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En esta publicación vamos hablar de la figura judía más prominente de Bagdad en la era Gaónica. Su nombre lo hemos mencionado ya varias veces en nuestras publicaciones y esta persona es Saadia Gaón.
Saadia Gaón nació en el año 882 y murió en el año 942. Su muerte según indican nuestras fuentes se debió a la “melancolía”. Qué significa esto que murió de melancolía quedará más claro cuando exploremos un poco más su historia.
Hay una pregunta que se impone antes de continuar y esa pregunta es ¿por qué enfocarnos en un solo individuo cuando hay una gran cantidad de prominentes rabinos, Gaoním y estudiantes en este período de esplendor para el judaísmo rabínico situado en Bagdad y en sinergía con la cultura islámica?
Una respuesta es que realmente tenemos más información sobre Saadia que de cualquier otro judío en este período particular de la historia y de hecho veremos que Saadia es él mismo un escritor muy prolífico que contribuye con diversos campos del aprendizaje judío. Si bien mucho se ha perdido de su obra también mucho ha sobrevivido y generalmente los textos que sobreviven en la historia son los que tienen un valor que hace que valga la pena preservarlos.
Además de esto tenemos otros documentos que describen a Saadia y no fueron escritos por Saadia mismo. En especial el documento maravilloso que hemos estado utilizando y volveremos hacerlo en esta publicación escrito por Natán el Babilonio. Natán fue uno de los discípulos de Saadia que respetaba tanto a su maestro que documentó para la posteridad todas las controversias en las que Saadia había salido victorioso. Natán escribió además sobre el poder religioso y político de Saadia en Bagdad. Gracias a la admiración de Natán por Saadia tenemos nosotros la historia de este gran hombre.
Saadia es sin dudas la figura más conocida del período Gaónico y fue el Gaón más importante de todos ya que de algunos otros Gaoním no tenemos nada más que sus nombres mientras que de Saadia tenemos mucha más información y eso ya nos dice definitivamente estamos hablando de un Rabino muy importante.
Por supuesto que Natán el Babilonio no es el único que escribe sobre Saadia. En pocas palabras lo que estoy declarando es que si tenemos tanta información sobre Saadia es porque claramente fue una figura que marco un antes y un después en su contexto. Definitivamente Saadia se ha ganado un lugar de privilegio en el “Panteón” de las grandes figuras y nombres de la historia cultural y religiosa de pueblo judío.
Y es por este motivo que resulta apropiado para entender el Judaísmo Medieval en sus inicios y su relación con el Islam dedicar esta publicación enteramente a Saadia para describir su carrera política y su vida. En nuestra próxima publicación hablaremos en detalle de un nuevo tema que surgirá y será parte integral del Judaísmo Medieval gracias a Saadia y ese tema es el nacimiento de la filosofía judía.
La ascendencia de Saadia al poder es la típica historia de aquel que pasa de ser un “don nadie” a ser un “famoso”. Hay una cierta ironía en la historia de Saadia porque si lo recuerdan de nuestra publicación anterior menciones que la estructura Gaónica era oligárquica, es decir que ciertas familias con ciertos derechos, contactos y privilegios eran los que lograban entrar en las academias de Sura o Pumbedita. Ni que hablar para llegar a ser un Gaón, eso era casi una imposibilidad si uno no poseía los derechos, privilegios y el apellido correspondiente para heredar una posición como esa. Como veremos en esta publicación uno debía tener el apoyo económico de las familias adineradas para llegar a ser el Gaón. Me estoy refiriendo por supuesto a las familias judías ricas que eran los que designaban quién estaría al mando de la comunidad.
Saadia es el caso que sale de esta norma ya que ni siquiera era de Bagdad. Había nacido en Egipto y era un extraño total a toda esta estructura.
Saadia nace en un lugar llamado Fayún, en Egipto, (http://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_de_Fayún) y emigra a Israel con 30 años de edad en los comienzos del 900. Eventualmente llega a Bagdad en al año 921, tan solo 20 años antes de morir.
¿Cómo llega Saadia al poder?
Si recuerdan nuestra publicación anterior, mencionamos que lo le otorga legitimidad y energía a los karaítas (ese famoso grupo judío que se oponía la judaísmo rabínico) fue una carta que Saadia escribió en el año 905 condenándolos. En 905 Saadia tenía tan solo 23 años y escribe una carta maravillosa que no solo logra atacar a los karaítas sino que promociona su carrera como Rabino. Si Saadia era consciente que estaba promocionando su carrera rabínica no lo sabemos con certeza pero claramente esta carta escrita a una edad tan temprana defendiendo el judaísmo rabínico lo convirtió en una personalidad famosa dentro de este contexto.
En 905 esta carta fue circulada por la comunidad y utilizada por los Rabinos y los karaítas para argumentar a favor o en contra de esta carta.
Pero hay otra controversia que involucra a Saadia y que es importante conocer.
En al año 921, unos pocos meses después de su llegada a Bagdad, surge otro debate entre un Rabino en Palestina llamado Aaron Ben Meir en contra de toda la comunidad de Bagdad y sus líderes.
El tema que se discute parecería ser medio esotérico pero cuando lo comprendamos veremos que es un tema vital para el interés no solo de toda la comunidad judía sino del poder de Bagdad sobre la comunidad judía en forma global y especialmente la que estaba en Palestina.
El tema en discusión era el Calendario Judío (lo que en hebreo llamamos luaj). La pregunta que debemos hacernos para comprender cuál es el debate aquí es ¿quién ordena el calendario judío?
Para quienes no lo saben los judíos tenemos hasta el día de hoy nuestro propio calendario que establece las fechas para todas las festividades y eventos del año.
No es mi intención aquí explicar en detalle como funciona el calendario (ya que nos llevaría toda la publicación) pero voy a hacerles un breve resumen para que tengan una idea de lo que estamos hablando.
El calendario judío se basa en tres fenómenos astronómicos: la rotación de la Tierra sobre su eje (un día), la revolución de la Luna alrededor de la Tierra (un mes), y la revolución de la Tierra alrededor del Sol (un año). Estos tres fenómenos son independientes uno de otro, por lo que no existe una correlación directa entre ellos.
Por el contrario al calendario judío, el calendario gregoriano utilizado hoy por la mayoría del mundo, abandonó la correlación entre los ciclos de la luna y el mes y en consecuencia y de manera arbitraria ha establecido la longitud de meses generalmente en 28, 30 o 31 días.
El calendario judío mantiene la coordinación de estos tres fenómenos.
Los cálculos originales para ordenar el calendario judío se basaban principalmente siguiendo las fases de la luna (el cuarto creciente, el cuarto menguante, luna llena, etc.) y la determinación de las fases de la luna definían cuando sería Rosh Hashana, Yom Kippur, Pesaj y todas las demás festividades. Es decir que mirando la luna se declaraba cuando era Rosh Jodesh (es decir el nuevo mes) y esa determinación se hacía obviamente mirando la luna desde la tierra de Israel.
En esta “lucha de poder” por el control de la dirección judía entre Palestina y Bagdad el tema con el que se mete el Rabino Aaron Ben Meir es justamente el Calendario. Ben Meir argumenta en contra de los Rabinos en Bagdad declarando que ellos en Palestina eran los únicos que podían ver las verdaderas fases de la luna y determinar qué días serían cada una de las festividades. Por lo tanto el Calendario debía seguir las indicaciones de Palestina.
Los Rabinos que estaban en Bagdad calculaban matemáticamente las fechas de las festividades usando relaciones astronómicas para determinar los días exactos del Calendario Judío ya que las fases de la luna vistas desde Bagdad no eran legítimas y este era un tema central porque sería un grave problema celebrar Yom Kippur o cualquier otra festividad en el día equivocado.
La controversia comienza cuando Ben Meir les dice a los Rabinos en Bagdad que sus cálculos son ilegítimos y que las únicas fechas que ellos van a aceptar son aquellas declaradas en Palestina, en la tierra de Israel, por sus propios Rabinos.
El tema en cuestión se vuelve muy complicado y da comienzo a una “guerra intelectual” entre ambos grupos de Rabinos discutiendo la legitimidad de cada uno de dar sus opiniones en responsas rabínicas que van y vienen cada vez en forma más violenta.
Mientras esto esta sucediendo con Ben Meir se hace evidente por las fuentes que los dos Gaoním y el Exilarca estaban además teniendo muchos problemas internos entre ellos. Los problemas internos en Bagdad entre los Gaoním y el Exilarca caracterizan todo este período y serán uno de los motivos centrales entre otros por los cuales veremos la decadencia de Bagdad y el modelo Gaónico.
Resulta irónico que esto suceda en el período más elevado de este grupo con Saadia pero como ustedes recordarán del comienzo de esta publicación dijimos que Saadia muere de melancolía lo cual ya nos ayuda a ver que las cosas no estaban andando muy bien para él y para toda la comunidad de Bagdad.
Apesar de las peleas internas los Gaoním, el Exilarca y los miembros de las academias de Sura y Pumbedita unieron sus fuerzas para frenar a Ben Meir y dejarle en claro que eran ellos los que realmente estaban autorizados a interpretar y ordenar el Calendario Judío y no ellos en Palestina.
Por supuesto que uno podría preguntarse ¿por qué tanto alboroto por un Calendario? ¿Es realmente tan importante este tema?
Y justamente si nos detenemos a pensar un instante observamos que el Calendario, cualquiera que este sea, realmente es crucial para definir el “pulso” de nuestra vida. El Calendario define nuestro día y día y quien controla el Calendario Judío controla cómo esta estructurada la vida judía ya que la misma esta definida por las festividades y los momentos del año. Si bien esto tenía una clara dimensión legal religiosa también tenía una dimensión política y lo que estamos viendo acá es una clara lucha de poder por quién va a determinar como se va a vivir la vida judía que ya a esta altura debe aceptar que va a desarrollarse fuera de la tierra de Israel. Y ahora nos queda claro porque esto no era un tema menor.
En el caso de Saadia cuando esta controversia comenzó en el año 921 Saadia se unió con todos los Rabinos de Bagdad y fue uno más entre los demás Rabinos quienes argumentaron en contra de Ben Meir.
Al final los Gaonim ganan las discusiones y vuelven a asumir el control sobre la Ley Judía y el Calendario. De hecho nuestro Calendario Judío hasta la actualidad esta basado en esto cálculos matemáticos y por eso podemos saber anticipadamente las fechas de cuándo celebraremos Pesaj, Rosh Hashana y cualquier otra festividad judía.
Pero esta victoria de Bagdad y los Gaonim es de hecho el comienzo del fin puesto que lentamente los Gaoním en Bagdad comenzarán a perder poder en parte a las circunstancias que atravesará Bagdad como región y estas luchas internas que venían sucediendo anterior al año 921 y las controversias del Calendario.
Pero antes de contarles el fin de la historia de Bagdad voy a contarles sobre el ascenso al poder de Saadia.
En el año 928 Saadia se convirtió en el Gaón de Sura. Antes de llegar a este puesto Saadia había ascendido a aluf de Pumbedita. Si recuerdan lo que mencionamos en la publicación anterior teníamos dos academias rabínicas que se llamaban Sura y Pumbedita y cada academia tenia un Gaón que era el director, alufim que eran los siguientes en orden jerárquico de poder y 69 miembros más.
En el momento que Saadia asume el control de Sura en el año 928 Sura era más débil que Pumbedita. Podemos saber esto puesto que los documentos muestran que los ingresos económicos de Pumbedita eran mayores que los Sura. Ambas academias no tenían el mismo poder y de hecho fluctuaban de año a año dependiendo muchas veces del Gaón de turno. Como sucede hasta la actualidad muchas veces las comunidades o instituciones judías traen un nuevo Rabino, académico o Hazzan y eso hace que de pronto muchas gente se pase de una comunidad a la otra siguiendo a un líder particular.
Cuando Saadia asume el poder Sura estaba más debilitada que Pumbedita y por lo tanto Saadia asume como segundo Gaón con menor fuerza política que el Gaón de Pumbedita.
Los problemas comienzan tres años más tarde, en 931, cuando Saadia desafía la autoridad del Exilarca debido a un problema con un documento.
El nombre del Exilarca, a quién mencionamos en nuestra publicación anterior, era David Ben Zakkai.
Aparentemente Ben Zakkai había mandado a firmar un documento muy simple relacionado con una herencia que no parecía algo tan importante como lo que había sido la controversia del Calendario. El modo que funcionaba el triunvirato necesitaba la autorización de las tres jurisprudencias de Bagdad, es decir el Exilarca y los dos Gaoním para la aprobación de ciertos documentos.
Así que el texto con la herencia es enviado a Pumbedita con la firma del Exilarca. El Gaón de Pumbedita firma y solo faltaba la firma de Saadia. El documento de la herencia llega a Saadia y Saadia declara que hay algo muy corrupto en todo este asunto y decide no firmar. Así que no solo desafía públicamente al Exilarca sino que incluso lo llama corrupto.
Esto que parece un detalle menor en el contexto de otras controversias más importantes se convierte en un tema central por la lucha de poder en el año 931 y Ben Zakkai sale a buscar la ayuda de las familias judías más ricas de Bagdad para echar a Saadia del poder. El problema según narran las fuentes llega incluso a la violencia física cuando el hijo de Ben Zakkai insulta a Saadia y el tema se torna tan violento que Saadia y Ben Zakkai se excomulgan o expulsan de la comunidad mutuamente. Recibir un jerem, es decir ser expulsado de la comunidad es algo muy serio, significa ser echado de la comunidad judía.
La historia termina que después de unos años cuando luego de estar peleados por mucho tiempo y sin hablarse mutuamente los dos son llamados a la casa de uno de los judíos más ricos de este período quien les pide por favor que se calmen y hagan las paces . Finalmente Ben Zakkai y Saadia se abrazan y todo el problema queda en el pasado.
¿Cómo interpretamos nosotros todo este evento? ¿Qué podemos comprender acerca de Saadia, el Exilarca, las familias judías ricas y la estructura de la comunidad de Bagdad?
Muchos historiadores han escrito biografías sobre Saadia y han entendido estas discusiones entre Saadia y Ben Zakkai en formas distintas.
Algunas teorías dicen que como Saadia era tan controversial y aspiraba a controlar el poder de la comunidad en Bagdad todo esto tenía que ver con su personalidad. Es decir que tal vez lo que tenemos es simplemente una lucha de poderes entre dos personalidades por el “poder”. Otra teoría dice que esta es una lucha entre el bien y el mal, entre lo correcto y lo incorrecto siendo Saadia el hombre justo que se enfrenta a este hombre malvado que es Ben Zakkai. Incluso hay quienes opinan que tenemos aquí un enfrentamiento entre el liderazgo religioso (liderado por Saadia) en contra del liderazgo “secular” del Exilarca que es de algún modo un líder político.
Debemos dejar en claro que a luz de la objetividad y el marco honesto en el que estamos indagando nosotros la historia judía, todas estas especulaciones están equivocadas y no vamos a aceptarlas como válidas o serias.
La noción que se trata de dos personalidades muy fuertes y que por eso discutían es algo obvio en cualquier tipo de controversia. Esta teoría es obvia e incluso podríamos decir que siempre que hay una controversia se debe al choque de dos personalidades que tienen afirmaciones muy profundas. La noción de correcto e incorrecto no tiene ningún sentido puesto que ambos servían a la comunidad y peor aún la teoría de “religión versus secularismo” tampoco tiene ningún sentido ya que, como he explicado en nuestra publicación anterior y de hecho continuaré haciéndolo a medida que avanzamos en la Edad Media, no existe una separación entre religión y política en este momento de la historia. No existe aún el secularismo o la separación entre la religión y el Estado. Solo veremos eso en la Modernidad alrededor del 1700. Como dijimos en la publicación anterior esto es religión y política unidas. O para decirlo de otro modo el líder religioso es a la vez el líder político y viceversa.
Lo que nosotros podemos hacer hoy en forma retrospectiva es encuadrar a Saadia dentro de un marco político o un marco teológico religioso pero en ambos casos estamos hablando de la misma persona. En otras palabras a esta altura de la historia no podemos distinguir un marco del otro. Así que argumentar que Saadia no era un líder político ni estaba interesado el la política institucional mientras que Ben Zakkai solo tenía interés en eso no tiene ningún sentido puesto que se contradice con las fuentes.
¿Cómo explicamos entonces esta controversia?
Para poder comprender qué está sucediendo aquí tenemos que poner este debate en un contexto social y económico más grande que solo el político religioso. Para ello vamos a volver a utilizar la maravillosa Crónica de “Natán el Babilonio” quien documento muchísimas controversias de este período (no solo las de Saadia) que contemplan un período de casi 60 años.
Vamos a exponer la controversia de Saadia frente a otras controversias anteriores entre diferentes Gaoním, Exilarcas, familias judías ricas y ver todos estos grupos peleando por poder y control dentro de la comunidad de Bagdad para que este episodio se aclare.
Solo así comprenderemos que el episodio de Saadia y Ben Zakkai termina siendo uno más entre lo que parece ser un fenómeno sintomático de este período. Claramente esto no es solo un enfrentamiento entre dos personalidades sino que es algo que demuestra la decadencia y crisis que anticipa el fin del poder Rabínico en Bagdad.
El poder de los Gaoním de Bagdad llega a su fin debido a (a) una crisis de liderazgo que se aclara con el episodio de Saadia y Ben Zakkai, (b) una crisis económica y (c) sumado a todo esto la crisis que esta viviendo el Califato Abbasid Islámico pronto a perder su poder. Esto último del Califato es muy importante de entender porque permite encuadrar claramente cómo influye en el desarrollo histórico de los judíos las condiciones sociales, políticas y económicas circundantes. No hay el mismo tipo de “espiritualidad” y creatividad entre las comunidades dispersas por todo el mundo y dichos niveles claramente están influenciados por la situación y la geografía en la que los judíos se encuentran.
Dicho en palabras más simples, no es casualidad que la comunidad judía más poderosa del mundo se encuentre hoy en Estados Unidos y no en otros lugares. No es solo un tema de cuántos judíos hay allí. Es un tema de cuáles son las condiciones económicas, sociales y políticas que permiten el desarrollo de la comunidad judía viviendo en distintas partes del mundo.
Pero volviendo a Bagdad, lo que estoy intentando hacer es poner el episodio de Saadia y Ben Zakkai dentro de un marco mucho más grande y mostrarles cómo en el exacto momento en que Bagdad llega a su pico más elevado con la figura de un grande como Saadia también ese pico al que llegamos es el comienzo de la caída en esta pendiente del poder Rabínico de los Gaoním en Bagdad.
Quiero ademas que tengan en mente que al mismo tiempo que esta comunidad en Bagdad comienza a declinar tenemos otra comunidad que empieza a crecer y que será aquella que tomará la continuidad de esta “vieja” comunidad de Bagdad asumiendo el poder central del judaísmo internacional localizada en Córdoba, España. Y este fenómeno ocurre en forma simultánea. Estamos ahora enfocados en los inicios del siglo X en Bagdad. Dentro de muy poco hablaremos del siglo X en España. Ambos eventos están relacionados: una comunidad esta desintegrándose y la otra está creciendo en poder y autoridad y entenderemos esto claramente gracias a las fuentes que revelaran todo esto para nosotros.
Entonces lo que está sucediendo en Bagdad es que tenemos un conflicto interno muy grande en la comunidad judía. Tenemos peleas por el control económico entre el Exilarca y las academias, pelas por poder político entre los Gaoním y esto claramente va más allá de las personalidades sino que es más grave porque es una crisis institucional.
El único período en el cual esta comunidad logra transcender las individuales y unirse para un bien común es cuando son amenazados en forma externa como sucede con el caso de Ben Meir y el Calendario Judío en el año 921 cuando las diferentes facciones trabajan como un enfrente organizado en contra de un poder externo. Esto es algo que continuamos viendo hasta el día de hoy entre los judíos. Los judíos muchas veces argumentamos por razones teológicas, religiosas y políticas pero generalmente logramos unirnos cuando somos atacados como grupo por un enemigo externo.
Más allá de experiencias como estas, este mundo Gaoníco manifiesta controversias políticas, sociales, económicas y religiosas que saltan a la vista gracias a los documentos que aclaran porque la decadencia de la comunidad judía de Bagdad.
De la Crónica de Natán el Babilonio nos vienen estas descripciones sobre el escenario que nos muestra todo esto que estamos describiendo.
Natán nos cuenta en su crónica que cuando el Gaón de la academia de Sura falleció el Exilarca David Ben Zakkai estaba considerando a quién elegir para poner al mando entre Saadia y Tzemaj ben Shain. Estamos hablando del año 928 que es el año que Saadia fue elegido Gaón de Sura. David Ben Zakkai había ofrecido primero el cargo a un hombre llamado Nissim Nehorai quien rechazo la oferta declarando que el director de la academia era llamado la “luz del mundo” y él era ciego. Viendo que Nissim rechazaba la oferta el Exilarca le pidió la opinión sobre a quién poner al mando entre los dos posibles candidatos que estaba contemplando. Nissim le dijó que elija a Tzemaj y no Saadia apesar que Saadia era un gran rabino. El problema que Nissim anticipaba y finalmente sucede, era que según él Saadia no temía a ningún hombre y no respondía a ninguna autoridad debido a su gran sabiduría y su miedo solamente al pecado del cielo (es decir a cometer un pecado a los ojos de Dios y no de otros hombres). El Exilarca de todos modos ya había tomado su decisión de elegir a Saadia y Nissim le aseguró que respondería a quién el Exilarca pusiera al mando. Finalmente en el año 928 Saadia fue asignado al poder por el Exilarca y presentado ante Cohen Tzedek quien era en su momento el Gaón de Pumbedita.
La Crónica de Natán continua contándonos que había de todos modos en Bagdad un hombre con mucha influencia en la comunidad llamado Caleb ibn Sargado quien pertenecía a una familia rica de comerciantes judíos y donaba mucha plata al Exilarca. Caleb había gastado 60,000 zuzim (una moneda de plata que se utilizaba en ese momento) para que Saadia sea retirado del poder ya que Caleb estaba también interesado en que sea otro Gaón el que ocupe ese puesto y no Saadia. Pero Caleb no había logrado su objetivo ya que los hijos de Netira y otras familias judias ricas estaban a favor de Saadia.
Aquí es donde voy a detenerme un instante utilizando la Crónica de Natán y tratar de entender qué esta sucediendo aquí.
Lo que vemos es que hay una oposición muy fuerte en contra de Saadia desde el momento en que es elegido Gaón. Uno de sus opositores es un hombre llamado Caleb ibn Sargado que esta afiliado a una familia de judíos muy ricos conocidos como la familia Aaron.
¿Recuerdan que mencionamos en la publicación anterior dos prominentes familias judías llamadas Netira y Aaron que parecen estar controlando todos los hilos de la comunidad judía de Bagdad? Estos dos apellidos aparecen en la mayoría de los documentos históricos que se preservan de este período en Bagdad.
Y nuevamente de esta etapa podemos aprender mucho cuando pensamos en nuestras comunidades actuales y las luchas entre una o dos familias judías ricas peleando por control político, económico y religioso de la comunidad. Generalmente notamos en todas las comunidades dispersas por el mundo algo similar a lo que vivimos en esta etapa en Bagdad. La mayoría de las veces hay una o dos familias ricas que apoyan a cierto Rabino y su institución y tratan de ganar a nivel político en contra de otras familias judías ricas que apoyan a otro Rabino y otra institución. Lo que quiero que sientan es la lucha de poder a veces absurdo que hay detrás de todo esto y que como veremos más adelante muchas no es beneficiosa sino tremendamente perjudicial para la comunidad judía.
Quiero que vean que todo lo que estamos describiendo no es algo nuevo en la historia judía. Cada generación, cada Rabino y sus instituciones tienen ciertos apellidos judíos que acompañan una ideología y tiene además sus propios intereses. Claramente si uno quiere entender cómo piensa cierta institución o cierto Rabino tiene que investigar cuales son los intereses de las familias ricas que están donando su plata para que eso funcione, es decir para que el Rabino este liderando y para que la institución este activa. Esto no es nada nuevo en la historia sino que existe desde hace miles de años incluso en este período. Y si para algo sirve la historia es para aprender de ella y no cometer los mismos errores una y otra vez.
El motivo por el cual Saadia es asignado no solo es porque es un brillante Rabino sino porque además tiene el apoyo de los hijos de Netira y de otras familias ricas que tienen sus propios intereses detrás de todo esto.
Claramente lo que vemos aquí es que detrás de David Ben Zakkai y Saadia realmente hay peleas sociales, políticas y económicas entre dos familias judías frente a la comunidad local, la comunidad internacional y frente al Califato Abbasid islámico de Bagdad. Nuevamente estas peleas entre unas pocas familias judías por estar una encima de la otra en el devenir comunitario no es algo novedoso y detrás de esto lo que hay es nada más y nada menos que búsqueda de “poder”. ¿Para qué ese “poder”? Solo Dios sabe. ¿Tal vez por miedo a que sus nombres no sean recordados en la historia? En fin, esta es una pregunta que no intentare responder en este contexto.
Volviendo a la Crónica de Natán llegamos al desenlace de esta historia.
Natán nos cuenta que la controversia entre Saadia y Ben Zakkai continuó por muchos años poniéndose cada vez mas fea, como ya habíamos mencionado nosotros, y ya no se podía hacer más nada.
Finalmente las dos familias fueron llamadas a juntarse en la casa de Bisher ben Aaron, ni más ni menos que el suegro de Caleb ibn Sargado.
Es decir que ésta era la familia que había estado en contra de Saadia, la familia Aaron. Bisher ben Aaron es el patriarca, es decir el mayor de la familia Aaron, y lo que vemos de esta escena es que los Netira claramente habían perdido poder en este debate y los Aaron que ya habían ganado las disputas querían hacer las paces porque ya no les interesaba seguir peleando.
Lo que esta sucediendo aquí es tremendamente simbólico. Ben Zakkai y Saadia no van a una Sinagoga o lugar público a resolver sus problemas sino que van a la casa de Bisher Ben Aaron que es uno de los hombres más importantes de la ciudad en su momento.
Finalmente Saadia y Ben Zakkai se abrazan y la pelea termina.
Toda esta situación parecería ser una victoria para la familia Aaron.
Pero el motivo por el cual he bajado todos estos conceptos al nivel más humano posible es para aprender una lección importante de la búsqueda de “poder” y “el control obsesivo del devenir comunitario judío” y eso es que en el largo plazo en este tipo de situaciones nadie gana y todos pierden.
En el corto plazo vemos que la familia Aaron parece haber ganado la controversia pero todo este episodio lleva a un desgaste comunitario enorme y tal vez esto vuelva a reforzar el tema de la muerte por melancolía. A nadie le gusta ver como se destruye aquello que uno ama.
¿Qué ocurre cuando Saadia muere un par de años después de todo este episodio?
Según las fuentes nadie es elegido como nuevo Gaón de Sura. La academia de Pumbedita sigue funcionando pero tan solo 15 años después también necesita de un nuevo Gaón y no parece haber nadie en condiciones de tomar la dirección. Todas las instituciones judías en Bagdad parecen haber declinado seriamente ya para el año 970.
La comunidad judía de Bagdad existe hasta el día de hoy pero ya no es más el referente mundial donde los judíos escribimos nuestras preguntas sobre nuestra fe. De hecho la comunidad judía de Bagdad ha casi desaparecido por completo.
El modelo Gaónico que había sido tan poderoso y que había dictaminado mucha de la practica judía que seguimos hasta el día de hoy finalmente se desintegra mientras que en forma simultánea los judíos dispersos por todo el mundo comenzarán a enviar sus preguntas y dinero a otro lado.
Como también dijimos el régimen Abbasid islámico también comienza a declinar porque comienza a recibir amenazas internas y externas. Lo que vemos aquí es que hay una relación directa entre los judíos y los musulmanes. A medida que los musulmanes y su Califato Abbasid comienza a declinar, a medida que Bagdad deja de ser el centro del mundo que había sido, con ellos cae también la comunidad judía que allí habitaba.
Este es lado político de la historia de Saadia.
Antes de cerrar esta publicación quiero dedicar los últimos minutos para hablar del otro aspecto de Saadia que no es su carrera política sino su carrera literaria. Su carrera como escritor y pensador siendo una persona que contribuye en forma enorme con un legado religioso para la humanidad.
Tenemos todo el tiempo que recordar que el contexto político no debe ser separado del contexto religioso y cultural en Saadia. Estamos hablando de la misma persona. Es un hombre que pelea duro en el escenario político. A veces ganas otras veces pierde, se vuelto en problemas políticos a lo largo de toda su carrera y al mismo tiempo es una persona profundamente religiosa que escribe seriamente sobre el judaísmo y la religión.
Para prepararnos para la próxima publicación vamos a concluir nombrando algunas de sus obras.
Saadia era un experto en gramática hebrea y poesía. También escribió un Siddur. Es decir que uso la liturgia judía para sistematizar, organizar todas las plegarias y presentarlas claramente en contra de los enemigos del judaísmo ya sean musulmanes, cristianos, karaitas, etc. Esta es una de las grandes contribuciones de Saadia ya que es uno de los que realmente ordena el Siddur tal cual nosotros lo usamos hoy.
Ademas hizo una traducción de la Biblia al Árabe. Nuevamente quiero que vean que el tema de la asimilación lingüística es un tema central en este contexto. Los judíos escribían en árabe y se comunicaban en árabe. Ver esta interacción entre judíos y musulmanes hablando el mismo idioma en este contexto es algo muy importante de apreciar el la construcción del diálogo entre ambas partes. Traducir la Biblia al árabe tiene como objetivo claramente ayudar a que más judíos puedan leer la Biblia pero ademas permite que los no-judíos puedan también leer este texto en forma masiva abriendo y compartiendo las sagradas escrituras con cualquiera que quiera leerlas.
Saadia además se metió en debates contra escépticos racionalistas, musulmanes, karaítas en los comentarios que además agregó a su traducción de la Biblia.
Además de su defensa del Calendario Babilonio y la Ley Rabínica se dedicó a responderle en varias cartas a un crítico sobre la revelación de la Tora quien le había mandado una carta con más de 200 preguntas criticando el carácter divino de la Tora.
Saadia era un hombre que se enfrenta duramente contra el establishment político y el defensor principal del judaísmo rabínico en Bagdad y no iba a permitir que absolutamente nadie disminuya o desafiara la noción de la revelación divina del judaísmo.
Las dos obras más importantes de Saadia son dos obras filosóficas.
Uno de ellas es un comentario sobre un antiguo texto cosmológico llamado Sefer Yetzira (literalmente “El Libro de la Creación”). Como nota al margen les comento que Sefer Yetzira es un texto muy importante que posee la primera mención escrita en hebreo en la historia de las diez sefirtot que con el paso del tiempo se convertirían en el símbolo central del sistema místico judío llamado Cabalá.
La otra obra constituye su libro más importante escrito en árabe titulado “El Libro de las creencias y las doctrinas”. De este libro hablaremos en detalle en nuestra próxima publicación.
Pero noten su elección del árabe al escribir esta obra maestra que constituye el texto fundacional de la filosofía Medieval Judía. Claramente Saadia quería llegar con este texto a otros judíos que estaban leyendo en árabe y especial una clase intelectual judía.
Al mismo tiempo era una libro que Saadia quería que otros no-judíos también leyeran. Saadia quería que los karaítas y otros enemigos internos leyeran lo que había escrito.
Y había un grupo al cual Saadia le está escribiendo y esos son los teólogos y pensadores musulmanes.
Su obra debe ser leída y entendida como parte de las discusiones teológicas que están sucediendo en Bagdad en este período. Saadia es la versión judía de lo que en árabe, y por eso él decide escribir en ese idioma y no en hebreo, se conoce como Kalam. Kalam significa literalmente “conversación” y es la disciplina filosófica islámica que consiste en buscar principios teológicos a través de la dialéctica.
Saadia se dedica en esta obra filosófica que explicaremos en nuestra próxima publicación a las interrogantes que preocupan no solo a los judíos sino también al mundo islámico.
Hola Diego!
Estamos en julio de 2014 y todo esto que has escrito me está sirviendo mucho para conocer la historia del Judaismo y sus jajamin. Me voy a leer todo!! Ja ja ja. Mi Shalom y mis bendiciones!!!
Saludos!!!
Hola Ruth!
Gracias por tus saludos! Me alegra saber que estás aprendiendo de historia judía a través de estas publicaciones.
Bendiciones para ti también!