Ser feliz es tal vez lo más importante para cualquier ser humano. Cualquier persona que le preguntemos qué es lo que realmente quiere va a respondernos eventualmente: “ser feliz, vivir una buena vida”. Algunos pasamos toda la vida buscando la felicidad. A veces la encontramos pero no sabemos como retenerla.
Así y todo estoy convencido que todas las personas que conozco tienen una cosa en común. Todos quieren decir lo siguiente mientras recuerden y rememoren su vida antes de morir:
“…yo tuve una buena y significante vida. A pesar de todas las cosas duras que tuve que atravesar y no fueron pocas, tuve una muy buena vida. En definitiva me voy tranquilo porque sé que he tenido una vida feliz…”
Todos quieren tener la posibilidad de decir estas palabras. Pero ¿cuándo deberíamos comenzar a preguntarnos sobre nuestra felicidad? ¿En los últimos cinco minutos de nuestra vida? Si sinceramente la felicidad es uno de nuestros objetivos ¿deberíamos comenzar a pensar en ella cuando hagamos nuestro último inventario o deberíamos empezar hoy mismo?
Comencemos con una pregunta simple, ¿se puede realmente definir la felicidad? La realidad es que lo que me hace feliz a mi puede no hacerle feliz a otra persona. Por eso vamos a responder esta pregunta de forma negativa, ¿qué no es la felicidad?
La felicidad no es lo siguiente:
- «Mi felicidad depende que mi pareja sea buena conmigo y me respete»… entonces ¿quién es responsable de mi felicidad?
- «Cuando pierda peso me voy a sentir tan feliz”…¿quién es responsable de mi felicidad en este otro caso?
- “Cuando mi jefe me respete y aumente mi sueldo me voy a sentir tan feliz”… nuevamente, ¿quién está controlando mi felicidad?
- “Cuando sea reconocido por mi entorno seré feliz”…
- “Cuando tenga mas plata en mi cuenta bancaria y pueda acumular mas riqueza voy a ser feliz”…
- “Cuando encuentre al hombre o la mujer de mi vida voy a ser la persona más feliz del mundo”…
- “Cuando tenga mi propia casa voy a ser feliz”…
¿Pueden ver cual es el problema aquí? Si mi felicidad depende de mi pareja, de mi trabajo, de mi jefe, de la opinión de los demás o de mi cuenta bancaria, la felicidad es algo que esta fuera de mí y no está bajo mi control. Y si es algo que esta fuera de mi alcance y no depende de mí ¿para qué invertir tiempo y esfuerzo en cambiar ciertas cosas que me hacen infeliz si de todos modos no puedo realmente controlarlas?
El problema está en que si yo me convenzo que mi felicidad esta ahí afuera, quiero tener mas de eso que me falta, y en consecuencia inhabilito la posibilidad de disfrutar lo que ya tengo hoy dentro mío. En definitiva, siempre que ponga la felicidad en algo que esta fuera de mi, ella siempre será resbaladiza. Nunca podré retenerla y me pasaré la vida buscándola porque ella esta allá…lejos y afuera.
Lamentablemente medimos la felicidad según una referencia externa a nosotros mismos. Y precisamos de las condiciones más extremas para tomar conciencia y agradecer por los pequeños milagros cotidianos que hacen a nuestra existencia y de todo aquello que sí tenemos. Lo importate es siempre recordar que la falta que sentimos por el hecho de ser humanos inconformes debe ser balanceada con lo que si tenemos (vida, salud, familia y amigos).
Muchas veces me olvido que la felicidad es una opción que puedo elegir constantemente. Esa opción se basa en disfrutar de aquellas cosas que ya están sucediendo en mi vida lo cual darán el espacio necesario para disfrutar las nuevas cosas que están por venir.
La felicidad comienza con la conciencia que estoy físicamente vivo.
¿Salud? ¿Amor? ¿Dinero? Nada de eso es posible si no considero mi existencia el primer motivo fundamental de mi felicidad.
el artículo es brillante, como ya lo he dicho otras veces! siempre te leo. Algunas columnas las extracto y las uso para mi espacio en Mekorot.Laura Castilla
Querida Laura,
gracias por tu mensaje! Me alegro te haya gustado! Voy a continuar esta serie sobre la felicidad, lo prometo.
Saludos
Diego
DIEGO. MUCHOS DE NOSOTROS NOS OBSESIONAMOS CON LO MATERIAL PORQUE LLEVAMOS UNA VIDA DEPENDIENTE Y CONSUMISTA,Y EN QUE LOS VERDADEROS VALORES LOS HACEMOS DE LADO PARA ABRAZAR LA BANALIDAD, NOS DESGASTAMOS MENTALMENTE POR EL DINERO,POR LA APARIENCIA,POR LOS LUJOS Y DERROCHES,PERO NO NOS INMUTAMOS EN BUSCAR LA VERDADERA FELICIDAD LA CUAL PODEMOS HALLAR ACUMULANDO UNA BUENA RIQUEZA ESPIRITUAL;ALGUIEN ME DIJO UNA VEZ, QUE EL MAYOR TESORO QUE PUEDA ADQUIRIR EL HOMBRE ES DIOS,MIENTRAS LO LLEVE DENTRO DE SU ALMA, SU MENTE Y SU CORAZÓN,PORQUE ESTE SIEMPRE TENDRÁ PAZ,FELICIDAD Y PROSPERIDAD;MIENTRAS QUE AQUEL QUE SOLO VIVE DE LO MATERIAL ES UN SER VANO Y DESDICHADO PARA EL UNIVERSO Y PARA LA ETERNIDAD.