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Hay un individuo mas que me gustaría introducir en estas publicaciones que en realidad no encaja con los demás pensadores, pero como estuvimos enfocados principalmente en Alemania y el intenso período de gran creatividad intelectual con respecto al judaísmo entre los primeros años del siglo XIX, no quiero dejarlos con la impresión que el pensamiento judío moderno solo se desarrolla en Alemania. Hay de hecho una clara visión sobre el judaísmo en la modernidad que esta centrada en Alemania y hemos seguido ese camino nosotros en estas publicaciones. Pero creo que puede ser refrescante e interesante a modo de contraste ofrecerles un pensador mas de este período antes que nos movamos para adelante y nos enfoquemos en los desarrollos de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX.
Samuel David Luzzatto – ShaDal
El nombre de este pensador es Samuel David Luzzatto. Y como ya pueden darse cuenta por su apellido este es un judío italiano que vive en la maravillosa comunidad italiana de Padua, al norte de Italia, tan solo a 10 kilómetros de Venecia. Luzzatto también es conocido con el acrónimo de ShaDal y es importante que no sea confundido con Moshe Jaim Luzzato conocido como el RaMjal con quien hay una generación de diferencia.
Luzzato fue un renombrado Rabino y académico italiano que fundo y enseñó en el Seminario Tradicional de Padua que no era un Seminario como el de Breslav que había fundado Frankel sino que era un seminario ortodoxo. Pero este era un Seminario Ortodoxo diferente en el ambiente especial de Italia, que si lo recuerdan habíamos mencionado en nuestra tercer publicación sobre el ghetto de Venecia, donde había una apertura y una naturalidad en donde uno era parte del lugar en forma general y al mismo tiempo era un judío observante. Este escenario nos provee de un paradigma completamente distinto sobre la identidad judía de lo que hemos visto en Alemania y el Norte de Europa. En este sentido ShaDal o Luzzatto es un producto de esa cultura. Para él resultaba simple e incluso cómodo moverse del hebreo al italiano y al griego y a las variadas literaturas del mundo clásico que habían influenciado el mundo italiano.
Luzzatto nos ofrece una nueva y diferente voz con respecto a todos los demás pensadores que hemos estado hablando en nuestra publicaciones y por lo tanto considero extremadamente importante presentar esta voz en este contexto de nuestra publicaciones porque como podremos apreciar, esta voz también tiene su legado a medida que entremos a los finales del siglo XIX y principios del XX.
Detener el academicismo judío
Permitanme introducir a Luzzatto leyendo una de sus cartas. Aquí el le esta escribiendo a un académico judío en Alemania y dándole un argumento en contra de la Ciencia del Judaísmo. Luzzatto conoce muy bien todo lo que esta sucediendo con Wissenchaft des Judentums y sobre el academicismo judío que ha emergido desde Alemania. Y aquí esta su respuesta, desde la ciudad de Padua a los ideales de la Ciencia del Judaísmo.
“La Sabiduría de Israel (la Ciencia del Judaísmo) del modo que esta siendo estudiada en Alemania por académicos de esta generación, no debe continuar más. No es estudio por amor al estudio mismo sino que en el análisis final estos académicos tienen mas respecto por Goethe y Schiller que por todos los profetas y los rabinos de la historia. Están estudiando el antiguo Israel del modo que otros académicos estudian el antiguo Egipto, los sirios, los babilonios y los persas, lo cual significa que lo hacen por amor a la Ciencia o peor aún la Fama y el renombre. Lo único que intentan hacer es aumentar el honor de Israel a los ojos del mundo no-judío. Exaltan el honor de nuestros sabios con el propósito de encontrar el paso principal hacia la salvación que es para ellos la emancipación. Pero este tipo de sabiduría no durará. Desaparecerá como tal cuando esa salvación sea alcanzada o cuando esos hombres que estudiaban Tora desde chicos y creían en Dios y Moises antes de estudiar con el tal o aquel Profesor mueran. Pero la sabiduría de Israel que durara eternamente es el aprendizaje enraizado en la fe. Es la sabiduría que busca entender la Tora y los profetas como si fueran la voz del propio Dios y que tiene como objetivo entender la historia única de nuestro único pueblo. Esta sabiduría intenta comprender cómo a a través de nuestra historia el Espíritu de Dios que es la herencia de nuestra nación acompaño el espíritu humano. Solo así podremos aprender como en cada generación el aspecto divino de Dios prevaleció por encima del hombre y su visión personal. Porque si en cualquier situación histórica el aspecto o visión humana prevaleciera en el pueblo judío, como algunos creen hoy, entonces nuestro pueblo dejara de existir y se perderá para siempre”.
Creo que esta es la mejor manera de presentarles a Luzzatto comenzando con su propia crítica con respecto a lo que él creía que estaba pasando en Alemania entre los académicos de la Ciencia del Judaísmo. De hecho para el, el estudio de estos académicos sin estar enraizado en la divinidad, en la espiritualidad de Dios no tiene sentido ni propósito. Y como veremos, siendo Luzzatto un estudiante del mundo occidental y del mundo rabínico al mismo tiempo su visión personal del judaísmo en relación con el mundo general es muy diferente a los demás pensadores que introdujimos hasta ahora.
Exclusión en lugar de inclusión
Hasta este momento y con el nacimiento de las corrientes modernas del judaísmo hemos hablado de modelos que tenían como objetivo la integración de los judíos al mundo moderno gracias a las nuevas posibilidades que la modernidad traía en contraposición al mundo medieval. Desde Geiger hasta Hirsch exceptuando a la ultra-ortodoxia o Haredi lo que hemos visto son aquellos que intentan tejer el judaísmo con el mundo moderno y las tendencias de la sociedad Europea. Para Geiger y los reformistas particularmente la integración de su identidad alemana con su identidad judía era realmente el ideal que ellos perseguían. Y por lo tanto lo que vamos a ver de diferente en Luzzato es que claramente el ve el judaísmo no en correlación o integración con la cultura general occidental sino en oposición a la misma.
Así que finalmente podemos presentar aquí al primer rechazador. Si lo recuerdan hemos hablando a lo largo de estas publicaciones de tres posibles respuestas judías a los desafíos y las nuevas condiciones sociales, políticas y económicas de la modernidad. Hablamos sobre Spinoza quien es la figura más representativa en la modernidad del judío externo, es decir aquel judío que cree que en este nuevo mundo moderno ya no hay lugar para el judaísmo y sus particularidades y básicamente los judíos deben superar su particularismo y crear algo que pueda ser compartido por todos los seres humanos.
Todo el resto de los Rabinos e intelectuales presentados fueron lo que llamamos judíos internos, es decir judíos que quieren seguir practicado el judaísmo pero creen que el mismo debe ser alterado de su estado anacrónico medieval para poder encajar en los nuevos ideales de la modernidad que son completamente distintos al mundo medieval.
Y finalmente con Luzzatto tenemos una premonición de lo que va venir entrado ya finales del siglo XIX y principios del XX y eso es el frente de judíos rechazadores, eso es judaísmo en oposición y siendo algo contrario y diferente de la cultura occidental moderna construido a partir de las diferencias en lugar de las similitudes.
Judaísmo y Aticismo
Vamos a desarrollar toda esta idea.
Para Luzzatto el mundo en general y el moderno en particular es el producto de dos fuentes literarias devenidas en dos fuerzas opositoras. Una es la que él llama “Aticismo” y la otra es la que él llama “Judaísmo”.
En otras palabras Luzzatto sugiere que nuestra cultura como un todo, como humanidad, es el producto de dos fuentes literarias y dos cosmo-visiones distintas: una basada en en los ideales Griegos y el otro el los ideales Judíos o Bíblicos.
“Aticismo” se refiere directamente a Atenas. El mundo intelectual de la cultura occidental: filosofía, las artes, las ciencias, el desarrollo de la mente o el intelecto, orden, el amor por la belleza física material, el cuerpo, lo grandilocuente y finalmente la moralidad como algo intelectual y abstracto. Noten que ésta es una moral que es calculada a través del pensamiento filosófico racional. A través de la razón. Es decir no es algo que necesariamente viene del corazón en forma instintiva sino algo que es calculado racionalmente.
Por lo tanto todo esto es Atenas. Todos estos conceptos y palabras es el legado que la cultura Griega antigua lego al mundo occidental.
La contra cara de todo esto es lo que Luzzatto identifica con el Judaísmo. Jerusalem en oposición a Atenas lego lo que Luzzatto llama “moralidad que nace desde el corazón por las buenas acciones y el amor por hacer el bien en el mundo”.
Luzzatto no representa la primera vez en la historia que esta distinción es hecha. La noción que Grecia y Roma legaron algo al mundo occidental a partir de la cultura grecorromana por un lado y la Biblia y los hebreos legaron otras cosas al mundo occidental no es novedosa y nos es Luzzatto el primero en reconocer esta doble herencia histórica. De alguna manera y como ya mencionamos el mundo occidental es el producto de estas dos corrientes o experiencias que juntas le dan el molde a lo que luego conoceremos como “el mundo occidental cristiano”.
Pero aquí y en el contexto que Luzzatto las presenta ambas están en una clara oposición e incluso son presentadas como dos fuerzas antagónicas. Estamos hablando de un sistema de opuestos comparando en forma intencional los valores de la belleza, racionalidad y búsqueda de la verdad Griegas en oposición con aquellos del amor a Dios, la fe irracional y la santificación emocional que expresa el Judaísmo.
Ser un judío según Luzzatto es tomar conciencia de esta oposición y sostenerla sin intentar buscar una reconciliación. Con respecto a esto debemos agregar que si bien Luzzatto es el producto de esta cultura especial italiana en este asunto es diferente evitando cualquier tipo de integración.
Aquello que caracterizaba la cultura judía italiana del siglo XVI si lo recuerdan en nuestra publicación sobre el ghetto eran los judíos yendo a la Universidad, incorporando música de la época y pidiendo ser reconocidos como parte de la sociedad italiana. Esos judíos italianos se sentían cómodos en latín, italiano y al mismo tiempo con el hebreo y su judaísmo. En pocas palabras estos judíos podían fácilmente mezclarse y convivir entre la cultura judía y la italiana. Pero ya en este momento histórico, 300 años después, la oposición es ahora lo que se convierte en lo crítico y destacado.
Judaísmo = Moralidad
¿Qué es el judaísmo según Luzzatto? El judaísmo es un sistema que imparte moralidad y nada mas que moralidad. El propósito de la Tora no es impartir sabiduría, conocimiento e información sino guiar a los seres humanos hacia una vida moral, justa y ética. El judaísmo no se basa en cuales son los dogmas que uno acepta o rechaza sino como actúa uno moralmente.
Esto es muy diferente a todo lo que hemos escuchado hasta ahora. Básicamente esta diciéndonos que si queremos tener información sobre el mundo no debemos buscar en la Tora si ese es nuestro propósito. Si uno quiere saber de historia, filosofía, arte y teología no hay que buscar eso en la Tora porque ahí no va a encontrarlo. La Tora o la Biblia tiene una única función y rol y ese rol es impartir moralidad.
La religión es irracional
La religión según Luzzatto tiene un carácter «super-natural» y es fundamentalmente irracional.
Este concepto choca completamente con el mundo racional y científico del mundo y los ideales Griegos. Para Luzzatto celebrar la irracionalidad como algo que define lo particular o único del judaísmo es fundamental. E insisto que el motivo por el cual lo presentamos aquí es debido a que este pensador es completamente diferente a todos los pensadores con los que hemos lidiado hasta ahora. La creencia en Dios y la práctica religiosa no puede ser comandados ya que la metafísica esta mas allá de la comprensión humana. En otras palabras la noción de la existencia de Dios, de la providencia divina, de la creación del mundo, todas estos fundamentos del judaísmo y el cristianismo y la religión en general no pueden llegar a ser comprendidos desde una aproximación intelectual. Por supuesto aquellos que hayan leído a Kant y la crítica de la razón pura podrán sentir una influencia kantiana en estas ideas pero como veremos Luzzatto terminará criticando incluso a Kant como representante de la filosofía occidental.
Luzzatto estaba dando un paso más allá que todo estos pensadores al eliminar por completo la parte especulativa del judaísmo. Si uno quiere pensar y convertirse en un intelectual no va a encontrar todo eso en el judaísmo. O para decirlo de otro modo la fuerza y vitalidad del judaísmo no tiene nada que ver con el conocimiento. Si uno quiere conocimiento hay que ir a buscarlo en los Griegos y su pasión por el pensamiento, la ciencia y el arte. Pero si uno quiere aprender sobre moral y ética, si uno quiere saber qué hay que hacer para ser una buena persona que esta enraizada en su fe eso para Luzzatto eso esta claramente en el judaísmo y no en los Griegos.
La esencia del judaísmo para este particular filósofo italiano judío es el entusiasmo ético que nace desde el corazón liberado de elementos cognitivos; de la fe, y ambas cosas no requieren ninguna justificación ni metodología intelectual. La moral para ser verdadera no tiene que ser utilitaria, es decir esperando una finalidad ulterior o ser moral porque uno espera algo a cambio ni tampoco debe ser el producto de una construcción intelectual como proponía Kant en la “Crítica de la razón pura”. En pocas palabras la moral calculada o estudiada, basada en el pensamiento y el calculo racional no es la forma en la que uno es verdaderamente moral.
Una cosa es hablar sobre moralidad y otra muy distinta es llevar una vida moral. Los filósofos no pueden enseñarnos como ser morales. Pueden enseñarnos otras cosas pero la Tora o el judaísmo esta encargado de enseñarnos eso. Es decir el pensamiento de la filosofía puede hacernos entender cual es la moral mas elevada pero no impone como mandamiento practicarla. Yo puedo saber perfectamente cual sería el modo mas moral o ético de conducirme pero de todos modos no hacerlo. El sistema de mandamientos que impone la Tora es para Luzzatto la manera en que uno aprende a llevar una vida moral y ética y la pone en práctica.
La religión (y no la filosofía) enseña como ser moral en el mundo
Y de aquí se desprende algo y es el motivo por el cual hemos introducido este pensador, que llama notablemente la atención en la primera mitad del siglo XIX. Para Luzzatto los seres humanos son de base o de nacimiento malvados. El mundo en su naturaleza es malvado. Y esta visión de Luzzatto comienza reflejar el tipo de mundo que veremos emerger en la segunda mitad del siglo XIX, es decir a partir del 1850 aproximadamente que comienza a presentarnos un nuevo mundo caótico y desordenado junto con el despertar del espantoso comienzo del siglo XX con guerras, destrucción y odio y que llevaran paulatinamente al horripilante antisemitismo moderno del siglo XX y el Holocausto. Hablaremos de esto ya en nuestras próximas publicaciones cuando nos aproximemos mas ya al siglo XX.
Por ende el hombre es en su naturaleza malvado según Luzzatto. Y por lo tanto el objetivo de las prácticas de cualquier religión es ofrecer un sistema que condiciona la personalidad humana a hacer el bien. El objetivo de cualquier religión debería ser el de tomar una persona que es malvada por naturaleza y transformarla en alguien que es buena o bondadosa. Y esto para Luzzatto es el rol y lo más destacado que hace el Judaísmo y que la cultura Griega no puede ofrecernos.
Los 3 pasos para elevar la moral
Hay tres pasos en este proceso para elevar la moral que enseña el judaísmo según Luzzatto. Estos pasos son:
- La emoción humana de la “piedad o compasión” como una pulsión característica del ser humano que reduce sus apetitos voraces. Tenemos muchas cualidades negativas y apetitos voraces. Podemos ser realmente horribles y malvados con otros seres humanos. La historia nos ha demostrado eso una y otra vez en espantosas guerras, asesinatos en masa, odio y destrucción. Pero todos nosotros tenemos algo dentro de nuestro ser que se manifiesta en la forma de piedad o compasión. Cuando vemos otra gente sufrir sufrimos nosotros también. Si somos humanos sentimos su dolor. Lo que el judaísmo debe hacer es reconocer eso como una legitima y única experiencia humana para capitalizarla, centrarla y ponerla en foco embelleciéndola para que se convierta en la verdadera fuerza que controla todas las demás fuerzas que conviven en cada ser humano. Y logra esto a través del segundo paso que es…
- La Tora: un libro que nos ofrece un sistema de recompensas y castigos. Para motivar al creyente a hacer el bien el libro de Dvarim, es decir Deuteronomio en la Tora, nos dice: “te he dado dos caminos u opciones: el correcto y el equivocado. Elige la vida y no la muerte”. Este es uno de los temas centrales que se repite una y otra vez a lo largo de toda la Biblia. Uno puede libremente elegir tomar decisiones estúpidas y arruinar toda su propia vida siguiendo el camino equivocado o por el contrario uno puede seguir el camino bueno y correcto. Este es el famoso “libre albedrío” del judaísmo. En el judaísmo Dios dice “acá están los mandamientos” tómalos o déjalos. Pero elegí. Y acá esta la famosa libertad que se nos ofrece y que hablamos en nuestra publicación sobre el judaísmo ortodoxo y las comparaciones de la libertad positiva en contra de la libertad negativa. La libertad de elegir el camino correcto es la síntesis de lo que nos exige la Biblia y el judaísmo. Y para inculcar que el camino correcto debe ser el elegido tenemos un conjunto de recompensas si hacemos lo que se nos pide y otro conjunto de castigos si no lo hacemos. Dios va destruirnos, borrarnos del mapa, expulsarnos de la Tierra de Israel, destruir el Templo y va a hacernos todas estas cosas horribles si no seguimos el camino correcto. Pero si realmente seguimos el camino correcto vamos a tener lluvias, comida, prosperidad y todas cosas buenas. Por lo tanto tomando conciencia de nuestra pulsión natural humana por la piedad y la compasión y utilizando como guía la Tora para convertirla en la fuerza mas poderosa de nuestro ser llegamos al tercer paso o el tercer incentivo que la Tora nos ofrece…
- Y ese es el incentivo de ser elegidos. De ser el pueblo elegido. Un sentido de nobleza obligada. Fortalecer el sentido ético de nuestro mundo. Lo cual significa según Luzzatto que debemos hacer el bien porque sentimos la compasión frente a otros seres humanos que sufren. Ni siquiera es porque al fin de cuentas vamos a recibir una recompensa o un castigo, sino porque hemos sido comandados por un mandamiento de Dios a ser un seres humanos especiales. El judío tiene una vocación especial, un rol específico en la vida y ese rol es el de proveer un ejemplo moral a todo el mundo. Los judíos no son tan solo otra nación. Ser el pueblo elegido no te hace superior. Sino que te carga con una obligación aún mas grande que los demás por hacer constantemente el bien. Y de ese sentido de nobleza obligada con el tiempo dejará de ser obligada para convertirse en una parte esencial de la vida otorgado la motivación para hacer el bien.
Estos tres pasos que Luzzatto nos ofrece trabajan en consonancia uno con el otro. Eso es piedad, premio/castigo y finalmente el sentido de ser el pueblo elegido.
La racionalidad es la base de nuestros problemas
Para Luzzatto el gran enemigo del judaísmo y el motivo por el cual la humanidad se esta pudriendo y yendo cada vez mas bajo y convirtiéndose en mundo peor, mas cruel, mas obsceno, mas inmoral y mas destructivo es debido al racionalismo. El racionalismo es el enemigo principal que pone la supervivencia del pueblo judío en peligro. La racionalidad niega el carácter histórico del pueblo judío que se basa en lo super-natural y en las fundaciones religiosas irracionales. La racionalidad en su naturaleza mas pura se opone al particularismo. Solamente una ideología no racional, super-natural y religiosa puede proveer una racionalidad a la existencia y continuidad judía.
En este caso podríamos llegar a concluir que Luzzatto coincide con Spinoza en que la fe es irracional y que si seguimos la razón desaparece el judaísmo. Pero de hecho es contrario a Spinoza. Es más como pueden imaginar Spinoza no le agrada en lo más mínimo. Y no le gusta nada Spinoza porque justamente utilizando estos mismos argumentos sobre la razón y la irracionalidad Spinoza nos llevaba fuera del judaísmo.
Cuando volvemos a la pregunta central de nuestras publicaciones sobre cómo ser un hombre moderno y al mismo tiempo un judío tradicional para Spinoza era muy claro que uno no podía serlo. Si lo que uno quiere es ser particular, distinto, diferente y separarse de los demás seres humanos lo hace a uno un ser totalmente irracional. No tiene ningún sentido aislarse. Hay que sumarse al nuevo mundo moderno y constituir una humanidad universal.
Pero miren que maravilloso como Luzzatto levanta esos conceptos de Spinoza y los da vuelta! Lo esta escuchando a Spinoza, lo siente en su cabeza y en su cuerpo. Y por eso en lo personal produce escalofríos cada vez que siento el impacto de Spinoza y como realmente es él quien genera el antes y el después en la modernidad judía. Y es clarísimo que a Luzzatto la construcción racional de Spinoza le molesta muchísimo porque usa la razón mas elevada para sacarlo a uno del judaísmo.
Y en consecuencia si uno quiere ser judío, para Luzzatto, uno tiene que ser consciente que todo se basa en la fe. Que no hay nada de racional en el judaísmo. Y de hecho la racionalidad lo único que hace es erosionar la fe. El judío tiene que asumir que ser judío es ser diferente al resto de los seres humanos y uno no puede argumentar que esto es bueno o malo desde un punto de vista racional sino que debo aceptarlo porque es fe y la fe no puede ni requiere explicación. Esto es lo que soy y esto es lo que debo creer y hacer ordenado por Dios mismo.
¿Israel o Grecia?
Lo que tenemos aquí es realmente una posición opuesta, una forma de vivir como judío en la modernidad repudiando todas las filosofías y pensamientos que hemos presentado hasta ahora. Y esto nos deja clarísimo porque un pensador como Luzzatto se sentía tan incómodo con un hombre como Geiger y los reformistas e incluso Hirsch y la ortodoxia-moderna. E incluso se sentía incómodo con la ultra-ortodoxia y su visión del mundo ya que el había hecho las paces con la cultura y el mundo moderno.
En pocas palabras Luzzatto representa una persona que conoce muy bien la cultura occidental moderna y tiene la autoridad para hablar de ella pero claramente no la toma con tanta seriedad como si lo hace con el judaísmo. Y finalmente tiene que asumir una postura y seleccionar que clase de vida quiere llevar y por supuesto elige la Tora dejando de lado el mundo occidental moderno.
Luzzatto en su contexto
Pongamos para finalizar su pensamiento es su propio contexto. Luego de la revolución francesa, luego de la ruptura con el desequilibrio social heredado de la edad media, luego de los cambios fundamentales que cambiaron para siempre la historia del mundo moderno, Luzzatto estaba asombrado por la guerra y la destrucción que el creía que era el legado de los filósofos y los intelectuales racionales. Y esto es algo que quienes se especializan en el iluminismo y la filosofía pueden explicar en profundidad. Pero en Luzzatto tenemos una reacción conservadora para quien mira con horror el mundo que lo rodea en su propio tiempo.
Y lo que genera asombro es la premonición que él tiene, ya que según él el iluminismo, los filósofos e intelectuales nos han llevado a la situación actual y estamos parados al borde del precipicio a punto de caernos. El asombro que me refiero viene porque Luzzatto dice esto anticipando las dos guerras mundiales. Según su visión esto es a lo que la racionalización nos lleva. Esto es adonde un énfasis total en la cultura Griega nos lleva. Para Luzzatto la cultura Griega en su extraordinaria riqueza también discriminaba al esclavo, al huérfano, a la mujer y al niño mientras que la Biblia se preocupa por las libertades del esclavo y se ocupa de la viuda, el pobre y el huérfano.
Y toda esta idea refleja otro aspecto de su obra y su tiempo.
En la primera mitad del siglo XIX había de hecho una devoción por los Griegos y las filosofías griegas dando lugar a muchísimos académicos especializándose en el tema. Un amor tan grande por los griegos que estaba impactando en la literatura, las artes y la cultura moderna siendo todo esto algo que para Luzzatto representaba una forma renovada de amor por el cuerpo, la moral estudiada pero no aplicada o vivida, el amor por la arquitectura perfecta, lo externo, lo material. Claramente había algo excitante que atraía a la gente nuevamente hacia los griegos tanto en lo estético como en lo intelectual.
Esta atracción probablemente se debía a una nueva lectura de estos textos tradicionales a los ojos ahora del hombre moderno, despertando nuevas inquietudes en el contexto de la ciencia y la modernidad. Pero Luzzatto se preguntaba si todo esto puede hacer que las personas sean más ética o moralmente mejores.
La pregunta en esencia que el trae todo el tiempo y utiliza como contra-argumento es si la moral está en toda esta herencia griega o no. El culto hacia esta nueva comprensión cultural basada en Grecia no iba a llevarnos a ningún lado sino a una especie de barbarismo y odio ahora racional. Incluso iba a convertir el mundo moderno en un lugar mas obsceno poniendo a la mujer en un lugar mucho mas de objeto y que realmente en el día de hoy padecemos esta herencia nosotros en donde programas de televisión ponen justamente a la mujer en ese rol de objeto para entretenimiento del hombre en lugar de darle un espacio de recato y de espiritualidad.
En síntesis lo que tenemos con Luzzatto es una reacción negativa al mundo occidental moderno que se esta reconstruyendo nuevamente en los ideales griegos basados en el culto al cuerpo, lo externo, lo material y un repudio y rechazo en el nombre del judaísmo.
De hecho para muchos autores el judaísmo es el gran portador histórico de la conciencia ética y moral en el mundo. Los mandamientos judíos, en especial los diez mandamientos, son los eternos recordatorios sobre los valores de conducta que hemos heredado históricamente: no robar, no asesinar, no desear a la mujer del prójimo, no mentir, no dar falsos testimonios, etc. Y estos mandamientos son tan fuertes y están tan impregnados en nuestra cultura que de hecho funcionan como un condicionante moral de nuestra humanidad.
Pero noten ademas que para Luzzatto no solo la cultura Griega o post-revolución francesa es problemática para el mundo occidental. Sino que particularmente afecta a los judíos de forma terriblemente negativa. Son aquellos judíos que quieren convertirse en griegos, por decirlo de alguna manera, que están abandonando los ideales del judaísmo y se sienten atraídos a todos estos descubrimientos que el mundo moderno esta trayendo. Estos judíos se están asimilando, se están haciendo parte de ese mundo que ama lo material y el amor por cuerpo y lo físico y sienten que ese mundo es mucho mas atractivo y quieren ser parte de él. Racionalismo o “aticismo” es lo que crea una especie de fuerza anti-judía que opera en el mundo llevando a los judíos a la indiferencia por el judaísmo mismo.
Y podríamos agregar, ya que lamentablemente Luzzatto no vivió lo suficiente para apreciar su propia profecía, que el crecimiento del antisemitismo a partir de la segunda década del siglo XIX y principios del XX y que será el tema central de nuestras próximas publicaciones; ese cambio en el curso histórico donde la revolución francesa y el comienzo del año 1800 que parecía traer ese sueño dorado en el cual el mundo occidental finalmente recibía a los judíos; esa apertura que traía finalmente la redención para los judíos de ser aceptados como parte del mundo; ya para finales del mismo siglo, es decir ya entrando al 1900, esa apertura va a cerrarse casi por completo y se convierte en una reacción luego del año 1848 con el nacimientos de partidos políticos antisemitas, slogans, propagandas, el caso Dreyfuss en Francia de quien también hablaremos, junto con los pogroms de 1881 y 1882 que si bien estaban mas allá del tiempo en el que Luzzatto vivió parecería casi como dijimos una profecía que él ya era consciente en ese entonces que el racionalismo llevaba al totalitarismo. Y de hecho hay una conexión entre el iluminismo y una racionalización que une la justificación intelectual de una raza superior basada en los principios de la razón.
Claramente Luzzatto viviendo como judío en Italia, dentro de una minoría, vio claramente todas estas fuerzas dirigiéndose en contra de los judíos y el judaísmo y de hecho contra del mundo occidental en si mismo.
Conclusiones
Para Luzzato e imagino que hasta altura pueden elucidarlo Uds. mismos lo peor que uno podía buscar en el judaísmo es entenderlo del modo en que Maimonides lo entendía racionalmente por un lado y Baruj Spinoza lo entendía racionalmente por otro lado. Ambos eran autores judíos que enfatizaban el intelecto y la razón del ser humano como la perfección moral y mas elevado del mismo.
Maimonides creía que el judío mas elevado, aquel judío que entraría al palacio del Rey no era necesariamente el judío moral. Es decir la moral era por supuesto algo importante para Maimonides pero aquellos que se sentarían lo mas cerca a Dios y entrarían al espacio mas sagrado del Universo serían los filósofos y los intelectuales como él y por lo tanto hay aquí una especie de herencia elitista rabínica intelectual que esta relacionada con el judío mas elevado o superior en cuanto mas conocimiento tiene. Si uno es inteligente, si uno es un filósofo, si uno es racional entonces uno es la persona mas espiritual de todas. Es el judío ideal.
Pero todo esto era una idea horrenda para Luzzatto. Horrible pensar así. Todas las personas son valiosas. El judaísmo no tiene nada que ver con la capacidad de almacenar información y hacer pensamientos abstractos y metafísicos y ser un ser totalmente racional e intelectual. El judaísmo esta relacionado con la moral con la manera en la que uno actúa éticamente en el mundo. Esto de elevar el intelecto es ser anti-judío y para Luzzatto ya Maimonides en el siglo XII había comenzado a destruir al judaísmo enfatizando la razón y comparándolo con Aristóteles elevando el judaísmo al nivel del pensamiento Griego.
Y Luzzatto justamente decía que ese pensamiento de Maimonides había llevado al judaísmo hacía Spinoza y Spinoza había atacado a Maimonides y eso lo que representa la culminación final del proceso racional que comienza con Maimonides. En pocas palabras la razón para Luzzatto nos lleva fuera del judaísmo. Si todo es racional y aquellos que son salvados y valorados por la tradición judía son quienes llegan a la verdad a través de la razón entonces qué nos queda de toda la otra cantidad de gente que no es tan intelectual y culta. Noten el elitismo que Luzzatto esta criticando. El habla desde el corazón y además de ser un académico intelectual y Director de un Seminario Ortodoxo, Luzzatto era ademas un rabino. Y siendo un rabino que se preocupaba por su comunidad y los miembros de su comunidad el entendía perfectamente la necesidad de abrazar a todos los seres humanos por igual y no dejar afuera a aquellos que no podían entender o alcanzar el pensamiento mas abstracto.
El hecho es entonces que la moral basada en el cálculo especulativo al mejor estilo de Kant, John Stuart Mill o Aristóteles, cualquiera de estos pensadores no nos ofrece un contexto para hacer lo correcto y no va a guiarnos al camino que nos permite triunfar en el objetivo de convertir el mundo en un lugar mejor. Solo la compasión puede hacer eso. Solo el amor puede salvar al judaísmo y a la cultura occidental como un todo.
Con Luzzatto tenemos finalmente y por primera vez en la historia del pensamiento moderno una aproximación rechazadora de la modernidad. Una postura rechazadora en contra del racionalismo del pensamiento occidental moderno, en contra de la apertura hacia los judíos, en contra de la integración del judaísmo con la cultura mundial occidental.
Quedarse afuera, separado, ser una fuerza opositora al mundo occidental es la naturaleza de lo que significa ser judío. Lo interesante es que esta postura ha crecido notablemente en algunas corrientes mas extremas y raigales del judaísmo siendo de hecho un motor para definir, como dijimos en nuestra primera publicación, el judaísmo en función del mundo no-judío. O en otras palabras lo que el mundo no-judío hace, para muchos judíos es la norma que indica que es lo que ellos no deben hacer. Y esta fue la forma en que Samuel David Luzzatto articulo su judaísmo a mediados del siglo XIX.
Muy interessante el pensamiento de Luzzatto. Gracias!
Si, da para pensar bastante no?
Gracias por los comentarios Anita 😉
Diego sigo impresionado por las notas , pocas paginas o notas dejan con tantas ganas de seguir leyendo
Gracias Antonio!
Ahí respondí tu comentario en la publicación sobre la Ley Judía en la Modernidad
Saludos
Diego
De acuerdo a Luzzatto como debe relacionarse el observante con el mundo no observante:como griego o como judío?, o según las circunstancias?