Si bien se ha desarrollado con la historia de la civilización mundial, la historia judía es única en un aspecto: su falta de territorio.
Este particular aspecto de la historia judía comienza en el año 586 a.C o AEC (Antes de Cristo o Antes de la Era Común) con el exilio del pueblo judío de la tierra de Israel a Babilonia. En el año 70 d.C o EC (Después de Cristo o Era Común) se exacerba aún mas este aspecto con la destrucción del segundo Templo por los romanos y la comunidad judía se esparce por todo el área conocida como la diáspora.
En 136 d.C o EC se vuelve aún más compleja la situación con la derrota de los judíos por Roma, la destrucción de una entidad independiente en la tierra de Israel y finalmente los judíos se esparcen ahora a lo largo de todo Medio Oriente y eventualmente hacia Europa, el norte de África y otros lugares. Éste es el más particular y fascinante aspecto de la historia judía.
Por miles de años viviendo sin un gobierno común, sin un lenguaje común, sin una tierra común ¿Cómo es que los judíos poseen una historia? ¿Hay realmente algo que los judíos tienen en común desde la Monarquía de Israel (desde el período bíblico digamos) hasta las comunidades judías de hoy?
Esta es una pregunta muy interesante ya que sin tener un territorio común y por un gran período de tiempo, los judíos se movieron de un país al otro trayendo con ellos su propia cultura pero al mismo tiempo absorbiendo de la cultura general un remarcado grado de costumbres ajenas a las propias.
¿Qué tienen en común los judíos de Babilonia o los judíos del Imperio Romano con los judíos del mundo árabe o los judíos del Medioevo cristiano o los judíos del Renacimiento italiano o los judíos del siglo XIX en Alemania?
Y ciertamente ¿Qué tienen en común los judíos hoy en el siglo XXI entre por ejemplo los que viven en Israel y los judíos viviendo en Argentina? Es más, cada comunidad aspira ser La comunidad pero ¿no hay diferencias en términos de fundamentos, asociaciones e interpretaciones?
No voy a responder a estas preguntas. Es más, no creo que pueda realmente hacerlo. Pero invito a reflexionar: ¿Podría ser que el judaísmo no quiere una definición porque eso le permite encontrar el enunciado que le sea coyunturalmente más conveniente? ¿Existe una sola cosa que todos los judíos tienen en común? ¿Hay alguna practica que alguien podría decir que todos los judíos realizan por igual? ¿Hay algo que todos los judíos sin excepción cumplen por igual?
Como dije, no voy a responder estas preguntas, pero simplemente quiero remarcar este asunto que es para mí el aspecto más fascinante de vivir sin una tierra común o vivir fuera de una tierra que consideran casa. Los judíos en este sentido parecerían ser los eternos expatriados.
Podríamos decir que la falta de territorio es el componente crucial de la singular experiencia judía.
El impacto de la modernidad
A pesar de la discontinuidad temporal y espacial histórica, los judíos de todos modos siempre actuaron como un grupo definido y consciente de si mismo. En otras palabras, actuaron como una corporación y eran tratados como una corporación.
En la Edad Media por ejemplo los judíos eran considerados una especie de corporación legal. Auto-gobernados por su propias leyes interpretados por los Rabinos y “tolerados” por gobiernos locales.
Esa forma de vida estaba determinada por el Calendario Judío (Luaj) y cada acción desde que nacían hasta que morían era de acuerdo a la Ley Judía. En el contexto de los judíos mudándose de lugar en lugar, de cultura a cultura, siempre llevaron su forma de vida a todos lados y llevaban consigo mismos este tipo de relación con sus propias Leyes y su propio Calendario.
Solo en la modernidad se comenzara a utilizar el calendario gregoriano por todo el mundo occidental. Es decir que hablar del año 2011 con tanta naturalidad como lo hacemos hoy es un fenómeno moderno. En la antigüedad, pueblos como los Mayas, los Incas, los musulmanes, los cristianos y los judíos (entre tantos otros grupos) usaban sus propios calendarios. Parte de reconocernos modernos es adoptar para nuestra vida cotidiana el calendario gregoriano con los nombres de la semana basados en Dioses mitológicos.
Solo en la modernidad y con la creación de los estados modernos los judíos comenzaron a recibir ciudadanías junto al resto de los habitantes que compartían el espacio geográfico con ellos y necesitaron por lo tanto redefinir su status social y como consecuencia de este proceso perdió fuerza la autorregulación judía por parte de su propia Ley. Recibir ese status de ciudadano fue un fenómeno de la modernidad y es un proceso histórico que sucedió mas allá del control que los judíos podían ejercer sobre sus propias corporaciones provocando el debilitamiento de las mismas.
Este es un suceso que hoy ya no puede ser frenado a menos que los judíos renuncien a su ciudadanía (y en consecuencia se cambien de país para no ser arrestados por estar de forma ilegal en el país) o de algún modo desaparezca el concepto de ciudadano. Un ciudadano es alguien que ocupa un territorio determinado, habla una lengua determinada, es representado por un himno y una bandera determinada y tiene derechos y obligaciones para con respecto al Estado y el espacio que físicamente ocupa.
En los tiempos más recientes -nuevamente esto pone en primer plano el asunto sobre qué es lo que le sucedió a los judíos en los últimos cuatro siglos del mundo moderno- con el advenimiento de los estados modernos, el sentido de conciencia de grupo, de afiliación religiosa ha disminuido para muchos judíos. Ese sentido de ser Una comunidad (lo sean o no) parecería haberse extenuado en la actualidad.
Y por lo tanto el problema del judío viviendo en los últimos siglos es justamente el de definir qué es ser judío. ¿Cuál es la naturaleza de esta corporación? ¿Cómo explicarla si la situación ha cambiado en muchos aspectos?
La historia judía no sucede aislada del mundo
Estudiar la historia judía requiere algo que puede resultar obvio para muchos de Uds. pero necesito dejarlo bien claro.
Uno no puede estudiar la historia judía aislada de los eventos que suceden alrededor.
El judaísmo Medieval no puede entenderse (ni tampoco el pensamiento de los judíos medievales) sin consultar que sucedía en el mundo medieval global. Maimonides o Rashi no vivieron fuera del espacio y el tiempo y es esencial entender qué sucedía en el mundo y en donde ellos residían para entender cómo interpretan los textos judíos del modo que lo hicieron. Del mismo modo y tomando otro ejemplo, no se puede entender el Sionismo sin comprender el fenómeno global de los Nacionalismos como un suceso histórico mundial determinado que sucedió.
Tomamos esto por obvio pero como veremos a continuación, muchos judíos que han estudiado su pasado, lo han hecho como un fenómeno aislado.
Para realmente comprender esta comunidad, sus textos y su historia es necesario engancharse con el resto del mundo y ver los patrones de interacción y comunicación entre culturas. Algo que va sucediendo constantemente al definir la identidad judía.
La aproximación judía tradicional
Vamos a presentar 2 formas de aproximarse a la historia judía.
Comenzaremos por lo que podríamos llamar la (1) aproximación judía tradicional. La aproximación judía tradicional esta incorporada en la asunción básica heredada en la tradición judía per se.
Esa aproximación asume lo siguiente: la historia es un devenir lineal, comenzando con el principio del tiempo y desarrollándose como un Drama divino culminando con la llegada del Mesías en la era Mesiánica y el advenimiento de la historia y el mundo a un tiempo perfecto.
Básicamente comprender esta aproximación es comenzar con la Biblia.
¿Qué es la historia para esta aproximación tradicional? Es la historia de Dios y su relación con una comunidad sagrada, la comunidad sagrada de Israel, y el devenir de esa relación es la historia del pasado, el presente y el futuro judío.
Los eventos suceden no por factores sociales, políticos o económicos sino por la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es el principio gobernador de todo a través del cual determinamos cuales eventos suceden y porque suceden.
Por encima de todo esto, esta aproximación asume que la Biblia es en si misma un documento divino. Dictado por el mismo Dios y supone los principios básicos por los cuales Dios actúa.
Los causantes de la experiencia que los humanos tienen son dados en su relación con Dios: ¿son buenos, son morales, son correctos? o ¿son malos, son inmorales o son incorrectos? o ¿Hemos desobedecido a Dios? Esta es la pregunta Bíblica y Talmúdica. Un judío que vivía durante el período Bíblico o Medieval se preguntaba «¿qué hemos hecho para merecernos esto?». Y hay que entender esto para entender cómo pensaba este tipo de judío y ser humano en general.
Los factores sobre la ética y moral humana, es decir el modo en que los judíos se comportaban, definían más que ningún otro factor la naturaleza de la historia y por sobre todo la literalidad de la liturgia y el rezo judío.
Para esta aproximación, el exilio o la palabra hebrea galut es causado por los judíos al romper el pacto de compromiso con Dios. Una causa que no va a ser superada hasta que Dios permita que se arrepientan y Él mande su propio Mesías.
La noción por lo tanto de exilio y arrepentimiento, de tierra y sin territorio que mencionamos al principio lleva ahora una carga teológica.
Claramente la noción de exilio no es solo estar físicamente fuera de la tierra de Israel sino que implica también una expulsión teológica: Dios está castigando. Has desobedecido, has roto el pacto y por ello Dios te está castigando obligándote a vivir en la diáspora, en el exilio (moral y físico) hasta que en algún punto regresaras cuando te hayas arrepentido de tus pecados.
Esta visión particular está impresa en toda la liturgia del libro de rezos judíos: «debido a nuestros pecados fuimos expulsados de nuestra tierra».
Notémoslo nuevamente: no fuimos expulsados por problemas políticos, sociales o económicos tanto internos como externos. Fuimos exiliados porque pecamos. Nuestra moral es la causa principal por la cual Dios interviene en la historia y la transforma para crear esta condición de estar sin territorio.
Esta visión hasta el período moderno era la visión predominante a través de la cual los judíos se habían visto a si mismos y habían entendido su condición y su devenir histórico. Esta visión le explicaba o justificaba a los judíos las condiciones de persecución, odio y animosidad hacia ellos como el resultado de Dios poniéndolos a prueba y castigándolos una y otra vez con el exilio, forzándolos a castigarse por los pecados de sus antecesores.
La aproximación judía moderna
La segunda aproximación es la que estamos haciendo nosotros y es la que comienza con la modernidad.
Podríamos llamar ésta la (2) aproximación del siglo XIX. Nos estamos refiriendo a los primeros judíos que comenzaron a ver su propia historia desde una perspectiva distinta a la tradicional judía.
Estos judíos era conocidos como la Escuela u Organización de la “Ciencia del Judaísmo” (Wissenschaft des Judentums). Los miembros de la «Organización para la Ciencia del Judaísmo» del siglo XIX eran judíos académicos que intentaban ser lo mas objetivo posibles pero no lo eran ya que pre-establecían qué había y que no había que saber del judaísmo tomando esta decisión a la luz de la situación presente en la que se encontraban. Como la Ciencia racional era lo que estaba de moda en su momento estos judíos académicos no querían mostrar ciertos aspectos del judaísmo que resultaban irracionales como el «mesianismo» o el misticismo (Cabalá). Además todos estos intelectuales se encontraban viviendo un período muy peligroso debido al resurgimiento del antisemitismo en Alemania y Europa que estaba aumentando en el siglo XIX y hacía muy difícil la vida de los judíos.
El judío mas destacado y pionero en esta área de historia judía según una visión moderna es Heinrich Graetz. Graetz fue un importantísimo historiador judío que escribió 11 volúmenes sobre la historia de los judíos enseñando y delineado a todos los historiadores siguientes sobre cómo entender la historia judía. Para Graetz la historia judía estaba compuesta de dos factores:
- una historia intelectual compuesta por Rabinos y pensadores sobre el pensamiento judío. No es ni una historia social, ni económica, ni política sobre los acontecimientos que delinearon la historia judía. Lo que le interesa a Graetz es descubrir cómo fueron apareciendo y pasando los textos judíos de una generación a la otra. Tratar de entender por qué cada judío entendió o interpreto los mismos pasajes bíblicos en forma diferente de acuerdo al tiempo que le toco vivir. Es una historia sobre las ideas judías a través de los siglos.
- El segundo factor de la Historia según Graetz se basa en “poner las cosas en orden”. Graetz estaba obsesionado en querer responder ¿por qué los judíos han sido tan mal tratados desde tiempos inmemorables? ¿Por qué siempre han sido odiados y perseguidos? ¿Por qué han sido privados de sus derechos? Claramente al querer responder estas preguntas lo que Graetz intentó hacer es demostrar que en realidad los judíos era modernos y debían ser bienvenidos por el mundo occidental. La historia de los judíos debía ordenarse y por ende su versión de la historia intenta “poner las cosas en orden”. La historia debía ser contada con propiedad para que los judíos no sean mas vistos como inferiores por el mundo occidental o como ciudadanos de segunda clase.
Y por eso lo que ocurre cuando uno lee a Graetz es que descubre que cada vez que él se enfrenta con algo que no entiende porque no resulta racional o moderno o significativo para la cultura de su propio tiempo decide “meterlo abajo de la alfombra” escondiendo o evitandolo.
Tomando un ejemplo concreto, Graetz no simpatizaba con el misticismo judío. No le gustaba la «Cabalá» o el «Mesianismo». A Graetz no le gustaba las cosas que resultaban irracionales porque de hecho para Graezt la religión era algo racional y gran parte de su obra intenta entender la historia judía en términos racionales. Por lo tanto si uno quiere conocer la historia del Misticismo judío y la Cabala el ultimo lugar para buscar es en Graetz porque no publicó aquello que no quería que la gente de su época viera como irracional o sin sentido.
No existe una historia objetiva
Estas son dos posibles aproximaciones a la historia judía: (1) la tradicional judía y (2) la moderna.
Como todas las cosas, las dos aproximaciones tienen cosas buenas y malas y un intento sincero debe considerar y superar las dos aproximaciones.
Decir que todo sucede por causas divinas (mas allá que yo pueda estar convencido totalmente de ello) no puede ofrecer un mínima comprensión sobre cómo se comportan las personas y las instituciones. Justificar todo debido a que Dios así lo quiere no estimularía el intento por querer comprender porque sucede lo que sucede y conllevaría de hecho a una constante repetición de los mismos errores o aciertos.
Tal vez al haber escrito esto debería mencionar algo aún mas importante: No existe una Historia Objetiva.
Este es el motivo por el cual tenemos historiadores releyendo a otros historiadores pensando el pasado y lo que sucedió en el contexto del presente. Vivimos en el siglo XXI aunque podamos hablar la Edad Media y por lo tanto debemos aceptar que somos seres subjetivos como cualquier otro ser subjetivo que existió en la historia y nunca podremos evitar entender lo que sucedió desde una perspectiva que esta de acuerdo con el tiempo que nos toca vivir y a nuestros propios esquemas de referencia basado en un tiempo y espacio totalmente distinto al de nuestros antepasados.
Lo que uno puede hacer como ser humano es esforzarse para darse cuenta cuando no esta siendo objetivo (debido a las propias pasiones y justificaciones que uno necesita para sostener la coherencia de estar de acuerdo con uno mismo en lo que dice y hace) y limitarse al querer presentar ciertos aspectos del pasado que realmente uno ignora.
Dios. Tora. Israel
Nuestro objetivo principal es concentrarnos en la historia judía de los últimos 400 años para poder entender el judaísmo que vivimos hoy. Para poder relacionar y comprender las distintas corrientes que fueron surgiendo en los últimos 400 años como respuesta al fenómeno de la modernidad vamos a utilizar una herramienta que nos va a ser de gran utilidad.
Esta herramienta la llamo la tríada (puesto que esta compuesta de tres elementos). Estos tres elementos son Dios, Tora e Israel.
Primero comenzaremos con Dios.
Toda la historia judía está relacionada con Dios. A su vez, Dios es un tema central en el pensamiento intelectual de la historia universal y en especial en la modernidad.
La pregunta principal que resurge en la modernidad es por supuesto: ¿hay un Dios? ¿Como sabemos que hay un Dios? Si Dios es quien hace que todo suceda (como vimos en la aproximación judía tradicional), si es Dios el que da la forma y permite que todo lo que tiene que suceder suceda, ¿cómo explicamos el sufrimiento, las persecuciones y aniquilamiento judíos? ¿Cómo se explica Dios en el contexto de un nuevo mundo que se auto-denomina secular? ¿Puedo ser judío y no creer en Dios? Si me reconozco humano y limitado, incapaz de realmente poder entender a Dios o explicar porque suceden las cosas, ¿Debo agradecerle por todo lo que sucede? ¿Debo decirle gracias desde los mas profundo de mi ser y con todas las intenciones de mi corazón aún cuando un terremoto seguido de un tsunami aniquila en un día miles niños?
Responder estas interrogantes es hoy no solo un tema para muchos judíos sino para cristianos e incluso musulmanes. ¿Cómo concibo el mundo secular moderno con Dios como parte del mismo si ambos son de algún modo antagónicos? Si Dios estaba en Auschwitz moviendo las piezas cósmicas para que eso sucediera, ¿como puedo amar ese Dios? Si Dios fue quien guío a Hitler a hacer lo que hizo, ¿cómo puedo decir que Hitler era culpable si es Dios el que realmente maneja y decide las cosas? Si no es así y el hombre elige o posee libre albedrío, ¿Qué rol o función desarrolla Dios? ¿Un simple y perverso observador?
Todas estas preguntas tienen hoy respuestas diferentes y responden a distintas maneras de articular lo judío en la modernidad.
La segunda cuestión es Torá.
Por Torá entendemos literalmente los cinco libros de Moisés (Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio).
Pero acá hacemos referencia a la Torá en un sentido mucho más amplio.
La Torá como el fundamento de lo que los judíos hacen, de la actividad judía. O para usar otra palabra, las mitzvot o mandamientos. Mandamientos rituales, mandamientos morales y mandamientos irracionales.
En otras palabras, qué es lo que Dios me pide que haga es la cuestión de Torá. Un judío en la era pre-moderna tenía clarísima la respuesta sobre qué es lo que Dios quería que hiciera: se trataba de cumplir con los 613 mandamientos que habían sido articulados por los Rabinos y puestos en la forma de un código que decía que los judíos deben observar estos mandamientos.
La pregunta que surge en la modernidad es: ¿los judíos deben seguir observando estos mandamientos? ¿aceptamos aún la tradición de una revelación divina? ¿los dictados de las leyes rabínicas? De hecho, si respondemos que no a estas preguntas, ¿cómo podemos definir la identidad judía? Si estos requisitos ya no son relevantes o válidos, ¿qué cosas hace un judío para expresar su particularidad judía? ¿Aprende hebreo? ¿Come “comida judía”? O ¿“se siente” judío? ¿socializa con judíos? ¿vive en Israel? ¿Qué hace? ¿Va a la sinagoga todos los días y con eso alcanza?
Qué hace a una persona judía es esta segunda cuestión sobre la Tora. Lo que intento decir es cómo definimos la practica judía. Decir quiero ser judío es una cosa. Hacer algo que es judío se convierte en la modernidad en una respuesta mucho mas compleja que los judíos tienen problemas en responder.
El tercer elemento de la tríada es Israel.
Y aquí hacemos referencia a Israel no en el sentido del País, aunque también es parte de la cuestión, sino de todo el tema que por siglos ha atravesado a los judíos y se ha potenciado a partir de la modernidad y es en cuestión la particularidad o singularidad judía.
En un mundo globalizado y universal, ¿por que deben los judíos permanecer separados y distintos de los demás? ¿por qué no pueden juntarse los judíos con los cristianos o musulmanes? ¿quien necesita nacionalismos? ¿quien necesita diferencias? ¿quien necesita categorías de separación entre judíos, cristianos, musulmanes? ¿por qué no pueden los judíos casarse con no judíos? ¿por que no podemos romper las barreras? ¿acaso no es que el amor todo lo puede? Y por lo tanto en un mundo abierto donde todos somos hijos del mismo Dios, ¿por qué debemos decir que los judíos son diferentes a todos los demás?
Estas son todas preguntas muy difíciles en la modernidad. Antes de la modernidad estas preguntas ni siquiera surgían porque los judíos vivían segregados del resto de las comunidades y los cambios de la modernidad fueron impuestos sobre los judíos mas allá del control que ellos mismos podían ejercer. Antes de la modernidad los judíos sabían que eran judíos porque así eran definidos incluso por los no judíos. Los gobiernos cristianos y musulmanes sabían quienes eran los judíos. Eran ese grupo del libro (este título de «pueblo del libro» se lo pusieron los musulmanes).
Pero en la modernidad surge en la historia una necesidad de crear una cultura homogénea donde cualquiera es un alemán, un ingles, un francés o un argentino.
Por lo tanto este tercer elemento de la tríada se pregunta ¿por qué y para qué crear y sostener estas barreras de separación judía? ¿por qué y para qué preservar el judaísmo?
Y aquí surge la pregunta mas difícil: si es realmente la universalidad el ideal que perseguimos como humanidad, ¿para qué crear en la modernidad un estado judío independiente en la tierra de Israel. ¿Cual es la racionalidad de un estado singular y particular israelí? ¿Por qué miles de judíos sintieron la necesidad de crear un sitio separado para ellos que nada tiene que ver con el judaísmo de la monarquía de David sino con la democracia moderna? ¿Hay justificación para un nacionalismo israelí?
Conclusión de la Introducción
La modernidad es un suceso que aconteció en la historia y cambió drásticamente el tipo de preguntas que el judío comenzó a hacerse.
La pregunta mas difícil de la modernidad es responder ¿cual es el particularísimo o singularidad judía? ¿Que lo hace único o diferente? ¿Es acaso algo único o diferente?
Dios y la practica judía van a estar relacionados con cómo defino mi identidad judía.
Las preguntas más difíciles que un judío deberá responder ahora son: ¿Por qué tengo que ser distinto? ¿por qué tengo que estar separado? ¿Cómo hago para justificar esta noción de estar separado o ser diferente en un mundo que me presiona a llevar acabo una hermandad universal basada en el principio de la globalización y de la valorización de mi ser en un marco capitalista?
Muy buen relato, Diego, me dejaste sorprendida!!!!!!!!!!! Que bien redactado, que buenas ideas, que buena voz, que gusto escucharte así! Esto es lo tuyo!!!!!! Vos escribiste todo? Completamente de acuerdo con tus ideas. Me encantó y espero sigas haciendo este blog. Un abrazo!
Gracias Deb. No soy el autor. Pero inevitablemente le agrego lo propio.
Aca te dejo el link del Prof. Ruderman de quien me inspiro.
http://www.judiosyjudaismo.com.ar/acerca-del-autor/
Mazal tov!!!! Te felicito!!!!
Clarísimo relato! Coincido con Deb! Me encanta!
Espero ansiosamente la próxima charla!!!!! Más tarde le paso a Marti el blog para que también él te escuche…
Lo puedo pasar???
Te mando un beso enorme y te deseo los mejores y más grandes éxitos para todo lo que emprendas!!!
Cariños desde Barcelona!!
Mi!
Por supuesto que podes pasarlo y compartirlo en facebook y donde quien quieras y a quien quieras!
Gracias!!!
Ya se viene la segunda!
Diego.
Muy bueno Diego! se lo voy a hacer eschucar a las chicas. Vamos a ver cuánto entienden!!! Besos y que sigan los éxitos!
Gracias Mechi!
Me parece que puede ser dificil para ellas…pero bueno, trato de ser lo mas accesible que puedo!
Besos para todos por alli!!!
Hola, perdón por comentar en donde no corresponde, pero el texto de «El desafío de Baruj Spinoza» está desactivada la opción de comentar. Escuché la lectura completa y me parece interesantísimo y muy claro; sin embargo, el texto termina antes de la lectura oral. ¿De casualidad tendrán el fragmento que falta (escrito)?
Muchas gracias y felicidades por el proyecto.
Hola Raquel!
Ahi agregué el resto del texto!
No se porque se habia cortado y tampoco se porque estan desactivados los comentarios…tratare de corregir eso!
Gracias por los comentarios!!!!
una pregunta mi estimado diego en el judaismo moderno la barba es obligatoria?
Hola Victor,
Gracias por tu pregunta.
Como ocurre con muchas de las preguntas sobre el judaísmo la respuesta no es «si o no».
Primero y principal es importante para mí dejar en claro que no soy un referente en cuestiones de Ley Judía. No soy un Rabino y por ende mi palabra no debe ser tomada como única válida e irrefutable. Principalmente escribo sobre historia, filosofía y teología. Pero siempre dejo en claro que es mi opinión personal y no debería ser citada como «La Ley Judía establece que».
Dejando eso en claro se viene mi propia respuesta ante esta pregunta. Cuando yo hablo del «judaísmo moderno» no estoy hablando de otro judaísmo sino más bien de una manera de ver el judaísmo en forma diferente a la que lo hacían los judíos medievales. El por qué de esto resulta más que todo por factores externos más que internos en aquellas cosas que fueron moldeando el judaísmo de maneras distintas en el período que llamamos «Modernidad».
El desafío con respecto a este tema en particular resulta si uno cree que la Ley Judía es histórica o a-histórica. En palabras más simples, el judaísmo posee preceptos que le dicen al ser humano cómo actuar para cumplir con la tradición judía. Mirando el judaísmo desde una perspectiva tradicional estos preceptos fueron impuestos sobre el hombre por una fuente ajena al ser humano y super-natural. Es decir, fueron dados por el mismo Dios.
Algunos judíos creen por otra parte que la Lay Judía es un producto de los seres humanos. Un producto creado a partir de una experiencia revelatoria con Dios en la cual Dios no entrego literalmente estos mandamientos sino que luego de su revelación los seres humanos interpretaron dicho episodio y crearon un sistema de práticas que define al conjuto que llamamos «Judíos» (una buena publicación para entender este tema es: http://www.judiosyjudaismo.com.ar/2011/12/la-ley-judia-en-la-modernidad/). Por supuesto que esta idea no es universalmente aceptada por todos los judíos y representa fuertes debates dentro de la comunidad. El desafío central resulta porque claramente la Ley Judía se ha ido adaptando a ciertos desafíos históricos que han modificando la Ley misma (ver esta publicación para un ejemplo: http://www.judiosyjudaismo.com.ar/2013/08/el-mayor-desafio-para-la-supervivencia-del-judaismo-ortodoxo/).
He escrito todo esto y no te he respondido a tu pregunta.
En el judaísmo afeitarse con una navaja está prohibido. Esta decisión fue tomada por los rabinos utilizando como referencia el pasaje que figura en el libro de Levítico 19:27. En la modernidad algunas autoridades importantes dicen que se puede utilizar una maquina de afeitar porque la misma funciona con un sistema parecido al de las tijeras (que cortan el pelo pero no lo arrancan de cuajo). Algunos judíos mas piadosos (los jasidicos) prefieren nunca afeitarse. Esta decisión está basada en la idea de ser mas «papista que el papa» y por eso llevar la Ley a un extremo que no necesariamente es el exigido (no hay nada malo con esto, es solamente una decisión personal). Otras autoridades no se sienten ni siquiera a gusto con la idea de utilizar maquinas tampoco.
En lo personal yo nunca utilizo navaja o «gillete» sino maquina de afeitar.
Espero haber respondido tu pregunta que cómo te dije no es para un «sí o un no» sino que debe ser entendida de diferentes maneras.
Saludos
Hola, excelente espacio para conocer a la cultura judía,
-¿En Israel se puede encontrar espuma de afeitar en las tiendas? lo pregunto porque tengo entendido que no usan cuchillas de afeitar, por lo tanto no lo usarían, pero:
-¿Esto es para toda la población o solo los que quieran hacerlo?