En nuestra exploración por intentar descubrir qué es el judaísmo fuimos resolviendo algunas preguntas fundamentales. Primero vimos que no hay un solo adjetivo que pueda definir el judaísmo en su totalidad. Luego pudimos ver que tampoco es simplemente una religión más entre todas las que están disponibles ya que hay componentes étnicos, nacionales e incluso geográficos que definen al judaísmo más allá de una simple creencia en algo.
Luego introdujimos la idea que si bien el judaísmo en esencia es uno solo, cada uno lo entiende de forma distinta porque cada uno de nosotros es diferente, particular y único. Entonces la pregunta que se impone es ¿cómo hacemos para mantener una cohesión grupal si cada uno entiende y practica el judaísmo a su manera?
Y la respuesta es que curiosamente lo logramos de todos modos a través de un proceso oculto a simple vista que va ajustando lo antiguo hacia lo novedoso y lo novedoso hacia lo sagrado, un proceso que llamamos tradición. Por supuesto cuán flexible es esta estructura o tradición tampoco es algo que los judíos podemos ponernos de acuerdo y sin embargo seguimos adelante sosteniendo todas estas luchas internas.
Las más grandes disputas entre los judíos suceden cuando algunos creemos que lo tradicional esta siendo atacado. Pero en forma extraña defendemos la tradición y sin embargo cuando nos preguntan cuál es exactamente la tradición generalmente no estamos seguros que la conocemos en forma absoluta o que podemos definirla en una sola oración. También somos conscientes que -nos guste o no- la tradición se va constantemente ajustando a las realidades sociales, culturales, políticas e históricas. La ventaja de reconocer esto es que nosotros mismos vamos constantemente revaluando nuestra propia tradición y por extensión nuestra propia vida dentro de lo que consideramos tradicional.
Si bien el judaísmo está constituido por determinadas creencias y prácticas particulares los judíos sentimos que es una definición muy limitada la de declarar el judaísmo solo como una religión más que esta disponible dentro del espectro de las religiones del mundo.
En la Biblia por ejemplo, el “judaísmo” no existe como tal sino la historia de un individuo llamado Abraham y su familia que primero son presentados como los hebreos. Luego esta familia va extendiéndose hasta que el nieto de Abraham llamado Jacob (en hebreo Iacov) es renombrado Israel durante un extraño episodio en que lucha con un ángel. Así pasamos de hebreos a ser israelitas (los hijos de Israel, es decir los hijos de Iacov). Cuando seguimos leyendo la Biblia nos damos cuenta que los hijos de Israel poseen ciertas categorías que los constituyen y que están más allá de una simple creencia o fe.
Si bien los israelitas de la Biblia creían que su destino estaba determinado por su relación con Dios (una relación bastante complicada de por cierto), la realidad es que estaban mucho más preocupados por llegar a la Tierra prometida por Dios a Abraham y a su descendencia que cualquier otra cosa. Por lo tanto leyendo la Biblia podemos llegar a concluir que el judaísmo es la historia de un pueblo y un territorio particular en el mundo.
Por otro lado la estructura tribal de los israelitas en la Biblia se mantuvo por miles de años al punto tal que cuando finalmente llegaron a la tierra prometida la dividieron según estas mismas tribus. Por lo tanto ahora podríamos llegar a la conclusión que lo que constituye a los judíos es en realidad una demarcación étnica.
Por muchos años durante el período que narra la Biblia Israel fue gobernado por una monarquía. Y por lo tanto podríamos argumentar que el judaísmo originariamente era parte de una nación o un reino.
El punto aquí es el siguiente: todo esto que acabamos de describir es mucho más que lo que entendemos por religión. El diccionario define a la religión como un conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto. Nosotros acabamos de ver que el judaísmo en sus orígenes no solo posee todo lo que define el diccionario sino también posee asociaciones con un territorio geográfico determinado, una distinción étnica particular e incluso una constitución nacional o monárquica. Todo esto es mucho más que una religión.
Próximamente: ¿Cuál es el origen de la palabra judío?
En la cuarta parte de esta serie veremos el origen y significado de las palabras judío y judaísmo. ¡No te la pierdas!
¡Buena Semana!