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El comienzo del fin
Los debates públicos que analizamos en la publicación anterior son tan solo una parte de un problema más general que intentaremos entender entre lo que hablamos en la publicación anterior y lo que hablaremos en ésta publicación. Con esto nos referimos que para el siglo XIII y en especial el siglo XIV y XV vemos un deterioro significativo en el estatus del judío dentro de la sociedad cristiana medieval. Este escenario es muchísimo más complejo de lo que vimos hasta ahora, incluso más violento que las Cruzadas del año 1096. Por lo tanto vamos a comenzar describiendo qué es lo que está sucediendo y luego tratar de explicarlo. Con esta publicación continuamos con el declive que iniciamos en la publicación anterior con los debates públicos los cuales tenían como objetivo humillar a los judíos públicamente y eventualmente nos llevará este declive al punto más bajo en la relación entre judíos y cristianos durante la Edad Media que concluye finalmente con la expulsión de lo judíos de la mayoría de lo territorios de Europa del Oeste entre los siglos XIII al XV.
Deterioro del estatus social judío dentro del mundo cristiano
Comencemos explicando qué significa este deterioro o declive en la vida social, económica, política y religiosa de los judíos bajo dominación cristiana en este período. Si recuerdan nuestro viaje de exploración sobre este tema comenzó en la publicación titulada Comienzos de la vida judía bajo dominación cristiana. En dicha publicación mencionamos que una diferencia central entre los judíos viviendo bajo la órbita islámica con respecto a los judíos viviendo bajo el cristianismo era que para la Iglesia el judío no tenía ningún estatus. Y por lo tanto en dicha publicación fuimos trazando la aparición de los primeros contratos entre los judíos y los señores feudales que eventualmente derivó en un nuevo título que aparece en los contratos de los siglos XII y XIII donde los judíos son encasillados en la categoría de “servidumbre de cámara”. Este título implicaba una definición de un estatus legal que si bien no era esclavitud era claramente una especie de servidumbre al servicio justamente de un señor feudal. Este paso marcaba el inicio de un reconocimiento del judío como individuo dentro de los territorios bajo dominación cristiana. Pero el primer indicador de este declive en esta publicación lo vemos justamente es un deterioro de este estatus a medida que nos acercamos a los siglos XIV y XV.
Deterioro económico y nacimiento del judío como prestamista
En las publicaciones previas también mencionamos el estado económico de los judíos durante la edad media en el Norte de Europa. Si recuerdan vimos que los judíos fueron moviéndose para el lado de Europa llegando primero como comerciantes itinerantes que estaba de paso. Luego ciertos señores feudales realizan los primeros contratos que han sobrevivido, con algunas familias judías particulares quienes se instalan en un territorio determinado y comienzan a ser más sedentarios contribuyendo con la economía local del señor feudal. Esta posibilidad de asentarse le había permitido a los judíos en dos o tres generaciones diversificarse y alcanzar un buen nivel económico incluyendo la oportunidad de ser dueños de territorios y poseer viñedos lo cual deja en claro que los judíos no estaban limitados económicamente en los inicios de la Edad Media en Europa. Pero gradualmente veremos un cambio un cambio en esto también -y en especial en lo siglos XII, XIII y XIV- cuando emerge un nuevo perfil económico para el judío y ese es el del prestamista (o utilizando un término más peyorativo, a veces es llamado usurero).
Esto significa que los judíos son echados de las tierras, se les prohibe realizar ciertas ocupaciones (especialmente a los artesanos) y son obligados a asumir este rol de prestamista que es odiado por los cristianos pero al mismo tiempo es fundamental para la supervivencia de la sociedad y la economía cristiana. A lo que nos referimos en palabras más simples es al préstamo de dinero cobrando intereses al mejor estilo de los bancos modernos. Este tema tiene una larga historia y no vamos a enfocarnos en los detalles de esta actividad económica en esta publicación. Pero si debemos remarcar que la prohibición de prestar dinero cobrando intereses surge de la Biblia misma. Por supuesto que ya sabemos que la Biblia es un libro que tanto judíos como cristianos leen y asumen como la palabra de Dios. Pero la pregunta central es ¿por qué los cristianos se toman más en serio el tema del préstamo de dinero que los judíos? Y la verdad es que no estoy seguro de poder ofrecerles una buena respuesta al respecto.
El estigma del usurero
El texto al que nos referimos está en el Libro de Deuteronomio (o Devarim en hebreo) Capítulo 23 versículo 20 y 21 donde leemos que no podemos cobrar intereses a un hermano pero si podemos hacerlo si la persona es un extranjero o un extraño (la palabra hebrea es nojri). Y aquí la pregunta es ahora quién es tu hermano. Desde la perspectiva tradicional judía un cristiano no es un hermano. El cristiano es diferente: cree en otras cosas, come otros alimentos, festeja otras festividades y realiza otras prácticas que no siguen al judaísmo rabínico. Por lo tanto podemos hablar en la modernidad de la hermandad como una utopía pero sin ánimo de ser polémico ni ofender a nadie los judíos y los cristianos tanto en la era medieval como en la modernidad somos diferentes (lo cual no quiere decir ni mejores o peores sino distintos y quienes me conocen saben que yo celebro la diferencia así que espero que entiendan que estoy analizando todo esto desde un punto de vista histórico y no con la intención de escribir sobre el diálogo interreligioso en la actualidad lo cual es algo muy positivo). Pero volviendo al tema del préstamo cobrando intereses, a pesar que hay un estigma para la persona que realiza dicha tarea, los judíos no tienen prohibido según la Tora y sus propias leyes, cobrarle intereses por dinero prestado a no-judíos.
Por otro lado los cristianos no podían cobrarle intereses a otros cristianos. Pero sorpresivamente desde la perspectiva cristiana durante la edad media, vemos que los judíos son ahora y en forma repentina parte de la gran familia cristiana. Y si bien los cristianos necesitaban que los judíos desarrollen ese rol de prestamista al mismo tiempo no les gustaba. Esto hace finalmente que los cristianos no solo odien el rol de los judíos como prestamistas dentro de la economía, sino que contribuye a que se los odie como judío en sí. Lo que todo esto significa es que otra de las posibles razones que tenemos para odiar a los judíos durante la edad media dentro del mundo cristiano (vamos a ver muchas otras razones en esta publicación) es debido a esta figura que emerge del judío como el prestamista, el típico judío al estilo Shylock en el Mercader de Venecia de Shakespeare que presenta el arquetipo judío como un chupa sangre que lo único que quieren es explotar al pobre cristiano y se exagera la idea del cristiano que no puede salir de su condición de pobreza no por culpa de una mala distribución económica por el señor feudal, la Iglesia o la estructura general del feudalismo sino por el culpa del judío. Y de hecho esta imagen esta totalmente exagerada porque nunca fue esencialmente así. Pero la imagen de Shakespeare es una que realmente atraviesa generaciones enteras anteriores y posteriores a él.
Lo inexplicable para mí es que habiendo tantos pecados como matar, violar y robar el préstamo con intereses se convierte un pecado terrible para los cristianos durante este período. Sobreviven muchísimos textos sobre este tema dentro de la escolástica cristiana lo cual realmente es inexplicable ya que claramente había una necesidad de este rol. Los judíos no solo prestaban dinero con intereses a los pobres y los hombres de las ciudades sino que también le prestaban a la Iglesia misma. Por lo tanto la Iglesia misma estaba involucrada en todo este proceso y mantenía una relación totalmente cínica con respecto a este tema. Nuevamente, por un lado el judío es odiado por ocupar este rol y por otro lado se hace necesario dentro de una economía en crecimiento que exista el préstamo para el desarrollo económico. Así vemos que el judío finalmente ocupa este rol importante para la economía pero muy poco deseado. Por lo tanto un segundo indicador de este declive son las restricciones económicas que reciben los judíos los cuales son obligados a cumplir este rol que contribuye en la creación de una imagen totalmente negativa dentro del mundo cristiano.
La ropa de marca y la marca en la ropa
Dentro del declive y deterioro de la imagen del judío dentro del mundo cristiano medieval podemos agregar las resoluciones del IV Concilio de Letrán llevado a cabo en el año 1215. En dicho concilio se estable que los judíos deben llevar una marca especial en la ropa para distinguirlos públicamente produciendo no solo una humillación sino un distanciamiento aún más grande del entorno circundante.
Deterioro en la imagen artística
Pero lo que estoy describiendo en realidad es algo mucho más grande y mucho más significativo que estos eventos particulares (como las disputas públicas, el judío como prestamista y la necesidad obligarlo a llevar una marca en la ropa para humillarlo públicamente) sino un cambio en toda la sociedad cristiana medieval para el siglo XIII que sucede en varios frentes distintos.
Y con esto me refiero a las las obras poéticas, los dramas y en el arte en general. Y deberíamos tomar las manifestaciones artísticas de este período, particularmente las representaciones públicas de la Pasión de Cristo que es narrada en los Evangelios, como vehículos de comunicación masiva para educar a las masas del modo que ocurre hoy con la televisión o Internet. Estos medios masivos tienen realmente muchísimo poder para controlar el mensaje que llega a las masas. Y el arte medieval es muy importante con respecto a este tema ya que como bien sabemos los que podían leer eran realmente muy pocos. El hecho que muchísima gente hoy puede leer y escribir es algo absolutamente moderno. Por miles de años la gente no sabía hacerlo. Y la gente que no podía leer podía ver la iconografía cristiana o escuchar las representaciones musicales de las Pasiones y aprender algo del cristianismo. La Iglesia estimulaba la creación de obras de arte con temática cristiana como un vehículo didáctico para educar a las masas.
Pero cuando uno mira estas pinturas uno ve cómo son representados los judíos durante este período: aparecen con cuernos y colas de diablo, la sinagoga (que ya mencionamos en otra publicación) aparece representada por una mujer con los ojos vendados y una serpiente alrededor del cuello, vemos imágenes donde se representa al judío con cuerpo de cerdo e incluso algunos de estas pinturas o dibujos muestran a los judíos realizando actos rituales de asesinato.
Todas estas cosas pueden ser encontradas en el arte de este período y lo más interesante es que todo material surge desde el siglo XIII en adelante. Hay un libro excelente sobre este tema escrito por Joshua Trachtenberg titulado The Devil and the Jews (es decir el Diablo y los Judíos) en el cual el autor desarrolla toda esta temática de la iconografía cristiana en contra del judío:
Y al leer sobre el diferente material que el está utilizando (tanto literatura como iconografía) vemos que esencialmente se crea en este período particular una conciencia popular sobre el judío como el emisario del diablo aún cuando esta imagen ya la habíamos mencionado con anterioridad en el Evangelio según San Juan. Con este tema lo que estamos demarcando es algo que luego se va reforzando cada vez más con las distintas aproximaciones (tanto sociales como económicas y religiosas) que definen este período durante los siglos XIII y XIV.
Los líbelos o calumnias de sangre
Dentro de esto también debemos insertar lo que se conoce históricamente como “libelos o calumnias de sangre” lo cual se convierte en una especie de “temática” que se repite una y otra vez incluso hasta la modernidad (mencionamos este tema muy por encima en la publicación sobre Los Judíos y las Cruzadas). Pero si lo recuerdan las calumnias de sangre eran acusaciones falsas en las que se afirmaba que los judíos realizaban crímenes empleando sangre humana durante sus rituales religiosos. Generalmente los libelos de sangre culpaban a los judíos quienes cometían “teóricamente” una recreación de la muerte de Cristo sacrificando a niños cristianos durante la celebración de Pesaj y luego utilizaban su sangre para hacer matza o el pan ácimo que se come durante dicha festividad. Históricamente estas acusaciones alegaban que la sangre de niños cristianos era especialmente apreciada. Y el motivo por el cual estamos insertando esta temática aquí es porque emerge en forma notoria en Inglaterra justamente en el siglo XIII y como ya mencioné vuele a repetirse en varias ocasiones.
¡Los culpables de todo!
Por encima de todo esto los judíos comienzan a ser culpados por desacralizar objetos cristianos para la utilización de sus propios planes diabólicos, mutilar imágenes de Cristo e incluso son culpados por el surgimiento de plagas envenenando ríos, enfermando a la gente. Así los judíos también se convierten en los agentes diabólicos de todas estas plagas y enfermedades (particularmente la famosa Peste Negra del año 1348 que diezmo a la población europea). Lo que emerge finalmente de todos estos episodios es una imagen terriblemente negativa del judío para este período. El judío como el agente del diablo, el practicante de magia negra, el usurero que utiliza su intelecto con el único fin de explotar a la sociedad y privar a los pobres de cualquier oportunidad para mejorar su condición de pobreza o estatus social y por encima de todo esto el culpable de las enfermedades.
Por lo tanto desde cualquier óptica sea ésta económica, social, cultural o religiosa los judíos son descriptos en forma totalmente negativa. Toda esta fusión de imágenes se refuerza en la conciencia popular y en consecuencia, más allá de la posición oficial que adopta la Iglesia o el papado, estamos lidiando en este período particular con algo que ha cambiado seriamente en Europa con respecto a los judíos. Se ha infiltrado finalmente esta visión del judío como lo peor de lo peor dentro de la sociedad europea.
Gernutus, el Judío de Venecia
Permítanme compartir con ustedes tan solo uno de los miles de ejemplos que tenemos durante este período y que retrata en forma terriblemente negativa al judío. Voy a presentarles el texto de un poema medieval que en realidad era una canción, es decir era cantado este texto como si fuera una balada. Y de hecho ignoro si ha sido traducido al español alguna vez. Originalmente está escrito en inglés antiguo y quizás lo más interesante es que precede históricamente al Mercader de Venecia de Shakespeare introduciendo un retrato muy similar al de Shylock, el judío, en la obra de Shakespeare.
Justamente una de las cosas más curiosas de Shylock en “El Mercader de Venecia”, es la imagen que la sociedad tenía del judío puesto que Shakespeare concibe el personaje probablemente ¡sin jamás haber visto un judío en su vida! Se sabe que Shakespeare nunca abandono Inglaterra y los judíos habían sido expulsados de Inglaterra en 1290, trescientos años antes que Shakespeare escribiera su novela. Los judíos tenían advertencia de pena de muerte si volvían a Inglaterra luego de la expulsión. Y por eso son muy pocas las posibilidades de que quedaran judíos en Inglaterra para ese entonces. Pero elegí a propósito compartir este texto con ustedes a continuación porque demuestra que Shakespeare no concibe la imagen del judío como usurero de la nada sino que ya se había convertido en un motivo popular.
El poema (canción o balada que voy a compartir y que antecede a Shakespeare) es bastante largo en el original así que voy a leerles solo los primeros párrafos. El poema describe un judío de Venecia cuyo nombre es Gernutus. Y lo que quiero que vean es cuánto daño puede llegar a hacer y cómo trasciende este material las fronteras de la civilización y el respeto de forma tal que realmente puede ser utilizado como un argumento para atacar a los judíos y más aún si es aceptado como parte de una imagen popular que se construye del judío con estas características. Escuchen como empieza:
Gernutus, el Judío de Venecia (Gernutus, the Jew of Venice)
En la ciudad de Venecia no hace mucho tiempo,
Un cruel Judío moraba,
Vivía solamente de la usura,
Como relatan los escritores italianos.
Gernutus era el nombre del Judío,
Quien nunca pensó teñir tela,
Ni hacer ningún otro bien,
Para aquellos que vivían en las calles con él.
Su vida era como una carretilla,
Que vive solo por un día,
Sin embargo, ni una sola vez hizo un bien,
Hasta que los hombres decidieron asesinarlo.
Como un montón de estiércol sucio,
Que yace tirado;
Y nunca puede hacer nada bueno,
Hasta que es enviado al extranjero.
Así es con las tarifas del usurero,
Él no puede descansar,
Por temor que los persigan,
Y su nido deba abandonar.
Su corazón solo piensa en artimañas,
Cómo engañar al pobre;
Su boca esta totalmente llena,
Sin embargo, todavía la abre por más.
Como pueden ver este poema no es muy generoso y menos si es cantando en público como una canción frente a cientos de oyentes. Pero mi intención es darles una idea cómo una expresión popular de odio puede tomar una forma tan diferente que un edicto formal de expulsión o juicio.
Las expulsiones
Por lo tanto si ponemos nuevamente todas estas imágenes populares mezcladas con las disputas públicas con la Iglesia notamos que los judíos para este período experimentan una condición social espantosa dentro del Europa Occidental que eventualmente lleva a la culminación final de todo esto: expulsión. Durante los siglos XIII y XIV los judíos son expulsados primero de Inglaterra en 1290, de Francia 1306 y luego nuevamente 1384, de la mayoría de las ciudades alemanas, en 1492 de España y de Portugal 1497. En pocas palabras para el 1500 aproximadamente no había judíos viviendo en forma oficial en Europa Occidental con la excepción de Italia, algunas pequeñas locaciones de Alemania y el Sur de Francia. Pero en forma general, gran parte de Europa ya no aceptaba oficialmente la presencia de judíos cuando comenzamos el años 1500.
Así vemos que el final de la Edad Media es un momento muy difícil para los judíos. Esto marca un punto de inflexión histórico en la relación de los judíos con los cristianos y realmente necesitamos tomar conciencia de todo esto para intentar forjar una explicación que nos permita entender por qué sucedió todo esto.
La culpable de todos los males ¡NO ES LA IGLESIA!
La respuesta más sencilla y simplista es culpar al cristianismo y la Iglesia. Seguramente muchos de ustedes deben pensar que toda esta imagen del judío como el asesino de Cristo junto con todo el arsenal de retórica antijudia que comienza desde el Evangelio Según San Juan y es continuado por los Padres de la Iglesia nos sugiere que la Iglesia es finalmente quien ha acorralado al judío. Utilizando además todas las expresiones artísticas posibles que la Iglesia comandaba, ella es la culpable logrando instalar la idea que ya no hay lugar para el judío dentro del mundo.
Y la verdad es que culpar solamente a la Iglesia es como ya dije una respuesta muy simplista. Claramente los textos cristianos siempre han tenido en potencia la base argumental en contra de los judíos. Pero si la Iglesia fuera considerada la única culpable deberíamos preguntarnos ¿por qué toda esta situación explota en los siglos XIII, XIV y XIV y no antes? ¿Por qué los judíos y los cristianos podían vivir más o menos bien hasta este momento? ¿Qué es lo que realmente cambia? En nuestras publicaciones previas insistimos en la “tolerancia” de San Agustín e incluso mencionamos que luego de las Cruzadas la vida judía logra recuperarse. Así que argumentar que sólo el cristianismo es la causa de todo esto implica no estar viendo que hay algo específico durante este período que va más allá de la Iglesia.
Por encima de todo esto no debemos olvidar que durante la Edad Media cuando los judíos eran atacados recurrían al señor feudal, al Rey y muchas veces al Papa mismo. Los judíos sabían muy bien que la Ley canónica podía ser crítica de los judíos pero la misma no quiere destruirlos o hacerlos desaparecer puesto que los necesita incluso para cumplir ciertas partes de su teología mesiánica cristiana. Y por lo tanto como representante oficial de la Ley Canónica el Papa debería ser el protector principal de los judíos. Y justamente acá tenemos una ironía muy grande puesto que si el cristianismo es la causa de todo este deterioro entonces por qué van los judíos a solicitarla protección al Papa.
Si estamos siendo objetivos en nuestra exploración del pasado debemos ser conscientes y distinguir entre el contenido de los textos y la aplicación de los mismos. La teología cristiana y mucho de sus textos ofrecían una incitación a la violencia en contra del judío pero no siempre esta incitación era llevada a la práctica. Estaba ahí en potencia pero no necesariamente era actuada. Tenemos todo un material antijudio que comienza con el Nuevo Testamento y que había estado allí por siglos. Pero lo que tenemos es un cambio notorio de hostilidad en este momento particular. Así que necesitamos una explicación más profunda y significativa que nos ayude a entender qué pasó.
Los Reyes, las monarquías y los problemas sociales
Y este problema comienza cuando las figuras de la Iglesia comienzan a vincularse más y más con líderes seculares al mismo tiempo que los líderes seculares declaran hablar en nombre del cristianismo. Así las categorías entre lo secular y lo religioso (que también lo vimos en el contexto de Saadia Gaón) comienzan a borronearse. De pronto el Rey de Inglaterra es un buen rey cristiano o el rey de Francia también es un buen cristiano y la Edad Media comienza complicarse cuando estas ideas se funden y confunden. En otras palabras, cuando esto sucede debemos preguntarnos ¿quién está hablando en nombre de la Iglesia y los valores cristianos? ¿A quién deberíamos escuchar? ¿Al Papa, los cardenales, el rey cristiano de un territorio determinado, o al predicador que tiene su propia Iglesia y sus seguidores en Florencia, Venecia o Milan? De pronto todas estas figuras declaran estar hablando en nombre de Dios y la Iglesia y si esto es así ¿quién puede determinar y explicar qué es o quién es la Iglesia y la comunidad cristiana? Por lo tanto ¿cómo podemos definir quiénes son los agentes del antijudaismo cristiano si todas estas figuras son la voz oficial?
Tomando esta idea como punto de partida (y para no expandirnos demasiado) me gustaría que comiencen a considerar esta noción de la mezcla entre lo secular y lo religioso de ese período puesto que nos va a ayudar a entender qué está sucediendo y cuál va a ser el factor predominante hacía la situación de los judíos en los siglos siguientes.
El declive de la vida judía en Europa comienza al mismo tiempo que el poder de la Realeza comienza a crecer. La monarquía de Inglaterra es nuestro mejor ejemplo para entender todo esto. Esta monarquía se establece con una burocracia impresionante y tiene una rama dentro de su gobierno cuyo título es “Exchequer of the Jews” literalmente “La Hacienda de los Judíos”. Este ala dentro de la monarquía inglesa utilizaba sus “pólizas judías” para expandir y controlar su poder sobre los judíos aumentando y regulando sus impuestos. “La Hacienda de los Judíos” comienza a operar en 1190 y se cierra en 1290 que es el año en el cual los judíos son expulsados de Inglaterra. Inglaterra de hecho es la primera monarquía en expulsar a los judíos. Ignoro si tiene algo que ver con todo esto pero Inglaterra también es el lugar donde se registra la primera calumnia de sangre o líbelo de sangre que mencionamos en donde se culpa a los judíos de utilizar sangre de niños cristianos para sus rituales religiosos.
Pero lo que es claro es que el odio popular es utilizado por esta monarquía como medio para explotar al judío, ponerle impuestos elevados, usarlo como prestamistas, sacarle todo su dinero y finalmente echarlo. El mismo escenario se repite como ya dijimos en Francia y otras áreas también. Por lo tanto lo que vemos que el odio antijudio no está tan relacionado con el Papa y la Iglesia (aún cuando su retórica y teología podían ser terriblemente negativos hacia los judíos) sino el crecimiento notorio de las monarquía y la realeza durante este período. La mayoría de los reyes de este período centralizaban su poder y utilizaban a los judíos como “chivos expiatorios” con el objetivo de aumentar su poder y su riqueza.
Dentro de este escenario podemos agregar el crecimiento también de las organizaciones municipales y comerciales a medida que las primeras ciudades y centros urbanos comienzan a desarrollarse en la edad media. Esto hace que el crecimiento entre la competencia económica también aumente y en consecuencia con el fin del evitar que el judío sea un competidor crece la animosidad hacía el judío quien es tratado como un extraño.
Miedo, odio y persecuciones: el surgimiento del Antisemitismo Medieval
Y finalmente llegamos a un concepto que es mucho más difícil de explicar pero debe quedar muy en claro.
El historiador Gavin Langmuir escribió hace unos años sobre el temor irracional de la Iglesia hacia una pérdida de poder durante este período. Recordemos por ejemplo que las Cruzadas habían sido un fracaso total para la Iglesia, el crecimiento constante del islam es una amenaza para la Iglesia durante este período. Todo esto va propulsando un ambiente de miedo y odio entre las minorías (no solo los judíos) en la cual vemos que los siglos XIII y XIV se consolidan dentro de una sociedad persecutoria. Esto implica una sociedad que ya no tolerará las diferencias tanto sectarias como religiosas, económicas y sociales.
Para Gavin Langmiur es propicio hablar del miedo irracional hacia los judíos que describimos a lo largo de toda esta publicación como antisemitismo. Ya no podemos hablar más de antijudaismo. Sin han prestado atención, a lo largo de toda esta serie desde los inicios del judaísmo rabínico hasta ahora no he utilizado la palabra antisemitismo. Para Langmiur es apropiado finalmente introducir por primera vez esta palabra en el siglo XIII. Para él, cuando ese miedo y odio hacia las minorías (y en especial los judíos) se vuelve tan persecutorio y absolutamente irracional es correcto utilizar el término antisemitismo. Por supuesto que la palabra antisemitismo fue inventada en el siglo XIX y fue creada para explicar un fenómeno muy moderno, pero para Langmiur los orígenes del antisemitismo comienzan en este período.
Más allá de la nomenclatura correcta, es decir si deberíamos seguir utilizando antijudaismo o antisemitismo, lo que es real es que nos enfrentamos durante los siglos XIII, XIV y XV frente a un período de profundos cambios, con los ideales de miedo y persecución del extraño. Estas ideas invaden toda la Europa bajo dominación cristiana en forma general.
Y si tal vez hay una obra fascinante sobre este tema es “Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad” escrito por John Boswell en 1980. A través de una sólida documentación el autor demuestra que las actitudes de cristianos hacia los homosexuales fueron positivas justamente hasta el siglo XII, punto en el que en toda Europa se trataba con ecuanimidad al amor y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Y lo increíble es que Boswell muestra cómo a partir del momento que la Iglesia comienza a perseguir a los homosexuales también comienza a perseguir a los judíos. Boswell también marca esta era como la que se define a partir de las persecuciones hacia los que son diferentes y las minorías.
En una de las más espectaculares presentaciones que ustedes pueden hoy ver en youtube (https://www.youtube.com/watch?v=DwEAZNdJ-J4) Boswell describe una minoría durante la edad media y realmente uno puede saber de quién está hablando: pueden ser gays como pueden ser los judíos o cualquier otra minoría. Es decir que bajo la óptica de este período todos los que eran diferentes a partir de una decisión eran encasillados dentro de una determinada categoría. Claramente lo que Boswell intenta demostrar es que nos encontramos frente a un período muy intolerante. Y para poder utilizar el término antisemitismo tenemos que entender el contexto más general que están atravesando los cristianos: están preocupados, asustados, enojados con ellos mismos, hay un crecimiento grande sobre cuál es realmente su poder como representantes del poder en relación a las monarquías y en la necesidad de crear una especie de ortodoxia cristiana y liberarse de todas estas herejías sociales, económicas y religiosas que ponen en duda su poder.
Sobre la creación de estereotipos
Lo que vemos nosotros hoy, parados a casi mil años de distancia de estos sucesos, es que es muy simple tomar la imagen de cualquier minoría (y en especial la judía) y convertirla en emblema de los problemas del mundo. Es más fácil de lo que pensamos convencernos que una minoría realmente está todo el tiempo conspirando para conquistar el mundo y es el verdadero culpable de todos nuestros problemas. Es más fácil señalar con el dedo hacia el afuera que mirar hacia el adentro. Y como transportar todos los problemas hacia los judíos es una salida muy simplista para convencernos que allí yacen todos los problemas del mundo, este mismo tipo de odio e ideales volverán a repetirse como ustedes bien saben en la modernidad, durante el siglo XIX, durante la Alemania Nazi.
Dos factores más: los especialistas y los frailes
Para concluir quiero insertar aquí otros dos factores para terminar de entender el nacimiento o surgimiento del Antisemitismo Medieval entre los siglos XIII al XV.
El primero de estos factores ya lo hemos mencionado en la publicación anterior así que voy a comenzar con ese. Me refiero a la creación de un grupo de personas que deciden convertirse al cristianismo y convertirse en expertos en judaísmo dentro de la Iglesia. Mencionamos esto en las dos figuras que mencionamos sobre las disputas públicas que analizamos en la publicación anterior. Tanto Nicolas Donín como Pablo Cristiani, los dos personajes centrales en las disputas de Paris y Barcelona eran lo que en la literatura rabínica se conoce como meshumadim, es decir apóstatas. No hay duda que en el caso de estos individuos, una vez que han entrado al círculo cristiano, lo que deben hacer para avanzar económicamente y crecer en la escalera de su propia carrera religiosa es hacer bien su trabajo lo cual implica convertirse en maestros del antagonismo. Sus carreras religiosas dependen de sus capacidades para atacar a los judíos puesto que son especialistas en eso. Por lo tanto otro factor que hace aumentar el odio hacia los judíos es el rol de estos apóstatas quienes fomentan justamente una nueva ofensiva hacia los judíos.
Otro factor sugerido por el historiador Jeremy Cohen en su libro “Los frailes y los judíos” indica que dentro del balance de poder dentro de la Iglesia misma, había grupos particulares como los dominicos y los franciscanos (este grupo de hecho lo mencionamos cuando lo comparamos con la Jasidut Ashkenaz en publicaciones anteriores) quienes en el intento definirse a si mismos como parte de la Iglesia pero con sus propias particularidades adoptaron una posición muy antijudía. Si analizamos el contexto desde donde surge Pablo Cristiania y Ramón Martini generalmente vemos que son dominicos o franciscanos. Estos argumentos de Jeremy Cohen han sido desafiados por otros historiadores y no todos lo aceptan pero podríamos incluirlo como otro factor más dentro de todos los que estamos metiendo en esta publicación con el intento de comprender que acelera exponencialmente este odio hacia los judíos durante los finales de la Edad Media.
Conclusiones
Finalmente poniendo todos estos factores juntos (sumado a lo que hablamos en la publicación anterior sobre los debates medievales) podríamos argumentar que los judíos eran tolerados con sus diferencias en la Europa Occidental ya que los mismos eran necesarios en las economías regionales durante la edad media. Pero a medida que las monarquías se expanden, se establecen las cortes medievales y se concreta una burocracia en la cual los cristianos comienzan a realizar las tareas fiscales, administrativas y económicas que antes realizaban solo los judíos los mismos se tornan menos útiles para el sistema. Y en consecuencia en la estructura de la supervivencia lo más importante parece ser cuán útil es el otro para satisfacer los propios objetivos. Esta situación es la que fuerza a los judíos a moverse de Europa Occidental, es decir Alemania, Francia, España, Portugal, etc. hacia Europa Oriental (o sea Rusia, Lituania, Polonia, Rumania, Hungría etc.) donde comienzan a asentarse justamente alrededor del 1300 por primera vez en la historia ya que la economía de esa zona del mundo está aún e históricamente muy poco desarrollada. De ese modo al arribar a Europa Oriental los judíos comienzan a desarrollar un rol dentro de la economía que antes tenían en Europa Occidental pero que habían perdido por todo lo que estamos mencionando aquí.
Uniendo todo esto sin poner una cosa por encima de la otra podemos concluir que lo que tenemos es un momento específico en la historia en la cual una nueva agresividad hacia los judíos y el judaísmo emerge a finales de la Edad Media como el resultado de factores económicos, intelectuales, políticos, sociales e incluso psicológicos. Todo esto cambiará para siempre el rumbo no solo de la historia en general sino cómo vivirán los judíos bajo dominación cristiana por los siglos siguientes.
Hola Diego
Preguntas ¿Quién puede explicar lo que es la iglesia y los valores cristianos en los siglos XIII, XIV y XV?
Puedo decir, que de la misma manera como Dios entregó a los israelitas (10 tribus del norte de Isarel) a los Asirios en el año 734, 722, y 701 a. de C. y después entregó a los judíos en manos de los babilonios en el 605 , 597, y 585 a.de C. entregó a su propia suerte a los que se decían ser cristianos sin serlo, porque ser cristiano, no es cuestión de «boca» sino de corazón.
Cuando la gente sin Dios comete aberraciones y más cuando lo que hacen, lo hacen en nombre de Dios la cosa es mucho peor todavía.
Los judíos aprendieron el negocio financiero en Babilonia. Después de todo, allí, dejaron para siempre la idolatría. Entonces Dios les dio la ciencia del mercado financiero; no obstante, como en todas las dádivas con que Dios favorece a los elegidos, hay que dar cuenta de esa administración, porque si es don de Dios, habrá que responder por esos talentos a Quién los entregó. Los ricos deberán dar cuenta qué hicieron con los pobres… esto es un reclamo que hace Dios, sobre todo en tiempos de Isaías.
La iglesia y los valores cristianos no se ven representados en la oficialidad, pero si buscas en el remanente fiel, verás que allí, estaban hombre como Guillermo de Orange que fue martirizado por su fe en una hoguera (por la oficialidad del cristianismo sin Dios) mientras se despedía de su familia con señas de un «hasta pronto». Busca en Los Hermanos Moravos, en los Anabaptistas y más tarde en los pietistas y verás el verdadero testimonio de lo que es la iglesia y los valores cristianos.
Muy interesante la parte de cuando los judíos eran culpados por aquellas grandes epidemias durante la Edad Media. Los cristianos se basaban en la lógica de que mientras ellos morían como moscas, las comunidades judías no eran tan afectadas, ¿qué otra cosa podría ser entonces que los judíos envenenaban los pozos agua cristianos?.
La realidad era que las costumbres de limpieza y alimentación judía evitaban el contagio y proliferación de la enfermedad en sus comunidades, a eso había que sumarle las prohibiciones Papales de mantenerse separado de los judíos lo más posible, lo que ayudaba aún más a los judíos a no contagiarse!.
Y ese mismo tipo de ignorancia es la que sigue teniendo el anti judío moderno.