racional.

Lo otro que Spinoza describe como diferente es la situación política que se desprende de este tipo de lectura.
Estamos hablando de un nuevo mundo donde el ideal es el Estado Protestante secular que no tiene nada que ver con la Teocracia bíblica y medieval en donde la religión y el estado eran la misma cosa y se articulaban conjuntamente. Durante la Edad Media el Rey y la Iglesia trabajan juntos y cuando el Rey como un representante de Dios en la Tierra,  decía u ordenaba algo, debía cumplirse porque nadie quería oponerse a Dios que era representado por el rey bajo la bendición de la Iglesia. Recuerden que la estructura medieval y feudal era piramidal, donde uno era rey o campesino de la cuna a la tumba.

Por lo tanto Maimonides no concebía la Ley como algo creado por ciudadanos sino la Ley era algo divino que Moises bajó del Monte Sinai y era un ley revelada, ajena de la participación humana.

Pero todo esto no era así para el mundo en que vivía Spinoza ya mas cercano al nuestro. Para Spinoza la noción de separación entre religión y estado era fundamental. El vivía ya en un mundo distinto al de Maimonides, un mundo en el cual ambas cosas ya estaban separadas. Este era un nuevo mundo y de este nuevo mundo surge una nueva visión de entender la religión y las leyes divinas por un lado y la filosofía, el pensamiento racional, y las leyes del estado por otro lado.

La noción de teocracia, es decir de entender a la ley Divina como la Verdadera Ley, representaba para Spinoza uno de los problemas. Esta idea era incompatible para el tipo mundo en cual Spinoza ahora vivía. Para el esta era una idea retrograda, incluso esto sucede para nosotros en la actualidad. Las leyes de los países modernos no son leyes de origen divino, reveladas por Dios. Son leyes creadas por hombres, sujetas a modificaciones debido a los acontecimientos históricos que van sucediendo. No justificamos generalmente los derechos y las obligaciones de los ciudadanos citando fuentes bíblicas mas allá que en muchos países seguimos jurando por Dios y los Santos Evangelios.

 

El error de Maimónides según Spinoza

Pero incluso para Spinoza Maimonides había violada la tradición judía al leer la Tora en forma filosófica utilizando elementos del mundo y pensamiento griego que eran paganos, politeístas e idolatras. El mas grande de todos los profetas según Maimonides era Moises. Y por lo tanto al contraponer una linea de pensamiento en correlación con la otra, es decir la Tora y Aristoteles en el mismo marco, en un mismo libro, dandole un sentido de reconocimiento, uno podría llegar a poner a la misma altura ser un profeta y ser un filosofo.

Pero si cualquiera de nosotros se pone a leer a los Profetas, Jeremías, Ezequiel, Amos incluso Moises, descubre que estas personas están hablando con Dios! Están teniendo experiencias super-naturales. Es decir que algo esta sucediendo que esta mas allá de la razón y de hecho no es racional en absoluto. La filosofía tienen como objetivo entender el mundo y al hombre a través de la razón. ¿Como podemos comparar la filosofía y la profecía e intentar comparar a Aristoteles con Moises en un mismo libro?

De hecho Maimonides al llamar a Moises el mas grande de todos los profetas y al mismo tiempo compararlo con los pensamientos de Aristoteles estaba sugiriendo que de algún modo podrían llegar a ser lo mismo.

Y este el motivo por el cual la Guia de los perplejos fue prohibida por algunos grupos del judaísmo e incluso quemada cuando se hizo publica.

En la Parte 2 del Capitulo 25 de “la Guia de los perplejos” Maimonides escribe que personalmente no va a tener ninguna dificultad en reconciliar la Creación bíblica con la doctrina de la eternidad del universo (es decir la idea de que el mundo fue creado en contra de que el mundo esta desde siempre, como decían los griegos, siendo éstas dos doctrinas que son claramente opuestas) y esto es algo que por supuesto provoco la indignación de muchos judíos.

Si bien Maimonides finalmente rechaza la visión aristotélica con respecto a la eternidad del universo, la visión que Maimonides deriva de esto con respecto a los ángeles, la profecía y los milagros, ofendió la sensibilidad de muchos de sus contemporáneos; particularmente del opositor principal de Maimonides, otro de los grandes y uno de mis rabinos medievales favoritos, que fue Rabbeinu Abraham ben David.

Una de las cosas que en lo personal amo de este Rabino es que por sus escritos uno descubre que se oponía seriamente al reduccionismo, es decir evitar usar una sola óptica para comprender las cosas y su oposición al intento de codificar la Halaja, es decir la Ley Judía, como sucedería posteriormente. Incluso el Rav Abraham ben David era muy severo en evitar cualquier sistema de dogmas en el Judaísmo del modo en que Maimonides lo hacía por ejemplo con sus 13 principios de fe y su conceptualizacion del judaísmo utilizando la filosofía aristotélica como teología judía.

El concepto del lector

De esa capacidad para seleccionar qué entender de un autor surge una noción mas general que aprendemos de Spinoza y es el concepto del lector.

Hay muchas maneras en las que uno puede leer un texto. Incluso cómo leer la Biblia en si misma como un texto.

Ya en la tradición judía y hasta la era medieval había cuatro formas sugeridas en las que uno podía leer la Tora desde su sentido mas simple y literal (lo que conoce en hebreo como el pshat) pasando por el alegórico, el metafórico y llegando al oculto o místico (al sod). Estas cuatro aproximaciones a la lectura son lo que se conoce con el acrónimo de PaRDes.

Para Maimonides, para leer la Tora en forma filosófica uno tenía que leerla en forma alegórica. No podía ser entendida por lo que literalmente decía sino que la Tora esta todo el tiempo representando o haciendo referencia o alusión a otra cosa. En otras palabras uno no puede leerla tal cual esta escrita sino que debe interpretarla constantemente.

Por lo tanto haciendo una lectura alegoría es la única manera que un filosofo, es decir un ser racional, puede encontrarle sentido al texto. El sentido mas simple en el cual cualquiera puede leer la Biblia no nos permite entenderla, según Maimonides.

Por ejemplo Dios es descripto en forma muy humana en la Tora, lo que se conoce con el termino de antropomorfismo y eso es muy simple para Maimonides y sería muy mediocre de parte nuestra pensar que podemos describir a Dios del modo que la Tora lo describe en el sentido literal, en el pshat. No podemos ser tan simples porque de hecho eso llevaría a un error.

La Tora hay que leerla en forma alegórica y dejar en claro que todo el tiempo esta haciendo alusión o referencia a otra cosa. Todo el tiempo debemos interpretarla. Cuando la Tora nos dice que Dios nos saco de Egipto con “mano fuerte y brazo extendido” no debe entenderse literalmente así. Seria un gravísimo error pensar que Dios tiene brazos y manos.

Pero Spinoza es el primero en decir «NO».

Si queres entender la Tora, eso es lo que dice. Si queres verla racionalmente no podes verla ni entenderla alegóricamente. Si esta hablando de profecía esta hablando de profecía y por ende el planteo de Spinoza es “dejenme leer el texto”.

Y este el quiebre radical de Spinoza, lo que el llama una “lectura natural de la Biblia”. “Dejenme leer lo que esta ahí escrito. Lo que dice realmente y literalmente. Lo que vos y yo leemos por igual al leer estas palabras. No me obliguen a leerla artificialmente o arbitrariamente, no me obliguen a imponer todo un sistema de valores o remitirme a otros textos comparativos para poder entender este texto.”

De hecho al decir esto Spinoza no solo se estaba oponiendo a Maimonides, sino a toda la tradición milenaria judía que concebía la idea que leer la Tora implicaba leerla alegóricamente e interpretarla. Spinoza es el primero en decir “NO”, es decir “Basta con esto”. Como un hombre moderno, un hombre de las ciencias,  un hombre racional, Spinoza nos pide leer el texto por lo que literalmente dice sin agregarle otras cosas ni compararlo con otros textos ni citando el midrash, ni otras fuentes, ni nada mas.

Al hacer esto Spinoza sienta las bases para la moderna lectura de la Biblia y crea el academicismo bíblico, es decir el modo en que los académicos van a leer este texto argumentando que la Biblia: no fue escrita por Dios, no es de autoridad divina sino que fue escrita por hombres durante un largo periodo de tiempo.

De hecho desde 1700 en adelante veremos el nacimiento de lo que se conoce como Critica Bíblica, lo que implica la noción de leer la Biblia como un documento escrito por el hombre y por lo tanto sujeto a la interpretación que queramos darle. Y esta es la postura académica, es decir universitaria, de la Biblia.

Y este es el motivo por el cual Spinoza es el pensador clave que va a cambiar la historia no solo de la filosofía y el judaísmo en la modernidad sino en el estudio de la Biblia en las universidades modernas. Si la Biblia era ahora removida de su status divino y se entiendía en términos literales, ésta había perdido ahora ese sentido de sacralidad, de santidad, de nunca haber sido tocado por la mano del hombre y ahora podía verse como cualquier otro texto creando por el hombre, como cualquier obra de Shakespeare, Dante, etc.

Incluso Spinoza dice que cuando la Tora habla de los milagros y de los profetas que hablan con Dios, tenemos que leerlos literalmente así. Claramente la noción de milagros en la Tora sugiere que este es un texto irracional. Para Spinoza los milagros no ocurren, la de idea los milagros ofenden nuestras sensibilidades modernas, racionales y científicas. Lo que Spinoza nos dice es que podemos racionalizar los milagros, pensar cualquier clase de excusa, decir que levantarnos a la mañana o estar vivos o el nacimiento de un niño es en si mismo un milagro  pero Spinoza nos dice que esas son excusas racionales humanas y que las aguas no se abren  al medio y uno puede buscar algún tipo de justificación científica o romántica para estos fenómenos (del modo en que Maimonides había interpretado alegóricamente los milagros diciendo que Dios había permitido que estas rarezas sucedieran y vemos que incluso a Maimonides le costaba entender los milagros como ser racional).

Pero lo que Spinoza nos dice es que lo realmente sucede es un milagro y no podemos entenderlo de otro modo. Spinoza nos esta diciendo: “No intentes entender los milagros desde una mente moderna racional. Los milagros son milagros”. No busques otra palabra para explicarlos.

Pero al ser un ser moderno y racional por supuesto, Spinoza dice que si bien los milagros son milagros y no deben ser explicados ni entendidos racionalmente o de otra manera, el motivo de su aparición en la Tora es lo que gente primitiva, que no tiene la educación ni el intelecto que Spinoza tenía, necesitó para entender el mundo y su pasado común. Y como no podían explicarlo lo llamaron milagros, es decir objeto o medio de admiración. Pero para nosotros (nos dice Spinoza) que ahora entendemos, que somos seres racionales y modernos (a diferencia de nuestros antepasados que eran esclavos primitivos y tercos)  la Biblia debe ser desafiada y entendida por lo que literalmente dice.

 

El quiebre

Claramente cuando uno empieza a desmantelar estas ideas y asunciones que están articuladas en forma tan racional y que sostenían el sentido del ser judío hasta la era medieval, la critica de Spinoza es devastadora y abre la verdadera pregunta sobre cómo puede uno argumentar seguir siendo judío y cual es la particularidad judía en la modernidad.

Habiendo disminuido el origen divino de la Tora, ya no queda en pie la noción de que el pueblo judío es el pueblo elegido. Cada uno puede ahora pensar que es él el elegido, que él es especial, que él es único y que los judíos ahora son tan solo un grupo mas.

Por supuesto que bajo este nuevo contexto no hay tampoco ninguna razón para observar las leyes rituales o mitzvot. Las mitzvot están unidas al concepto de teocracia, es decir la ley de Dios como la única o verdadera. En la Teocracia Dios entrego a su pueblo elegido en la tierra, leyes que deben ser observadas. El único sentido que tiene observar estas leyes es en el marco de una teocracia. Cuando los judíos fueron expulsados de la tierra y vivían ahora bajo el poder de otro gobierno ya sea cristiano, musulmán o el moderno y secular de Amsterdam, para Spinoza ya no hay necesidad de observar las leyes rituales sino las del estado.

Por supuesto que de aquí se desprende, y se viene otro “palazo” de Spinoza, que ya no hay que aceptar las palabras de los rabinos. Los rabinos son como cualquier otra persona, un ser humano mas que lo único que hace es estudiar y leer textos todo el día, y es un sujeto al cual uno puede escuchar si le hace bien y le sirve, puede emocionarnos, o simplemente podemos ser indiferente a sus sugerencias y argumentos.  Y por lo tanto ya nadie mas necesita observar las leyes rituales o mitzvot como algo significativo y lo único que tenemos que observar son las leyes del Estado.

Spinoza reduce la noción de ser elegidos y desarma en un libro todo el pensamiento de miles de años.

Por lo tanto lo que Spinoza ha hecho es finalmente tirarnos una bomba que destruye la triada que hablamos en nuestra primera publicación: ha destruido a Dios, la Tora y sus mitzvot y a Israel como pueblo distinto, particular o único. Ha destruido a la autoridad Rabínica, los milagros, las lecturas interpretativas de la Tora y el relato histórico de la Biblia misma.
¿Como hizo todo esto Spinoza? ¿Como logro esto? ¿Por qué Spinoza genera el quiebre?
Y acá esta la clave para entender a Spinoza.

 

Clave para entender a Spinoza

Debemos entender que Spinoza es el primero en convertirse en el observador que observa.

Se ve asimismo como un sujeto que interpreta constantemente y que tiene esquemas de referencia a la hora de leer cualquier texto. Se ve a si mismo como un ser subjetivo que no puede dejar de tener filtros y prejuicios personales a la hora de leer (de acuerdo al contexto y situación histórica y vivencial que le toco y le toca vivir diferente a la de otros sujetos de la historia) y de alguna manera nos dice que nosotros finalmente elegimos qué queremos entender de acuerdo a los que nos conviene o nos cierra mas para nuestra propia coherencia y lo que nosotros necesitamos creer y creernos para estar en paz con nosotros mismos.

No somos tan honestos como creemos, nos dice Spinoza. De alguna manera, nos sugiere Spinoza, vamos amoldando nuestras lecturas (literales y de la vida) para que ellas encajen en nuestros pre-conceptos y no presenten contradicciones que pongan en peligro la tradición rabínica o incluso nuestra paz interior.

En otras palabras, Spinoza es el primero en decirnos que aunque no queramos aceptarlo, tenemos asunciones o pre-conceptos o prejuicios o expectativas de lo que la Tora como texto tiene que sugerirnos; y si no entendemos lo que nos dice o nos resulta contradictorio con lo que la tradición estipula que debería decirnos, entonces debido a nuestros pre-conceptos le buscamos la vuelta una y otra vez hasta que el texto finalmente coincida con las asunciones preconcebidas. Si el texto es divino o revelado o dictado por el mismo Dios, si no nos queda clara alguna idea que allí aparece o algo que ahí se sugiere cuando estamos leyendolo, o el error o la confusión es nuestra y no del texto que es sagrado y por lo tanto es nuestro deber buscarle la vuelta a través de la cita a otros textos como la ley oral por ejemplo para que todo cierre.

No aceptamos el caos porque nos asusta y nos parece irracional sino que nos gusta el cosmos, el orden, porque creemos que ahí esta la plenitud. Todo tiene que tener un sentido, todo tiene que cerrar y nada puede contradecir el sistema. Este es el motivo por el cual a veces se evitan ciertos conceptos o temas porque presentan temor. Hay que tener mucho coraje para sostener la duda. Hay que tener coraje para sostener internamente dos ideas contradictorias. Y ésta es la famosa exégesis judía. Esta es la maestría de los judíos y de la tradición judía. El dominio de la recursividad del lenguaje y de la hermenéutica, es decir la interpretación.

Pero Spinoza nos  advierte y nos enseña que si bien esta es la riqueza de la interpretación judía, todo esto no es ser racional sino totalmente subjetivos evitando aceptar criticas que puedan hacer tambalear nuestras propias interpretaciones y en consecuencia nuestros propios esquemas, sistemas e incluso nuestras propias vidas.

Como queremos llegar a que todo nos cierre porque es lo que nos atrae y necesitamos, no toleramos que las cosas no tengan sentido o que algo parezca fuera de orden, equivocado o contradictorio. Interpretamos los eventos que nos suceden e incluso los textos que leemos amoldándolos a aquello que llamamos «sentido» (es decir «dirección») y que nos permite vivir en paz. Para mucha gente vivir en paz significa que absolutamente «todo cierre», que todo «tenga sentido» y que todas las cosas «sucedan por algo». Para otros vivir en paz significa desarrollar la capacidad de abrazar las contradicciones, lo diferente, lo que para otros es lo obvio y para nosotros no, lo que muchas veces no cierra, lo insensato, lo ilógico, lo desconocido, incluso lo paradójico, lo irónico y lo absurdo.

 

El rol o funición de la Biblia

Los profetas para Spinoza son todas fábulas. Todas estas historias de la Biblia para Spinoza fueron escritas porque las personas que antiguamente no eran educados ni podían comprender el mundo como nosotros lo hacemos hoy necesitaban que les cuenten historias y mitos sobre los patriarcas y sus esposas, y necesitaban todas estas historias éticas y morales para educarlos.

En conclusión para esta visión de Spinoza la Biblia tenia un rol que desarrollar: y ese rol era educar a gente que era idiota. Educar a gente que no sabe si algo es mejor o peor en el mundo, es decir educar a la gente tonta o simple que no puede alcanzar la verdad de la moral mas elevada a través de la razón y el intelecto. Para todos ellos que no tienen la profundidad racional, la Biblia simplemente juega un rol pedagógico a través de historias, cuentos y relatos que pueden darle una mínima educación. Pero Spinoza decía que para aquellos que son como nosotros los filósofos, los seres modernos y racionales hay ahora maneras mas directas y verdaderas de llegar a la verdad.

 

Impacto de la crítica de Spinoza

Esta es entonces la critica de Spinoza y su impacto por supuesto es enorme. Todos los pensadores de ahora en adelante deben lidiar con los argumentos de Spinoza. De hecho nos hemos puesto en una situación dificilísima ahora para definir que es el judaísmo de la modernidad. Y como mencionamos en la publicación anterior, en lo filosófico e intelectual, el judaísmo moderno es una respuesta a los argumentos de Spinoza.

Spinoza nos presenta el argumento mas difícil de todos.

Nos presenta al mundo secular y nos dice: “todo aquellos que para vos significa ser judío no tiene mas relevancia ni sentido ni legitimidad en este nuevo escenario del mundo”.

Si la moral y la ética son los valores de este nuevo mundo global, racional, universal y secular, (recuerden el argumento de la gente moderna y la “educacion en valores”) yo puedo ser moral, tener valores y ser ético, en pocas palabras, ser una “buena persona” de acuerdo al pensamiento racional, sin tener que practicar el judaísmo. No necesito ponerme el tefilin ni comer kasher para ser una buena persona. E incluso puedo encontrar la verdad mas profunda sin el judaísmo e incluso y como veremos para finalizar esta publicación sin el cristianismo! Sin las religiones! En pocas palabras, no hace falta ser religioso para ser una buena persona.

Y por lo tanto todo judío que se considera a si mismo un judío interno (recuerden nuestra segunda publicación sobre el judío interno que quiere seguir siendo judío pero necesita ajustarse para vivir en el mundo que lo rodea debido a los cambios con los estados modernos, la secularización y los valores ahora universales que estamos describiendo) debe enfrentar el argumento de Spinoza.

Y es por eso que es impresionante incluso hasta nuestros días ver como Spinoza nos sigue observando cuando lidiamos con estos temas. Esta ahí mirándonos. Necesita una respuesta. Una vez que ha dicho esto, que lo ha verbalizado y puesto por escrito uno ya no puede evitar u obviar estos argumentos.

Estos son los argumentos del mundo moderno! Y ahora finalmente han sido legitimados por uno de los mas grandes filósofos de la modernidad. Debido a Spinoza y su racionalidad finalmente se ha comenzado a juzgar la Tora racionalmente y por lo tanto se ha hecho imposible reconciliar de ahora en adelante la fe y la razón. Ambas no son compatibles.

Spinoza ha desarticulado a Maimonides y todos aquellos que lo siguen.

Para ponerlo en las palabras propias de Spinoza: “debe permitirse a la mente humana alcanzar la verdad fuera de los dogmas y los presupuestos históricos heredados, ya que la libertad del pensamiento es hoy la acción mas sagrada”. Por lo tanto nada de leyes rituales, nada de mitzvot, sino usar tu intelecto, tu racionalidad, tu mente. Tu pensamiento es el acto mas sagrado de ahora en adelante.

En consecuencia Spinoza es el gran judío externo que dice que no hay que seguir con el judaísmo y la idea de pueblo elegido. La religión es solo significativa cuando es universal. Cuando es compartida por todos los seres humanos. Sin particularísimos entre cristianos, judíos, musulmanes, etc.

Este el otro gran argumento del mundo moderno en el que vivimos nosotros hoy. La universalidad de toda experiencia humana. Spinoza nos dice que ya no podemos hablar de Dios, Moral, Etica, del modo correcto o verdadero y solo limitarlo a los judíos. Los judíos no tienen una moral separada nos dice Spinoza. El único sentido de la moral es cuando atraviesa las particularidades. Cuando los judíos como hermanos de los cristianos y musulmanes y los musulmanes y los cristianos como hermanos de los judíos y todos hijos de un mismo Dios estamos moralmente preocupados el uno por el otro. Este ya no es un argumento racional sino que es un argumento a favor de la universalidad del nuevo mundo secular y la condición humana de la modernidad. Ya no va a ser mas una condición judía o cristiana sino humana. Todo esto representa el gran argumento de Spinoza.

 

Spinoza, Jesús, Pablo y el cristianismo

Para finalizar vamos a agregar un punto mas.

Como ya mencionamos, cuando el Tratado Teológico Político fue publicado en 1670 se hizo en forma anónima. Spinoza no estaba preocupado por los judíos. No le importaba en absoluto si ellos estaban ofendidos o no ya que el mismo ya se había separado de la comunidad hacia rato. De todos modos la comunidad judía lo excomulgo pero esto ya era algo inútil ya que a él ni le interesaba ni le afectaba. Seguía teniendo amigos judíos, seguía interactuando con sus colegas y compañeros.

Pero lo que realmente le preocupaba eran los cristianos y de hecho tenia buenos motivos para estar preocupado porque si uno lee el libro en forma correcta el Tratado no solo esta hablando de judaísmo sino también del cristianismo. Cada uno de los argumentos sobre racionalidad, sobre la razón, sobre la noción de Dios, sobre el modo en que el Tratado nos hace ver el mundo ahora puede tranquilamente aplicarse tanto a cristianos como a judíos. ¿Cómo hizo Spinoza para resolver este problema?

Jesus es nombrado a través del Tratado Teológico Político como una especie de profeta que comienza el proceso de universalizar la experiencia religiosa. Pero el verdadero héroe del libro del modo que Spinoza lo distingue no es Jesus sino Pablo, el discípulo mas famoso de Jesus, que como Uds. saben era otro judío que había nacido con el nombre de Shaul o Saul.

(Jesus era judío, Pablo era judío, Spinoza era judío y todos estos creando, recreando y desarmando todo…)

La tarea de Pablo como el discípulo mas destacado de Jesus fue la de universalizar la fe cristiana. No es necesario ser judío para ser cristiano. Hasta este momento los judeo-cristianos habían sido una secta que se había desprendido del judaísmo mismo en el momento en que el templo de Jerusalén había sido destruido y diferentes grupos peleaban por la continuidad judía entre los que se encontraban los fariseos y los saduceos y otros grupos mas.

Pero Pablo había llevado todo esto un paso mas adelante. El vio la verdad que un no-judío que es una persona correcta y de buena voluntad podía ser un buen cristiano. En otras palabras cualquiera que lo deseara podía hacerse cristiano. Para Spinoza Pablo es el gran universalista de la fe cristiana y en este sentido Spinoza se vio a si mismo como un nuevo Pablo que había llevado la universalidad religiosa a un plano aún mas elevado que Pablo, mostrando sus fundaciones racionales.

De hecho esta era la belleza de toda la formulación de Spinoza para si mismo. Spinoza como judío se vio a si mismo como el gran universalista que finalmente venía a redimir al mundo de las religiones dogmáticas del pasado. Lo que Spinoza había creado era algo que era post-judaísmo y post-cristianismo era una fe racional universal para todos los seres humanos. (finalmente alguien hablaba de los «Valores Universales») que muchos comparten y que en lo personal escucho a menudo cuando hablo con gente acerca de la religión hoy en día.

Muchos me dicen que creen en “valores universales” o frases  como “nosotros a nuestros hijos los vamos educamos en valores” y yo por supuesto les pregunto ¿de dónde surgen esos «valores»? ¿quien los determina? ¿uno mismo? ¿uno es la vara de lo bueno y lo malo?¿uno solo determina lo correcto y lo incorrecto?¿acaso nos gustaría que todo el mundo funcionara de ese modo? ¿que pasaría si lo que es bueno para mi implicaría algo malo para vos? Todo estos pensamientos se los debemos a Spinoza.

 

Conclusión

Por lo tanto y reforzando lo visto hasta ahora los argumentos de Spinoza ponen en jaque los valores seculares del mundo moderno y la tradición judía. Y gracias a ese movimiento de Spinoza llegamos a la pregunta fundamental no solo para su época sino hasta el día de hoy y que nos toca de cerca. En la forma mas sencilla de articular, esta pregunta sería: ¿puede uno ser un judío moderno y a la vez ser un judío observante? ¿es posible ahora ser un verdadero hombre moderno y a la vez un judío tradicional?

Para Spinoza esto es inconcebible e incompatible. Si uno es moderno es por defecto liberal y no puede tener ningún tipo mandamientos u obligaciones que están impuestos sobre uno.

La idea de libertad absoluta, de hacer lo que uno quiera, de seguir el propio instinto y destino, contradice el concepto de mitzvot impuestas como obligaciones. En otras palabras lo que Spinoza esta diciéndonos es que tenemos que cambiar todo un sistema de leyes tribales comprendidas desde la noción de una revelación, por un nuevo sistema que es secular creado por el hombre y que se adecua a los nuevos tiempos.

Y acá esta el gran dilema que mucha gente aun no ha comprendido del todo y se discute hasta estos días en todos los contextos judíos del mundo, desde Argentina hasta Hong Kong e Israel mismo.

La noción de que existen “valores liberales”, “seculares”, “democraticos” o “modernos” por un lado, en contra de los “leyes rituales”, “mandamientos impuestos sobre el hombre y que deben ser observados aun cuando no tienen lógica” o lo que llamamos “mitzvot” por otro lado. ¿Son compatibles estos dos mundos? Y esta es la gran pregunta de la modernidad para los judíos. Esta es la pregunta a la cual todos los pensadores y rabinos que estudiaremos a continuación deberán responder. Esta es La pregunta y es Spinoza el que la ha servido en bandeja.

 

En síntesis, para Spinoza los valores judíos ya no son compatibles con el mundo moderno que concibe la separación de la religión y el estado. O sea que ademas de tener que ahora argumentar sobre la particularidad judía cada pensador que tenga que lidiar con Spinoza va a tener que responder y asumir una posición frente al argumento de los valores del mundo moderno liberal, secular, universalista, global, capitalista y los valores judíos tradicionales medievales ya que ambos para Spinoza representan una contradicción. No es lo mismo el mundo medieval que el mundo moderno. No son los mismos tipos de desafíos, no son las mismas condiciones sociales.

El judaísmo moderno representa entonces una serie de respuestas, criticas, revisiones e incluso intentos de evitar los argumentos de Spinoza y como veremos en nuestra próxima publicación y comenzando con Moises Mendelsohn y llegando hasta nuestros días todos los judíos que quieran continuar con la tradición judía, que quieran ser judíos internos,  deben encontrar la manera de reconciliar la autonomía personal de hacer lo que les gusta o quieren (como cualquier otro sujeto moderno que elige libremente y estudia por ejemplo una carrera universitaria, o hace actividades que no son de origen judío sino griegas o de culturas paganas como ser deportes, o en la modernidad presenciar formas modernas de manifestaciones artísticas de origen pagano como el teatro o el cine o escuchar música clásica y opera ambas enraizadas en la cultura griega politeísta o peor aun escuchar rock and roll y música pop, todos géneros y formas musicales construidos sobre principios de igualdad de géneros y valores completamente universales) en contra de la tradición judía pre-moderna y las mitzvot anteriores a todos estos cambios del mundo moderno.

Los judíos externos mas reconocidos que abandonaron sus practicas y los nombramos en nuestra primera publicación son Marx y Freud quienes van a idealizar a Spinoza y criticar el particularísmo judío en nombre de un ideal mayor. Incluso y si mal no recuerdo, Freud tenia una cuadro de Spinoza colgado en su estudio.

Pero lo que nos interesa a nosotros son las respuestas de los judíos internos ya que el judaísmo sigue vivo y vibrante y ha logrado sobrevivir a las críticas de Spinoza. Por lo tanto en nuestra próxima publicación comenzaremos a ver como comienzan a responder los judíos a estos argumentos intentando encontrar una respuesta a los desafíos que cambiaron para siempre el pensamiento moderno debido a un gran pensador que fue Baruj Spinoza.

Archivado en: Judaísmo Pre-Moderno, Podcast Historia Judía Moderna Etiquetado como: "Guía de los perplejos", el quiebre de spinoza, judaismo moderno y judaismo medieval, separacion entre religión y estado, spinoza, Tratado Teológico Político

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 Hola, soy Diego Edelberg, el fundador del blog Judios&Judaismo.com. Me apasiona todo lo relacionado con la música, el judaísmo, la interpretación, la educación, la mitología, la filosofía, la religión, la ciencia, la historia, el arte, la física, la cosmología, la evolución, la sociología, la epistemología, la metafísica, la cabalá y en especial aquello que resulta contradictorio, paradójico y absurdo. Para conocer más sobre mi y de qué se trata mi blog visitá la sección Acerca del Autor

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