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Bienvenidos a una nueva serie de publicaciones. Luego de nuestra serie anterior con publicaciones sobre el “Judaísmo Moderno”, vamos a dedicarnos ahora a explorar el Judaísmo Medieval.
Lo primero que quiero hablar tiene que ver con la naturaleza con la que uno debería estudiar el judaísmo y la historia judía. Voy a hablar de ciertos temas que son muy parecidos a los que hable en la primera publicación sobre el Judaísmo Moderno pero son tan esenciales que tengo que volver a repetirlos en este contexto. Para aquellos que hayan escuchado esa publicación espero no les moleste que repita algunos conceptos pero será solo por unos minutos nomas y siempre es bueno volver a escuchar y tener presente estos temas.
Además quiero dedicar un tiempo a hablar particularmente del período que analizaremos, así que para el final de esta publicación también diré algo sobre qué significa la palabra Medieval y si realmente esa palabra encapsula todo el período que vamos a analizar.
La falta de territorio
El primer punto con el que siempre debemos comenzar cualquier exploración judía es contemplando que si bien el judaísmo es parte de la historia mundial es único en un aspecto: su falta de territorio.
Esto significa que la historia judía posee un antes y un después a partir del momento en que los judíos fueron exiliados de Israel en el año 586 a.C o antes E.C. Con la destrucción del Primer Gran Templo de Jerusalem los judíos fueron expulsados en su mayoría a Babilonia. Muchos de los judíos que allí llegaron nunca regresaron a Jerusalem. Algunos eventualmente volvieron y reconstruyeron el Templo y la vida en Jerusalem pero muchos otros se quedaron en Babilonia en forma definitiva.
Y lo que tenemos ya en este período temprano de la historia es lo que llamamos diáspora, una palabra que esta asociada con la experiencia vivida por los judíos al tener que vivir fuera de la tierra de Israel.
Similarmente a esta experiencia en el año 70 d.C o E.C cuando los Romanos conquistan Jerusalem, destruyen el segundo Gran Templo ahora y fuerzan a los judíos a abandonar la ciudad. Muchos judíos se fueron para diferentes regiones llegando con el tiempo a Europa, el Norte de Africa y nuevamente tuvieron que enfrentarse a un nuevo mundo o nuevas condiciones sociales que eran diferentes a las que habían experimentado hasta ahora.
Por lo tanto lo que tenemos desde un comienzo es este aspecto para mí único y fascinante de un pueblo disperso por todas partes del mundo por miles de años que aún continúa.
Y la pregunta que se nos impone es: sin un gobierno común, sin un lenguaje en común y sin una tierra en común ¿tienen los judíos una historia o múltiples historias?
El tema de la tierra es obvio, la palabra diáspora significa que los judíos estaban literalmente viviendo separados unos de los otros por todo el mundo.
Con los gobiernos resulta aún más curioso porque en un lado del mundo un rey los trataba bien y al mismo tiempo en otro lado del mundo otro rey los gobernaba en forma totalitaria. Claramente vivía en forma simultánea bajo diferentes estructuras gubernamentales.
Y con el tema del lenguaje resulta aún más fascinante. Los judíos adoptaban y adoptan el lenguaje de la tierra a la que llegan o viven. Los judíos Medievales en su gran mayoría hablaba y escribía en árabe o como también veremos hablaban y escribían en francés, alemán, italiano, polaco, ruso, etc. Algunos sabían también hebreo pero la mayoría no lo hacía. Y por lo tanto con todas estas diferentes estructuras lingüísticas ¿cómo podemos hablar de una sola experiencia judía?
O para decirlo de otro modo, ¿hay algo en común entre un judío que vivía bajo la dominación del Rey David en Jerusalem y un judío viviendo hoy en la comunidad judía de Hong Kong por ejemplo? ¿Los judíos viviendo en el siglo XXI en Mexico, por ejemplo, tienen algo en común con el Rey Saúl, David, Salomón y todos esos hombres que leemos de la Biblia?
Para mí esta continúa siendo la pregunta más fascinante del pueblo judío. La pregunta es si realmente existe una cultura judía o existen culturas judías. Tenemos la cultura antigua judía, tenemos la cultura judía bajo dominación griega y romana, judíos bajo dominación islámica, judíos bajo dominación cristiana europea creando todo esto algo en común pero claramente algo muy dispar.
Habiendo dicho todo esto tenemos ahora que presentar lo obvio y maravilloso de este pueblo. Y eso es que apesar de la discontinuidad temporal y espacial histórica que es real y existe hasta el día de hoy, cuando uno observa el comportamiento judío e incluso la propia conciencia del judío, el modo en que se definen así mismos, los judíos siempre se vieron así mismos como un solo pueblo. No muchos pueblos ni muchas culturas sino como una sola cultura y un solo pueblo. Como una especie de gran familia extendida por todo el mundo.
Los judíos siempre actuaron en forma corporativa y eran tratados como una corporación.
Por ejemplo, en la Edad Media ya sea que estemos hablando del mundo islámico o el mundo cristiano, los judíos eran considerados como un grupo auto-regulado por sus propias leyes. Los judíos seguían sus propias Leyes dictadas por el mismo Dios y sus propios Calendarios establecidos por los Rabinos mientras eran “tolerados” por los gobiernos que dominaban el pedazo de tierra que ellos estaban ocupando.
Los judíos vivían bajo dos sistemas legales simultáneos: uno legislado por Dios y el otro por el gobernante de turno en el lugar del mapa que estuvieran.
Esta situación como veremos existió a lo largo de toda la Edad Media tanto bajo dominación islámica como dominación cristiana.
Solo en la Modernidad y con la creación de los Estados Modernos tal cual los conocemos hoy, los judíos reciben ciudadanías y por lo tanto deben abandonar sus derechos corporativos para convertirse ahora en ciudadanos franceses, ingleses, alemanes, etc. En otras palabras, en la Modernidad ese fenómeno del judío auto-regulado por sus propias Leyes y siguiendo su propio Calendario se hace menos evidente.
Pero durante todo el período pre-moderno (lo cual incluirá todo lo que hablaremos en estas publicaciones) hablamos de una cultura que esta unificada de tal forma que si por ejemplo un judío viviendo en el Norte de Africa tenía que viajar a Europa o cualquier otra comunidad judía del mundo, al entrar a otra sinagoga reconocería la liturgia, las festividades, las ceremonias, los rituales de nacimiento y muerte e incluso podría llegar a reconocer alguna costumbres. Es decir que realmente sentiría una especie de unión común y afiliación con los judíos aún cuando estaba cruzando las fronteras entre el mundo islámico y el mundo cristiano o viceversa.
Los judíos eran conscientes que eran parte de una comunidad global apesar que nosotros no podemos ver esto tan claramente y por eso hablamos de culturas en lugar de una sola cultura.
Todo esto indicaría que los judíos se sentían ciudadanos del mundo y no de un solo lugar. Los judíos se movieron históricamente de cultura en cultura y de nación a nación pero llevaban a todos lados sus propias costumbres, rituales, creencias y las insertaban dentro de una nueva nación o estructura social a la que llegaban.
En los últimos años ese sentido de conciencia grupal y de afiliación religiosa ha disminuido. Usamos palabras como “asimilación” para describir este fenómeno cada vez más presente en la historia judía.
Claramente cuando uno mira este desarrollo histórico a través de miles de años uno siente que la sensación judía es dual: por un lado uno es parte de una unidad indivisible y por otro lado los judíos estás dispersos entendiendo su judaísmo de maneras completamente diferentes.
¿Cómo estudiar el judaísmo?
Lo segundo que quiero hablar en esta introducción está relacionado con el modo que uno estudia al pueblo judío y su historia.
La historia judía es la historia de un pueblo adaptándose y sintetizando sus experiencias de acuerdo al lugar al que llegan. Eso significa que la historia judía no puede ser estudiada ni entendida en forma aislada. Es más, como veremos en estas publicaciones, uno realmente no conoce de judaísmo si judaísmo es lo único que uno conoce.
Los judíos intentaron durante un período estudiar su propia historia como algo aislado. Esto como ya sabemos nosotros hoy es un gran absurdo y presenta claros problemas que no permiten entender qué sucedió y por qué sucedió.
Por ejemplo y como veremos más adelante el pensamiento judío Medieval de Rabinos como Saadia Gaón o Maimonides deben ser estudiando junto al pensamiento islámico y cristiano. El hecho irrefutable que la historia judía no sucede aislada del resto de la historia mundial significa que uno no puede realmente comprender el judaísmo si desconoce totalmente lo que fue pasando en la historia de la humanidad. Por ejemplo, uno no puede entender en profundidad qué es Jánuca si no sabe quién fue Alejandro Magno. Tampoco puede entender el Talmud en profundidad si no sabe nada de la historia de Babilonia en donde fue escrito. Menos puede uno entender a Rashi o Maimonides si ignora por completo qué pasaba en la Edad Media (y especialmente donde ellos vivían) para comprender así qué cosas influenciaban el modo en que ellos leían la Tora y el Talmud. Tampoco se puede comprender por qué surgió el Sionismo sin saber nada de los Nacionalismos Modernos. Y aunque todo esto puede ser evidente para muchos de ustedes es para mí fundamental repetirlo y aclararlo una y otra vez a lo largo de todas mis publicaciones.
Si reconocemos honestamente el impacto que tienen en nuestras vidas cosas tan remotas como el surgimiento de Internet, la telefonía celular, el aborto, las problemáticas actuales en la tierra de Israel, los matrimonios interreligiosos, los casamientos homosexuales, las crisis económicas del sistema capitalista, el feminismo, los problemas sobre ecología y medio ambiente, la crisis nuclear en Iran, etc. claramente entendemos que el modo en que leemos la Tora hoy y lo que significa ser judíos hoy no tiene mucho que ver con lo que sentía o como leía la Tora un judío hace 1000 años.
Es más en estas publicaciones haremos mucho hincapié en los cruces e interacciones de los judíos con el pensamiento y la forma de vida de los cristianos y los musulmanes. Y con esto es lo que nos referimos cuando hablamos de las “culturas judías” puesto que veremos que los judíos medievales se sentían al mismo tiempo como algo separado o distinguido y a la vez como parte de la cultura más amplia que era islámica o cristiana en la que también ellos pertenecían e influenciaban en forma social, política y económica.
Tres aproximaciones a la historia judía
Cuando uno comienza a revisar el modo en que los judíos, los historiadores y los académicos estudiaron al pueblo judío, uno puede ver que existieron claramente diferentes aproximaciones para comprender a los judíos.
Quiero hablarles ahora de 3 aproximaciones a la historia judía y mostrarles que fueron significativas históricamente pero al mismo tiempo todas ellas fueron bastante limitadas y no pueden ser utilizadas en forma seria.
La aproximación tradicional judía
La primera aproximación era la aproximación judía tradicional que incorporaba ciertos presupuestos que no permitían ver claramente lo que estaba sucediendo. Esta aproximación asumía que la historia judía o la historia en general era lineal. Es decir que se desarrollaba como un drama divino entre Dios y su “pueblo elegido”. La historia judía vista desde esta perspectiva medieval judía asumía que lo que pasaba en el mundo se trataba solamente de aquello que Dios estaba haciendo para cumplir con su parte del pacto con los judíos. Dentro de esta perspectiva los eventos sucedían no por factores sociales, políticos o económicos sino por la voluntad de Dios. La voluntad de Dios era el principio gobernador de todo a través del cual determinábamos cuales eventos sucedían y porque sucedían.
Para esta manera de entender la historia, los causantes de la experiencia que los humanos tienen son dados en su relación con Dios: ¿son buenos, son morales, son correctos? o ¿son malos, son inmorales o son incorrectos? o ¿Hemos desobedecido a Dios? Esta es la pregunta Bíblica y Talmúdica. Un judío que vivía durante el período Bíblico o Medieval se preguntaba “¿qué hemos hecho para merecernos esto?”. Y hay que entender este concepto para entender cómo pensaba este tipo de judío y ser humano en general.
Los factores sobre la ética y moral humana, es decir el modo en que los judíos se comportaban, definían para ellos más que ningún otro factor, la naturaleza de la historia y por sobre todo la literalidad de la liturgia y el rezo judío.
Para esta aproximación, el exilio o la palabra hebrea galut era causado por los judíos al romper el pacto de compromiso con Dios. Una causa que no va iba a ser superada hasta que Dios permitiera que se arrepientan y Dios mismo mande su propio Mesías.
La noción por lo tanto de exilio y arrepentimiento, de tierra y sin territorio que mencionamos al principio lleva ahora una carga teológica.
Claramente la noción de exilio no es solo estar físicamente fuera de la tierra de Israel sino que implicaba también para un judío medieval una expulsión teológica: Dios estaba castigando. Habíamos desobedecido, habíamos roto el pacto y por ello Dios nos castigaba obligándonos a vivir en la diáspora, en el exilio (moral y físico) hasta que en algún punto regresaríamos cuando nos hubiésemos arrepentido de nuestra pecados.
Esta visión particular está impresa en toda la liturgia del libro de rezos judíos: “debido a nuestros pecados fuimos expulsados de nuestra tierra”.
Para esta aproximación fuimos exiliados porque pecamos. Nuestra moral era la causa principal por la cual Dios intervenía en la historia y la transformaba para crear esta condición de estar sin territorio.
Esta visión hasta el período moderno era la visión predominante a través de la cual los judíos se habían visto a si mismos y habían entendido su condición y su devenir histórico. Esta visión le explicaba o justificaba a los judíos las condiciones de persecución, odio y animosidad hacia ellos como el resultado de Dios poniéndolos a prueba y castigándolos una y otra vez con el exilio, forzándolos a castigarse por los pecados de sus antecesores.
Si un judío como cualquiera de nosotros se ponía a mirar su propia historia en la edad media o reflexionar sobre su pasado en el año 1200 por ejemplo, mirando hacia atrás su historia era la de aquellas personas que leía del período Bíblico, la historia de los Rabinos y lo que ellos habían escrito y todo estaba dando por la relación entre Dios y el pueblo judío. Para este judío la noción de lo que él o ella era estaba vinculado con ese pasado y al estar viviendo en el galut (es decir en el exilio moral y físico) lo único que tenía por delante era por la gueulá (por la redención) que lo salve o libere de ese estado.
La aproximación tradicional cristiana y secular
Si podemos definir una aproximación judía tradicional intentemos ahora mostrar una aproximación tradicional cristiana. Quiero ser justo con la historia cristiana también.
La historia judía es vista desde una perspectiva tradicional cristiana como una especie de prehistoria del cristianismo. Lo que quiero decir con esto es que para el año 136 d.C o E.C (que es el año de la destrucción final de lo que quedaba de los judíos en Israel por el Imperio Romano) para la visión cristiana tradicional los judíos fueron exiliados y en este punto termina la historia judía. Para el interés de los propios cristianos los judíos luego de estos eventos y de la creación de la Iglesia ya no tienen más una historia política y cultural que sea relevante. La historia judía termina con el ascenso de la Iglesia Católica y esto por supuesto es el resultado del rechazo de Jesús por los Rabinos y los judíos. En otras palabras la historia judía para el cristianismo tradicional es interesante solo como un preludio para el cristianismo.
Según esta visión los judíos habían sido el pueblo elegido pero perdieron ese estatus cuando rechazaron a Jesús y por eso fueron destruidos en el momento que la Iglesia ascendió al poder y el Imperio Romano adoptó el cristianismo como religión oficial. Debido a que la Iglesia es ahora el Nuevo Israel (y por eso hay un Nuevo Testamento) lo que le pasa a los judíos después del ascenso del cristianismo es insignificante y no vale la pena estudiarlo.
Imagino que ustedes estarán pensando que esto suena horrible y que la gente y los cristianos realmente no piensan así pero debo decirles que en un ensayo escrito por el historiador Langmiur (http://en.wikipedia.org/wiki/Gavin_I._Langmuir) en 1960 el se propuso analizar cuales era los libros que más se utilizaban para contar la historia mundial en los colegios. Y lo increíble es que en la mayoría de estos textos lo que uno lee es que los judíos aparecen en el período bíblico, luego aparece algún prestamista en la Edad Media y luego aparecen nuevamente en el Holocausto y tal vez el nacimiento del Estado de Israel y nada más que eso. En otras palabras la historia judía era insignificante para estos autores.
Por supuesto que las cosas han cambiado gracias al crecimiento del estudio académico del judaísmo en la mayoría de la grandes universidades del mundo y muchas áreas que habían sido dejadas de lado están ahora siendo revisadas y se están convirtiendo en un campo fascinante de investigación.
Pero hasta el año 1960 los libros “seculares” de historia, no me estoy refiriendo a textos teológicos o perspectivas teológicas, mantuvieron esta perspectiva del mundo y la historia cristiana aún cuando estos autores eran seculares. De hecho uno puede corroborar esto mismo al leer cualquier libro de historia publicado hasta 1960. En pocas palabras la historia de los judíos no era un campo de investigación para la mayoría de los historiadores que estudiaban la historia del mundo.
Así que llamemos esta la aproximación teológica cristiana y su residuo secular al entrar en la modernidad.
La aproximación judía en la Modernidad (comenzando en el 1800 EC)
La tercera aproximación a la historia judía emerge en el siglo XIX y nos estamos refiriendo a los primeros judíos que comenzaron a ver su propia historia desde una perspectiva distinta a la tradicional judía.
Estos judíos era conocidos como la Escuela u Organización de la “Ciencia del Judaísmo” (en alemán conocida como Wissenschaft des Judentums en donde se originó). Los miembros de la “Organización para la Ciencia del Judaísmo” del siglo XIX eran judíos académicos que intentaban ser lo más objetivo posibles pero no lo eran ya que pre-establecían qué había y que no había que saber del judaísmo tomando esta decisión a la luz de la situación presente en la que se encontraban. Como la Ciencia racional era lo que estaba de moda en su momento estos judíos académicos no querían mostrar ciertos aspectos del judaísmo que resultaban irracionales como el “mesianismo” o el misticismo judío (es decir la Cabalá). Además todos estos intelectuales se encontraban viviendo en un período muy peligroso debido al resurgimiento del antisemitismo en Alemania y Europa que estaba aumentando en el siglo XIX y hacía muy difícil la vida de los judíos.
El judío mas destacado y pionero en esta área de historia judía según una visión moderna es Heinrich Graetz. Graetz fue un importantísimo historiador judío que escribió 11 volúmenes sobre la historia de los judíos enseñando y delineado a todos los historiadores siguientes sobre cómo entender la historia judía. Para Graetz la historia judía estaba compuesta de dos factores: (1) una historia intelectual compuesta por Rabinos y pensadores sobre el pensamiento judío. No es ni una historia social, ni económica, ni política sobre los acontecimientos que delinearon la historia judía. Lo que le interesa a Graetz es descubrir cómo fueron apareciendo y pasando los textos judíos de una generación a la otra. Tratar de entender por qué cada judío entendió o interpreto los mismos pasajes bíblicos en forma diferente de acuerdo al tiempo que le toco vivir. Es una historia sobre las ideas judías a través de los siglos.
El segundo factor de la Historia según Graetz es que es una historia sobre el sufrimiento judío. Graetz creía que su rol como historiador judío era el de contarle a la humanidad como habían maltratado a los judíos. Y por lo tanto el sufrimiento o las ideas es aquello que motiva a Graetz a revisar la historia judía.
La historia de Graetz se basa en “poner las cosas en orden”. Graetz estaba obsesionado en querer responder ¿por qué los judíos han sido tan mal tratados desde tiempos inmemorables? ¿Por qué siempre han sido odiados y perseguidos? ¿Por qué han sido privados de sus derechos? Claramente al querer responder estas preguntas lo que Graetz intentó hacer es demostrar que en realidad los judíos era modernos y debían ser bienvenidos por el mundo occidental. La historia de los judíos debía ordenarse y por ende su versión de la historia intenta “poner las cosas en orden”. La historia debía ser contada con propiedad para que los judíos no sean mas vistos como inferiores por el mundo occidental o como ciudadanos de segunda clase.
Y por eso lo que ocurre cuando uno lee a Graetz es que descubre que cada vez que él se enfrenta con algo que no entiende porque no resulta racional o moderno o significativo para la cultura de su propio tiempo decide “meterlo abajo de la alfombra” escondiendo o evitandolo.
Tomando un ejemplo concreto, Graetz no simpatizaba con el misticismo judío. No le gustaba la “Cabalá” o el “Mesianismo”. A Graetz no le gustaba las cosas que resultaban irracionales porque de hecho para Graezt la religión era algo racional y gran parte de su obra intenta entender la historia judía en términos racionales. Por lo tanto si uno quiere conocer la historia del Misticismo judío y la Cabala el ultimo lugar para buscar es en Graetz porque no publicó aquello que no quería que la gente de su época viera como irracional o sin sentido.
Por este motivo la historia de Graetz es una historia apologética. Es una historia que mira al pasado a la luz del presente tratando de ajustar ese pasado para que encaje en las asunciones del presente y sea aceptado por la mente racional moderna. Por esto mismo la historia judía narrada por los primeros judíos del siglo XIX es tremendamente apologética y llena de subjetivismo.
Estas son o fueron por muchos años las tres aproximaciones a la historia judía: la aproximación tradicional judía, la aproximación tradicional cristiana y su residuo en el mundo secular moderno y la aproximación académica judía del siglo XIX.
Las limitaciones de las Tres aproximaciones a la historia judía
Como claramente podemos ver las tres aproximaciones son limitadas y ya no sirven para el mundo en que vivimos. Un intento sincero debe considerar y superar las deficiencias de estas aproximaciones.
Decir que todo sucede por causas divinas (mas allá que yo estoy convencido totalmente de ello) no puede ofrecer un mínima comprensión sobre cómo se comportan las personas y las instituciones. Justificar todo debido a que “Dios así lo quiere” no estimularía el intento por querer comprender porque sucede lo que sucede y conllevaría de hecho a una constante repetición de los mismos errores o aciertos.
Tal vez al haber escrito esto debería mencionar algo aún mas importante: no existe una Historia Objetiva. El hecho que elegimos estudiar ciertas historias tiene mucho que ver con nuestra propia biografía y el modo en que nosotros mismos vemos el mundo y somos influenciados por distintas personas y eventos a lo largo de nuestra propia historia.
Este es el motivo por el cual tenemos historiadores releyendo a otros historiadores pensando el pasado y lo que sucedió en el contexto del presente. Vivimos en el siglo XXI aunque podamos hablar la Edad Media y por lo tanto debemos aceptar que somos seres subjetivos como cualquier otro ser subjetivo que existió en la historia y nunca podremos evitar entender lo que sucedió desde una perspectiva que esta de acuerdo con el tiempo que nos toca vivir y a nuestros propios esquemas de referencia basados en un tiempo y espacio totalmente distinto al de nuestros antepasados.
Pero al menos debemos intentar ser conscientes de nuestros prejuicios y tratar de ser lo mas objetivo y honesto al mirar la historia judía y el pasado en términos generales. Eso es lo más sincero que puedo ofrecerles en estas publicaciones. Al menos la conciencia de esto último que acabo de decir creo que ya es importante.
Definitivamente lo que uno debe hacer como ser humano es esforzarse para darse cuenta cuando no esta siendo objetivo (debido a las propias pasiones y justificaciones que uno necesita para sostener la coherencia con uno mismo en lo que dice y hace) y limitarse al querer presentar ciertos aspectos que uno realmente ignora o no puede hablar de ellos sin prejuicios definiendo de antemano si son buenos o malos o correctos e incorrectos. Esta postura prejuiciosa y tendenciosa ha hecho y sigue haciendo mucho daño a la historia y al mundo.
Todo estos conceptos lo hablamos en la primera publicación de nuestra serie de publicaciones sobre el Judaísmo Moderno. Espero que suene un poco distinto para no haberlos aburrido. Pero la realidad es que estos temas siempre deben ser el preámbulo para relacionarnos con el pasado y la historia judía.
La era Medival o la Edad Media
En los minutos que quedan quiero enfocarme principalmente en el período que vamos a cubrir a lo largo de estas publicaciones sobre el Judaísmo Medieval.
El subtítulo de nuestra serie es de Mahoma a Spinoza eso es aproximadamente 10 siglos. Desde el siglo VII al siglo XVII, 1000 años de historia.
Generalmente cuando uno habla de este período desde una perspectiva general histórica utilizamos la palabra “Medieval” y también usamos el término “Modernidad Temprana” porque obviamente no podemos hablar del siglo XVII y decir que estamos en la Edad Media.
¿A que nos referimos cuando usamos estos términos que son básicamente convenciones sociales? Incluso veremos que en muchos aspectos son tremendamente ambiguos.
Voy a decirles desde el comienzo de esta serie de publicaciones cuál es el problema al utilizar estos dos términos que los vamos a usar de todos modos porque no tenemos otros mejores.
Cuando uno estudia tanto la civilización islámica como la cristiana ¿es correcto utilizar el término “Medieval” o “Edad Media”?
Como muchos de ustedes saben el período que llamamos hoy Medieval fue una construcción de los historiadores que veían la historia o el pasado filtrado por la civilización cristiana en Europa. Medieval es como se llamó al tiempo entre medio del período Antiguo o Clásico y el comienzo del Renacimiento (de ahí Edad Media o Medieval). Los renacentistas fueron los que en forma retrospectiva a su propio tiempo en la historia consideraron que estaban viviendo una nueva etapa en la historia.
Pero lo que no es claro es cómo podemos decir que la civilización islámica luego del ascenso de Mahoma al poder estaba viviendo una etapa Medieval. El Islam aparece en la historia en siglo VII por lo tanto cómo podemos llamar a los siglos VIII, IX y X medievales desde la perspectiva islámica.
La palabra Medieval a su vez está asociada con otra palabra que es la “Edad Oscura” y que hace alusión a que en este período todo conocimiento que no estuviera basado en explicaciones religiosas era considerado como errado o incluso peligroso ya que era contrario a lo que enseñaba la Iglesia que basaba su saber en su propia lectura e interpretación de la Biblia.
Justamente el Renacimiento era la reivindicación el renacer de las ciencias, el arte, la música, la política, la filosofía e incluso la religión desde una nueva perspectiva.
Los siglos VIII, IX y X para el Islam no fueron para nada una “Edad Oscura” ya que este fue un período de gran expansión y crecimiento cultural dentro del cultura islámica.
Por lo tanto lo que estamos viendo es que tenemos un problema sobre las definiciones. Similarmente cuando los judíos están viviendo en forma simultánea entre musulmanes y cristianos ¿cómo los deberíamos llamar? ¿Son judíos medievales?
La realidad es que no tenemos una solución a este problema sobre las definiciones pero lo que quiero hacer desde el comienzo es dejar en claro que este es un problema real.
También el termino “Modernidad Temprana” tiene una historia interesante. Es un término que esta siendo utilizando hoy por la mayoría de los historiadores para referirse al período que históricamente llamábamos “El Renacimiento”. La gente comenzó hace unos años a objetar que debíamos dejar de usar la palabra “Renacimiento” porque sugería algo así como “hombres blancos en Europa leyendo textos Griegos” y eso no consideraba en forma más amplia la civilización islámica y otras culturas no europeas de este período que estamos describiendo.
Así que la palabra “Renacimiento” se está utilizando cada vez menos y la palabra “Modernidad Temprana” suena mas neutral y políticamente correcta.
¿Pero qué significa la “Modernidad Temprana”? Claramente esta relacionada con los principios de la Modernidad y ahora deberíamos definir Modernidad en relación a la Modernidad Temprana.
Nuevamente no tengo ninguna solución para ofrecerles un término que sea mejor que estos. Claramente hay ciertos eventos que suceden en la historia que nos van sacado de lo que parece un paradigma feudal medieval agrario (o relacionado con el trabajo de la tierra) -y con un sistema piramidal en el cual uno era rey o campesino desde la cuna a la tumba- hacia el capitalismo, la industrialización, la secularización, la racionalización, el estado-nación y sus instituciones y las constituciones de los países modernos.
Pero todo esto que lo vemos claramente desde una perspectiva Occidental no estaba ocurriendo en el Islam.
En la historia judía además “Modernidad Temprana” es un término muy reciente que todavía esta terminando de definirse. Comienza con la expulsión de los judíos de España en 1492 (algo de lo que hablaremos en estas publicaciones y marca un antes y un después en la historia judía) y termina alrededor del año 1750. Durante ese período de tiempo suceden cosas en el judaísmo y vemos que ya no estamos más en la Edad Media pero tampoco en la Modernidad y este período tiene sus características particulares. Algunas de estas características tienen que ver con las migraciones judías de Europa Occidental a Europa Oriental, también esta relacionado con la explosión de conocimiento debido a la aparición de la imprenta y los judíos comenzando estudiar en Universidades Seculares en Padua, el deterioro de las identidades religiosas influenciadas por el creciente deterioro justamente de la autoridad rabínica engendrado por el fenómeno de los conversos, los marranos, el mesianismo de Shavetai Tzvi y la filosofía de Baruj Spinoza.
No quiero meter mas nombres para evitar confundirlos e iré haciendo alusión a estas cosas a medida que avancemos.
Pero quiero simplemente cerrar este tema dejando en claro que utilizaremos la palabra Medieval porque no tenemos una mejor pero debemos siempre considerar sus limitaciones que hemos expuesto aquí al describir tanto a los musulmanes como a los judíos mismos viviendo bajo dominación islámica. Claramente en sus propio tiempo no creo que ningún musulmán o judío en el siglo X se consideraba así mismo Medieval o atravesando un período Oscuro de su historia. Y a su vez el termino “Modernidad Temprana” describe a un mundo todavía conectado con el Medieval pero en muchos aspectos es realmente diferente y nuevamente no tengo una mejor manera para presentarles esta etapa.
La estructura de esta serie de publicaciones sobre el Judaísmo Medieval
Lo último que quiero decirles es que vamos a separar nuestra publicaciones en tres partes. Las dos primeras partes vamos a explorar la vida judía bajo dominación islámica y bajo dominación cristiana.
Bajo dominación islámica viajaremos primero a Bagdad en el siglo VIII, IX y X y luego hacia Córdoba en España por el mismo período los cuales representan los dos centros principales de la vida judía bajo dominación islámica.
Bajo dominación cristiana nos moveremos para el lado europeo y veremos el nacimiento de las comunidades judías en Alemania, Francia e Inglaterra.
Pero en ese momento veremos un quiebre en el cual los judíos son removidos físicamente de Europa Occidental con una serie de expulsiones que comienzan en los siglos XIII, XIV y XV y lentamente darán comienzo al emergente de comunidades judías en Europa Oriental (Hungría, Lituania, Polonia, Rumania, Rusia, etc.) y en especial en Italia y el Imperio Otomano.
Eventualmente veremos el regreso de los judíos a Europa Occidental en los siglos XVI y XVII.
Por lo tanto vemos que durante esta serie de publicaciones sobre el Judaísmo Medieval nos enfocaremos en dos secciones principales.
La primera relacionada con los judíos, cristianos y musulmanes conviviendo en el período “Medieval” y luego haremos ese cambio en el cual veremos como los judíos comienzan a migrar a otras partes del mundo al mismo tiempo que comienzan a repensar quienes son comenzando a definirse en formas diferentes.
Por ejemplo, cuando los judíos comienzan a conectarse unos a los otros a través de un libro impreso toman conciencia que hay judíos viviendo muy lejos (y como un dato anecdótico tenemos judíos ashkenazim que comienzan a preguntarse quién es Ibn Ezra).
Y aquí tenemos otro elemento más que demuestra que si bien los judíos podían estar familiarizados con la prácticas en todas partes durante un período de tiempo de la Edad Media en la Modernidad Temprana parecen perder esos vínculos.
Cerremos esta primera publicación diciendo que todos estos términos de Medieval y Modernidad Temprana están limitados de acuerdo a quién los está utilizando y qué entiende por ellos.
Comenzamos entonces nuestra aventura en el Judaísmo Medieval.
Genial Diego, de donde sacás el tiempo para escribir tanto ( y tan meduloso) ?. Gracias, me sirve muchísimo. Cantás ( sos jazán creo) tan bien como escribís?
Felicitaciones Diego. Además de enseñarme y entrenenerme, también me siento guiado a una forma desapasionada, ecuánime y tolerante de ver e intentar interpretar los hechos y las cosas.
gracias por aclarar la historia,es muy interesante leer tus escritos nuevamente ¡¡gracias¡¡
toda esa.info la vengo buscando desde que era adolscente, y D-os puso en mi camino a mi amgo Diego.
estoy tan feliz por todo esto.
gracias Diego