En nuestra publicación anterior hablamos sobre qué entendemos cuando hablamos de religión o decimos que alguien es religioso. Hoy quiero hablarles de otra frase que se ha convertido en un clásico ya: yo soy espiritual pero no soy religioso. ¿Qué significa que uno se considera espiritual pero no religioso? ¿Cuántas veces oímos decir a alguien que se considera a si mismo un ser profundamente espiritual pero no religioso?
Primero y principal es importante mencionar que no tenemos históricamente ninguna palabra en hebreo para designar la palabra “espiritualidad”. Recién en la modernidad aparece esta palabra en el idioma hebreo. El hebreo Bíblico, Talmúdico y Medieval no sentía la necesidad de tener una palabra que designe la espiritualidad. En hebreo moderno se dice rujaniut (רוחניות) tomado de ruaj (que literalmente significa hálito o viento). Espiritualidad en hebreo es una invención del hebreo moderno porque de hecho la espiritualidad en el judaísmo es una idea que nace en la modernidad.
Pero ¿qué es la espiritualidad? La espiritualidad es aquello que está relacionado con cómo se siente uno en forma individual. La espiritualidad ocurre dentro de uno mismo. Si bien nadie tiene el derecho de atreverse a minimizar lo que pasa espiritualmente dentro de uno mismo hay un problema en declararse espiritual pero no religioso.
El problema radica en que la religión presupone la membresía y la participación dentro un grupo o conjunto mientras que la espiritualidad no lo hace. La espiritualidad asume que sea lo que sea que uno siente, si uno siente que ese algo es “elevado, trascendente, profundo, infinito, inexplicable, sublime, etc.” entonces es legitimo y nadie puede discutirlo. Ese algo es válido y de hecho es suficiente.
Yo puedo entender el deseo de no querer pertenecer a un grupo. Esto es un patrón que ocurre cada vez más en nuestros tiempos que no solo afecta a las religiones. Por ejemplo en los últimos años nos sorprende cada vez mas el crecimiento de partidos políticos que no se consideran parte de los mayoritarios en casi todos los países del mundo. El motivo por el cual esto ocurre es debido a que la gente hoy observa los partidos políticos y siente que ninguno lo representa en forma totalitaria. Y por lo tanto deciden separarse del partido político o de la política en general para cuando aparezca uno que les guste o se sientan identificados y poder entonces dar su voto. Por lo tanto esta tendencia moderna de ser un ser independiente y no formar parte ni comprometerse con ningún grupo es una tendencia social que ocurre a nivel global en la actualidad.
Pero ésta no es para nada una tendencia tradicionalmente judía. El judaísmo es una religión colectiva. Cuando uno lee la Biblia la mayoría de los castigos y recompensas son hacia todo el pueblo y están dirigidos a toda la comunidad y no a ciertos individuos. La Biblia presupone que lo que le pasa a una sola persona afecta a toda la sociedad. Y por lo tanto ser espiritual pero no ser religioso es removerse uno mismo de aquello que todos los demás están participando.
¿Recuerdan las famosas frases de Hillel en Pirkei Avot? Hillel comienza diciendo “si yo no estoy para mí ¿quién estará?”. Pero en la segunda parte de esa frase Hillel escribe “si estoy solo para mí ¿qué soy?”. Noten que cuando uno existe para su propia espiritualidad es algo tan terrible para Hillel que ni siquiera pueda darle un nombre a esa acción. Hillel nos interpela a preguntarnos sobre ese alguien que solo existe para si mismo: “¿qué es esa persona?”. A Hillel no se le ocurre cómo designar ni concebir que pueda existir alguien así y por eso decir que uno es espiritual pero no religioso es retirarse de la comunidad.
Alguien que es espiritual pero no religioso no se asocia a una comunidad ni se interesa por ser parte de la Comisión Directiva de una Institución religiosa. Alguien que es espiritual pero no religioso no siente que tiene que dar tzedakah. Alguien que es espiritual pero no religioso no siente que tiene que hacer mitzvot sino que le alcanza con sentirse de una cierta forma.
Y esta realidad que esta creciendo cada día más incluso entre los judíos representa una fragmentación de nuestra comunidad y una forma totalmente errada de entender como funciona el mundo.
Todo lo que hacemos afecta a la gente que nos rodea. No existe algo así como un ser humano cuyas acciones y creencias no se replican de alguna forma u otra en la vida de otras personas. Incluso la ausencia es una forma de estar presente y la no intención es también una intención.
Esto no quiere decir que para el judaísmo no es importante el modo en que uno siente su creencia. Uno de los sabios más grandes del Medioevo llamado Bajia ibn Paquda (http://es.wikipedia.org/wiki/Ibn_Paquda) escribió un libro llamado “Los deberes del corazón” en el cual el describe cómo debe uno sentirse en el proceso de hacer mitzvot. Cuando uno reza se supone que uno debe sentir algo. Cuando ayudamos a otra persona deberíamos sentir algo e incluso cuando decimos por ejemplo la bendición del encendido de velas en shabbat, el kidush o al cortar y compartir la jalá deberíamos sentir algo especial. Y como en el contexto medieval la gente estaba obsesionada en qué es lo que debían hacer el decide escribir un libro para también explicar cómo deberían sentirse al hacer mitzvot. Pero si Bajia hubiese vivido en nuestro tiempo jamás hubiese escrito un libro así.
En nuestros días y debido a (1) la influencia global del Cristianismo Protestante en cual el poder reside en el “espíritu y la emoción” y no en la “palabra de Dios y la obligación” y (2) gracias a todas las conveniencias del mundo moderno en el cual podemos fácilmente aislarnos y ya no necesitamos obsesionarnos con detalles sino simplemente “sentir” nos hemos convertido en unos maestros del sentimiento espiritual y la auto-ayuda. Libros como “El Secreto” son tan exitosos porque justamente no nos dicen que debemos sumarnos a la humanidad para mejorar el mundo sino que debemos concentrarnos en lo que deseamos en forma personal e individual y así el mundo vendrá hacia nosotros.
Hoy en día uno puede encerrarse en su casa o barrio privado y mirar televisión, navegar por Internet, tener el gimnasio, la pileta e incluso pedir comida a domicilio y realmente no necesitar ver ni estar con otro ser humano. Eso es lo que nos ha llevado a abandonar la idea que el impacto de la vida de uno esta dado por lo que uno hace y no lo que siente.
No alcanza tan solo con decir “siento que te amo” sino que hay actuar en forma amorosa. Y de hecho decir soy espiritual pero no soy religioso es como decir “siento cosas pero no tengo que hacer cosas”. El verdadero amor es una acción y no solo una emoción.
Todos los comentaristas judíos coinciden en que “amaras a tu prójimo como a ti mismo” del modo que aparece escrito en la Tora significa que debes actuar y tratar a los otros del modo que te tratas a ti mismo y no solo sentir algo por ellos. Esa es la forma judía de vivir la vida. Es una acción. Si la emoción luego sucede o no es irrelevante: uno tiene que actuar.
Este es el motivo por el cual tzedaka no es caridad. La caridad es un impulso dentro tuyo que dice “quiero ayudar a esta persona y por eso voy a dar”. Tzedaka que proviene de la palabra tzedek (justicia en hebreo) es una mitzva, un mandamiento, una obligación que dice que todo el mundo debe dar algo porque tal vez hoy no sientas esa caridad pero la persona que sufre igual necesita comer. Tal vez hoy no te sientas espiritualmente iluminado sintiendo que debes alimentar al que tiene hambre pero en el fondo es más importante que ellos coman a que te sientas caritativo y espiritual. En resumen la acción es mas importante que la emoción.
Muchos judíos que hacen una mitzva, incluso cuando no sentían ganas, confiesan que luego se sienten mejor incluso cuando Dios mismo sabía que no tenían ganas de hacerlo. La próxima vez que alguien les diga que es espiritual pregúntenle cuando fue la última vez que hizo tzedaka.
Este el motivo principal por el cual el judaísmo y los judíos de forma invariable cada vez que llegan a cualquier parte del mundo lo primero que hacen son instituciones: sinagogas, cementerios, federaciones, escuelas, centros de ayuda social, comedores, etc. porque sabemos que no alcanza con ser espiritual. Uno tiene que ser religioso.
En resumen lo que esta publicación esta tratando de mostrar es el narcisismo que existe al declarar que uno es espiritual y por ende no se involucra en nada que sea su propia experiencia de lo sublime. Esta experiencia es la antítesis de hacer mitzvot. Una mitzva es una acción que sucede en el mundo y afecta la vida religiosa. Y muchas veces aunque no sentís ganas de ayudar debes ayudar. ¿Cuantas veces hemos hecho cosas que no sentíamos ganas de hacer pero que otros necesitaban de corazón que hiciéramos? Eso no es ser hipócrita. Eso es ser religioso. Es actuar más allá de cómo te sentís o cómo te va a hacer sentir.
Por supuesto que no funciona todo el tiempo. Somos todos humanos. Nadie es perfecto y muchas veces estamos enojados o cansados pero aún así deberíamos saber como individuos y como comunidad que en el judaísmo no somos juzgados por cómo sentimos, aunque eso también es importante, sino que somos juzgados por lo que hacemos.
Así que deseo que comencemos a hacer más mitzvot para cuando Hillel nos pregunte la segunda pregunta “si solo estoy para mí ¿qué soy?” podamos responderle que entendimos el mensaje y podemos ahora responderle con su tercer pregunta “si no es ahora ¿cuándo?”
*Inspirado en las palabras del Rabbi David Wolpe
felicitaciones por su gran labor y aportacion a nuestros hnos judios
¡Gracias José!
Muy interesante esa visión de mundo integral y no individual.
Gracias a ti Diego!!!!.-Ahora entiendo porqué me sentía una despota–y era «solo» una Judía—,,cuando sobretodo un iehudí/a iehudí ,, me decían esa irritante frasesita torpe «soy espiritual pero…»–puaj!!!!.–Casualmente aparecen mientras te escribo,, en mi mente,,imagenes de personas en medio de las cuales me encuantro..la esposa de un Rabbi y amigo de Jabad for instance..y tales personas se aferran desagradablemente al dinero,lo cual a mi se me hace dificil de entender…y no les duele cuando ven a un hermano judío en estado de necesidad…//y estas logrando que me reconcilie con Jabad,,un poquitito,NO CON JABAD BUENOS AIRES//,TU ERES EL MENSAJERO del Altísimo en ciertos campos para mi:me permites poner palabras a ciertas sensaciones que por no tener con quien hablar LO SUFICIENTE…salvo el Moreh Chelger de Halel.org. que –no me lo dice– pero me trata como si yo fuera una joya–….(tal vez lo sea..empiezo a creer–)En fin:tu y tus escritos no solo me resultan maravillosos sino que «hilan» adecuadamente cuestiones internas mias.—-Gracias de verdad Diego!!!!–Algo importantisimo:eres tenor o barítono??????Beatriz.-
COMO DE SARROLLAR INTELIGENCA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
¡Wow Joaquín!
Qué interesante este comentario.
Gracias por recordarnos que en realidad nuestra conducta debe ser más simple y obvia.
Lamentablemnte muchas veces nos complicamos demasiado y perdemos la brújula que nos orienta en lo más importante de vivir mejor como humanidad.
Saludos
Shalom diego gracias por tan grande esfuerzo que haces . Tu enseñanzas son muy constructiva y hace mucho bien verdaderamente hashem te recompensará por tan buena obra abrazo y shalom desde Florida usa
Diego:
¡Qué lindo el contenido del libro Los Deberes del Corazón!.. No sabía que existía esa hermosura de lectura.
Que tal Diego, encantado de saludarte:
Me gusta lo que describes, y estoy de acuerdo con ello.
Un abrazo.
Rafa.