Primero y Principal
Para poder entender las diferencias entre estas tres diferentes aproximaciones y Jabad Luvabitch hacia la tradición judía tenemos primero que entender dos aspectos que si bien pueden resultar obvios para muchos de ustedes deben quedar en claro desde un comienzo.
Estos dos aspectos son: (1) la historia judía no sucede aislada del resto de la historia mundial y en consecuencia (2) lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía.
El hecho irrefutable que la historia judía no sucede aislada del resto de la historia mundial significa que uno no puede realmente comprender el judaísmo si desconoce totalmente lo que fue pasando en la historia de la humanidad. Por ejemplo, uno no puede entender en profundidad qué es Jánuca si no sabe quién fue Alejandro Magno. Tampoco puede entender el Talmud en profundidad si no sabe nada de la historia de Babilonia en donde fue escrito. Menos puede uno entender a Rashi o Maimonides si ignora por completo qué pasaba en la Edad Media (y especialmente donde ellos vivían) para comprender así qué cosas influenciaban el modo en que ellos leían la Tora y el Talmud. Tampoco se puede comprender por qué surgió el Sionismo sin saber nada de los Nacionalismos Modernos. Y aunque todo esto puede ser evidente para muchos de ustedes es para mí fundamental repetirlo y aclararlo una y otra vez a lo largo de todas mis publicaciones.
Si reconocemos honestamente el impacto que tienen en nuestras vidas cosas tan remotas como el surgimiento de Internet, la telefonía celular, el aborto, las problemáticas actuales en la tierra de Israel, los matrimonios interreligiosos, los casamientos homosexuales, las crisis económicas del sistema capitalista, el feminismo, los problemas sobre ecología y medio ambiente, la crisis nuclear en Iran, etc. claramente entendemos que el modo en que leemos la Tora hoy y lo que significa ser judíos hoy no tiene mucho que ver con lo que sentía o como leía la Tora un judío hace 1000 años.
El hecho irrefutable que lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía significa que el judaísmo que Moisés practicaba no era exactamente el mismo que Rabbi Akiva practicaba luego de la destrucción del Gran Templo cuando los Cohanim se quedaron sin empleo (ya que vivían para el Templo y el mismo fue destruído) y la palabra “Rabino” ni siquiera existía en el vocabulario hebreo. Moisés jamás hubiese entendido si un hebreo le hubiera preguntado en medio del desierto “¿qué ponemos en la keara durante la noche del Seder?”. Por otro lado el judaísmo que practicaba Maimonides en el siglo XII en la España Medieval bajo dominación islámica no era exactamente el mismo que practicaba Rabbi Akiva quien jamás escucho hablar de una religión llamada Islam. Ni siquiera nosotros hoy en la modernidad practicamos el mismo judaísmo que Maimonides practicaba ya que el jamás se imaginó que surgiría un movimiento Ortodoxo, Reformista, Conservador, Jabad Luvabitch o incluso y aún más complejo de explicar, algo llamado “Sionismo”. Claramente lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía.
En el tiempo bíblico por ejemplo, la esclavitud era aceptada. En la época en que los rabinos terminaban de escribir el Talmud la esclavitud era aceptada. Hasta el siglo XVIII entre muchos judíos formados y bien educados la esclavitud era algo aceptado. Hoy no existe ninguna corriente judía que defienda la esclavitud. Dejar de tener esclavos fue un proceso social que sucedió en la conciencia humana mundial y afectó la historia judía.
Quitar los instrumentos musicales de los servicios religiosos judíos fue algo nuevo en la historia que sucedió después de la destrucción del Gran Templo ya que es bien sabido y aceptado por la mayoría de los judíos que los Salmos eran cantados y acompañados con instrumentos musicales dentro del Gran Templo en Shabbat y otras festividades. Si uno iba en Shabbat al Gran Templo en Jerusalem uno escuchaba instrumentos musicales. Pero debido a que los instrumentos traen alegría según los Rabinos (debo confesarles que hay ciertos obras orquestales y sinfónicas que me traen una tristeza infernal y me hacen emocionar hasta las lagrimas), los Rabinos mismos decidieron cambiar la tradición y dejar de usar instrumentos en Shabbat para recordar la amargura de haber perdido el Gran Templo. Más tarde esto derivó en las leyes con respecto a la reparación de instrumentos en Shabbat que claramente no se discutían cuando los instrumentos eran tocados en el Gran Templo en Jerusalem. Pero dejar de utilizar instrumentos musicales en Shabbat fue una decisión que cambió la forma en la cual tradicionalmente se practicaba el judaísmo anterior a la destrucción del Gran Templo. Claramente estos dos ejemplos entre los miles que uno podría nombrar dejan en claro que lo que sucede en la historia mundial afecta la historia judía.
Podríamos resumir estos dos aspectos contemplando que cualquier ser humano aceptaría en forma consciente que la historia afecta a la tradición. Siempre lo ha hecho y siempre lo hará.
Teniendo en claro estos dos aspectos tenemos que entender ahora un proceso histórico llamado “Modernidad” que sucedió y cambió la historia de la humanidad y con ella la historia judía. La importancia de comprender qué es la Modernidad nos permitirá entender cuál es la diferencia entre Ortodoxo, Conservador, Reformista y Jabad Luvabitch.
El impacto de la Modernidad en el judaísmo
La Modernidad se refiere a un período histórico marcado principalmente por el fin de un sistema social llamado feudalismo (un sistema piramidal en el cual uno era rey o campesino desde la cuna a la tumba) hacia el capitalismo, la industrialización, la secularización, la racionalización, la creación del Estado o Nación modernos, sus Instituciones y las Constituciones de los países tal cual los conocemos en la actualidad. En definitiva un mundo completamente opuesto al Medieval.
En la historia judía fechamos la Modernidad entre los años 1750 hasta la actualidad (muchos autores ya hablan de un Posmodernismo también en el judaísmo y lo ubican luego de la Shoá (Holocausto) y el nacimiento del Estado de Israel Moderno). Si 1750 marca el inicio de la Modernidad, el período histórico que va de 1492 a 1750 es considerado hoy la «Pre-Modernidad» (también llamado «Modernidad Temprana«). Durante la «Modernidad Temprana» suceden ciertos eventos muy particulares que demuestran que ya no estamos en la Edad Media (aquel período dominado por el feudalismo) pero tampoco estamos en la Modernidad plena.
Lo más importante que debemos entender sobre la Modernidad es que como cualquier suceso histórico no es un evento sino un proceso. Esto significa que no sucedió una sola cosa que cambió todo de un día para otro sino que sucedieron múltiples cosas a lo largo de varios años que fueron cambiando la realidad histórica mundial y de los judíos.
En palabras mas simples, no es que un judío viviendo en 1492 al ser expulsado de España se dijo a sí mismo “¡oh! ¡he entrando en la Modernidad Temprana!” sino que como describiré a continuación, a partir de 1492 comienzan a suceder diversos procesos que son la consecuencia de lo que posteriormente y en forma retrospectiva los historiadores llamarán “Modernidad” y «Modernidad Temprana».
Es real que las corrientes Ortodoxa, Conservadora, Reformista e incluso Jabad Luvabitch se consolidan y oficializan en el siglo XIX. Pero es un error gravísimo argumentar que es sólo en el siglo XIX cuando todo cambia en la historia judía. Es muy mediocre creer que debido a la Revolución Francesa de 1789 todos los judíos son emancipados y al recibir los mismos derechos y obligaciones que los demas seres humanos dejaron de practicar el judaísmo de la noche a la mañana. Mucha gente tiene esta idea ingenua que hasta el siglo XIX todos los judíos del mundo eran observantes de la Ley Judía y que comenzando el 1800 dejaron de practicar el judaísmo por culpa de la emancipación y el pensamiento racional moderno. Los cambios que suceden en el siglo XIX son la consecuencia de un proceso que claramente comienza en el siglo XVI.
Y si bien suceden múltiples procesos que cambian el devenir histórico, voy a mencionar cinco experiencias anteriores al siglo XIX que tendrán un impacto fundamental en la creación de las diferentes corrientes judías modernas.
Sin ser exclusivas, las cinco experiencias judías determinantes son:
- La expulsión de los judíos de España en 1492 dando comienzo a una movilidad geográfica acelerada que conduce a mayores contactos entre judíos con otros judíos de diferentes trasfondos, tradiciones e incluso idiomas y también entre judíos y no judíos. Al conocer más de cerca a otros judíos de otras latitudes los judíos mismos descubren no solo las similitudes sino las diferencias abismales entre los unos y los otros tomando conciencia que están más dispersos de lo que creían siguiendo cada grupo sus propias tradiciones particulares. Al mencionar esto me refiero a la movilidad de un gran número de emigrantes expulsados de sus lugares de origen siendo obligados a buscar refugio en nuevos y extraños entornos siendo ésta una condición especialmente notable en los siglos XVI y XVII pero no tanto en el siglo XVIII. También me refiero a la movilidad de las personas (especialmente las élites secundarias, los eruditos itinerantes, libreros, vendedores ambulantes, intelectuales inquietos) que comienzan a moverse en forma constante por casi todas las comunidades judías de Europa.
- El surgimiento de un sentido de cohesión comunitaria a través de todos los nuevos asentamientos judíos llegando a un punto culminante en el Consejo extraordinario de “Las Cuatro Tierras”: un organismo central de la autoridad judía en Polonia desde 1580 hasta 1764 compuesto por setenta delegados de comunidades locales que se reunían para discutir los impuestos y otros temas importantes para la comunidad judía ( mas información -en inglés-). Tales estructuras comunales a menudo revelan una tendencia sorprendente: el creciente deterioro de la autoridad rabínica y el creciente poder de las oligarquías judías laicas. Las variaciones locales deben ser cuidadosamente observadas en estos casos.
- Una explosión de conocimiento provocada no solo por la invención de la Imprenta y la publicación de libros como una nueva tecnología en la historia sino también por otros factores como el creciente interés en los libros judíos por parte de los lectores cristianos junto a un programa ampliado de estudios judaicos y la entrada visible de las elites judías en las Universidades seculares. Esta transformación, más que todas las demás, parece ser constante durante todo el período Moderno anterior al siglo XIX y tiene que ser vista en relación con los factores de movilidad y mezclas sociales ya mencionados anteriormente.
- Una crisis en la autoridad rabínica engendrada por muchos factores (incluyendo los tres anteriores mencionados) y por el fenómeno de los judíos conversos, el mesianismo y el impacto del filósofo judío Baruj Spinoza demostrando que los ideales de la Modernidad ya no son compatibles con los del judaísmo tradicional heredado desde la destrucción del Gran Templo y la Edad Media. Mientras que la crisis de la autoridad rabínica se manifiesta durante todo el período Moderno comenzando en el siglo XVI, la misma se hace más aguda a finales del siglo XVII y XVIII dejando su marca en la mayoría de las comunidades judías. Justamente esta crisis precipita una contra-reacción por parte del establishment rabínico (especialmente en Amsterdam) que da comienzo al surgimiento de una especie de frente “ortodoxo” anterior al siglo XIX.
- El deterioro de las identidades religiosas (lo cual es un factor íntimamente relacionado con el punto anterior) haciéndose prominente esta experiencia en los siglos XVII y XVIII. Me refiero específicamente a la aparición de los judíos conversos y sus intentos de volver a entrar en la comunidad judía principalmente en Amsterdam y Hamburgo. Simultáneamente los cruces de los seguidores judíos de Shavetai Tzvi con el islam (Dönmeh -en inglés) y el cristianismo (Jacob Frank) junto a aquellos judíos convertidos al cristianismo en sus propias búsquedas de autenticidad cristiana. Dada la gran red de comerciantes conversos y mesiánicos (conectados desde Amsterdam, Cracovia y Praga) la definición de judaísmo, cristianismo y su relación con las demás religiones es sin duda una experiencia tan importante como las demás para definir la Modernidad judía anterior al siglo XIX.
Con todo este panorama histórico cuando llegamos finalmente al siglo XIX notamos que los judíos que crearon las tres diferentes corrientes no exclamaron “las cosas están cambiando” sino que lo que dijeron realmente fue “las cosas han cambiado”.
La mayoría de los judíos ya en el siglo XIX no leían hebreo, estaban en su gran mayoría asimilados e incluso muchos de ellos se habían convertido al cristianismo para ocupar cargos Universitarios o puestos de trabajo; otros se habían delirado siguiendo los mesianismos de Shavetai Tzvi y Jacob Frank entre los siglos XVII y XVIII haciendo estragos en la comunidad judía. Definitivamente cuando finalmente llegamos al siglo XIX todo lo sucedido desde el siglo XVI hace implosión cambiando radicalmente la manera en la cual el judaísmo es entendido y practicado hasta la actualidad.
Es muy fácil y tentador culpar a la ciencia, la emancipación, la secularización, las filosofías modernas, internet, la televisión, la ostentación del cuerpo y la relativización de valores y tradiciones -haciendo que todas las narrativas o textos sean válidos según las perspectivas individuales- como enemigos y causantes del eclipse del judaísmo en la modernidad. Es más cómodo señalar con el dedo algo que esta afuera como responsable de lo que nos sucede dentro. Pero por algún motivo surgió la Reforma, la Ortodoxia, el Conservadurismo, el Jasidísmo y todos los demás movimientos judíos y esto hay que dejarlo en claro desde el comienzo y es que el judaísmo tradicional heredado desde la destrucción del Gran Templo y la Edad Media no estaba respondiendo a los desafíos de la Modernidad. El judaísmo tradicional ya no estaba siendo significativo frente a todo lo que estaba sucediendo a partir del siglo XVI. Y este es el motivo por el cual es tan importante entender la Modernidad ya que el judaísmo actual en todas sus vertientes desde la Ultra-Ortodoxia hasta el Reformismo es una respuesta a la Modernidad. Anterior a la Modernidad no existían todos estos grupos y nombres.
3 Rabinos y 3 Interpretaciones
Solo comprendiendo todo lo descripto hasta aquí podemos entender a los tres grandes Rabinos alemanes que se preguntaron en el siglo XIX y frente a todos los desafíos de la Modernidad: ¿qué hacemos para mantener viva la tradición judía y no perder a toda esta gente que ya no encuentra sentido en el judaísmo?
Reformistas
El primero de ellos, un hombre llamado Abraham Geiger, propuso Reformar el judaísmo del mismo modo que los primeros Rabinos lo habían hecho luego de la destrucción del Gran Templo.
Según describe Geiger luego de la destrucción del Gran Templo un grupo de judíos que pasaron a llamarse con el tiempo “Maestros” (es decir Rab o Rabino en español) se convirtieron hasta la actualidad en los líderes de la continuidad y la comunidad judía creando un sistema alternativo al bíblico enfocado en la plegaria, rezo o tefila en lugar del sacrificio de animales en un altar.
Para comprender esto debemos entender que la Tora nos habla entre tantos individuos de 2 personajes centrales: los Kohanim o Sacerdotes y los Reyes. Pero si uno lee toda la Tora o incluso el TaNaJ, es decir la Biblia Hebrea, en ningún momento se menciona a los Rabinos ni a la figura rabínica. Por lo tanto uno podría preguntarse ¿de dónde surgen los Rabinos? ¿Cuándo surgen los Rabinos? ¿Por qué surgen? y ¿para qué surgen?
Y la respuesta de Geiger es que cuando el Templo es destruido y los judíos son expulsados de la tierra de Israel estas dos funciones desaparecen: los Kohanim o Sacerdotes vivían para el Templo y cuando el mismo es destruido este grupo ya no tiene nada para hacer. Por otro lado esta claro que un Rey sin monarquía o tierra no tiene mucho sobre que reinar. En ese momento crítico de la historia un grupo de judíos a quien llamamos «prushim» o «fariseos» y que posteriormente serán llamados Rabinos, fueron los responsables de la supervivencia del judaísmo hasta la actualidad reemplazando el poder central del linaje de la casta sacerdotal por la sabiduría del conocimiento de la Ley judía. En pocas palabras hicieron 3 cambios espectaculares que aseguraron la continuidad y supervivencia del judaísmo: (1) suplantaron el sistema de sacrificios animales por uno de plegarias que se remite a dichos sacrificios, (2) reemplazaron la noción de liderazgo de la comunidad basado en un linaje correspondiente a una casta sacerdotal hereditaria por otro en el cual el conocimiento o la sabiduría lo hace a uno líder del grupo creando así el concepto de Rabino o Maestro y (3) democratizaron las practicas diciendo que lo que solo hacia el Sumo Sacerdote o Kohen Gadol ahora lo reinterpretamos en las plegarias y todos deben “hacerse sacerdotes”. Cualquiera que alcance una sabiduría que otros rabinos consideran digna, esa persona es llamada también rabino de acuerdo a lo que juzgan otros colegas suyos.
Al llegar a esta comprensión sobre los fariseos o Rabinos, Geiger comenzó a argumentar justamente que los Rabinos eran judíos innovadores. No eran rígidos en sus posturas y comprensiones del judaísmo sino radicales y revolucionarios que intentaban ajustar y reformular el judaísmo de tal modo que pudiera respirar un nuevo aire haciéndolo significativo para aquellos que padecían la destrucción y desintegración de su pueblo con el fin del sistema de sacrificios de animales en el Templo y el nuevo gobierno ahora bajo la ocupación Griega y posteriormente Romana.
Para Geiger, la noción que los fariseos eran revolucionarios que lograron re-acomodar y darle un renovado sentido a su tradición de acuerdo a los desafíos de su tiempo y las necesidades espirituales de su propia comunidad estaba claramente relacionado con el presente que él y los judíos de su tiempo vivían.
Sin extendernos demasiado podríamos decir que para Geiger y los primeros Reformistas la moral y la ética que enseñaba el judaísmo era eterna y no debía cambiarse. Pero las mitzvot si debían modificarse si ya no eran sensibles a los judíos del siglo XIX y cada judío debía optar ahora por cuenta propia que mitzvot quería observar y cuales no. Estas posturas han cambiado en la actualidad y los Reformistas actuales han lentamente comenzado a «reformar» su entendimiento y estrategias y en consecuencia la observancia de mitzvot irracionales (comer kasher, ponerse tefilín, etc.) están siendo nuevamente observadas por este grupo.
Ortodoxos
En respuesta a esta postura un segundo hombre llamado Samson Raphael Hirsch coincidió con Geiger en que los judíos debían sumarse a las sociedades modernas abrazando los ideales de la Modernidad pero exclamó enfáticamente que no debían abandonar el legado tradicional judío ni la practica de mitzvot. Si bien no se hizo llamar Ortodoxo, al establecer en 1886 una alianza de congregaciones judías en Europa que compartían los mismos ideales Hirsch la nombró “Freie Vereinigung für die Interessen des Orthodoxen Judentums” es decir “Unión Libre para los Intereses del Judaísmo Ortodoxo” asumiendo él mismo dicho nombre para su comprensión del judaísmo en la Modernidad.
Conservadores
El tercer hombre fue Zejarias Frankel (quien inspiró la creación del Movimiento Conservador) declarando que la Comunidad Judía como un todo debía ser la autoridad final que decidiría y determinaría qué observamos como pueblo y qué no. Para los Conservadores la Comunidad era realmente la que debía guiarnos (por supuesto que las Leyes Judías serían debatidas solamente por un conjunto de Rabinos expertos en la Ley y no por toda la Comunidad). Pero el judaísmo Conservador (al igual que el Reformista) dejaba en claro que el judaísmo actual y que se practicaba en la Modernidad ya no era el judaísmo literal que leíamos en la Tora sino un conjunto de reglas que habían sido creadas a partir de un proceso interpretativo de la Tora y de lo que se hacía en el Gran Templo. Estas nuevas reglas habían sido establecidas por un grupo de judíos que con el tiempo pasaron a llamarse Rabinos los cuales recrearon la tradición judía luego de la destrucción del Gran Templo en Jerusalem para poder darle así continuidad a dicha tradición. En otras palabras para los judíos Conservadores (nuevamente al igual que los Reformistas) el judaísmo original, primigenio y tradicional tal cual lo leíamos en la Tora ya no existía mas. Ya no habían Kohanim (Sacerdotes), ni Reyes, ni Gran Templo, ni seguíamos matando animales. Para los Conservadores lo que hacíamos y llamábamos judaísmo era otra cosa. Era una recreación de un grupo llamados Rabinos quienes tuvieron que adaptar el judaísmo original hacia un estadio diferente al Bíblico y lo lograron ganando el consenso de la gente. Es decir que otra manera de describir lo que la Comunidad como un todo hacía o el criterio de acciones que definía a los judíos como grupo eran de hecho las costumbres que estos rabinos habían introducido al interpretar el texto revelado de la Tora mucho más que las leyes literales que de ahí leíamos sobre el complejo sistema de sacrificios de animales en un altar y en un lugar específico. La diferencia central entre los Conservadores y los Reformistas era que los primeros Reformistas no solo eran más radicales y querían cambiar casi todo sino que además creían que cada judío en forma individual debía elegir en forma adulta y responsable qué cumplir y que no cumplir del judaísmo. Los Conservadores seguían teniendo una sensibilidad por las mitzvot y ademas creían que no se podía dejar en las manos de cada judío elegir sino que había que mirar a la totalidad de la Comunidad y trabajar en forma corporativa.
Relevancia de lo que los judíos han creído
En síntesis la diferencia central entre Reformista, Conservador y Ortodoxo es su relación con lo que hemos definido como “Modernidad” y los desafíos que ésta ha presentado no solo a los judíos sino a toda la humanidad. El desafío principal que la Modernidad trajo es hacernos consciente que el “ser-humano” implica “ser–intérprete” . Eso significa que la Modernidad hizo consciente al ser-humano que cada vez que experimenta o lee algo lo hace según su propia historia personal, su propia tradición, de acuerdo a cómo fue educado, de acuerdo a cómo le dijeron que debía entender las cosas, de acuerdo a lo que le dijeron qué es La Verdad, de acuerdo a su propio bagaje histórico, su propio esquema de referencia, sus propios prejuicios y expectativas. En consecuencia para el ser humano Moderno «él o ella» son finalmente más importantes que el «texto» mismo a la hora de entender lo que el texto dice y definitivamente “no vemos las cosas como son sino como somos nosotros”. La pregunta crucial es cómo leemos o entendemos de acuerdo a nuestras propias experiencias de vida. Éste es el gran énfasis en la filosofía de Spinoza quien nos hace conscientes que nunca más podremos tener una lectura objetiva sino subjetiva de la vida y de los textos que leemos de acuerdo a nuestras propias experiencias de vida.
La gran diferencia radica en cómo decidimos posicionarnos frente a los textos, los mandatos heredados y la tradición. Al fin de cuentas debemos tomar una decisión: ¿decidimos que «tradición es aquello que no cambia» o «tradición es una palabra que significa cambio constante»? El desafio está en que la historia, como vimos al comienzo, cambia constantemente el devenir y la tradición. ¿Dejamos que la mente libremente explore o de antemano definimos qué es la Verdad (en este caso sería la Tora, la Halajá, el judaísmo o nuestra manera de entender el judaísmo) y ajustamos todo lo demás para que encaje con nuestra definición pre-establecida? Esta es en esencia la cuestión que separa las diferentes aproximaciones judías en la Modernidad. Si pre-establecemos que nosotros debemos ajustarnos a los textos entonces veremos el mundo y nuestra vida de una forma. Si pre-establecemos que los textos están sujetos a quien los lee e interpreta entonces veremos el mundo y nuestra vida de otra forma diferente. Esta es la elección que se nos da.
De todos modos la fe y el judaísmo no es ciencia exacta y hay diferentes niveles de observancia entre cada uno de los judíos y entre las distintas generaciones de rabinos y seguidores de cada una de las tres corrientes. En los casi 200 años de historia que han pasado desde que se crearon estas tres aproximaciones judías hasta la actualidad las tres corrientes han cambiado sustancialmente. Incluso hemos llegado a una situación actual en la que muchos judíos pueden creer y practicar una combinación de las tres corrientes. Es decir que un judío en la actualidad puede cumplir con todas las Leyes de la Tora y así y todo tener una aproximación Moderna hacia la tradición judía enfrentando la Tora a lecturas históricas y antropológicas considerando la opinión de académicos modernos tanto judíos como no judíos. Por el contrario podemos encontrar judíos que no cumplen con todas las Leyes de la Tora pero se sienten a gusto leyendo exégesis e interpretaciones de judíos medievales o pre-modernos y creen literalmente que el texto fue dictado “letra a letra” por Dios a Moisés.
En la actualidad hay más tolerancia en las contradicciones entre “lo que se cree” y “lo que se practica” aunque uno debe entender que el judaísmo no es algo uno hace en soledad y en consecuencia, de acuerdo al grupo, movimiento, corriente o Sinagoga que decide uno sumarse tendrá que tolerar aquello con lo que no coincide pero si lo hace la mayoría. Si la relación entre lo que esta dispuesto a tolerar se hace insostenible simplemente deberá cambiar de grupo y tratar de encontrar uno con el cual se sienta más a gusto.
Pero como ya mencionamos la división en las distintas corrientes se basa principalmente en cómo se relacionan con la Modernidad y sus ideales. En la actualidad hay judíos Ortodoxos como Conservadores y Reformistas que: (a) incluyen la modernidad como algo intrínseco, otros (b) toleran la modernidad porque no les queda otra opción y otros (c) la rechazan de forma plena y la consideran el gran enemigo del judaísmo.
Contrastes entre las tres corrientes (O, C y R)
Desarrollado por David Steinberg
Origen
Ortodoxia: producto de una redefinición del judaísmo tradicional frente a los desafíos de la Modernidad evitando lo máximo posible dichos ideales y en reacción al Judaísmo Reformista.
Conservador: producto de una redefinición del judaísmo tradicional frente a los desafíos de la Modernidad contemplando ahora el paradigma científico y académico como parte integral de la tradición y al igual que la Ortodoxia en reacción al Judaísmo Reformista.
Reformista: producto de una transformación radical del judaísmo tradicional confrontándolo con el Cristianismo y enfatizando la importancia de la emancipación política y social dentro del mundo occidental moderno.
Tora (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio)
O: dictada letra a letra en su totalidad por Dios a Moisés en la doctrina conocida como Tora min hashamaim (Tora proveniente de los cielos).
C: inspirada en un encuentro inexplicable con Dios pero percibida y escrita por uno o varios autores. Ciertas partes pueden ser más “divinas” que otras como por ejemplo los 10 Mandamientos en contraposición a la demanda de exterminar a los cananeos.
R: igual que los conservadores
Relevancia de la Tora
O: compromiso total con todos los aspectos de la existencia humana excepto cuando entra en conflicto con la Ley civil (doctrina de dina demaljuta dina).
C: compromiso total con todos los aspectos de la existencia humana incluyendo las interpretaciones recientes de Rabinos Conservadores excepto cuando entran en conflicto con la Ley civil (doctrina de dina demaljuta dina).
R: considerada la fuente de la historia judía y la historia de la relación del pueblo de Israel con Dios. Solo los aspectos éticos son consideramos en forma absoluta aunque otros elementos pueden ser apropiados por los individuos si los encuentran significativos para sus propias vidas.
Estudio de la Tora
O: confinada a los comentarios tradicionales pre-modernos excepto en las ilustraciones que pueden ser tomadas de la arqueología. No es aceptada la Crítica Moderna (CM) con preguntas como (a) ¿es posible que el texto se haya corrompido de alguna manera debido a algún error o confusión? (b) ¿cómo se materializo o se escribió el texto? (c) ¿cuándo se decidió qué libros iban a formar parte de la tradición o no? ¿Por qué el libro de los Macabeos quedó afuera? etc.
C: comentarios tradicionales y CM
R: igual que los Conservadores
Estudio de los Profetas y otras Escrituras (el TaNaj o Biblia Hebrea mas allá de los primeros 5 libros)
O: exceptuando corrientes Neo-Ortodoxas casi no son estudiados. Partes que se conocen en profundidad son aquellas conectadas con la liturgia, por ejemplo las Haftarot, Salmos, Ester, El Cantar de los Cantares y Lamentaciones. Se leen utilizando comentarios pre-modernos (principalmente Rashi) y no se utiliza la Crítica Moderna (ver arriba).
C: comentarios tradicionales y CM
R: igual que los Conservadores
Estudio del Talmud
O: prácticamente el único tema serio de estudio utilizando solamente comentarios pre-modernos. Es estudiado generalmente solo por hombres. Se prohibe la Crítica Moderna debido a que su uso conllevaría a disturbios psicológicos con preguntas como: si Jánuca sucedió después de la entrega de la Tora ¿cómo entendemos las bendiciones creadas por los Rabinos diciendo que Dios mismo ordenó encender las velas de Jánuca cuando luego de los Profetas Dios ya no se comunicaba con seres humanos?
C: comentarios tradicionales y CM. El Talmud es estudiado mucho más por los rabinos que por los miembros de la comunidad.
R: igual que los Conservadores aunque los miembros de la comunidad casi nunca estudian Talmud si no es a través de una clase explicativa por parte de los Rabinos.
Creencias sobre el origen de la Ley (Halaja)
O: los métodos para comprender la Halajá surgen de la Ley Oral (Mishná, Guemará, códigos, comentarios sobre los códigos, etc.) y esta Ley fue dada a Moisés en el monte Sinaí por Dios junto con la Tora Escrita. Por lo tanto, la Halajá es irrefutable, incambiable y divina.
C: la Ley Oral surgió bajo la influencia divina, a través de factores tales como: (a) interpretaciones y desarrollos dentro de la Tora, (b) las decisiones y la influencia de los rabinos, (c) las costumbres populares, (d) las presiones económicas, (e) otras influencias culturales y religiosas ajenas al judaísmo. Se basa en la fe influenciada por la investigación científica moderna.
R: igual que los Conservadores
Derivaciones y comprensiones sobre la Ley (Halajá)
O: principalmente se utilizan los códigos legales tradicionales y pre-modernos. Como libro de referencia principal se utiliza curiosamente un libro escrito en la Modernidad titulado Shuljan Aruj. Se utilizan también comentarios sobre los códigos legales principalmente Mishna Berura y responsas rabínicas conocidas como sheilot uteshuvot (preguntas y respuestas). Se le da menos importancia a las decisiones legales de los rabinos modernos (debido a que se sigue la doctrina que plantea que “cuanto más nos alejamos de la revelación en Sinaí menos entendemos la Tora, la Ley y la revelación). Tendencia a tomar la decisión más estricta posible para evitar confrontaciones con grupos Haredí (Ultra-Ortodoxos). Poca disposición a moldear la Halajá a los cambios modernos tanto materiales como ideológicos (ejemplo como la utilización de micrófonos en Shabbat que no existían hasta hace 100 años o el impacto del feminismo y las mujeres ortodoxas queriendo leer también el Talmud).
C: diversas fuentes: (a) códigos tradicionales pre-modernos, sus comentarios y sus responsas; (b) sensibilidad a los cambios históricos, la razón del por qué sucedieron dichos cambios y su impacto en el pensamiento y la práctica judía a través del tiempo; (c) divisiones entre mitzvot (preceptos) más o menos importantes; (e) actitudes positivas con respecto a moldear la Halajá (Ley) con las realidades modernas tanto materiales como ideológicas.
R: no acepta la Halajá como algo revelado por Dios sino como algo creado por hombres a partir de un “encuentro inexplicable” con Dios. La Ley y el ritual es entendida como un conjunto de prácticas que otorgan un sentido de identidad y pertenencia pero no necesariamente se cree que si uno no cumple con dicha Ley Dios va a castigarlo. Si uno quiere observar todas las leyes es bien recibido pero tiene que comprender que no todos los miembros de su comunidad observarán las mismas prácticas.
Importancia de la Halaja (Ley Judía)
O: compromiso total con todos los aspectos de la existencia humana excepto cuando entra en conflicto con la Ley civil (doctrina de dina demaljuta dina). Aceptación del concepto de “libre albedrío” (cada judío puede elegir libremente si quiere obedecer los preceptos y sublimarse a una Ley mayor que la propia voluntad o por el contrario ser un transgresor y desviarse de la Ley cometiendo un pecado del que puede redimirse en plegaria y acciones).
C: igual que los Ortodoxos
R: considerada una fuente de la cual los judíos pueden individualmente extraer ceremonias y rituales heredados que pueden sentir como significativos. Si bien no cumplir con la Ley se considera litúrgica y teológicamente una transgresión y un pecado, no se cree que si uno no cumple o transgrede la Ley será penalizado. En consecuencia no se cree en la observancia de mitzvot con el fin ulterior de recibir recompensas y evitar castigos sino que se practican las mitzvot por decisión personal y por amor a la mitzva misma.
Observancia actual de la Halaja
O: entre los observantes muy elevada.
C: entre los rabinos elevada. Entre los miembros de la comunidad muy baja.
R: al no aceptar la naturaleza “divina” de la Halaja este no es un tema central. De todos modos los rabinos tienden a observar mucho más que sus miembros pero muy poco comparado con rabinos Conservadores u Ortodoxos
Dedicación al academicismo judío
O: muy poca dedicación y peligrosa debido a las contradicciones que puede presentar para el sistema.
C: muy elevada siendo algo constitutivo del movimiento.
R: igual que los Conservadores
Actitudes frente a nociones sobre “Pueblo Elegido” y el Sionismo
O: se cree que los judíos son “elegidos” (no mejores ni peores) para cumplir una función específica en la historia del Universo. Las actitudes con respecto al Sionismo varían drásticamente. Es la única corriente que posee un ala que se declara Anti-Sionismo.
C: al igual que los ortodoxos también se acepta que los judíos son “elegidos” (no mejores ni peores) para cumplir una función específica en la historia del Universo. Las actitudes frente al Sionismo son positivas. Probablemente ningún judío Conservador crea que el Sionismo deba dejar de existir.
R: originariamente negaban la noción de ser “elegidos” por sobre otros seres humanos y no estaban a favor del Sionismo debido a que creían que la “Misión de Israel” como pueblo era diseminar las enseñanzas morales judías por todo el mundo en lugar de circunscribirlas a un punto geográfico determinado. Ambas posiciones han sido revisadas en las últimas “reformas” del movimiento.
Actitudes frente a estudios seculares (no particularmente judíos)
O: varía de un rechazo total hacia aquellos que lo aceptan si es beneficioso económica o monetariamente y si de hecho puede llegar a aumentar la comprensión de la Tora y el Talmud.
C: positivo.
R: positivo.
Fortalezas del movimiento
O: sentimiento que uno esta practicado un judaísmo “genuino” o más “verdadero”. Mayor compromiso y devoción con el estudio, las prácticas y las palabras de los rabinos.
C: flexibilidad para interpretar la Halaja. Mayor profesionalismo académico con respecto a los textos. No es restringida en materia social (posibilidad de ver películas en el cine que puedan llegar a contener imágenes sexuales o escuchar ópera o música “clásica”). Mayor tolerancia hacia otros movimientos e interpretaciones.
R: encaja perfectamente con la noción de religión si es eso lo que uno esta buscando. No se construye sobre nociones de “culpa por incumplimiento” y no es restringida en materia social (posibilidad de ver películas en el cine que puedan llegar a contener imágenes sexuales o escuchar ópera o música “clásica”). Gran adaptabilidad a los nuevos desafíos históricos. Tolerancia hacia otros movimientos e interpretaciones incluidos grupos ateos.
Debilidades del movimiento
O: poca flexibilidad y poco deseo de intentar aceptar un encuentro simbiótico con el mundo Moderno y sus desafíos. Rechazo de la interpretación Crítica Moderna (CM ver mas arriba para detalles). Problemas para resolver contradicciones entre las lecturas medievales en contraposición de las modernas de la Tora y el Talmud para resolver cuestiones legales tanto de carácter mundano como religioso en la actualidad (por ejemplo el feminismo, etc). La Ley como algo que uno debe “incorporar” y no “aprender” (uno no estudia para saber más sino que el conocimiento esta dado de antemano, la Ley ya esta decretada y uno no “estudia” sino que “absorbe” presupuestos preestablecidos y debe incorporarlos sin refutarlos). Poca tolerancia a otras interpretaciones que no sean las del grupo mismo debido a un principio binario (es decir “correcto” o “incorrecto”, “si” o “no”, “ortodoxo” o “nada”). Dicho principio binario de “bien” o “mal” acarrea psicológicamente problemas graves de “culpa” si se cree que se ha transgredido algo que es considerado sagrado.
C: ser una posición intermedia siempre tiene cosas a favor y en contra. La mayor debilidad actual es la poca observancia de preceptos (mitzvot) entre sus miembros (y algunos de sus rabinos). Al no estar constituido sobre un principio binario (es decir “correcto” o “incorrecto”, “si” o “no”) se crean problemas de identidad, pertenencia y a veces “culpa”. El fervor religioso es relativamente bajo. El estudio de la tradición (Tora y Talmud) también es menor comparado con la ortodoxia. Problemas para sincerar la creencia y práctica del judaísmo debido a una profunda racionalización con respecto a la Tora, el Talmud y la Halaja.
R: las plataformas Pittsburgh que constituyen lo que el movimiento afirma han cambiando notablemente entre 1885 y 1999 demostrando claras inconsistencias que si bien estas inconsistencias son parte del espíritu “reformista o progresivo” que celebra que las mismas existan (ya que estipula que la vida misma muchas veces es así, el mundo cambia constantemente y los nuevos desafíos que suceden todos los días deben ser reformulados a la luz de la tradición) dichas inconsistencias terminan cansando a quienes buscan “Una Verdad” y “Un Sentido” a sus vidas judías. Al no tener un principio binario (es decir “correcto” o “incorrecto”, “si” o “no”) se crean problemas de identidad, pertenencia y a veces aunque no siempre un sentimiento de “culpa”.
Jabad Luvabitch
Para finalizar debemos aclarar que Jabad Lubavitch representa hoy la cuarta corriente o movimiento global más importante judío pero a diferencia de lo que muchos creen dicho movimiento no es Ortodoxo sino Jasidico. Jabad Luvabitch es uno de los movimientos que mas admiro y respeto en la agenda actual judía.
Jabad también es una corriente relativamente nueva ya que se funda alrededor del siglo XVIII y por lo tanto tiene un poco más de 200 años de historia. En un pueblo como el judío, 200 años no es nada, es tan solo dos o tres generaciones.
Una de las cosas más extraordinarias de Jabad es que siendo un movimiento Jasidico, la mayoría de sus seguidores no son ni Jasídicos ni Ortodoxos ni tampoco con intenciones de llegar a ser alguna de estas dos cosas. De hecho la mayoría de los judíos que asisten a las “Casas Jabad” encuentran un entorno muy cálido e inclusivo donde no hay realmente ningún tipo de compromiso con dicha comunidad. Jabad es increíblemente exitoso en este objetivo de abrir escuelas, centros de ayuda social y “Casas Jabad” ofreciendo servicios religiosos y ayuda a todos los judíos del mundo presentando un modelo Institucional que es de hecho lo opuesto a lo que hacen todas las demás comunidades e Instituciones religiosas judías.
Cualquier comunidad judía tiene un modelo en el cual uno se hace miembro de dicha comunidad, paga una cuota y la comunidad misma le da a uno servicios de todo tipo: clases, actividades para adultos y niños y acompañamiento en el ciclo de vida de los miembros de la comunidad.
El modelo institucional de Jabad es exactamente el opuesto: comienza por brindarle a uno y su familia servicios sin que uno pague nada. Uno y la familia de uno se convierten en lo que llamamos “un amigo de la casa”. Pero nada es gratis en el mundo material en que vivimos y con el paso del tiempo un día Jabad necesitará algo de uno (puede ser ayuda voluntaria o monetaria siendo ésta última generalmente la más común) y en consecuencia uno siente el deber moral de darle algo a Jabad por todo lo que hecho en “forma gratuita” por uno durante tanto tiempo.
Pero Jabad no espera que uno sea haga miembro de su Sinagoga ni le vende sitiales para las Fiestas. Este es uno de los motivos principales por el cual la mayoría de los judíos que frecuentan instituciones de Jabad no se hacen jasídicos ni tampoco se hacen necesariamente ortodoxos porque Jabad no requiere eso como condición a diferencia de lo que si requieren generalmente las Instituciones Ortodoxas. Por eso repetimos que Jabad no es Ortodoxo sino Jasidico y posee un Jasidismo particular diferente a los demás Jasidismos que existen.
No hace falta ser Ortodoxo ni hacerse Jasídico para usar los servicios de Jabad sino que lo que ellos ofrecen es un entorno abierto en el cual los luvabitchers quieren que uno haga mitzvot porque creen que haciendo que uno cumpla mitzvot se balancea el orden cósmico. Justamente el rol y función de los shlujim, los emisarios del séptimo y hasta ahora último Rebbe (Schneerson), es llevar acabo esta misión en nombre de su líder con el objetivo de lograr acelerar la llegada del Mesías que en definitiva para algunos luvabitchers esa llegada es en realidad un retorno porque creen que el Mesías ya ha pasado por el mundo y ese Mesías fue (o sigue siendo) su propio Rebbe (Menajem Mendel Schneerson). Este es el motivo por el cual los shlujim tienen realmente esta idea fija grabada en su cabeza y la expresan claramente al declarar una y otra vez “Mashiaj Ya!” que podría entenderse en su propia teología como “Que reviva el Rebbe Ya!”.
Claramente la gente que va Jabad y los emisarios de Jabad no están preocupados por hacer que todos se pongan a comer casher. Jabad a diferencia de las comunidades Ortodoxas mayoritarias no rechaza por ejemplo a las mujeres que entran con “jeans”, pantalones o remeras a sus sinagogas. En Jabad no hay ningún tipo de filtro. El mensaje es claro: “acércate, di “lejaím”, brinda con nosotros cantando unos niggunim gritando en forma excitada y vendrá el Mesías (que para algunos significa literalmente que volverá a vivir, en alguna forma tal vez no biológica pero milagrosa, el septimo Rebbe)”.
En lo personal como ya dije admiro muchísimo la misión de Jabad Luvabitch y creo que desarrollan una función maravillosa llevando el judaísmo a los rincones más remotos del planeta y ocupándose publicamente de hacer presente su judaísmo en todos lados. Con respecto a eso creo que los otros movimientos tienen mucho que aprender de Jabad aún. Como judío viviendo en Asia si visito por ejemplo Thailandia o China y necesito comprar carne casher se que los que realmente pueden ayudarme son los luvabitchers.
Pero también soy consciente de cuál es la propia Misión de Jabad y los shlujim y si bien la respeto muchísimo no comparto personalmente la idea que el septimo Rebbe haya sido o sea el Mesías de alguna forma u otra. Imagino que Jabad tampoco le preocupa que yo me convenza de eso mismo y como son de hecho judíos jasidicos y en consecuencia «piadosos» no faltarían el respeto de quien le dijera eso porque si así lo hicieran dejarían de ser jasidicos o incluso tzadikim (justos). Pero lo que quiero argumentar es que la calidez de muchos shlujim y luvabitchers es maravillosa y los siento una parte tan importante del judaísmo como los movimientos Ortodoxos, Conservadores y Reformistas.
Conclusiones
Con esta publicación no quiero sugerir que los diferentes movimientos judíos son unos mejores o peores que los otros ni tampoco quiero sugerir que uno de ellos es «verdadero» y los demás son falsos o distorsionados. No creo que exista algo así en el esfuerzo sincero de todos los judíos por encontrar sentido a sus vidas. Si no fuera así tampoco entendería porque Dios permite la multiplicidad de opiniones en el judaísmo y estando Dios a cargo del devenir histórico supongo que no debería permitir que existan distintas maneras de entender lo judío. Solo estamos intentando comprender las aproximaciones judías a la modernidad.
Como mencioné en mi publicación sobre «Esto es lo que creo«:
«creo en la lealtad a todos los judíos de todas las diferentes denominaciones e interpretaciones, de todas las corrientes sean ortodoxos, conservadores, reformistas, sionistas, seculares, reconstruccionistas, jasídicos, etc. todos ellos. No hay ningún judío ni ninguna corriente del judaísmo que cortaría del grupo porque creo que cada judío y cada corriente nos enriquece con diferentes valores y diferentes mensajes que son también importantes para el judaísmo. Al mismo tiempo hay que entender que es muy difícil evaluar al judío de al lado. A la gente le encanta jugar el juego de quién es un buen judío. Herzl jamas se puso un Tefilin en su vida. ¿Podemos decir que Herzl, el arquitecto del Sionismo judío a quien le debemos entre tantos otros la creación de Medinat Israel, no era un buen judío? ¿Devaluamos a Einstein porque no quería ni le interesaba ir a la Sinagoga? ¿Cómo puede uno evaluar quién hace una contribución a la tradición judía y al pueblo judío? No es tan simple.
Pero algo que si sabemos es que necesitamos el contrapunto de todas las voces del judaísmo porque siempre hemos hecho eso.
Quiero decirles una última cosa antes de concluir. La gente me pregunta ¿por qué los judíos no están unificados en un solo movimiento? ¿Por qué hay tantas corrientes tan diferentes entre los judíos? Y la respuesta es que primero y principal nunca estuvimos unificados. Lean la Tora, lean el Talmud, lean la historia judía y verán que los judíos siempre hemos peleando unos con los otros y es lo que hacemos y siempre hicimos. No es lo único que sabemos hacer pero es lo que hacemos. La ridícula idea que solíamos estar todos juntos y pensar del mismo modo en la antigüedad es un mito. ¿Saben por qué el Templo fue destruido según los Rabinos del Talmud? Por peleas internas y odio entre judíos. Peleas que existían miles de años antes que aparecieran los reformistas, los sionistas, los ortodoxos, etc.
La idea que los judíos tienen múltiples voces dentro de la tradición ha sido siempre verdadera y debemos de hecho ser un coro donde cada parte contribuye al todo de la obra de Dios.
Pero la idea importante aquí es que Dios no quiere un solo modo de ser, un solo modo de entender la vida, una sola manera de leer la Tora, una sola manera de entender la tradición judía e incluso una sola manera de entender lo que quiere porque si fuera así no nos hubiese creando tan diferentes los unos a los otros. En la Mishna los Rabinos dicen que cuando un Rey estampa una moneda todas las demas monedas son iguales. Pero cuando el Rey de Reyes estampa un ser humano todos los demas seres humanos son diferentes.
Por lo tanto sean conscientes y no crean a quienes dicen que el judaísmo nunca cambió. Siempre ha cambiado y siempre cambiará.
Sean conscientes y no crean si alguien les dice que hay que hacer desaparecer cualquier parte, movimiento o corriente dentro del judaísmo. Necesitamos cada voz y cada discrepancia. Incluso cuando estamos violentamente en desacuerdo. Necesitamos el contrapunto de disonancias como parte de la obra de Dios porque eso es lo que nos ayudó a sobrevivir durante miles de años a todos los grandes imperios y civilizaciones del pasado sin enfrentarnos militarmente sino resistiendo culturalmente acompañándonos como una gran familia que como cualquier familia no siempre esta de acuerdo en todo pero se une en bendición para celebrar cada nacimiento, cada chico o chica que hace su bar o bat mitzvah, cada pareja que llega a la jupá y llorando cada alma, cada nombre que abandona nuestra familia (sin importar si es un soldado israelí secular que nunca comió kasher o el rabino mas obsesivo de la ley). Estos valores junto al poder interpretativo de textos y la recursividad del lenguaje nos han hecho eternos. Y si hay algo que podemos enseñarle al mundo es que ser una or lagoim significa abrazar lo diferente y celebrar la diversidad como hacemos dentro de nuestra propia familia. Esto esta en el corazón del judaísmo y es un mensaje maravilloso para compartir con un mundo que generalmente es indiferente con el sufrimiento ajeno e intolerante con aquel que piensa distinto. Nosotros no somos así. Nosotros abrazamos la diversidad porque entendemos que eso es ser parte de la familia humana«.
Una forma más poética de expresar esto mismo es utilizando la canción de Silvio Rodrigues «Fábula de los tres hermanos». Cada hermano en la canción representa una corriente y pensamiento actual judío. Pero lo más interesante para mí es la moraleja de la canción: todos buscando lo mismo de distintas maneras no pueden conseguirlo
Fábula de los tres hermanos
De tres hermanos el más grande se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar
De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó
Y anduvo esclavo ya de la precaución
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, con su corta visión
Ojo que no mira más allá no ayuda el pie
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el de en medio se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento al horizonte igual
Pero este chico listo no podía ver
La piedra, el hoyo que vencía a su pie
Y revolcado siempre se la pasó
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, a donde no llegó
Ojo que no mira más acá tampoco fue
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el pequeño partió
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Una pupila llevaba arriba y la otra en el andar
Y caminó, vereda adentro, el que más
Ojo en camino y ojo en lo por venir
Y cuando vino el tiempo de resumir
Ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir
Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú
Para una explicación detallada de todo este tema recomiendo mi serie de publicaciones sobre «El Judaísmo Moderno«