En la publicación anterior les mencioné un saboteador de felicidad: el objetivo móvil. En esta oportunidad quiero presentarles otro saboteador de felicidad: la costumbre, es decir cuando nos sobre acostumbramos a las cosas.
Hay tantas cosas que suceden cotidianamente que ni siquiera nos tomamos un instante para reflexionar lo increíble que son y cuán felices nos hacen. En la publicación anterior mencioné el milagro de poder ir al baño. Pero vamos a hacernos ahora una pregunta distinta, ¿a qué distancia está el sol de la tierra? Está aproximadamente a 150,000,000 km. Si esto nos los sorpende porque es simplemente un número solo pregúntense ¿qué pasaría si el sol tuviera una masa más grande o se acercara un poco más a la tierra? Seguramente moriríamos derretidos. Y¿qué pasaría si el sol fuera un poquito más chico o se alejara demasiado? Probablemente nos congelaríamos.
Estamos hablando sobre agradecer lo que es bueno en nuestras vidas. ¿Créen que el sol cumple alguna función importante en nuestras vidas? El sol es el responsable de suministrar toda forma de energía que conocemos en el planeta. Incluso participa del proceso de fotosíntesis el cual permite que existamos gracias el aire que respiramos. Y eso es solo un detalle, porque además es el encargado de mantener equidistante a los planetas y todo nuestro Universo. No quiero extenderme porque es tanto lo que podríamos decir del sol que necesitaríamos un blog entero dedicado al tema.
Lo que quiero preguntarles es ¿alguna vez recibieron una cuenta por utilizar la energía solar? ¿Alguna vez recibieron una cuenta por respirar el aire? ¿Conocen a alguien que disfrute pagar las cuentas de la luz y el agua? Cuando pagamos las cuentas de luz y agua tendríamos que agradecer que tenemos la posibilidad de pagar. Nuevamente, estamos aprendiendo a entrenarnos para ser felices y disfrutar lo que tenemos y que muchos otros lamentablemente no poseen.
En conclusión, si me sobre acostumbro a lo que es bueno (el sol, el aire y la posibilidad de tener luz y agua en casa) corro peligro de no darme cuenta que allí están. Los ojos transforman la luz solar en millones de colores distintos ¿no es eso sorprendente? Si podemos ver ¿no deberíamos estar agradecidos?
Dicho sea de paso, ¿saben cuál es la bendición más larga del Sidur, el libro de rezos judío? ¡Adivinaron! ¡La que agradece a Dios a lo largo de casi 3 páginas por haber creado el sol!
El gozo (felicidad) es uno de los atributos de Dios y está directamente relacionado con la gloria de Dios; ya que la gloria de Dios consiste en la satisfacción que Dios tiene de sí mismo. No existe un ser más satisfecho que Dios mismo. Nos creó a su imagen y semejanza y por eso es que tenemos la capacidad de ser felices; no obstante hay factores que acarrean lo contrario: La infelicidad. Esos factores se encuentran en todo aquello que nos aleja de Dios.
Si queremos ser felices, necesitamos ir a la fuente de la felicidad: «En tu presencia hay plenitud de gozo» dice el salmo 16:11
En Dios encontramos la razón de nuestro ser. Saber quién somos, dónde estamos, para qué somos lo que somos, hacia dónde vamos y vivir de manera consecuente con esa sabiduría, nos puede hacer felices.
No hay mayor gozo que obtiene aquel que sabe quién es, a eso se agrega estar consciente que tiene una misión en este mundo, y más de eso, realizar la función de acuerdo a los parámetros de justicia y equidad que implica la misión; el clímax de la experiencia gozosa es cuando la misión está cumplida exitosamente. Todo esto, cobra mucho sentido en el plano de los oficios y profesiones; si todo lo que hacemos tiene como centro nuestro ego, no habrá satisfacción plena porque cuando las cosas son del Él (Dios) por El y para El entonces habrá plenitud de gozo.
Totalmente de acuerdo, es una lastima que lo olvidemos tan a menudo.
Gracias