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Hemos llegado a otro punto de inflexión en esta serie de publicaciones. Luego de habernos dedicado a comprender el Sionismo y el Socialismo en las ultimas tres publicaciones vamos hacer finalmente la transición hacia el siglo XX, es decir el período judío que nos llevará del 1900 al 2000.
La figura que vamos a utilizar para realizar esta transición, debo anticiparles, es difícil de comprender. Sin embargo este pensador judío es realmente crucial para comprender el judaísmo de la modernidad. Su nombre es Hermann Cohen y su vida representa esta transición ya que nació en 1842 y murió en 1918. Pero no son solo los años cronológicos que marcan la transición del siglo XIX al XX lo que importa sino el hecho que Cohen representa el último de los judíos del siglo XIX que pertenecen a una escuela de pensamiento que la mayoría de estos pesadores compartían.
El va a ser el último de todos estos pesadores centrales que estuvimos analizando que están moldeados por el contexto del pensamiento filosófico idealista alemán (voy a explicar a que me refiero con esto en breve) y concibe el judaísmo de acuerdo al paradigma de su tiempo.
El paradigma de su tiempo se define principalmente por la comprensión del judaísmo como una construcción racional de la realidad. Ya vimos esto cuando hablamos de Geiger y los primeros reformistas, de Hirsch y su creación de la Ortodoxia Moderna y también en otros autores a lo largo de nuestras publicaciones. Vamos a volver a ver esta idea del judaísmo como una construcción racional de la realidad también ahora en Hermann Cohen.
Pero Cohen es también el primero de una nueva generación con una nueva conciencia que produce un nuevo discurso sobre el judaísmo que emergerá para el final de su propia vida. Su pensamiento se convertirá en una fuente de gran admiración por un lado y de muchísimo criticismo por otro lado. Por lo tanto Cohen es importante no solo en su propio pensamiento sino como un catalizador de nuevas ideas y discípulos que verán ahora el mundo y su identidad judía en términos diferentes.
Así que en este sentido tenemos aquí a una figura que representa una transición: por un lado pertenece a la vieja escuela y estilo de cómo pensar y comprender la identidad judía en siglo XIX y por otro otro lado anticipando una nueva conciencia de un nuevo mundo que será el tema de nuestras próximas publicaciones.
Hermann Cohen no es solo importante debido a su contribución al pensamiento judío sino porque de hecho fue un destacado filósofo. Es muy probable que su fama como renombrado filósofo lo haya hecho mucha mas atractivo para los filósofos del pensamiento judío ya que habiendo dejado su marca en la historia de la filosofía occidental luego se ocupó de su identidad judía.
¿Cómo adquirió Cohen su fama? Siendo profesor en la Universidad de Marburg en Alemania y haciéndose conocido como un filosofo secular especializándose en la filosofía de Immanuel Kant. La fama de Cohen se debió a su particular reconstrucción de la filosofía de Kant en lo que se conoce en el mundo filosófico como el neokantismo, es decir un retorno a Kant quien había sido sobrepasado por los ideales de la filosofía de Hegel. (mas sobre el neokantismo http://es.wikipedia.org/wiki/Neokantismo).
Cohen, el neokantismo y el idealismo alemán
No vamos a intentar aquí entrar en el mundo de Kant. Pero si debemos hacer un breve viaje por el modo en que Cohen entiende a Kant para comprender cuales son sus prioridades y como se ve a si mismo para luego entender como lleva eso hacia el judaísmo. Así que la palabra que debo utilizar aquí es Idealismo puesto que Cohen es un filósofo idealista.
¿Qué es un filósofo idealista? ¿Cuál es el sentido del Idealismo Alemán?
La respuesta es que para esta filosofía cualquiera cosa es importante siempre y cuando sea una construcción del pensamiento. La misión de la filosofía para el Idealismo es descubrir las condiciones lógicas que se encuentran en los datos que se adquieren del mundo.
El filosofo idealista comienza con los hechos concretos que ofrece la realidad. Los datos que existen en el mundo. Pero estos datos y hechos no tienen significado a menos que puedan ser concebidos y percibidos por la mente. A menos que puedan convertirse en algo que podemos tomar conciencia y nos revelen los principios básicos que operan en estos datos y hechos que existen en el mundo estos datos son insignificantes.
Este mundo de la filosofía idealista es un mundo que se encuentra muy alejando del modo en que nosotros vemos el mundo hoy y por eso resulta tan difícil y complejo sentirse a gusto con este tipo de pensamiento. Nosotros generalmente hablamos de la naturaleza y del contacto con lo real que no es aquello que pensamos sino lo que vemos ahí afuera y experimentamos concreta y materialmente.
Pero en el sistema idealista esto esta totalmente invertido y lo único que es real es aquello que uno puede concebir en la mente. La realidad más elevada en esta visión es aquella que esta dentro de nuestra mente. Por supuesto que hay datos que podemos percibir que están fuera de nuestra mente pero a menos que uno pueda filtrarlos a través de la mente y darle una realidad estos datos no significan nada. La mente es la que define lo real en este sistema. Aquello que construimos nosotros es lo que le otorga realidad a aquello que esta fuera de nuestra mente.
Por lo tanto para este tipo de pensamiento lo que nosotros llamamos “cultura” por ejemplo es el producto de nuestra mente y pensamiento. En otras palabras “la cultura” no existe sin la mente que la crea sino que la mente es la que crea el concepto de “cultura”. Y por lo tanto nuestra mente es la garantía de la realidad para esta forma de ver las cosas.
Uno realmente debe comprender este sistema idealista para entender a Cohen porque veremos que lo que Cohen va a hacer con Dios, la religión y finalmente el judaísmo esta todo basado en esta noción que aquello que es importante y significativo está en la mente.
El aspecto mas elevado de la realidad en esta filosofía es una idea. Insisto en que esto hoy es muy difícil y ajeno para nosotros. Nosotros entendemos las ideas como algo que no es real. Las ideas están simplemente en nuestra mente. Son justamente ideas. No existen de verdad. Para nosotros hay un mundo real allí afuera, un mundo material por llamarlo de algún modo. Pero para esta perspectiva que estamos describiendo, justamente el Idealismo Alemán llevado a su máximo potencial, todo lo material solo existe si la mente puede concebirlo. La mente y las ideas son las generadoras de realidad.
Espero que esta noción haya quedado clara porque solo así podremos movernos para entender el judaísmo según Cohen (más en este enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Idealismo)
Religión y Dios para Cohen
En el sistema idealista de Cohen “religión” es simplemente una palabra que constituye una faceta de la filosofía. Esto significa que la idea que la gente es creyente, reza y hace actos que intentan afectar su destino solicitando una intervención ajena a su propia existencia es real porque la mente puede aceptar que existe esta idea de gente haciendo esto.
Como las ideas son la substancia de la realidad, claramente Dios en este contexto es una idea. Dios existe pero como idea. La idea de Dios es la que hace realidad su existencia y es esa idea la generadora de aquello que el hombre llama Dios.
En otras palabras el filosofo para hacer real la existencia de Dios no siente a Dios sino que lo concibe como una idea en su mente. Y por lo tanto haciéndose una idea de Dios le imparte realidad y crea aquello que llama Dios.
Cohen concibe la idea de Dios enfocándose en la ética. Esto no debería llamarnos la atención en un filosofo que es un seguidor de Kant puesto que la base de la filosofía de Kant es la ética.
La ética le provee al hombre de una idea eterna ya que el mundo y todo lo demás no le demuestra ese sentido de eternidad. En pocas palabras no tenemos garantías que el mundo existirá para siempre. Pero si hay algo que si es eterno como idea (y Dios es una idea de algo eterno), es que la eternidad es la tarea ética. En resumen ser ético y moral es la idea que aquello que es eterno como idea se impone como algo que debemos hacer. Pero la pregunta que debemos hacernos es si podemos llevar acabo esta idea en el mundo que vivimos. No tenemos ninguna manera de saber si el mundo seguirá existiendo para siempre. Desastres naturales, tsunamis, volcanes, terremotos, un satélite que se choca con nuestro planeta y todo desaparecerá.
En el sistema que estamos construyendo en nuestra mente (y recuerden que todo esto son juegos mentales) hay una necesidad humana de generar una idea que pueda unificar el reino de lo ético como algo eterno con la idea de lo natural, es decir aquello que no es eterno. Y esa idea es la tarea ética que los hombres deben hacer en este mundo. La ética es eterna. La ética no puede existir como una idea que participa del mundo por un tiempo y luego desaparece. La tarea ética es la idea eterna. Por lo tanto la tarea ética que debe llevarse acabo en el mundo real es la que le da sentido a la existencia humana.
¿Qué es Dios entonces para Hermann Cohen? Dios es la idea que garantiza la eternidad del mundo y la tarea ética que constituye la esencia de la existencia humana.
Mas allá que esta idea pueda a uno convencerlo o no lo que es interesante es a dónde lleva Cohen esta idea. Cohen no es un pensador atractivo para la mayoría de nuestra generación pero más allá que uno comparta o no el Idealismo vamos enfocarnos en como toda esta idea impacta en el judaísmo cuando Cohen la aplica al mismo.
Cohen y su relación con el judaísmo
Nuevamente, en este sistema estamos hablando de religión, ética, Dios e ideas en términos generales. No hay nada especialmente judío en todo esto que dijimos hasta ahora salvo el hecho que Hermann Cohen era judío.
Lo que es interesante de todo esto es que cuando Cohen se retira como profesor de Filosofía a los 70 años de la Universidad de Marburg se muda a Berlín y comienza a enseñar en una Escuela Judía. Todavía tiene energía para seguir y no quiere retirarse en forma total. Y de repente al enseñar en una escuela judía comienza a sentir la presencia de su herencia judía.
Mientras da clases a alumnos judíos comienza a reflexionar sobre su propio judaísmo y finalmente escribe su obra más importante sobre la filosofía judía: un libro titulado “Una religión racional tomada de las fuentes del judaísmo”.
Noten que el titulo claramente nos muestra que estamos aún en esta paradigma racional de la identidad judía. Seguimos en el mundo de Mendelssohn, Geiger y Hirsch. Todos estos pensadores influenciados por el idealismo alemán intentaron definir qué es lo racional del judaísmo.
Si lo recuerdan para Mendelsohn era el iluminismo. Para Geiger y Hirsch era el historicismo y la influencia de Hegel. Quiero que noten como cada uno de estos autores ajustó su judaísmo al espíritu filosófico e intelectual de su propio tiempo. Y aquí lo que tenemos con Cohen es la perspectiva del judaísmo desde una lectura neokantiana. Esta filosofía y sus ideales son los reinantes para finales del siglo XIX en el mundo intelectual y Cohen es uno de los mas destacados en este campo en la historia enseñando en la Universidad de Marburg.
¿Qué idea novedosa nos presenta Cohen en su libro?
Para Cohen la religión al momento que escribe su libro es ahora mucho mas que ética. La religión tiene una realidad en si misma.
Esto es llamativo porque de pronto parecería que dentro de Cohen ha crecido una apreciación especial hacia la religión en si siendo algo mas que una construcción de la mente. Como dijimos el filosofo para hacer real la existencia de la religión no siente la religiosidad sino que lo concibe como una idea en su mente. Y por lo tanto haciéndose una idea de lo que la religión es le imparte realidad y crea lo que llama religión.
Pero cuando Cohen escribe sobre el judaísmo a los 70 años hay una transformación porque de algún modo parecería estar “sintiendo” la religión mucho más que «pensándola». Uno puede hablar acerca de la religión y no ser religioso. Pero acá comenzamos a percibir un cambio en su persona.
Ademas en este nuevo Cohen el valor primordial del judaísmo se hace más explícito. En otras palabras Cohen no solo detecta que ahora siente la religión sino que ademas siente que la religión judía particularmente se convierte en una religión más importante para él que las demás religiones.
En el terreno de la ética como ideal supremo Cohen escribe, el judaísmo aporta algo único en el área de la justicia social y en el concepto de hacer en forma colectiva del mundo un lugar mejor. Ahí para Cohen es donde encontramos lo más importante del judaísmo. Para decirlo en la forma mas sencilla: para Hermann Cohen el judaísmo ejemplifica en la forma más clara lo que es ser una religión racional.
Para Cohen si uno esta buscando un paradigma racional sobre lo que la religión debería ser uno no lo va a encontrar en el cristianismo, el islam u otras religiones. El judaísmo es quien representa eso mejor que cualquier otra religión.
¿Qué es el judaísmo según Hermann Cohen?
El judaísmo para Cohen es una religión racional enraizada en el pensamiento racional que cultiva la sensibilidad ética, enfatiza el universalismo a través de la profecía y la noción de una era mesiánica.
Esto que definimos en una oración es todo lo que el judaísmo representa para Hermann Cohen.
Nuevamente:
- racionalidad (este es un paradigma racional de la religión donde no hay espacio para nada que sea irracional).
- cultivar la sensibilidad ética (esto es lo que lo hace ser un buen filósofo neokantiano donde la ética es fundamental y es justamente eso lo que el judaísmo hace según Cohen).
- universalismo profético (Cohen amaba a los profetas bíblicos debido a que la ética de los profetas según lo que Cohen entendió no era particularista del pueblo judío sino universal y de la humanidad como un todo).
- y finalmente hay mesianísmo en el judaísmo de Cohen (pero este no es el mesianismo antiguo de una intervención divina posicionándose en el mundo a través de una figura particular que transformará todo el mundo y que llegara en un burro del modo que los judíos ortodoxos creen sino que estamos haciendo referencia al mesianismo del judaísmo Reformista y que los judíos reformistas creen que esta basado en la idea que cada ser humano participando en actos de acción social hará que esa contribución colectiva lleve al mundo hacia un estadio mejor en el cual la ”era mesiánica” se logrará a través de la acción social humana y no de la espera pasiva de una figura particular).
Sionismo vs. Diáspora como ideal judío
Voy a expandir un poco más estas ideas introduciéndolos en uno de los debates mas importantes del judaísmo en la modernidad entre dos de los más destacados pensadores judíos del siglo XX que sucedió en el año 1916. Uno de ellos es Hermann Cohen y el otro es Martín Buber de quien nos ocuparemos en profundidad en las próximas publicaciones. Ubicaremos a Buber en su propio contexto muy pronto pero es importante presentarlo aquí puesto que Buber conoció a Cohen y lo reconoció como el gran sabio de su generación pero en este debate que quiero ofrecerles se rebela contra él y lo ataca.
Sin precisar sobre Buber ya que lo haremos en las próximas publicaciones, básicamente el argumento que se discute esta relacionado con el hecho que Martin Buber se hizo Sionista y de hecho sus convicciones Sionistas eran muy fuertes. Para Martin Buber ese sueño de la “era mesiánica” solo iba a hacerse realidad en la utópica ciudad de Israel que los Sionistas soñaban. En otras palabras Martin Buber compartía la misma visión que Hermann Cohen en que la era mesiánica sería el producto de un esfuerzo humano en una actividad llevada acabo por los seres humanos y no por una intervención puntual en la historia decidida por Dios en una experiencia super-natural. Pero Buber creía que la única manera en que esto sucedería era si creábamos una comunidad que llevara sus ideales acabo en su propia tierra. Para Buber era un absurdo querer instalar valores judíos y mesiánicos en una tierra en la cual el judío no pertenecía originariamente y por ende el Sionismo de Buber era un Sionismo Espiritual. Para Buber hay una clara conexión en una idea que conecta volver a la tierra de Israel, el Sionismo, Dios y la era mesiánica siendo de hecho el Sionismo el principio de esta redención mesiánica. En resumen para Buber el mesianismo solo puede llevarse acabo creando una comunidad que comparta los mismo ideales en un territorio determinado para hacer el mundo un lugar mejor y por lo tanto el Sionismo era la respuesta y los judíos alemanes debían hacerse Sionistas.
Y aquí es donde Hermann Cohen hace su argumento.
Hermann Cohen visto en retrospectiva hoy termina siendo una especie de figura trágica para la historia judía. Pero la realidad es que tampoco es justo juzgar a Hermann Cohen sabiendo nosotros lo que sucedió en Alemania luego de la muerte de Cohen puesto que el no lo sabía ni lo vivió.
Hermann Cohen creía firmemente entre la conexión entre el judaísmo y el germanismo. El era el ejemplo mas extraordinario de aquello que el creía era la Cultura Judía Alemana. Ya hemos visto esto mucho en estas publicaciones en Graetz y otros pensadores quienes durante el siglo XIX intentaron comprender el judaísmo y sus aspiraciones en relación con sus propias aspiraciones alemanas y de alguna manera juntarlas y convertirlas en una unidad.
Pero en el caso de Hermann Cohen, el gran filósofo de la Universidad de Marburg, su “judeidad” estaba fusionada con su ”germandad”. Esta idea que yo siento tan propia siempre me ha llevado a lo que George Steiner presenta cuando menciona a Borges como «aquel que rechaza los límites de una sola herencia» siendo este rechazo aquello que constituye para Steiner»un elemento constitutivo de la judeidad».
Todo esto nos es muy difícil de comprender a nosotros hoy luego de la Shoa u Holocausto pero anterior al Holocausto esta fue la forma en la que muchos judíos se vieron así mismos y su propia imagen. Y esto realmente presenta un tema interesantísimo para los judíos eternamente y hasta el día de hoy. ¿Cuanto de lo que somos es heredado de la tradición judía y cuanto de la tierra en la que nacemos?
Esencialmente lo que leemos del debate entre estos dos autores es que Cohen rechaza el Sionismo de Buber, o la idea en la cual Buber entiende el Sionismo, ya que primero y principal Cohen jamás fue un Sionista. Con Cohen tenemos un ejemplo de aquel tipo de judío que se siente completamente cómodo con la cultura que lo rodea siendo en este caso particular la cultura alemana.
Cohen estaba convencido que podía contribuir como judío a la cultura alemana y creía de hecho que la idea de abandonar la tierra en la que uno había nacido e ir a instalarse en Israel era una prueba que uno repudiaba esa fusión entre la tradición judía heredada y la cultura que a uno lo había bienvenido y permitido crecer, estudiar, trabajar, etc. Para Cohen el Sionismo evitaba esa fusión que el celebraba como aquello que le daba el sentido de identidad y pertenencia. Y por lo tanto para Cohen el Sionismo esta errado si cree que puede crear valores éticos si lo que tiene como Misión es crear un nuevo ghetto de judíos encerrados en la tierra de Israel.
¿Por qué estaba Cohen tan convencido de esta idea? Porque para Cohen los judíos son como el rocío que trae esa frescura, ese agua que irriga el mundo entero y lo mantiene pensando una y otra vez en todos los terrenos. Desde el terreno de la ciencia hasta las artes. Es decir que con Cohen tenemos un argumento sobre la belleza, el poder y el significado de ser un judío que no vive en la tierra de Israel y a la vez para los países que deben abrazar a los judíos que viven allí porque ellos traen su sabiduría milenaria y todas sus capacidades a cada lugar al que llegan.
Este argumento es fantástico porque lo que Cohen nos dice es que los judíos no son parásitos que ocupan tierras que no les pertenecen y por lo tanto deben irse o ser expulsados y encerrados en su propia tierra. Sino todo lo contrario es lo significativo aquí.
Gracias a sus propias iniciativas, perspectivas e ideales proféticos de hacer del mundo un lugar mejor los judíos llevan a todas partes del mundo algo que siempre hace falta y eso es la conciencia mesiánica que “lo mejor esta por venir y depende del trabajo de todos juntos”.
Por lo tanto para Cohen Alemania necesitaba a los judíos y los judíos necesitaban a Alemania como el lugar donde podían llevar acabo su misión. Ser un buen alemán significa ser un buen judío y ser un buen judío significa ser un buen alemán. Y en conclusión para Cohen el Sionismo remueve esa fuerza poderosa, esa energía moral que se apacigua y pierde esa fuerza de hacer de todo el mundo un lugar mejor cuando solo queda circunscripto a la tierra de Israel.
Conclusiones
Con Hermann Cohen tenemos un individuo que entendió el judaísmo de una forma muy particular y para quienes hayan seguido en orden las publicaciones sobre Modernidad Judía que hemos presentado hasta ahora podrán apreciar las raíces de este filósofo porque de hecho no hay nada nuevo aquí que de alguna manera no haya surgido antes. Esto es un retorno a Geiger y el judaísmo Reformista y Mendelssohn y muchos de los pensadores que vimos hasta ahora y podemos comenzar a apreciar a esta altura como cada pensador va construyendo sobre las ideas del otro.
Si lo recuerdan para el final de la publicación anterior vimos que para finales del siglo XIX el mensaje es que había que irse de Europa porque se venía algo malo. Los judíos ya no se sentían mas cómodos ni recibidos en Europa. Había algo sucediendo en Europa que los judíos ya no podían controlar y eso era la Judeofobia de la que escribe Pinsker. Herzl escucha el juicio de Dreyfus y no puede creer lo que esta sucediendo y comienza a concebir la idea del Sionismo. Incluso Martin Buber que tenía otro tipo de vínculo con el Sionismo reconocía que los judíos ya no podían vivir más en Alemania o Europa y debían ir a Israel.
Pero aquí tenemos a Hermann Cohen viviendo a finales del siglo XIX y principios del XX. Experimentando lo peor del antisemitismo en Europa Oriental y Europa Occidental. Es consciente que el antisemitismo esta creciendo abismalmente en la Alemania que el ama, nació, se educo y vivió. El vive en carne propia que Alemania se esta transformado y esta cambiando y el cree en el fondo que “todo va a salir bien” y lo que es aún más importante es que no es el único judío que creyó eso. Miles de judíos creían que había un poco de odio pero que de hecho no era tan grave y que todo iba a salir bien.
En lo personal a veces pienso las veces en las que uno ve pintadas antisemitas o ataques a cementerios judíos o ataques a judíos o a sinagogas judías y de alguna manera uno inconscientemente piensa “bueno, ya va pasar y todo va a estar bien”. Imaginen si en un país como Argentina los judíos viendo claros actos antisemitas que se registran al menos una vez por año y seguro que mucho más también (honestamente no llevo cálculos de esto y tal vez eso es un signo de esto mismo que estoy criticando) dijeran acá hay antisemitismo y tenemos que irnos. Claramente esto es lo que ha sucedido por ejemplo con la comunidad judía de Venezuela en los último 10 años (http://www.infobae.com/notas/611453-Denuncian-que-hay-un-silencioso-exodo-judio-en-Venezuela-por-antisemitismo.html).
Para Cohen había cosas que no estaban bien pero no podía concebir la idea que esta relación no funcionaría. Hoy podemos llamar a Hermann Cohen un naive o un ingenuo pero esta situación refleja (no solamente en el caso de Cohen) toda la mentalidad de una generación de judíos que habían nacido y vivido toda su vida en Alemania que realmente se sentían tan judíos como alemanes y no podían ni querían desvincular una cosa de la otra.
Los judíos que contribuyeron con lo mas elevado de la cultura alemana de finales del siglo XIX y principios del XX es impresionante y si uno tiene la bendición de algún día recorrer el museo judío de Berlin yo les recomiendo que se fijen que ese museo esta haciendo claramente una declaración de cómo los alemanes «destruimos todo este grupo que le dio tanto a la vitalidad de propia cultura alemana».
Como dijimos Cohen fue el último de los filósofos de una cadena que comienza con Mendelssohn quienes definieron al judaísmo como una religión racional.
El énfasis en la ética moldeada por la filosofía de Kant sobrepaso el las leyes rituales o mitzvot en Hermann Cohen. De hecho no he ni mencionado el tema cuando hable de él porque ese no era su camino o su relación con el judaísmo.
Su importancia como judío escribiendo sobre el judaísmo es uno de los aspectos principales por el cual lo hemos incluido en estas publicaciones.
Pero otro de los aspectos mas importantes para la historia judía de Hermann Cohen es como sus ideas servirán como catapulta en las publicaciones que sigan sobre los ideales de esta fusión. Todos los que sigan a Hermann Cohen y se enfrenten a su autoridad deberán lidiar con sus ideas sobre religión, Dios, judaísmo, mesianismo, ética, y esto es a lo que nos dedicaremos en las próximas publicaciones.