Continuando nuestra serie sobre qué es el judaísmo vimos en la publicación anterior que en el fondo parecería que los judíos evitamos definir al judaísmo. De todos modos los intentos fallidos por definirlo no solo continuaron sino que se potenciaron durante la Edad Media, es decir el período posterior a los primeros Rabinos. De hecho la idea de sintetizar qué es el judaísmo no aparece ni en la Biblia ni en los escritos de los primeros Rabinos. Claramente la necesidad de presentar en forma concisa qué es el judaísmo comenzó finalmente debido a factores externos más que internos.
Alrededor de los siglos VIII y IX los musulmanes comenzaron a traducir los textos griegos de Platón y Aristóteles al árabe. Como resultado de eso una profunda racionalización invadió su propia cultura. Repentinamente los teólogos islámicos comenzaban a indagar en la naturaleza de la fe religiosa influenciados por el tipo de pensamiento filosófico que se cuestiona por el “qué” de todas las cosas. Los judíos que vivían bajo dominación islámica se vieron salpicados por estas ideas y comenzaron a buscar las raíces de su propia religión para poder presentarla en forma ordenada y así defenderla frente aquellos que cuestionaban su verdad.
La necesidad de contrastar el judaísmo con las otras dos religiones monoteístas (cristianismo e islam) se convirtió en un tema central para muchos de los judíos durante la Edad Media porque se creía en ese entonces que la Verdad era singular y si estaba en algún lado no podía estar en ningún otro lado al mismo tiempo. Las opciones para esta Verdad eran el judaísmo, el cristianismo, el islam o el pensamiento filosófico. Pero no tenía lógica que las cuatro opciones sean verdad al mismo tiempo ya que presentaban ideas contradictorias entre las unas y las otras (dicho sea de paso este no es el tipo de pensamiento que la mayoría de los humanos tienen en la actualidad y por eso nos resulta tan difícil relacionarnos con estos ideales “fundamentalistas” Medievales que indican que no pueden existir múltiples verdades).
El intento más famoso por intentar poner fin de una vez por todas a estas discusiones sobre la esencia del judaísmo en la Edad Media fue realizado por el famoso filósofo judío Moisés Maimonides (1135-1204) quien elaboró una lista sobre qué cosas debía creer uno como judío. Su lista aparece como un comentario al texto que nombramos de los Rabinos, la Mishná, en donde se menciona quiénes son los que tienen una parte en el Mundo Venidero. La lista de Maimonides incluye lo siguientes ítems que uno debe creer para recibir su parte:
1) Que el Creador alabado su nombre, creó y dirige el mundo, El únicamente hizo, hace y hará todos los hechos.
2) Que el Creador alabado su nombre no es corporal, no lo alcanzan las influencias corporales, y nada puede compararse a El.
3) Que el Creador no posee cuerpo ni forma alguna.
4) Que el Creador alabado su nombre, Él es el principio y la eternidad.
5) Que a El Creador alabado su nombre es digno de hacer tefilá (rezo) y no hay a quien pedir fuera de El.
6) Que todas las palabras de nuestros profetas son verdad.
7) Que la profecía de Moisés es verídica y él fue el padre de los profetas de todos los tiempos.
8) Que la Tora que tenemos es la misma que fue entregada a Moisés.
9) Que esta Tora no será cambiada y no habrá otra del Todopoderoso.
10) Que el Creador alabado su nombre, sabe todo lo que la persona hace y conoce todos sus pensamientos.
11) Que el Creador alabado su nombre recompensa bien a los que cumplen sus mitzvot (mandamientos) y castiga a los que transgreden sus preceptos.
12) Que el Mashiaj (Mesías) vendrá. Y aunque se demore esperamos cada día su llegada.
13) Que los muertos van a resucitar cuando sea la voluntad del Todopoderoso, alabado su nombre.
Si leemos atentamente los ítems en esta lista descubrimos que están respondiendo a cuestionamientos externos más que internos. La lista representa aquello que Maimonides consideraba el desafío que imponían el Islam y el Cristianismo sobre el Judaísmo.
Por ejemplo, decir que Moisés fue el padre de los profetas de todos los tiempos es un claro intento de minimizar el rol de Mahoma y Jesús para el Islam y el Cristianismo respectivamente. O la idea que la Tora no será cambiada y no habrá otra era justamente en respuesta al hecho que las dos nuevas religiones monoteístas establecían que justamente sus textos venían a corregir o continuar lo que se había iniciado con el texto de la Tora .
Si bien esta formulación de Maimonides apareció por primera vez como un comentario a la Mishná, en el siglo XVI alguien decidió agregarle una especie de afirmación a cada uno de los ítems declarando: “Yo creo con fe absoluta que” seguido por cada uno de los trece principios. Este tipo de presentación fue realmente la primera en la historia en intentar definir seriamente y en pocas palabras qué es el judaísmo. La lista se hizo tan famosa que algunos editores decidieron insertarla luego en el Sidur (libro de rezos judíos) e incluso un poema litúrgico que es cantado por muchas comunidades hasta el día de hoy fue escrito inspirado en estos principios: el famoso Igdal.
Pero los trece principios de fe de Maimonides fueron también el catalizador de fuertes controversias. Algunos judíos intentaron refinar esta lista y agregar algunos ítems más mientras que otros -como Isaac Abrabanel (1437-1508) – se opusieron completamente a cualquier tipo de principios en la Tora o el judaísmo puesto que esto sugería cierta santidad de algunas partes por sobre las otras y eso podría incentivar la idolatría de ideas o principios. Si el judaísmo es sagrado en su totalidad ¿cómo podríamos resaltar ciertas partes por sobre las otras?¿no sería esto desechar parte de la tradición?
Maimonides de todos modos no olvidó en su lista los principios étnicos y comunitarios puesto que luego de enumerar su lista agregó que los que no creen en estos principios no solo no tienen su lugar en el Mundo Venidero sino que de hecho ¡se separan automáticamente de la comunidad de Israel! Noten que curiosamente pensábamos que estábamos mencionando principios de fe y de pronto estamos nuevamente discutiendo factores étnicos.
La próxima semana y en la última publicación sobre esta serie sobre «qué es el judaísmo» analizaremos lo que sucedió con esta palabra y su signficado en la Modernidad.
Próximamente: El Judaísmo y la Modernidad – Una “definición final” sobre qué es el judaísmo
En la última parte de esta serie haremos algunas conclusiones y cerraremos con una definición final.
¡Buena Semana!