Sin lugar a dudas, Ernest Bloch es el máximo exponente de la música clásica de temática judía, tanto en relación al título de sus obras como en los elementos musicales de las mismas. A su vez, formó parte de la elite judía académica, artística y cultural que emigró en los años ’30 hacia los Estados Unidos a causa del ascenso del nazismo en Europa.
Bloch nació el 24 de julio de 1880 en Ginebra y desde pequeño mostró condiciones para la música. Estudió violín con Louis Rey y composición con Emile Jaques-Dalcroze. Posteriormente fue alumno de Eugene Ysaye y Francois Rasse en Bruselas. No obstante, la principal formación e influencia Bloch la recibiría en Frankfurt de la mano de Ivan Knorr.
El estreno en París de su ópera Macbeth en 1910 le valió reconocimiento musical, pero Bloch volvió a Ginebra para ingresar al negocio familiar mientras componía, dirigía conciertos y daba conferencias en el conservatorio local. En 1917, el exitoso estreno a cargo de la Sinfónica de Boston de sus Trois Poèmes Juifs alentó al compositor a radicarse en los Estados Unidos, donde adquirió la nacionalidad en 1924.
Durante su cargo como director del Conservatorio de San Francisco (1925 – 30), Bloch entabló amistad con el Cantor Reuben Rinder, de la congregación Emanuel. Fue esta sinagoga la que le encargó a Bloch su Avodat Hakodesh, para lo cual Bloch estudió durante un año la música y los textos sinagogales utilizados para los servicios matutinos de Shabat, a los cuales la obra está consagrada. Gran parte de la obra fue compuesta durante el regreso del compositor a su Suiza natal en los comienzos de los años ’30.
Escapando del creciente antisemitismo europeo y para conservar su ciudadanía, Bloch regresó finalmente a los Estados Unidos en 1940 y aceptó un puesto en la Universidad de California en Berkeley, donde dio clases hasta su retiro doce años más tarde. Pasó sus últimos años en Agate Beach, Oregon, durante los cuales recibió varios premios, incluido el New York Music Critics’ Circle Award y la primera medalla de oro en música de la Academia Americana de Artes y Letras por su Cuarteto de Cuerdas Nro. 2 (1945). Murió el 15 de julio de 1959.
Algunas de sus composiciones de temática judía son:
- Trois Poèmes Juifs para orquesta (1913, Satigny)
- Israel, sinfonía para orquesta (1916, Ginebra)
- Schelomo, rapsodia hebrea para cello y orquesta (1916 Ginebra – Nueva York)
- Baal Shem para violin y orquesta (1939)
- Suite Hébraïque, para viola (o violin) y orquesta o piano (1951, Agate Beach)
- Avodath Hakodesh para barítono, coro y orquesta(1933, Roveredo-Ticino)
- Méditation Hébraïque (1924, Cleveland)
- From Jewish Life (1925, Cleveland)
De algún modo podríamos decir que la obra de Bloch es la coronación del encuentro entre la tradición musical judía europea y la música clásica iniciada en el centro del Viejo Continente a comienzos del siglo XVIII. Particularmente, Havodat Hakodesh es un inmejorable ejemplo de cómo la estética de la música clásica puede ponerse al servicio de la liturgia judía, innovando estilísticamente pero manteniendo la solemnidad propia del servicio religioso hebreo.
Enlaces:
Havodat Hakodesh, completo en dos partes:
Avodá, con Yehudi Menuchin en violín:
Plegaria, de “From Jewish Life”, con el cellista israelí Amit Peled:
Schelomo, dirigido por Leonard Bersntein y con el consagrado cellista Mstislav Rostropóvich:
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